Príncipe de hielo por FlamingUnicorn

Mientras bebía su café, SeHun observaba a YiXing comiendo una porción de pastel como si no hubiera un mañana.
Era divertido y preocupante a la vez no saber si sólo tragaba o si se tomaba la molestia en masticar.

-¨Come más despacio¨- Lo regañó.

No quiere que se ahogue o que luego le duela el estómago.

YiXing se dió cuenta de su comportamiento nada elegante y se avergonzó. Es probable que ahora SeHun crea que es un chico al que no llevaría nunca en su vida a comer en público.

-¨Lo siento¨- Murmuró el castaño apenado.

SeHun sonrió levemente al verlo con la cabeza gacha, parecía un niño pequeño al que acababan de reprender. Se levantó de la silla y rodeó la mesa para llegar a YiXing.

-¨No te disculpes, te dije que el pastel era delicioso¨- Bromeó tomando el mentón de su unicornio para limpiar con una servilleta los restos de chocolate esparcidos alrededor de su boca.

Y vaya que tenía razón. Con el primer bocado el cuerpo de YiXing parecía no recordar el significado de la palabra autocontrol, al punto de olvidar que estaba desayunando con el chico que le gusta.

Quedó en ridículo y todo por culpa de la anciana de la panadería, ¿Cómo puede cocinar algo tan sabroso?
Dejó de echarle mentalmente la culpa a la vieja panadera cuando sintió los labios del príncipe sobre lo suyos.

-¨Tienes gusto a chocolate, me gusta¨- Comentó SeHun apartándose sólo unos segundos para luego volver a unir sus bovas en un beso más profundo.

El repentino sonido del timbre provocó que se sobresalten y sus labios se separen.

-¨Que extraño¨- Comentó el rubio frunciendo el ceño, nunca nadie va a su casa -¨Sigue desayunando, ahora vuelvo¨

YiXing asintió con una sonrisa, ¿Quién habrá tocado el timbre? La verdad no le interesa mucho. SeHun le dijo que siga desayunando, sería descortéz no hacerle caso.
Se sirvió otra porción, un poco más grande que la anterior y tomó la cuchara para seguir disfrutando de ese manjar de los dioses.

°°°

JongDae se aseguró tres veces que la numeración de la casa coincida con los datos anotados en el papel que le dió su amado sobrino Channie.

Se encontró con un muy bien cuidado patio delantero, lleno de coloridas rosas conservadas en perfecto estado, y tuvo que contener una carcajada al imaginarse a SeHun siendo obligado por su madre a regarlas.
Caminó hasta la puerta tocando alguna que otra rosa en el camino, realmente eran hermosas.

¿SeHun será el típico hijo que se hace el duro en el instituto pero en la casa sólo es un niño de mami?
Negó con la cabeza y tocó el timbre, fue para rescatar a su bebé Xing de sus garras, no para saber de su vida privada, aunque no sería malo tener un poco de material para burlarse.

Estaba a punto de tocar la puerta, por si el timbre no funcionaba, cuando esta se abrió dejando ver la silueta de SeHun. Se sintió aliviado de no tener que volver al hogar de Channie y el mocoso pervertido de JongIn.

Si SeHun se sorprendió por su inesperada visita, realmente lo disimuló bastante bien porque no lo demostró en absoluto.

-¨¿No vas a saludar? Que maleducado¨- Bufó JongDae.

Era un poco incómodo que el mocoso sólo lo observe, con esos ojos fríos y sin ningún tipo de expresión en su rostro.

-¨Se supone que la persona que viene de visita es la que debe saludar primero, aunque nunca te invité a mi casa¨- Respondió irónico-¨¿Robaste información del instituto para conseguir mi dirección?¨

Oh, ¿Cómo no le había ocurrido eso? Podría haberse ahorrado la imágen de dos adolescentes que cedieron ante el placer carnal.

-¨No robé nada, tengo mis contactos¨- Contestó el doctor fingiendo ser importante.

SeHun se apartó de la puerta, JongDae lo tomó como una invitación y se adentró a la casa. Aprovechó su cercanía con el príncipe y lo escrutó rápidamente con la mirada, en busca de una mínima marca en su piel.

Para su suerte, y la de su corazón, el resultado fue negativo. En su pálido cuello no había nada y sus labios tampoco estaban hinchados.

-¨¿Qué estaban haciendo?¨- Preguntó `casualmente´ mientras esperaba que el muchacho termine de cerrar la puerta con llave.

No encontrar marcas no significaba nada, aunque admite que se tranquilizó un poco.

-¨Desayunando¨

JongDae rodó los ojos, ¡Como si fuera a creer esa mentira!

El príncipe comenzó a caminar con el doctor gato casi pisándole los talones. No le dió importancia cuando dejó de sentir su presencia y siguió hasta la cocina.

JongDae se detuvo en la sala al percatarse de unos cuantos detalles, ¿Por qué no hay un televisor en la sala? Hay algunos sillones pero no una televisión, ¿Los padres de SeHun son del tipo que prefiere que lea libros?

¿Por qué no hay fotos familiares en las paredes o muebles? ¿Dónde están las fotos de la infancia de SeHun? En todas las casas hay fotos de los bebés de la familia, incluso él que no tiene hijos propios tiene de sus dos sobrinos.

Todo le pareció bastante frío, sin ese peculiar ambiente hogareño que debería tener.
Dejó de darle vueltas al asunto y se dirigió al único lugar donde salía luz.

Definitivamente SeHun no le había mentido, ambos chicos estaban desayunando en la cocina-comedor. El príncipe comía como una persona normal pero su sobrino dejaba mucho que desear.

El rubio estaba sentado frente a su sobrino y no a su lado, era una distancia bastante prudente. Al parecer ellos no son como JongIn y ChanYeol, tampoco como YiFan y él en su adolescencia, debe confiar más en ellos.

-¨Zhang YiXing¨- Lo llamó.-¨¿Dónde están tus modales?¨

El nombrado lo miró con los ojos abiertos.

-¨Tío¨- Susurró con la boca llena.

Nunca se habría imaginado que su tío JongDae iba a presentarse en la casa de SeHun.
El doctor hizo una mueca de asco, siempre fue un poco delicado con esos asuntos.

-¨Termina de tragar y luego habla. Me debes una explicación, no, ambos me deben una explicación¨- Se corrigió cruzando sus brazos en su pecho.

Se saltaron las clases y está seguro que no fue para desayunar juntos.

-¨Fue mi culpa que no hayamos entrado¨- Comenzó a hablar el príncipe de mala gana. No le gusta dar explicaciones pero no quiere meter en problemas a su unicornio -¨El idiota de LuHan dijo algo que me hizo enojar, quise golpear a ZiTao pero YiXing logró frenarme. Cuando nos dimos cuenta, la puerta ya estaba cerrada¨

Básicamente era la verdad resumida.

JongDae estudió la expresión de su transparente sobrino, al parecer tampoco mentía con su relato.

¨¿Golpear a ZiTao?¨- Pensó. Tenía curiosidad por saber el motivo pero más tarde va a preguntarle a YiXing, había algo que le incomodaba aún más, algo que le daba un mal presentimiento.

-¨SeHun, ¿Dónde están tus padres?¨- Indagó.

YiXing, que había dejado de comer, centró su atención en la charla. Sabe que SeHun vive solo pero no sabe por qué, tampoco sabe sobre sus padres, nunca preguntó porque creyó que el príncipe iba a contarle una vez que esté listo.

El rubio le dió el último sorbo a su café, meditaba sobre si debía responder o no. Finalmente decidió hacerlo.

-¨Mi madre al parecer no era feliz con su matrimonio y de un día para el otro se fue, me abandonó, nos abandonó. No volví a saber de ella desde entonces... ¿Sabes? Creo que nunca le importé porque en todo este tiempo ella nunca fue capaz de venir a esta casa a ver como me encontraba¨- A medida que su relato avanzaba, notaba como aquel molesto nudo en su garganta volvía a aparecer.

El castaño podía sentir como su corazón se rompía al saber sobre su historia, era sólo el comienzo pero ya no quería seguir escuchando, no quería ver como SeHun se derrumbaba.
Se iba a levantar para poder abrazarlo y confortarlo, pero su tío le hizo una seña para que se quede quieto.

-¨Mi padre...¨
-¨¿Tu padre?¨- Lo alentó a seguir JongDae.
-¨Cuando mi madre se fue, el cayó en una gran depresión... Se convirtió en un alcohólico violento, pero nunca me levantó la mano, sólo peleaba con desconocidos en los bares a los que iba. Un día al  regresar a casa no encontré a mi padre, lo busqué por cada rincón pero el no estaba.. Creí que estaba bebiendo por ahí hasta que entré a mi cuarto y me dí cuenta que había una carta en mi cama..¨

-¨No me digas que...¨
-¨El la dejó antes de suicidarse¨- Siguió, interrumpiendo a JongDae -¨En la carta me pedía disculpas y me deseaba que sea feliz con el amor de mi vida. En ese momento realmente lo detesté.. Era un niño, no me interesaba encontrar a nadie. Sólo quería llegar a casa y que ellos me reciban con una sonrisa, que papá me ayude con la tarea, comer la comida que preparaba mi mamá, verla en el patio con sus flores.. Sólo quería que el amor de ellos.. Pero me abandonaron, me dejaron solo¨

-¨No estás solo SeHun, no ahora¨- Dijo JongDae alargando su mano hasta llegar al rostro del rubio-¨Estás rodeado de personas que te quieren así que no llores¨

¿Llorar? Tocó su mejilla y se sorprendió al sentirla húmeda, ni siquiera se había dado cuenta.

-¨Yo..¨

Iba a disculparse porque él no es el tipo de persona que llora y esa situación era incómoda, extraña, pero YiXing se sentó en su regazo para envolverlo en un cálido abrazo y no pudo evitar que un sollozo se escape.

-¨Nunca más vas a estar solo¨- Le aseguró el castaño conteniendo sus lágrimas. Tenía que ser fuerte, esta vez tenía que ser el pilar que sostenga a SeHun.
Si él también se venía abajo, no iba a haber nadie capaz de consolarlos. Porque su tío JongDae les estaba dando la espalda pero el movimiento de sus hombros delataba que lloraba silenciosamente.

-¨¿Lo prometes?¨- Cuestionó el príncipe escondiendo su rostro en el cuello del otro.
-¨Lo prometo¨- Contestó acariciando su rubio cabello al sentir como los sollozos aumentaban hasta convertirse en llanto.


JongDae secó sus propias lágrimas y respiró profundo para calmarse. Se siente culpable por haber pensado en burlarse de SeHun, nunca había pensado que tenía una historia tan triste.
Ahora comprende porque siempre fue una persona fría y distante, no quería encariñarse con nadie para no sufrir nuevamente el dolor de perder a un ser querido.

Las rosas en el patio, para él, son una clara señal de que extraña a lo que una vez fue su familia.

Vió como su sobrino consolaba al rubio y optó por dejarlos solos, además necesita hablar con YiFan sobre esa situación.

°°°

LuHan sonreía como tonto mientras enviaba mensajes de texto en el despacho de su abuela. La anciana mujer lo había mandado a llamar.

-¨Lu, tengo algo que decirte¨

El muchacho dejó el aparato para prestarle atención.

-¨Esta es mi última semana al mando del instituto, ¿Sabes lo que significa?¨

LuHan bajó la mirada y asintió.

-¨Que debemos volver a China¨- Respondió.