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Mi enemigo, mi veela por Mia Phantomhive

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Notas del capitulo:

¡Hola mis niños! perdon por no publicar el viernes, pero unas cosas se me alargaron demaciado. Por lo tanto aqui estoy con la net a diez minutos de tener mi examen de quimica intentando publicar el capitulo para ustedes mis amores. ¡Disfrutenlo y no se olviden comentarlo!

Draco miro con ojos de borrego degollado a su querida tía.

No sabía qué hacer, su futura pareja no se movía ni decía nada. El está preparado para que Potter gritara o lo mirara con asco, no para eso.

Miaya al ver el rostro de su pequeño niño no puedo hacer más que apretarle la mano para después levantarse y acercarse a la estatua que era la pareja de Draco.

Le hizo un gesto al Sirius para que se callara y se agacho hasta quedar a la altura del joven Potter.
Decidió hacer lo más sensato para despertarlo, sacó un pequeño frasquito de quien sabe dónde y luego lo acerco a la nariz de él para que lo oliera, para luego retirarlo rápidamente. El efecto fue instantáneo, Harry parpadeo con los ojos llorosos para luego empezar a estornudar.

-¿Qué le diste?-pregunto Sirius alarmado.

-Es una sustancia diluida en amoniaco. Cálmate, solamente esta así porque el olor es muy potente, no le pasa nada- dijo Miaya frotándole la espalda a Harry mientras se recuperaba.

Harry a los pocos minutos dejo de estornudar, por lo cual Miaya aparto su mano.

-Por favor dime que escuche mal-dijo Harry mirando suplicante a Miaya.

Ella por un instante sintió algo de pena por el chico, ya que los Malfoy no eran muy agradables con sus enemigos y estaba completamente segura que Draco le había hecho la vida imposible a Harry.

-Ojala-murmuro Lucius a lo cual su hermana le envió un gesto de advertencia para que se callara.

-No, querido, escuchaste perfectamente, mi pequeño ahijado a tenidos sueños sobre ti así que indudablemente eres su pareja-dijo Miaya levantándose- no pienses en esto como algo terrible, un veela jamás se portara indebidamente con su pareja. Los veelas son criaturas que se desviven por el bienestar de su pareja.

-Eso es completamente cierto cachorro y tus eres el que más merece tener esa felicidad aunque su personificación sea Draco Malfoy-alego Remus.

Draco se ruborizo ante todo esto.

-¿Podrían por favor dejar de hablar como si yo no estuviera aquí?-dijo Draco enfurruñado desde el sillón.

Miaya hizo un gesto para que se tranquilizara y Draco se hundió en el sillón bufando.

-Prometo que el Travieso Dragon se comportara, ya que yo lo estaré vigilando. Si tienes alguna duda sobre algo pregúntame-dijo guiñándole un ojo.

Draco no supo en qué momento se levanto pero tenía muchas ganas de alejar a su tía de Harry lo que era bastante irracional ya que ella no lo alejaría de su pareja.

Miaya al ver la expresión de su Pequeño Dragon fue a su auxilio.

-Perdón, no me di cuenta. Respira y cuenta hasta diez-le susurro.

En ese momento Dumbledore decidió hablar.

-Gracias a que Lucius ha decido pasarse a nuestro bando Lord Voldemort estará teniendo inconvenientes con sus seguidores-dijo Dumbledore.- Piénsalo Harry, todo esto es lo mejor para ti.

Harry se sentía acorralado, a el no le agradaba la idea de sentirse acorralado, era asfixiante.

Harry miro suplicante a Sirius y a Remus.

Sirius como cualquier padre protector al que le querían quitar al único hijo que tenía fue su defensa.

-Director ¿Cómo puede ser que le pida a Harry tener algo con el mini-Malfoy? Ellos se detestan-dijo Sirius.

-Sirius vos sabes mejor que nadie que del amor al odio solo hay un paso-dijo Dumbledore con su acostumbrada mirada de “yo lo sé todo”

Severus por alguna razón extraña se sobresalto en su asiento.

-Siri’ yo controlare a los jóvenes ¿o acaso piensas que no soy lo sufriente responsable para guiar a los chicos?-pregunto Miaya enojada y agrego- yo no soy como el frígido de mi hermano ahí presente.

Lucius quiso irle a decirle un par de cosas pero su esposa lo agarro firmemente del brazo antes de que lo hiciera.
Sirius la miro algo avergonzado ante ello.

-No quise decir eso-dijo a modo de disculpa.

Miaya solamente asintió.

-¿No hay una manera de que se estén equivocados?-pregunto Harry un poco sonrojado a ser otra vez el centro de atención.

-Perdón, pero no. El Pequeño Dragón solamente ha tenido sueños sobre ti y además si aun sobro alguna duda, su comportamiento de ahora lo verifica completamente. El solamente te vera y deseara a ti como su pareja hasta que muera-le dijo Miaya.

Draco había sentido la presencia de Harry incluso sin verlo y además había tenido un ataque de celos. Lo único que le preocupa eran las reacciones que aun que fueran de un veela, no eran del que pensaba que fuera su sobrino. Era más normal que en la familia Malfoy los veelas hombres fueran dominantes en sus relaciones.

-¿Qué sucedería si me negara a ser su pareja?-pregunto Harry encogiéndose al ver la mirada escalofriante que le dirigían los Malfoy adultos.

-Resulta muy extraño que mueran los veelas rechazados, pero se vuelven seres oscuros, gimientes y lastimeros. También sucede que cuando son rechazados en un arrebato de rabia mata a quien se les cruce en su camino y no descansan hasta matar a la persona que los rechazo. Nadie le desea ese destino a nadie –dijo Miaya tranquilamente.

Harry se estremeció al imaginar todo lo dicho por ella ¿vivir con Malfoy o morir a manos de él?

Harry escucho un bufido y decidió ver de dónde provenía. Al levantar la mirada sus ojos se conectaron con una mirada platinada que al darse cuenta que el ojiverde lo estaba observando se sonrojo hasta las orejas.

“Adorable” pensó de manera inconsciente Harry.

Miaya sonrió levemente al ver el comportamiento de ambos, por lo menos ese era un minúsculo comienzo.

De repente se escucho un ruido sordo como si algo se cayera en una superficie mullida.

-Bueno, al parecer ya llegamos- dijo el director incorporándose.-Por favor dejen sus pertenencias en el carro, los elfos se encargaran de recógelas luego.

Miaya empezó a caminar mirando de tanto en tanto a su sobrino. Esperaba que ya se hubiera recuperado.

Fue una de las últimas en bajar, aunque como estaba aburrida decidió bajarse de un salto ignorando los escalones.

Lucius al verla soltó un sonido que sonaba muy parecido a “infantil”

Estaban en la entrada del colegio, justo enfrente de las grandes puertas.

No se escuchaba ningún sonido aunque a lo lejano se si se podía apenas escuchar como Hagrid preparaba a los thestrals para que fueran y llevaran a los alumnos al colegio.

Entre los dos chicos más jóvenes, Harry y Draco, había un silencio muy incomodo, estaban a unos escasos centímetros del uno del otro. Ninguna sabía como actuar alrededor del otro.

Los mayores miraban preocupados esta situación, en especial Miaya y Sirius.

“Se supone que para este momento Draco literalmente tendría que esta sobre Potter, no se a que espera” pensó Miaya.
Empezaron a subir por la escalinata que los conduciría a los pasillos del colegio.

Parecía que Hogwarts jamás cambiaba, seguía igual no importaba cuanto tiempo pasaba. Pasaron al lado de las puertas que iban al Gran Salon y en ese momento ella empezó a preguntarse a donde iban, cuando unos minutos después ver retrato de diversos brujas, magos y criaturas vislumbro una escalera de caracol rodeaba lo que parecía un águila.

-Grageas de sabores-dijo Dumbledore.

En ese momento Miaya se dio cuenta de que iban al despacho del director.

Harry empezaba a preguntarse cuando terminaría todo aquello. Tenía que aclararse la mente y estar cerca de tantas serpientes, porque estaba seguro de que la rubia que parecía una adolecente era una serpiente también, no lo ayudaba en nada.
Además hace unos segundos tenía un vocecita le instaba a hacer cosas de las que estaba seguro de que se arrepentiría de hacer si las hacía. Harry no quería besar al rubio, no importaba que su piel brillara más de lo habitual ni que sus ojos en ese instante lo estuvieran mirando con tanta inocencia que le daban ganas de quitarse la en ese instante.

En ese instante los ojos del moreno se oscurecieron y su mente se desconecto de la realidad.

En lo único que podía pensar era en el rubio.

*******

-¡Mierda, Draco!-exclamo la rubia al entender por qué su sobrino estaba tan tranquilo.

…l no era un ser dominante, el era un maldito veela sumiso.

Ella ahora estaba intentado alejar a un Harry, bastante fuera de sí, de un Draco que no hacía nada para sacarse a su pareja de arriba suyo. Lo que hacía que la alta pero debilucha mujer no pudiera alejar al moreno.

Oh, no… ella ni loca iba a permitir que su niño perdiera su inocencia enfrente de sus ojos y además ¡ello no se habían casado aun! Sus nietos jamás serian unos bastardos. Eso no lo permitiría.

-¡Maldita sea! Sirius Orion Black si no me ayudas en este mismo instante con tu sobrino me asegurare de arrancarte tus partes nobles, no me importa si extingo la descendencia de los Black con ello. DRACO, MALDITA SEA, CONTROLA TU ALLURE O TE DEJAR SIN TU JUGUETITO-Vocifero la ojiverde agarrando de la espalda al moreno.

Sirius como si le hubieran dado impulso se apresuro ayudar a la rubia con el problema.

Consiguió alejar al moreno del rubio pero tuvo que lanzarle antes un demainus ya que no quería soltar a Draco.

El pelirubio empezó a gimotear ante ello. Su pareja estaba inconsciente.

Miaya al ver que el joven estaba fuera de control intento hacer notar su aura. Ya que de esa manera podría controlar a Draco, ya que al ser más grande y familia de él, podía hacer que el suprimiera sus deseos.

Cerró sus ojos y al volver a abrirlos eran más oscuros y brillantes de lo normal. Su parte Veela había salido a flote con éxito.

-¡Draconius! Tu allure no debe se utilizada de esa manera, sino te quedaras sin pareja- susurro la ojiverde.

Volvió a cerrar los ojos y al abrirlos sus ojos volvieron a hacer los mismos de siempre.

Draco ante esto parpadeo aturdido y abrió los ojos aterrados.

-Lo siento, tía-murmuro el joven.

Dumbledore se quedo mirándolo inquisitivamente. Se notaba que descendía de una familia poderosa y que por ello debía aprender muchas cosas.

Lo que le llamaba la atención era que el allure lo podía controlar un veela a voluntad, era muy extraño que ocurriera un descontrol con aquello.

Sonrio levemente.

¡Bueno! Esa era la tarea de Miaya ahora, el solamente intervendría si se descontrolaba mucho.

Saco un caramelo del bolsillo y se lo metió a la boca. ¡Como adoraba este tipo de tratos! Eran muy beneficiosos.

*******

Miaya suspiro exhausta.

Después del incidente transportaron a Harry a la enfermería donde una muy sorprendida Madame Pomfrey lo atendió cuidadosamente y dijo que depende como despertara podría irse o no de la enfermería.

Claro… no sin antes recordarle a la ojiverde que tuviera cuidado con las escaleras o cualquier cosa que ella pudiera llevarse por delante.

Mia solamente asintió levemente ya que estaba muy concentrada acariciado los cabellos de sol de su ahijado. Dicho joven que estaba sentado en una silla al lado de la cama del moreno inconsciente, recostando su cabeza en la almohada del moreno, intentado estar lo más cerca posible del moreno.

El moreno no tardaría en despertase, ya que ya se estaba oscureciendo.

El tiempo había pasado demasiado rápido.

Escucho un leve quejido cerca de ella. Al parecer ya se había despertado el joven Griffindor, lo que significaba que la rubia tenía que responder muchas preguntas.

Ella era la única adulta que quedaba en la sala.

Los demás se había ido enseguida después de Pomfrey, alegando cosas que hacer.

La rubia bufo ante el mero pensamiento. “Cosas urgentes mis polainas” pensó Miaya.

Dos contra uno no era nada justo, y miren que lo decía una Slytherin.

Por lo menos agradeció que el ojigris estaba dormido porque sino todo sería peor. Una catástrofe.

-Diablos ¿Qué paso?-dijo el moreno frotándose los ojos, sin darse cuenta del cuerpo que estaba a escasos centímetros de él.
-Draco se descontrolo un poco y como no queríamos que algo te pasara te desmayamos-le resumió la ojiverde saltándose la parte de cuando por poco y se follaron enfrente de los adultos.

-¿Malfoy se descontrolo?-pregunto el ojiverde.

-Si… pero te aseguro que eso no va a volver a pasar. Lo que sucede es que Draco te quiere mucho y tiene miedo de que lo rechaces. Ante esa debilidad su parte Veela decidió tomar el control y arreglar eso. ¡Hey! No me mire así, el no te iba matar, sino que intentaba sacar a flote tus deseos bajos- dijo la ojiverde siendo lo más sutil posible.

Al comprender lo que decía la mayor, Harry se sonrojo.

-¿Eso es posible?-le pregunto sorprendido.

-Sí, lo es, ya que Draco es un Veela sumiso. Lo que significa que algún día de estos se la vas a meter, pero te la cortare si resulta que le haces daño-dijo muy alegre la rubia.

Ante esto el ojiverde se estremeció.

Draco la escucho teniendo el rostro hundido en la almohada. El se había despertado al mismo tiempo que Harry, pero se había decidido hacer el dormido para escucharlos.

Su tía a veces era muy bruta con las cosas, aunque sabía que ella lo había dicho de esa manera intencionalmente. Su alegría la delataba.

-Muchos Veelas resultaron heridos por sus parejas ya que jamás le dieron ni una sola oportunidad. Ambos son testarudos, pero yo lo soy más. Permíteme reparar lo que los perjuicios hicieron con ustedes-susurro la ojiverde. Acariciando cara de Harry con una mano y la de Draco con la otra.

Harry dejo que lo mimara. Hace mucho que no sentía ese tanto tan suave y maternal.

Tal vez fuera una Slytherin, pero se notaba que si ella tuviera un bebe será la mejor de las madres.

-Iré a llamar a Pomfrey para que te revise… y Draco se que estas despierto así que enderézate de una buena ver-dijo la rubia alejando se de ambos y yendo a la puertita que la dirigía a la oficina de la enfermera.

Ambos jóvenes pasaron unos momentos muy incómodos de ahí a que llegaran las dos mujeres.

Minutos después un Harry mal alegre se dirigía a las puertas del Gran Salon ya que veía el mar de gente que había alrededor.
Unos pasos detrás lo siguieron ambos rubios.

Habían acordado de que después hablarían sobre el tema.

Harry fue rápidamente a la mesa de Griffindor donde lo esperaban ya sus mejores amigos que estaba bastantes curiosos, mientras que Draco y Miaya se sentaron en la mesa de Slytherin sin mediar ninguna palabra con nadie.

Todos miraron extrañados a los rubios pero decidieron no objetar nada ya que ambos le enviaba una miraba mortal al que se le acercaba.

Los profesores (o al menos la mayoría) miraron irritados a la rubia, ya que se tendría que sentar en la mesa de profesores no con el alumnado, pero decidieron dejarla pasar ya que sabían con que trataba la rubia.

En ese instante Pansy Parkinson decidió hacer acto de aparición.

-Draki-pooh- soltó a morena de ojos azules aproximándose rápidamente al par de Malfoy’s.

Ante esto ambos rubios arquearon una ceja con un aire arrogante esperando lo inminente.

El Trio Dorado levanto la cabeza para observar interesados lo que pasaría.

-Pansy-dijo solamente el rubio a modo de saludo. Después de todo seguía siendo su mejor amiga.

-¿Draco, no quieres sentarte al lado mío?-pregunto la morena pestañando rápidamente.

-Estoy bien aquí, Pans-dijo Draco.

-Entonces que se valla la peliteñida que tenes al lado-dijo Pansy tironeando a la rubia que ya estaba mirando intensamente a la más pequeña.

-Mira, querida, a menos que quieras te mande al mismísimo Averno en este mismo momento y haga que Draco deje de ser tu amigo, dejaras de tratarme como un monigote-dijo la ojiverde con su mirada de Malfoy.

-¡Oh, vamos! Solamente eres una furcia cualquiera, además seguro que ni siquiera eres sangre pura. Yo soy la heredera de la familia Parkinson y Draco será mi futuro marido-dijo altiva la morena.

Miaya sonrió dulcemente ante esto.

-Bueno, señorita heredera. Para tu información mi familia es una de las más antiguas y pura del mundo mágico, además, estoy completamente seguro de que soy más casta que vos. Mi cabello es natural nadie puede cuestionarlo- le dijo suavemente la rubia

-¡Ja! Si como no y yo soy de color rosa. Yo jamás te he visto antes, sangre sucia-siseo la morena.

-Mira niñata, cuida tu boca si no quieres que te la llene de jabón. Jamás permitiré que seas la novia del Dragon-dijo la rubia.

-Tú no tienes voto en todo esto. Yo soy su prometida y no dejare que me lo quites, me asegurare de hablar con la tía Narcissa sobre ti-dijo la morena.

La rubia al escuchar a la joven empezó a reírse.

-¿De qué diantre te ríes?-gritoneo la morena.

-Cariño, esas cosas fueron pura palabrería, eso solamente iba pasar si Draco sentía algo por ti, lo cual no es-dijo divertida la rubia

- Eso es mentira. Tú no sabes nada-gritoneo la morena.

-Sí, lo sé. Después de todo yo estaba ahí-dijo tranquilamente la mayor.

La ojiazul la miro extrañada a menos que…

-¡No permitiré que te cases con Draco!-dijo horrorizada la morena.

La rubia la miro de igual manera.

-Agh, a mi no me va ni la pedofilia ni el incesto. Remedo de mocosa. No permitiré que mi pobre sobrino se acerque a alguien como vos-chillo la rubia.

Al escuchar esos Pansy se quedo estupefacta. La había cagado realmente.

En ese mismo instantes empezó el alboroto del siglo.
Notas finales:

Espero que les ya gustado!!

Realmente lamente poner a Pansy lin de esa manera pero tenia que hacerlo.

Les deseos lo mejor y deseenme la a mi tambien. Sayo!! me voy a clases!!


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