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JongKey/OnKey: "Sex or Love?" por ZaffireHeart

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Notas del capitulo:

AQUI ESTAMOS CON EL CAP FINAAAALLL!!!  Él Epílogo! ♥ Espero que les guste n.n tardé más de la uenta, porque tuve en cuenta el último comentario, para aclarar sus dudas :3

JongKey: Sex or Love?


Capítulo 12: Epílogo 


Al despertar y no ver a JinKi en mi cama, me comencé a preocupar, y nuevamente mis remordimientos me carcomían, y me hacían pensar que quizás él se haya ofendido por algo que haya dicho o hecho dormido, pues soñé “con alguien” con quien ya no me hubiese gustado soñar.


Por lo que en ese momento, me puse a pensar, cómo fue que realmente me dejé “envolver” por aquel maldito infeliz, que tan sólo me había usado como una muñeca inflable, un juguete sexual…


 


~ 1 Año y 2 meses atrás – Casa de KiBum~


-¿Estás seguro de que puedo salir sólo por mi cuenta? Mira que realmente no me preocupa el que me acompañes…-


Habló el rubio totalmente sorprendido de lo que el castaño de su novio “le había propuesto”. “Salir por sus lados”.


-¡Claro que sí Bummie! Estaba pensando en que realmente sería bueno que tuvieras un poco más de libertad, y no estar siempre conmigo, soportándome cuando me pongo de empalagoso.-


Se sonrojó un poco al decir aquello último en lo que bajaba el tono de su voz levemente, pero de todas maneras seguía siendo audible para el asombrado rubio platinado.


-Vaya… no creí que pensaras así, pero a la vez debo agradecer la confianza que estás depositando en mí.-


El rubio sonrió, y el mayor por meses le imitó y lo besó, luego JinKi le devolvió el beso durante unos segundos más prolongado y se separaron, mirándose a los ojos.


-En verdad, muchas gracias.-


-De nada, te lo mereces Bummie.-


Nuevamente se sonrieron, y se despidieron, el menor algo nervioso emprendió camino por su lado, absolutamente solo, hacia un bar llamado “Oasis”. Y el mayor, se fue al cine con unos amigos.


Una vez que KiBum llegó al bar, se sintió de una manera extrañamente bien, se sentía libre, y le parecía realmente extraño.


-¿¡Yah hyung que te parece si-!?- Se interrumpió a él mismo, al darse cuenta de que no había nadie a su lado, y eso le hizo sonreír de una manera ciertamente melancólica. –Bien Key, es hora de que te diviertas como nunca. Puede que jamás vuelvas a tener una oportunidad así.- Se dirigió hacia el centro del local, dónde la gente ya comenzaba a amontonarse, y se encontró con unos amigos sentados en una mesa, un poco más alejados del centro.


Aquello realmente le sorprendió, pero se sintió realmente feliz de poder haberlos encontrado, ya que como si fuera adrede, hacía mucho que no los veía.


Luego de que sus amigos se amontonaran un poco más y le hicieron lugar, él comenzó a disfrutar realmente de la velada. Pero el problema vino después cuando sus amigos se fueron a la pequeña pista de baile que había, y él se quedó sólo allí en aquella mesa.


Pero aquello no le duró mucho, pues luego de unas cuantas rondasde bebidas, comenzó a sentir como si alguien le estuviese mirando. Key levantó la mirada sin poder evitar dominar aquella curiosidad que lo recorría por completo y se encontró con aquel par de ojos. “Su peor error”. Pero él en ese entonces no lo sabía.


Sin siquiera saber porqué, sonrió de lado, se paró de inmediato y se dirigió a la barra, allí dónde estaba aquel barman guapísimo que le miraba fijamente con una sonrisa de lado, que derretía a miles.


-Hola…-


Dijo algo “juguetón” en lo que se acomodaba mejor en la barra.


-Hola.-


Le respondió de una manera juguetona también, pero a la vez sensual, aquel hombre, que prácticamente rezumaba sensualidad, con aquel traje que acentuaba muy bien aquel cuerpo que se veía trabajado.


-¿Qué va a tomar?-


-Una cerveza, por favor.-


-Enseguida.-


Dijo el muchacho castaño, sonriéndole de aquella manera que comenzaba a captar la atención del rubio de mirada felina.


-Aquí.- Habló nuevamente, mientras le colocaba el jarrón de cerveza frente a sus ojos, logrando sacar a KiBum de sus pensamientos, que ya comenzaban a discrepar entre ellos. Él simplemente asintió sonriendo levemente ante la cerveza y de inmediato le dio un largo trago, para “ahogar” sus pensamientos un poco. –Hey, hey, hey… no te la tomes tan de golpe, que con tan sólo el primero trago ya perderás el conocimiento.- Habló divertido aquel barman, ganándose una mirada nuevamente “juguetona”, provocativa, divertida del rubio platinado, pero a pesar de ello, le obedeció y dejó el jarrón nuevamente en la barra.


-¿Y bien?- Cuestionó de repente, divertido el rubio, ganándose la atención de aquel muchacho, que le miraba confundido. -¿Qué quieres? ¿Por qué me mirabas así?- Dijo sin siquiera pensarlo, sin rodeos, con aquella sonrisa malévola de lado, cosa que realmente no era muy propia de él, pero ya había estado tomando con sus amigos, y la mezcla de bebidas ya comenzaban a hacerle efecto.


-¿Qué, no puedo? Simplemente estaba deleitando la mirada con tu armoniosa presencia.-


Contestó también sin rodeos divertido y al parecer siendo totalmente sincero a oídos del de aspecto delicado. Éste bajó la mirada sonriendo levemente, ante aquellas palabras, y cuando estaba pensando en cómo seguirle el juego, el castaño volvió a hablar nuevamente. –Pero ahora que te tengo más cerca, me doy cuenta de que eres mucho más precioso que de lejos. Tus ojos son asombrosos y con ese delineado se destacan aún más…- Interrumpió el castaño las nuevas y apresuradas sensaciones del rubio, haciendo que éste último elevase la mirada, encontrándose devuelta con aquel par de ojos pardos, que le miraban ahora con un nuevo “brillo” presenciando a su vez aquella sonrisa que fue el “detonante de todo”. Aquella sonrisa que lo hechizó por completo, y lo llevó “a la perdición”.


Una sonrisa, amable, blanca y brillante, totalmente diferentes a las anteriores que eran de coqueteo, esta se veía, se sentía diferente…


-¿Cómo te llamas?-


Fue lo único que pudo cuestionar a continuación de aquella sonrisa tan brillante, algo confundido ya, por esas extrañas sensaciones que comenzaban a hacerse notar en su estómago.


-JongHyun, ¿Y tú?-


Contestó luego de que riera por lo bajo divertido por la situación, comenzando a hacer sentir a Key, cada vez más y más extraño. En verdad que era un muchacho muy guapo, de seguro que tenía, una hermosa novia. Era lo que pensaba el rubio, sonriendo para sí mismo de lado.


-Me dicen Key.-


Se apresuró a contestar, antes de perderse nuevamente en sus pensamientos, y sensaciones. Pues el hecho de pensar que aquel chico al que ahora conocía como JongHyun tuviera novia, le hizo sentir molesto, pero en ese momento no supo por qué, ya que después de todo, él también tenía a JinKi, un novio que le amaba con todas sus energías vitales, pero que en aquel momento, se le había borrado de la mente.


-¿Key? Es extraño, pero encaja contigo a la perfección, pues realmente pareciese que escondieses algo bajo llave.-


Sonrió nuevamente aquel barman, de manera cálida, haciendo latir su corazón de manera irregular. Key había sonreído levemente ante aquel comentario, pues a pesar de que fue dicho en un tono de cierta manera bromista, no era del todo errado. Guardaba algo bajo llave, y esos eran los sentimientos de celos, que comenzaban a despertar en torno a aquel extraño chico, que le provocaba cosas realmente inexplicables.


-¿Tu lo crees?- Cuestionó inquisidor, divertido, actuando ya un poco, el muchacho castaño asintió. –Entonces, quizás tengas razón.- Finalizó dándole la razón en conjunto con una sonrisa aún más juguetona, sembrando en el interior de aquel joven barman, la incertidumbre. Su última gota de cerveza se había agotado. Y sin pensarlo, miró JongHyun, que se encontraba limpiando con mucho esmero una copa. Éste le miró de reojo, y quitándole el jarrón de la mano, le sirvió otro sin que el rubio tuviera necesidad de decir algo.


-Este va por mi cuenta, me agradas, así que te invitaré a una copa.-


Comentó con una sonrisa de lado y aquella voz dulce, que retumbó en sus oídos borrando, ahogando casi por completos aquellos susurros con la voz de JinKi.


Realmente comenzaba a sentirse extraño, aquel muchacho lo estaba anonadando, aquel chico lo estaba realmente maravillando con tan solo unas bonitas palabras y gestos sencillos, se sentía “tan fácil” se sentía una ramera, entregándose por completo a un desconocido, pero es que desde que le vio sonreír de aquella manera tan “distinta” su cuerpo vibró de una manera tan impetuosa, provocándole un alud. Se sintió patético.


 


Key sonrió de lado, ante aquellas palabras que le sacaron nuevamente de sus pensamientos y asintió, pero no agradeció, nuevamente se tomó casi medio jarrón de cerveza de un solo trago, pero esta vez JongHyun ya no le había regañado, simplemente le había visto de manera reprobatoria.


Pero aquel trago, fue letal… fue el detonante de absolutamente todo, pues, había terminado de llenar de alcohol sus venas, había sobrepasado su tope.


Sonrió de lado una vez más, dejando totalmente “fuera de juego” su consciencia, concentrándose totalmente en aquel chico castaño de ojos pardos, que estaba tan bueno.


-¿Y bien? ¿Qué dice tu novia de que trabajes aquí? ¿Lo sabe?-


Preguntó de repente el rubio, yendo realmente al grano, pues quería saber si realmente tenía novia o no, sonrió de lado una vez más, mirándole directamente a los ojos.


JongHyun, en un principio se mostró realmente sorprendido ante aquella repentina y “extraña” pregunta, pero luego simplemente sonrió divertido y con sorna. Se apoyó en la barra inclinándose hacia dónde se encontraba Key y a centímetros de sus labios le susurró.


-No tengo ninguna novia, guapo… soy un hombre libre. ¿Y tú? ¿Qué me dices? ¿Tienes una novia a la que has logrado evitar por esta noche?-


Sonrió divertido, empleando un tono que prácticamente fue derecho a su hombría en un solo rayo, quería lanzarse a sus labios desaforadamente, algo en aquel muchacho le atraía de sobremanera y no sabía cómo explicarlo.


-No, tampoco tengo novia…- Sonrió ensanchando aún más su sonrisa de lado. Y entonces fue allí cuando JongHyun cambió su mirada, un brillo extraño se encendió en sus ojos, y cuando sonrió totalmente satisfecho ante aquellas palabras, dispuesto a avanzar sobre aquellos labios que le estaban hechizando al castaño, alguien “requirió sus servicios” imprecando entre murmuros, hizo sonreír a Key, quien lo había escuchado a la perfección. –No olvides que este es tu trabajo… no te quejes.- Soltó de repente Key, sin pensarlo. JongHyun le miró, pero él estaba distraído jugando con nuevamente el último sorbo de cerveza que le quedaba. Girando para un lado y para el otro aquel jarrón, mientras que con su otra mano, se sostenía el rostro, el cual tenía impregnado una sonrisa de sorna.


Aquella imagen que presenció el castaño, hizo que en ese momento, le deseara más que nunca. No sabía por qué, pero verlo de lejos, de cerca, de perfil, ya no le había bastado. Ahora quería verlo debajo suyo, desnudo, agitado, gimiendo y absolutamente sonrojado, pidiendo por más, sonrió con malicia por sus propios pensamientos tan pervertidos, y con tan sólo imaginarse aquella imagen, jamás en sus meses trabajando allí había deseado con tanto fervor a un cliente y terminar su turno.


JongHyun le estaba por hacer una “invitación” luego de que saliera de allí, pero nuevamente alguien le llamó, haciéndolo insultar ahora por dentro. Esa fuerte atracción “sexual” que había despertado el de mirada felina en él, era única, jamás la había sentido, y por ende lo único que quería era, estar más a su lado, o mejor dicho, más encima suyo, entre sus piernas.


 


-¿Qué edad tienes?-


Cuestionó de repente Key de la nada, volviendo a llamar la atención de JongHyun.


-21 recién cumplidos hace unas semanas atrás ¿por qué lo preguntas?-


Cuestionó sonriendo, ahora un poco más esperanzado el cataño, sin saber porqué.


-Hmm ya veo, yo los estoy por cumplir dentro de unos meses. ¿Qué, acaso no puedo preguntar por curiosidad?-


-¿Curiosidad? ¿Estás seguro que es sólo eso?-


Cuestionó JongHyun nuevamente las palabras del rubio con cierto tono sensual, mientras volvía a apoyarse en la barra, y atreverse ahora a ejercer contacto físico con el de mirada felina, tomándolo por el mentón, buscando la mirada del que parecía era menor. Por meses, pero eso no quitaba que fuera menor. Se sentía poderoso, y no sabía por qué.


El rubio percibió aquella tonalidad, “tan lanzada”, por parte del mayor, sonrió también con descaro, y se quedó perdido en aquellos ojos que brillaban de una manera trémula, hipnotizándolo por completo.


Se relamió los labios, y sin pensarlo insinuante, contestó totalmente hechizado por aquella voz, sonrisa y mirada. –No, no es para nada sólo curiosidad…- JongHyun rió por lo bajo, y finalmente se atrevió a decirle.


-Lo sabía. Cuando termine mi turno que no será dentro de mucho, me gustaría que me acompañases a “un lugar”.- Le guiñó el ojo dándole a entender a la perfección todas sus intenciones.


La mirada de Key, se encendió como si fuera una impetuosa llamarada, y con su consciencia “Knock Out”, siendo controlada por “su deseo carnal”, con una sonrisa de lado, empleando él ahora un tono más provocativo “más ronroneante”, contestó.


-Encantado… será todo un placer…-


-Ten por seguro que lo será.-


Dijo esta vez JongHyun con su líbido a flor de piel, pues es que realmente aquel muchacho le había vuelto loco, a la primera, era tanto la física que al parecer tenían, que no encontraba explicación lógica, a esa atracción, casi obsesiva que había despertado en él por querer tener ahora a aquel muchacho rubio debajo de él, gimiendo de la manera más angelical posible, pues así se lo imagina, con ese rostro, ese aspecto, sus gemidos debían ser el mismísimo cielo.


Y ya no podía controlarse, quería ser él ahora quien besara desaforadamente al rubio, pero sonriendo, le dejó allí. Ya que nuevamente un cliente le había vuelto a pedir que llenara su copa.


 


~2 horas y media más tarde – 4.30 a.m~


 


-Me sorprende que aún te mantengas despierto a pesar de la hora.-


Habló JongHyun de repente saliendo del bar vestido de manera normal con una mochila negra colocada en uno de sus hombros, y una sonrisa de lado imorrable.


-No me perdería por nada, “el espectacular paseo nocturno contigo”.-


Habló pícaro el rubio, quitando su pie de la pared e impulsándose con sus manos, detrás de su espalda lejos de aquella pared, en lo que se ponía en posición para comenzar a “seguir” a JongHyun.


-Hmm, esas palabras sí que son tentadoras, pero no creo que tanto como tus labios.-


Habló JongHyun con aquella sonrisa ensanchada y ese flameante brillo lujurioso en sus ojos, atacando de prepo aquellos labios del “menor”. Y como se los imaginó, eran la mismísima gloria, tenían aquel sabor “Picante de  lo Prohibido” pero aquello no le importó, pues a pesar de que realmente no le había creído del todo que aquel rubio no tuviera “a alguien” siendo tan hermoso como lo era, pues novia seguro que no era, pues… ¿se estaba yendo con él, no es así? ¿Pero novio? Novio quizás si tenga, aunque lo haya negado, pero de todas formas, en ese momento dejó de importarle, la sensación de aquellos labios, realmente lo habían enloquecido, fascinado.


Aquellos labios, le habían terminado de arrebatar la poca lucidez que le quedaba en torno al de mirada felina. Y más aún, cuando aquellos labios celestiales le habían correspondido, con la misma intensidad.


Sí, estaba definitivamente en el 7mo cielo. Se arrimó aún más al rubio quien era un poco más alto que él, y cuando Key, colocó los brazos alrededor del cuello del de menor estatura, este mismo, terminó de enloquecer de pasión, lujuria y deseo por “Aquella obra de arte representando la perfección en persona”, el aire les faltó, se separaron y se miraron a los ojos, y al verle al rubio sonreírle de aquella manera, un impetuoso rayo atravesó a gran velocidad su cuerpo depositándose, en su “segunda cabeza”, no pudo más, se liberó ferozmente de aquellos labios de los cuales le hubiera gustado jamás hacerlo, lo tomó de la muñeca, y lo llevó arrastrando hasta el motel más cercano.


Key, no era realmente consciente de lo que estaba por pasar, y de lo que acaba de hacer. “besarse con otro”, “serle infiel a JinKi”. Pero realmente JongHyun, le atraía de una manera casi magnética, siéndole imposible resistirse, y pues aquella ingesta etílica demás, era la principal causa de su comportamiento.


La sonrisa lateral del rubio no se borraba, pero notando levemente la desesperación del más bajo y la cara de reprobación del recepcionista, un pequeño atisbo de lucidez volvió a él, y le dijo “¡NO LO HAGAS!” Pero fue demasiado tarde, nuevamente el contacto ahora más directo con el mayor por meses al tomarle de la mano y entrelazar sus dedos. Lo terminó de perder por completo, y volvió a sonreír con lujuria.


Se dejó llevar, se dejó arrastrar hacia lo que quizás, sería el mayor error de su vida. Pero en ese momento nada le importó. “Se encontraba necesitado de contacto carnal”.


 


Llegaron a la habitación, y JongHyun tiró su mochila a un costado, cerrando la puerta con casi desesperación detrás de él.


-Lo siento, en verdad no lo aguanto más, eres demasiado… eres demasiado tentador, esa mirada, ese delineado te hace realmente irresistible…-


-Tu tampoco estás del todo mal, ahora que te veo mejor…-


Habló el rubio divertido, insinuante, perdido en aquellos abdominales que salían a la vista, al JongHyun haberse arrancado prácticamente la camisa. Key se relamió una vez más y fue él ahora quien avanzó hacia el de menor estatura, perdido, totalmente hechizado por esa necesidad que le había surgido de repente de querer recorrer todo aquel cuerpo con la yemas de sus dedos. Sonrió de lado sin pensarlo, al tocar esa piel y sentir como se tensaba con tan simple toque.


-Tienes las manos frías.-


Susurró JongHyun mirándolo a los ojos, y Key le correspondió. – ¿A quién le importa eso ahora? Dentro de segundos, no sentirás absolutamente nada más que un calor insoportable.- Los efectos de la ingesta etílica comenzaron a hacer estragos en él, al mezclársele con aquella sensación que la mirada y el tacto del más bajo le provocó. Atacó sus labios en un rápido movimiento, de manera salvaje y pasional.


El mayor por meses le correspondió sin siquiera dudarlo, y aquella unión, aquellas sensaciones, apartaron a ambos “involucrados” del mundo real.


Las mandíbulas comenzaban a abrirse y a girarse de un lado al otro, las lenguas quisieron comenzar a entrar en juego, y aquellos besos se tornaron pura pasión, eran lentos y bien dados.


Las manos de ambos comenzaban a moverse por sí solas. Las de Key, comenzaron a recorrer aquel abdomen plano y marcado mientras se deslizaba hacia arriba hasta llegar a sus pectorales y luego al cuello, aferrándolo con sus manos bien abiertas, para poder abarcar mucho más del mayor por meses.


JongHyun en cambio, se dejaba hacer en un principio, pero luego de segundos, se comenzaba a sentir desesperado como nunca jamás le había pasado, pues era la primera vez que sentía una atracción y tensión sexual tan fuerte con alguien. Era como si sus cuerpos se complementaran por sí solos. Eran carga positiva y carga negativa. Se atraían de tal manera que al castaño le parecía algo irreal.


Pero lo era, pues aquellas manos desesperadas por recorrer aquel cuerpo lívido y esbelto del más alto, se lo confirmaban. Comenzó con sus manos a desabrochar con desesperación  aquellos botones de la camisa del más delgado mientras que la de éste último, ya se encontraba luchando contra la hebilla de su cinturón. Sorprendiendo enormemente al mayor.


 


El cuerpo de JongHyun a Key le provocaba estragos, realmente no entendía como alguien como él, le pudiese llegar a atraer tanto, aunque pues, era guapo, eso no lo iba a negar por nada del mundo, pero realmente ni él se podía creer la compatibilidad que emanaba ese cuerpo “extraño” para con el de él.


Una vez que aquella difícil lucha con la hebilla por la mera desesperación, caducó, continuó con el botón y la cremallera, pero simplemente lo desprendió.


JongHyun, terminó de quitar la camisa del rubio con desesperación, y comenzó a avanzar por la habitación, arrastrándolo al otro hacia la cama de plaza y media que se encontraba en el centro de la habitación, arrojándolo allí con casi violencia, Key una vez que se separaron para recuperar un poco aquel aliento que se habían robado con tanto salvajismo, le mira a los ojos, sonriendo, provocándolo completamente, enloqueciéndolo aún más, esa mirada ahora que parecía la de un astuto, y sensual felino o más bien zorro, hizo que tacara aún con mayor fervor aquellos labios ya enrojecidos por la “pasión” desenfrenada anteriormente desatada.


Se separaron brevemente y mirándose a los ojos una vez más, Key rió por lo bajo y se arrastró más hacia el centro de la cama, siendo seguido con una absoluta coordinación por el mayor, pareciendo una verdadera escena de algún número artístico, se relamió los labios una tercera vez, pero esta vez de la manera más sensual y provocativa de manera voluntaria.


Segundos después, se vio siendo despojado con desesperación de sus pantalones casi adheridos a sus piernas, y sonrió de sobremanera, cuando JongHyun se acercó a él, se colocó entre sus piernas, y pudo sentir, aquella erección a medio camino, con “tan poca cosa” aunque no sabía de que se burlaba, pues él estaba prácticamente igual.


La mano del rubio, como si tuviera vida propia, se dirigió y se posó descaradamente sobre aquella erección creciente, y la pellizcó levemente, el mayor gimió con absoluto gozo, y comenzó a restregarse en Key, entre su erección y mano.


Se separó violentamente de Key, dejándolo algo confundido, pero no se permitió perder aquella sonrisa de “zorro”, y cuando vio al mayor por meses luchando de pie, por quitarse aquellos pantalones también algo ajustados, pero no tanto como los de Key, éste sonrió aún de manera más amplia, y una vez ya quitados, se “lanzó” prácticamente encima de Key una vez más, como Leopardo a su presa.


Besos y más besos salvajes dieron inicio una vez más, mientras aquellas manos ya desinhibidas, con descaro recorrían cada centímetro del cuerpo ajeno, sin reparo alguno. Tanto que la mano de JongHyun “se resbaló” hacia su entrada dentro del bóxer de Key y este no se inmutó, simplemente su cuerpo reaccionó con una pequeña contracción, pero que pasó de ser percibida por el castaño. Además de que el rubio, estaba más concentrado, estimulando ya esa erección completamente despierta dentro de aquel bóxer ajustado de color gris.


Ya ninguno de los 2 era consciente de lo que estaban a punto de “consumar” simplemente se dejaron llevar por sus instintos más salvajes y carnales, que los dominaba ya por completo.


Los labios insaciables de JongHyun, finalmente dejaron ir aquellos labios ya enrojecidos por la ferocidad, y comenzó a deslizarse hacia la mandíbula del menor, y luego para su cuello, comenzando así a recorrer aquel lívido cuerpo, tan remilgado debajo de él, el cual comenzaba a jadear, y gemir levemente. Quería dejar marcas en aquella piel tan nívea, tan tentadora, pero algo le decía que NO, “que no lo hiciera”, por lo que no sabe cómo, obedeció a aquello y continuó con su labor, comenzando a alterar más al menor y haciéndolo gemir con mayor frecuencia, al estar tan “concentrado” deleitándose con aquellos botoncitos tan rosaditos y erectos a la vez.


Las manos de Key ahora sobre la cabeza de JongHyun, enredando aquellas hebras de castaño cabello, comenzaban a empujarlo hacia abajo, haciendo sonreír al mayor, y “complaciendo” los claros deseos del menor, quien se dedicaba a gemir ahora sin reparos.


Finalmente JongHyun llegó a “la zona roja” pero la pasó de largo, dirigiéndose a los muslos internos del menor, quien gruño con cierta decepción, a lo que JongHyun sonrió aún más ampliamente y volvió velozmente a los labios del menor.


-Eres delicioso, totalmente adictivo, prepárate para pasar la mejor noche de tu vida.-


Habló ronco y sumamente sensual el castaño, Key simplemente le miró, y torció su sonrisa en conjunto con aquella mirada totalmente desbordada de lujuria.


-Lo estoy hace un buen rato, ahora entra de una maldita vez cariño…-


Contestó siguiéndole el juego al mayor, y éste no necesitó más, para arrancar prácticamente y dejar hecho jirones aquel bóxer multicolor. El rubio silbó con asombro. – ¿Tan irresistible te soy que con unas simples palabras te vuelves locamente salvaje?- Sonrió con sorna y satisfacción.


-Sí, y no sabes hasta que punto.- Habló nuevamente más que desesperad el castaño al parecer totalmente cegado como pleno animal en celo, e imprecando de cierta manera entre murmuros, cuando se separó del menor, y buscó en su pantalón, su cartera para sacar de allí, la protección necesaria. – Ahora prepara tus cuerdas vocales, porque las “haré trabajar” como nunca.- Continuó con aquel juego, mientras abría el pequeño paquetito con sus dientes, ante la atenta y provocativa mirada de Key.


-Tú mandas…-


Contestó divertido.


-Claro que lo hago… y te encantará.-


-Pues adelante, prueba que lo que dices es cierto.-


Y sin más, JongHyun respondió ante aquellas provocaciones, con una sola estocada en aquella entrada ya dilatada, por todo el “juego” previo.


-¡AH Santa mierda! Sí~!-


Exclamó Key, echando su cabeza hacia atrás, aprisionando aún más contra su cuerpo al otro sujetándolo de las nalgas, pellizcándolo con descaro.


-No pidas piedad, porque no la tendrás…-


Habló nuevamente el castaño, totalmente seducido por la lujuria que corroía cada una de las venas de su cuerpo.


-No la quiero, sólo dame duro de una puta vez, ¡no aguanto más, joder!-


Contestó Key, ahora siendo él, el levemente desesperado, comenzando a moverse para que “la acción comenzara realmente”. JongHyun no necesitó más, ¡Santa mierda! Ese rubio era ardiente como el mismísimo infierno, quería follarlo, y follarlo hasta quedar sin un solo rastro de energía vital. Ese pequeño agujero, tan “goloso” que lo “absorbía” con placer y leve estrechez, era la mismísima gloria, ¡Era una puta droga!


JongHyun comenzó a mecerse cada vez más rápido, hasta llegar a un punto casi frenético, comenzando a jadear como un verdadero animal en celos. Y aquellos ya gritos del rubio, lo alteraban más, estaba siendo protagonista de una escena única, al poner al descubierto la otra parte del “ser humano”, la más salvaje, la más animal, la más primitiva.


Ambos jadeaban y gemían, como si no hubiera mañana, Key por lo que el ser tratado de aquella manera tan salvaje le provocaba, pues desde que estaba con JinKi, no ha sido tratado más que con amor, ternura y respeto, y aunque aquello no le molestaba, no negaba el hecho de que a veces, le hubiera gustado tener sexo, un poco más rudo, justo como ahora. En cambio JongHyun, jadeaba gemía, por causa de aquella agitación que esas embestidas totalmente fuera de control le provocaban.


Quizás Key en esos momentos no lo supiese, pero aquello que en un “futuro” lo atraería nuevamente  a aquel cuerpo, como insecto a la luz, era la sensación que su cuerpo recordaba de este encuentro, esas ganas de volver a tener un poco de “acción ruda” a la hora del sexo.


-¡AAAAH MIERDA! ¡SI~ MAS FUERTE! ¡MÁS FUERTE!-


Se encontró gritando como desesperado, mientras notaba que ya no estaba de espalda al colchón sino en 4, mientras que el castaño le abofeteaba el trasero con violencia.


Aquello se había salido de control absolutamente, y estaba al borde de convertirse en un sexo sadomasoquista, el cual secretamente Key disfrutaba.


-¿¡Quieres más!? ¿¡Lo quieres!?-


-¡Sí, joder! ¡Dame con todo lo que tengas! ¡Más duro! ¡Aaah! ¡Santa mierda! ¡Sí! ¡Hazlo maldito! ¡Aaah! ¡Joder! ¡Joder fóllame más duro hijo de puta!-


JongHyun estaba totalmente sudado, su cuerpo hervía en una sola llama viva, ante todas aquellas palabras que el rubio le decía, pues el que al principio pareciese delicado, y ahora un salvaje sin remedio ninfómano, lo ponía realmente a mil, tanto así que con violencia sujetó con fuerza el miembro de Key y comenzó a frotarlo, con tanta fuerza, que en segundos se enrojeció por la irritación, pero Key parecía no sentirlo, y a JongHyun parecía tampoco importarle, debido a que ambos estaban sumergidos en el mismísimo éxtasis.


Gritos, jadeos, gemidos, aullidos eran los que escapaban de las gargantas de ambos sin obstáculo alguno, al parecer habiéndose olvidado que se encontraban en un motel de 4ta, y que las paredes eran delgadas, tanto que los podrían oír hasta a 2 habitaciones de distancia.


Y en efecto, eso sucedió, pues cuando ambos estaban en su punto máximo, en la cumbre del placer, a punto de culminar ante el placer absoluto, unos violentos golpes en la pared a su derecha se oyeron. “¡Cállense la boca putos maricas!” Fue lo que aquella voz distorsionada por la misma pared hizo llegar a oídos de ellos.


-¡Pagamos por esta puta habitación al igual que tú imbécil, ahora déjanos follar tranquilos!!-


Gritó iracundo Key, sorprendiendo a JongHyun quien había mermado un poco las embestidas pero no las había detenido para nada, sonriendo luego con sorna.


-No te tenía tan, “explosivo” gatito salvaje.-


Habló divertido el mayor, y Key sonrió de lado y girando un poco su rostro, habló con su voz totalmente tomada, luego de aquellos gritos de placer desgarradores.


-Por supuesto que no, nos acabamos de conocer hace 5 segund- ¡AAAAH MIERDA!-


No pudo concretar su frase, pues, se corrió con gran intensidad, sus hilillos de semen, salieron disparados como si fuesen expulsados a presión, manchando las sábanas y parte de su pecho. JongHyun mermó aún más sus embestidas, haciéndolas casi inexistentes, y continuó bombeando la hombría totalmente irritada de Key, también con lentitud, en lo que terminaba de expulsar toda aquella esencia y su cuerpo se crispaba y contraía por los efectos tan placenteros de aquel orgasmo, más que fabuloso, asombroso, increíble.


-Aah~ cielos, fue la mejor follada que jamás haya tenido en mi vida, santo cielo…- “realmente toqué el cielo con las manos”, pensó en concretar la frase, pero no quería subir el ego de aquel desconocido, y darle la victoria de aquella manera, ya que aquello heriría su propio orgullo.


Una vez que los efectos del orgasmo se disiparon por completo, el mayor comenzó con el frenetismo de las embestidas, -Lo sé, aah~ ahora, es mns-mi turno, gatito.- Y segundos después sintió como el miembro del castaño salió de su trasero rápidamente, sintiendo también como la esencia del mayor se expulsaba de su cuerpo “a presión” sobre su espalda. Su cuerpo, su interior se sintió realmente vacio, pero un escalosfrío recorrió su piel estremeciéndolo, al sentir como su “entrada” se contraía con violencia, provocándole un delicioso cosquilleo.


-Oh cielos… ha sido la mejor corrida que he tenido en años… eres increíble, Key, gatito, eres realmente fabuloso, eres adictivo, eres una maldita droga.-


Dijo JongHyun, totalmente agitado, ronco, tirado a un lado de la cama, totalmente inerte, agotado y sudado. Key, le miró y sonrió con sorna, con satisfacción una vez más y le contestó.


-Sí, lo soy…-


Y se arrimó a los labios ya hinchados y también enrojecidos del mayor, quien le correspondió sin reparos. Cuando el rubio se separó y le miró, algo en la mirada del castaño había cambiado. El rubio se asombró un poco.


-Yah, ¿Qué sucede? ¿No te gustó?- Preguntó divertido, escondiendo aquella extraña sensación que afloró en él al ver esa mirada, tan diferente a las demás.


-No, sí que me gustó, me encantó y ese es el problema…- La mirada del castaño entristeció un poco.


-¿Disculpa? No te entiendo, explícate.- Habló el rubio un poco más serio, incorporándose levemente en la cama.


-Que… bueno. ¿Quieres ser mi novio? Es que me he terminando enamorando de ti, lo que acabamos de hacer, quiere decir que yo no te desagrado ¿cierto? Por eso… me gustaría poder repetirlo cada día… por favor di que sí, prometo no serte infiel nunca.-


Habló ahora algo tímido el mayor, luego de haber demostrado ser un salvaje cavernícola, toda aquella fachada se había ido al escusado, pues jamás se había enamorado tan en serio como ahora. Era algo increíble, pero le estaba entregando su corazón a un desconocido que había acabado de conocer, pero que sentía conocía de toda la vida, que él era su destino.


Ya no había sonrisitas insinuadoras, lascivas, malvadas, solo había incertidumbre en aquella mirada insegura, apagada, tristes, ensombrecida, llena de incertidumbre, miedo.


A Key se le aceleró el corazón, pero disfrazó aquella extraña sensación con una sonrisa de lado, la mirada de JongHyun nuevamente mostró un brillo de esperanza, pero todo aquello se esfumó cuando Key, totalmente fuera de sí, no siendo para nada consciente de sus palabras, contestó lo siguiente:


-¡Jaja! ¡Qué buena broma! ¡Por un momento me lo creí! ¿Sabes? Resulta que sí tengo novio, y seguramente me estará esperando en casa, jaja, de todas maneras, hoy no pienso volver, me dejaste agotado cariño, eres muy pasional, y un muy buen actor, por un momento creí que me hablabas en serio, jaja, cariño, esto es sólo sexo, y en caso de que nos encontremos devuelta, será lo mismo, sólo sexo.-


JongHyun, no podía creer lo que oía, su corazón había sido desechado a la basura, había sido totalmente rechazado, y aún peor también destrozado, desintegrado por completo a tan sólo segundos de haberlo entregado por completo. Sus ojos ahora se llenaron de lágrimas, habiendo dejado en el olvido a aquel salvaje semental de segundos atrás. Key ante aquellas lágrimas se sorprendió y frunció el ceño en claro gesto de confusión.


-¿Qué? ¿¡No me digas que en verdad tú-!?-


Pero no pudo terminar la frase, pues el castaño se incorporó rápidamente de la cama, y comenzó a vestirse a una velocidad casi inimaginable, Key observaba realmente anonadado, sin comprender como es que la situación había dado un giro drástico. Y ante la atenta y sorprendida mirada de Key, JongHyun ya vestido por completo lo miró con el ceño fruncido y aquellos ojos aún aglomerados de lágrimas le dijo.


-Esto no se quedará así, ya lo verás, tarde o temprano, te arrepentirás, de haber desechado mis sentimientos a la maldita basura.-


El castaño se fue de allí, con las primeras salobres lágrimas recorriendo su rostro. Key parpadeó reiteradas veces, y luego de que escuchó aquel portazo, volvió lentamente a la realidad o eso creía y se dirigió al pequeño baño que poseía la habitación, tomó una ducha rápida, para quitar “las evidencias” de esa “agitada” noche, y se acostó en aquella cama, quitando el cubrecama, al haberse “ensuciado” de su esencia y Morfeo vino a por él.


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Al otro día despertó con una jaqueca realmente insoportable, tanto que parecía que le estaban incrustando enormes clavos en distintas partes de la cabeza. Se la sujetó en un intento en vano de mermar aquel dolor.


-Maldita resaca, nunca más volveré a tomar de esa manera tan poco responsable.-


Y luego de que el rubio dijera eso, se percató de que no sólo su cabeza dolía, sino su cuerpo entero y su garganta, como también así notó que se encontraba totalmente desnudo, con sus ropas totalmente dispersadas por toda la habitación, y al ver aquella ropa, rápidas imágenes llegaron a él en forma de película, una sonrisa brillante y amable, ¡QUE NO ERA LA DE JINKI!, una jarra de cerveza tras otra, miradas insinuantes, sonrisas ladinas, cuerpo contra cuerpo, piel con piel, manos por aquí, manos por allá, gritos totalmente desinhibidos.


Abrió sus ojos enormemente, mientras caía al suelo genuflexo, ante el repentino tirón que su cabeza sufrió y entró en cuenta de todo, “¡LE HABÍA SIDO INFIEL A JINKI!” A esa persona, que se desvivía por verlo feliz, a esa persona que siempre estuvo a su lado, haciendo hasta lo imposible, por verlo sonreír, a esa persona que “él amaba”, y nada más ni nada menos, que a la primera que JinKi había decidido darle algo más de “libertad”. ¡Había tirado todos esos años de relación y amor a la basura! ¡Por unas malditas copas de alcohol demás! ¡Por un simple calentón con alguien de quien ni siquiera se acordaba el nombre, y muy poco de su rostro! Quizás si lo veía lo reconocería, pero por sí mismo, le sería imposible.


¡Había tirado todo por la borda! ¡Le había fallado a JinKi, como amigo, como amante, como novio, como persona! ¡Cómo absolutamente todo! ¡Era una mierda de persona! JinKi, JinKi no se merecía tener a su lado a alguien como él, a una basura como él.


Lágrimas recorrieron su rostro de repente, y no las notó, hasta que estas no llegaron a sus labios, haciéndole cosquillas. Muy a su pesar, “debía hacerlo”, por el bien de JinKi… él no se merecía, tener a “una ramera” como novio. No. ¡Todo por culpa del maldito alcohol que despertaba aquella promiscuidad, aquella parte tan primitiva de él! ¡NO PUDO, NO SUPO, COMO MALDITAMENTE AUTOCONTROLARSE!


 


 


Comenzó a vestirse mientras de vez en cuando limpiaba aquellas lágrimas que continuaban saliendo como si “un grifo se encontrase roto”. No soportó estar más en aquella habitación, que había sido testigo, de la cagada más grande que se había mandado. Sin saber cómo era realmente, lo que realmente había sucedido, comenzó a cosechar un odio acérrimo hacia aquel “que le había seducido” para concretar su maldito objetivo, “llevárselo a la cama, usarlo, y dejarlo allí tirado como si fuese una puta cualquiera”. Pero lo que más odio, rabia, bronca, cólera le provocaba, era el mero hecho de que “él se dejó engatusar”… ¿Qué había hecho exactamente aquel “extraño” para convencerlo?


No lo sabía, pero por más que ahora quisiera volver el tiempo atrás no podía, lo hecho, hecho estaba, y debía hacer aunque sea algo bien. Terminar con JinKi. Pues como bien ya había pensado antes, JinKi no se merecía “una puta” como él. JinKi se merecía realmente algo mejor, incluso se atrevió a pensar, que una bonita y dulce mujer sería lo ideal para él, por más que en el fondo, aquello con tan solo pensarlo lo llenara de rabia y celos.


 


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-¡Aquí estás, por fin, gracias al cielo, Bummie! ¡No sabes lo preocupado que me tenías! ¡Creía que te había pasado algo realmente horrible, y no pude dormir pensando en que si aquello fuere cierto, todo habría sido por mi culpa, por no haber estado a tu lado para proteg-!-


Comenzó JinKi a hablar sin parar, totalmente al borde casi del colapso, pues realmente la “desaparición” de Key, le tenía con el corazón en la garganta, estaba demasiado preocupado, y más aún que le había llamado unas cuantas veces y éste no había respondido, pero verlo nuevamente en la puerta de su casa, sano y salvo… bueno, hasta cierto punto, pues el más alto, no se veía del todo bien, JinKi presentía que algo no andaba bien, y lo confirmó con aquel grito histérico, por parte de Key.


-¡JinKi, escúchame!-


El mencionado tragó saliva, y se movió levemente incómodo, cambiando su expresión momentáneamente, pareciendo como si se quisiera disculpar con “Key” por alterarlo, como si se tratase de un cachorrito siendo regañado por su dueño por haber roto un zapato o algo por el estilo.


-Lo siento, no quería atosigart-


Key le miró realmente mal, con el ceño fruncido, y JinKi no dijo más nada, y se limitó a bajar la mirada, claro gesto de que le daba finalmente la palabra a Key.


-Terminamos.-


Soltó de prepo el rubio, a lo que el castaño levantó la mirada de inmediato, mirando al más alto por apenas centímetros, con sus ojos fuera de órbita profundamente.


-¿Q-qué?-


-Eso, que terminamos, fui… infiel, no pidas más explicaciones.-


En ese momento, las lágrimas del rubio nuevamente comenzaron a querer aglomerarse en sus ojos, pero haciendo fuerza sobrehumana logré retenerlas y mantener mi ceño fruncido para agregarle un poco más de “determinación, seguridad” a mis palabras, cuando realmente lo que quería, era lanzarme a sus brazos, llorar como nena, y pedir perdón de rodillas. Pero eso iba en contra de “mis principios”, de mi maldito orgullo.


JinKi en aquel momento abría y cerraba su boca de manera involuntaria, por el shock que aquellas palabras le habían provocado. A Key se le hacía cada vez más difícil retener las lágrimas.


-¿P-por qué?- Habló casi en un hálito el castaño.


-¿Por qué? Porque soy un imbécil.- Esa mirada dura le era cada vez más y más difícil mantenerla, al observar aquellos ojos pardos ajenos, a punto de colapsar ante las lágrimas, casi podía jurar que veía el corazón destrozado en miles de pedazos, totalmente expuesto frente a él. Era un maldito imbécil, un idiota, un maldito irresponsable, había arruinado aquello único que realmente le hacía bien.


Key quería terminar su frase con un “lo siento” de lo más sincero, de lo más profundo de su corazón, pero una vez más su orgullo le impedía disculparse como era debido. Por lo que JinKi no podía decir nada.


-Será mejor que me vaya y me consiga un departamento para mí solo, luego vendré por mis cosas.-


Dijo ya prácticamente sin emoción alguna, debía mantener aquel personaje frío por más que le costara horrores. Debía hacer que el castaño le odiara, para así no sentirse tan culpable él. Y sin darle oportunidad a decir nada a JinKi, finalmente se fue.


-Adiós.- Susurró con dureza, dedicándole una última mirada.


Y mes y medio luego, JinKi fue quien tomó la iniciativa y quiso volver a recomponer aquella relación que se había roto, pues aún le amaba pero sabía que quizás él ya no, pues por algo quiso terminar así de aquella manera, por lo que ofreció recomponer aquel lazo, bajo el nombre de “amistad”. Pues prefería tenerlo cerca como amigo, que lejos por pretenderlo nuevamente como amante. Pues como amigo podía seguir teniendo el privilegio de cuidarlo, y protegerlo “como amigo”. Pero su amor… jamás desaparecería por aquel hombre de apariencia tan remilgada, y tan lívida. Tan hermoso y valioso a sus ojos.


 


(Agregado de último momento xD)


~1 Año y 3 meses después…Víspera de Navidad~


 


-Bummie…- El aludido quien se había oscurecido el cabello para decorarlo con mechones de colores cuando la situación lo requiriese, le miró. -¿Estás bien? Estás muy pensativo…- El menor por meses, se enderezó de aquella ventana, volviendo la vista al interior de su nueva casa, aquella que tenía una hermosa estufa hogar, encendida, mientras los troncos crujían…


-¿Eh?-


Simplemente atinó a proferir el moreno, con unos mechones multicolores. JinKi no dijo nada, solo se quedó observándolo de manera reprobatoria. Key suspiró y cerrando sus ojos se sentó cansado y sin ganas en el sofá negro de cuerina negra de 3 cuerpos, el cual era demás mullido, hundiéndose en él, y mirando a JinKi con una mirada de culpabilidad él otro entendió que realmente si le pasaba algo, por lo que se sentó con la mirada levemente aterrada, ante lo que el otro pudiera decirle, pues realmente tenía miedo de que “sucediera” una segunda vez, y en una fecha, tan importante como lo era la víspera de Navidad.


-Mis pensamientos comienzan a atormentarme una vez más, el remordimiento me carcome por dentro, cuando estas memorias vuelven a mí de la nada, de manera inesperada e irregular.-


-Sabes que puedes confiar en mí, Bummie, sólo suelta aquello que tanto te aqueja, pues realmente quiero que te sientas realmente bien, quiero verte feliz, no triste y apagado, con la mirada perdida en la ventana, observando toda aquella nieve que cae. Habla mi vida.-


-Es… que realmente no sé cómo afrontar el asunto, como encararlo y decírtelo.-


En ese momento, JinKi sintió una opresión demasiado fuerte en pecho, ¿Querría dejarlo una vez más? ¿Pero qué era lo que estaba haciendo mal? ¿Lo estaba ahogando? ¿Pero cómo, si siempre intentaba darle su espacio, y no invadir demasiado su espacio personal? Respiró hondo, su cara aterrada, no ayudaría a que Key se sintiera mejor…


-Sólo dilo, todo estará bien…-


Evitando colocar una mano sobre su pecho, para amortiguar inútilmente aquel fuerte tirón en su corazón, le sonrió al moreno, quien lo miró a los ojos y luego bajó la mirada jugando nerviosamente con sus dedos…


-L-lo qu-que su-sucede, es que aún realmente me siento como una mierda, por haberte engañado en el pasado, pero peor aún con la persona que fue…-


Nuevamente ese tirón que pensó que su corazón se desgarraría levemente pero causando un dolor insoportable, pero a pesar de ello, decidió seguir callado, e incitarle al menor a que continuase, éste tragó saliva duramente y lo miró a los ojos nuevamente, sus ojos estaban cristalinos, las lágrimas estaban a punto ya de escapar, y las de él mismo también, ya que se comenzaba a imaginar de quien se trataba, en el único que podía pensar…


-Ji-JinKi… ¡Siento mucho haberte sido infiel con el idiota de JongHyun!- Soltó de repente aquellas palabras mientras rompía en llanto y escondía su rostro en el pecho del mayor. Quien al principio quedó realmente helado, no esperaba que se lo dijese de aquella manera tan directa, y sin anestesia, dolía… y dolía mucho oírlo de su propia boca y en voz alta, pues a pesar de que ya se lo había imaginado, nada se comparaba a la punzada que aquella confirmación le causó. Él también soltó sus lágrimas, pues el sólo imaginarse a su Bummie, entregándose a otro hombre, le dolía demasiado. -¡Lo siento en verdad! ¡Estaba ebrio, y el alcohol hizo que sintiera una fuerte atracción por él que no pude controlar! ¡Yo reamente nunca quise hacerlo! ¡Realmente jamás en mis cabales te hubiera hecho semejante jugarreta sucia! ¡Por favor, créeme JinKi! ¡Ahora solamente eres tú, quien me importa! ¡Yo realmente no tenía ni idea de que él fuera tu amigo! ¡En verdad lo siento!-


JinKi, con sus silenciosas lágrimas recorriendo su rostro, abrazó con todas sus fuerzas al moreno, y lo atrajo más hacia su lado, y cuando se obligó a recuperar la compostura un poco, habló con algo de dificultad, pero lo logró.


-Tra-tranquilo Bummie, e-eso ya es cosa del pasado, a-aunque agradezco enormemente que te hayas atrevido a sincerarte conmigo, y co-como bien dije aquella tarde en tu casa, yo-yo y-ya no tengo nada que perdonarte, y-ya lo había hecho desde un principio, porque vi en tus ojos, que realmente no querías eso, pero aún así, lo hiciste, te amo bebé, te amé y te amaré siempre… y-yo, sólo quiero que seas feliz, y si es a mi lado aún mucho mejor, ya no me importa el pasado, lo que importa es que ahora estás aquí, a mi lado, entre mis brazos… bajo mi piel…-


-Ji-JinKi… ¿¡P-por qué demonios eres siempre tan bueno!? ¿¡Por qué nunca te enojas conmigo!? ¿¡Por qué siempre me perdonas así de fácil las cosas!? ¡No lo soporto! ¿¡Por qué!?-


-Por que el verdadero amor perdona, no abandona, no se quiebra, no aprisiona, no revienta como una simple pompa de jabón, yo te realmente te amo Bummie. Y un error es algo humano, no justifico la traición… pero los amantes verdaderos, se comprenden, se aman y se olvidan del rencor*, el cual yo no poseo, pero quiero que sepas, lo que realmente tu significas para mí, yo me imagino realmente un futuro a tu lado, tu… eres mi alma, mi corazón, mi cielo, mi tierra, y mi vida entera, así que por favor, ya dudes de lo que soy capaz de hacer por ti, por verte feliz y sonriente, eres lo más importante que tengo. Te amo…-


-Ji-JinKi- Key levantó la mirada, y ambos pares cristalinos de ojos se encontraron, y no necesitaron más, para fundirse en un casto beso, cada uno transmitiendo lo que el otro le provocaba, Key, realmente se sentía demasiado afortunado de haberle dado una oportunidad a JinKi, había escogido bien, aunque tuvo que pasar “aquello” para que se diera cuenta, pero ahora, que ya lo había sacado, pretendería borrar todo, y vivir al máximo de ahora en adelante n.n –T-también t-te amo.- Los juegos artificiales comenzaron a sonar, y ambos sonrieron y volvieron a besarse siendo iluminados por aquellos fuegos artificiales, empezando una nueva etapa, habiéndose sincerándose finalmente del todo.

Notas finales:

(*) Es una frase de una canción llamada "El Verdadro Amor Perdona" - MANÁ- :3 así que bueno, sin mucho que decirles, espero que les haya gutado, aquí termina finalmente  este pequeñofic :3

¡Está recién salidito del horno! ♥ Espero que les guste n.n

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Me despido temporarlmente hasta nuevo aviso n.n muchas gracias a todos, a quienes me acompañaron desde un principio n.n

Los quiero <3 muchas gracias en verdad ♥

Bye bye~ ^u^//

♥ ZaffireHeart ♥


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