En el capítulo anterior…
Ryou vio apenado su esencia en la piel de su yami ─lo siento ─dijo colorado y con una expresión inocente bajando a lamer el espeso liquido blanco, limpiándolo.
Poniendo los ojos en blanco al sentir la lengua de su hikari pasar por su ombligo, cuando el chico termino de limpiarlo lo atrajo a su boca para besarlo ─sigue haciendo eso y no sé yo cuando salimos de aquí, mi hermoso niño ─advirtió, hasta que escucho a sus estómagos gruñir.
El menor soltó una risita nervioso ─jejeje creo yo que va siendo hora de ir a comer algo ¿no?
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Mientras en casa de los albinos.
─ ¡Hey Yugi! ─saludó Malik recién llegando a casa de Ryou con Marik tras de él cargando el pastel con un brazo, apoyándolo sobre su hombro.
─ ¡Malik! ─con más emoción de la normal Yugi corrió el trayecto que le faltaba al egipcio para caminar con tranquilidad junto a él, el camino a casa de Ryou había sido un poco incómodo para Yugi pues sus cuestionamientos sobre su relación con Yami no dejaban de atormentar su mente.
Y Malik notó de inmediato el extraño comportamiento de su amigo.
─ ¿Te pasa algo Yugi? ─el tricolor se sobresaltó pero no dijo nada, simplemente miro de reojo al faraón ─ ¿ocurrió algo con Atem? ─preguntó en voz baja, Yugi asintió ─luego hablaremos de eso si quieres ─le ofreció una sonrisa.
─Gracias amigo ─Yugi se puso en puntillas para darle un beso en la mejilla a Malik.
Entraron a la casa con una copia de la llave que Ryou escondía por si acaso alguna vez perdía la propia. Dejaron el pastel en la cocina y empezaron a acomodar algunos muebles y demás con ayuda de sus yamis. Al poco rato llegaron Joey y los demás con decoraciones y demás cosas para la celebración.
…Ding Dong (N/A: supone ser el sonido del timbre xD)
─Yo voy ─dijeron Malik y Yugi a la vez. Yami miro de reojo a su aibou, apenas y le había dirigido la palabra desde que salieron de la casa y eso lo tenía sumamente triste y preocupado.
─Buenos días, firme aquí por favor ─el repartidor le ofreció una tablilla y un esfero a Yugi para que firmara por la entrega del cuadro que sería el obsequio de Ryou. El joven dejó el cuadro dentro de la caza para luego verificar la firma ─Wow Motou Yugi el rey de los juegos ¡eres increíble!
─Jejeje, gracias ─dijo apenado.
─Un placer chico, que tengan buen día ─se retiró.
─ ¡Marik! ¿Podrías venir un momento por favor? ─llamó Malik dulcemente.
─ ¿Llamaste mi ángel? ─dijo con galantería llegando junto a Yami.
─Mgh mghhh ─Malik ahogó una risita al escuchar sus palabras ─ ¿podrías ayudarme a llevar esto arriba Marik?
─Claro hikari ─en realidad aquello no era muy pesado, pero si lo suficiente para no poder alzarlo de un solo lado, y de otra manera impedía la vista al frente, así que cada uno de los egipcios lo tomó por un costado para llevarlo por las escaleras hasta arriba Yugi se adelantó para abrir la puerta de la habitación de Ryou. Los egipcios dejaron su carga en la cama.
─Aibou ¿Qué es eso? ─pregunto Yami curioso.
Yugi no lo miro al responder ─es el regalo que preparamos para Ryou ─explicó retirando la funda negra que cubría el cuadro.
Malik se sacudió las manos ─Bien, ahora solo queda envolverlo.
─ ¡Sí! iré por el papel de regalo y cinta adhesiva ─el chico salió con prisa, Yami se le quedo viendo mientras Malik le mandaba al faraón una mirada intrigada.
-o-
Fueron a almorzar a un restaurant cercano, tuvo que pasar un largo tiempo antes de que el rubor en las mejillas de Ryou cediera, por lo que Bakura pudo deleitarse un buen rato con la adorable e inocente expresión de su yadonushi. Más allá de la excitación Ryou ahora se sentía sumamente apenado de su comportamiento previo, “en realidad parecía desesperado… ¡Dioses ¿qué pensará Bakura de mi ahora?!” pensó realmente avergonzado llevándose ambas manos a las mejillas con preocupación.
Bakura lo miraba con gracia ─ ¿Qué pasa yadonushi? ─preguntó divertido.
─Yo… es que… haber actuado así antes… ─tartamudeo ─ ¡qué pena! ─murmuró tapando su rostro con sus manos.
Bakura rio antes de rodearlo con sus brazos, no fue una risa burlesca ni sarcástica, simplemente una risita feliz ─eso pasa cuando te dejas llevar por la lujuria y el placer mi hermoso hikari ─Bakura le levanto el mentón con un dedo para que el menor le mirara ─no tienes de que avergonzarte… me encantas tal como eres ─le dio un profundo beso alejando cualquier duda de la mente de Ryou ─y aún más el ser capaz de hacer que te comportes así… mi niño travieso.
Luego de comer y de un agradable paseo por un parque cercano la joven pareja de albinos regreso al parque de diversiones cerca de las dos de la tarde dispuestos a disfrutar del resto de las atracciones.
─Bueno ¿A dónde vamos ahora?
─Mmmm veamos ─Ryou miro a su alrededor ─allá, quiero intentarlo en la sala de los espejos ─señaló.
─ ¿Cómo es? ─preguntó de camino.
─Son diversos caminos de laberintos hechos con vidrios y espejos, solo dos o tres llevan a una salida única, como te reflejas en todas partes es fácil tropezar o encontrarse en un callejón sin salida ─explicó ─quiero ver si soy capaz de encontrar el camino a la primera ─dijo con una sonrisa.
(http://disfrutare.com/fimg/Laberinto-de-espejos-600.jpg?1387717231 )
─Seguro que sí, eres muy bueno en los juegos y cosas como esa ─le revolvió el cabello como a un niño pequeño.
─ ¿lo crees? ─pregunto ilusionado, Bakura asintió ─quizá, pero tú eres mucho mejor, seguro que lo haces genial.
─Eso no lo voy a negar ─dijo con pose orgullosa cruzándose brazos, inflando el pecho y elevando el mentón.
─Jajajajajaja ─se rio de lo presuntuoso de su yami.
Entraron. Ryou ojeó un poco los caminos que tenía disponible y eligió uno ─yo iré por aquí ─le dio un beso en la mejilla ─te veo en la salida ─le dio un guiño y se adentró en el laberinto.
Bakura se le quedo viendo con una sonrisa -antes de elegir su propio camino y avanzar- como Ryou se movía por los pasadizos con la emoción de un niño pequeño de vez en cuando ponía las manos al frente para no darse de bruces contra ningún vidrio y asegurarse de que iba por buen camino.
Al final Ryou llegó a la salida primero que Bakura por el camino central, su yami lo alcanzó a los pocos segundos por el camino de la izquierda ─jeje, lo hice, lo logre a la primera.
─Te lo dije, lo hiciste bien ─Bakura volvió a revolverle un poco el cabello.
Luego de eso Bakura quiso probar un juego donde, al lanzar pelota a una diana tiraban a un chico al agua (N/A: clásico eh? xD) obviamente y con una gran facilidad lo logró burlándose del desafortunado tipo haciendo a su hikari negar con la cabeza, con una pequeña sonrisa en el rostro.
─Anda, deja al pobre tipo, vamos a otro juego ─’regañó’ Ryou con diversión jalando al mayor del brazo para llevárselo en otra dirección, cuando vio en sus ojos la intención de repetir el juego.
─Moooooo ─hizo un puchero de disconformidad dejándose llevar por su hikari ─de acuerdo ¿a dónde quieres ir ahora?
─ ¡A la montaña rusa! ─señalo con emoción la enorme estructura por la cual pasaba un grupo de carritos a velocidad vertiginosa dando vueltas, subiendo y bajando por las rieles.
─Bien, vamos ─se acercaron a la fila ─ ¿no quieres un algodón de azúcar o algo? ─preguntó mirando algunos puestos de bocadillos cercanos ─De ti se me hace raro que no hayas comprado alguna golosina todavía, te encantan las cosas dulces.
─Es mejor luego de bajar de la montaña rusa ─Bakura le miró confundido ─ya sabrás porque ─le dio una pequeña sonrisa con un guiño.
Bakura se le quedo mirando extrañado pero no dijo nada más y solo se abrazó a su hikari desde atrás reposando su mentón en el hombro del menor quien de vez en cuando rozaba ambas mejillas con cariño.
Unos minutos luego de desesperante espera subieron a uno de los coches, montaron el primero de cinco que iban unidos, Ryou volvió a ajustarse el amarre en su pelo y se aferró con emoción a la barra de seguridad con una mano mientras que la otra se entrelazaba con la de Bakura, su corazón estaba desbocado y el juego aun no comenzaba.
…Los carritos empezaban a avanzar, Ryou sonreía abiertamente, llegaron a la primera gran bajada, Bakura sintió un potente vuelco en el estómago, atrás muchas personas gritaban y reían, igual que Ryou quien solo reía de emoción, entendió el que su hikari no quisiera comer antes de subir cuando hicieron un fuerte zigzag en forma de tres montañas seguidas, para entonces los ojos de Bakura no eran más remolinos, en un giro brusco terminó abrazado a su luz quien iba de lo más feliz y emocionado.
─Jajajaja ¿No es genial Bakura? ─preguntó con emoción.
─Siii, geniiiiiaaaaal ─Bakura sonaba realmente mareado, escondió su cara en el cuello de Ryou mientras se aferraba a su cintura con fuerzas medidas, Ryou se sonrojo pero correspondió el abrazo dándole un beso en la frente.
Cuando dieron una vuelta de 360° Bakura realmente se sintió perder el por completo el equilibrio, en vez de remolinos sus ojos ahora parecían cruces y se recargo totalmente sobre su hikari, ya sin fuerzas para aparentar ser fuerte.
Cuando finalmente bajaron Ryou tuvo que sostener a Bakura pasándose uno de sus brazos por los hombros mientras lo agarraba por la cintura con ambos brazos para evitar que el mayor tuviera alguna accidente en las escaleras (N/A: quien dice escaleras dice 6 escalones xD) y terminara de cara en el piso… aunque al yami no le faltaron ganas de besar el suelo diciendo ‘si, por fin en tierra’.
─Lo siento Bakura ─los condujo hasta un banco cercano que estaba desocupado ─no sabía que te afectaría tanto ─se disculpó ─espera aquí ¡ya se! ─fue a un puesto cercano por un par vasos de avena caliente ─ ¡toma! Seguro que te hace sentir mejor ─le ofreció uno.
─Gra-gracias hikari ─dijo aun algo inestable tomando el vaso.
─De verdad lo siento Kura, no pensé que haría sentir así de mal ─le dio un besito en la mejilla antes de tomar un trago de su propio vaso.
─Estoy bien, no fue tan malo ─Ryou lo miro con una ceja alzada como diciendo ‘ajá si, como no’ ─no importa con tal de ver tu sonrisa.
Ryou se sonrojo ─ ¿pero qué cosas dices? ─murmuro apenado.
El menor tomo otro trago, pero antes de que pudiera pasarlo Bakura le planto un beso en los labios compartiendo la bebida caliente de boca del menor.
Si Ryou antes estaba sonrojado ahora parecía un verdadero tomate.
─Esa es una agradable forma de disculparse ─totalmente avergonzado Ryou siguió dándole a Bakura la bebida de su boca.
─Para esto no estas mareado, verdad ─murmuró fingiendo molestia.
─Para recibir tu cariño no hay enfermedad o molestia que valga ─respondió altanero. Ryou solo rodó los ojos con una disimulada sonrisa.
─Vamos por un unas palomitas ─dijo el menor tomándolo del brazo pero ya sin jalarlo ─Dime a dónde quieres ir ahora Bakura.
El mayor ojeó un poco a su alrededor encontrando un lugar que le llamo la atención ─allá ─señalo.
Ryou se giró a ver y trago saliva con fuerza ─ ¿quieres ir a… a la casa del terror?
─Si, se ve interesante ─Ryou hizo una mueca de preocupación pero se resignó ─bien.
Hicieron la fila, Bakura le daba de vez en cuando unas palomitas a Ryou en la boca adorando ver su sonrojo, finalmente se subieron al pequeño carrito que conduciría el recorrido, Bakura se subió primero, el menor le imitó con resignación, el carrito avanzó.
Ryou apretó con fuerza la mano que tenía entrelazada a Bakura y se acurruco contra él lo más posible, en respuesta el mayor lo rodeo por la cintura.
Entraron.
Al principio no era tan malo, diferentes maniquís imitando monstruos como ‘Frankenstein’ ‘El jinete sin cabeza’ ‘Drácula’ ‘la llorona’ incluso la niña de ‘El aro’, no eran muy temibles aunque estaban realmente bien hechas, Bakura disfrutaba como si nada del recorrido comiendo palomitas como si viera una película, Ryou se mantenía intranquilo, mirando hacia todas partes para que nada lo sorprendiera, su mano libre se aferraba a la camisa de Bakura.
Para distraerlo un poco Bakura tomo unas pocas palomitas en su mano, puso una en su boca y la acerco a la de Ryou, el menor le miro un tanto apenado pero recibió de buen agrado aquel gesto, relajándose un poco… solo un poquito.
Luego de pasarle todas las que había cogido primero, un grupo de murciélagos mecánicos enganchados al techo sobrevoló encima de sus cabezas soltando un sonoro chillido, similar al de la especie.
─ ¡Ahhhh! ─a Ryou esto lo tomó por sorpresa, asustándolo, por lo que se lanzó contra Bakura en un fuerte abrazo.
─Ryou.
─Lo siento, me asuste ─dijo apenas separándose unos centímetros, regresando su vista al recorrido para no ver a su yami a los ojos.
Seguían avanzando, entraron a una sala oscura, Ryou estaba temblado sin saber que esperar, Bakura se dio cuenta fácilmente y se reprendió mentalmente por escoger aquel juego, su yadonushi estaba realmente asustado. Buscando calmarlo tomó su rostro con sus manos dándole un profundo beso tranquilo y cariñoso, distrayéndolo.
─ ¿mejor? ─preguntó cuándo el carrito se detuvo unos segundos.
─Si, creo que… ─de la nada Ryou sintió unas manos heladas y grandes sobre sus hombros, estaba seguro que nos eran las de Bakura por dos sencillas cosas: 1, que el toque de su yami siempre era cálido y agradable y 2… Bakura estaba abrazándolo. Ryou empalideció ─ ¡Kyaaaaaaaaaaa! ─soltó un potente grito que ensordeció unos segundos al propio Bakura.
─Tranquilo yadonushi, no tienes nada que temer, yo estoy contigo ─le dijo ─mira ─poniendo sus manos alrededor de la sortija de Ryou hizo brillar el ojo de Horus en está, dando luz al lugar. Detrás de Ryou había un maniquí de un anciano de piel olivácea y ojos rojos como la sangre, la boca estaba abierta y le faltaba la mayoría de la dentadura.
─Gomen, realmente soy un miedoso ─dijo triste.
─Olvídate de eso ─Bakura lo besó ─yo te cuido hikari… Te-te te quiero.
─Awww Kura ¡Te quiero! ─Ryou le saltó con extremo cariño besándolo y acariciando su cabello con mimo.
Luego de un par de sustos más para Ryou y que las palomitas se acabaran ambos salieron del recorrido con Ryou totalmente prendido a su yami.
Al salir compraron una manzana con caramelo y algodón de azúcar y los dos probaban de ambos postres.
Pasaron un rato más entre diferentes juegos, cuando Bakura vio que iba acercándose el atardecer recordó que debían regresar a casa, pero Ryou tenía otros planes.
─Creo que va siendo hora de regresar a casa ─mencionó como si nada el mayor.
─Espera, ¿por qué no intentas aquel? ─señaló un juego donde debías golpear con un mazo lo más fuerte posible para hacer sonar una campana ─me gusta ese ─señalo un premio ─ ¿lo ganarías para mí? ─puso carita de cachorro perdido, la misma que utilizara Malik esa misma mañana, pero esta vez realmente le afecto a Bakura enseguida.
─Claro.
─Te esperaré por allá ─señalo una caseta enfrente─ vi algo que me pareció interesante ¿sí? suerte ─le dio un beso en la mejilla.
Mientras Bakura probaba aquel juego Ryou entro en la caseta anteriormente señalada con una sonrisita traviesa le pidió al señor que atendía algo y luego salió a regresar a su yami quien acababa de ganar.
Ryou abrazo fuertemente el conejito de peluche que Bakura había ganado para él ─ ¡Usagi-chan!* Que hermoso ─le dio un beso a Bakura ─ ¡Arigatou Bakura!
─Je! Fue pan comido!
─Bien, ya podemos regresar a casa si gustas ─le dijo con una sonrisa.
─Hai.
-o-
─Ahora que lo pienso ¿cómo sabremos cuando llegue el cumplimentado? ─preguntó Joey de repente.
Malik y Yugi se miraron entre sí con una sonrisita ─Nosotros nos encargamos de eso ─todos los miraron extraños.
─A que se refieren… ¿eh? ─se repente tanto el rompecabezas como el cetro del milenio emitieron un leve pero notorio brillo.
─Ryou y Bakura ya están cerca.
─ ¿Cómo están tan seguros? ─preguntó Tristán.
─Nuestros artículos reconocen la cercanía de la sortija de Ryou ─explicó Malik.
─ustedes y su magia que nunca acabare de entender ─bromeo el rubio, todos rieron.
─Todos a sus puestos ─dijo Malik, todos fueron a esconderse, cuando se escuchó el sonido de llaves en la puerta.
─Fuera luces ─dijo Yugi apagando los bombillos y yéndose a esconder junto con Yami.
─Aibou… ─susurró Yami intentando hablar con él.
─Shhhhh Yami ─lo acalló ─que no nos escuchen.
Yami bajó los parpados desanimado.
…
─Me divertí mucho Kura, gracias por esto ─Ryou le dio un beso en la mejilla antes de avanzar por la casa ─oye, yo no deje esto tan oscuro… ¿qué.. ─Ryou fue interrumpido.
─ ¡Sorpresa! ─gritaron todos encendiendo las luces y explotando confeti.
─ ¡Woaaaaaa! ─se sobresaltó el albino menor ─ ¿chicos… qué?
─ ¡Feliz cumpleaños Ryou! ─Yugi y Malik saltaron primero al encuentro con Ryou abrazándolo con cariño dándole un beso en cada mejilla.
─ ¿pero cómo… ustedes? ─Ryou aún estaba impactado.
─ ¿enserio creíste que dejaríamos pasar tu cumpleaños así como así? Ni de broma amigo ─le dijo Malik con un guiño.
Ryou soltó una risita ─ ¡sabía que algo tramaban!...Ohhh chicos ¡los adoro! ─ahora fue él quien los abrazo.
─Basta de sentimentalismo ¡esta es una fiesta o qué! ─dijo Joey, pasándole al cumplimentado un brazo por los hombros una vez se separa de los otros dos hikaris.
Atrás Duke encendió un equipo de sonido que el mismo había acomodado y la música lleno el ambiente mientras Tristán se encargó de poner una diadema de color celeste en la cabeza de Ryou con letras que decía ‘Happy BirthDay’
Pasaron el resto de la tarde y principio de la noche entre la música, bocadillos, bromas y demás, el ambiente era realmente agradable y -sorprendentemente- los yamis se integraban muy bien.
Pero aun así persistía cierta tensión entre los tricolores y Malik lo notó por lo que le pidió a Yugi que lo acompañara a la cocina por el pastel.
─Ahora sí, desembucha trucha lo que te preocupa ─se cruzó de brazos recostándose contra el mesón de la cocina.
Yugi le contó algo de las inquietudes que tenía con respecto a su relación con Yami, Malik analizo lo que le dijo.
─Escucha Yugi… para nada soy un experto en relaciones ni mucho menos, pero lo que sí que puedo decirte es que ustedes dos necesitan hablar para aclarar eso ─dijo tomando el pastel por la base mientras Yugi tomaba una velita con forma del número 17 en color azul y otras dos más que lanzaban una pequeña pirotecnia ─además, no se tu pero, ¿Qué importa un título como novio, amante, pareja o lo que sea? Yo creo único que realmente importa son los sentimientos de las personas ─Yugi parpadeó un poco ante esas palabras, el egipcio tenía razón ─Marik también me ha dicho ‘te quiero’ un par de veces y yo estoy pletórico de felicidad porque sé que lo dice de verdad, porque realmente lo siento ─Yugi estaba sin palabras ─Vamos hay que llevar el pastel de Ryou.
─ ¡Hai! ─dijo con una sonrisa algo más aliviado ─gracias Malik.
El aludido le guiño un ojo ─ ¿para qué están los amigos?
─Nee Ryou, es hora de que soples la vela y pidas tu deseo ─dijo Yugi con alegría cunado Malik puso el postre en la mesa, colocando las velas, el numero en el centro y las otras a los costados.
─ ¡Hai! ─respondió. Joey encendió las velas con un encendedor y Tea tomo algunas fotos. Ryou espero a que las velas de chispitas se apagaran antes de soplar la otra.
─ ¡venga pide un deseo! ─animaron Joey y Tristán.
Ryou cerró los ojos pidiendo su deseo y luego sopló. Todos aplaudieron.
Luego de una mini-sesión de fotos con todos Ryou cortó el pastel repartiéndolo.
─ ¡vaya esto sí que esta rico! ─dijo Joey.
─ ¡sí! ¿Dónde lo compraron chicos? ─siguió Tristán.
─En realidad Malik lo hizo ─delató Yugi, Malik soltó una risita nerviosa.
Ryou apenas había cortado los últimos trozos para su yami y él, al escuchar esas palabras lo probo. Era un pastel de tres pisos con bizcocho de vainilla relleno con helado de vainilla cubierto con merengue y decorado en la parte de arriba con toda clase de frutas (N/A: así pero de tres pisos con el relleno todo de helado de vainilla http://www.vanigliacatering.com.ar/Images/Conte/tortas/tarta_frutal.jpg)
─ ¡Esta delicioso! ─dejo su parte en una servilleta sobre la mesa y se acercó a Malik ─ ¿lo hiciste tu solo?
Malik asintió apenado y algo sonrojado ─si, quería hacerte algo especial.
Ryou saltó a abrazarlo ─ ¿te eh dicho que te quiero? ─dijo rozando su mejilla con la del egipcio quien reía por la efusividad de su amigo. Yugi se acero a ambos viéndolos con una sonrisa ─Son los mejores amigos que pudiera tener ─sumó a Yugi al abrazo ─los quiero mucho.
─Y nosotros a ti ─respondieron a la vez.
─Hay que inmortalizar este momento ─bromeo Joey con la cámara en manos ─miren aquí ─les tomo la foto.
Rato más tarde todos empezaban a retirarse, al final solo quedaban los seis en la puerta.
─Gracias por todo chicos, me encanto ─dijo Ryou con una sonrisa. Bakura estaba de pie tras de él con su mentón recargado en el hombro de su luz.
─No hay de que, después de todo somos mejores amigos ¿no? ─Malik le dio una sonrisa.
─Por cierto, nuestro regalo para ti está arriba, lo dejamos en tu habitación ─dijo Yugi ─esperamos que te guste.
─No tendrían que molestarse, la fiesta fue más que suficiente ─dijo conmovido.
─Olvidate, esperamos que te guste. Hasta mañana ─ se despidió el egipcio menor.
─Hasta mañana chicos ─se despidió Ryou.
─Nos vemos en la pista ─dijo Yugi comenzando a caminar con Malik seguidos de sus yamis.
─ ¡Hai! ─Ryou cerró la puerta.
-o-
Los egipcios y los tricolores siguieron su camino con Malik y Yugi encabezando el recorrido.
─Me gustaría ver la cara que pone al ver su regalo ─dijo emocionado Malik.
─Jejeje, ya se lo podrás preguntar a Bakura mañana ─dijo Yugi, Malik se sonrojo levemente al recordar la escenita con su yami y el albino, giro a ver a Marik quien iba caminando con los brazos cruzados tras la nuca conversando de algo con el faraón, al sentir su mirada Marik le dirigió una sonrisa ladina a su luz logrando sonrojarlo más ─ ¿pasa algo? ─para el buen fortunio de Malik la oscuridad de la noche limitaba la visión de su sonrojo a ojos del tricolor.
─Para nada ─le dio una sonrisa que calmó un poco a Yugi.
─Bien, nos vemos mañana chicos ─se despidió Malik tomando la mano de Marik para seguir su camino. Yami alcanzó a Yugi.
─Hasta mañana ─imitaron los tricolores.
─Piensa en lo que te dije Yugi ─agito una mano antes de avanzar.
─Lo tendré en mente Malik ─fue lo último que se escuchó en la calles aparte del sonar de los zapatos sobre el asfalto.
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─ ¡Ha sido un día excelente! ─dijo Ryou sentándose en su cama viendo intrigado el gran paquete sobre la misma mientras dejaba sobre una de las almohadas el conejito de felpa ─me pregunto ¿qué será?
─Malik no me quiso decir, anda ábrelo ─dijo cerrando la puerta de la habitación.
Ryou hizo caso, rompió el papel de regalo y le dio la vuelta al gran cuadrado de madera, al hacerlo se llevó una mano a la boca por la impresión, Bakura se acercó a ver y sus ojos se abrieron como platos al ver la foto.
Con unas lágrimas en la comisura de sus ojos y una bella sonrisa Ryou paso sus dedos de la mano libre lentamente por la imagen.
─Wow ─fue lo único que pudo balbucear el yami.
─ ¿Yugi dijo ‘gustar’? ¡Me encanta! ─Ryou intento alzarlo para ponerlo sobre su escritorio, Bakura fue a ayudarlo.
Luego de acomodarlo Ryou regreso a su cama dejándose caer de espaldas en la misma, su yami se sentó a su lado.
─Dime ¿te ha gustado tu cumpleaños? ─preguntó el mayor refiriéndose al día.
Ryou se sentó abrazándolo por el cuello ─me ha gustado TODO ─respondió antes de besarlo con cariño.
─Ryou ─murmuró entre beso y beso rodeándolo por la cintura.
─Kura ─respondió de igual manera perdiéndose en los labios del mayor.
Luego de unos minutos de intensos besos Bakura fue recostando a Ryou en la cama, él se recostó de perfil a su lado.
─ ¿Puedo saber… que deseaste? ─pregunto en voz baja acariciando y ordenando los mechones en la frente de su luz.
─ ¿Qué desee? Muy fácil ─le dijo llevando una mano a su rostro ─desee que todo esto de las pruebas y pistas termine lo más pronto posible para que podamos estar juntos de nuevo ─respondió antes de darle un rápido beso ─te extraño y te necesito a mi lado.
─Oh hikari ─murmuro antes de tomar sus labios en un nuevo y apasionado beso.
─Nee Kura, hay-hay algo que quiero mostrarte ─dijo algo nervioso empujándolo levemente para dejarlo bocarriba─ ¿po-podrías cerrar los ojos un mo-momento… por favor? ─le miro con ojitos tiernos.
“RA, no, no esos ojos” gimió internamente ─de acuerdo ─hizo lo pedido.
Ryou suspiro profunda y silenciosamente totalmente nervioso, su corazón estaba por correr una maratón pero ya lo había dicho y no había nada que hacer más que seguir. Con las manos temblándole levemente desabotono su jean, bajo el cierre y deslizo la tela un poco hacia abajo, dejando ver apenas la ingle.
Trago saliva y se colocó a horcajadas de su yami sin hacer contacto con él, Bakura solamente notó el movimiento en la cama.
─Ya… ya puedes abrir los ojos ─dijo tomando su mano y poniéndola sobre el lado derecho de su ingle.
Lo primero que Bakura hizo fue verlo a los ojos interrogante, su luz estaba sonroja y con la mirada desviada, hizo presión con la mano que mantenía la de Bakura sobre su piel esperando que dirigiera su mirada hacia allí, cuando lo hizo Ryou retiro ambas manos de su piel dejando ver lo que allí había.
Bakura sintió su mandíbula desencajarse al verlo.
Allí, en la blanca y suave piel de Ryou, se distinguían unas elegantes letras negras.
Un tatuaje.
Ryou se había hecho un tatuaje temporal con el nombre ‘Bakura’ .La letra era delicada y de cursiva, bastante oscura y notoria.
─Ryou… qué?
─ ¿Re-recuerdas lo que me dijiste aquella primera noche? ─murmuro apenado ─cuando te pedí que me hicieras tuyo
─ ‘Tú ya eres mío… y yo soy tuyo’ ─susurró.
Ryou asintió, se inclinó para recostarse sobre él dejando sus rostros a centímetros ─yo soy tuyo, tu nombre está impreso en mi piel… ahora de manera literal ─dijo con una pequeña sonrisa apenada antes de besarlo.
─ ¿no te duele?
─No, es un tatuaje temporal, no durará más de 5 días ─le respondió.
─No lo tenías antes de ir a almorzar ¿Cuándo… ─preguntó el mayor ─fue cuando me pediste que te ganara el conejo ¿no?
Ryou asintió ─ ¿te gusta?
─Me encanta ─le dio otro beso, esta vez más fiero ─y ahora mismo voy a demostrarte cuanto me gusta yadonushi ─le susurró sugerente al oído acariciando aquella marca en su piel.
─Mmmm, eso suena agradable en demasía ─ronroneó coqueto, Bakura le dio una gran sonrisa ladina.
(Alerta Lime Alerta Lime Alerta Lime Alerta Lime Alerta Lime Alerta Lime Alerta Lime Alerta Lime )
El mayor los giro poniéndose encima de Ryou y bajó hasta sus caderas, levanto el sweater azul para pasar su lengua por su ombligo lentamente, rodeándolo y jugueteando en él unos segundos antes de bajar entre besos hacia el tatuaje, lo acaricio con sus dedos erizando la piel del menor y dejo un mordisco justo al lado, en el costado su cadera, haciéndolo gemir.
Bakura regreso a besarlo en el cuello a la vez que acariciaba por sobre la tela la intimidad de su hikari, provocando que esté se retorciera levemente. Se levantó un poco para quitarse su sweater y aventarlo a alguna parte de la habitación, luego termino de retirar el de Ryou.
Bakura acarició el pecho de Ryou con suaves besos hasta llegar a uno de sus pezones, dos perfectas cerezas que estaba dispuesto a saborear, tomo uno entre sus labios dándole acariciándolo con la lengua mientras su mano atendía el otro pellizcándolo y jalándolo levemente haciendo a Ryou gemir mientras se aferraba a su espalda.
Bakura subió para volver a tomar su boca, cuando el aire se hizo presente fue Ryou quien atacó el cuello de su yami, lamiendo y succionando la piel, luego dio un pequeño mordisco que hizo estremecer al mayor, deseando más.
─ ¡Ahhhh Ryou! ¡Así, muérdeme pequeño! ─ pidió entre gemidos ahogados. Ryou acató la petición apretando entre sus dientes la piel entre el cuello y hombro de Bakura ─ ¡Awwww más fuerte hikari! Quiere que quede una marca en mí, porque yo también soy tuyo Ryou.
Encantando con tales palabras que lo hicieron vibrar Ryou subió su boca un poco más mordiendo con fuerza el cuello de su yami, sintiendo justo bajo su labio inferior el acelerado pulso de Bakura quien soltó un fuerte gemido de placer abrazando a su luz.
Ryou soltó a su yami cuando un extraño sabor metálico llego a su lengua, miro el lugar de su mordida, una gota de sangre bajaba ─lo siento ─murmuró el menor.
─ ¿Por qué?
Ryou recogió con un dedo la gota de sangre y se la enseño a su yami ─gomen ─repitió.
Bakura tomo su mano y lamio aquella gota de sangre ─no te disculpes ─murmuró en su oído ─se sintió muy bien.
Ryou se sonrojo antes de empezar a lamer la zona mordida para que dejara de sangrar, Bakura solo gemía al sentir la tibia lengua acariciar la pequeña herida. Está en eso cuando Ryou bajó su mano hasta el pantalón de Bakura, lo desabotonó disimuladamente para luego meter su mano y empezar a estimular la hombría del mayor.
─ ¡Ahhhhh Hikari! ─Bakura se apartó unos segundos para quitarse el resto de su ropa y hacer lo mismo con la del menor lanzándola rápidamente a algún rincón de la habitación, seguramente donde también estaba su sweater.
Cuando ambos estuvieron desnudos Ryou llevó a su yami a sentarse mientras él se recostaba entre sus piernas masturbándolo antes de meterlo en su boca haciendo que Bakura rugiera de placer, la boca de Ryou se sentía especialmente cálida y su traviesa lengua lo atendía exquisitamente.
─Aprendes rápido hikari ─murmuró ─ ¡ahhhh sigue así pequeño, no pares! ─Bakura llevo su mano a enredarse entre los cabellos del menor imponiendo un ritmo que lo hacía retorcerse de placer, Ryou solo se dejó hacer.
Cuando Ryou sintió las piernas de Bakura tensarse bajo su tacto, succionó con más fuerza, conduciendo a su amante a un arrollador orgasmo, soltando potentes chorros de su esencia en la boca del menor quien trago todo con gusto.
─Esa boquita tuya es exquisita yadonushi ─dijo tomándolo del mentón para luego lamer su mejilla lentamente ─pero ahora soy yo quien te va a hacer perder el sentido.
Bakura tomó con una de sus manos ambas muñecas de Ryou poniéndolo contra la cama, la otra empezaba a empujar en su entrada.
Si algo salió en claro esa noche, es que los albinos no durmieron mucho que digamos.
…Continuará
*Usagi-chan: conejito/a
