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El fuego en mí por Daggett

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Episodio 12

 

  Eres especial

 

 

 

 

Alex podía escuchar el murmullo a su alrededor, sus débiles ojos apenas registraban sombras  y gente sin rostro.

 

-vas a lograrlo, chico…

-debemos cerrar la herida…

-tenemos hemorragia interna…hay que actuar rápido…

 

 

El chico se fue desvaneciendo y ya no escuchó nada…de pronto comenzó a oír recuerdos…

 

-Max es especial…

 

 

Y como si fuera aventado de nuevo a la vida despertó…

 

 

Alex estaba conectado a un respirador, agujas en su brazos y postrado en una cama, intentó moverse pero no tenía fuerzas….al lado izquierdo había una mesa con varias artículos que no reconoció.

Débilmente  volteó al lado derecho y se encontró con Max…notó su cabello castaño todo desarreglado, la ropa maltrecha, que era la misma con la que se habían despedido esa mañana.

 

Max estaba dormido…el menor no tuvo más que adivinar que había estado con él todo el tiempo. -¿Cuánto tiempo estuve inconciente?

Se quitó el respirador…notó que podía respirar por si mismo…intentó hablar.

 

 

-Mmaax

 

Apenas salió un balbuceo audible, pero el chico castaño despertó enseguida, el menor le sonrió débilmente y se paró del asiento en un suspiro.

 

-Alex, ya estas despierto…espera voy por un doctor

 

 

El menor observó como aquel chico salía corriendo gritando por un doctor,  si se hubiera detenido a pensar, al lado de la cama estaba el botón de ayuda donde se comunicaba con una enfermera….Alex sonrió.

 

 

 

*****************

 

Lucy estaba sentada en la cama del hospital junto a Alex, la pierna cruzada de forma coqueta y su intensa mirada café dirigida con toda su  atención en su mejor amigo.

 

Max y Alex habían acordado no decir lo que en verdad sucedió, el mayor le prometió que apenas llegaran a casa le explicaría todo…Alex percibió que Max le molestaba sobremanera ese tema y decidió que al menos mientras durara su estancia en el hospital le daría tregua, pero en verdad quería saber que fue todo aquello que paso en  aquel lujoso departamento, quienes eran esas personas y sobre los  “supuestos poderes Max”.

 

 

-vaya Alex, un asalto…ese maldito si que te dejó hecho una ruina.

 

-gracias- respondió el chico…

 

-¿sabes? Por esa razón mi madre y yo vamos a clase de defensa personal…aunque si te soy sincera, yo creo que quiere  aprender a golpear a papá.

 

 

Alex intentó reír, pero una punzada de dolor no se lo permitió…

 

 

-OH perdóname…yo aquí  tratando de hacerte reír y no puedes.

 

-No te preocupes...Lucy, gracias por traerme los deberes del colegio, y bueno ya los revisé, la mayoría ya están hechos, no debiste…

 

 

 

-No, no creas que lo hice todo…Kyle me ayudó.

 

-¿Kyle?

 

-si, el chico aquel que siempre anda pegado junto a Thomas

 

 

-ah bien…Kyle  siempre me mira y luego sonríe, creo que se burla de mi…he notado que siempre andan juntos, aunque Thomas siempre te mira a ti, creo que le gustas.

 

 

¿Tú crees? No me había dado cuenta-…De pronto Lucy estaba muy interesada en verse las uñas y Alex lo notó.

 

 

-¡¡dime ahora, Lucy!!  ¿Qué pasó durante mi estancia en este hospital?

 

 

La chica se ruborizó, sus mejillas teñidas de rojo no combinaban con su rostro pálido y su cabello rubio.

 

 

-bien, bien, niño entrometido…Thomas me dijo que yo le gusto y me propuso que sea su novia.

 

 

-OH  bien, Lucy…al fin tienes un novio.

 

-Gracias mamá…

 

 

Los chicos se sonrieron…Alex siempre se sentía tan a gusto con su mejor amiga y en verdad se alegraba por ella…muchos en el colegio aseguraban que ellos eran novios y por eso nadie se acercaba a Lucy. Al menos su alejamiento por estar en herido en un hospital había servido de algo.

Lucy dejó de sonreír, de pronto se acordó de algo…

 

 

-este… ¿sabes, Alex? Apropósito del amigo de mi novio, Kyle…este chico me dijo que…

 

 

 

Lucy no pudo terminar, pues Max entró en la habitación con el almuerzo de Alex.

 

 

 

 

 

-¿Qué haces arriba de la cama? Él debe descansar…

 

-tranquilo, cabeza dura…mi compañía le anima y le aviva el alma.

 

 

 

Alex no pudo evitar sonreír, sabía que a su amiga le encantaba fastidiar a Max…la chica de cabello rubio se apartó de la cama, acomodó su uniforme, pues apenas salía del colegio, corría a visitar a su amigo.

Max se acercó y puso la charola de la comida junto a Alex….se sentó junto a él. –anda come-. Le animaba….

 

 

-¡Oh vamos!  Dense un beso, no sean tan cortados solo por que estoy yo…

 

La chica mordía su labio inferior en forma traviesa mientras Alex se ruborizaba, en cambio Max pasó sus manos por el cabello castaño y suspiró…

 

 

-esta bien, complazcamos al público-…dijo  Max, sus ojos azules  brillaban de forma traviesa.

 

El menor apenas tuvo tiempo de replicar, cuando Max ya le había dado un rápido beso de mariposa en los labios.

 

 

-así me gusta.- resopló Lucy…-¿sabes, Max? Este chico vale oro, si no lo cuidas, van a robártelo, créeme.

 

 

 

Lucy tomó su mochila y salió dando un beso al aire…

 

 

Max posó su frente junto a la del menor…el cabello castaño que se reunía con el pelinegro.

 

 

-me ha dicho el doctor que mañana muy temprano te darán de alta

 

-¡¡que bien!! Ya quiero estar en casa y volver al colegio

 

 

Ambos chicos se quedaron serios, Max sabia que tenia mucho que explicarle y Alex temía preguntar…el menor había vivido extraños sucesos en aquel lugar donde fue herido, esa mujer pelirroja  hablaba de que Max tenía ¿poderes? Si…estaba muy confundido.

El mayor sabía que llegando a la mansión tenía que contarle su gran secreto, contarle que, por que lo buscaban a él, sus padres murieron, se sentía tan culpable…

 

 

El mayor vio la pregunta no pronunciada en el rostro del pelinegro, así que se apresuró a responder. –en casa te contaré todo…solo espero que me perdones.

 

 

-abrázame-. Respondió el menor…Max enseguida obedeció y la comida quedó olvidada…otras vez solo existían ellos dos.

 

 

*******************

 

 

Cuando ambos chicos llegaron a la mansión, las personas del servicio los recibieron muy sonrientes, deseándole a Alex una pronta recuperación. A simple vista, juntos parecían hermanos y más nada, nunca podrían imaginarse la verdad oculta.

 

 

-apóyate en mí-. Decía Max, en un gesto protector  para llevar  al menor a su cuarto

 

 

 

Max lo acomodó en su cama, el servicio la había dejado limpia, las sabanas frescas y la ventana de la hermosa vista al jardín abierta.

 

 

-Bueno, te dejo descansar un  rato…

 

-no vas a escapar, Max…tenemos que hablar

 

-Alex, yo…nunca pensé que llegaría este día

 

-confía en mi…por favor, te lo dije, cuando murieron papá y mamá, somos un equipo.

 

 

Las palabras del menor le llenaban de alegría, aunque Max estaba seguro que después que terminaran de hablar, ya nada sería igual.

 

 

-mira...no soy como cualquier persona, yo…yo…¡¡Dios es difícil!!

 

-Eres especial…- dijo el menor…dejando a Max helado, ¿acaso era posible que él supiera…?

 

 

-aquella noche, cuando vino mamá…ella me dijo que eres especial y que no me alejara de ti. …y luego, esa mujer quería tener lo que te hace especial, la escuché.

 

 

 

Max se sobresalto, se acercó y se sentó en la orilla de la cama.-Alex… observa esto

 

 

De la palma de la mano de Max brotó una pequeña bola de fuego…Alex gritó algo incoherente y se aferró con ambas manos a la cama. Dejó de mirar aquel fuego y puso su vista en los ojos de Max…se horrorizó, aquellos encantadores ojos azules habían desaparecido, en su lugar había un negro que cubría todo el ojo, era como mirar un par de pozos muertos, vacíos, aterraba…el chico con un poco de trabajo se levantó de la cama y se fue a la ventana, tenía miedo…

 

Max lo notó y cerró los ojos, el fuego se fue y su mirada volvió a ser tan azul como siempre.

 

 

-perdóname, no quise asustarte-. El mayor bajó la mirada, si Alex le temía como aquellos niños en el orfanato no lo resistiría…¡¡el fenómeno!! No dejaba de escuchar aquellas voces acusadoras.

 

 

-Max, perdóname, no quise comportarme así-...el menor se acercó y sentó junto de él, sin tocarlo. -¿que sientes cuando estas así?

 

 

-fuego…fuego dentro de mí, es liberador. 

 

 

Max no levantaba la mirada, en cambio Alex no dejaba de mirarlo, el mayor podía sentir los ojos negros del menor que observaban, esperando que no fuera con miedo.

 

 

-¿es todo lo que puedes hacer?

 

 

Max por fin lo miró… - no, hay algo que hago desde niño, creo que lo controlo mejor.

 

 

Acto seguido invitó a Alex a tomarlo de la mano…los chicos se levantaron juntos, Max rodeó con sus brazos la cintura del menor, este apenas le tomó tímidamente de los hombros.

 

 

 

-por favor, se que te asustan mis ojos, pero Alex…sigo siendo yo.

 

El menor asintió levemente…y de nuevo los ojos de Max cambiaron por el negro, aquella mirada  que producía el terror a quien la viera.

 

 

-sigo siendo yo- , repitió el mayor…la  voz de Max tranquilizó al menor. De pronto sintió que ya no estaba en el suelo,  ¿Qué diablos? Se preguntaba el chico, miró…ambos flotaban apenas al ras del suelo.-por Dios, Max…-. El aludido sonrió y le beso en los labios rápidamente.

 

 

-es la primera vez que lo intento-. Declaró el mayor.

 

 

 

Los chicos tocaron el suelo de nuevo, esta vez Alex sonreía…Max jamás se cansaría de esa sonrisa.

 

 

 

A continuación Max le contó como descubrió sus dones, le mostró como podía, mover cosas a su antojo, atraerlas a su mano, jugar con ellas en el aire….acariciar el hermoso cabello negro de Alex sin tocarlo.

 

 

Alex sonreía…no podía evitarlo, de pronto se llenó de orgullo, aquel ser especial de cabellos castaños y de ojos azules era suyo…SUYO.

 

 

 

 

Alex estaba acostado de nuevo…Max sentado en la cama junto a él, había sido una tarde intensa, pero aún había más…

 

 

-escucha, Alex…esa mujer es mi tía, hermana gemela de mi padre biológico, estaba buscando, ya sabes, quiere… de alguna forma, quiere quitarme mis poderes.

 

-ahora comprendo.- respondió el pelinegro…- pero le has demostrado quien manda

 

 

Max se debatió en sonreír y gritar de frustración, al final se decidió por lo segundo.

 

 

-¡¡Ella Manda!!  ¿No te das cuenta?  Tus padres murieron por mi culpa, ella  estaba siguiéndome los pasos, si ellos no me hubieran adoptado ahora estarían vivos y contigo.

 

 

Alex  cerró los ojos para evitar mirarle…quería contradecirlo, en verdad quería, pero era verdad, si Max no hubiera llegado a su vida aún tendría a sus padres, aún su padre estaría abajo en su despacho, su madre estaría ocupándose del jardín, aún compartiría esas largas tardes con su padre hablando de tantas cosas, con su madre sonriéndole…en verdad, en el fondo de su corazón quería decirle a Max que estaba equivocado….

 

 

Max lo entendió y se levantó de la cama, estaba apunto de abrir la puerta…

 

 

-no te culpo a ti,  la culpo a ella… ella y solo ella. …te apartó de tus verdaderos padres y luego se llevó a los míos, y-… el menor se atragantó con el llanto que pujaba por salir…- y casi te lleva a ti también.

 

 

Max volvió sobre sus pasos y abrazó al menor…

 

 

-no te preocupes, Alex…tranquilo amor, se lo haré pagar…ella lo pagará.

 

 

 

Después de un rato, el menor se durmió en los brazos de Max…

 

 

 

 

 

 

 

********************  

 

 

 

Esa noche volvieron dormir juntos…Max cuidando de no lastimar la herida de Alex. El siguiente día lo pasaron tranquilo, el mayor volvió a darle una demostración de sus poderes.

 

Llegó de nuevo la noche, al siguiente día Alex regresaba al colegio, ya no quería faltar más. El problema es que no había estudiado los deberes que Lucy le dio.

 

 

-ya, déjame Max…- el menor le apartaba débilmente, pero Max seguía abrazándolo y mordiéndole la oreja.

 

 

-solo un poco más…- terqueaba el mayor, susurrándole al oído

 

 

-En serio, Max…debo estudiar un poco. A menos que tengas el poder para que yo aprenda todo un libro sin estudiar.

 

 

-no…milagros no hago…- volvía a atacar, pero esta ves a su boca, encontrando la lengua de Alex quien gimió ante el placer que le proporcionaba el mayor….

 

 

 

-por…favor…ya…

 

 

El mayor terminó el beso mordiendo suavemente el labio inferior de Alex.

 

 

-esta bien, por ahora ganas, además yo también tengo que estudiar.

 

 

-no lo he olvidado, Max…

 

 

-¿que cosa?-  preguntó el mayor que aún no comprendía…

 

 

-lo que te dije aquella mañana…quiero hacerlo contigo…

 

 

 

El mayor volvió a tomarle en brazos y otro largo beso no se hizo esperar…

 

 

-solo espera que me recupere y veras, lo tendrás todo de mi

 

-Alex, no tienes por que…

 

-yo quiero hacerlo, te deseo…

 

 

Las pupilas de Alex brillaban con deseo, mientras Max le observaba de cerca…podía tomarlo ahora, hacerlo suyo…la cordura le llegó de pronto como un cubetazo de agua helada.

 

-será mejor que me vaya ahora…

 

 

Alex le sonrió mientras miraba como Max se alejaba y cerraba la puerta dejándole solo.

El chico tomó el cuaderno que le había dado Lucy y lo abrió, tenía tanto que estudiar…tomó el vaso con el jugo de naranja que Max le había llevado, lo puso en la cama con cuidado para que no se cayera…

 

Alex reconoció en los apuntes la fina letra de su amiga, pero conforme pasaba las páginas vio otro tipo de letra, más ruda y no tan uniforme, dedujo que debía ser de aquel chico…Kyle

 

Pasó las paginas  hasta el final,  quería saber cuantas hojas tenia que leer…lo que vio lo dejó intrigado, al final había una ¿carta?, estaba dirigida a él. Y era la letra maltrecha que debía ser de Kyle…comenzó a leer.

 

 

Alex, seguramente te ha de extrañar que haya ayudado a Lucy con tus deberes, ya que nunca hablamos en el colegio, pero quiero decirte que…

 

 

 

 

 

El jugo de naranja cayó y se derramó en la hoja…

 

 

-¡¡Diablos!!-  Alex gritó y se levantó rápido, arrancó la hoja para que las demás no se arruinaran, el cuaderno estaba a salvo, pero la hoja con la carta quedó arruinada y ya no se podía leer.

Alex se lamentó, pero de inmediato lo olvido, tiró la maltrecha hoja en el pequeño bote de basura, cambio las cobijas y decidió comenzar a estudiar…era difícil concentrarse, sabiendo que Max estaba en el cuarto de al lado…aquel chico especial que le amaba, pero reunió fuerza de voluntad y comenzó a leer, mañana y todos los días, Max estaría con él.

 

 

Alex estaba ajeno a que en el otro cuarto, Max no estudiaba…estaba acostado mirando el techo, perdido en sus pensamientos…las ultimas palabras de Diana retumbaban en su mente, sabía que en verdad esto aún no acababa, no…estaba comenzando.

 

 

 

 

continuará


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