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El fuego en mí por Daggett

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Episodio 17

 

Tácticas de Guerra 

 

Alex sentía la garganta reseca, hasta ahora estaba recobrando la conciencia. La había perdido después de los sórdidos sucesos en la cabaña.

Max le miraba de forma fulminante, a él y a su acompañante. Kyle quien en verdad era ajeno a la situación se atrevió a hablar:

 

 

-perdona,  Pero  ¿quien eres?…

 

Max apretó los puños…-SOY.- en ese momento, Alex bajó la mirada sonrojándose furiosamente, Max notándolo decidió no cometer una tontería. –Soy…su hermano-. Terminó por decir.

El rubio sonrió, y le extendió la mano…

 

 

-soy Kyle, soy amigo de Alex…del colegio.

 

-no somos amigos- bufó Alex, mirando con desprecio al chico.

 

 

Los ojos de  Kyle brillaron con tristeza. –Bueno…dejémoslo en conocidos- Sonriéndole.

 

 

 

Max notó el estado de turbación en que se encontraba Alex, quería llevárselo de ahí lo más rápido posible, pero también quería saber que hacía su “compañero de colegio” en ese lugar, con él, abrazados.

Alex no era tonto, sabía lo que pasaba por la mente de Max.

 

 

-Max, el me trajo aquí…me lo encontré por casualidad.

 

-si y cuando llegamos no quería dejarlo solo-  decía el confundido Kyle, quien no dejaba de notar la fuerte mirada de Max en él. Aún así prosiguió.- y bueno, me dio mala espina y regrese por él, lo encontré muy perturbado.

 

 

Max cambió la mirada hacía Alex, a pesar de todo, parecía no tener mucho interés en explicar las cosas, Alex aún estaba perdido y Max quería saber por que.

El castaño se acercó a su “hermano” y lo jaló del brazo rumbo a su auto.

 

 

-gracias por ayudarlo, de ahora en más me encargo yo.

 

 

Kyle no vio con buenos ojos el jalón que Max le dio al chico, pero no podía hacer nada, al menos por ahora.

 

-esta bien, espero que a ti te diga que hacía aquí,  y que lo puso tan mal.

 

 

Max abrió la puerta del auto para que entrara Alex y de inmediato lo rodeó para entrar él. segundos después el auto se marchaba violentamente por el rocoso camino.

Kyle subió a su motocicleta e hizo lo mismo, pasó por el auto delante de él, rebasándolo de forma escandalosa para perderlos de vista.

 

Dentro del auto, Alex miraba el paisaje de forma desinteresada.

 

 

-sé a lo viniste aquí, vi  las fotos, la carta…no debiste.

 

-Max, en mi lugar hubieras hecho lo mismo.

 

-por supuesto, pero ya sabes que yo…

 

-claro, claro…tu tienes “eso” y yo no.

 

 

El auto por fin llegaba a la carretera, ahí todo se veía menos lúgubre. Alex comenzó a serenarse al ver que circulaba por lugares conocidos.

 

 

-Alex, que fue lo que…

 

-no me hizo nada, ella…ella no fue la que tomó esas fotos, ella nunca me citó ahí. Fue una trampa de alguien más.

 

 

Max descendió un poco la velocidad, no sabía como tomar aquello, su mente barajaba todas las posibilidades. -que más te dijo, quiero saberlo todo…

 

 

-Ella va a matarme, delante de ti…es una promesa que le hizo a tu ex novio Dante.

 

-DANTE NO ERA MI NOVIO- gritó Max fuera de si, pero Alex ni siquiera se inmutó.

 

-como sea…ella no me mató ahí solo por eso, así que eso prueba que ella no me citó. Creo que alguien más me quiere muerto y además conoce muy bien en lo que estamos metidos.

 

 

El auto se detuvo en un semáforo, Max aprovechó para llevarse las manos a la cabeza en forma desesperada.

 

 

-no se me ocurre quien pudo hacerlo…¡¡por dios, entraron en la casa!! ESTABAS SOLO AHÍ

 

 

El semáforo cambió y de nuevo Max se puso en marcha, mientras Alex buscaba algo en la guantera del auto. Sacó una cajetilla de cigarrillos y unos fósforos. Prendió el cigarrillo y arrojó el fósforo por la ventanilla.

Max le miraba incrédulo, de inmediato y de forma brusca le quitó el cigarrillo arrojándolo a la calle.

 

 

-¿estas loco? Esas cosas te matan.

 

-tú lo haces.

 

-yo, soy yo.

 

 

Alex miró de pronto al auto junto de ellos. Sin duda un automóvil modesto, con un padre enfurruñado al volante, una madre tratando de calmar un par de gemelos molestos que venían gritando y peleándose entre ellos.

 

 

-Alex, que más paso ahí…quiero saber.

 

 

El chico volvió la mirada al frente.

 

 

-me dijo que no aprovechaba la oportunidad por que no quería darle esa satisfacción al que nos citó ahí. Ella se encargaría de mí…en sus términos.

 

-¡¡maldita!! , como si pensara dejarla hacer eso-.  Max tomó la mano de Alex, la notó fría…-escucha, Alex…ella no va a tocarte ni un pelo. Lo prometo.

 

 

-no…no sabes lo que dices, esa mujer es…es el diablo. No sabes que lo hizo…ella…oh Dios.

 

 

Alex no pudo contenerse, las imágenes de lo que vio volvían a su mente.

 

 

 

-cálmate, Alex… por favor, ya casi llegamos.

 

 

 

Por fin el auto entraba en el exclusivo lugar, casas ostentosas y hermosos jardines era todo lo que se veía. Al final de la calle estaba su hogar.

Max abrió el portón electrónico y entraron.

 

 

Alex entraba y se fue directo al despacho de su difunto padre. Max le siguió casi enseguida. Una vez adentro, Alex estaba acostado en el amplio sillón. Max se sentó en la alfombra, junto al chico. Pasaba sus manos por el hermoso cabello negro.

 

 

-Max…ella es un demonio, es cruel. Ella…sacó un cuerpo junto de la cabaña. Era de una chica o lo que quedaba de ella, fue un espectáculo horrible.

 

 

Alex ya no lloraba, aunque su voz mostraba pánico, le hacía daño recordar.

 

 

 

-¿había una chica enterrada ahí? Seguro fue alguna de sus victimas, ella mata a quien le quita sus poderes.

 

-no…esa chica trabajaba para ella. Lo escuché todo, la mató Dante. Se llamaba…Mm. Marina, si eso dijo.

 

 

 

A Max le sonaba ese nombre y de pronto lo recordó, lo escuchó de los labios de Diana, aquella chica que mató Dante.

 

 

-¿sabes, Max? Fue esa chica, Marina…la que disparó a mamá y papá aquel día.

 

 

 

 

Max besó la frente de Alex con cariño, sin duda, su chico había vivido  algo muy fuerte ese día.

 

 

-ya estas en casa y…

 

 

Alex se levantó de forma violenta, sus ojos estaban fuera de si…

 

 

-NO LO DIGAS, MAX…NO DIGAS QUE TODO ESTARA BIEN, NO ES ASI…ESA MUJER LE DIO VIDA A ESE CUERPO, AHORA ES UNA COSA ANDANTE QUE OBEDECE SUS ORDENES, COMO UN JODIDO ZOMBI

 

 

Alex respiraba violentamente, los ojos de Max se abrieron con sorpresa, no esperaba dicha confesión. De inmediato abrazó al tembloroso chico y de nuevo lo sentó en el sillón, ahora junto a él.

 

 

-es a lo que me refería, Max…ella…tiene un gran conocimientos sobre cosas, puede hacer cosas horribles, como darle vida a un cuerpo.

 

 

Max acercó al chico a su pecho, de nuevo acariciando el sedoso cabello.

 

 

-Alex,  nunca me gustó mi condición, tener estos dones…siempre quise alejarme de ellos, alejándome todo lo que resultará extraño. Ahora eso nos pasa factura…Diana nos atacará con cosas que ignoro, evidentemente ella ha estado entrenándose e investigando mucho, mientras yo veo fantasmas y tú un cuerpo reanimado. En verdad hay cosas extrañas pasando, creo que es momento de tomarse esto en serio.

 

 

-¿que quieres decir?- preguntaba el menor, quien estaba tranquilizándose por las caricias de Max.

 

 

-no vamos a esperar que ella de otro golpe y nos tome por sorpresa, esta vez golpearé yo y créeme…no sabrá que la golpeó.

 

-el problema es que…ella no planeó esto. Ella fue a la cabaña obedeciendo a una nota como yo. Ya estando ahí, creo que se dio cuenta que ahí estaba el cuerpo de esa chica.

 

 

Max arrugó las cejas. Aún no se creía eso, bien pudiera ser un juego de Diana. Pero por ahora no importaba. Mañana iría de nuevo al departamento quemado. Pero antes…antes tenían que dejar la mansión para siempre.

 

 

 

 

 

 

 

*******************  

 

 

-¡¡QUE COSA!!

 

-Lucy, no grites…todo la escuela nos esta mirando.

 

 

 

Lucy y Alex se miraban en medio de algunos curiosos, entre ellos estaban Thomas y Kyle. La chica sentía mucha rabia contra su amigo. Nunca en toda su vida había estado enfadada con él.

 

-pero Alex, me estas diciendo que abandonas el colegio y la ciudad…¡¡tan solo faltan dos meses para  el final del curso!!...y…y….luego vendría nuestro último año. Estaríamos juntos en el baile de fin de curso, juntos…como siempre.

 

 

El chico se acercó y la tomó por los hombros…-Lucy…yo…

 

 

-NO…no puedes hacer eso, dijimos que bailaríamos juntos. (La chica comenzó a derramar lágrimas). Hicimos una promesa, ¿recuerdas?

 

 

-Lo recuerdo, dijimos que estaríamos juntos y bailaríamos  toda la noche en la fiesta de fin de curso, pues estábamos tan solos. Pero también dijimos que solo lo haríamos si no conseguíamos  a nuestra pareja antes. Ahora tienes a Thomas y bueno…yo

 

 

-¿tienes a alguien, Alex?- Kyle no pudo resistir más e intervino en la conversación, sus ojos reflejaban un dejo de amargura.

 

 

Alex se separó de Lucy un momento. Thomas abrazó a su novia…

 

 

-no tengo que responderte nada…- Alex volvió a mirar a su amiga, esta le miraba de forma triste, en ese momento su novio trataba de consolarla.-solo vine hoy al colegio a eso, Lucy…me voy. Estaremos en contacto muy pronto, te lo prometo.

 

 

Alex acercó su rostro al de la chica y le dio un casto beso en los labios. La chica  derramó algunas lágrimas, estaba muy deprimida. Su amigo se iba de forma tan repentina. Nunca lo entendería.

Alex tenía un nudo en la garganta, estaba controlándose para no estallar en llanto. Corrió hasta la salida, para escapar de ahí rápido. Con la manga de su elegante uniforme limpió sus ojos, perdiendo el equilibrio, entonces cayó de rodillas al suelo. Ya estaba muy cerca la salida. Suspiró un poco, no quería volver a llorar.

Vio una sombra reflejada en el piso, de inmediato volvió la mirada y ahí estaba Kyle, quien se inclinó la altura del chico levantándolo del suelo tomándole de los hombros

 

 

 -¿por que lloras?... no sabes lo mal que me pone verte así.

 

 

Kyle alejaba las lágrimas del chico con sus dedos.- por favor, no llores.

 

 

Alex bajó la mirada, sus mejillas enrojecieron al sentir la calidez del otro chico, siempre pensó que el rubio se burlaba de él. Odiaba su sonrisa por que creía que era un insulto, pero ahora…

 

 

-¿Por qué, kyle? Siempre pensé que…

 

-no leíste mi carta, en tu libreta te decía…

 

-no, no lo hice. La tire a la basura, pero no fue mi culpa, derrame jugo en ella.

 

 

 

Kyle sonrió y Alex volvió a mirarlo. ¿Cómo es que antes no había detectado esa sonrisa Sincera?...- discúlpame, Kyle…te he estado tratando de forma altanera, no te lo mereces.

 

 

-no hay problema, quizás debí ser más sincero contigo.

 

-¿que quieres decir?

 

 

El rubio atrajo al chico y lo abrazó por la cintura. Alex comenzó a inquietarse, en verdad no esperaba esto.

 

-me gustas…NO…creo que es algo más fuerte, creo que te quie…

 

-NO

 

 

Alex se alejó del chico, en verdad no deseaba escuchar aquella confesión…el amaba a Max.

 

 

-¿Qué pasa?

 

-yo no siento lo mismo, perdóname.

 

 

El rubio sonrió tristemente, ya esperaba esa respuesta. – bueno, tampoco esperaba que me correspondieras, veras… Thomas y yo pensábamos que Lucy y tú eran novios, pero luego…Thomas se le declaró a tu amiga y bueno…pensé que yo tenía alguna esperanza contigo. Todo este tiempo, siempre me has gustado, pero te veías tan inalcanzable. He sido un tonto por esperar tanto.

 

 

 

-tengo a alguien…quizás si me hubieras dicho. Eres agradable, Sincero y además guapo. No te costara mucho trabajo que alguien se enamore de ti, pero yo no…yo amo a alguien más.

 

 

-no lo creo…tu no sales con nadie, al menos nadie del colegio, siempre te vas a casa con tu hermano. No me mientas, tan solo dime la verdad, no te agrado y ya.

 

 

 

 

Alex negó con la cabeza, nunca podría decirle la verdad, nunca podría decir que amaba al que todos suponían su hermano. Solo Lucy lo sabía y era obvio que no había dicho nada.

 

 

 

-es la verdad, amo a alguien y soy correspondido, pero es…complicado.

 

-¿por eso huyes? ¿Ese alguien te obliga a irte? ¿Qué dejes todo?

 

-No, no y no…y te dije que es complicado.

 

 

 

 

El rubio se acercó de nuevo, lo tomó de la mano. Ahora le acariciaba con sus dedos el dorso de la mano.

 

 

 

-Digamos que te creo, tienes a alguien…pero ese alguien no te ama como mereces. Ahora puedo entenderlo, te vas  por seguirle. No es justo para ti dejar tu vida irte con él.

 

 

 

-jajaja, ya asumes que es un “él”…

 

-¿Debo pensar lo contrario?

 

-Kyle, no puedes ni debes pensar nada…es mi vida y hago con ella lo que quiera.

 

 

-como sea… voy a luchar por ti, no te dejaré ir, no ahora.

 

-no puedes hacer nada.

 

 

 

Alex alejó su mano del chico y se dispuso a marcharse, pero de nuevo Kyle le cerró el paso.

 

-por favor, Kyle…déjame ir.

 

-ya lo escuchaste…¡¡aléjate de él!!

 

 

Ambos chicos voltearon. Alex reconoció el rostro de Max y la mirada de fuego. Max le encontraba en una actitud sospechosa con Kyle….de nuevo.

 

 

 

-eres un hermano muy protector.

 

 

Max entrecerró los ojos, quien se creía ese chico para meterse en su relación.- escucha rubio, no  quiero verte cerca de él-. Señalando a Alex, este aún no podía creerse la escena. Un rubio y un castaño estaban debatiéndose por él.

 

 

-me llamo Kyle, te agradecería que me llamaras por mi nombre.

 

 

 

Alex se acercó a Max, casi para hablarle en un susurro. –por favor, Max…es tarde y tenemos que irnos.

 

 

 

-vaya, vaya-… interrumpió Kyle…- ahora compruebo que si me habías mentido, Alex. No tienes a nadie, es tú hermano quien te obliga a irte con él.

 

 

Max se acercó de forma peligrosa hacia el chico. – no sabes nada de mi y Alex, no te conviene especular sobre aquello que no sabes.

 

 

-¡¡basta los dos!!-… intervino Alex…- es cierto Kyle, me voy con mi hermano, pero no me obliga…y Max, no hagas un escándalo aquí, Tenemos que irnos.

 

 

Max se alejó del rubio y tomó a Alex de la cintura conduciéndolo a la salida del colegio. Mientras que Kyle los miraba con recelo, no iba a permitirle a Max que lo alejara de Alex.

 

 

 

-¡¡me gusta tú hermano…no me alejaras de él tan fácil!!

 

 

 

Max se paralizó frente a la confesión, giró sobre sus pasos, ahora se dirigía hacia Kyle con ninguna buena intención. Iba a enseñarle a ese chico una lección, nunca tendría una oportunidad con Alex, nunca.

 

 

-Max, no…por favor, ya le dije que no siento lo mismo. Tú lo sabes… tú sabes.

 

 

 

Max se detuvo, la confesión de su chico le calmaba, auque solo un poco. Dirigió una última mirada de advertencia hacía  Kyle, quien la devolvió de forma retadora.

Kyle no dejaba de pensar en la extraña relación de ese par de hermanos. Estaba dispuesto a descubrir que había detrás… descubrir el motivo de la repentina huida. En la guerra y en el amor se vale de todo y él lucharía con todo por quedarse con Alex…ya estaba decidido.

 

 

 

 

 

******************** 

 

 

 

 

Ambos chicos entraban en la mansión, que ahora lucía muy lúgubre, las cosas estaban tapadas por largas sabanas blancas. Era una clara señal que pensaban abandonarla pronto.

 

 

-por que será que cada que vez que te veo, ese chico esta cerda de ti, abrazándote, tomándote de la mano…

 

 

Decir que Max estaba molesto era poco…¡¡estaba furioso!!

 

 

-bueno, pues…tú lo escuchaste, le gusto. Es por eso que siempre anda cerca de mí.

 

 

Max tomó del brazo a Alex, apretándolo muy fuerte. –y tu estas muy feliz ¿no? te gusta recibir su atención.

 

 

-no digas tonterías-. Zafándose  bruscamente del agarre de Max…- aquí el único infiel has sido tú.

 

-Nunca vas a olvidarlo, siempre me lo echaras en cara…

 

-Es fácil para ti decirlo, no fuiste tú quien vio  a quien ama revolcándose con otro justo ahí arriba.

 

 

 

Ahora ninguno decía nada…Max no tenía argumentos que lo defendieran de tal acción y Alex lo sabía. Aprovechaba esa carta que desarmaba las defensas de Max. Estaba enojado por marcharse, por dejar la casa que le vio nacer, crecer…reconocía que Max no tenía culpa de nada, el solo quería protegerlo. Pero aún así estaba molesto con todo y todos.

Si nada más que decirse, el menor comenzó a subir por las escaleras….

 

 

 

 

-¿es una venganza?- la pregunta que salió de los labios de Max, llegó hasta el corazón de Alex, este volteo y desde arriba le mirada.

 

 

-debería…es mi derecho, alguien gusta de mi….alguien como Dante, alguien con quien engañarte, como tú lo hiciste…si, es mi derecho.

 

 

 

El corazón de Max se encogió dolorosamente, Alex no podía hacerle eso, no después de lo que ellos tenían ahora, no después de todas esas noches de entrega y amor.

 

 

-no lo hagas…me matarías si lo hicieras.

 

-Max, no seas dramático…yo no me morí ¿ves? Sigo aquí.

 

 

Max cerró sus tristes ojos azules…-Alex, a veces, cuando te lo propones, eres muy cruel.

 

 

Alex sabía que en verdad estaba siendo cruel, sabía que Max lo amaba y lo estaba hiriendo donde más dolía. En su interior no sabía si lo hacia por venganza, en verdad nunca lo había pensado hasta que Max lo mencionó. Pero ahora…ahora lo estaba considerando seriamente. Él amaba a Max, y le había dicho que le perdonaba la traición, pero en  verdad nunca lo hizo sinceramente. Cada vez que recordaba aquella imagen con Max sobre ese chico le hervía la sangre, sin contar con la presión que vivían ahora, todo ello estaba estallando justo en ese momento.

Max seguía mirándole desde debajo de las escaleras, Alex arriba, quien lo miraba de forma indiferente.

 

-Max…no lo haré….no soy como tú…no soy un sucio tramposo, si  quisiera estar con Kyle terminaría contigo.

 

 

El mayor subió las escaleras y cuando estaba cerca de Alex, le abrazo ligeramente, luego le dio un beso en la mejilla. Después bajó de nuevo las escaleras…

 

 

 

-Max, ¿A dónde vas?

 

 

-este sucio tramposo tiene que despedir al servicio y arreglar mucho cosas  antes de irnos.

 

 

 

Max salió azotando la puerta. Sabía que Alex estaba bajo mucha presión, que ambos los estaban, por eso se alejó antes que pasara algo de lo que después pudieran arrepentirse.

Atravesaba el amplio jardín, esta vez no iba a tomar su auto, quería caminar y despejarse, pero tampoco se alejaría mucho, después del incidente con las fotos sabía que podían entrar en la mansión con mucha felicidad.

No tenia decidido a donde irían, estaba dispuesto a enfrentar su tía, pero no quería exponer a Alex, quería mantenerlo lejos para pelear sin preocuparse por él. No había comentado sus planes finales con el menor, se irían juntos, luego el lo dejaría en ese lugar seguro que encontraran, el regresaría y pelearía con Diana…si Alex supiera justo eso ahora, lo odiaría…no quería pensar en ello.

 

 

Estaba afuera de la casa, reclinado sobre un árbol de la calle, mirando lo solitario que lucían esos lugares de gente rica, todos dentro de sus grandes casas.

 

 

 

-¿pensando en mi?

 

 

Max giró para encontrar una voz conocida, que era acompañada de una figura de un chico moreno de cabello muy corto y con una particular sonrisa cínica.

 

 

 

 

-Dante…estas…vivo.

 

 

 

 

 

Continuará...

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