JongKey: Sex or Love?
Capítulo 11: "Respuesta Final..."
-¿E-esto? ¿Esto que nosotros hacemos? ¿E-es porque qui-quiere de-decir que-que nosotros, te-tenemos algo?-
[…]
Giró a medio cuerpo para mirarme a los ojos, serio. Mi mirada luchaba por desviarla de la suya, pero luché por mantenérsela firme allí.
Finalmente, él contestó…
-Sí.- Contestó lacónico, en ese momento nuevamente un maremágnum de sensaciones se desenvolvió en mi interior, y sin saber porqué una enorme sonrisa en mis labios comenzaba a formarse, pero no conté con que aún no había terminado de hablar… -Sólo sexo…- Terminó de prenderse el último botón de su camisa color vino, y sonriendo ampliamente de lado, me dedicó una última mirada y se retiró.
De mi rostro se había borrado absolutamente aquella sonrisa, y mis ojos comenzaban a empañarse, a rebalsarse de lágrimas…
-¿Q-qué?-
Dije sin voz, pero él me escuchó y se detuvo en el marco de la puerta de la habitación, nuevamente mostrándome esa sonrisa de absoluta satisfacción al mirarme de una manera examinadora absolutamente desnudo, destapado, y aún con rastros de su esencia entre mis piernas, sin contar con mis ojos ya absolutamente rojos por querer retener aquellas lágrimas que a pesar de mis esfuerzos estaba ya recorriendo mis pronunciadas mejillas.
-Esa fueron las “reglas” desde un principio, ¿no es así?-
-¿Qué?-
Fue lo único que atiné a decir aún totalmente en shock, y con el corazón absolutamente desintegrado, destrozado en millones y millones de diminutos pedazos.
-Fue “excitante y apasionante” mientras duró, “Bummie”, gatito salvaje…-
Habló con aquella voz tan dulce que derretía mi corazón ya inexistente, manteniendo aún aquella sonrisa de absoluta burla…
No caía en cuenta de lo que estaba pasando, no entendía absolutamente nada, no sabía ni siquiera como reaccionar, ante sus palabras, sus gestos, aquel cambio repentino de actitud, ya no de cachorro dulce y tierno, sino a un zorro, absolutamente astuto y carroñero.
-¿¡Es una broma verdad!? ¿¡Es una estúpida broma, cierto!?- Comencé el llanto sin poderlo evitar, y su sonrisa se amplió una vez más. -¿¡Qué su-sucedió con aquellas mu-muestras de amor y cariño sincero!? ¿¡Qu-qué sucedió co-con e-esas sonrisas y-y ca-caricias llenas de amor!?-
-Mentiras “Gatito”, tú estás acostumbrado a vivir en ellas, ¿no es así? ¿De qué te sorprendes? ¿Me odiabas, no es así? Me odiabas por haberme entrometido en tu relación con JinKi, ¿Y ahora me vienes con que te has enamorado de mí? JAJA, por favor, ¿Luego de todo lo que me dijiste, y me gritaste en aquella terraza?-
-¡No puedes estar hablando en serio!-
-Acéptalo, sólo quería tu cuerpo, nunca te pedí tu corazón, tu simplemente asumiste que lo querría, pero no. Ya no.-
-¿¡Es que acaso no tienes corazón!?-
-No, ¿recuerdas, cuando yo te lo quise dar, y tú lo tiraste a la basura como si fuera una porquería? Pues, allí dónde lo tiraste quedó. ¿Tú mismo te deshiciste de él, y ahora lo reclamas nuevamente? JAJA, lo siento, perdiste tu oportunidad, Aah~, la venganza… “es un plato que se sirve frío y se come lentamente”… ¿No es cierto?-
Rió de una manera algo estridente y se retiró finalmente… yo me quedé allí totalmente desconcertado, incapaz de creer lo que estaba sucediendo, y luego de que escuché la puerta azotarse, y el motor del coche alejarse, mis manos comenzaron a temblar, mi cuerpo entero comenzó a temblar de manera incontrolable…
Mis lágrimas ya eran potentes canales de agua salobre, y no pude retener más mi angustia y dolor, lloré, grité hasta desgarrar mi garganta, apreté mi mano contra mi pecho, y seguí llorando aún más, en posición fetal, aún con aquella “maldita” sustancia blanquecina y pegajosa, escurriéndose de entre mis nalgas, con la sensación de sus “sucias caricias y besos” con su maldita fragancia. Ahora me sentía como toda una puta de la categoría más baja.
Cuando pude mermar un poco aquel llanto, mis manos aún temblorosas se dirigieron a mi dispositivo móvil y marqué un número… dejando de lado, absolutamente todo el orgullo dignidad y razonamiento que había en mí, pues Jon- “ese infeliz” me habría arrancado absolutamente todo con aquellas 3 humillantes palabras. “Sí, solo sexo”.
1,2,3 “timbrasos” y finalmente el dueño del móvil atendió. -¿Hola?- Cuestionó realmente dubitativo y extrañado… y al oír aquella voz, todo en mi interior se volvió a remover una vez más, mi llanto quería salir una vez más como si se tratase de un tsunami pero lo retuve tragando duro. -¿Key? ¿eres tú?... ¿Hola?- Habló nuevamente él ante mi falta de respuesta.
-¿Pu-puedes ve-venir a casa?-
Hablé finalmente con muchísimas dificultades pero sin dar vueltas y ante el silencio repentino, por el shock que de seguro aquello le había causado, fui capaz de oír una segunda voz a lo lejos…
-¿¡Yah, JinKi cuelga eso, estábamos a punto de “efectuar” algo, lo recuerdas!?- La voz del niñato “bailarín”, identifiqué de inmediato aquel timbre.
–Olvídalo, estás ocupad…-
Respondí totalmente malhumorado, inexpresivo, aunque la verdad es que tenía más ganas de llorar que de enojarme. Él no me dejó terminar mi frase y me interrumpió.
-¡Voy de inmediato para allá!-
Oí repentinamente un sonido extraño, como si lo hubiese tirado sobre algo y yo aún al estar medianamente ido, por lo que me dijo Jon- “ese infeliz”, y ahora JinKi, no quité mi oído del parlante, y oí nuevamente aquella voz.
-¡Yah! ¿¡Cómo es eso!? ¿¡Nosotros no teníamos algo pend-!?-
-Teniámos…-
Oí la voz irritada de aquel niñato, que estaba jugando a dos puntas, y luego, por primera vez a un frío, serio y cortante JinKi, cosa que me sorprendió, y mucho.
La llamada se cortó con un último: “¡YAH CABRÓN!”; de aquel niñato bailarín, y nuevamente sin ánimos, dejé caer el móvil sobre la mesa de noche, me levanté con suma pesadez, quité todas, absolutamente todas las sábanas, las llevé al lavadero, y aproveché a limpiarme yo también rápidamente, para ponerme un pijama suelto. Era cerca del mediodía, pero aún así no tenía ganas de vestirme.
Universidad no teníamos, pues estábamos en la pequeña semana de descanso, por estar próximos a la víspera de Navidad…
Tendí mi cama con nuevas sábanas, aún inexpresivo, totalmente ido, como si me tratase de algún robot o algo por el estilo, pues realmente sentía que me habían arrancado “todos mis circuitos internos” de un solo y brusco tirón.
Él timbre sonó una y otra vez. Se podía sentir que estaba siendo presionado prácticamente con desesperación. Sin decir absolutamente nada, totalmente demacrado, me dirigí lentamente a la puerta, mientras aquellos timbrazos comenzaban a irritarme, pero ahora eso era lo de menos.
Cuando abrí la puerta, los timbrazos cesaron, y me encontré allí con JinKi, tal como días anteriores, cuando creí que era Jon- “ese infeliz”.
Allí estaba, levemente mal arreglado pero abrigado y agitado, se notaba que se había vestido a las apuradas… nuestras miradas se cruzaron, y de inmediato, todo los recuerdos con él volvieron a mi mente…
(https://www.youtube.com/watch?v=WiFHypEB3yo&hd=1#! )
¡Allí estaba! ¡A pesar de todas las horribles barbaridades que le dije en aquella pelea, de hace ya, 5 meses…! ¡Allí estaba, para mí, COMO SIEMPRE…! Cuando creí… creí que jamás lo volvería a ver.
Lloré, lloré sin poderme controlar como en los viejos tiempos. Jamás pude retener mis llantos estando alrededor de él.
Con él… era con el único que me sentía realmente a gusto, con quien me sentía que podía hacer y decir todo lo que quisiera y realmente pensara.
-¡LO SIENTO! ¡LO SIENTO TANTO JINKI! ¡TÚ, tú tenías la maldita razón, y-y yo no te escuché! ¡LO SIENTO! ¡LO SIENTO EN VERDAD! ¡PERDÓNAME! ¡Perdóname JinK-!-
Rompí en llanto finalmente, olvidando por completo como ya les había dicho, de mi orgullo, mi dignidad, mi razonamiento, disculpándome por primera vez en mi vida. Estaba demasiado dolido, extrañaba demasiado a JinKi, y el hecho de que aún a pesar de todo, él estuviera aquí para mí, era demasiado. Demasiado para mi ya débil corazón.
Él me abrazó con suma determinación, no permitiéndome terminar de hablar, metiéndome nuevamente dentro del departamento, cerrando la puerta con un empujón de pie. Y al sentir sus brazos rodearme nuevamente, una nueva sensación “llenó mi vacío interior” sus brazos, su abrazo era realmente un bálsamo, y es ahora cuando comprendí la dimensión de todo lo que realmente extrañaba sus abrazos… a él mismo.
-¡No! ¡Tú perdóname a mí! ¡A pesar de todo lo que te dije, a pesar de saberlo, no me animé a vigilarte de lejos, te descuidé, luego de aquella pelea no insistí en que te alejaras de él, a pesar de todos los insultos que me tocaría soportar de tus labios…! ¡Fue mi culpa Bummie, fue mi culpa por presentártelo, por ponerlo en tu destino! ¡Es todo culpa mía Bummie! ¡Tú no lo sabías!-
Exclamó él también al borde del llanto en lo que me seguía abrazando con ahínco y yo seguía llorando en el hueco de su cuello.
-¡NO! ¡Basta de echarte la culpa por todo, cuando tú no tienes nada que ver! ¡Fue mi culpa, yo no te escuche, te ignoré, te insulté y te herí demasiado! ¡LO SIENTO! ¡En verdad lo siento JinKi! ¡Perdóname! ¡Fui muy rudo contigo! ¡Lo siento mucho! ¡Estoy profundamente arrepentido! ¡Debí escucharte! ¡Nunca debí dejarte! ¡Nunca debí engañarte! ¡Perdóname! ¡Perdóname JinKi por favor!-
Repliqué una vez más, mientras mis lágrimas continuaban, pues estaba realmente arrepentido, profundamente arrepentido. E irónicamente, ahora de mi léxico no salía más que la palabra “lo siento”. El me separó de golpe, colocando ambas manos en mi rostro y me miró a los ojos. Los suyos estaban levemente rojos y cristalinos.
-No, escúchame Bummie, yo-yo no tengo nada que perdonarte, nunca tuve que perdonarte nada, porque desde el momento en que me dejaste, y vi cómo intentabas retener tus lágrimas, supe que realmente no hubieras querido que fuera así, pero lo acepté, estaba seguro de que dirías un “lo siento” y estaba decido a que si lo decías, te perdonaría absolutamente todo, pero a pesar de que nunca lo dijiste, lo vi, lo vi en tus ojos. No tengo nada que perdonarte Bummie… porque te amo… nunca he dejado de amarte, y a pesar de que JongHyun se interpusiera entre nosotros, eso ya no importa porque te has dado cuenta de la clase de persona que es…-
-Ji-JinKi…-
Pude decir solamente, totalmente entrecortado por aquellos sollozos.
-Bummie… Bummie…- Acariciaba mi rostro, mientras me miraba a los ojos. -Dime-dime “Dubu”, como solías hacerlo antes… por favor, dilo. Sólo una vez. Ya no me importa si tu aún sientes algo por mí, o solo me vez como a un amigo… sólo quiero oírte llamarme así una vez más, solo una vez más.- Se acercó a mi rostro, apoyando mi frente en la suya, quedándonos así por unos segundos en silencio, intentando calmar nuestros sollozos, nuestras respiraciones.
Luego de que aquellos segundos transcurriesen y sintiera como me había “recargado” de paz. Me separé de su frente, unos cuantos centímetros para poder encontrar sus ojos y perderme en ellos. Él me miraba expectante, totalmente ansioso, aquel brillo que sus ojos tenían era trémulo, encantadoramente trémulo.
-Du-Dubu~-
Hablé, luego de haber tomado “coraje” diciéndoselo con un tono de voz más cálida, él me miró, sus ojos se sorprendieron unos instantes, y su sonrisa luchaba por quedarse en su rostro, pero al parecer él quería mantenerse serio, pero le era imposible… nuestras miradas una vez más se conectaron, pues yo la había desviado para notar aquella sonrisa que hacía mucho no me dedicaba, y que tanto extrañaba y me hacía falta. Un “aire fresco” azotó mi rostro, o esa era mi sensación ante el bálsamo que representaba su sonrisa, provocada por mí, y dirigida a mí y solamente a mí.
-Bummie… Bummie, te amo demasiado…-
Dijo a lo último sin voz, en un susurro, para acercar mis labios a los suyos y besarlos. Me besó… me besó y me gustó. Le correspondí dulcemente, pues sus besos siempre estuvieron llenos de amor, castidad, calidez y ternura. Nunca había presenciado en ellos gran cantidad de lujuria, siempre fueron tan dulces que me encantaban…
Y mi cuerpo los recordó, al haberme provocado una dulce y suave correntada.
Le correspondí, cómo hacía tiempo no lo hacía, y mientras le besaba yo ahora con aquella dulzura que nos caracterizaba, comencé a quitarle la gorra de lana, la bufanda, y la chaqueta. Desabrigándolo un poco, pues de lo contrario se enfermaría cuando saliera, aunque la verdad me gustaría que hoy… se quedara.
-Dubu~- Dije empleando una dulce voz como hacía tiempo que no lo hacía desde que nos separamos y él mirándome sonriente a los ojos se dispone a escucharme. -¿Aún…?- Dudé unos segundos en preguntar aquello, pero él asintiendo me animó a que lo dijera. -¿Aún sigue en pie aquella propuesta que hace tiempo me hiciste de cocinarme pasta para mí?- Él se asombró ante mi pregunta, pues me sonrojé luego de decir aquello, había sonado tan aniñada mi voz, que hasta a mí me extraño. Pero luego sonrió y con su mano, ubica mi mentón recto al suyo y vuelve su mano a mi cadera junto con la otra, y me responde.
-Siempre estuvo en pie, aunque debo admitir que me sorprende el que aún te acuerdes de ello, fue hace mucho. Pero por supuesto, yo encantado ¿Tienes los ingredientes o hay que salir a comprarlos?-
-Los tengo todos, así que por favor, cocina para mí… Dubu.-
Hablé nuevamente avergonzado a lo último, él se sorprendió pero luego sonrió y besó dulce y fugazmente mis labios.
-Por supuesto Bummie… MI Bummie. Me pondré a cocinar de inmediato.-
Habló con aquella sonrisa aún más radiante que las anteriores, a tal grado que me contagió, y por primera vez, volví a sonreír, luego de haber llorado hasta ya “secar” mis lagrimales.
Me senté en la mesa, sintiéndome un poco mejor, sintiéndome como si hubiera vuelto a renacer, y me le quedé observando mientras él comenzaba a cocinar y a colocar los ingredientes sobre la mesada.
Luego de una hora y media de elaboración, finalmente la comida estaba siendo colocada frente a mí, se veía realmente apetitoso, y le miré cuando él dejo el plato en mi lugar.
-Gracias…-
-De nada Bummie.-
Habló cálidamente mientras me beso fugazmente. Se sirvió luego él y se sentó, quedando frente a mí, como aquella vez que le cociné yo.
Ambos dimos gracias por la comida, e iniciamos la ingesta de tal. Esto estaba realmente delicioso, los mejores tallarines que jamás haya probado en mi vida. Todo era absolutamente delicioso, tanto la pasta, como la salsa y los condimentos… Sonreí y recordé aquel fragmento de conversación que nos “llevó a esto”.
“–Pues, la próxima vez que te sientas aburrido, o necesites algo, me llamas, y voy a tu piso, a ser yo quien te cocine algo, ¿quieres? Así te devuelvo el favor.-
-Pu-pues si insistes, entonces, te haré hacer pasta casera, tengo ganas de comer eso.-
-Pues no se diga más, menú decidido, ahora sólo falta la fecha.-“
-¿Cómo está Bummie? Estás muy callado…-
Su voz me sacó de mis recuerdos, y le miré repentinamente, y verle allí, sentado frente a mí, me parecía algo irreal, pero por suerte, gracias a Dios, él estaba ahí, mirándome, preocupándose por mí, amándome…
-Está delicioso, no te preocupes, es sólo que estaba… recordando.-
Sonreí algo melancólico, él me miró y se paró de la mesa, le seguí con la mirada hasta que llegó a mi lado, me sonrió, acarició mi rostro y se arrodilló a mi lado, le miré una vez más, desconcertado, y él acarició mi cabello, mientras tomaba una de mis manos con la que le quedaba libre.
-No sé, que sea lo que estés recordando, no importa si es bueno o malo, pero me gustaría pedirte que no pienses en nada, por favor, olvida todo, y disfruta del momento, ¿sí?-
Yo asentí, asombrado realmente de sus palabras, pero decidí hacerle caso, y ante mi asentimiento y una leve sonrisa, él también sonrió y se puso de pie, besando mi frente.
-Así me gusta, ahora disfruta de esta pasta que hice especialmente para ti. ¿Sí Bummie?-
Así lo hice y realmente estuvo delicioso, repetí el plato como nunca, pero en ese momento no me importó, pues él estaba feliz y extrañamente por sólo ese hecho, yo ya me sentía muchísimo mejor.
Luego de que juntáramos la mesa, y limpiáramos ambos a la par, le dije si se podía quedar conmigo a mirar televisión un rato, y él encantado de la vida aceptó.
Y allí, nuevamente estábamos, sentados uno al lado del otro, mirando una película de acción, pero que a pesar de que no fuera muy de mi agrado, estar acompañado, lo hacía mucho más llevadero, aunque debo admitir, que la trama realmente si me había logrado atrapar bastante.
Luego de repente, pensamientos comenzaron a inundar mi mente poco a poco, y no pude evitarlo y pregunté, algo que quizás no debería haber preguntado.
-¿Qué sucederá con el tal “TaeMin”?-
“Él te engaña” quería terminar mi frase, pero me la guardé para mí. Él me miró de repente algo desconcertado, yo bajé la mirada, abrazando aún más el almohadón, y contestó más rápido de lo que pensaba.
-Nada, él y yo, ya no tenemos nada que ver, se enfadó muchísimo cuando oyó que tú me llamabas, pero yo desde un inicio le había dejado en claro mis sentimientos y a pesar de eso, insistió en “querer acercarse a mí”, hasta que lo logró, pero no soy idiota, puede que tenga el rostro, y lo parezca, pero no lo soy, sabía perfectamente que él estaba también a su vez con el chico de atletismo, Choi MinHo…- Abrí mis ojos a más no poder al oír aquello, ¿entonces él lo sabía, y a pesar de ello, seguía con él? “¿Entonces porqué seguías con él?” Era lo que quería preguntar pero él me cortó, me leyó la mente. –Él se pensaba que realmente era un “as” del “secreto”, pero la verdad es que no se preocupaban mucho por ocultar su “pasión prohibida” frente a los otros, y es más, para serte sincero creo que “el otro” era yo y no MinHo. Pero eso ya no importa, él desde un principio supo de mis sentimientos por ti, y aún así, “se arriesgó”. Aunque no creo que nuestra “ruptura” le haya afectado demasiado.
-¿Te-terminaron? ¿Por… mi culpa?-
-¿Terminar? No sé si nosotros realmente teníamos algo, para llamarle “terminar”, yo intenté poner de mi parte para que aquello funcionara, pero nunca sucedió, y debido a eso, es que supongo que “se buscó a MinHo”, de todas maneras eso ya no importa, ahora sólo le veo como a alguien a quien conozco…- Me sonrió dulce y calmado como siempre. -¿A qué vino tan repentina cuestión?-
-A… a nada, só-sólo quería saber… lo siento, mi intención no era “Separarlos”.-
Hablé nuevamente de cierta manera deprimido, pues la verdad es que ya no me importaba si JinKi estaba con alguien o no, sólo sabía que cuando le llamé, quería verlo a como diera lugar.
-No Bummie, no tienes de que preocuparte, al contrario, todo está bien, y ahora estoy mucho más feliz que antes, así que no te preocupes… ¿sabes?- Asentí nuevamente, regalándole una débil sonrisa, a la que él se contagió y besando mis labios fugazmente me dijo -¿Te parece si seguimos viendo la peli? Al parecer ya van a conseguirlo…- Asentí nuevamente y sin pensarlo me acomodé y me acurruqué más a su lado, él me miró unos segundos, para luego sonreír y abrazarme, envolverme en sus brazos…
El tiempo se fue como arena de entre mis dedos, por lo que llegada la noche cuando él me dijo que ya iba siendo hora de que se fuera, mis instintos reaccionaron por mí, al desesperar.
-¡Espera! N-no, no te vayas… ¿Pu-puedes que-quedarte a-a dormir con-conmigo?-
Hablé vergonzoso, tímido, como en los viejos tiempos, dejando de lado, toda aquella personalidad altanera y de “Diva” que me caracterizaba.
-¿Seguro? ¿No es molestia?- Negué con la cabeza de manera ferviente y él sonrió. –Entonces, estoy más que encantado, esto es mucho más de lo que me imaginé, estoy realmente feliz…-
Ahora asentí y sonreí, él se volvió a acomodar en el sofá, más relajado ahora. Y minutos después dijo que ya sería hora de cenar, y que prepararía otro plato, yo sólo le miré y le agradecí ese hecho, pues yo le informé que quería tomar un baño, él asintió, apagamos la tele y mientras él se dirigió a la cocina, yo me dirigí a mi habitación para buscar mi ropa y me dirigí al cuarto de baño.
Entré a la tina, y me relajé allí, pues realmente necesitaba olvidarme de todo, y tomar un buen baño. Y ante el silencio y paz del lugar, nuevamente pensamientos “insanos” comenzaron a invadirme, y digo insanos, porque se trataban de “alguien” que ya no me apetecía nombrar…
Invadiéndome nuevamente, aquel arrepentimiento desde lo más profundo de mi alma, al haber realizado, aquella tan “errónea” elección, luego de aquella pelea, a la salida del centro de salud del cual me habían sacado recién el yeso de mi tobillo.
¿¡Cómo pude haber decidido cambiar a JinKi, la persona, la única que ha estado casi una vida a mi lado, por… por “ese infeliz” que conocí en una maldita noche de “alcohol”!?
No comprendía, como podía haber estado tan ciego, y como no había logrado captar aquellas intenciones desde un principio, pero pues la verdad es que como con el tiempo había logrado ir cambiando, me cegué, me “encapriché” con él, y peor aún que mi cuerpo reaccionaba de aquella manera tan “inhumana” cuando él merodeaba a mis alrededores.
-¿Bummie? ¿Estás bien? ¿Estás ahí? ¡La comida ya va a estar!-
Esa voz, esa voz nuevamente al otro lado de la puerta, había logrado sacarme de un solo tirón, de aquel oscuro y profundo pozo en el que esta sumergiéndome.
-¡S-sí! ¡Ya voy~! ¡Gra-gracias!-
Rápidamente me apresuré a salir de la tina, me sequé bien, me vestí y salí del cuarto de baño, hacia la cocina, suficientes pensamientos pesimistas por hoy. Ahora JinKi está conmigo, se quedará a hacerme compañía, y es lo único que me tiene que importar, que recuperé a mi… ¿a mí qué?
¿Mejor amigo? Pero si así fuera, él no me hubiera besado de aquella manera todas aquellas veces. ¿Mi novio?... ¿Él y yo juntos otra vez? ¿Podremos volver a empezar? ¿Aún le amo? ¿Qué somos realmente? ¿Amigos sumamente cariñosos e íntimos? ¿O directamente somos pareja una vez más?
-¡Ah! ¡Aquí estás, siéntate por favor! No es la gran cosa, pero he preparado pizza casera, espero y sea de tu agrado.-
-¿Pizza? ¿Tú solo?- Él asintió y me sonrió, yo me impresioné levemente y sonreí. –Eso sin dudas va a estar delicioso, por favor, adelante, sirve cuando gustes, ya estoy listo.- Hablé ahora con mucho más entusiasmo, acomodándome mejor en la mesa, y él asintió y se apresuró de sacar la pizza del horno. Con el aroma ya me bastaba, realmente delicioso.
Y una vez más, comí comida hecha por JinKi, realmente tenía una mano excelente para este tipo de cosas que requerían harinas. Y con el estómago realmente satisfecho, sonreí y mirándole le dije.
-“Ahora sí, estómago lleno, corazón contento”.- Cité aquel refrán que él había recitado, luego de haber comido aquel caldo medio defectuoso de mi mano. Él sonrió ampliamente, al haber entendido perfectamente mis intenciones.
-¿También recuerdas eso? Me sorprende tu capacidad para recordar aquellos pequeños detalles que cualquiera podría pasar por alto.-
-Gracias, tengo buena memoria. Para algunas cosas…-
Me atajé antes de tiempo por las dudas. Él rió bajito, a lo que yo simplemente sonreí y una vez más, ambos nos levantamos y comenzamos a lavar las cosas.
Y con una leve curvatura de labios en el rostro, pasamos el tiempo, de vez en cuando comentando alguna que otra cosa banal.
La verdad, si les soy sincero aún no podía creer que él me hubiese perdonado con tanta facilidad todo aquellos insultos que le dije en medio de la calle, cuando él no tenía por qué haberlos recibido, no podía creer que él hubiese acudido de inmediato a mi llamado a pesar de que estaba “ocupado”, y mucho menos podía creer que siquiera me hubiese atendido el móvil. No podía creer… que estuviese aquí, a mi lado, sonriéndome como si el tiempo jamás hubiese pasado…
Él era realmente una excelente persona, un gran hombre, era casi perfecto, o más bien ES perfecto a mis ojos.
Quizás esté exagerando, debido a que estoy demás susceptible, y mis sentimientos comienzan a confundirse, pero yo realmente no lo sentía como una confusión, no sentía como si esto que estoy “volviendo a sentir” por él, fuera algo temporal, o un capricho.
Creo que estos sentimientos hacia él, jamás han desaparecido, y que realmente a pesar de todo lo que hice, aún le seguía amando, a pesar de que le hubiese “atribuido” aquellas 2 palabras a la “persona equivocada”…
JinKi era… era un hombre realmente increíble, aún no puedo perdonarme el hecho de haberle hecho tanto daño, ¿Porqué tenía que ser débil ante el deseo carnal? ¿Ante aquella “deliciosa tentación” de lo prohibido? ¿Por qué me dejé caer en ella? Cuando realmente no me estaba dando cuenta de que todo lo que necesitaba, ya lo tenía conmigo.
No era consciente de que el verlo con ese tal “TaeMin” hacía que muriera de celos, claro que la culpa de aquello no la tenía nadie, nadie más yo, que pensaba que le había superado por completo y me “reía” de aquello, cuando resultaba que mi “corazón” en lo más profundo, lloraba por él, por haberlo perdido.
Y ahora que “él ha vuelto a mis brazos” es que me doy cuenta de todo esto que realmente siento por él. Entonces… ¿Debería estar agradecido con “ese infeliz” por haberme “ayudado” a dar cuenta de esto? No lo sé, sólo sé que ahora JinKi, Onew, Dubu… está conmigo, a mi lado sonriéndome.
Aunque ahora sé que siempre lo tuve “a mi lado”, si tan solo me hubiese tragado mi orgullo muchísimo antes, y le hubiera ofrecido las disculpas adecuadas, él hubiera vuelto a sonreír muchísimo antes.
-Yah… Bummie, ¿estás bien? ¿Qué te sucede? ¿Recordando otra vez? Estás llorando.-
Su voz tan dulce, tan protectora, tan serena, me sacó de mis pensamientos y le miré algo asombrado, mientras me llevaba una mano a mi rostro, y en efecto, palpé aquellas salobres lágrimas una vez más.
-¿Eh? ¿En serio lo estoy? Disculpa hyung, no es nada.-
Limpié rápidamente mis lágrimas e intenté sonreír de la manera más creíble posible, pero no funcionó, pues mis lágrimas continuaban fluyendo. Entonces él se me acercó y con sus pulgares de la manera más delicada jamás sentida, limpió mis lágrimas.
-Ya no llores Bummie, aunque no te voy a negar que te ves igual de encantador que sonriendo, pero prefiero verte sonreír. Ya no pienses más Bummie, déjalo, olvídalo, ya no vale la pena indagar en el pasado, “lo hecho, hecho está” y lo que importa ahora, es que nuevamente volvemos a ser unidos…-
Él se fue acercando de a poco a mi rostro, y yo no hice absolutamente nada para alejarme, al contrario, simplemente inhale profundo y me dispuse a esperar aquel contacto “tan ansiado” para mi sorpresa y lo hizo, me besó dulce y tiernamente, se separó y abrí los ojos.
Y totalmente apenado, se me vino a la mente una pregunta, que realmente me daba miedo, pues temía que la respuesta fuera similar a la que recibí horas atrás.
-Hy-hyung… ¿No-nosotros, vol-volvimos?-
Pregunté totalmente avergonzado, él me separó aún más de su cercanía y le miré realmente aterrado. ¿Y sí me decía que no, a pesar de que me dijo que me amaba? ¿Y sí dice que le es más cómodo el que sigamos siendo amigos? ¿Y sí él-?-
-¿Eso quieres?- Me respondió con otra pregunta, yo le miré ahora totalmente asombrado, no pude responder nada y baje la cabeza totalmente avergonzado, siendo demasiado obvio. –Si eso quieres, yo no podría estar más feliz de la vida Bummie…- Me respondió con aquel tono tan dulce que tanto extrañaba, que tanto adoraba.
-¿Lo-lo dices e-en serio?-
Cuestioné realmente desconcertado, encontrándome “incapacitado” para creer aquello que oía, era demasiado bueno para ser cierto.
-Jamás podría estar hablando más en serio Bummie, Mi Bummie, te amo, en verdad que lo hago, por favor… ¿Volverías conmigo?-
Cuestionó al final, totalmente sonriente, yo no pude más que contagiarme de su sonrisa, y poder finalmente satisfacer aquellos impulsos de abrazarlo con todas mis fuerzas luego de ver aquella sonrisa, tan encantadora a su manera, a mis ojos.
-¡JinKi! ¡Dubu! ¡Claro, claro que sí! Siento haber cometido el error más idiota del mundo al haberte dejado en un pasado. Ahora que me doy cuenta, la verdad es que tampoco nunca dejé de amarte, aunque yo creía que sí, pero estaba equivocado. Te amo, te amo Lee JinKi, por favor, ya no te separes nunca más de mí.-
Hablé por primera vez siendo 100% sincero, sin ocultar nada, sin fingir absolutamente nada. Este… este era yo, y lo que mi corazón pensaba. Estaba exponiéndome al máximo, una vez más.
Él sonrió ampliamente, y me besó, esta vez de una manera un poco más íntima, pero sin percibir aún una gota de lujuria, cosa que realmente me hacía sentir bien, pues me hacía pensar, que no era un simple “juguete sexual” o “una muñeca inflable” como había comenzado a creerlo hace un tiempo, estando con… con JongHyun.
Y esta sería la última vez que mencionaría aquel nombre. Quizás me costara horrores, sacármelo del corazón y de “la piel”. Pero confiaba en que JinKi me ayudara a acelerar aquel doloroso proceso, ya que cada sonrisa suya, era única, era realmente un bálsamo para mi pobre corazón, ya demás magullado.
-Mi vida, es demasiado tarde ya, ¿te molesta si vamos a dormir?-
-No hyung, para nada, eso mismo estaba por sugerir.-
Le sonreí en respuesta a la suya y tomándolo de la mano, nos dirigimos a la habitación. Le presté uno de mis cuantos pijamas, y se lo colocó, para luego acostarse. Me acosté también a su lado, él me abrazó y me besó.
Yo le correspondí, y no podía creer que nuevamente, él estuviese aquí, en mi cama a mi lado, dándome dosis y sobredosis de un amor, dulce, limpio, sano, “inocente” y sobre todas las cosas real.
Esa manera que siempre tuvo de amarme, esa manera de tratarme siempre como una especie de joya ultramente valiosa, esa manera que tanto me encantaba, nunca faltándome el respeto, nunca “forzándome” a nada, simplemente… amándome.
Sus labios pasaron a mi cuello con cierta dulzura, característica de él. Y yo me acomodé lentamente encima de él, me sonrió, y me siguió besando, abrazando y acariciando. En verdad que ahora lo sabía, lo amaba. Y él, fue, es y será, mi primer, gran y único amor. Sólo JinKi había tenido el “privilegio” de verme totalmente “desnudo” expuesto frente a él, con mis sentimientos a flor de piel.
Sólo JinKi… sabía cómo amarme.
“En las buenas y en las malas
A mi lado siempre tú
En una forma sobre humana,
A mi lado siempre tú.
No es tan fácil convivir conmigo
Sin embargo siempre al lado mío
Mi buen amor, mi gran amor
Siempre conmigo.
Más, me das cada día más
Aleluya, por el modo que tienes de amar
Más, tú eres para mí, la cumbre del amor
La tierra, el fuego, el sol, la lluvia en el trigal
Por esa forma tierna que tienes de amar
Más, tu cuerpo con el mío, no hace falta más
Te quiero al lado mío cada día más
Yo soy una insaciable, quiero siempre más
En las buenas y en las malas
A mi lado siempre tú
Al dolor le das la espalda
Y a mi cuerpo tu calor
Qué manera tienes de quererme,
De abrazarme y de protegerme
Mi buen amor, mi gran amor
Siempre conmigo
Más, me das cada día más
Aleluya, por el modo que tienes de amar
Más, tú eres para mí, la cumbre del amor
La tierra, el fuego, el sol, la lluvia en el trigal
Por esa forma tierna que tienes de amar
Más, tu cuerpo con el mío, no hace falta más
Te quiero al lado mío cada día más
Yo soy una insaciable, quiero siempre más
Más, me das cada día más
Aleluya, por el modo que tienes de amar”
~Me das cada día más – Valeria Lynch~