Capítulo 2.- Citas no planificadas
Mas tarde en la mañana, Seiya estaba en su oficina afanado en sus cosas, él era uno de los abogados en una multinacional por lo que se ocupaba básicamente de contratos de adquisiciones y asuntos administrativos, había empezado a trabajar hacía más o menos seis meses y su sueldo era bastante modesto, pero no era por eso que trabajaba, el joven castaño se aburría en casa sin tener nada que hacer, cuando estaba estudiando vivía ocupado con la Universidad entonces su vida estaba bastante bien, pero cuando acabó la carrera, el no tener nada que hacer le empezó a aburrir, su esposo nunca estaba en casa porque siempre estaba en su trabajo, así que el castaño para sentirse útil, consiguió empleo y ese fue el comienzo del fin para su matrimonio
De cualquier manera, ahora Seiya se llevaba bastante bien con todos los de su oficina pero no tenía muchos amigos, por lo menos no en su departamento, porque en el departamento financiero de esa misma multinacional trabajaba uno de sus amigos de la infancia el mismo que entraba en esos momentos en su oficina
- Quieres ir al cine esta noche? – preguntó un muchacho de cabellos rubios y ojos azules, Hyoga era su nombre y había sido amigo de Seiya por años, se perdieron la pista cuando entraron a diferentes carreras en la universidad y se volvieron a ver a raíz de que Seiya entró a trabajar en la multinacional
- Qué están pasando?
- Las tortugas ninja, dicen que está fantástica, vamos? – preguntó el rubio con una sincera sonrisa, le dolía ver a su amigo atravesar lo que estaba pasando, Seiya intentaba poner cara dura ante todos pero el castaño estaba deshecho por su ruptura y Hyoga lo sabía, él era el único que había visto lo mal que en verdad estaba Seiya y por eso trataba de cuidarlo de manera práctica, pero Seiya no ponía de su parte, el castaño se encerraba en su casa y casi no salía
- No, la verdad no estoy con ánimos de nada, tú vas a ir con tu novio verdad?
- Ya toca – respondió el rubio encogiéndose de hombros
- Pues si, por eso mismo no quiero ir, eso de ser la tercera rueda no va conmigo, otro día mejor vamos todos a tomar unas cervezas o algo – propuso Seiya pero Hyoga frunció el ceño, Seiya vivía proponiendo eso pero nunca se concretaba, el castaño estaba recluido en su casa desde su separación y eso no era saludable, por lo que Hyoga propuso:
- Mejor voy con Shun al cine otro día, hoy podemos ir a ver el juego no?, hay futbol hoy?
- Me estás preguntando a mi si hay futbol?, cómo quieres que lo sepa? – Seiya no pudo evitar sonreír, a él no le gustaban los deportes en términos generales y no seguía ninguno, Hyoga veía futbol de vez en cuando y su novio Shun no veía nada tampoco, a él le gustaba ver películas, el novio de Hyoga era un muchacho un poco menor a ellos que estaba acabando la Universidad, Hyoga aparentaba que no, pero estaba perdidamente enamorado de Shun, a Seiya le parecía gracioso el hecho de que Hyoga fingiera desinterés con Shun, eso a los ojos de Seiya comprobaba que su amigo había conocido al amor de su vida
- Bueno… así no haya futbol, vamos a comer alitas de pollo, tengo antojo de alitas desde hace más de un mes y si vamos contigo ahí Shun si me deja comerlas, me quiere hacer vegetariano a la fuerza pero yo no me voy a dejar – dijo Hyoga con una sonrisa
- Ok., te paso viendo a la salida y luego vamos por tu novio – propuso Seiya, Hyoga había insistido para salir en grupo por semanas pero el castaño le había dado largas al asunto, Seiya sabía que Hyoga insistiría hasta que él aceptara, así que… esta noche era tan buena como cualquier otra
- Genial… alitas de pollo… allá vamos – el rubio se despidió con una seña y Seiya volvió a dedicar su atención a sus trámites
Esa noche los tres amigos estaban en uno de los bares del centro, en la mesa habían alitas de pollo, palitos de pan, cervezas, y una generosa porción de ensalada fresca, la conversación era amena y Hyoga estaba cumpliendo su objetivo de animar en algo a su amigo que había estado muy triste estas últimas semanas
- Por eso te digo que necesitas buscarte un amante o algún otro tipo de distracción, un tinieblo puertas afuera que te ayude un poco a liberar tensiones – dijo Hyoga repitiendo una de las cosas que habían hablado esa noche
- Yo no quiero nada con nadie, mi divorcio recién está iniciando y no quiero que… no quiero problemas con los abogados de James – dijo Seiya con un suspiro lastimero, el que pronto sería su ex – esposo, era un hombre importante y relacionado, un divorcio que ventile hasta sus problemas de alcoba era lo que menos quería Seiya en esta vida
- Ya te planteó el juicio de divorcio? – preguntó Hyoga, eso no lo habían hablado aún
- No lo sé, dijo que quería arreglar todo lo más pronto posible y que él se iba a encargar de todo, yo ya mandé los papeles con mi propio abogado pero si quieres que te diga la verdad, no me importa, no quiero… no quiero que piense que quiero su dinero, estoy pensando en buscar un departamento cerca de la oficina, no quiero vivir solo en esa casa
- Por qué sigues en esa casa? – preguntó Shun tratando de no sonar chismoso
- Él insistió que me quedara con ella, pero no se… no me siento cómodo, me trae muchos recuerdos, allí vive Gloria que me lo menciona todos los días y me da ánimos, eso aunque no lo crean es lo más deprimente de mi día, ella lo hace sin mala intención porque lo único que hace es preocuparse y cuidar de mí, pero yo ya no quiero estar ahí – dijo Seiya y lo decía en serio, un cambio de ambiente era lo que necesitaba
- Cuánto tiempo estuviste casado con James? – preguntó Shun que era el que menos sabía de los líos sentimentales del mejor amigo de su novio
- Tres años, yo estaba empezando tercer año de la carrera cuando lo conocí, entonces si… 3 años que nos casamos, 4 años que nos conocimos… toda esta situación es… me duele la cabeza de solo pensar en ello – Seiya cerró los ojos con cansancio, eran varias noches que no podía dormir pensando en lo que hizo mal, en las razones que tuvo James para irse así, el castaño desearía volver el tiempo atrás un par de meses y arreglarlo todo, aunque… no, él tampoco era feliz encerrado en su jaula de oro, él quería salir y sentirse útil, por qué James tenía que ser tan Neanderthal?
- Disculpe… lo manda el caballero de la barra – la mesera se había acercado a la mesa y tenía una cerveza negra en las manos, Seiya abrió los ojos cuando la muchacha empezó a hablar y arqueó una ceja cuando vio al final de la barra al mismo sujeto de cabellos y ojos negros de la noche anterior
- Dígale que no gracias – dijo Seiya e intentó devolver la cerveza a la camarera pero Hyoga que también había regresado a ver a la barra tomó la bebida de las manos de la muchacha para ponerla delante de Seiya mientras Shun dijo:
- No no no, esa no es forma de agradecer apropiadamente un detalle como este, dígale por favor al caballero de la barra que muchas gracias – la muchacha se alejó con una sonrisa, Seiya se puso todo incómodo pero Hyoga le codeó y le dijo:
- Por qué no vas a agradecerle el trago en persona?, está atractivo tu admirador no tan secreto
- Lo conoces? – preguntó Shun mirando también al hombre que tenía un whisky en la mano y levantó la copa a manera de brindis, Seiya imitó el gesto sin saber que hacer
- Si… no… es complicado la verdad, pero qué rayos…? – Seiya probó la cerveza negra y casi se atora cuando vio que aquel hombre venía directo a su mesa, Hyoga lo vio también y sonrió complacido, su amigo necesitaba que alguien le levante el ánimo y este extraño parecía ser justo lo que el doctor le había recomendado a Seiya
- Buenas noches, espero no interrumpir – dijo educadamente el hombre de cabellos negros, Shun se fijó en el traje que estaba usando, era uno muy fino, de diseñador y hecho a medida, sus zapatos eran brillantes e italianos, su corbata era de seda y sus largos cabellos negros estaban impecablemente peinados, era un hombre sumamente atractivo
- Claro que no, muchas gracias por el trago, mi nombre es Hyoga y este es mi novio Shun, conoces a Seiya verdad? – el rubio señaló a la silla vacía que estaba junto a Seiya y el pelinegro inmediatamente se sentó
- Si, nos hemos visto por ahí, mi nombre es Hades, es un gusto conocerlos
- Frecuentas bares de deportes Hades? – preguntó Seiya con real interés en la respuesta
- La verdad no, no voy a bares usualmente, esta noche tenía ganas de alitas – Hades tomó una alita con la mano y se la llevó a la boca, Seiya sonrió algo incrédulo y meneó la cabeza, a qué diablos estaba jugando este sujeto?
- Alitas… has comido antes alitas de pollo? – preguntó Seiya, Hades meneó la cabeza y dijo:
- No… y ya entiendo la razón por la que te gustan tanto, están buenísimas – Hades tomó otra alita e hizo señas al camarero pidiendo otra fuente de alitas para todos, el pelinegro hasta que llegó al bar no se dio cuenta cuanta hambre tenía, las cosas estaban algo complicadas en su trabajo y no había almorzado ese día
- Cómo sabes que me gustan las alitas de pollo? – preguntó Seiya frunciendo el ceño
- Te estaba mirando desde allá y me dio ganas de probarlas por ver las ganas con las que las comes tú, entonces asumo que te gustan – respondió Hades ladeando la cabeza con una pequeña sonrisa, a él le había parecido adorable Seiya mientras comía las alitas, Hades no se explicaba cómo algo tan simple podría hacerlo feliz de esa manera porque el castaño sonreía mientras comía, Hades estaba consciente de que a él le faltaba salir de vez en cuando y disfrutar de los pequeños placeres de la vida, y al parecer para Seiya uno de esos placeres eran las alitas de pollo, Hades envidiaba eso de los muchachos de esa mesa, al verlos de lejos parecía que no tenían ninguna preocupación en el mundo, él no había tenido ese chance nunca, a él le habían abrumado las responsabilidades desde muy joven, Hades usualmente decía que él no tuvo chance de ser joven y estúpido como el resto de las personas normales que fueron sus compañeros de colegio y universidad, pero esa era otra historia…
- Pruébalas con esta salsa picante, te va a gustar – dijo Hyoga acercándole la salsa picante a Hades que la probó y en verdad que estaba buenísima
- Y en qué trabajas Hades? – se interesó Shun
- Si… en qué trabajas Hades? – preguntó Seiya con una sonrisita divertida
- En nada interesante, mi trabajo es aburrido y bastante rutinario, me consume mucho tiempo que en verdad debería ser mejor empleado – dijo Hades tomando una servilleta
- Mejor empleado cómo? – preguntó Seiya y Hades señaló las alitas de pollo al decir:
- Alitas de pollo en un bar de deportes con amigos, suena bien y ya en la práctica, es espectacular la verdad
- Palabras sabias – dijo Hyoga levantando su cerveza, Shun lo imitó, Seiya hizo lo mismo y Hades se unió al brindis con su whisky
- Y qué van a hacer después? – preguntó el pelinegro mirando su reloj, eran las ocho y media de la noche y el partido estaba por terminar
- Nada… acabamos de ver el partido, nos tomamos otra cerveza y nos vamos a casa, hoy es miércoles y mañana tenemos que trabajar, bueno, tenemos que trabajar Seiya y yo, Shun tiene clases – dijo Hyoga encogiéndose de hombros, en verdad que no tenían nada pensado para esa noche
- Y qué estudias Shun? – preguntó Hades y esa simple pregunta dio pie a una amena conversación del muy particular grupo de cuatro que estaba en esa mesa, charlaron de los trabajos de Hyoga y Seiya, de la carrera de Shun, de como Hyoga odiaba a su jefe y quería estrangularlo al menos una vez al día, de cómo Shun tenía un profesor que le tenía ganas, a eso Hyoga solo miró a su novio con ojos entrecerrados pero no hizo mayor comentario a lo que Seiya rió y con ganas, mientras comieron las alitas y se tomaron otra ronda de tragos
Eran casi las diez de la noche cuando Hyoga miró otra vez su reloj y dijo: - Rayos, ya se nos hizo tarde
- No es tan tarde – dijo Hades chequeando su propio reloj
- Solo un poco, será mejor irnos – dijo Seiya y sacó su billetera, Hyoga también, pero Hades dijo:
- Por favor, déjenme invitar las alitas, ha sido más que gentil de su parte dejarme ser parte de su grupo esta noche, y la verdad espero que nos podamos reunir otra vez, la he pasado fantástico
- Claro, los amigos de Seiya son mis amigos – dijo Hyoga sonriéndole a su nuevo amigo, Seiya solo arqueó una ceja guardando la billetera también, Hades dio su tarjeta de crédito a la mesera y todos se levantaron y empezaron a juntar sus cosas
Todos salieron juntos del bar, Hyoga y Shun caminaron calle arriba hacia su auto mientras que Seiya fue calle abajo en donde estaba el suyo, Hades no dijo nada y simplemente caminó a su lado en silencio, Seiya no sabía que decir y Hades tampoco estaba diciendo nada, el silencio no era incómodo, sino más bien estaba cargado de anticipación
- A qué estás jugando? – preguntó Seiya directamente al arrimarse a su auto cuando llegaron allá y cruzándose de brazos para mirar a Hades a los ojos
- No estoy jugando a nada, se me antojaron unas alitas y fue una casualidad que estuvieras en el primer bar de deportes que vi de camino a casa – Hades sonrió inocentemente pero Seiya meneó la cabeza, Hades era un muy mal mentiroso, pero cuando mencionó que iba a su casa, Seiya frunció el ceño y preguntó:
- A casa?, dónde vives?
- De momento en un hotel del centro, me fui de la casa hace… rayos… ya es algún tiempo y… no quiero buscar casa nueva o departamento o nada de eso, me pareció lo mejor rentar una habitación en un hotel y ahí estoy
- Vaya… no tienes familia que te reciba o algo?
- Si tengo familia pero… es complicado, la verdad no quiero ir allá, es… no sé como explicarlo y la verdad no quiero hacerlo, no quiero hablar de las múltiples complicaciones de mi vida y arruinar la noche, eres tan sexy – Hades se acercó un poco y acarició la mejilla de Seiya con el pulgar porque con su mano tomó su nuca con suavidad, el castaño podía oler el perfume del pelinegro y ese aroma llenó sus sentidos, podía sentir su calor, podía sentir como Hades se iba acercando poco a poco y no hizo nada para evitar que le besara en los labios. Seiya sabía que no estaba bien, que no debía hacer lo que estaba haciendo, que eso solo le traería complicaciones a su vida pero… Hades se le hizo irresistible en esos momentos, así que correspondió el beso
Hades abrazó a Seiya por la cintura y lo pegó a su cuerpo, profundizó el beso al buscar con su lengua la lengua del más joven que abrió la boca dándole cabida, Seiya tenía las manos en el pecho de Hades pero no lo estaba empujando, solo lo estaba tocando, Hades dio un paso acorralando a Seiya contra el auto y pegó aún más sus cuerpos, su mano se movía por el costado del menor y cuando el beso se rompió, Hades dirigió sus labios al cuello de Seiya que suspiró e hizo su cabeza hacia atrás para darle mas acceso al pelinegro que no esperó mas sugerencias y recorrió el apetecible cuello de Seiya por entero, lóbulo de oreja incluido
- Quieres irte de aquí? – preguntó Hades directamente en la oreja de Seiya, el castaño se estremeció al escuchar esa voz ronca tan sexy que el pelinegro tenía
- A dónde?
- A mi hotel, quiero hacerte el amor, quiero tenerte desnudo en mi cama, quiero hacerte muchas cosas… todas depravadas, qué dices?, quieres ir? – el tono de Hades era por demás sexy, la manera cómo sostenía a Seiya era entre posesiva y romántica, y la forma en la que lo acariciaba era deliciosa, por todo esto Seiya hizo uso de todo su autocontrol y dijo casi en un susurro:
- No…
- No?, estás seguro?, mira lo duro que estás – sin dejar de besarle el cuello, Hades bajó la mano hasta la entrepierna de Seiya y efectivamente podía sentir su endurecido miembro sobre su ropa, Seiya empujó a Hades para quitárselo de encima, estaba molesto pero consigo mismo, un beso, con un solo beso logró ponerlo así, maldito Hades…
- Si, estoy seguro – Seiya sacó la llave del auto de su bolsillo y accionó el seguro, Hades volvió a tomarlo entre sus brazos y lo volvió a besar, pero esta vez Seiya estaba tratando de soltarse y lo logró luego de algunos intentos
- Seiya… ven conmigo, yo creo que te hace falta una noche de relax, yo puedo ayudarte, yo puedo hacer que toda esa tensión que tienes acumulada se desvanezca, no seas tan arisco y ábrete un poquito conmigo, no quiero hacerte daño, solo… solo quiero…
- Tenerme desnudo en tu cama, quieres sexo, eso es lo que quieres – dijo Seiya con un dejo de tristeza en su voz
- Tu vida es complicada, la mía también, no quiero solo sexo, quiero hacer una conexión contigo, quiero estar a tu lado pero libre de ataduras, quiero dejar todos los problemas, tuyos y míos, detrás de la puerta de la habitación y dedicarnos a cosas más productivas y deliciosas
- Quieres pasar el rato, vaya…
- No, no quiero solo pasar el rato, quiero ser tu amante, eso es lo que quiero – dijo Hades muy seguro de sí mismo y Seiya solo lo miró lleno de preguntas