Sus grandes manos delinearon delicadamente su cuerpo. El no podía dejar de suspirar de placer ante esto. Sentía como el acariciaba sus botones rosados que no tardaron en endurecerse al sentir esa tan placentera caricia dada por esa persona que tanto amaba.
Arqueo su espalda de un modo casi imposible implorando que él no parara.
Escucho una risa burlona.
Maldito cabron como se atrevía burlarse de él en ese momento.
-Ansioso, Dragon-le murmuro una voz ronca a escasos centímetros de él. Esa voz pertenecía a la persona que lo estaba torturando de una manera muy vil. Esa persona era su amante, su pareja, era Harry Potter.
-Harry-gimió pasito Draco.
La mano de Harry empezó a descender de manera torturosa hasta llegar a su pelvis.
Tan cerca, solamente falta un poco más.
Harry ya estaba tirando de su bóxer y lo lanzo a alguna parte de la habitación.
Empezó a acaricia su erección, primero suave para luego empezar acelerar y empezó a descender su rostro hasta llegar a la altura de la polla de Draco.
Sus labios estaban a escasos centímetro de su gloria cuando… se despertó totalmente mojado.
-Es hora de despertarse, Dragón-dijo Miaya sonriéndole perversamente mientras hacía levitar un balde que hasta hacia unos momentos estaba lleno de agua.- Parece que tuviste un sueño bastante bueno.
Nada mas termino de decir eso empezó a reírse estrepitosamente haciendo que de alguna manera Harry, que estaba en la habitación de al lado, se despertara perezosamente.
Harry se quejo del gran alboroto cerca e intento mitigarlo presionado su almohada en sus oídos, pero aun así no lo logro. Ante esto el azabache suspiro resignado y se levanto de la cama a sabiendas de que no podría dormir más. Se fue arrastrando los pies hacia el baño.
El baño estaba bastante bien. El Piso era de mármol y los azulejos en las paredes formaban un intrincado diseño con diferentes gamas de tonos azules y verdes. Tenía una ducha y una bañera muy espaciosa, podía darse un chapuzón perfectamente.
Coloco el tapón a la bañera y abrió un grifo para que la bañera se llenara mientras él se desvestía.
Mientras eliminaba las prendas de su cuerpo se puso a meditar los eventos ocurridos anteriormente.
La verdad él se estaba tomando de manera muy calma la idea de que iba a tener que convivir con Malfoy y eso le preocupaba. ”sea le no era de lo que grita y se quejaba cuando algo así le sucedía aunque obviamente era la primera vez que le sucedía algo así. Aunque tampoco se podía quejar mucho ya que Malfoy no se estaba comportando como un malcriado e incluso estaba más dócil.
Además se vería muy mal que siendo que Malfoy se lo está tomando muy bien el se lo tome mal, siendo que supuestamente él era “el niño bueno”
Claro el no se lo dejaría todo de rosas a Malfoy, si él quería salir con el tendría que esforzarse mucho, ya que Harry no olvidaría lo anteriores años en lo que Malfoy le hacia la vida miserable tan fácilmente.
Solamente le daría un pequeño momento de duda y luego si iba bien le daría una oportunidad.
Se metió a la tina.
Bueno, tal vez, se hubiera molestado un poco si no fuera porque sabía que Malfoy podía darle hijos.
Harry realmente deseaba tener una familia. Realmente no le importaba si la persona que le daba carta blanca para ello era Draco Malfoy, aunque claro siempre y cuando se comportara.
Sonrió mientras se hundía completamente en la tina.
Mientras tanto Draco esta correteando a Miaya por todo la habitación intentando atraparla para que se disculpara con él.
-Ve aquí maldita loca-chillo Draco mientras corría lo más rápido que podía.
-Uhh… ¡Draco dijo una mala palabra a una dama!-dijo Miaya burlándose de él.
Miaya que ya se estaba cansada de todo esto hizo algo que sorprendió a Draco, se convirtió en conejo que se escabullo hacia la puerta que interconectaba a la habitación de Harry.
La puerta, que Draco la noche anterior pensaba que estaba cerrada con llave, cedió fácilmente dejando que la coneja blanca como la nieve se introdujera a la habitación del Griffindor. Draco, por fortuna o desgracia, ni siquiera lo pensó y siguió a la coneja al dormitorio contiguo.
Mientras tanto Harry se estaba colocando unos calzoncillos cuando escucho un ruido y al alzar la mirada se encontró a cierto Slytherin persiguiendo a un conejo blanco con ojos verdes. Eso le resultaría muy divertido si no fuera porque él estaba semi-desnudo y a escaso metros de un Veela que quería vincularse con él.
Harry carraspeo ante esto.
El rubio tardo unos instantes en darse cuenta de la situación en la que se encontraba y al ver al moreno se le subió rápidamente la sangre a las mejillas.
No era para menos. Después de todo el moreno era delgado pero tenía los músculos bastante bien marcados, la piernas bien torneadas y se podía ver un rastro de vello oscuro que se perdía en esos boxers negros como una fecha apuntando a un gran tesoro.
Harry se permitió ser un cabron por unos instantes.
-Sssi me sssigues mirando de essa manera ssse te sssaldran los ojos, Malfoy-dijo Harry gravemente intentando marcar las S para que sonora como un siseo.-Aunque no digo que me moleste-
Draco se sonrojo y apretó sus piernas para que no notara que se le empezaba a formar una erección.
Miaya sintiendo que algo iba a pasar se escabullo silenciosamente para no interrumpirlos.
Harry ladeo la cabeza con una fingida mirada inocente y se aproximo a Draco lentamente.
-¿Acaso venias a espiarme mientras me vestía? No está bien ser mirón – dijo Harry mientras tomaba el mentón del rubio.
-No pienses mal, Potter. Solamente perseguía a Miaya que se convirtió en un conejo-dijo Draco. Sus palabras sonaban completamente ridículas pero eran la verdad.
-Te das cuenta de lo ridículo que suena ¿Cierto?-dijo Harry.
-Pero es la verdad. La loca me tiro un balde de agua mientras dormía-se quejo el rubio.
-Mmhp… te lo dejare pasar-dijo Harry soltando al rubio y dándole la espalda.
Draco no sabía si mirarlo con odio o dedicarse a babear al ver como se veía el trasero de su pareja con esos bóxers.
Chillo horrorizado internamente el ver el tipo de debate que estaba teniendo consigo mismo.
Potter giro la cabeza hacia su dirección con una ceja alzada.
-¿Aun sigues aquí? Te convendría ir ahora mismo a tu dormitorio antes de que se te haga tarde, ni pienses que te voy a esperar si te tardas-le dijo Harry. Unos segundos después- añadió- Mi culo te agradecería que dejara de mirarlo tanto-
Draco contrajo su rostro de una manera que le hizo gracia a Harry, pero el rubio no pudo decirle nada ya que unas manos le taparon la boca para acallarlo.
Miaya justamente había decidido hacer acto de presencia en ese momento para que el rubio cerrara su bocaza y no dijera de más.
Mientras el rubio era llevado a rastras por una rubia demoniaca el moreno miraba divertido la escena sin importarle mucho que una chica lo hubiera visto en ropa interior.
Se podría decir que se había acostumbrado demasiado a la Malfoy mayor.
Bueno. Harry se dio media vuelta y se dirigió a su closet para terminar de vestirse. El no quería faltar al desayuno, el se está muriendo de hambre aunque recién tomaba conciencia de ello.
*******
Se podía observa en ese momento a un moreno comiendo alegremente mientras un rubio enfrente de él lo observaba totalmente furioso.
¿Cuál era el motivo? Bueno sucede que a la rubia se le ocurrió que Draco tendría que estar sentado con Harry y como ella no quería estar cerca de la cabeza de chorlito de Parkinson se le ocurrió la brillante idea de que ambos (ella y Draco) se sentaran en la mesa de Griffindor. Algunos se opusieron a la idea pero gracias al gran carisma de Miaya no hubo gran problema (en realidad amenazo a cada ser viviente de Griffindor cuando Harry no miraba).
-Entonces, Harry me entere que te nombraron capitán del equipo Quiddich- dijo Miaya dándole un sutil codazo al rubio bajo la mesa.
Así estaban posicionados: Hermione, Harry y Ron y enfrente estaban Draco y Miaya de espaldas a la mesa de Slytherin.
Harry levanto la cabeza y asintió.
-Con Harry como capitán tendremos la copa asegurada este año-dijo Ron inflando el pecho.
-¡Ja! No lo creas Weasley…-dijo Draco pero fue interrumpido por una patada de parte de Miaya. La miro y le chillo- ¿Qué haces?
-Te están probando-le susurro entre dientes.
Al levantar la mirada observo que Harry lo estaba mirando interrogante.
Draco bajo la mirada mascullando por lo bajo, se había olvidado que no tenía que pelearse con ninguno de los amigos del Griffindor si no quería tener problemas en su “relación”
En ese momento apareció la profesora McGonagall que miro con el ceño fruncido a ambos Slytherin pero no dijo nada y empezó a repartir los horarios de clase.
-Tenemos pociones con Slytherin ahora-se quejo Ron al mirar su horario- casi todos nuestras clases son con Slytherin.
Miaya ante esto sonrió misteriosamente.
Ella sabía que habían arreglado los horarios de esa manera para que Draco no se separe de Harry.
-Lo hacen para unir más a las casas-Dijo Hermione mientras buscaba algo en su mochila.
Miaya cogió el horario que le tendría Severus ya que Draco estaba inclinado hacia el moreno intentando ver el horario de este. Harry ni cuenta se daba de que cierta serpiente estaba a escasos centímetros de él.
Harry frunció el ceño para mostrar su descontento y confusión.
-¿Qué pasa compadre?-dijo Ron siendo a penas entendible al tener en su boca un sándwich de mantequilla de maní, jalea de fresa y crema.
-Tengo anotado Runas Antiguas, Ron, y esa clase no la tengo-dijo Harry alzando la mirada topando se con los ojos grisáceos de una viperina serpiente.
Draco ante esto se sentó abruptamente y se hizo una pelotita en el asiento para que no le vieran su sonrojo. Miaya sonrió ante esto. Ella tenía una pequeña idea sobre eso.
-Préstame un toque tu horario-dijo Miaya extendiendo su mano por encima de la mesa.
Harry dejo de lado su aturdimiento para dirigir su mirada hacia la rubia y extenderle su horario. Miaya al ver su horario logro comprobar lo que ella pensaba.
-Una de las razones por las que tu horario esta así es porque tu horario se arreglo de manera que coincidiera con el de Draco, y el otro es de todo ese discursito de la amistad entre las casas- dijo mientras les mostraba al trió dorado y a su sobrino los dos horarios.
-Pero… ¡Ni siquiera se Runas Antiguas!-dijo Harry mientras maldecía al director y a toda la estirpe de los Malfoy.
-No te quejes Potter que estoy en la misma situación que tu. Ni siquiera he leído un libro referido con la Sanación. No sabía que existía una clase llamada Sanación Magica y Muggle-dijo Draco haciendo un puchero.
-¿Y te crees que yo si he leído un libro con Runa Antiguas?-dijo Harry totalmente irritado.
Miaya decidió para la discusión antes de que pasaran a mayores.
-Bueno, bueno, parejita. Ya párenle antes de que les eche un balde de agua fría. Las cosas se pueden arreglar de manera muy simple, no hace falta que discutan. Yo sé una técnica que hará que sus cabecitas se llenen de conocimiento en cuestión de días. Es mi acción de estudio favorita para cabezas de chorlito. Lo llamo “técnica troyana” y hará que suden tienta por cada poro de su ser- dice alegre Miaya.
-Yo también lo puedo ayudar-dijo Hermione. Ella tenía que observa como actuaba Harry alrededor de ambos Malfoy. No estaba aun segura de poder confiar totalmente en ambos rubios.
Harry se encogió de hombros en respuesta.
La verdad por alguna razón no sentía miedo ante las palabras de la rubia aunque obviamente tendría que haber sentido algo teniendo en cuenta lo último que dijo. Nadie podía ser más obsesivo en el estudio que Hermione.
En cambio el Draco ya le estaba implorando a Merlin por su alma, ya que aunque conocía hace poco a Miaya sabía que había que tomarse sus palabras enserio.
*******
La primera clase a la que fueron fue Pociones la cual los Griffindor compartían con Slytherin.
Snape ordeno que se pusieran en parejas para prepara el Filtro de Muertos en Vida.
Harrry empezó a mirar para ver con quien podía emparejarse hasta que sintió que alguien lo tomaba del brazo y lo arrastras.
¿De quién se trataba? Obviamente de la pareja del moreno, Draco Malfoy.
-¿Qué haces?-pregunto Harry al rubio.
-¿No es obvio, Harrito? Te estoy llevando a nuestra mesa-dijo Draco como si le estuviera hablando a un niño de cinco años.
Harry iba protestar pero fue acallado por la fría mirada que le dirigió su profesor de pociones.
Nadie lo dejaba hablar libremente.
*******
En un pasillo se podía ver a una china practicando que le podía decir al Harry, ya que quería volver a salir con él. Cho había escuchado que el moreno últimamente era más amistoso con Malfoy de lo normal pero desistió de la idea. ¿Harry Potter y Draco Malfoy? Eso era totalmente absurdo.
Cuando vio la característica cabellera azabache de este se acerco y vio que estaba riendo se mientras el rubio Slytherin tenía las mejillas coloradas y le gritoneaba algo.
“La verdad si parecen que fueran… Naa, seguro que no es nada” pensó Cho.
Se planto enfrente de la pareja.
-Harry ¿puedo hablar contigo?-pregunto Cho intentando ser lo más linda posible.
-Em… Claro-dijo Harry inseguro. Ya no sentía nada por Cho, pero no estaba seguro de cómo actuar alrededor de esta y presentía que esta charla no conllevaba nada bueno.
-A solas-dijo Cho mirando a Draco.
Harry se tenso ante esto. A el rubio no le agradaba nada la idea.
Harry miro al rubio:-Draco ¿podrías…?
-NO- fue la rotunda respuesta del rubio.
A Draco no le gustaba esa chica. No le gustaba que estuviera aquí. No le gustaba que estuviera cerca de su pareja. No quería que estuviera hablando con su pareja. No quería que él estuviera a solas con su pareja. No, no, no y no.
-¿Por qué…?
-No es obvio Potter. Ella quiere salir contigo. Y no puede, tu eres MI pareja- le dijo Draco interrumpió.
Cho al escuchar esto se quedo blanca.
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