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El arcoiris al final de la tormenta por DanyNeko

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Notas del capitulo:

El juego término, y gracias  al espíritu del rompecabezas pudieron derrotar al malvado espíritu de la sortija del milenio, pero ahora que Yugi y su espíritu se conocen ¿Cómo será su relación? Y además ¿Qué será de Ryou y la sortija? Y&YY, R&B (Pd: Utilizaré los nombres en español)

Primero que nada quiero aclarar que en este fic haré una pequeña mescla entre las personalidades de la temporada 0 y el anime normal, y será como una pequeña transición entre ambos y me centraré en la relación yami/hikari de Yami con Yugi y de Ryou con Bakura creo no haré los “yami no games”

Yugioh no me pertenece si no a su ilustre creador. Al fic!

………………………. En clases………………………..

Para Ryou las clases pasaban muy lentas, deseaba regresar a casa y enfrentar la situación de una vez, quería tener su sortija de regreso en su cuello como siempre lo estuvo desde que su padre se la regalo. Siempre fue un objeto valioso para él ahora que no la traía consigo sentía una imperiosa  necesidad de ir a casa y colgársela.

Finalmente las clases pasaron, afortunadamente la profesora de las dos últimas hora no pudo presentarse por algún inconveniente y pudieron irse temprano así que Joey decidió ir al hospital a visitar a su hermana y Tristán se ofreció a acompañarle mientras que Miho arrastro a Tea al centro comercial para ir de compras por lo que Yugi y Ryou se dirigieron tranquilamente al departamento del albino, por el camino entablaron una conversación sobre el juego que estaba más de moda, ‘Cartas de Duelo de Monstruos’, ya llevaba un tiempo en el mercado, pero desde que Kaiba Corp.   se había ensañado con la nueva tecnología de hologramas para el juego este había tomado un gran auge, Ryou sabia bastante sobre el juego aunque no lo jugara muy a menudo.

Entre la conversación llegaron rápidamente y tomaron el ascensor, una vez dentro Yami se apareció tras Yugi tomándolo de los hombros y haciendo presión para que este se recostará sobre su pecho, el menor se sobresaltó y sonrojo un poco.

─/Qué ocurre?/

─/Estas muy tenso ─explico─ relájate, no pasará nada malo, yo estoy aquí contigo/

─/Y eso es todo lo que necesito para sentirme seguro/─ aseguro el menor con una sonrisa mientras llevaba su mano al rompecabezas del milenio. El pecho de Yami se llenó de orgullo ante esas palabras, orgullo de saber que provocaba esa tranquilidad en su hikari con su compañía.

Ryou mientras ignoraba la escena a sus espaldas, estaba mirando a la marca que indicaba  los pisos, muy ansioso por llegar a su casa y tener su sortija de regreso en su cuello. Cuando finalmente el ascensor abrió sus puertas en el piso correcto y salieron al pasillo pudo sentir como su cuerpo volvió a palpitar, por lo que se detuvo un momento y llevo una de sus manos a su pecho. Yugi lo noto.

─Te ocurre algo, Bakura?

─Otra vez… es esa sensación de nuevo─ explico en voz baja mientras sacaba sus llaves y casi corrió hasta la puerta ─ es como si me llamará.

Una vez abierta invito a Yugi a pasar y a dejar su mochila en la sala, Yugi entro con Yami aun flotaba a su espalda apoyando las manos en sus hombros, dándole valor y seguridad aun sin saberlo. Ryou dejo su chaqueta en un perchero de la sala instando a su amigo a hacer lo mismo.

─Te gustaría quedarte a almorzar, Yugi?─ofreció el albino ─ No soy un gran chef, pero me manejo en la cocina ─ bromeo llevando una mano a su nuca.

─Me encantaría Bakura, muchas gracias, pero debo avisar en casa.

─En ese caso el teléfono esta por allá, iré a cambiarme mientras.

Yugi llamo a su casa para pedirle a su abuelo permiso, permiso que fue amablemente concedido por el anciano que aprovecho a decirle a su nieto que esa tarde iría a reunirse con unos amigos arqueólogos para discutir algunos temas.
Luego de unas cuantas indicaciones del abuelo la llamada termino y Yugi le dijo a Yami que estarían solos hasta tarde en casa, a los pocos segundos Ryou salió de una de las habitaciones vistiendo una camiseta a rayas azul marino y blanca con un jean claro.

─Siéntete como en casa Yugi, empezaré a preparar el almuerzo─ índico mientras se dirigía a la cocina.

─De eso nada, déjame ayudarte Bakura ─dijo siguiéndole con una sonrisa.

─ No es necesario Yugi, no te molestes.

─No es molestia, quiero ayudar.

Luego de una breve discusión -que Yugi gano- ambos prepararon un delicioso almuerzo (N/A: los dejo a su imaginación, pongan su comida favorita ;)) y se sentaron a comer frente a la tele viendo una película de Disney (N/A: xD no pude resistirme)de las cuales por cierto descubrieron que a ambos le encantaban. Ryou estaba sentado en un sillón frente a la tele, al lado, en el sofá estaba Yugi sentado justo en la esquina, mientas que Yami -quien se mostraba bastante interesado en la película- se acostó en el resto del sofá y volvió a recostar su cabeza en el regazo de Yugi, esta vez de costado viendo el televisor cuando empezó una canción.

Como me apena el verte llorar 
toma mi mano, siéntela 
yo te protejo de cualquier cosa 
no llores más aquí estoy 

Viendo que una de las manos de Yugi estaba apoyada en el sofá cerca suyo acerco con cuidado su propia mano a la de su compañero cubriéndola cariñosamente. El menor se sonrojo un poco.

Frágil te vez, dulce y sensual 
quiero abrazarte te protegeré 
esta fusión es irrompible 
no llores más aquí estoy 

La mano del espíritu apretó más la del chico. Yugi empezó a mover los labios siguiendo mudamente la letra de la canción mientras Yami le miraba de reojo.

En mi corazón tu vivirás 
desde hoy será y para siempre amor 
en mi corazón no importa que dirán 
dentro de mi estarás siempre... 

no pueden entender nuestro sentir 
ni confiaran en nuestro proceder 
sé que hay diferencias más por dentro 
somos iguales tú y yo 

Yugi correspondió el gesto en su mano, entrelazando sus dedos con los de su yami.

En mi corazón tu vivirás 
desde hoy será y para siempre amor 

no escuches ya más
que pueden saber 
(que pueden saber)
si nos queremos mañana y hoy 
entenderán, lo sé.... 

tal vez el destino te hará pensar 
más la soledad tendrás que aguantar 
entenderán, lo sé.... 

lo haremos muy juntos pues! 

En mi corazón, créeme que tu vivirás 
estarás dentro de mi 
hoy y por siempre amor 

Tú en mi corazón 
(si, en mi corazón) 
no importa que dirán no sufras más 
dentro de mi estarás 
(estarás siempre)
siempre
aquí siempre
para ti estaré siempre
siempre y por siempre
solo mira a tu lado
solo mira a tu lado
solo mira a tu lado
yo estaré siempre

Terminaron de ver la película y llevaron los platos a lavar, Ryou trataba de calmar su acelerado corazón tomando valor para lo que se venía, debía afrontar de una vez por todas al espíritu de su sortija, así podría tener de vuelta su preciado amuleto y quizá hasta un nuevo amigo, Yugi mientras conversaba mentalmente con Yami sobre la película.

Cuando terminaron el albino fijo su mirada en la puerta entreabierta que daba a su sala de juegos, los tricolores se percataron de la decisión en su ojos esmeraldas, se miraron entre si y asintieron.

─Entonces Bakura, vamos?─ pregunto con una leve sonrisa cabeceando hacia la puerta.

Ryou sonrió en agradecimiento

─Si

Entraron juntos en la habitación donde el joven albino pudo percibir claramente como su cuerpo respondía fuertemente a la cercanía del artículo, una suave sonrisa irrumpió  en su rostro mientras más se acercaba a la sortija y sus ojos brillaban y su corazón latía fuertemente. Yugi y Yami le seguían a unos cuantos pasos.

─Hola de nuevo… te dije que regresaría luego de clases─ le hablaba dulcemente a la sortija estando ahora de rodillas junto a ella, mantenía una de sus manos empuñada en su pecho, como intentando que su corazón no escapara de este, la otra la tenía dudativamente estirada hacia el colgante milenario aun sin llegar a tocarlo.

─/Te extrañe Yadonushi…─ la voz se seguía oyendo lejana y una tanto forzada pero se podía percibir la amabilidad y un tinte travieso en su tono que hizo a Ryou sonrojarse un poco ─ demoraste/─ reprocho.

─No es cierto, si hasta salí temprano de clases y… yo también… también te extrañe─ explico en voz baja y un tanto apenado, esperando que Yugi no le oyera.

Lastimosamente ese no fue el caso, a pesar del tono bajo en que el albino hablo ambos tricolores alcanzaron a escucharle, Yugi sonrió ante la escena, tal parecía que Ryou tenía toda la buena disposición te mantener una buena relación con su yami, era adorable ver la familiaridad con la que le hablaba a su artículo, solo faltaría ver cuáles serían las intenciones del otro, esperaba que todo terminará bien para ambos.

─Yugi, está bien que la tome ¿verdad? ─ Sus ojos brillaban en suplica esperando por una respuesta afirmativa

Yugi miro a Yami y este asintió.

Yugi regreso su mirada a Ryou sonriente

─ Claro, ¿no era eso lo que te traía inquieto todo el día Bakura? Anda, sé que estas ansioso por tenerla de nuevo en tu cuello─ sus palabras acompañadas de un giño juguetón lograron sacar un sonrojo al joven albino y una pequeña risita en Yami.

─Yooo… ¿po-por qué dices…

─Ah ah ─ negó alzando su mano hacia su amigo ─ ni lo intentes Bakura, créeme, conozco el sentimiento, una vez me robaron mi rompecabezas ─comenzó llevando sus manos a dicho objeto ─ aunque Joey lo recupero pronto, esa sensación de angustia e impotencia que tuve esos momentos era horrible, no tenerlo conmigo era terrible, no sé…  un tanto ¿incompleto? ─ Yugi, un tanto sonrojado bajo el rostro al sentir la intensa mirada de Yami en él, sus palabras parecían haberle llegado al corazón y su mirada tierna y dulce se clavó en Yugi.

“─/Yo también me sentía así lejos de ti, perdóname, en esa ocasión no pude hacer nada ni evitar que ese sujeto te lastimara ─ Yami rodeo con sus brazos los hombros del menor ─ perdón aibou/

─/Oh vamos! No te preocupes por eso, ya paso, no tiene importancia/”

Ryou asintió ─Si. Como si te quitarán una parte de ti, que ni siquiera sabias que tenías.

─Exacto, yo que solo estuve sin él un rato y me sentí así de mal, no quiero ni imaginar todo un día. Anda tómala.

Ryou no necesito que se lo dijeran otra vez, su mano alcanzo su preciado collar y lo llevo de vuelta a su cuello -“justo donde debe estar”- pensó feliz tomando la sortija en sus manos y viéndola con sus ojos  brillando de alegría.
Pero los ojos de Ryou no eran lo único que brillaba, de pronto la sortija empezó a emitir un intenso resplandor que obligo a todos a cerrar los ojos, sin embargo a su propietario pareció transportarle a un espacio diferente, cuando el albino abrió sus ojos se halló a sí mismo en media de una bruma violeta, solo y un tanto desubicado, pero antes de poder pronunciar una palabra o llamar a su amigo vio ante él aquel ser que habitaba en su artículo milenario.

Eran bastante parecidos, su cabello era más brillante y parecía tomar una tonalidad plateada aunque era mucho más alborotado que el propio y un par de mechones en su frente que se levantaban de manera rebelde le recordaban a unas alas de murciélago, su cuerpo parecía más trabajado que el suyo, llevaba su misma ropa pero su camiseta dejaba ver su brazos musculosos aunque no en exceso así como sus pectorales, sin duda se veía… atractivo. “¿Yo pensé eso?”.

Sus ojos, que hasta ahora estaban cerrados se abrieron lentamente dejando ver que eran de un  color violeta precioso a su parecer, su mirada era confiada y orgullosa, rebosaba de un brillo travieso y juguetón que hipnotizaron totalmente a Ryou.

 ─Hola pequeño ─ cada palabra era como la música de la flauta de un encantador y Ryou se sentía la serpiente que no podía hacer otra cosa que perderse en su sonido, y con cada palabra el espíritu se acercaba cada vez más ─que gusto que vinieras a verme ─hizo una pausa mientras tomaba la mano de Ryou y la llevaba a su boca dándole un suave beso ─ore no Yadonushi.

─ Quería recuperar mi sortija─ aseguro intentando que su voz no temblará ─ pero, también quiero hablar con usted.

─Bueno, ya estamos hablando, además eres muy formal, trátame de tu ¿sí?─ una pequeña risita acompaño las palabras del espíritu.

─De… de acuerdo, etto… yo quisiera saber si ust… si tú, emmm… es decir, cuáles son sus intenciones, vas a seguir haciendo esas cosas malas de antes?

Hummm…─hizo un leve puchero, muy adorable al parecer de Ryou ─ Yo solo quería cuidarte Yadonushi, pero si tú no quieres no volveré a hacer esas cosas ─dijo con voz suave mientras llevaba una mano a la mejilla de su par ─ ¿estas molesto conmigo Yadonushi? ¿No quieres que este contigo?

Ryou cubrió con su mano la que estaba en su mejilla mientas negaba suavemente ─No es eso, estoy totalmente dispuesto a aceptarte en mi vida, a compartir contigo si tú te comportas bien. No estoy molesto.

─¿Aun después de todo lo que hize?─ los orbes violetas parecieron centellar antes de que su dueño rodeara con su brazo libre la cintura del menor acercándole más y llevaba la otra mano desde su mejilla, ahora ruborizada, hasta el suave cabello blanco de Ryou ─Definitivamente eres un chico único, tanta nobleza, tanta amabilidad, jamás había conocido un alma tan pura y dulce, tu… tu brillas, brillas como una estrella en el basto cielo nocturno que se alza en la oscuridad─ mientras decía esto su mano se encargaba de brindarle suaves mimos a la cabellera del menor.

─Ehhh… enserio piensas eso?

─Si, eso es lo que veo en ti hikari.

Para esto momentos las mejillas de Ryou estaban como un tomate.

─ ¿hikari? ─ sonrió ─yo soy tu hikari y… tu eres mi yami ¿no?

─ Exacto pequeño.

─Disculpa, eh… ¿cuál es tu nombre?.

─Bueno─ el espíritu de lo sortija desvió la mirada un poco sonrojado, ¿avergonzado quizás? ─yo no recuerdo mi nombre, así que, espero que no… bueno, que no te moleste que use tu apellido.

─Para nada… Bakura entonces ─ le sonrió dulcemente ─ tendré que esperar un poco a acostumbrarme, entonces tú también, puedes llamarme Ryou cuando quieras ─respondió con un guiño.

…………………………..Mientras tanto, En el mundo real…………………………….

─Bakura! Bakura! Responde Bakura!... Yami ¿crees que este bien?

Cuando el brillo ceso el joven albino se había desmayado, afortunadamente Yugi tuvo buenos reflejos y alcanzo a sostenerlo antes de que impactara contra el piso y empezó a zarandearlo suavemente intentando despertarlo.

Cálmate Yugi, calma, no pasa nada malo.

─Y por qué no despierta?

─Porque está hablando con él, mira, dame la mano.

Yami tomo la mano del menor y las llevo al rompecabezas, luego cerró los ojos concentrándose en Ryou y tras parpadear Yugi pudo ver como una débil aura violácea emanaba de su cuerpo.

─Wow! ¿Cómo haces eso?

Esa aura que vez te indica la presencia del ser que habita en la sortija del milenio, puedes verla en las personas que tienen otros artículos gracias al rompecabezas, solo necesitas concentrarte un poco, pronto aprenderás a hacerlo tu solo.

─Sorprendente! ─dijo mientras delicadamente dejaba recostado al albino en el suelo y se sentaba con las piernas cruzadas a la espera de que el muchacho despertará.

Yami por su lado sonrió y se sentó con él mirándole fijamente.

─ ¿o-o-ocurre algo? ─ pregunto un tanto nervioso.

Nada, te incomodo?

─No… pero me apena un poco.

Puedo pedirte un favor Yugi?

─Cla-claro, dime.

Me dejas abrazarte?─ pidió con una voz suave, las cejas ligeramente arqueadas y parpadeando un par de veces dándole un tinte que el otro considero totalmente adorable.

─Eh?... yo…etto, si─ concedió totalmente sonrojado, recordando cómo había despertado esa misma mañana en los brazos del mayor.

Yami se sentó atrás de Yugi recostando la espalda contra un mueble, separo las piernas para piernas para que Yugi quedara entre ellas, luego de eso llevo sus brazos hacia adelante pasándolo bajo los brazos de Yugi y cruzándolos en su pecho para atraerlo hacia sí. El tricolor menor se dejó hacer recostando su espalda en el pecho de su otro yo con las mejillas levemente  coloreadas,  los ojos cerrados, y el corazón desbocado, cuando la presión en su pecho se intensifica un poco abre lentamente los ojos topándose con las orbes violeta-rojizas de su par, que le ve con cariño y dulzura impresa en su mirada, muy por el contrario a la seriedad y dureza que normalmente mostraba.

Yugi le sonrió tímida y dulcemente.

Yami le correspondió la sonrisa.

Gracias aibou… es raro, no sé explicarlo bien, pero me es muy confortante tenerte así, la tibieza que emanas es como un sedante a mis sentidos, es tan agradable y no sé porque, lleva dándome vueltas en la cabeza desde esta mañana que me desperté de igual manera… y eh llegado a la conclusión de que no me importa el porqué, solo el seguir así contigo…  Si tú estás de acuerdo, claro está─ concluyo apenado.

Yugi parecía conmovido por sus palabras, sus ojo se hallaban vidriosos.

─Sabes… yo sentí algo parecido cuando desperté esta mañana y me di cuenta que estaba abrazado a ti… la sensación de comodidad, de calidez y confort era casi abrumante y ciertamente no tenía muchas ganas de levantarme esta mañana para no alejarme de esa sensación─ su sonrisa era tímida pero expresaba todo el cariño que estaba empezando a albergar para con su yami.

El mayor respondió con una pequeña sonrisa para luego depositar un casto beso en la frente de su luz.

Un débil sonido se escuchó en la estancia, pero fue ignorado por ambos chicos que estaban momentáneamente perdidos en la mirada del otro.

El sonido se repitió, esta vez un poco más fuerte, sacando de su ensoñación a ambos tricolores. El albino había empezado a revolverse al tiempo que sus ojos se abrían lentamente atrayendo la mirada de los dos presentes. Volvió a cerrar los ojos mientras se incorporaba hasta quedar sentado y llevaba una mano a su cabeza emitiendo un débil quejido.

─Mi cabeza─ se quejó ─ ¿qué paso? ¿Cómo termine acostado en el piso?

─Bakura! Qué bueno que despiertas! ¿Cómo te sientes? ─ fue la interrogación del menor oji-violeta tras haberse separado del abrazo su yami, para acercarse a su amigo, preocupado.

─ ¿Yugi? ¿Qué paso? ─ pregunto levemente desorientado.

─ Luego de que tomarás la sortija te desmayaste, apenas alcance a sostenerte antes de que te golpearas contra el piso, así que te recosté, han pasado apenas unos pocos minutos, pero dime ¿te encuentras bien?

El albino abrió los ojos y le brindo una pequeña sonrisa ─Si, gracias, solo fue un pequeño mareo al despertar, disculpa las molestias─ luego de enfocar a Yugi se sorprendió un poco al ver al espíritu a su espalda, pero igualmente le brindo la sonrisa.

─Bah! No te preocupes por eso─ respondió aliviado ─Entonces… ¿Todo solucionado? ¿Situación aclarada?

Ryou parpadeo un par de veces para luego dirigir su mirada a la sortija que colgaba de vuelta en su cuello y sonrió aún más, sus ojos esmeraldas brillaron cuando lo tomo en sus manos ─ Si, hable con él, todo está bien ahora, me ha dado su palabra de que se comportará bien, fue muy amable conmigo y dijo cosas muy bonitas sobre mi ─ cerró los ojos  abrazando el colgante contra su pecho.

Yugi parpadeo un par de veces llevando su  mano a su propio artículo del milenio, Yami hizo lo mismo comprendiendo lo que su aibou intentaba, en ese momento Yugi pudo ver como el aura purpura de antes emergía desde la sortija y, como si fuera una serpiente empieza a enrollarse alrededor del cuerpo del albino ascendiendo hasta llegar al costado de su cara, donde empieza a tomar forma hasta asemejarse a la figura de Ryou, el espíritu de la sortija se acomodó a su costado rozando cariñosamente su mejilla contra la del menor para luego rodearle con sus brazos la cintura abrazándolo posesivamente. Ryou se giró a mirarle, le sonrió, pero Yugi pudo notar que esa sonrisa y esa mirada tenían algo diferente a las que el oji-verde normalmente mostraba, había un sentimiento diferente que Ryou le trasmitía a su yami, no supo cómo nombrarlo pero sabía que era algo más fuerte e intenso, y por un momento se vio reflejado en su amigo, y supo que él miraba y le sonreía de la misma manera a su propio yami.

Lo siguiente que Yugi notó fue la presión de las manos de Yami en sus hombros, como exigiendo su atención, así que volteo a verle.

─/Creo que lo mejor será irnos ya aibou, me da la impresión de que ya sobramos aquí/─ comento con un poco de burla mentalmente a su luz, no queriendo interrumpir el momento que ambos albinos creaban.

─/Si, tienes razón, mou hitori no boku, pero es que no quiero interrumpirles el momentos y no sé cómo llamar la atención de Ryou para despedirme/

─/Yo me encargo/─ fue la simple contestación.

De un momento a otro el rompecabezas empezó a brillar suavemente, siendo imitado por la sortija, atrayendo la atención de los menores y sacando de paso a ambos albinos de su ensoñación.

El brillo seso de inmediato.

Yugi sonrió y se levantó estirando su mano frente a Ryou, tal como este lo había hecho esa mañana en el receso, para ayudarle a levantarse.

─Creo que ya es hora de irnos.

Salieron de la habitación “escoltados” por sus yamis, llegaron a la sala donde Yugi tomo su chaqueta azul en mano y se hecho la mochila al hombro, despidiéndose de su amigo.

─Gracias por todo Yugi, Yami ─ agradeció haciendo una reverencia a sus amigos. Con su yami detrás y de brazos cruzados con su ya característica media sonrisa burlesca.

Yugi le sonríe ─Para eso están los amigos Bakura.

El aludido niega mientras abre la puerta ─Ryou, llámame Ryou por favor.

─De acuerdo Ryou. Que tengan un lindo fin de semana. Nos vemos el lunes en clase.

─Igualmente Yugi, les deseo un feliz fin de semana. Bye bye.

Ambos chicos tricolor realizaron una reverencia con la cabeza antes de salir del departamento rumbo a la casa-tienda de la familia Muto. Felices de haber hecho satisfactoriamente su “buena obra del día” habiendo unido el alma de un yami librado de su maldad con su hikari.

Vieron a Ryou despedirse desde la puerta moviendo su mano antes de ser regresado al interior de su hogar, cortesía de un posesivo abrazo. Ambos compartieron una risita cómplice.

Emprendieron el camino a casa.

Una vez en su hogar fueron directamente a la habitación de Yugi sabiendo de antemano que el abuelo no se hallaba en la vivienda. El estudiante dejo su chaqueta en el respaldo de la silla y el maletín en el escritorio, abrió los dos primeros botones de su camisa blanca y abrió la ventana  dejando circular la fresca brisa primaveral. Camina de espaldas con los ojos cerrados hasta chocar con la madera de la cama y se deja caer en esta suspirando de felicidad. Yami le miró fijamente un tanto intrigado.

─Creo que debería hacer mis tareas hoy para tener el fin de semana libre─ menciono abriendo sus ojos para enfocarlos en su yami quien le asiente ─Pero primero quiero descansar un poco ¿tomamos una siesta Yami?─ el aludido parpadea un par de veces ladeando un poco la cabeza.

─ ¿Quieres que duerma contigo?─

─Si tú quieres claro, como te dije en casa de Ryou, lo de anoche y esta mañana fue muy agradable─ respondió tímidamente.

Yami sonríe con una mirada suave, y asiente ─Claro aibou.

─En ese caso, ya vengo, iré por un vaso de agua─ sin esperar respuesta sale con rumbo a la cocina a tomar agua, al regresar fue al baño y tras terminar con sus necesidades fisiológicas regresa a su cama donde su yami ya le espera recostado de lado.

Yugi sonríe y va a su encuentro, una vez en el lecho se acomoda igualmente de costado descansando la cabeza en una de las almohadas, mirando a su acompañante feliz y agradecido de su compañía intentando expresárselo con la mirada al tiempo que, sin saberlo, se lo trasmitía por su vínculo. Estiro su brazos dejándolos contra el torso de Yami y se revuelve en la cama para acercase más y acurrucarse en su pecho, en respuesta el mayor llevo uno de sus brazos por la cintura del otro acercándolo más hacia sí, la otra mano la llevo a la parte posterior de su cabeza brindándole mimos a su cabello.

Ya adormilado ante las caricias de su yami y la tibieza y confort que le proporcionaba su presencia, Yugi tuvo un “lapsus de valentía” antes de rendirse al sueño y se separó levente de su pecho, pero antes de que Yami pudiera emitir alguna pregunta se impulsó hacia arriba, hacia el rostro del mayor para depositar un dulce beso en su mejilla.

─ Te quiero Yami, y mucho ─ fueron las últimas palabras antes de caer en los brazos de Morfeo, de regreso en el pecho del mayor.

Yami un tanto sonrojado, pero infinitamente feliz refuerza el abrazo en que mantiene a Yugi cerrando sus ojos para descansar también, no sin antes darle su respuesta ─Y yo también a ti Yugi, te quiero mucho hikari.

Yugi sonrió, probablemente creyendo que esa respuesta era parte de sus sueños.

 

Notas finales:

Bueno, eto es lo que podria decirse el final del fic.

Pero pronto (espero) regresare con dos epilogos relatando el fin de semana que paran ambas parejas.

Quiero agradecer los reviews de Miraku y YuzuAtemu por su bellas palabras y su aencion para con mi primer fic.

No desesperen que pronto volvere con el final de esta historia. Y si tienen sugerencias diganlas sin pena.

Espero sus hermosos comentarios gente!

Bye


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