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Mi enemigo, mi veela por Mia Phantomhive

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Notas del capitulo:

Hola!!!! *estornuda por todo el polvo que hay en el lugar* a pasado muchoooo tiempo. Se esta empezando a complicar las cosas en nuestra historia y el querido Draco resulta afectado por ello. 

PD: me salte la escusa por que se que estan cansados de eso. Solamente dire que estoy en ultimo año y no tengo internet en casa.

Estaba Draco en la clase de Historia de la Magia, esa era una de las únicas clases que podía estar sin Harry ya que era la ante última clase del día, ya que esta clase Harry no la había aprobado por ciertos inconveniente que tuvo el año pasado. Harry no le había querido explicar al rubio de manera específica.
Suspiro totalmente cansado. El no era totalmente inmune a la voz soporífera del profesor Binns, tal vez Granger era la única que escribía como si nada, los demás cabeceaban cada tanto. Fue la clase más larga que pudo haber tenido en toda la semana.
Cuando por fin termino la clase junto sus cosas rápidamente y espero a Granger, ya que según Harry tenía que ser amable con sus amigos y la persona con la que mejor se podía llevar era ella. La chica era tranquila, y casi no entablaba charla alguna, y siempre tenía un libro en mano. Era como una versión femenina de Theo, lo cual le facilitaba las cosas a Draco.

Su mejor amigo aunque era Blaise, Theo no se quedaba atrás. A ambos lo conocida desde pequeños y se hicieron amigos enseguida. Ambos no había cambiado mucho al pasar el tiempo, Blaise lo más alegre que podría ser un Slytherin y Theo siempre intelectual y estoico.
-¿Cómo van las cosas con Harry?-dijo Granger sacándole de sus pensamiento.
Draco giro la cabeza hacia su dirección con cierta sorpresa brillando es sus ojos, se trataba de algo inédito ninguno de los amigos de su moreno le habían preguntado nada hasta ahora.

-bien-dijo Draco.

-¿Hasta donde han llegado?-dijo bajito ella cuidando de que nadie la oyera, se notaba que estaba avergonzada porque sus mejillas se estaban tiñendo de rosado.

El enarco una ceja y sonrió ladinamente divertido ante la situación, realmente no sentía ninguna vergüenza por hablar sobre ello con la Griffindor. Simplemente Granger estaba sintiendo suficiente vergüenza por los dos. No puedo evitar reírse levemente lo que ocasiono que algunos voltearan la mirada en su dirección para ver que sucedía, pero con tan solo una mira helada del rubio desistieron de su curiosidad

-No llegamos hasta el final aun, ninguno tiene ningún apuro en ello y Harry no me ha dicho aun si me quiere-dijo Draco apesadumbrado. Harry ya lo había besado varias veces aquella noche en la que Harry tuvo una pesadilla, pero jamás le había dicho directamente gesticulando lo que sentía por él.

-¡oh!-dijo Hermione entendiendo un poco el aire sombrío que tenía el rubio a su alrededor.

Ella tendría que hablar seriamente con su mejor amigo, después de todo, su pareja era un veela y ellos son criaturas de amor, lo que, aunque no muchas personas lo saben, significa que son más propensos a entristecerse cuando no les muestran amor de manera directa.

-¿Y ti como te va con tu relación con Weasley?-pregunto Draco mientras proseguía a su camino a las mazmorras.

-Tiene menos sentimientos que una piedra, pero sé que todas las burradas que dice, las dice sin mala intención-dijo Hermione sonriente.

Draco no pudo evitar dejar escapar una pequeña risa ante lo dicho por ella.

-Realmente tienes el cielo ganado si lo aguantas de tal manera-dijo Draco con una mano en el pecho mientras negaba lentamente.

-Se trata de una paciencia que es fundamental sin quieres estar alrededor de Harry Potter y Ron Weasley-dijo hermione- toma nota de ello.

Ya habían llegado a las mazmorras, donde ya había alumnos esperando a que se abriera la puerta para entra al aula. Ambos jóvenes notaron que los Griffindor de los que hablaban no habían llegado aun y ante ello suspiraron en perfecta sincronía.

Instantes después apareció el moreno y el pelirrojo justo al mismo tiempo en el que se abría la puerta por la que se esperaba que apareciera el profesor Snape, pero en vez de avistarse una cabellera azabache con una túnica del mismo color, salió otra persona.

Dicha persona era totalmente opuesta al sombrío profesor, se trataba de una mujer rubia de ojos verdes vestida con una túnica azul eléctrico que los recibía con una dulce sonrisa.

-¡Hola, jóvenes! Soy suplente del profesor Snape. Pasen-dijo ella mientras se dirigía a la mesa del profesor y empezaba escribir en la pizarra- me llamo Miaya Malfoy, pero prefiero que me digan profesora Mia, o si le suena muy extraño, profesora Malfoy, de ambas manera me parece bien. ¿Preguntas?

Prácticamente todos los estudiantes levantaron.

-Emm… bueno primero ¿señor Nott?-dijo Miaya intentando recordar los apellidos de cada uno de ellos.

-¿Qué le paso al profesor Snape?-

-El profesor Snape tuvo un pequeño percance y por ello estará indispuesto durante unos días, pero tranquilícense su profesor no tuvo ninguna herida de gravedad y lo tendrán de vuelta dándoles clase en muy poco tiempo- dijo mientras se sentaba detrás del escritorio.-¿señor McLaggen?-

-¿Qué es usted de Draco Malfoy?-

Miaya ante esto suspiro exasperada. ¿Acaso era idiota? Todos sabían que era la tía de Draco.

-No tendría que responder esa pregunta ya que es personal, pero igual la responderé, soy la tía del Señor Malfoy ¿Señor Thomas? –

-¿Usted es más buena que el profesor Snape?-

Miaya enarco una ceja y sonrió divertida.

-Eso lo dejare a su propio criterio, aunque jamás imagine que mi mejor amigo inspirara tanto miedo a sus estudiantes-dijo ella fingiendo estar pensativa, mientras veía como cada alumno palidecía.

Un alumno levanto una mano temblosamente.


Miaya divertida aun con todo ello le insto a preguntar.

-¿Enserio es la mejor amiga del Profesor Snape?

-Sí, lo soy. No es extraño que compañeros de la misma casa que se conocen durante tanto tiempo como nosotros seamos amigos- dijo Miaya encogiéndose de hombros.-Bueno. Ya basta de tantas preguntas es hora de empezar con la clase-

*******

-Director ¿Está totalmente seguro de que fue buena idea dejar que Mia me suplantara?-dijo Severus Snape que estaba recostado en una cama de la enfermería de Hogwart. Está usando un pijama color crema y uno de sus brazos estaba sonrosado y ligeramente hinchado.

-Totalmente seguro, Severus, no tienes que preocuparte, Miaya está totalmente capacitada para dictar tus clases-dijo el profesor mientras tomaba un sorbo de té.

-Siendo totalmente sincero, Director, lo que menos me preocupa es la alta capacitación que tiene esa loca, sino que sabe que ella puede ser más estricta que yo cuando se lo propone y tiene un sentido del humor totalmente retorcido-dijo Severus mirando al director con el ceño fruncido.

-Oh, vamos, Severus, seguramente, solamente estas exagerando- dijo el director tranquilamente- Miaya es la persona más bondadosa y cuerda que conozco, no le hará nada a los alumnos.

Severus no estaba de acuerdo con ello, después de todo no importa que tan amable y bondadosa parecía esa rubia no dejaba de ser una serpiente y no cualquier serpiente si no una Malfoy.

-Justamente porque la conozco le digo, no importa que tan idéntica parezca a la Miaya que usted conoció mientras estudiaba en el colegio, no es la misma desde que sucedió aquel accidente. Ella no es invencible, ni imperturbable- dijo Severus.

-La esperanza es el hilo que la sujeta a la realidad, su amor a lo que le queda de su familia la hace esforzarse, para no caer en la locura-dijo el director.

-Pero ella sigue siendo un humano y no cualquiera, sino un veela, la pérdida de su pareja es dolorosa ya de por sí, pero su hijo. Es increíble que aun este consciente de su entorno. Por ahora esta estable, pero cuando no lo esté sucederá una catástrofe-dijo Severus.

-Terrible lo que le sucedió, pero, aun hay esperanza de que el niño este con vida, jamás encontraron su cuerpo- dijo el director.

-Es en esa mota de esperanza a la que se aferra Miaya. Una madre haría hasta lo imposible por su hijo y ella desde hace años que se está esforzando hasta lo inimaginable. Es inminente que dentro de muy poco ella empiece a flaquear-dijo Severus.

Después decir eso su charla fue interrumpida por unos gritos fuera de la enfermería.

Madam Pomfrey que en ese momento estaba en la su despacho fue sobresaltada por el estruendo y salió disparada a ver que sucedía. Ella se encontró con imagen un poco peculiar.

Miaya miraba enojada a Harry que estaba cargando a un desmayado Draco Malfoy.

-¿Qué sucedió?-pregunto la enfermera mientras hacía que recostara a Draco en una cama y empezo a revisarlo. Su pulso estaba estable y no había marcas visibles de moretones ni erupciones de ningún tipo.

-Estábamos guardando los materiales cuando él se desmayo, no sé que le podría haber pasado- dijo Harry nervioso mientras esquivaba la mirada de Miaya.

-¿Se ha estado alimentando bien?-pregunto la enfermera a la rubia y al moreno.

-Todas las comidas, todos los días de la semana-dijo Miaya mientras Harry asentía.

-¿Insomnio?-prosiguió la enfermera.

-Duerme tranquilamente sin disturbios- dijo Harry alejándose lentamente de Miaya.

-¿Lo han encontrado mas pálido de lo normal últimamente?

-No, aunque esta mañana estuvo más tiempo de lo normal en el baño-dijo Harry pensativo, ignorante de que Mia se quedo blanca para luego encenderse y tirarse encima del moreno.

-¡POTTER, CABEZA HUECA TOGLODITA! TE JURO DE QUE SI DEJASTE EMBARAZADO A MI PEQUE—O SOBRINO CONSEGUIRE REALIZAR LO QUE EL SE—OR TENEBROSO NO CONSIGUIO. PARA QUE LES DI ESA CLASE SI NO LA TIENE ENCUENTA. ENCIMA ANTES DE CASARSE, NISIQUIERA ESTAN COMPROMETIDOS, INPRUDENTE, UN MALFOY NACE DENTRO DEL MATRIMONIO. –dijo la rubio mientras sacudía al moreno contra el piso.

-¡Señorita Malfoy, esa no es la manera de comportarse para una señorita! Levantese en este mismo instante. El señor Malfoy no está embarazado-la riño Madam Pomfrey con los brazos cruzados.

Mia reacciono como un resorte y se separado de Harry no sin dejar de lado su enojo. Tal vez fuera solo una mentirilla de ella, para no machacar a Potter. Se acerco a la camilla donde estaba Draco y miro imponente a la enfermera esperado su veredicto.

Pomfrey suspiro cansada, realmente deberían pagarle más por su labor.

-El señor Malfoy esta perfectas condiciones, su núcleo mágico no fue manipulado, ni nada parecido. Tal vez sufrió una baja de azúcar, aunque yo veo todo normal-dijo la enfermera mirando fijamente a la rubio. Un embarazo masculino no era solamente algo que podía desarrollar solamente el cuerpo sino que necesitaba utilizar constantemente magia para que el embarazo pudiera procesar, si el cuerpo no tenia magia era imposible que se realizara el embarazo. Si el núcleo mágico no fue manipulado significaba que no se había conformado ningún feto.

-Madam, apareció algo en el brazo de Draco, parece una pantera-dijo Harry mientras extendió el brazo izquierdo de su pareja para que lo vieran mejor.

Efectivamente una pantera agazapada brillaba en un purpura brillante lista para saltar en cualquier instante. No era un tatuaje, ya que titilaba cada tanto, bastante parecía más un proyección.

Miaya se mortifico al reconocer la marca. No la veía hace más de una década, pero la recordaba perfectamente y sabia quien la había hecho, el mero pensamiento de que esa tipa volviera en entrometerse en su vida la ponía furiosa. Ya bastante daño en su vida había echo ya como para que volviera a torcer los hilos. Le había quitado toda su vida, su pasado, su presente y su futuro.

-Esta marca es la de Sirenea, yo la conocía, éramos compañeras del colegio. Siempre fue narcisista y muy falsa, siempre quiso que todos la quisieran y al que no seguía su mandatos lo marginaba. Se mostraba indiferente conmigo ya que es imposible llevarse mal con un Malfoy si quieres subir en la escala social, hasta que descubrió que yo era una veela. No le gusto que yo fuera de repente más interesante que ella, esa era su herramienta, ya que siempre decía que tenía una descendiente sirena. Sus celos hicieron que tomara malas decisiones, terribles decisiones. Se creía que estaba muerta, pero yo sabía que no era así, hierba mala nunca muere, la busque por todas parte pero jamás la encontré ni tuve ningún signo, hasta ahora- dijo Miaya mientras tocaba con su varita la imagen.

-¿Estás segura de que es esa mujer?-pregunto una voz que provenía de la cama contigua, se traba de Severus Snape que hasta ese momento se había quedado callado.

-Yo reconocería esa marca donde fuera-dijo Mia mientras se toca su estomago.

-¿Por qué aparece justamente ahora?-dijo Severus.

-No lo sé, pero no debe ser coincidencia que sea en el mismo año en el que Draco recibe su herencia y yo regreso a mi casa paterna. No sé por qué decide meterse con Draco, el no había nacido cuando todo esto sucedió, y ni Lucius y Narcisa se metieron en ese asunto-dijo Miaya.

-¿Qué le hizo?-pregunto Harry acariciando los sedosos cabellos de su pareja.

-Eso estoy por averiguar, tengo que crear un lugar neutral para verificar la mente de Draco, ella ha pisado este castillo tengo que modificar el espacio para disminuir su influencia-Miaya empezó a busca y a sacar cosas de diferente lugares de sus vestiduras-Toma, Potter, crea un círculo alrededor de Draco- le tiro un frasquito de sal marina.

Miaya cerró los ojos e intento imaginarse una habitación que tenía muchos hilos y cadenas, además de de varias puertas. Imagino que se dirigía a una puerta llena de cadenas y con un solo candado sin cerradura. Cuando toco las cadenas sus manos empezaron a arderle pero ni se inmuto y empezó a tirar de ellas. Sus manos empezaron a sangrar pero no le dio importancia, no se daría por vencida.

La puerta luego de tantos esfuerzos se había mostrado un lugar en penumbras que no parecía tener fin. Entro sin mostrarse dudosa.

Empezó a entonar.

-De mi brota sangre dorada, la sangre de los dioses, la sangre de las ninfas. El dorado que ilumina la vida y su camino hacia las puertas del cielo. El dorado que da vida, el dorado que da luz. Vengo a recobrar esas dotes que me han sido otorgados en mi cuna dorada. No lo hago por vanidad ni poder. Quiero salvar a mi sangre, a mi bien preciado, al niño que vi nacer. Dadme la llave que un día desapareció, vengo a recuperarla para abrir las puertas que un día clausure- canto mientras empezaba a ser atada por millones de hilos dorado- Mi cuna me nombro Miaya Lyra Liz Malfoy, pero mi sire me llamo My en modo de pertenecía ante su presencia. Ofrezco mi lazo con él, como ofrenda, para volver a ser lo que antes fui.

Miaya luego de haber tenido un incidente puso inactivos sus poderes veela, cuando controlo a Draco solamente utilizo los poderes que no se habían cerrado del todo, su esencia. Pero ahora ella buscaba encontrar en su ser ese poder que dejo encerrado.

“Yo permito este trato” se sintió que alguien decía, para Mia fue una mera imaginación suya.

Abrió en ese instante los ojos.

-¿Ya terminaste?-le pregunto Miaya, a lo que este, asintió- Bueno, entonces, es momento de comenzar.

-¿Necesita ayuda, señorita?-le pregunto el Director avanzando hacia donde estaba ella.
-No, esto es algo que tengo que hacerlo yo. Usted debe quedarse afuera si algo sucede-dijo Miaya- Pero Harry está ligado a Draco, por eso puede serme de ayuda. Harry, por favor, entra en el círculo.

Harry entro algo dudoso, pero como se trata de su Dragón debía hacerlo.

Mia puso en alto su varita y con la otra mano sostuvo una daga con la que se hizo un pequeño tajo en la muñeca.

“en este círculo pido a mis ancestros un lugar neutral para proteger al joven Dragón”
De la varita salió un hilo blanco que circulo por la cama hasta conformar un círculo sobre el círculo de sal. Cuando la sangre que se escurría de ella cayó al piso, el hilo parpadeo en rojo para luego volver a su color original.

-Bueno, ahora empezamos con la parte escabrosa. Hay ciertas posibilidades de que ella se lo haya llevado, ósea que este reteniéndolo en su mente o que hay controlado su mente. La diferencia es que la segunda opción es más peligrosa, ya que manipularía todo y podría transformarlo en algo que no es-dijo Miaya mirando a Harry- necesito que concentres tu magia y “llames” a la de Draco, para que recupere la conciencia, mientras la presencia de el sea más fuerte la de ella disminuye en el.
Notas finales:

Adioooos!!!! Besos a todas por Mia. Sueñen con caramelos y chocolate... ¡ah! y Draco y Harry no nos olvidemos de ellos.


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