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Un Sueño y una Luz por KRYazmin

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Notas del capitulo:

Digamos que me mantendre con capitulos no muy largos. Gracias por sus lindos comentarios y espero que les guste el capitulo.

Me revolví entre las sabanas al sentir las luz del sol entrar por la ventana “seguro mamá corrió las ventanas” pensé mientras me llevaba las sabanas hasta la cabeza en un intento vano de ocultar los rayos del sol. Solté un quejido de molestia, no quería levantarme, no deseaba hacerlo. Aquel día me había despertado con los ánimos por los suelos, era uno de esos días en que deseaba dormir horas, pero con mamá en casa me era imposible quedarme ahí.

-Hijo levántate –Dijo ella con un tono por demás dulce que me hizo bajar las sabanas para verla de reojo, su expresión parecía preocupada –Son más de las 10 tienes que desayunar. –Seguia con su tono dulce y me extrañaba, ella no solía usar ese tono de voz. Me lleve las sabanas hasta arriba de nuevo y la ignore. -¿Te sientes bien? Debes ir a la escuela –Seguia hablando y yo la ignoraba. -¡Azariel! levántate o te levanto, supongo que si te sientes bien como para ignorar a tu madre no debe ser nada grave asi que arriba –Grito con su tono de voz normal y me estiro las sabanas hasta dejarlas en el suelo, yo patalee haciendo un berrinche.

-¡Mamá! Déjame no quiero ir a la escuela, no me siento bien –Le dije con un nudo en la garganta, comenzaba a sentir ganas de llorar, no sabía si por estar cabreado o por el vacío que sentía dentro.

-Eso dices, pero nunca quieres ir al médico, toma unas pastillas y listo –Dijo al tiempo que recogía las sabanas y me las aventaba a la cara. Ya me había sentado al borde de la cama para levantarme, no deseaba pelear con mamá –Anda ya que el desayuno está en la mesa.

-No tomare nada de pastillas –dije quitándome las sabanas de la cara. –Esas drogas no sirven de nada. Ya me levante asi que vete de mi cuarto –Me miro con el ceño fruncido y se fue.

Me Deje caer en la cama cerrando los ojos apretándolos para no dejar escapar las lágrimas, peor los abrí de nueva cuenta, últimamente veía cosas cuando los cerraba, veía imágenes difusas, al verlas el pecho me dolía y sentía como el corazón se me achicaba. Sentía algo parecido a la culpa o impotencia.

Después de unos minutos me levante, me vestí y baje al comedor. Mamá seguia algo molesta por mi actitud así que no volteo a mirarme durante un rato.  El almuerzo era el típico de cada mañana, unos huevos estrellados y frijoles como acompañamiento, no me quejaba, pero no era mala idea cambiar un poco la rutina, aunque bueno cuando mamá volviera al trabajo podría almorzar lo que yo deseara. Además de la típica comida, también me acompañaban en la televisión las típicas noticias de cada día, robos, choques etc. etc. si cambiaba de canal, estaban los típicos programas y series con capítulos repetidos que había visto ya unas 10 veces. Termine de comer y me dirigí al baño para lavarme los dientes y terminar de arreglarme. Cepille mi cabello, no entendía como era que se enmarañaba tanto en una noche, era un cabello lacio no era para que esos nudos se hicieran. Aun si cada mañana tenía que lidiar con aquellos nudos no pensaba recortar mi cabello, lo amaba. Después del cabello pase a delinear mis ojos, me gustaba hacerlo, me gustaba como se veían mis ojos con maquillaje y ya que mi ánimo ese día no era bueno, hacer algo que me gustaba tal vez me animaría. Sin embargo estaba lejos de eso. Termine de alistarme y de alistar mis cosas, solo quedaba pedir una disculpa a mamá por mi comportamiento, no podía hacer menos que eso, sabía que ella me quería y mi comportamiento hacia ella no había sido el mejor. Me disculpe como era debido. Ella me dio un corto beso en la frente, me dijo que estaba bien que fuera con cuidado y que si realmente me sentía mal debía tomar algo. Asentí y le dije que no se preocupara.

El camino de mi casa al plantel era un verdadero fastidio, debía tomar una ruta que tardaba 30 minutos en llegar. No importaba cuanto le subiera el volumen a la música, no podía evitar escuchar los gritillos escandalosos de las chicas que subían en la ruta. A las “pubertas” les encantaba hacer escándalo por cualquier pequeña cosa, eran una molestia. No les preste atención aunque sus gritos molestaban. De un momento a otro ya estaba frente al plantel. Suspire antes de entrar, no deseaba entrar a clases así que me dirigí a la cafetería de la escuela y me quede ahí garabateando en mis libretas. Pasaron 1 y luego 2 horas de clase llevaba como 10 hojas de la libreta llenas de garabatos e intentos de dibujos. Me levante de la silla en la que estaba, pensé que tal vez era hora de entrar a alguna clase, pero me di cuenta que la clase que seguia era contabilidad y  me deje caer de nueva cuenta en la silla. Recosté mi cabeza en la mesa en la que estaba y me tápela luz con los brazos para tratar de dormir o algo parecido, claro que me era imposible al cerrar los ojos volvían a mi aquellas imágenes difusas, parecían ser de una familia y estaba seguro que yo estaba en esa imagen.

-¡Hey! –Escuche un grito, parecía ser dirigido a mi persona, pero no estaba seguro así que no levante la vista. -¡Hey! –Volví a escuchar el grito ahora más cerca. Levante un poco la vista y me arrepentí de ello –Tú –Me señalo aquel chico como acusándome de algo –Ayer no me dijiste tu nombre, no es divertido llamarte a gritos, necesito saber tu nombre –Exigía yo simplemente le ignore volviendo a cubrirme con mis brazos. –No me ignores –sonó indignado –Solo quiero saber tu nombre ¿es mucho pedir?

-Sí, si es mucho pedir –le conteste sin mirarle –No quiero decirte mi nombre, eres molesto.

-No puedo creerte, ¿pues que te hice que te molesto tanto?

-Ahora te haces el que no lo sabes –Le mire de frente a los ojos -¿Crees que es bonito tener a un chico de tras de ti que dice que eres sexy?

-Pues se supone que sea un cumplido, debió de gustarte no de molestarte.

-Eso es lejos de un cumplido –Dije tratando de no alzar la voz y conteniéndome para no pegarle, me molestaba, me molestaba mucho aquel tipo.

-Pues discúlpame –Bajo la mirada y ahí se me vinieron aires de grandeza al sentir que él se hacía pequeño frente a mí regaño –Solo quería hacerte un cumplido, por eso dije aquello, no lo decía a mal, realmente me pareces una persona bella –No supe cómo reaccionar lo que decía parecía una declaración, el enfado se disipo dejando solo un poco de nerviosismo –Quiero decir en palabras más sencillas. Me atraes –Había levantado la mirada me veía a los ojos y ahora era yo quien agachaba la mirada, no soportaba su mirada tan profunda y decidida. Sentí la sangre juntarse en mis mejillas. Estaba shockeado, no parecía, era una declaración. Sin pensarlo dos veces metí, con brusquedad y torpeza, todas mis cosas a la mochila y me fui casi corriendo lejos de él.

Estaba avergonzado.

No estaba acostumbrado a recibir declaraciones y, claro, mucho menos de un chico. “¿Qué le pasaba a él? ¿Por qué yo? No soy digno de atención” esas cosas pasaban por mi cabeza y no lograba encontrar respuesta a las preguntas, estaba totalmente fuera de mi… decidí dejar de pensar en ello. Camine hasta llegar a las gradas de las chanchas del fondo del plantel ahí nadie iba a menos de que hubiera un partido, y estando a mitad de noviembre era claro que no habría partidos por un buen rato. Me recosté en las gradas y me quede dormido, no vi ninguna imagen en mi cabeza, no soñé nada, fue una siesta tranquila.

Desperté después de un largo rato y aun sin abrir los ojos sentí una mano acariciar mi cabello. –Cristina deja mi cabello en paz –Susurre aun medio adormilado.

-Entonces el chico bonito tiene una chica que le gusta –Escuche aquella voz ahora inconfundible y abrí los ojos de golpe –Hola bella durmiente –Dijo con una sonrisa. Me di cuenta de que mi cabeza se encontraba en sus piernas y quise levantarme, pero me lo impidió, manteniéndome en aquel lugar, no era cómodo en absoluto, pero perece que asi había estado durmiendo. Me preguntaba que hacía por acá ¿Por qué me buscaba? Si quería ligar podía hacerlo con alguna chica, él era el ideal de cualquier chica, era alto, un tono de piel más oscuro que él mío, tenía el cabello castaño y los ojos color miel (unos ojos muy lindos) ¿por qué a mí? ¿Por qué buscaba a un chico como yo? 

-¿Desde cuándo estas aquí?

-Como desde la 4ta hora, me salte dos clases, ya casi son las 8, faltan 15 –Me dijo viendo la hora en su celular. Me sorprendí, parece que había dormido mucho. –Te estuve buscando y vine a parar hasta acá y te vi aquí durmiendo, no es un buen lugar para dormir. Aunque me sorprende que no te hayan pillado. Bueno no es como si viniera mucha gente hasta aquí. –Suspire cansado, ya no me importaba si me seguia o no, solo quería llevar las cosas en paz.

-Me llamo Azariel –Le solté sin más y una sonrisa se dibujó en su rostro, una sonrisa que me fastidiaba, todo de él me fastidiaba. Sin embargo también, a decir verdad, me relajaba. Estar con él me hacía sentir relajado.

-Vaya hasta que el niño bonito me dice su nombre –Dijo con un tono burlesco. Ahí estaba el porque me fastidiaba. Torcí una sonrisa.

-Sí, si ahora espero que me dejes de molestar –Le mire divertido.

-Lejos de eso –Su estúpida sonrisa seguia ahí, tan confiado, tan lleno de alegría. Me hacía sentir algo de envidia pues yo no podía sonreír con tanta naturalidad a cualquiera. –Ahora sabré como llamar a la persona que me gusta –El corazón se me detuvo un segundo, luego volvió a latir apresurado, de nuevo se detuvo y así en cortos intervalos se detenía y luego latía como loco. Joan sí que era un maldito conquistador, sabía que decir y en qué momento decirlo, además de la apariencia. Lo tenía todo. Yo era un hombre igual que él y podía reconocer lo que él era, así que no podía ceder, no podía caer, debía mantenerme firme y evitar que el corazón hiciera esa estupidez de latir de forma irregular. –Azariel –Dijo mi nombre de manera seductora. Me mordí el labio inferior en un reflejo de nerviosismo, esperaba que no escuchara o sintiera los latidos locos de mi corazón. Comenzó a acortar la distancia entre nosotros inclinándose, sabía lo que iba a hacer, aun pese a eso mi cuerpo no reaccionaba y se quedó inmóvil, como esperando que la distancia se terminara y como si leyera mi mente la distancia desapareció rozando nuestros labios. Me sorprendí y abrí los ojos de par en par, él volvió a separarse y me miro con una sonrisa triunfal, como si hubiera logrado su cometido. En menos de lo que esperaba la distancia se acorto de nuevo ahora en un beso más largo y un poco más profundo que correspondí con torpeza. No era mi primer beso, pero la verdad no tenía mucha experiencia, por ello al besarle me sentía estúpido y avergonzado. Joan dominaba el beso con destreza guiándome como todo un maestro, era claro que tendria experiencia en esto. ¿Pero qué demonios pensaba? ¿Por qué demonios le correspondía? Lo aleje con un leve empujón levantándome para sentarme a su lado. Me pase el brazo por la boca limpiándome.

-¿Por qué hiciste eso?

-Pues ¿no te lo dije ya? Me gustas Azariel –Su tono seguia siendo seductor y eso me molestaba.

Pase de él ignorándolo olímpicamente como era ya la costumbre, no iba a dejarme llevar por nada del mundo. No me había molestado el beso, de hecho hasta me había gustado, era eso lo que me molestaba, me molestaba comenzar a sentir algo, me molestaba que no me molestara que me viera de esa forma, me molestaba todo. El vacío que sentía comenzaba a llenarse y no sabía si era una buena o una mala noticia. 

Notas finales:

¿Qué tal? dejen sus reviews con sus comentarios, criticas, animos todo lo que quieran decir aunque no conteste (por falta e tiempo) yo leo cada uno de sus comentarios ya que es lo que me ayuda a seguir escribiendo, asi que de antemano gracias por leer y dejar reviews!


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