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El fuego en mí por Daggett

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Notas del capitulo: Tan solo dos capítulos más para el final

 Episodio 21

 

Cruel 

 

 

 

Lucy y Thomas se levantaban del suelo, la chica apoyaba a su novio con el brazo, pues este estaba débil debido al golpe, le sangraba el rostro.

-Lucy, vete de aquí…lleva a tú novio al hospital y no comentes nada de esto.

Las palabras de Max sonaban frías y vacías. Sus ojos azules solo miraban a otro par de ojos idénticos a los de él. Lucy no entendía nada, pero comenzó a retirarse, aunque no muy segura de dejar a Max, pero ella había visto como hizo girar el arma en el aire, como le habían disparado a esa extraña mujer que aún seguía en pie. No encontraba ninguna explicación, pero sabía que Max tenía que arreglar esto solo…ella solo estorbaría.

-Bien, querido sobrino, has eliminado al indebido público.


Los ojos azules de Diana aún estaban rojizos, sus heridas de balas sangraban, aunque no en gran cantidad, la mujer parecía estar lista para una batalla y más.

-¿Diana, quieres que alcancemos a ese tren en la próxima estación?- preguntaba Dante, lleno de esperanza.

-no…Max debe decirnos hacía donde va Alexander.

-primero muerto- respondió Max…

-así sea…- amenazó Diana


Diana levantó las manos y con ellas Max se elevó del piso tomándolo desprevenido. Con una señal de la pelirroja, Max volvió al suelo violentamente. Su tía sonrió al verlo caer. De nuevo volvió a elevarlo, pero esta vez Max levantó una mano creando una esfera de fuego, la lanzó desde el aire contra Diana, esta tuvo que quitarse.
La esfera impacto, creando un pequeño hueco en el piso. Rocky y Dante se alejaron.
Diana se levantó del piso sonriendo…-en verdad, Max…eres poderoso, pero no tienes técnica.

Max de nuevo convocó una llamarada y la arrojó contra Diana, esta la paralizó en medio de ambos con su mano derecha. Su mano izquierda la alzó y apretó el puño.
A Max comenzó a faltarle el aire, Diana podía paralizar su fuego mientras lo ahogaba. El chico no podía defenderse y atacar al mismo tiempo, después de todo era verdad, le faltaba técnica. Pronto, Max cayó de rodillas al piso, el fuego murió y Diana pudo caminar hacía él. Rocky y Dante se miraron cómplices, Max estaba acabado.

-¿lo ves?...ay querido sobrino…ha sido todo tan fácil.

Max se ahogaba, el aire le faltaba en sus pulmones. Pero Diana no lo quería muerto…ella relajó el puño y Max comenzó a respirar con dificultad. Ahora lo tomaba con ambas manos del rostro.-mírame, querido Max…mírame bien-. Los ojos de Diana se oscurecieron y se conectaron con la mirada de Max, que estaba muy golpeado y apenas recuperando su respiración…-voy a mostrarte que tan avanzados son mis poderes mentales…no dejes de mirarme…

El chico se tensó, de pronto se sintió en una celda de la cual no podía salir, su mente se hallaba muy lejos de su cuerpo, escuchando la voz de Diana…-eso es, querido sobrino…ahora dime, ¿a quien perteneces?

La mirada de Max cambió, seguía teniendo esos hermosos ojos azules, pero ahora estaban dilatados, sus cejas estaban entornadas, dándole una apariencia maligna a su rostro.

-yo solo te pertenezco a ti, querida tía…

Rocky miró con asombro, nunca había visto que Diana usara esa clase de control mental. No así Dante, él ya había visto que Diana los usase en otra persona. Por el momento se alivió, pensó que Diana mataría a Max sin contemplaciones, pero al parecer, los planes de la pelirroja apenas comenzaban.

Max y Diana se levantaron del suelo. Max sonreía de forma divertida mientras Diana la devolvía con complicidad.

-y dime, Max… ¿Qué harás para complacerme?

-voy a ir a buscar a ese niño idiota y traértelo, querida tía…

-así es…solo tú sabes hacía donde va, solo tú puedes traérmelo.

-lo que sea para complacerte…

Dime, querido sobrino… ¿aún lo amas?

Este nuevo Max pareció pensárselo un poco, pero al final respondió con una sonrisa…-me gusta, es todo…quiero divertirme con él.

-lo harás.


Diana volteó hacia unos muy sorprendidos, Rocky y Dante. Max se acercó a ellos…primero a Rocky, para besarlo fugazmente en los labios, este enseguida se llevó el dorso de la mano a la boca para limpiarse los labios y después escupir con asco al suelo. Mientras, Max se acercó a Dante, le jaló por el cuello de la camisa y lo besó apasionadamente, metiéndole mano por todos lados. Dante, quien nunca había probado los labios de Max, estaba en el cielo. Bueno, lo había besado hace un rato en el baño del antro, pero esto no se le parecía.

Diana sonreía al ver la escena…

-Dante, Max… vayan por Alexander…yo los esperaré en casa…

Max se retiró de los labios de Dante dándole un pequeño mordisco en el labio inferior. Dante sonreía de forma feliz, en verdad estaba feliz por tener a Max…

De inmediato los dos chicos partieron, solo los ojos azules de Diana los seguían, esta caminó y notó que se mareaba, tenía que llegar a casa y curarse de inmediato. Rocky lo notó enseguida y la tomó para que no cayera.

-Gracias, Rocky…

-Diana… ¿confías en que te van a traer a ese niño?

-sé lo que piensas, pero Max esta bajo mi control, él no permitirá alguna locura de Dante…descuida. Para mañana tendré a Alexander y los poderes de Max.

-te has encaprichado con ese niño…

-ese niño…será como tú…uno de los míos.



La pareja se alejó entre la niebla de la estación del tren.


********************

Dante y Max abrían las puertas de la mansión. Max había insistido que antes de partir tenía que cambiarse y Dante aprovecharía para curarse el oído.
Apenas estaban atravesando la sala, cuando Max descubrió una persona conocida.

-Tío, Nigel…que agradable sorpresa.

El hombre de mirada severa se levantó de su asiento…-no soy nada tuyo…huérfano.

Max sonrió ante el calificativo.

-Dante, puedes subir a curarte, yo atenderé al anciano.


Nigel miraba con aprensión al otro chico que subía cómodamente las escaleras

-desde cuando metes a tus mugrosos amigos a la casa de Alexander.

-esta también es mi casa, me la heredó Robert

-vaya…ya no son tus padres, como has cambiado muchacho…al fin sacaste el cobre.

Max se sentó y subió las piernas en la mesa de centro…-¿vienes a algo especial?

-solo quería ver a mi sobrino… ¿Dónde esta?

Max levantó las manos con insolencia…-pues no esta aquí.

-¿que?

-lo que oyes, hiciste un largo viaje para no encontrarlo. Como puedes observar (señalando los muebles tapados por sabanas) nos estamos mudando, él ya se adelantó.

-no…no puede ser…esta casa….

-deja de balbucear, Nigel…esta vieja casa me estaba cansando ya.

-insolente…pero no has ganado aún.

-Nigel, me aburro.

-la próxima vez que nos veamos, será para pelear en un juicio las propiedades y el dinero que le pertenecen a la familia…a Alexander. Te voy a dejar en la calle, de la cual no debiste salir.

Max se levantó y fue rápido hacía donde estaba Nigel, lo levantó violentamente y de nuevo lo arrojó al sillón.

-¡¡escucha anciano!! Deja de amenazarme, te juro que no te conviene…lárgate y en verdad vuelve cuando puedas hacer algo…

Nigel se arregló la corbata y salió, cuando estaba por cerrar la puerta lanzó su última amenaza…-te lo advertí, mugroso…la próxima vez que me veas será para sacarte de aquí a patadas.

El hombre cerró de un portazo. A Max no le interesaban sus amenazas. Rápido olvidó a Nigel y subió las escaleras en busca de Dante. Quien se encontraba en el baño de Max, lavando la herida en su oreja.

La camisa de Dante estaba en el suelo, Max se acercó por detrás y lo abrazó. Dante podía ver como Max le sonreía por el espejo. El castaño ahora recorría descaradamente el pecho de su nuevo amigo, torturando un pezón mientras la otra mano se introducía dentro del pantalón, palpando la erección de Dante.

-Max…tú no sabes lo que soñaba con esto.

-lo sé…- mordiendo su oreja, volviéndola a lastimar…-alguien como tú no puede aspirar a alguien como yo.

Dante quien de nuevo sintió la sangre correr por su oreja, se despegó de Max para volver a lavarse. Max le guiñó un ojo.

-te espero afuera, no tardes mucho, Dante.



********************

Era una casa alejada de la ciudad, los terrenos eran muy grandes, dicha casa era de dos plantas. La reja electrificada se abría para dar paso a un automóvil rojo que aparcaba muy cerca de la puerta principal
Rocky descendió del auto e inmediatamente después abrió la puerta trasera para ayudar a Diana. Le pasó un brazo por los hombros. La pelirroja estaba muy débil, apenas podía sostenerse en pie. El despliegue de energía contra Max y las heridas de bala habían dejado duras secuelas, si no fuera por que esa mujer estaba lejos de ser normal, ya estaría muerta.
Ya dentro de la casa, Rocky la recostó en un cómodo sofá. El lugar era igual de elegante que su anterior departamento, este era el verdadero hogar de Diana. El lugar que quemó Max era su refugio, el de Dante y Marina.

-Rocky…traela aquí, no puedo dar un paso más.

El chico asintió y se alejó rumbo al sotano de la casa, tan solo fue un minuto, enseguida volvió acompañado de una joven mujer de cabello corto. Rocky dejó a la chica frente a Diana.

-Nina…que bien hice en no quitarte tus poderes…siempre supe que algún día me harías falta…

Nina asintió gustosa. Rocky sabía que estaba bajo control mental desde hacía mucho tiempo, era una prisionera de Diana.
Nina se inclinó a la altura de Diana, la levantó suavemente en un abrazo, mientras la otra mano la dirigía a su rostro. Las heridas de Diana comenzaron a cerrar, sus ojos que estaban rojizos volvieron a tonarse limpiamente azules. Pronto, Diana sintió sus fuerzas renacer de nuevo, apartó a Nina con despreció, la chica cayó al suelo, pero seguía sonriendo.

-ya llévatela Rocky, se ha ganado la comida del día…dale comida de perro. Aún no olvido como se defendió la primera vez que fui por ella. Tonta…debió saber que volvería.

Rocky sonrió, levantó a Nina y la llevó a encerrarla de nuevo.

Diana pasaba las manos en su pecho y abdomen, mirando sus heridas cerradas. Sonrió con satisfacción. Si hubiera robado los poderes de Nina, tarde o temprano los pedería, como siempre pasaba, ahora comprobaba que fue mejor conservar prisionera a la chica. Metió las manos en su bolsillo sacando el cristal, lo miraba detenidamente, observando su reflejo, buscaba una nueva victima.

-necesito una recarga…una buena.


**********************





Dentro de un tren en marcha, Alex estaba desesperado mientras Kyle trataba de calmarlo, al rubio le había costado mucho trabajo para que Alex entrara, ya que el chico quería regresar y cada estación que pasaban era una lucha para que no lo hiciera.

-escucha, Kyle…tú no sabes…Max esta en graves problemas

-ya lo creo, pero… ¿viste lo que hizo con esa arma?

-Max…él es especial-. Los ojos negros de Alex brillaron de emoción, pero sin perder su tristeza.

-ye veo-. Contestaba el rubio, ya no quiso mirar a Alex, volteó a observar la negrura del paisaje…-ahora comprendo que no puedo competir con él…nunca ganaré.

Alex tomó el rostro de Kyle entre sus manos para que de nuevo lo mirara…-no tienes que competir y compararte con nadie. Puedo ver que tú…a tú modo, eres especial. Y te lo repito, si las cosas fueran diferentes….

-no lo digas, Alex…eso me lástima más.


El rubio acercó el rostro al de Alex y este no se movió, entonces decidió darle un fugaz beso en la comisura de sus labios. Alex respondió abrazando al rubio fuertemente. Alex se sentía morir, Max estaba en gran peligro y él lo había dejado.


-Oh Kyle…lo he traicionado, el siempre me ha protegido y yo lo dejé.

Kyle abrazó con más fuerza al chico para consolarlo…-no digas eso, fue su decisión. Creo que el te sigue protegiendo hasta el final.

-si él muere yo…

-no pienses en eso…esa mujer estaba herida, ya veras, quizás cuando lleguemos, Max ya estará esperándote.

Alex dejó de llorar ante las tranquilizadoras palabras de Kyle. Pero ninguno rompió el abrazo. Así continuaron mucho tiempo. Kyle, odiaba sus sentimientos, aquellos que gritaban por que Max nunca llegara. Por otro lado…sabía que esto devastaría a Alex, algo que tampoco quería. Pronto Kyle dejó de pensar, por ahora tenía al chico en sus brazos, nunca olvidaría su olor, este momento…nunca, pasara lo que pasara.


Por fin llegaron a su destino, un pequeño pueblo vacacional. El sol picaba duramente en ese lugar, sobre todo por la mañana.

Alex y Kyle bajaron. El primero reconoció el lugar, las ultimas vacaciones las había pasado ahí, al lado de sus padres y Max. Ahora sabía que Max lo llevaría a la casa de la playa que tenían.

-conosco el lugar, sé a donde ir.

Kyle sonrió y asintió dejándose conducir por el chico.

-Alex, cuando lleguemos quiero telefonear a mi hermana, para que no se preocupe.

-claro.

Oscuros pensamientos nublaron la mente de Alex…. ¿el podía llamar a Max? Sabía que el mayor no lo aprobaría, el tenía que esperar, pero, ¿si nunca volviera? De pronto sintió la mano de Kyle en su hombro, volteó a mirarlo…sonrió débilmente mientras salían a tomar un taxi.

Después de un rato, Kyle y Alex estaban caminando a la orilla de una tranquila playa, las casas estaban muy lejos unas de otras. Alex recordó aquel viaje junto a sus padres y Max.
Finalmente, Alex le señaló a Kyle el lugar a donde se dirigían. Una casa no tan grande como la mansión, pero si muy bonita. Rodeada por una larga barda para protegerla.

Pasando por la puerta principal, caminaban por un pasillo rodeado de flores, aún se podía escuchar el sonido del mar. Alex sacó las llaves de su bolsillo y abrió la puerta, el lugar estaba pulcramente limpio. Kyle observaba con atención una sala de buen tamaño, el color blanco predominaba en todos los muebles y la decoración.

-Este lugar es muy bonito, Alex.

-era…era un refugio de mis padres, tengo tantos recuerdos de este lugar.

-¿fuiste feliz aquí?

-mucho.

Alex dejó sus maletas. La casa tenía dos habitaciones, una era muy grande, que correspondía a sus padres, la otra era de él, que luego compartía con Max.

-¿sabes?...creo que debería tratar de comunicarme con Max…

-Alex…es tú decisión.


El chico se debatía internamente entre hacer esa llamada o no. Por otro lado, Kyle sacaba su teléfono móvil para hablar con su hermana. Tenía que justificar su ausencia.
Alex aprovechó y se dirigió al cuarto de sus de sus padres, apenas abrió la puerta cuando decidió no ocuparlo, simplemente no podía…volvió a cerrarlo.
Cuando Kyle terminó su llamada fue en busca de Alex, lo encontró atravesando el pasillo, estaba parado frente a la habitación más pequeña.

-¿Qué pasa, Alex?

-no quiero ocupar la habitación que era de mis padres, tú dormirás en mi cuarto y yo en la sala, hay un cómodo sillón.

-de ninguna manera, tu debes estar en tú cuarto.

-Kyle…

-No, pero mira…podemos estar los dos en tú habitación, yo dormiré en el suelo.

-pero, Kyle…

-ya esta decidido.

Kyle terminó la conversación guiñándole un ojo al otro chico, quien no tuvo más remedio que aceptar.
Cuando la tarde llegó al tranquilo lugar, Alex se dio cuenta que en la cocina no había muchos víveres. Así que ambos chicos salieron de compras, al regresar, Kyle se ofreció a preparar el menú, alegando que tenía mucho tacto para cocinar.
Después de la cena, los chicos se encontraban acostados, bajo mucha insistencia, Kyle estaba acostado en el suelo, tendido sobre una muy gruesa sabana para protegerse del frío suelo, Alex estaba en la cama, aún sin poder dormir. Max no había llamado en todo el día y eso lo tenía al borde de la desesperación. Comenzó a llorar, a pesar de que trato de que sus gemidos no fueran audibles, Kyle lo escuchó. El rubio, rápido se levantó y se sentó en la cama, mientras comenzaba a acariciar el cabello de Alex.

-Alex…no te atormentes así.

-algo malo sucedió…yo lo sé, Max ya debería de haberse comunicado conmigo.

-tranquilo…esa mujer, lo que sea…es peligrosa, quizá Max también huyó y ahora este en otro lugar.

Alex no pensaba así, su llanto comenzó a hacerse más fuerte. Kyle se acostó junto a él y lo abrazó. Alex pareció tranquilizarse un poco y después de algunos minutos comenzó a dormirse, sintiendo como Kyle le pasaba un brazo por su pecho. Kyle aferraba al chico por detrás mientras acercaba su propio pecho contra la espalda de Alex., pronto, ambos quedaron dormidos.

Kyle fue abriendo los ojos, lo primero que vio fue a Alex, quien estaba completamente despierto. El rubio era testigo de cómo aquellos intensos ojos negros le miraban lleno de devoción. El corazón de Kyle se agitaba violentamente, aún sin creerse dueño de esa mirada.

-Gracias…por esta aquí.- fueron las sinceras palabras de Alex, Kyle no supo como responder, acercó su rostro al otro chico y lo beso, primero fugazmente, pidiendo permiso, pero luego se fue haciendo más intenso. Enredando su lengua con la de Alex, pero pronto sintió como el pelinegro le apartaba suavemente, Kyle abrió los ojos decepcionado y de nuevo se perdió en la mirada de aquel chico…- perdona, Alex…yo.

-no digas nada…no me molestó.

Ambos chicos se sonrieron y decidieron levantarse. Alex salió primero, quería darse una ducha antes de las actividades del día, Kyle estaba acomodando sus cobijas aún dentro del cuarto.
Alex estaba a punto de entras al baño cuando algo en la sala llamó su atención. Una botella de refresco estaba en la mesa junto a dos platos sucios.
Al chico se le hizo extraño, pues apenas anoche tanto Kyle como él no habían dejado nada sucio en la cocina. Aún con su pijama puesto, caminó hasta la sala y vio la puerta abierta, el aire entraba junto con la brisa matinal. Oyó pasos…alguien se acercaba por detrás de él. Volteó violentamente y ahí estaba Max…


-hola pequeño…. ¿me has extrañado?


Max vestía un pantalón de mezclilla de color negro, llevaba una sudadera deportista del mismo color, con la capucha levantada que le cubría sus cabellos castaños. A Alex le pareció que Max lucía muy siniestro e intimidante. Había algo en su mirada que no era igual, algo en aquellos ojos azules había cambiado.
Aún así, para Alex era solo Max y eso bastaba para correr a sus brazos. Max lo recibió pasando sus fuertes brazos por la cintura del menor.

-Max…ya estas aquí, ya estas aqui-… Alex no dejaba de repetirlo mientras se aferraba al pecho del mayor.

-¡¡Ya estamos…aquí!!

Ante la conocida voz intrusa, Alex volteó rápidamente para encontrar la cínica mirada de Dante frente a él. Alex se tensó, pero Max de nuevo se aferró a la cintura del chico para evitar cualquier movimiento. Dante no pudo evitar sentir una punzada de celos al ver como Max lo abrazaba.

-Max… ¿que hace él aquí, te siguió?

El mayor se acercó al oído del menor para susurrar…-no, pequeño…Dante y yo venimos por ti.

-¿Qué dices?

-mi tía quiere verte, ella quiere tenerte…

-¿Max…acaso te volviste loco?

-no niño tonto-… interrumpió, Dante. – por fin Max sabe lo que le conviene… ¿verdad, amor?

Ante esas palabras, Alex quería soltarse, pero no fue necesario, ya que Max lo dejó libre, ahora el mayor caminaba para acercarse a Dante, atrapándolo en un abrazo, lo siguiente que Alex vio, fue como su amor, Max…le daba un apasionado beso a Dante, el chico que había intentado matarlo. Alex no pudo evitarlo, las lágrimas pronto comenzaron a rodar por sus mejillas.

-¿Max…que haces?- .Entre sollozos.

Max terminaba el beso para ahora abrazar por la cintura a Dante. Ambos se sonrieron para después mirar a un desconsolado Alex- ya te lo había dicho antes, niño…Max siempre ha sido mío.

Alex negaba con la cabeza ante las crueles palabras de Dante, aún a pesar de que Max no hacía nada por detenerlo.

-¿que pasa?

Los tres chicos escucharon la voz de Kyle que venía saliendo del pasillo…el chico solo vestía un boxer negro y una camisa delgada sin mangas. Dante lo miraba con divertido cinismo.- ¿observas, Max? parece que el niño no es tan inocente, tiene a un chico en su cama.

Max entrecerró los ojos con ligera furia, que no escapó a los ojos de Dante. De inmediato los ojos de Max cambiaron al negro y Kyle fue levantado del suelo rápidamente, su cuerpo fue lanzado por la ventana de cristal que se hizo pedazos, Kyle ahora estaba desmayado en el jardín de la casa con muchos cortes en su cuerpo.

-¡¡¡Kyle!!! Gritó Alex desesperado…trató de correr hacía él, pero una fuerza invisible lo detuvo.

-bien hecho, cariño-… decía Dante mientras acariciaba la mejilla de Max…-ahora déjame encargarme de este niño-. Dante sacó una pequeña arma que Alex conocía muy bien, aquella con la que lo había sedado para secuestrarlo.

-¿vas a permitir que Dante me mate?

Los ojos de Max volvieron a ser azules, pero no por eso menos atemorizantes…-no, pequeño, nuestra misión es llevarte con vida.

-¿misión?, ya veo… siempre estuviste de parte de Diana, todo era una trampa.

-por favor, niño, no eres tan importante-… alegaba Dante con mucha diversión. Le alegraba ver como se destruían las ilusiones de Alex.

Max le quitó el arma a Dante, la apretó en su puño y cuando la arrojó al suelo, el arma estaba completamente fundida e inservible. Dante lo miraba interrogante…

-no te vamos a sedar pequeño, a mi tía no le gustaría…yo creo que eres muy inteligente para no hacer escándalo y te dejes conducir amablemente por nosotros.

Alex bajó la cabeza, no sabía que pensar. Max estaba tan cambiado…cuando volvió a mirar al par de chicos, Dante aprovechó para torturarlo más, atrapando los labios de Max, mientras su mano le acariciaba todo el pecho descaradamente. Dante ahora pasaba sus labios al cuello del chico, la mano bajó lentamente para atrapar su entrepierna y bajar el cierre del pantalón.
En este punto Alex dejó de mirar, volteó hacía la ventaba rota, Kyle aún seguía ahí…

-no es el momento-. Alex escuchó un leve susurró de parte de Max. Cuando volvió a mirarlos, Max de nuevo subía el cierre de su pantalón y se acomodaba la ropa desornada por los toqueteos de Dante.

-vamos, pequeño-… Max extendió la mano para que Alex la tomara.

Alex pasó entre ambos chicos sin tomar la mano de Max, pero este se acercó a él y le tomó de la mano. Dante bufó molesto por la acción mientras caminaba detrás de ellos.

-¿que hacemos con el novio del niño?- preguntó Dante, mientras observaba el cuerpo desmayado de Kyle.

-déjalo ahí…

-Diana no querrá que dejemos testigos.

Max volteó molesto y el cuerpo de Kyle comenzó a arrastrarse por el césped. Alex abrió la boca aterrorizado, también iban a llevarse a Kyle. Observaba como ese chico que lo había cuidado con tanta ternura era arrastrado por la fuerza mental de Max. De nuevo las lágrimas comenzaron a salir, Max pudo notarlo.

-¿te has enamodaro de él, pequeño?-… Max limpiaba las lágrimas de Alex.

-no…

Max sonrió con malicia y de nuevo emprendieron el camino, pero Alex volvió a detenerse tras dos pasos…no estoy enamorado de Kyle, pero…esta en mi corazón.

Alex se limpió las lagrimas con furia contenida hacía Max, mientras este arrugó la nariz y de nuevo lo tomó de la mano, esta vez con violencia.

Dos chicos caminaban tomados de la mano, uno… un poco molesto venía detrás, mientras el último se arrastraba detrás de ellos golpeándose contra los arbustos.






continuará...





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