Capítulo 5.- Más que amantes
Hades despertó de un salto, el teléfono sonó y el pelinegro lo contestó de mala gana, el muchacho le dijo que era la llamada para despertarlo y sin más el pelinegro colgó, se estiró en la cama y se sentó de golpe al no sentir a Seiya a su lado, pero en eso escuchó agua correr en el baño, Seiya salió a la habitación y ya estaba completamente vestido
- Yo estaba pendiente del teléfono, no quería que te despertaran – dijo Seiya y se acercó a la cama, estaba sin zapatos y tenía que calzárselos para poder irse, así que se sentó en la cama lo que Hades aprovechó para besarlo
- O sea que te ibas a ir sin despertarme?, cual ladrón en la noche?
- No quería que te pongas mal genio, es en verdad temprano – dijo Seiya pasando el pulgar por la frente de Hades, el mayor había arrugado el ceño, ese era un tic suyo que Seiya encontraba dulce
- No me puedo poner mal genio, la madrugada me ganó un beso tuyo, qué vas a hacer hoy en la noche?
- No sé, nada supongo – el castaño se encogió de hombros cuando dijo esto, él no tenía mucha vida social
- Genial, quieres hacer nada conmigo?
- Tú no tienes nada que hacer? – esto le sorprendió a Seiya, el tiempo que había pasado junto a Hades, su teléfono no había parado de sonar, nunca lo contestaba pero le sonaba todo el tiempo, por su nivel y estatus de vida, el hecho de que tenía chofer y estaba rentando una habitación en uno de los hoteles más caros de la ciudad, era obvio que tenía dinero, entonces su trabajo debía ser muy importante y demandante
- Si tengo, pero verte a ti es más importante, oye… quieres ir a jugar bolos?
- Tu sabes jugar bolos? – preguntó Seiya con una divertida sonrisa, a él le encantaba jugar bolos y hacía mucho tiempo que no lo hacía, por años había tratado de convencer a su esposo de jugar bolos con él, pero James odiaba el centro comercial y se negaba a poner un pie allí, las multitudes le estresaban según él
- No, pero tú me puedes enseñar, no? – Hades entrelazó sus dedos con los dedos de la mano de Seiya y lo jaló para besarlo otra vez, Hades estaba acostado y acomodado en las almohadas, era una visión del relax, a Seiya le encantó verlo así, era refrescante
- Vaya… a jugar bolos, ok., pero yo quiero ir a la pista que está en el centro comercial del centro que es cerca de mi oficina, ahí la comida es buena y los zapatos son nuevos, según Hyoga claro está
- Ok., yo voy a dónde tu me digas – respondió el pelinegro con una sonrisa
- Entonces nos vemos en el centro comercial en la noche – Seiya aún no lo creía, pero el prospecto lo había emocionado
- Es una cita, luego podemos ir a comer o algo, tengo hambre
- Desde aurita?
- Si… tengo hambre de ti, me dejaste con ganas, estás seguro que no puedes faltar a tu trabajo y pasar la mañana en la cama conmigo? – Hades se incorporó un poco más en la cama y besó a Seiya nuevamente en los labios, luego pasó por su cuello y descaradamente trató de zafarle los botones de su camisa pero Seiya se retiró suavemente y se puso de pie al decir:
- No, no puedo faltar a mi trabajo, nos vemos en la noche
- Ok., cuídate
- Tu también
Seiya tomó su abrigo y salió de la habitación del hotel, Hades se acostó otra vez y abrazó la almohada que Seiya había ocupado, la noche anterior había sido genial, el pelinegro sonrió y cerró los ojos nuevamente, quería descansar solo un ratito mas porque pronto tendría que ir a su oficina
Seiya bajó por el elevador y cuando salió estuvo de pie unos cuantos minutos esperando a que le trajeran el auto, fue a casa y luego de cambiarse de ropa y desayunar, fue a su oficina, llegó con quince minutos de adelanto y con una sonrisa en el rostro, la noche anterior había sido lo que el doctor le había recetado
La mañana pasó sin pena ni gloria, Seiya tuvo una reunión a medio día para discutir sobre el flujo grama de los procesos de adquisición y cuando regresó a su oficina se encontró con un arreglo de frutas, o por lo menos pensó que era uno de esos arreglos de frutas que se podían encontrar en los hoteles, porque era una cesta de mimbre muy hermosa que tenía papel celofán que la cubría entera, Seiya vio la tarjeta que decía simplemente: “Un caramelo para otro caramelo --- H.”
- Quién te mandó esto? – Hyoga había ido a ver a su amigo en la mañana pero no lo había encontrado, pero si había visto la canasta y se moría de la curiosidad de ver lo que contenía, así que sin mayores preámbulos tomó del escritorio de Seiya un estilete y se lo dio, Seiya lo tomó y abrió la canasta y no pudo evitar reírse
- Dios mío, es un lunático – dijo el castaño tomando una coca cola en lata que estaba sobre un montón de funditas de choco pasas, cajitas de almendras francesas, masmelos cubiertos de chocolate, cerezas en tarrito, y pudín de chocolate listo para comer, esas eran cosas simples que se podían comprar en el supermercado, pero Seiya apreció el detalle y con una sonrisa abrió su coca cola y le dio un sorbito
- Quién te dio el detallito?, James?
- Hades – Seiya le dio la tarjeta a Hyoga que sonrió al leerla, miró a su amigo y se dio cuenta de que tenía la marca de una mordida en su cuello, como Seiya había alzado la cabeza para tomar su coca cola, Hyoga vio la marca y sin disimulo alguno le bajó el cuello de la camisa para verla de mejor manera
- Te acostaste con él ayer?
- Y qué si lo hice? – respondió Seiya a la defensiva arreglándose la ropa y alejándose de Hyoga que meneó la cabeza y dijo alzando las manos en señal de paz:
- Yo no te estoy criticando, me parece bien que sigas adelante con tu vida pero… ya recibiste los papeles del divorcio o algo?
- No, no los recibí porque fui yo el que los mandó, no sé cuándo James los reciba, no quiero pensar en eso la verdad
- No has hablado con él?
- Si, si he hablado con él – dijo Seiya y se encogió de hombros
- Y qué te dijo?
- Nada del divorcio, hablamos de otras cosas, quieres una funda de pasitas? – ofreció Seiya cambiando de tema, no quería hablar de su fallido matrimonio, se ponía triste y luego malgenio
- De dónde conoces a Hades? – preguntó el rubio tratando de saber algo mas del amante de Seiya, Hades había dicho que se habían encontrado la noche anterior en un bar pero Hyoga tenía la impresión de que se conocían de antes, claro que esas podían ser ideas suyas
- Él mismo te lo dijo, nos conocimos en un bar pero Hyoga… por favor no me preguntes, es algo complicado la verdad, ni siquiera yo sé qué hacer con él – respondió Seiya mirando la canasta y sacándole la cinta que la cerraba en forma de lazo
- Bueno ya lo llevaste a tu cama, qué mas quieres hacer con él?
- Todo… nada… no se – Seiya de cualquier manera lucía molesto, en menos de un minuto toda la buena vibra que tenía por la noche fantástica que pasó se le fue, la realidad entró a patadas en su vida y su muy complicada situación le pesaba
- Solo ten cuidado amigo, no quiero que salgas lastimado otra vez – dijo Hyoga en tono serio
- Lo sé, gracias por preocuparte por mí, pero no te angusties por Hades, él es…
- Tu amante? – preguntó Hyoga tentativamente mostrándole la tarjeta a Seiya que la tomó y la guardó en el cajón de su escritorio
- Eso es lo que él dice, yo no sé qué es la verdad, no quiero pensar mucho en eso, él dice que deberíamos darnos un tiempo para conocernos, hacernos compañía, salir… por ejemplo hoy vamos a ir a jugar bolos, quieren venir tú y Shun?
- Doble cita?
- Si, me dijo que mis amigos le parecían simpáticos, a ti qué te parece él?
- Me parece que no es sincero en muchas cosas, me parece que no habla de si mismo y que las pocas preguntas que le hicimos de su vida y su trabajo las evadió olímpicamente, ten cuidado Seiya, qué sabes de él?
- Que me quiere engordar para navidad – dijo Seiya evadiendo el tema y abriendo una fundita de choco pasas
- Ok., llamo a Shun y te digo si vamos o no – Hyoga ya no iba a insistir mas, era obvio que Seiya no quería hablar al respecto, Seiya hizo una seña a señal de despedida porque tenía la boca llena de choco pasas a lo que Hyoga se fue
Seiya puso en una de las esquinas la canasta de golosinas y volvió su atención a sus papeles hasta más o menos dos horas más tarde que su teléfono sonó, era un número desconocido por lo que contestó luego de fruncir el ceño
- Aló?
- Te gustó mi regalito? – era Hades el que le había llamado y Seiya sonrió al escuchar su voz
- Si, quieres que me de diabetes?
- No, solo quería endulzar tu día, llamaba para confirmar lo de los bolos, oye… puedo jugar con traje o me tengo que cambiar de ropa?
- Puedes jugar con traje pero estarías más cómodo si usas unos jeans con un buso o algo así – dijo Seiya tratando de imaginarse a Hades con jeans
- Jeans?, ok., dónde consigo jeans?
- En el centro comercial en donde está la pista de bolos, ahí hay tiendas muy buenas que te gustarían, aunque… tu has comprado ropa para ti mismo antes?, me refiero en una tienda, no los trajes que tienes que son hechos a medida – dijo Seiya pensando en los exquisitos trajes que había visto a Hades usar, esa ropa no era de tienda
- No… - respondió el pelinegro frunciendo el ceño, esa idea ni siquiera se le había cruzado por la cabeza, su asistente era el que le compraba todo, Hades hacía años que no ponía un pie en una tienda
- Quieres que te acompañe a comprarlos? –
- Podrías? – Hades suspiró aliviado cuando Seiya se ofreció a ayudarlo, él no sabía nada de ropa casual, su guardarropa consistía casi exclusivamente de ropa formal, y como bien había dicho el castaño, hecha a medida
- Es lo menos que puedo hacer luego de la manifestación de choco pasas que tengo en mi oficina, nos vemos en la entrada del centro comercial a las seis, puedes a las seis?
- Si claro, nos vemos a las seis
- Ok., bye
Seiya colgó y sonrió, vio la canasta de golosinas y su semblante se fue entristeciendo, pensó en su esposo y en todas las veces que le había pedido que llegara a casa a cenar y nunca había podido, pensó en todas las veces que lo esperó despierto hasta la madrugada solo para verlo llegar mal genio por alguna cosa que le había pasado en el trabajo, pensó en las veces que quiso salir de la casa pero nunca fue complacido, pensó en las veces que James tenía cenas de negocios y nunca lo llevaba, nunca iban al cine, o a caminar, o a comer, mucho menos a bailar o a alguna parte divertida. James no era un hombre viejo ni mucho menos pero Seiya tenía la impresión de que su esposo nació viejo, estaba siempre cansado, siempre estresado, nunca le contaba las cosas de su trabajo o lo llevaba a nada de su oficina porque Seiya era muy joven y no entendería lo que estaba pasando o se aburriría, según James claro está.
James nunca fue un hombre violento ni mucho menos pero en los últimos meses de su matrimonio lo había ignorado completamente, Seiya se sentía cual mueble en aquella casa y todo empeoró cuando se le ocurrió conseguir trabajo
Ahí su vida sexual se enfrió por completo, empezaron a discutir cada vez mas agriamente porque James quería que Seiya renunciara y Seiya no quería, luego le dijo que si tanto quería trabajar, que trabajara en sus empresas, pero Seiya tampoco quiso, James ni siquiera le dejó explicar sus razones para ello, Seiya sentía que su esposo quería imponerle su voluntad a como dé lugar y él no quería ceder en todo, Seiya quería ser algo mas que el esposo de James por eso no quería trabajar en sus empresas, pero su esposo no lo entendía, pero todo se complicó cuando la familia de James intervino para peor, todo esto resultó en la discusión más amarga de su vida en la que James tomó sus cosas y se fue de la casa para no volver, de eso habían pasado tres meses más o menos
El castaño suspiró, se levantó y caminó hasta la ventanita de su oficina y se agachó para tomar otra fundita de choco pasas, Hades se había tomado la molestia de mandar a comprar choco pasas en el supermercado, mandarlas a poner en paquetitos individuales y enviárselo a la oficina, con una coca cola, rayos… a qué demonios estaba jugando este hombre?, y más que todo, por qué Seiya le estaba siguiendo el juego?, tan necesitado de cariño estaba?, aparentemente así era… vaya…
Seiya suspiró otra vez y se llevó una choco pasa a la boca, cerró los ojos y sonrió levemente, su cabeza estaba llena de las imágenes y sensaciones de lo que había sido la noche anterior, Hades tenía razón, no debería pensar mucho en nada y dejarse llevar por lo que estaba sintiendo, a la final, no estaba haciendo nada malo, nadie le podría reprochar nada, él podía hacer con Hades lo que quisiera hacer con él, mientras durara lo iba a disfrutar, y ese era precisamente el problema para Seiya, no sabía cuánto tiempo más podría durar esta relación, era fantástico, demasiado bueno para ser cierto…
A las seis de la tarde Seiya llegó al centro comercial, y justo en la entrada vio a Hades que estaba de pie mirando una vitrina de relojes, Seiya se acercó y lo abrazó por la espalda, el pelinegro se volteó y lo besó en los labios
- Estaba preocupado, no llegabas – dijo el pelinegro acariciando la mejilla del castaño y besándolo en los labios otra vez
- Aún no son las seis – dijo Seiya con una sonrisa, Hades estaba de buen humor aparentemente
- Puede ser, pero me moría por verte, vamos a ver los jeans?
- Si, ven… esta tienda es buenísima – Seiya tomó a Hades de la mano y lo llevó por los pasillos entre la multitud de personas que estaban por ahí, a Hades esto obviamente le incomodaba pero… estaba haciendo su mejor esfuerzo para ocultarlo, al pelinegro no le gustaban las multitudes y odiaba con pasión el centro comercial, a Seiya en cambio le encantaba e iba feliz de la mano de su amante por los abarrotados pasillos.
Al llegar a la tienda, Seiya escogió varios pantalones para Hades y camisas de cuadros, camisetas y busos, zapatos deportivos también, Hades solo lo miraba todo con escepticismo, a él no le convencía esta ropa, él siempre usaba traje, pero en cambio Seiya estaba feliz escogiendo su ropa, cuando tuvo varias prendas de cada cosa, llevó a Hades al probador y se lo señaló
- No vas a entrar conmigo?
- No, tú ya eres niño grande y no necesitas que yo te vista
- Es cierto, quiero que me desvistas la verdad
- No desvístete tu solito y pruébate esto – Seiya le dio uno de los jeans y una camisa a cuadritos, Hades tomó las prendas aún sin convencerse pero entró al probador, se desnudó, se volvió a vestir y salió para que Seiya lo viera
- Me siento extraño – dijo Hades, indudablemente se sentía más cómodo pero se veía extraño, Seiya en cambio pensó que se veía espectacular
- No no no, estás súper bien, muy sexy – Seiya se acercó y le zafó un botón de la camisa, Hades se los había abotonado todos pero a Seiya le gustaba más con un botón zafado
- Voy a tomarte la palabra si ya me empiezas a desnudar – Hades tomó en sus brazos al castaño y lo besó con pasión, Seiya bajó sus manos y le agarró el trasero al pelinegro que sonrió y rompió el beso al quejarse: - Hey…
- No lo puedo evitar, con los jeans te ves… tan joven, tan sexy, muy muuuuuy atractivo
- Que tan atractivo?
- Mucho
- Entonces… quieres desvestirme?
- Me encantaría
- Genial, ven acá
Hades tomó a Seiya de la mano y lo llevó al pequeño vestidor, entraron, aseguraron la puerta y el mayor no esperó nada para acorralar al castaño contra la pared, Seiya gimió pero se dejó hacer, Hades le estaba sacando la ropa con prisas, Seiya estaba ocupado haciendo lo mismo, entre apasionados besos Hades le bajó los pantalones a Seiya y lo apretó contra la pared, el menor gimió otra vez pero abrió las piernas y se dio la vuelta, volteó el rostro y le guiñó el ojo a su amante que buscó sus labios y le abrió los cachetes del trasero tanteando su entrada con un ensalivado dedo
- Despacio… despacio… - dijo Seiya cuando Hades lo penetró, la falta de lubricante se hacía sentir pero no por eso se iban a detener
- No te preocupes, no te lastimaré – dijo Hades y lo besó otra vez en los labios, lo abrazó con el un brazo y con su mano libre buscó su miembro, Seiya gimió una vez mas y bajó su mano para ayudar a Hades en tan deliciosa tarea
La pareja estaba tratando de no hacer mucho escándalo pero fallaron en el intento, sus gemidos podían escucharse hasta el pasillo, era una suerte que la tienda estuviera casi vacía, las muchachas que trabajaban en la tienda se miraban las unas a las otras y se reían, se podía escuchar el sonido de la puerta y como se cayó un banquito dentro del probador de ropa, eso fue épico
Seiya salió del probador de ropa primero, el castaño se puso su chompa afuera mientras trataba de acomodarse el cabello que lo tenía un poco revuelto, Hades salió después y vestía una parada nueva completa, solo le faltaba una chompa de cuero que Seiya dijo había visto en la tienda de junto que le quedaría genial con lo que estaba puesto
- Me lo voy a llevar todo – dijo el pelinegro poniendo todas las cosas que había sacado Seiya para que se pruebe, las muchachas lo tomaron todo y empezaron a hacer las cuentas, Hades había puesto en una de las fundas de las ropas, el traje que estaba usando con su corbata y su camisa, hasta que las muchachas hagan las cuentas, la pareja estaba de pie frente al mostrador
Hyoga entró al centro comercial y con Shun se dirigieron directamente a los bolos, pero Shun se paró en seco al ver una escena en una de las tiendas de ropa, Seiya estaba de pie y estaba apoyado en Hades, Hades estaba de frente a la caja registradora de la tienda y estaba aparentemente firmando un boucher de la tarjeta de crédito, mientras Seiya le acariciaba la espalda y apoyaba su frente en el brazo del pelinegro, Seiya estaba medio despeinado y algo sonrojado, cuando Hades guardó la tarjeta de crédito en su billetera, se volteó y levantó el mentón de Seiya con un dedo y lo besó en los labios, al hacerlo bajó una de sus manos y le apretó un cachete del trasero, Seiya no reaccionó en lo más mínimo, se dejó hacer y es mas, abrazó a Hades rodeando su cuello con los brazos y profundizó el beso, Hades metió una mano dentro de la chompa de Seiya para acariciarlo mejor, era obvio para Hyoga que ellos estaban en algo y todo ardiente
Esa noche el juego de los bolos estuvo muy entretenido, Hades como no sabía jugar lanzó todas las bolas y no hizo ni una chuza, Seiya era muy bueno, Hyoga mejor, pero Shun los aplastó a todos, él fue el ganador indiscutible de la noche, en el salón de los bolos comieron hot dogs, esto fue nuevo para Hades, le gustaron mucho los hot dogs y se comió dos, la conversación era fluida y hablaron de varios temas sin tocar ningún tema trascendental, polémico o referente a la vida o el pasado de Hades, pero eso no era lo que Hyoga estaba analizando, él estaba mirando el lenguaje corporal de Hades y Seiya, Hades siempre se sentó junto a Seiya y disimuladamente le ponía la mano en la rodilla, en el muslo o en la espalda, siempre lo estaba tocando o jalando o agarrando, Seiya no se molestaba en lo más mínimo porque todas las atenciones de Hades eran sutiles y delicadas
Ellos se besaban disimuladamente en la mesita mientras Shun y Hyoga estaban lanzando la bola de bolos, y Hades nunca quitó los ojos del castaño, en cambio Seiya se apoyaba mucho en Hades, lo tomaba de la mano, lo abrazaba con un solo brazo, y le sonreía, estas eran actitudes un tanto extrañas para Hyoga porque él sabía que la separación a Seiya de su esposo le había pegado muy duro, Seiya amaba a su esposo con toda su alma o por lo menos esa era la impresión que Hyoga tenía, pero al verlo ahora con este ilustre desconocido y la manera como se comportaban juntos, el rubio no lo podía creer, simplemente no lo podía creer, el sexo no podía ser tan bueno, o si?
Hades había puesto todos los paquetes de sus compras en el auto de Seiya, esperaba que el castaño lo pase a dejar en su hotel y de paso esperaba convencerlo de pasar la noche también, la noche anterior les había ido genial y Hades esperaba repetir la hazaña
Cuando se despidieron, Hades fue con Seiya a la derecha del parqueadero del centro Comercial, Hyoga y Shun fueron a la izquierda, y cuando el rubio y el peliverde pasaron en el auto hacia la salida, Shun le señaló algo a Hyoga, el que al verlo abrió la boca con incredulidad
Seiya estaba totalmente acorralado contra el auto y Hades lo sostenía posesivamente, se estaban comiendo a besos, literalmente, las manos de Hades estaban dentro de la chompa de Seiya pero se podía ver claramente que le estaba zafando la ropa y lo hacía con urgencia, será que iban a “hacerlo” en el parqueadero?, Hyoga seguía sin creer que su amigo fuera tan irresponsable o confiado, qué sabía él de ese tal Hades?, en verdad debía ser buenísimo en la cama para que tenga así de embobado al joven castaño que se aferraba a él y correspondía sus besos con pasión y entrega aunque estaba tratando de detener las manos del pelinegro que querían zafarle el botón del pantalón
- Lo has hecho en un parqueadero?
- No, claro que no – respondió el castaño con una sonrisa en los labios, Hades estaba besando su cuello y le estaba acariciando descaradamente el trasero
- No te gustaría? – propuso el mayor apretando aún mas a Seiya contra su cuerpo, su voz ronca hacía que las piernas de Seiya tiemblen, su perfume también, el castaño amaba el perfume de Hades y su largo cabello negro
- No, vamos a tu hotel, ya tuve suficiente de sexo en público por un día – dijo Seiya y sonaba divertido al recordar a las chicas de la tienda y las miradas de complicidad que les habían dado, eso había sido intenso para Seiya, nunca antes había tenido sexo en un sitio público
- Ok., como quieras mi niño, vamos al hotel entonces - Hades besó a Seiya una última vez antes de subirse al auto y salir con rumbo al hotel
La recepcionista estaba sorprendida de ver al ocupante de la suite presidencial llegar cargado de paquetes y vistiendo jeans, nunca… nunca lo había visto vistiendo otra cosa que no fuera un traje, además Hades estaba acompañado por el mismo castaño de la noche anterior pero lo más impresionante era que el siempre serio pelinegro ahora tenía una sincera sonrisa en el rostro y lucía jovial porque se secreteaba y reía con el joven castaño que tomaba su mano como si fuera lo más natural del mundo, la muchacha le dio su llave y miró sorprendida como el cliente VIP del hotel caminó hasta el elevador abrazado del castaño y como entre besos entraron al elevador, esto era en verdad raro, en todo el tiempo que había estado alojado en el hotel, nunca había traído a nadie, siempre había estado solo
Seiya y Hades dieron rienda suelta a la pasión que los unía e hicieron el amor en el sillón de la espaciosa habitación, la estancia rápidamente se llenó de jadeos y gemidos de la pareja que se daba placer como solo ellos sabían hacerlo, Hades estaba recostado sobre su espalda y tenía sus manos en las caderas de Seiya que se movía con maestría llenándolos a ambos de placer, subiendo y bajando rítmicamente de manera deliciosa, ocasionalmente agachándose para buscar los labios de su amante besándolos y mordiéndolos
Hades se incorporó en el sillón estrechando a Seiya contra su cuerpo, el castaño estaba por llegar al clímax y escondió su rostro en el cuello de Hades mientras se aferraba a él, para luego enterrar sus uñas en su espalda cuando llegó al orgasmo, el pelinegro gimió de dolor, un delicioso dolor en su piel, Seiya seguramente le sacó sangre pero eso no molestaba al pelinegro, no había nada más precioso en la vida para él que escuchar su nombre escapar de los labios de su niño, él sabía que Seiya lo hacía inconscientemente, y eso era lo que más le gustaba del castaño, cuando hacía el amor se entregaba por completo, se dejaba llevar y poseer, lo entregaba todo pero lo exigía todo, como debe ser.
Cuando todo acabó, el silencio de la habitación era suave, el ambiente era relajado y Hades estaba acariciando tiernamente el cabello de Seiya, a él le hubiera gustado que se lo dejara crecer pero al castaño le gustaba corto, a criterio de Hades, Seiya tenía un cabello muy bonito, y eso estaba pensando cuando sintió una cálida lágrima caer en su pecho, Seiya se había estado conteniendo pero no pudo, un casi inaudible sollozo se le escapó también y tembló en los brazos de su amante
- Seiya… qué pasa mi niño? – Hades entró en pánico al sentir que Seiya lloraba
- Nada… no me hagas caso – dijo el castaño y se movió en el mueble con toda la intención de levantarse y huir pero Hades no lo dejó, lo abrazó y le besó la frente al acomodarlo en su pecho una vez mas y le dijo:
- No puedo no hacerte caso, te lastimé?, te duele algo?
- No… lo que pasa es que… estoy… triste, esto… todo esto es un sueño y quiero hacer todo menos despertar, me quiero quedar aquí contigo, me quiero quedar aquí donde todo es paz, donde el silencio no duele, no me quiero ir, no quiero volver a mi casa vacía, no quiero volver al mundo real, es que… esto… esta noche contigo, es perfecto pero es fugaz, es uno de esos momentos que ya no volverán y es muy triste, no me había sentido así en tanto tiempo… soy un tonto, no me hagas caso – Seiya se soltó del agarre de Hades y se levantó del mueble, tomó su camisa y se la iba a poner pero el pelinegro se levantó también y lo abrazó por la espalda besando su cuello y le dijo:
- Tienes razón, esta noche ha sido perfecta pero la podemos repetir mañana – el tono de Hades era tranquilo y pausado, las palabras de Seiya le llegaron, en verdad que era un sueño y él tampoco quería despertar, eso de dejar todos sus problemas tras la puerta era algo sumamente atractivo, pero había que considerar lo que Seiya sentía, el castaño era mas vulnerable de lo que parecía, eso era en parte una de las cosas que a Hades le gustaba de Seiya pero tenía que andar con cuidado con él, no lo quería lastimar, Seiya ya había sufrido lo suficiente con su fallido matrimonio como para sumarle a eso una nueva relación fallida
- Ok., la repetimos mañana, y luego?, cuánto va a durar esto? – Seiya se volteó sin soltarse del abrazo de Hades y lo miró a los ojos, Seiya se veía inseguro y, en contra de todo pronóstico Hades acarició su rostro y sonrió al responder:
- Para siempre… si tú quieres…