Los brazos de Akihito abrazaban el cuerpo de Asami, el cual estaba encima del suyo, mientras que los de Asami, acariciaban el cabello rubio. Hacía más de 30 minutos que estaban desnudos en esa cama testigo de tantas cosas. Hacía más de 30 minutos que no paraban de besarse. Besos lentos, apasionados, con fricción, pero no desesperados. Besos que disfrutaban el momento. Besos entrecortados que se daban tiempos propios para respirar & no soltarse.
Ninguno hablaba, ninguno se atrevía a decir alguna palabra. Hasta que se separaron. Akihito contempló el rostro del mayor. Su frente un poco sudada. Sus ojos miel rasgados, arrepentidos. Su cabello despeinado, mojado. Sus pómulos en un tono rojizo. Su nariz respingada. & sus labios, ¡Sus benditos labios, por dios! Esos finos labios, los cuales eran amplios, & ahora hervían en un color rojo carmín. Su respiración a tabaco & menta, pero era la respiración más deliciosa que jamás había experimentado.
Asami contempló el rostro del menor. Su cabello rubio hacia un costado. Su frente sudada junto a esos ojos verdes que lo miraban con amor, ¡Verdad que eso si era amor! & amaba sentirse amado, pero nunca se lo diría, no a alguien tan juguetón como Akihito. Sus mejillas redondas, color rosas, esas mejillas rosas que tanto le encantaban & que tanto odiaba cuándo se mojaban con lágrimas por su culpa, & peor aún, cuándo la culpa no era suya, si no de otra persona. & sus labios. Esos carnosos labios rojos pasión que tanto amaba, esos labios sabrosos que sólo le apetecían a besarlo más & más.
-Quién me manda a ser adicto de tus besos.-Le susurró de frente, viéndolo.
Akihito sonrió.
-Tu tiene unos labios sabrosos & nadie te dice nada.-Murmuró & su rostro se acaloró más.
-¿Quieres saber que otra cosa tengo sabrosa?
-¡Asami!.-Gritó regañándolo.
-Yo iba a decir que las mejillas, pero si tu lo tomas de esa manera.-Lo miró en tono burlón & comenzó a besarlo nuevamente, llevando sus manos por encima de su cabeza.
Empezó moviendo sus caderas, rozando sus miembros.
-Asami…-Temblaba de placer.
-Aguanta.-Susurró levantándole la cadera.
Esparció un poco de lúbricamente mientras dilataba su entrada con una mano & con la agarró la mano de Akihito & se llevó los dedos a su boca. Pasaba su lengua por los dedos del menor, los chupaba & mordisqueaba haciendo que este se pusiera aún más erecto & así lo penetró. Se movía perfectamente bien, mientras relamía sus pezones.
-Asami…-Sollozó & el mayor lo miró preocupado, pero ya no podía parar de moverse.
-¿Q… qué suce..de?.-Preguntó jadeante.
-Duele, Asami.-Apretaba los dientes. Asami se inclinó para abrazarlo.
-Pasa enseguida, ya lo sabes, aguante.-Lo besó nuevamente.-Perdón.-Susurró.
Con la mano empezó a masturbarlo mientras volvía a moverse más rápido. Akihito se entregó al placer & se vino en la mano de Asami, mientras que Asami, estalló dentro de él. El pesado cuerpo del mayor cayó encima de él.
-¿Me perdonas?.-Susurró en su oído mientras lo acurrucaba en su pecho.
-Te juro que si vuelves a hacer algo así, no me verás nunca más en tu vida.-Lo decía muy en serio, & Asami lo entendió.
-Entiendo.-Asintió & de nuevo se colocó encima de él…
*-Al día siguiente-*
Akihito veía a Asami levantarse de la cama.
-¿Ya te vas?.-Preguntó con la voz queda.
-Sí, ya son las 6.
-Estás llegando tarde.-Comentó algo preocupado.
-¿Eres consciente hasta que hora estuvimos haciéndolo?.-Preguntó & Akihito negó, no tenía conciencia de la bendita hora.-Hasta hace 20 minutos.-Respondió.
-Dios.-Se tiró hacia atrás quedando apoyado en sus manos.
& lo observó cambiarse. Los pantalones de gabardina negra deslizarse por esos muslos fuertes & grandes, desprendido dejando ver el gran bulto que guardaba el bóxer blanco. Una camisa blanca deslizarse en esos brazos grandes, prendiéndose en su abdomen perfectamente marcado.
& de nuevo el pantalón, abrochándose debajo del ombligo, por encima de la camisa. Una especie de chaleco, era su porta armas. Asami era consiente de que Akihito lo estaba mirando con descaro, sabía que odiaba que llevara ese maldito porta armas de bajó de su ropa; como también sabía que le encantaba lo peligroso que resultase. Se amarró la corbata en el cuello, & el chaleco de gabardina bien prendido sobre su pecho.
Se paró frente al espejo & peinó su cabello con gomina como todas las mañanas, con aquel mechón juguetón que lo hacía aún más atractivo. Por el espejo, detrás de él, el reflejo de un Akihito abrumado, rojizo, con una respiración dificultosa. Se calzó el saco & agarró su portapapeles. Se acercó al menor & se inclinó.
-Me voy, que tengas buenos días.-Lo besó & luego se fue, pero antes le dijo.-Espero que no te vengas solo con verme vestirme, guárdalo para la noche.-Le guiñó un ojo, & lo dejó completamente ruborizado.
-Ni que estuviera excitado.-Se dijo así mismo cuando Asami ya se había ido.-Bueno, solo un poco.-Sonrió nervioso al ver su erección.
Una hora después, Akihito estaba llegando a su trabajo. Dejó sus cosas en su pequeña oficina & ahí estaba Soudao, con una sonrisa maliciosa como siempre.
-Akihito, buenos días. A causa de tantos días libres que has pedido, se te descontará un 10? de tu sueldo, ya creo que lo sabías.
-Me lo imaginé.-Sonrió Akihito con desganas.
El ataque de Asami en parte, había sido por culpa de Soudao. ¿Que tenía que hacer en su casa, si ya había avisado que no iba a ir? Horrible e irrespetuosa acción.
-Quiero que te pongas a trabajar.-Le obligó.
-Si, eso haré.
-Bueno, con permiso, buenos días.-Salió.
-Buenos días.-Respondió respetuosamente mientras cerraba la puerta detrás de Soudao.
Akihito se puso a trabajar. Tenía que tranferir toda la información de esos días que no había ido al trabajo. Ponerse al tanto de las noticias & de los eventos que tenía que cubrir el mes que seguía. Firmó papeles como el gran "Gerente aprendíz" Que era. Akihito era bueno en su trabajo. Estaban a punto de ascenderlo para que trabara con Soudao, así que hizo todo máximo cuidado & prestando atención. Quería que vieran que si el faltaba varios días, con uno solo alcanzaba para ponerse al día.
*-Mientras tanto en la oficina del Señor Asami, en la otra punta de Tokio-*
-¿Cómo has pasado el día de ayer, Kirishima?.-Le preguntó mientras firmaba papeles & Kirishima le ponía sellos. Ambos sentados en el escritorio.
-Bastante bien, gracias, necesitaba pasar un día entero con Neimi, en casa.
-Me alegro, yo también lo necesitaba.
-¿Cómo va el joven Takaba con su hijo?
-Bien, será niña.-Sonrió por lo bajo.
-¿Sí?.-Preguntó emocionado.-Que bien, los felicito, en verdad.-Sonrió ampliamente.
-Gracias.
-Pero...
-¿Pero qué?
-Tiene un pero, Asami. Como si no lo conociera.-Rodeó los ojos.
-No es tanto un "pero".-Rió al saber que su subordinado lo conocía demasiado.
-Tiene miedo.
-¿Qué... Cómo...? Mierda.-Murmuró.
-15 años al lado suyo, no los trabaja cualquiera.-Sonrió triunfante.
-Me has visto crecer.-Sonrió.
-No sé si tan así, te he visto madurar.
-Desde los 20 años.-Asintió Asami.
-Eras bastante cabeza dura los 20 años.
-Sabes que no me gustaba ser abierto a mis sentimientos.
-Aún con 35 años, no lo eres.-Elevó las cejas.
-No me gusta, lo sabes.
-Lo sé, pero no lo entiendo.
-Eso no importa, ahora... Tengo miedo de que Akihi tenga miedo.
-¿Cómo es eso?-Preguntó.
-Tiene 23 años...-Murmuró.-Lo he dañado bastante, yo ya no soy un niño, sé lo que hago, & sin embargo no me importa. Eso me da miedo. Tengo miedo de volver a cometer otro error, que él quiera irse con mi hija & yo cometa una locura.
-Entonces no lo haga, Asami.
-Ese es el problema, no tengo autocontrol.
-Hay que repasar eso, te entiendo.
Asami llegó a casa a las 2 de la madrugada, estaba cansado; Se fue directo a la cama, & ahí estaba el rubio, con unas ojeras tremendas pero sin dormirse aún.
-Al fin llegaste.-Murmuró estirando los brazos.
-Quítate la maldita costumbre de esperar a que llegue para dormirte.-Bufó enojado.-Así no descansarás nada.
-Es que quiero saber cómo llegas, & no puedo dormirme sin ti.
-Dios mío, no tienes remedio.-Rió parándose en la orilla de la cama.
& la rutina de la mañana llegó, pero esta era en la noche & al revés, esta vez se desvestía. Se sacó el saco & luego el chaleco. Akihito se arrodilló frente a él & le sacó el porta armas mientras se apoyaba en su pecho. Lo dejó con cuidado en el piso & volvió sus manos a la camisa de Asami. Sacó su corbata & desprendió su camisa, nunca iba a cansarse de ese perfecto torso. Tiró la camisa hacia atrás & desprendió sus pantalones dejándolos caer. Asami cooperó sacándoselos.
El color blanco de los bóxers ayudaban a que su bulto se viera mucho más grande; O tal vez ERA, mucho más grande. Akihito bajó aquellos bóxers dejando al descubierto el voluptuoso miembro de Asami, el cual ya estaba al tanto de las intenciones del menor.
Akihito se paró de la cama & se puso detrás de Asami dándolo vuelta & empujándolo para que cayera sobre la cama. Las manos de Asami estaban apoyadas en el colchón & su cuerpo era sostenido por sus brazos, las piernas separadas dejaban una vista bastante buena para Akihito. Akihito se arrodilló en el piso, & con sus manos tomó aquel enorme pene llevándoselo a la boca. Lamía, & mordisqueaba aquel órgano palpitante. Jugó con la punta moviendo la lengua, hasta que se lo llevó por completo a la boca.
-Espero recibir este tipo de bienvenida más seguido.-Gimió Asami tirando su cabeza hacia atrás cerrando los ojos. Con la de sus labios empujó la cabeza de Akihito para que este lo hiciera más profundo, & así fue.-Akihito…-Gimió.
Asami nunca se dejaba escuchar al gemir, & ahora lo hacía libremente, cosa que encendió más a Akihito. Tragó todo el semen de Asami & luego se tiro encima de él besándolo.
-Mi turno…-Susurró recostándolo sobre la cama & bajando hasta su pene, hizo exactamente lo mismo, pero /Muchísimo mejor./.-Pensaba Akihito mientras gemía, gritaba & tiraba del pelo del mayor.
Cuándo ya habían terminado, Akihito se encontraba envuelto en una sábana, mirando el ventanal a aquel hombre. Desnudo parado en la terraza, con un cigarrillo en la mano. Ese cuerpo perfecto con la luz de la luna, era bendito. /Perfecto, enorme, & solamente para mí./.-Sonrió. Le encantaba la idea de pensar que ese cuerpo, que ese hombre tan… grande, tan perfecto, tan hermoso, era de él. & que sólo él tenía derecho a verlo & disfrutarlo. & estaba segurísimo que era el único, porque si no lo fuera, ¿Para qué Asami querría estar sólo con él? ¿Por qué Asami tendría días de abstinencia? Si Asami tuviera un amante, nunca podría tener abstinencia.
-¿Qué tanto piensas, pequeño?.-La voz ronca de Asami lo atontó.
-En ti.-Sonrió.
-Mh, ¿& que piensas?.-Se escabulló abrazándolo.
-Mañana te cuento, ahora tengo sueño.-Susurró sintiendo como el mayor lo abrazaba por la espalda.
-Buenas noches.-Besó su hombro.
-Buenas noches, Asami.
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