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Junto a ti... por Mely Wolfy

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Notas del capitulo:

Aun no se exactamente como es esto de publicar capítulos y demás en Amor-yaoi... T__T
Aun soy nueva por aquí, así que me ando familiarizando con el lugar...
Ahm... .___. si tengo alguna duda... ¿puedo preguntarles? ¿me ayudarían? no quiero morir aquí sola! xDD

Aun no se exactamente cuantos capitulos vaya a tener, pero los ire escribiendo con forme me vaya agarrando la inspiración xD
Sin más que decir...los dejo con el capitulo 1 C:

- ¡Buenos días Shin chan! – le sonría con gran amplitud como todas las mañanas montado en el rickshaw.

- Llegas tarde…- su tono de molestia era más que evidente. Aunque muy en el fondo estaba preocupado pensando si algo le había sucedido.

-Gomen, gomen, mi despertador no ha sonado esta mañana y si no fuera por mi madre que me grito toda histérica que llegaría tarde, creo que no hubiera asistido hoy a clases... – comenzó a pedalear una vez que Midorima se había subido, quién solo bufo.

- Parece que te levantaste de malas… como casí todos los días- pensó al final, pero la única respuesta que recibió de él fue silencio.

Y ese silencio fue lo único que los acompaño todo el camino, se notaba que Midorima se había molestado porque casí llegaban tarde a clase, pero eso no ocurrió y en dado caso, la culpa era de la “zanahoria”, quien lo obligaba a pedalear todos los días esa maldita cosa sin darle un descanso. Si tan solo tuviera piedad de él y lo dejara ganar debes en cuando en el piedra, papel o tijeras, no llegaría tan agotado a casa, ni caería en su cama muerto de cansancio.

Pero no, ese desdichado Tsundere gozaba hacerlo sufrir y eso lo sabía de antemano. Aunque también muy en el fondo se lo agradecía, le mantenía las piernas en perfectas condiciones para el baloncesto, aunque esa no fuera su intensión.

Una vez que ambos llegaron a la escuela y tomaron sus respectivos lugares en el salón (Takao al frente de Midorima), el pelinegro volteo a mirarlo, solo para confirmar que ese día, no traía algún objeto extraño que llamara la atención como era de costumbre.

-Nee Shin chan, te vez raro sin algo que ocupe tus manos… ¿Cuál es el lucky ítem de hoy?-

-No te voy a decir…- saco un libro de su mochila y se dispuso a leer con toda la intención de ignorarlo. 

- ¡Nee Shin chan, dime! ¿Seguramente es algo vergonzoso no es así?- Midorima chasqueó la lengua enojado. – ¡DEJAME VER QUE ES! ¡MUESTRAMELO, MUESTRAMELO! -

- ¡Carajo Bakao, que no! ¡Ya cállate! – Pero el pelinegro no estaba dispuesto a dejar de molestarlo hasta que descubriera cual era el objeto de la suerte de ese día. Durante toda la mañana hasta el transcurso de la tarde, Kazunari se dedico a fastidiarlo, le mandaba papelitos durante las clases preguntándole acerca de que podría ser el Lucky ítem, ¿Una ardilla disecada?, ¿Traer algún brillo labial?, O tal vez tenia que ponerse ropa interior… ¿femenina?, no lo sabía, pero la curiosidad lo estaba matando, y como poseía una gran imaginación para molestar gente (sobre todo a él), no se limitaba a imaginarse cualquier cosa.

Y es que muchas veces Oha Asa pedía llevar cosas muy extrañas para la buena suerte, pero eso no limitaba a Shintarou, ¡no!, él tenía que cumplir al pie de la letra lo que su horóscopo le destinaba para ese día o tendría mala suerte y su mundo colapsaría.

Ya hubo una ocasión en la que se veía particularmente ridículo, lo que le costo una semana de bromas por parte del equipo de Shutoku (y sobre de todo de Takao) cuando llego a la escuela con una diadema de estrellas que destellaban luces de colores. Aquella ocasión había sido épica, pero a Midorima le daba igual lo que dijeran de él; por esa razón se le hacia muy extraño que esta vez, no ondeara con orgullo el objeto extraño de ese día.

Una vez terminadas las clases, la escuela se fue quedando vacía a excepción de los alumnos que tenían las actividades del club. Ahí estaban todos los de Shutoku en la cancha, jugando un partido de 3 vs 2 entre ellos mismos a modo de entrenamiento.

-¡ AH Kimura! ¡Necesito una Piña! ¡Le voy a lanzar una maldita Piña! -gritó Miyaji mientras miraba a Midorima quien había anotado su sexto tiro de 3 puntos. –¡Te dije que lo bloquearas!-

-Ya Miyaji, tranquilo…- movió su mano a modo de quitarle importancia - Además, el entrenamiento ya ha terminado…- Kiyoshi ya no dijo nada, pero la verdad es que, aunque fueran del mismo equipo, cuando había practica, odiaba perder contra él.

El chico peliverde comenzó a moverse a través de la canchan dispuesto a comenzar esas prácticas silenciosas de sus tiros largos y precisos, pero su paz le fue arrebatada cuando le escucho gritar.

-¡Lo sabía! ¡Lo sabía!, ¡Sabía que encontraría esa cosa ridícula!- Takao lo señalaba mientras corría hacia él, fue entonces cuando se percato, lo había descubierto. Así que empezó a correr también para que el pelinegro no lo alcanzara. El problema fue que no contaba con que sus demás compañeros le harían una emboscada.

-HAHAHAHAHAHA- Todos comenzarón a carcajearse y Takao literalmente lloraba de la risa. –Deberás que Oha Asa, no me falla... –Aunque intentaba contenerse, simplemente no podía. El ojiazul sostenía un broche para el cabello realmente grande que tenía una zanahoria regordeta de felpa con una cara de lo más sonriente.

-¿Porque no la has usado hoy? La verdad es que te hubieras visto divino con él puesto… - mencionaba Kimura que tampoco paraba de reí­r. –

Midorima se ajustaba los lentes un poco avergonzado, en realidad, nunca le importaba lo que opinaban, pero llevaba esforzándose todo el día para no enojarse más de la cuenta con ese chico de profundos ojos azules platinados, pues en su horóscopo le decía que si quería que sus planes salieran a la perfección ese día debería evitarse disgustos. Pero ese idiota de Takao se esforzaba solo cuando le convenía. 

-Bueno, ya basta, suficiente burla para un solo día…- el capitán, Otsubo, tomaba una toalla de las bancas mientras recobraba la compostura. –Es hora de retirarnos-

-Yo me quedo. – menciono Midorima con un toque de desdén.

-Y yo me quedo con él. -interrumpió Takao, jalando a Midorima hacia abajo, hasta ponerlo a su altura para pasarle un brazo alrededor del cuello.

-Supongo que podemos tomar esto como tu primer acto egoísta del día ¿no? Dos más y estás fuera Midorima- recalcó Miyaji antes de retirarse junto con los demás.

-No recuerdo haberte pedido que te quedarás Takao.-

-Shin chan, que frío eres, todavía que me quedo a hacerte compañía…- seguían en la misma posición.

Pero el peliverde ya no respondió, solo se limito a sonreír a medias fuera de lo que él consideraba que sería el campo de visión de Takao, o al menos eso creía, porque desde luego había olvidado que el pelinegro poseía la vista de halcón.

De todos modos, sin importar como fuera, él no podía odiarlo. Eso pensó Kazunari.

-Uno… dos...-escuchó.

Observaba detenidamente al más alto lanzar tiro tras tiro desde media cancha y la cancha completa, sin fallar ni una sola vez, era tan absurdo que alguien tuviera esa precisión que se echó a reír.

-Ya, cállate Takao.-

-Vale, vale…-

Takao observaba como su compañero seguía encestando tiro tras tiro sin fallar, era una visión bastante interesante; ya que su habilidad especial le ayudaba a percatarse de cualquier cosa y una de ellas, era la belleza que envolvía al ojiverde.

-Ne, Shin-Chan ¿Por qué no te tomas un descanso? -preguntó cuando rebasó las 80 canastas.

Midorima no contestó. Salto el balón que tenia en sus manos y camino hacia él.

-Toma.- dijo tendiéndole una toalla y una sonrisa.

El mayor la tomó y comenzó a secarse el sudor de la frente. Mientras Takao lo observaba, salto a su mente una curiosidad al quedarse perdido en sus ojos unos escasos 5 segundos. 

-Shin-Chan…- dijo mientras se le ponía enfrente- ¿Cómo ves las cosas sin lentes?- estiraba su mano derecha para despojar al contrarío de sus gafas.

Para su asombro, Midorima se dejó, sin decir nada; quizás ya estaba muy cansado, o simplemente estaba ignorando al pelinegro como solía hacer de vez en cuando.

Kazunari al ponerse sus gafas, hizo una exclamación de sorpresa por la graduación que poseían.

-¡Woo! ¡Shin-Chan de verdad estas re-ciego!-

-¡Cállate imbécil! ¡Devuélvemelas!- exigió Midorima intentando quitárselas.

-No- río

-¡Que me las des bakao!-

-No…-

Mientras uno retrocedía, el otro avanzaba. Para Kazunari, una de las cosas más divertidas que podían existir en el mundo era observar –y provocar- a Shintarou desesperarse por cosas pequeñas e insignificantes. Y esa era una de tantas.

En algún momento de su juego tonto, habían recorrido todo el gimnasio hasta topar con la fría pared.

Sorpresivamente, Takao pudo observar como una de sus muñecas se vio aprisionada contra el muro. Cuando enfocó el rostro de su compañero, su asombro fue tal, que quedo en silencio, estaba terriblemente cerca.

-No te puedo ver bien, idiota- murmuró Midorima –devuélveme mis gafas.-

-No quiero, quítamelas- rio intentando soltarse de su agarre, ya estaba muy nervioso- bueno, si puedes…- intentaba seguir con aquel juego absurdo. 

Pero el ambiente cambió de un momento a otro, los hermosos ojos verdes de Midorima se estaban entrecerrando, y su rostro se estaba acercando cada vez más al contrario. No sabía si era para verlo mejor o si el peliverde tenía otras intenciones, pero antes de poder convencerse de la primera opción, su mente se quedó en blanco, y no pudo sino quedarse quieto en su sitio.
No supo como, pero cuando se dio cuenta, el ya se encontraba sentado en el frio suelo del gimnasio, entre la pared, sus muñecas presas y la nariz de Midorima acariciando su mejilla. 

-¿Shi…Shin ch…?- susurró mientras unos húmedos labios comenzaban a rozar los suyos. Y su suspiro fue callado cuando por fin se formó el beso.

Comenzó, como comienza cualquier beso de piquito, con una ligera presión, uno tras otro; solo Dios sabe cuanto tiempo Takao y Midorima habían esperado ese momento, dejo de sentir esa presión en sus muñecas, señal de que podía liberarse, pero su sorpresa era tan grande que no movió musculo alguno, solo se quedo ahí, quieto, recibiendo un beso tras otro. Y luego una lengua se hizo presente colándose en sus labios, recorriendo su boca lentamente, saboreándola poco a poco.

El pelinegro no notó en qué momento cerró sus ojos y no tardó en responder al beso de la misma forma, acariciando con su propia lengua la lengua del peliverde, enredándose con ella dulcemente por momentos, convirtiendo el beso en una apasionada lucha.

Fue hasta que les faltó el aire que se separaron, apenas lo suficiente, ambos podían sentir el agitado aliento del otro, mientras entreabrían los ojos, todavía con las narices juntas y un notable sonrojo en las mejillas.

Una vez que ambos recuperaron el ritmo de su respiración, Takao no dudo en inclinarse hacia delante en busca de un nuevo beso…

-¿Midorimacchi?- una voz detuvo la acción, haciendo que el mayor se levantara rápidamente tomando sus gafas que el otro aún tenía en el rostro, caminaba con prisa de regreso a la cancha.

En ese momento, Takao Kazunari sabía dos cosas: la primera, los labios de Midorima eran suaves y deliciosos, más adictivos de lo que había imaginado en sueños.

Y la segunda, odiaba con toda su alma al tarado de Kise por interrumpir el momento. Estaba realmente enojado.

- Kise, ¿qué diablos haces aquí? –Preguntó Midorima con su voz grave.

-¡Midorimacchi! – dijo mientras lo abrazaba efusivamente- ¿Qué acaso no puedo venir a visitarte?

La escenita, por mucho, le resultaba estresante a Takao. Ese rubio imbécil estaba abrazando a SU Shin-Chan mientras le hacía pucheros y se le acercaba más al cuerpo frente a sus ojos. Y lo peor de todo era que Su Shin-Chan se encontraba absolutamente normal, como si nada entre ellos hubiera pasado antes y tampoco se tomaba la molestia de apartar al rubio. Una parte de él estaba hirviendo en celos, y la otra aun intentaba mantener la cordura para no ir a golpear al rubio.

-Preferiría que me soltaras…- dijo Midorima contestando la pregunta mientras se acomodaba los lentes.

-¡Mo! ¡Midorimacchi es muy frío! ¿Crees que a Akashicchi le gustaría verte así?- el peliverde dio un respingón al escuchar ese nombre. Kise, que estaba bromeando, se quedó callado al sentir como un escalofrió recorría parte del cuerpo de Midorima, y lo soltó del abrazo apenado - Mi… Midorimacchi… perdón… emm… yo….

-¡Cállate Kise! ¿Qué demonios quieres? – se soltó del rubio.

-Pues verás… este fin de semana habrá…

Takao, aun en silencio, observaba como el rubio, mientras le explicaba, lo abrazaba, picaba y casi se le iba encima a Midorima, provocando en él unas inmensas ganas de romperle su nariz de modelo. Le molestaba mucho esa cercanía.

-¿Takaocchi? ¿Entonces si acompañas a Midorimacchi?- le cuestionó el rubio de repente, que al parecer le había estado hablando desde hacía algún tiempo.

- Estoy seguro de que irá si vienes con él. - prosiguió Kise con una sonrisa al no obtener respuesta y a modo de convencimiento. 

-No- contestó secamente.

-¡Mo! ¡Takaocchi! – rogó- ¡Midorimacchi debe ir! ¡La Generación de los Milagros se reunirá y no estará completa sin Midorimacchi!- El pelinegro solo se estaba estresando, Kise seguía colgado de un brazo de Midorima mientras hacía su berrinche.

Miró al más alto. -Iré solo si Shin-Chan me lo pide…- contestó mirando a Midorima con una sonrisa, a lo que él volteó el rostro ajustando sus lentes.

-Ya te dije que no iré, Kise.-

-¡Mooooo! ¡No seas así Midorimacchi! ¡Anda, ve con nosotros! -miró al pelinegro- Ne Takaocchi, ¿Podrías convencerlo?.

-Solo Suéltalo… - susurró en voz baja, sin alcanzar los oído del rubio.

-¡Sugoi! ¡Te lo encargo! Yo me tengo que ir. ¡Hasta el sábado al chicos!- Y, sin esperar respuestas, se fue por donde había venido. 

El silencio no tardó en volverse un poco incómodo. Ambos se encontraban en su lugar, mirando la puerta.

-Ne… Shin Chan…- decidió intervenir, su compañero se volteó a verlo, mientras él bajaba la mirada con un leve sonrojo. - Sobre lo de… hace un momento…- dudó

-¿Qué pasa?- preguntó el peliverde de lo más normal del mundo.

-¿Qué… tanto… ?- estaba nervioso -¿¡ Qué tan bien te llevas con Kise!?- soltó con una risa nerviosa.

-¿Eh?- Midorima estaba confundido.

En realidad, no era lo que quería preguntar, pero sus nervios y los celos lo habían traicionado, porque tal vez, ese beso en realidad no significaba nada para la “zanahoria” y aunque la pregunta formulada era un poco tonta, igual quería saber la respuesta a eso. Shintarou se mostró sorprendido por un momento antes de responder.

-No más a como me llevo con cualquier ex-compañero de equipo-

-¿Y realmente es así es con todos?- cuestionó tímidamente, deseando que Midorima no fuera especial para el rubio.

-Menos con Kuroko y Aomine.-

-¿Por qué?-

-Bueno, Kuroko es su mejor amigo y Aomine es su novio, incluso más…

-¿¡Queeé!?- interrumpió el pelinegro con un grito- -¿Kise está… saliendo con Aomine?- no salía se su asombro.

Midorima solo se ajusto las gafas.

-Sí, no sé a qué viene tanto alboroto, y a todo esto ¿Por qué estás tan interesado en Kise?

Mierda. Ahora Takao no sabía que responder.

-Bueno… yo… solo sentía curiosidad…- desvió la mirada- ¿Irás con la Generación de los Milagros el sábado?- preguntó fuera de tema y de la manera más casual que le fue posible.

-No lo sé- contestó fríamente.

-¿Por qué?-

-Deja de preguntar y ya vámonos.-

-¡Espera! Una cosa más… -

-¿¡Qué!?-

-¿Cuál es el signo de Kise?-

- … -Midorima chasqueó la lengua en señal de molestia, tomo sus cosas y se dio media vuelta hacía a la puerta – Géminis.- contestó antes de dirigirse a los vestidores.

Mientras Midorima se alejaba, el chico se quedó solo, pensando, - Géminis ¿Eh? -El maldito horóscopo había tenido razón en todo. Por sus descuidos (llámese lugar no planeado) había perdido una valiosa oportunidad que había estado esperando por mucho tiempo, y a causa de la imprudencia de un géminis, se podría ver molesto y frustrado.

Horóscopo de mierda!- aunque sabía que ya no tendría problemas con Kise, una duda le saltó a la mente, pues estaba seguro de que Midorima escondía algo.

Shintarou estaba realmente confundido y frustrado. Es cierto que era lento para darse cuenta de las cosas, pero no entendía por qué de haberse besado con el imbécil de Takao, este solo le preguntaba por el idiota de Kise.

De hecho creyó que Takao preguntaría el motivo del beso. …l estaba preparado para afrontarlo, lo llevaba pensando y planeando desde un buen tiempo, esperando meticulosamente el día que le tocara estar en primer lugar de buena suerte, pero incluso cuando tenía planeado decir algo sincero al muy puro estilo de: “Porque me gustas” así, a secas, el pelinegro le preguntó cosas que no veían ni al caso. Y aunque no quería admitir que se sentía realmente celoso, quería golpearlos a ambos, pero más a Kise por diversas razones.

¿Por qué tenía que haber mencionado a Akashi? ¿Por qué justo enfrente de Takao? Y peor aún ¿Por qué demonios le seguía afectando? Pensar en ello solo le traían recuerdos a la mente que le dolían desde el fondo del pecho.

“Shintarou… lo lamento, estoy con Atsushi…”-

Desde esa platica, hasta entonces, había evitado a toda costa al pelifresa, no había querido saber nada de él ni de Murasakibara. Y ahora, algunos meses después de terminar con todo aquello, al capitán de Teiko se le había ocurrido la “maravillosa” idea de juntarse.

Se sentía realmente estresado, esa reunión sería más como una salida de “citas multiples”, porque era más que obvio que Akashi y Murasakibara seguían juntos, Kuroko salía con Kagami y Kise con Aomine.

Lo único que provocaría todo eso es que ambos se mirarían a los ojos y el pasado regresaría, a pesar de que su corazón le perteneciera a alguien más, los recuerdos le dirían a Midorima que, de nuevo, estaba viviendo un amor no correspondido. ¿Para qué quería ir a esa clase de reunión?. Incluso tratándose de Akashi, o, mejor dicho porque se trataba de Akashi, era por lo que no quería ir.

Aunque, quizás, sería la única manera de cerrar esa herida del pasado….

Notas finales:

Espero les haya gustado el primer capítuloooo!! :D
yeih!!
También estoy en fanfiction (¿publicidad time?)
bajó el mismo alias! xD

y el motivo de que me ven por aquí, es porque una amiga me recomendó amor-yaoi... la verdad, es que no tenía ni idea de que existía D:
de todo el yaoi que me he perdido (sacrilegio!)

Nuevamente muchas gracias, si has leído hasta el final ^u^

Se despide con Abrazos y mordidas…
Mely Wolf :3

 


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