Poco más de una semana había transcurrido desde el baile de Halloween, la pandilla seguía con sus clases normales, y con un invierno inminente el ambiente era cada vez más y más frio. Muchos árboles habían perdido la totalidad de sus hojas y era un hecho que el resto no tardaría en dejar sus ramas al desnudo. En todo Domino las personas empezaban a afinar detalles para las festividades venideras, habían incluso algunas casas que ya se hallaban decoradas con motivos navideños.
─Así que de eso se trata…─se veía al abuelo Solomon conversando por teléfono ─Oh sí! Seguro que él se pondrá muy contento… Claro, iré para ver que todos éste listo… No es molestia, para nada… Bien, nos vemos pronto. Adiós.
El abuelo sonrió, los próximos días serian interesantes, se lo decían sus viejos y experimentados huesos. ¿Qué sabe el abuelo, que nosotros no?... Bueno, eso lo averiguaremos más adelante, por ahora iremos a la preparatoria Domino para echarle un ojito a nuestra pandilla favorita.
-o-
─ ¿Esto es necesario? ─decía con pesadumbre un joven egipcio viendo por milésima vez la hoja que tenía en sus manos.
─Sip ─respondió con diversión un adorable tricolor a su lado.
─Que conste que te lo advertimos ─comento el albino con una sonrisa traviesa viendo a su amigo suspirar… otra vez.
─Pero no lo hice con mala intención. Lo saben ─intento refutar con un adorable puchero.
─Cierto… pero lo hecho, hecho esta ─contesto Ryou.
─Eso! Además… no es tan malo ¿o sí? ─decía Yugi.
─Es que… yo nunca eh hecho algo así ─expuso ruborizado y cubriendo su rostro con la dichosa hoja ─a excepción de estos días… ¡y solo con ustedes!
─Para todo hay una primera vez Malik ─se encogió de hombros el oji-café ─ahora vamos, la campana está apunto de sonar y hay que preparar todo en el salón ─expuso tomándole del brazo para que le siguiera.
─Ryou tiene razón, al mal paso darle prisa ─ ‘consoló’ Yugi dándole unas palmaditas en la espalda al egipcio, quien solo suspiro derrotado dejándose llevar por su amigo albino.
Luego de unos minutos…
─ ¡Orden! ¡Chicos orden por favor! ─pedía amablemente la voz de la profesora de música para que sus alumnos se calmaran ─bien, organícense por favor, vamos a escuchar la presentación de tres de sus compañeros ─explico mientras acomodaba el equipo de música.
Muchos se vieron entre sus grupos cuchicheando con curiosidad sobre quienes serían los que iban a cantar pues ni siquiera Tea, Joey, Tristán o Duke sabían de los planes de sus amigos.
De repente Yugi se levantó seguido por Ryou caminando hacia la profesora, Malik se tensó en su puesto, más basto una miradita de sus mejores amigos para que se levantara con pesar y los siguiera.
Yugi y Ryou conversaron brevemente con la profesora antes de empezar, finalmente se pusieron los tres contra el gran escritorio de la maestra en su, ya típica ‘formación’ Ryou y Malik a los lados con Yugi en medio.
Todos los veían atentamente. Las chicas estaban emocionadas, puesto que Yugi y Ryou ya tenían su fama de excelentes cantantes, además Malik era toda una novedad, jamás se le había oído cantando a él solo en la clase de música.
(N/A: blablablá: canta Yugi /blablablá: canta Ryou / blablablá: canta Malik/ blablablá: los tres)
Yugi miro sonriente a Ryou y a Malik antes de empezar, se balanceaba de un lado a otro levemente y al ritmo de la musica en su lugar recostado contra el pupitre de la profe.
Yo soy tu amigo fiel
yo soy tu amigo fiel
y si un día
tú te encuentras lejos muy lejos de tu lindo hogar
cierra los ojos y recuerda que
yo soy tu amigo fiel
sí, yo soy tu amigo fiel
Malik los miro nervioso a ambos, trago duro y carraspeo un poco antes de empezar aun sonrojado.
Yo soy tu amigo fiel
yo soy tu amigo fiel
tengo problemas… ja! yo también
no hay nada que no pueda hacer por ti
y estando juntos todo marcha bien
pues yo soy tu amigo fiel
sí, yo soy tu amigo fiel
Todos, a excepción de los tres cantantes estaban muy impresionados, nadie había oído a Malik cantar antes, ni siquiera el resto de la pandilla. Únicamente había sido Yugi y Ryou quienes le habían oído cuando practicaban la canción… Y, siendo sinceros, a pesar de una nula instrucción musical, más haya que los consejos del tricolor y el albino, Malik cantaba de una forma espectacular, su voz era suave, algo grave y agradable al oído.
En dos palabras. Cantaba hermoso.
Tal vez hay seres más inteligentes,
más fuertes y grandestambién, (tal vez)
ninguno de ellos te querrá como yo a ti
mi fiel amigo
Con una brillante sonrisa cantaron la última parte juntos en perfecta armonía, cada uno pasando un brazo tras la espalda de los otros dos, en un disimulado abrazo.
Nuestra gran amistad
el tiempo no borrara
ya lo veras no terminara
Yo soy tu amigo fiel
Yo soy tu amigo fiel
Yo soy tu amigo fiel
¡Sí, Yo soy tu amigo fiel!
Se dedicaron una brillante sonrisa cariñosa y sincera antes de darse cuenta de que todo el salón aplaudía a rabiar ante su presentación, decir que los tres juntos sonaban como un trio profesional era poco en comparación. Ciertamente tenían gran talento.
Sonrieron nerviosos a su ‘público’ e hicieron una leve reverencia antes de regresar a sus asientos, donde recibieron gran cantidad de halagos tanto de sus amigos como del resto de la clase.
-o-
Después de tal escena los chicos continuaron a su última clase del día con su profesora titular, Kaho. De pronto la mujer se levantó de su asiento y escribió algo en el tablero, cuando se apartó para dejar ver a sus alumnos les brindo una amable sonrisa.
─ ¿El festival de invierno? ─leyeron todos al unísono.
─Así es ─respondió la mujer mientras volvía a su escritorio y apoyaba ambos brazos en la mesa mirándolos a todos ─para reunir fondos para el material de la clase de Deportes además de la graduación de los de tercer año el siguiente semestre, se organizará un festival con entrada abierta al público antes de las vacaciones de Diciembre. (N/A: Yo sé que allá en Japon solo dan libre el día de navidad y los de año nuevo, pero yo, como soy tan buena les dejare salir el sábado 20 de Dic -calendario de este año- y regresan el lunes 5 de enero 2015 =D)
De la segunda hilera un chico levanto la mano y la profesora le cedió el habla ─ ¿qué es, exactamente lo que tenemos que hacer?
─Bien, todos los grupos de segundo año se encargarán de realizar diversas presentaciones en los patios de la escuela, los de primer año están encargados de la decoración de todo el lugar, mientras que los del tercero se ocuparan de los bazares.
Por lo que tengo entendido el grupo 1 de segundo año preparará la dramatización de una obra, por lo que había pensado en organizar un pequeño concierto... dado que tenemos mucho talento en este grupo ─expuso mirando particularmente a los tres hikaris.
─ ¡Exacto! ─irrumpió en el salón un joven hombre moreno, alto y corpulento de cabello negro cortado al estilo militar con una particular energía y, por lo visto, pocos modales.
─ ¡Ah! Karita-sensei, que bueno que nos acompaña ─efectivamente el hombre que los había interrumpido era el profesor de Deportes, el señor Karita ─ chicos, Karita-sensei es uno de los encargados de supervisar las actividades de segundo año, por lo que nos estará ayudando a preparar el concierto ─inmediatamente una serie de quejidos bajos resonó en el lugar, era más que obvio que no era el profesor más querido de ese grupo.
Yugi, Joey, Ryou y Malik dejaron caer la frente con el pupitre con hastió y preocupación. Su relación en ese profesor jamás había sido buena, a pesar de que Joey y Tristán eran muy buenos en su materia Yugi había sido blanco de sus regaños y constantes presiones por su poca condición física -además de su tamaño- lo mismo pasaba con Ryou aunque el profesor le tenía cierta manía dados los rumores de que el albino había cambiado varias veces de escuela porque estaba maldecido y todos sus amigos caían en coma, Karita había intentado alejar a Ryou de toda la clase con esas excusas y cuando vio que Yugi y su pandilla pasaban de él y andaban con Ryou empezó a molestarlos bastante, lo mismo ocurría con Malik -a pesar de que a Malik si le iba bien en esa materia- , pues desde que llego se notaba el cariño y la buena relación que los tres hikaris mantenían.
Aunque la verdad era que el profe. Karita había sido un hombre muy afortunado, ya tendría varios meses habitando en el reino de las sombras si fuera por Bakura, sin embargo Ryou lo había evitado muchas veces diciendo que si hacia eso tendría que volver a cambiarse de escuela y dado que si eso ocurría Bakura se vería desprovisto de aquella cercanía con el rompecabezas milenario lo dejo pasar, sin embargo odiaba particular y profundamente a aquel hombre por el trato hacia su yadonushi desde el primer día en que ese ‘remedo profesor’ trato con Ryou.
Sencillamente no soportaba la manera de tratarlo, y se excusaba con cosas como “yo soy el único que tiene derecho a reiterarte lo inocente y débil que eres” o “ese humano me saca de quicio con su gritos y absurdas e infundamentadas acusaciones” y “te obliga a quedarte más tiempo en la escuela cuando podríamos estar en la comodidad de casa, o buscando algún artículo del milenio”
Pero la realidad era que no soportaba que ese hombre insultara a su hikari, no tenía ningún derecho en casi obligarle a cortar su cabello. ¡El cabello de Ryou era de lo más hermoso y suave! Olía muy bien y era sedoso y brillante.
Tampoco tenía derecho en poner triste a su hikari ¡Él era el único que podía manipular sus emociones!... Esos eran los pensamientos de Bakura hacia ese hombre.
De vuelta en la realidad Ryou dejo escapar una sonrisa al pensar que si Bakura estuviera con él ya habría proferido unos cuantos -muchos- improperios hacia su profesor, pero aparto ese pensamiento en cuanto le recordó que Bakura ya no estaba con él, no era momento de deprimirse.
─ ¡Así que! ─poco y menos habían prestado atención a las tonterías que decía su profesor -hasta que grito-… algo sobre que había apostado no se que, con otros profesores sobre el resultado del festival… nada de importancia ─ los quiero a ustedes siete ─señalo a la pandilla ─en mi oficina después de clases. Ya después hablare con todo el grupo ─y sin más se retiró a grandes zancadas por el pasillo murmurando algo sobre que ganaría la apuesta, etc.
─Intenten llevarse bien con él y obedecerle para el festival ¿me lo prometen? Karita-sensei tiene más tiempo que yo para organizar esto ─pidió Kaho con voz amable.
─Sí, señorita ─fue la pesada contestación general del grupo.
─Chicos ─llamo Joey con voz apesadumbrada ─ ¿por qué tengo el presentimiento de que esto no me va a gustar nadita?
─Por que esto no NOS va a gustar nadita Joey ─respondió el tricolor en el mismo tono golpeando levemente su frente contra su escritorio repetidas veces.
─Yugi no hagas eso, te dará dolor de cabeza ─dijo la castaña de forma ‘maternal’ interponiendo su mano entre la frente del tricolor y la mesa. Yugi solo la miro de reojo con una tez inexpresiva pero igual se detuvo.
-o-
─Bien, esto es lo que haremos ─hablo Karita-sensei una vez todos estuvieron en ‘su oficina’ -un pequeño cubículo en la sala de profesores ─ustedes dos ─señalo a Yugi y a Ryou quienes estaban sentados en las dos únicas sillas del lugar ─ayudarán a preparar a todo el salón ─ordeno con voz fuerte sin dejar lugar a oposiciones ─dividiremos al salón en distintos grupos para que haya varias presentaciones que se alternen con las del salón cuatro de segundo año que hará un show de talentos.
─ ¿Qué harán los del tercer grupo? –quiso saber Duke.
─Quieren adornar el almacén que está en la derecha del patio para que parezca… uno de estos… ehhh, observatorios ─expuso leyendo una carpeta marrón que tenía en manos
─ ¿observatorio? ─pregunto Tristán.
─Si, con estrellas, planetas y esas cosas Taylor. *
─ ¿Qué quiere que hagamos específicamente? –pregunto Ryou en voz baja deseando salir de ahí lo más pronto posible.
─Tú y tu ─los señalo a ambos de nuevo ─y tú también ─señalo a Malik ahora ─serán los estelares, se presentaran unas cuantas veces y además ayudaran al resto a preparar sus presentaciones.
─yyyyy… unas cuantas veces ¿son…?
─cuatro o cinco
─Es solo un día y hay que darle su tiempo al salón 4, ¿cómo pretende que se presenten tantas veces? ─replico Joey molesto.
─Así será porque yo estoy a cargo y tiene que salir perfecto… ─Gardner! ─el repentino grito hizo saltar a Tea en su lugar y obligo a Yugi a disimular una risita ─habla con las chicas quiero que se organicen en uno, dos o hasta tres grupos diferentes y que cada uno presente una canción independiente de si algunas van a cantar con los chicos.
─Si señor ─respondió con voz cansina.
─Y si hacen coreografía mejor.
─Los mismo con los chicos Wheeler, Devlin y Taylor.
─Siiii ─respondieron sin ánimos los tres.
─Ustedes deber presentar tres canciones y ensayarlas por lo menos dos veces conmigo, también deben atender a los ensayos del resto de sus compañeros y ayudarlos en caso de que sea necesario ─ordeno sin siquiera mirarlos limpiándose la oreja con el meñique.
─ ¿por qué nosotros tenemos que hacer todo eso? ─se atrevió a rezongar Yugi, molesto y cruzado de brazos. Ryou solo lo observo prefiriendo mantenerse al margen.
─Porque son los únicos de su grupo con algo de noción musical… Y porque soy su maestro y lo digo ─Yugi resoplo inconforme ─ahora ya pueden irse ─concluyo el maestro tomando un emparedado de su mesa empezando a masticarlo sin nada de modales ─los ensayos empiezan la otra semana así que vayan escogiendo las canciones ─hablo con la boca llena y los siete se le quedaron mirando ─ ¿Qué pasa? Ya váyanse. Shhh shhh ─le movió la mano como si espantara un perro.
Un bufido general sonó en la habitación antes de que los chicos salieran.
─Hey! ¿Vamos a comer algo? Muero de hambre ─dijo Joey saliendo de la escuela.
─Si! hamburguesas! ─ celebro Yugi logrando que sus amigos sonrieran ante su infantil ilusión.
Por lo que todos se dirigieron a un pequeño restaurant de comida rápida a unas pocas cuadras del lugar.
El sitio era bonito, no muy grade ni muy pequeño, una bonita combinación en tonos cafés y amarillos daban un toque ameno al lugar. Juntaron unas mesas para sentarse todos juntos y pedir sus órdenes. Mientras tanto conversaban del tan pesado festival que se les avecinaba.
─ ¿Enserio piensas cantar Joey? ─dijo con burla Tristán.
─Sí ─afirmo seguro ─y tú te vienes conmigo viejo ─aseguro pasándole un brazo por los hombros y frotándole un puño en la cabeza.
Duke se rio ─ ¿hay espacio para un tercero?
─Claro que si ─concedió Tristán dándole una sonrisa a Duke en lo que intentaba soltarse de férreo agarre de Joey, por lo que no se percató de como el oji-verde se le quedaba viendo.
─Yugi, Ryou ¿Qué canción nos recomiendan? ─pregunto Joey a manera de broma.
─Cierto, yo soy la que tengo que hablar con las chicas, ¿podrías darme unas ideas, Yugi?
Yugi y Ryou se miraron a los ojos unos instantes y Malik supo que algo iba mal, luego y de manera simultánea cubrieron su cabeza con sus brazos ─No! ─gritaron al unísono ─no podemos con todo eso! ─lloriquearon dramáticamente. Malik soltó un suspiro y atrajo a ambos en un abrazo.
─Ya, calma ─les susurra amablemente en voz baja para que solo ellos lo oigan, logrando que se tranquilicen un poco, y les brinda una sonrisa, ellos lo miran con los ojos temblando pero finalmente se calman vuelven a sentarse correctamente dejando salir un suspiro pesado.
─ ¿Por qué nosotros? ─se quejó Ryou ─no tenemos por qué cargar con tantas cosas.
─Lo peor es que si no lo hacemos todo tendremos a Karita-sensei encima de nosotros de aquí a la graduación ─expuso el tricolor.
Hubo un suspiro colectivo de los tres hikaris y Joey ante el certero comentario de Yugi.
─Yugi tiene razón… Bien ¿qué les parece si nos reunimos todos un día y preparamos todo eso de las canciones? ─propuso el rubio.
─Sí ─ apoyaron Tea y Tristán.
─ ¿les parece en mi casa… mañana después de clase? ─pregunto Duke.
─perfecto viejo! Qué bueno que casi no nos están dejando tareas ─comento Joey, pues estaban a mitad de semana.
─Pero si tú nunca haces la tarea ─se burló Tristán.
─Hablo el señor aplicado ─replico Joey volviendo a apresar al castaño para frotar su puño en su cabeza, esta vez con más fuerza generando una nueva ronda de risas en la mesa.
…
─Chicos… ¿podrían explicarme como va todo esto del festival? ─pregunto apenado Malik una vez los tres hikaris se habían separado del resto del grupo.
Yugi y Ryou le sonrieron ─un festival es un gran muestra de diversas presentaciones, además el bazar se hace para ofrecer bocadillos a las personas para que vengan a presenciar los actos ─empezó el albino.
─Entre más personas vengan más dinero se recauda para fines de la escuela y para la celebración del grado de los de tercero el próximo semestre. En el bazar se ofrecen galletas, pastelillos y toda clase de bocadillos horneados con bebidas, pueden ser de diversas temáticas, por eso es que todos los salones de tercero se ocuparan de eso.
Malik asintió en comprensión.
─Bueno… Nos vemos mañana chicos, mi hermana quiere que vaya al museo, por no sé qué cosa que encontró ‘interesante’ ─dijo levantando una mano en señal de despedida mientras se giraba en dirección al museo, unas cuadras antes de donde los tres se separaban normalmente.
─De acuerdo, hasta mañana Malik, saludos a tus hermanos ─se despidió Yugi.
─Bye, bye Malik ─el egipcio se fue corriendo ─ ¿Te importa si te acompaño a casa Yugi?
─Claro Ryou, pero… ¿pasa algo?
─Bueno… no es como si alguien me esperara en casa ¿sabes? ─dijo desanimado.
─Oh Ryou! Lo siento… sabes que siempre serás bienvenido en mi casa ─dijo Yugi con las cejas arqueadas en preocupación, haciéndolo ver muy adorable mientras se ponía en puntillas para juntar su mejilla con la de su amigo cariñosamente.
─Gracias Yugi, eres un gran amigo ─agradeció correspondiendo el gesto abrazando al tricolor.
Yugi solo le brindo una gran sonrisa antes de que retomaran el camino hasta la casa-tienda.
─Ya llegue abuelito ─aviso Yugi entrando en la tienda con Ryou.
─Hola muchachos ─saludo amable el anciano ─ ¿cómo les fue?
─Bueno…─se miró con Ryou ─tenemos que prepararnos para el festival de invierno ─dijo pesadamente quitándose la mochila de los hombros.
─ ¿Y qué hay de malo en eso? ─pregunto Solomon sin entender las expresiones resignadas de su nieto y su amigo.
─Que a nuestro salón le toca presentar un concierto y Ryou, Malik y yo tenemos que encárganos de supervisar todo por pedido del profe. Karita.
─Ow! Vaya carga ¿eh?
─Seeee… bueno, estaremos en mi habitación abuelito. Vamos Ryou.
Ambos chicos cruzaron la puerta que dividía la casa de la tienda y subieron las escaleras hacia el cuarto del tricolor.
Solomon solo se les quedo viendo atentamente pensando en la noticia que debía darle a su nieto y en la posible reacción de este.
En algún lugar muy lejos de allí xD
Unos grandes y vivaces ojos de un precioso color verde, brillantes como un par de esmeraldas observaban un pequeño marco que la dueña sostenía entre sus manos después de echar un vistazo a la que solía ser su habitación, y que ahora estaba ocupada solamente por algunos pocos muebles cubiertos por lonas y un par de grandes maletas a su lado.
En la foto de dicho marco se podían apreciar a un par de niños de, más o menos, unos ocho años de edad, aunque parecían más pequeños pues ambos eran de corta estatura, la chica de piel blanca tenía el pelo de un bonito color azul claro hasta los hombros, estaba abrazando y besando en la mejilla a un niño ruborizado -probablemente por el beso- de bellos ojos amatistas y un peculiar peinado tricolor.
─Por fin volveré a verte ─suspiro feliz ─… y esta vez, no volverán a separarnos ─murmuro abrazando el marco contra su pecho.
─Hija, ya baja. Es hora de irnos ─gritaba la voz de una mujer desde el piso inferior donde se encontraba la oji-verde.
─Ya voy mamá! ─ “es una promesa”
… Continuará
*Taylor, es el apellido de Tristán, para quien no se acuerde.