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El fuego en mí por Daggett

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Notas del capitulo: ¡¡últimos capítulos!!

Episodio 19

Las mentiras de Mamá


Max entraba de nuevo en la casa. Ya no se ausentaba mucho desde que descubrió que Dante vivía, quería ver si Alex estaba bien, a pesar de la riña que tuvieron, nunca dejaría de preocuparse por él. Menos ahora, cuando sabía que Diana y Dante estaban de regreso.

 

Al cruzar la puerta iba a dirigirse hacía las escaleras, pero escuchó voces en el estudio. Una de ellas era de Alex, la otra…también era conocida, era de su madre adoptiva, su madre adoptiva muerta. Entreabrió la puerta para escuchar…

 

 

-Alex…ya te he dicho, no debes enfadarte con él.

 

 

La mujer recargaba las manos en el asiento frente al escritorio, Alex estaba en pijama, sentado y con los pies encima del asiento de enfrente. Max no podía verle el rostro. La mujer continuaba…

 

 

-A veces Max no se controla, es muy posesivo.

 

 

El aludido no pudo evitarlo, irrumpió en el estudio de forma poco educada…-¡¡no me gusta que nadie intervenga por mi!!-. Nancy le miró sin sorpresa, parecía indicar que ya lo esperaba. Alex volteó y Max le descubrió…estaba llorando, era evidente que ver a su madre le dolía. El mayor se arrodillo para abrazar al chico…

 

 

-le haces daño, no deberías de….

 

-¿regresar y ver a mis hijos?

 

 

Alex comenzó a sollozar…-Mamá, Max   ha estado muy irritado, no le hagas caso.

 

 

-ningún irritado-. Respondía con molestia, puso ambas manos en las mejillas de Alex, para limpiarle las lagrimas, al tiempo que le hablaba casi susurrándole…-ella no es mamá, se le parece, habla como ella, piensa como ella, se mueve como ella y hasta huele como ella, pero créeme cuando te digo que no es mamá.

 

El chico apartó las manos de Max bruscamente…-¡¡no digas eso!! Ella…ella es mamá.

 

-Alex, no lo es…

 

 

Nancy tomó asiento, sonriendo a ambos chicos. Alex estaba convencido que ella era su madre, que de alguna forma, ella podía volver.

 

-Max, Alex…yo soy su madre. Parece increíble, pero verán… solo se me permite volver para…

 

-¡¡cállate!!-. Rugió el mayor…-estuve hablando con Dante, él dice que un muerto no vuelve en forma de fantasma ni nada parecido. Un cuerpo puede ser reanimado, pero tú no eres eso. Eres otra cosa.

 

-¿Dante?-. Alex le miraba con resentimiento.

 

 

La mujer tras el escritorio dejó de sonreír…-¿confías más en Dante que en mí?

 

 

-es verdad que su palabra no vale mucho, pero de alguna forma, puedo sentir que no eres real. No eres ella…

 

 

La mujer se puso de pie, miraba el retrato donde aparecían los padres de Alex…les miró en forma inquisitiva, luego miró a Alex, sus ojos mostraran toda esperanza que  desmintiera a Max. Este en cambio le observaba con sumo cuidado, analizándola.

 

 

-es verdad…no soy Nancy, tampoco fui William aquella noche.

 

 

Alex se abrazó  a Max, estaba destrozado. Max en cambio estaba lleno de furia, su chico sufría una tortura psicológica a causa de esa cosa.- podías estar en dos lugares a la vez…-¿Qué  eres entonces?

 

 

La mujer rodeó el escritorio para quedar frente a los chicos. Su mirada cambió, sus gestos. Alex ahora podía verlo, esa mujer que tenia un parecido exacto con su madre, en realidad no lo era.

 

 

-Max… ¿nunca te has preguntado de donde vienen tus dones? De donde vienen todos aquellos que son como tú?

 

 

Max y Alex se miraron, luego el mayor levantó la vista hacia la mujer para responder…-siempre me sentí diferente por tenerlos, la pase mal. Nunca me ha interesado el saber de donde viene mi condición.

 

-has hecho muy mal.- respondía. –por eso mismo Diana ha tomado ventaja de ti y de otros ilusos como tú. Ella es fuerte donde radica la ignorancia.

 

 

-¿Qué sabes de Diana?- Preguntaba el mayor.

 

-solo sé que es una patética perdedora…lo que te hace especial a ti, lo que alguna vez ella tuvo, es…selectivo. El niño que lo tiene puede perderlo debido a…muchas razones, el caso es que ella nunca representó algo especial para sus dones y para mi, por eso sus dones la abandonaron. Por eso roba lo que no le pertenece.

 

 

-eso ya lo sé, yo quiero…

 

-no es importante, ella no es nadie especial, ya te lo dije…es un pequeño estorbo, ha matado muchos de mis niños. Seguirá haciéndolo hasta que tú termines con ella. Mis apariciones solo han tenido una excusa. Terminar con ella, ayudarte a terminar con ella.

 

-¿tus niños?

 

-mis niños…soy la fuente.

 

 

Max se retiró del lado de Alex, se levantó para mirar de frente a la mujer…-¿la fuente?

 

 

-no es el momento de que lo sepas todo…pero debo decirte que Diana me ha dañado. Matando a muchos de ustedes me ha debilitado, por eso tomó esta forma. Mi verdadera esencia esta muy débil. Debes terminar con Diana antes de que siga matando a los tuyos. Que…finalmente, son los míos.

 

 

-haré lo que tenga que hacer,  por librarme de ella, por amenazar la vida de Alex, pero no por ayudarte. Nunca te perdonaré por jugar con los sentimientos de Alex, por atormentarlo con el rostro de su madre.

 

-era necesario, Max…no me conviene que ustedes se separen. He notado que este chico te da fuerzas. Luchas y eres feliz por él. No puedo permitir que lo pierdas, pues si lo pierdes, yo te pierdo a ti…y tú, eres especial.

 

 

Alex se levantó y se situó junto a Max, para mirar de cerca el falso rostro de aquella mujer. Casi por instinto, Max le pasó un brazo por la cintura, protegiéndolo.

 

-ya vete…no vuelvas.

 

-perdona, pero si es necesario volveré…

 

-no te necesito

 

-pero yo a ti si. Si quiero volver a ser como antes, necesito de ti y otros dos. Ustedes tres. Afortunadamente, Diana no descubrió al tercero. Ni siquiera sabe que tan especiales son…si supiera.

 

Ante eso último, la mujer sonrió con malicia…

 

 

-te he dicho que te vayas… ¡desaparece! o lo que sea que hagas. Dante me dijo que un fantasma le ayudó a sobrevivir. No estoy convencido de que lado estas.

 

 

 

-tengo que mover las fichas de este juego, tengo que valerme de todo, aposté por Dante y creo que perdí.

 

-no te creo, por favor vete ya.

 

 

-perdóname por no ser tú madre, perdóname por no ser William, tú padre… pero ellos están muertos gracias a Diana. Al menos por ellos harás lo que digo. Mátala y todos seremos felices.

 

 

La mujer miró a Alex, le sonrió y luego desapareció. Alex se abrazó al mayor. –creí que era ella, Max…nunca lo fue, nunca regresó-. Alex lloraba de forma amarga, mientras Max le abrazaba. Estaba sumamente furioso. Como pudo jugar con los sentimientos del chico. Hasta con los suyos. Cuando Diana le describió a William se había puesto feliz, pensaba que era su padre el que había visto aquella noche, pero no lo era, todo era un engaño, uno muy cruel.

 

 

 

**************  

 

 

 

-ya le he dicho al servicio que nos vamos de vacaciones-. Declaraba, Max…-la casa estará cerrada hasta que…

 

No pudo terminar, no sabía si algún día volverían a su hogar. Alex contemplaba la vista de su ventana, apenas y escuchó a Max. De pronto todo le parecía tan irreal, no parecía esta su vida. ¿A donde se había ido su vida? Sintió la mano del mayor tocar su hombro, rápidamente y de forma brusca se deshizo de ella, estaba molesto.

 

-dime, ¿cuando ibas a decirme que tu ex novio estaba con vida?

 

-por Dios, Alex, ya te he dicho que Dante nunca fue mi novio, cuantas veces vamos a discutirlo.

 

-¡¡MUCHAS!!-. Alex se levantó violentamente para encarar a Max…-¡¡ todas la que hagan falta!! No puedo olvidar lo que vi aquella noche, Max, lo he intentado te lo juro, simplemente no puedo.

 

Max sabía perfectamente que el chico no le había perdonado, solo por que lo amaba, aceptó estar con él de nuevo. Max no podía regresar el tiempo.

 

-escucha, Alex…no puedo hacer nada para cambiar el pasado, pero si puedo demostrarte que solo te quiero a ti. ¿Cuándo lo vas a entender?

 

Alex rodó los ojos…-que fácil es para ti, Max. Tú no fuiste el traicionado.

 

-pero, Alex.

 

-no…simplemente nunca hablamos de esto, de repente paso toda esta pesadilla y nunca hemos podido sanar ese problema.

 

Max sabía que Alex tenía razón…- tienes razón, nuevamente estoy en tus manos, tu debes decidir.

 

 

-ja, lo sabía…para ti solo es un “supéralo y avísame” ¿sabes que?, puedes irte al infierno, Max. El saber que “ese” sigue por aquí me traído todos esos recuerdos. Más te conviene estar alejado de mí.

 

Max estaba por salir, convencido que lo que ahora necesitaba Alex era espacio, pero algo nubló sus pensamientos, entonces volteó, tenía que sacarse la espina. – ¿no será que ahora tienes estas dudas por ese chico rubio?

 

-¿Kyle?

 

-ese mismo, ese con el que según me dijiste, podías tener algo solo para vengarte de mi.

 

-por dios, Max…sabes que lo dije por que estaba enojado.

 

-yo también lo creí así, pero ahora…

 

-piensa lo que quieras, no me interesa… ¿te das cuenta que estamos a punto de terminar?

 

 

Ante tal declaración, Max se acercó y tomó al menor de las mejillas con ambas manos, no era un toque brusco, todo lo contrario.- eso nunca, Alex…créeme que te lo digo en serio, quien se atreva a ponerte la manos encima lo haré hervir con fuego hasta que el globo de sus ojos se derrita y estallen.

 

 

Alex abrazó al mayor, en verdad no quería pelear, en verdad ya había perdonado a Max, pero los recuerdos… él era muy orgulloso, no podía evitar que algunas veces ese fantasma regresará a atormentarlo de nuevo, además, no ayudaba mucho el saber que Dante había vuelto, que había vuelto a rondar a Max.

 

El mayor correspondió al abrazo, sabía que por el momento, todo estaba bien de nuevo, al menos su relación.

 

-vamos, Max…demuéstrame cuanto me amas.

 

 

El mayor no necesitó oír más, recostó al chico en la cama, rápido le bajo los pantalones y subió un poco su camisa, para jugar con los pezones de Alex. Esto era una entrega rápida y desesperada. Los dedos de Max buscaron la estreches de Alex, no lo preparó mucho. El mayor solo bajó la cremallera de sus pantalones y así sin desvestirse penetró al chico con premura. Ambos lo ansiaban así, se necesitaban ahora mismo.

 

 

Algún rato después, cerca de las escaleras se veían un par de maletas, los chicos no llevarían mucho equipaje. Max ya había comprado los boletos del tren. Usarían ese medio de transporte para distraer a Diana o Dante.

Con todos los problemas que emocionales que tenía, Max no le había dicho a Alex, que solo lo acompañaría parte del viaje, el se encargaría de dejarlo en un lugar seguro y luego volvería…pues estaba decidido a terminar su conflicto con Diana. Si todo salía bien, el después regresaría por Alex.

 

Ya todo estaba listo, mañana por la mañana se iban…Alex se iba.

 

 

Max bajaba por las escaleras con las maletas. Mientras Alex colgaba el teléfono.

 

-¿quien llamaba?

 

-era…era Lucy, ya sabe que nos vamos, pero quiere despedirme.

 

-Alex…

 

-Escucha, Max…ella quiere que salgamos a bailar esta noche,. Solo para despedirnos, es mi mejor amiga, déjame despedirme, déjame disfrutar esta noche.

 

-esta bien, pero yo te acompañaré…

 

-perfecto.

 

Ambos chicos se sonrieron y subieron de nuevo juntos, tenían que asearse para salir, tenían una noche para divertirse. Una última noche.

 

 

 

******************   

 

 

 

Diana sonreía de forma divertida, mientras Dante se llenaba de orgullo.

 

-te lo dije, Diana. Cuando entre a dejar la carta, puse varios micrófonos por las casa, ahora sabemos donde estarán esta noche.

 

-eres muy listo, Dante…demasiado.

 

 

Rocky se tragaba el orgullo, sentado en una esquina, olvidado por la pelirroja. De verdad detestaba a Dante. Por más que Diana le decía que ya no confiaba en él, los hechos mostraban lo contrario. La mente de Rocky daba vueltas, debía encontrar una forma de quitar a Dante del camino. Debía haber una forma…

 

 

Diana jugaba con su cristal, al tiempo que miraba a Dante para darle ordenes…- bueno ya sabes que hacer Dante, en ese antro debes provocar una pelea entre esos dos… sepáralos.

 

-será un placer, Diana… de eso puedes estar segura

 

-ya retírate, Dante…debo hablar con Rocky en privado.

 

 

El chico obedeció y salió del lugar, dando una mirada burlona a Rocky que seguía irritado en su esquina. Cuando ambos quedaron solos, Diana leyó en los ojos del chico la rabia que lo consumía.

 

-Rocky, ya te dije que no debes preocuparte…Dante es historia para mi.

 

-sin embargo…

 

-sin embargo lo estoy usando, ese tonto cree que me usa a mi para vengarse de Max, pero no es así.

 

Diana miró al gran espejo que había es su oficina…-pronto… Max, Alexander y Dante tendrán lo que merecen.

 

Rocky sonrió con malicia, su mal humor había pasado…- ¿que harás, Diana…?

 

 

La pelirroja no respondió, pero sus ojos centellaron con diversión.

 

 

-¡¡ya basta mujer!!

 

La chica volteó ante la brusca intervención. Tanto ella como Rocky miraron a un niño rubio que les miraba con furia.

 

-ah…Rocky, te presento al fantasma de mi padre, le gusta aparecerse como niño.

 

El intruso negó con la mirada…-mujer, no soy tu padre…

 

 

-lo sé…siempre lo he sabido, dime algo nuevo.

 

 

El niño se paseó junto a Rocky para llegar frente a Diana, ambos de frente mirando el espejo. Fue el niño quien habló…- ya me has jodido bastante, pero créeme cuando te digo que esto estar por terminar.

 

-lo mismo dijiste aquella vez y mira…

 

 

-escucha, mujer… al matar a los míos, me has debilitado, pero todo esta por cambiar. Max va a patearse el trasero.

 

 

-¡¡no me amenaces!!  Primero consigue un cuerpo real, no se que seas, no me interesa, pero si cada vez que acabo con un niño te debilito…eso quiere decir que ahora lo haré doblemente. Tú protegido Max es historia.

 

 

El niño sonrió con falsa dulzura…sus ojos eran la viva imagen del odio. –solo vine a ver por última vez tu patético rostro, Mujer.

 

-ya vete… papá.

 

 

El chico desapareció ante la aterrorizada mirada de Rocky.

 

 

-¿sabes, Rocky?  Anota en mi lista de mañana, ir de nuevo a la sonrisa del diablo, quiero saber que es esta cosa…pero que sea mañana por la tarde, recuerda que esta noche tengo trabajo y es probable que me desvele.

 

Rocky asintió gustoso, le encantaba servir a aquella mujer.- como gustes, Diana.

 

 

-bien, ahora me voy… me encanta la estación del tren, es tan romántica. Y si a eso le añadimos la huida de los chicos…por cierto, ¿ya te conté que una vez ataqué a una parejita cuando intentaban huir de su colegio?...

 

 

 

 

 

continuará...

 

Tan solo 3capítulos más para el final... 


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