–Seguro de esto –hablo en susurros un Taemin nervioso.
–Claro tu solo confía en mí, tranquilo. –Minho en cambio a él estaba de lo más tranquilo del mundo.
–No estoy muy seguro de esto –Taemin movió sus piernas de un lado chocando con las de Minho –¿ y si mis padres vienen?
–Ya te dije que estés tranquilo no pasara nada, no tendrás frio y tus padres no vendrán
–No, no. No –Taemin no dejaba de repetir continuamente –esto está mal, no debemos hacerlo puedo aguantarme con una ducha está bien.
–¿Qué ducha, ni que nada? –Minho seguía con las piernas de Taemin enroscadas con las suyas –mira Taemin hace apenas unas horas estuvimos a punto de tener relaciones sexuales y no parecías dudar, ¿qué cambia ahora? –Minho tenía la mirada fija en un Taemin que prefirió desviar su mirada hacia cualquier cosa menos Minho.
–No estaban mis padres –susurro.
–Mira estando así, ni tú, ni yo pasaremos frio.
–Esto está mal, Minho –volvió a repetir Taemin
–¡Haber Taemin! –Minho dejo de hablar en susurros, alzando un poco el tono de su voz –¡Mira me da igual si vienen tus padres o si tu no quieres de igual manera dormiré así! –Minho se tapó hasta la cabeza con la colcha de Taemin.
Después de que Taemin le diera un beso en los labios a Minho, se regresó al pedazo que le correspondía en la cama ya que Minho dormiría con él, pero no paso ni media hora cuando a los dos les dio frio, y la idea más fantástica que paso por la mente de Minho para no morir de frio fue dormir empiernado con Taemin. Al principio a Taemin le pareció una idea magnifica incluso algo acalorada (teniendo en cuenta que hace poco estuvieron a punto de tener relaciones sexuales) pero buena a fin de cuentas y todo estaba bien hasta que recordó un mínimo detalle llamado padres.
Después de recordar ese pequeño inconveniente le entro el nervio y comenzó a despertar a Minho y a suplicarle que no durmieran así. Lo cual él rechazo alegando que así estaba más calientito y más cómodo.
Taemin empezó a incomodarse más.
–Si no te despegas me iré a dormir al sillón y esa no es una pregunta, es una frase afirmativa, muy afirmativa. Choi.
–Como sea te dije que no pasaría nada, ahora los dos moriremos de frio. –Hablo en susurros Minho, que poco a poco iba desenredando sus piernas de las de Taemin.
–Gracias –sarcasmo eso era, ni más, ni menos.
–Sí, sí como sea –Minho rodo en la cama poniéndose correctamente en su lugar, teniendo un enorme espacio entre él y Taemin.
En lo que respecta a Taemin solo se colocó boca arriba en su cama y soltó un enorme suspiro que no pasó desapercibido por los oídos de MInho, pero que él mismo trato de evitar, cerrando sus ojos y cayendo en un sueño profundo.
**
La mañana comenzó muy tranquila, demasiado tranquila para hacer verdad.
Taemin se removió inquieto en su cama, estirándose lo más que podía, bostezo y ahí fue cuando recordó a su compañero de cama. Abrió rápido los ojos y se encontró solo en la habitación, ni una sola señal de Minho, nada, ni su aroma. Se paró rápido de la cama y salió rápido de la habitación encontrándose a Azucena en el camino.
Camino un poco más y más rápido. Hasta que llego a la sala y ahí estaba sentado en uno de los sillones, con la computadora en sus piernas, indiferente a lo que pasaba a su alrededor.
Aun no se percataba de su presencia.
–Puedo saber qué haces con mi computadora. –Taemin hablo en un susurro, aun dormitado.
–Jugando, estoy aburrido. –Minho aún no alzaba su mirada de la pantalla, muy entretenido en su juego.
–¡Oye cuando te hable mírame! –Hablo en tono fuerte y juguetón
–Ahora no Taemin estoy ocupado
–Jugar no es estar ocupado, Minho.
–Da igual Taemin.
–Soy yo, o tú tienes algo
–Yo no tengo nada, eres tú
–No en serio te noto extraño, ¿te hicieron algo mis papas?, hablando de ellos, ¿Dónde están?
–Salieron no tardaran, fueron a comprar no sé qué.
–Entonces si te hicieron algo, ¿verdad?
Minho sin pensar mucho, cerró la pantalla del computador y se paró del sillón.
–No importa, Taemin.
Minho camino hacia el patio y ahí se quedó parado un buen rato. Mientras Taemin que aún estaba parado en la sala lo miro expectante, en shock. Nunca había visto a Minho así tan indiferente. Poco decidido se acercó y lo abrazo de su cintura.
–¿Qué tienes?, ¿Por qué no confías en mí?
–Tú padre ya me dijo que no me acercara a ti, supongo que le contaste lo de ayer.
–¡¿Qué?!
–Si lo que oíste, tú papá ya me dijo que no me acerque a ti si no es a tres metros de distancia, si no es que más.
–¿Qué?, mi papá me va a escuchar cómo puede decirte esas cosas es un idiota aish y para que lo sepas yo no le eh dicho nada de lo que iba a pasar ayer.
–Querrás decir de lo que pasó ayer. –Minho acariciaba las manos de Taemin que aún abrazaban su cintura.
–No pasó nada ayer. –Taemin hundía un poco más su rostro en la espalda del más alto.
–Estas seguro de que no pasó nada ayer. –Minho susurro en un tono coqueto.
–Humm que paso ayer, ayer no pasó nada, Minho.
Miinho solto el abrazo que tenían y se volteó, acercando su boca a la boca de Taemin.
–Creo que a alguien se le olvido.
–Eso parece, porque no me recuerdas un poquito. –Taemin le regreso el tono coqueto que él, estaba usando.
–Parece que lo tendré que hacer.
Minho fue acortando la distancia, la mínima distancia que tenían sus labios de los labios contrarios. Sin titubear rompió el espacio que había, besando a Taemin de una manera que debería ser prohibida y con cadena perpetua en la cárcel. El beso se fue intensificando, ya no era un beso casto, ya no. Ahora era un beso de adultos enamorados o simplemente de adultos calientes.
Taemin abrió su boca y dejo pasar a la lengua escurridiza de Minho que no perdió el tiempo en hurgar en la cavidad contraria. Minho bajo sus manos hasta las caderas de Taemin para atraerlo más hacia él, mientras que el pobre de Taemin, posaba sus manos alrededor del cuello de MInho, jugando un poco con su cabello.
Si les preguntaran a los dos que si estaban excitados y ellos negaban, ellos estaban mintiendo, sus pensamientos el de los dos no iban por un rumbo bueno, ni mucho menos sano.
Empezaron a resentir la falta de aire y separaron sus labios, pero no se separaron ellos, Minho recargo su frente con la de Taemin, saboreando el aire que este mismo inhalaba. Taemin mordió su labio inferior, estaba deseoso de más, de mucho más.
–Ya recordaste algo o todavía no. –a Minho apenas y le salía la voz, seguía con la respiración entre cortada.
–Qué pasa si digo que un no recuerdo nada.
–Tendré que volverte a besar hasta que recuerdes un poco de lo que paso ayer.
Esta vez Taemin no espero que fuera Minho quien lo besara primero y actuó antes que él. Besándolo desde ya con la lengua, esa lengua que primero empezaba juguetona y luego terminaba demandante de más. Y otra vez comenzó ese beso que los dejara con ganas de más, y así fue Minho esta vez no dejo sus manos estáticas en la cadera de Taemin esta vez empezó a repartir caricias con ellas por todo el cuerpo de Taemin, mientras él seguía con sus manos enroscadas al cuello de Minho, intensificaron un poco más el beso. Todo era calor para ellos, absolutamente todo.
Taemin sentía como su pene agarraba forma y no una forma muy decente que digamos. Mientras que Minho ya lo tenía más arriba que el precio del dólar.
Entonces escucharon la puerta abrirse, se separaron por arte de magia. Se separaron de sopetón.
–Ya llegamos. –esa voz era más que reconocible para los oídos de Taemin, era su apreciada madre. Que en esos momentos era la más odiada.
–Oh, están aquí. ¡Amor, ya los encontré están acá en el jardín! –el grito que soltó la mamá de Taemin los saco de su trance pegando un fuerte brinco.
Taemin fue el primero en reaccionar separándose de Minho y tratando de cubrir su erección.
Minho simplemente se dio la vuelta y se puso a observar las flores que el jardín había, que al parecer eran mucho más interesantes que la familia del chico que lo calentaba más que una estufa.
–Hola mamá –saludo gentilmente Taemin –con permiso iré a bañarme.
–Acabas de despertar cariño –su mamá aquella que siempre le daba su espacio y pocas veces lo cuestionaba, ahora le hacía preguntas, justo cuando él no tenía ganas de nada. Bueno solamente de estar besando a Minho mientras estaban empotrados en una cama, toqueteándose.
Que cosas piensas, reacciona idiota, se decía así mismo.
–Si mamá acabo de desperar, ahora si me disculpas iré a darme un baño. –Taemin rodeo a su mamá para poder salir prácticamente corriendo hacia su habitación.
Cerro la puerta de su habitación y se recargo en ella y se dejó caer, poco a poco hasta que su trasero toco el suelo. Soltó un gran suspiro que no sabía que guardaba, algo le molestaba, algo le dolía y fue entonces cuando bajo su mirada y se dio cuenta del pequeño o gran problema que tenía entre piernas. Cerro los ojos y poco a poco fue bajando su mano, él no podía quedarse con un dolor de testículos, todo menos eso.
Llevo su mano y apretó un poco aquel abultado miembro que se dejaba ver debajo de su linda y virgen pijama, comenzó a masajear de arriba abajo, soltó un gemido que trato de callar mordiéndose el labio.
Toc Toc
Mierda
Toc Toc
Doble mierda
Alguien llamaba a su puerta, trato de hacer caso omiso al sonido y fingió no escuchar, volviendo a su trabajo inicial.
Toc Toc
Otra vez sonaba el ruido que hacia una mano al acariciar su puerta. Poco decidido y rendido de que no le iban a dejar hasta que abriera, se levantó del suelo y entre abrió la puerta para que no le vieran la erección que ahora si lastimaba, dolía y lo que seguía.
Era Minho con una gran sonrisa quien tocaba su puerta.
–Puedo pasar –hablo en un susurro, bastante grave.
–Necesitas algo –Taemin estaba tajante pero necesitaba desde ya solucionar su problemita.
–Bueno tal vez no sepas, pero yo puedo ayudarte. –Minho tenía esa sonrisa torcida, esa sonrisa coqueta.
–No sé de qué hablas. –Taemin se ruborizo al comprender las palabras de Minho.
–Sabes de lo que te hablo, tu gemido se escuchó hasta la sala.
–De verdad, no se de lo que me hablas. –Taemin se ruborizo aún más.
–Mira déjame pasar, tus padres no están, así que no te hagas el inocente, yo también tengo un dolor horrible de huevos, tu mamá no dejaba de hablarme sobre plantas y no sé qué mierda más, hasta que tu padre le dijo que me dejara en paz y se la llevo, supongo no tardaran mucho, pero si lo suficiente. Ahora no te hagas el noble, déjame pasar y solucionamos nuestros problemas.
Taemin abrió los ojos de manera descarada, jamás le había escuchado así de urgido, o tan demandante eso lo excitaba aún más.
Abrió por completo la puerta y en un leve y casi inaudible susurro le dijo Pasa.
Minho entro en la habitación y agarro a Taemin por las caderas, restregándose a él, de una manera vulgar poco educada.
Se besaron como siempre se besaban, como siempre eran sus besos, húmedos, húmedos y húmedos.
Mientras se besaban Minho comenzó a caminar hacia la cama con sus manos y su boca en Taemin, mientras que este solo atinaba a agarrarse del cuello de Minho.
–Me calientas mucho, Taemin. –y ambos se dejaron caer en la cama.