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Mi enemigo, mi veela por Mia Phantomhive

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Notas del capitulo:

Hellos mis polluelos. He vuelto luego de una peque depresion ya que se me habia borrado el capitulo de la net y tu ve que rehacerla. Bueno igualmente ya estoy de vuelta con todo. 

Hoy sabremos un poco mas sobre el pasado de Mia. Pobresita

En la oficina del director se está desarrollando una dura reunión. Están reunidos profesores, miembros de la Orden de Fenix, Dumbledore y Miaya.

-Las cosas se están complicando cada vez más y el Innombrable estaba buscado a una persona totalmente desconocida para todos. No sabemos ni siquiera su nombre, pero parece ser contenedor de un poder o don especial si es de tal interés para el- comunico Dumbledore a los demás calmadamente.

-¿Director, se sabe si es un hombre o una mujer?-pregunto Mc Gonnagal.

-No ninguna. Ni siquiera sabemos si se trata de un ser humano-respondió el director.
Se cernió un tenso silencio en todo el despacho.

Cada vez era más difícil. Ya que podía tratarse de cualquier cosa y seguramente tampoco se sabía si estaba aun viva.

-¿Qué será?-murmuro Miaya pensativa mientras se masajeaba la frente.

Era la primera vez que estaba en una reunión con la Orden de Fénix ahí presente y eso la inquietaba por alguna razón. La única razón por la que no se había unido a la Orden de Fénix en aquella época era porque estaba con un asunto muy importante que no podía dejarse de lado.

Pensar en eso la dejo un sabor amargo y de manera inconsciente se llevo una mano al vientre.

Cuando se dio cuenta de eso la retiro rápidamente y ahuyentó esos pensamientos.

-Mia ¿Cómo llevan su relación tus preciadas cargar?-pregunto Dumbledore mirando la como si supiera cual era el hilo de su pensamiento.

-Están progresando lentamente pero sin ningún incidente grave. Solamente las típicas estúpidas discusiones de pareja-dijo Miaya irguiéndose.

-¿Nada preocupante?-dijo mirándola calculadoramente.

-Le estoy dando clases a Draco para controlar su temperamento y parece que de a poco está aceptando la idea de que esta en una relación con Harry Potter.

-Esas lecciones no deberías dárselas a Potter en vez de a Draco-pregunto Snape parado en un rincón del despacho.

-Insinúas que mi ahijado es temperamental-salto rápidamente Sirius ante lo dicho por Snape.

-De acuerdo al historial de tu queridísimo ahijado no lo estoy diciendo sin fundamentos- replico Severus.

-Cada uno de esos ataques tenía una explicación razonable-dijo Sirius preparándose para saltarle encima.
-¡Cállense! ¿Quieren? Parecen una par de adolescentes hormonados, si no paran de discutir de una buena vez, los llevare a una habitación para que hablen de sus diferencias y no dejare que salga de ahí sin que lo hagan- dijo irritada Mia ya cansada de toda esa discusión- Severus mi primordial ocupación es Draco y me doy cuenta que el no tiene mucho tacto ni paciencia con los temas referido al amor, incluso menos de lo que normalmente tiene un adolescente.

-¿Acaso piensas convertirlo en un Hufflepuff?-dijo Snape.
-Hugh. No tengo nada en contra de los Hufflepuff, pero los Malfoy somos serpientes, NO tejones. Solamente le estoy enseñando esto porque estamos tratando con un león. Los leones son mas emocionales y pasionales.- dijo Miaya sin mirar a Snape.

-Lo dices por experiencia propia ¿No?-dijo Snape maliciosamente.

-De la misma manera que yo se que tu eres una bastardo sin sentimientos que jamás admitirá lo que siente ni siquiera bajo cruciatus-dijo Miaya parándose para dirigirse hacia la puerta. Giro la cabeza para hablar con el director- si me disculpa Director ahora me dirijo a ver a mi niño.

Miaya si espera una respuesta abrió la puerta para luego cerrarla con un sonoro portazo.
Quedo un tenso silencio por varios minutos hasta que fue roto por Arthur Weasley.
-¿Qué acaba de ocurrir?-

-Una desgarradora verdad, un desgarrador recuerdo-Dijo el Director con los ojos desenfocados recordando el pasado.

Hasta que termino la reunión Snape no dijo nada ni despego su mirada del piso, solamente pudo pensar en la mirada que le había dirigido Miaya. Lo había dicho sin pensarlo al sentir su orgullo atacado.

-Severus, debo decirte algo, quédate unos segundos, por favor-le pido el Director sentado detrás del escritorio mientras todos se iban.
Snape solamente asintió y se sentó.

-Tengo una pequeña sospecha de quien puede ser la persona que busca Voldemort, no la he dicho antes ya que solamente es una ligera sorpresa y a Miaya no le resultaría agradable su mención-dijo el director mirándolo fijamente.

-¿Pero no se suponía que esa persona estaba…-pregunto Snape pero no pudo seguir al recordar lo que sucedió.
-Solamente es una idea lo que significa que esto solamente debe quedar entre nosotros no quiero que Miaya se altere- dijo el director.
-Lo comprendo-dijo Snape amargamente.

Snape sabía que esta era una de sus manipulaciones, pero igualmente no pensaba decirse lo ella. Era un tema tabú para todo quien la conociera.
Mientras tanto en otra parte del castillo Mia había llegado a su habitación y estaba acostada en su cama.
Recordando, sollozando. Las palabras de Severus le hicieron recordar sobre esa persona.
Se llevo una mano al vientre inconsciente, debajo de esa tela justo en el lugar donde se estaba acariciando residía una larga cicatriz que jamás se desvanecería. Un recordatorio eterno de que había sucedió.

Dejo de lado ese pensamiento y fue a una más alegre. Empezó a recordar el día en que empezó todo, el día en que la conoció.

Era un día muy caluroso y tenía un rato libre. Se había vestido con una camisa manga corta, la corbata verde y plateada, la falda y la insignia de prefecto para que nadie se le ocurriera decirle nada. Su lugar de reposo era uno de los banquillos del patio interno donde le daba parcialmente el sol. Un lugar perfecto donde no rondaba mucha gente y podía tomar sol.
Está pensando lo longevidad de la tortuga cuando algo o mejor dicho alguien le ensombreció la vista.
-Una señorita como tú no debería vestirse de esa manera-dijo la persona.
Mia examino rápidamente para ver si se trataba de un profesor para luego levantarse y responderle al ver que no lo era:- Primero eso no es asunto tuyo y segundo yo puedo vestirme como se me cante la reverenciada gana, le petit. Pero que se podría espera de un Griffindor no pueden soportar meterse en todo.

La criatura frunció el seño y bufo ante lo dicho. Cabellos negros como la noche hasta los hombros, ojos grandes y oscuros como la noche, tez trigueña, y con una altura menor que la de ella, labios regordetes que parecían tener un eterno puchero, si no se equivocaba debajo de las capas de ropa había un físico parecido al de un atleta o un bailarín. Si se lo veía rápidamente no se podría estar completamente seguro de si se trataba de una mujer o un hombre. Una exquisitez: si. Era su tipo: si. Podía tenerle: no. ¿Por qué? Era un león.

-Yo solamente te decía-le dijo cruzándose de brazos y dándose la vuelta para ir se por el camino.

Miaya suspiro frustrada, ya se le habían ido las ganas de estar ahí. Había conocida tremenda belleza pero no podía ni siquiera coquetear con ella. Si su padre se enteraba de que se le habían caído las babas por un león la despellejaría y cruciaria literalmente.
Lo que no sabía era que más adelante era que su padre en verdad se atrevería a cruciala al enterarse de una noticia parecida.

Volvió al presente.

Donde empezó a pensar en Draco. El la tenía más fácil y a la vez más difícil. El tenia la su suerte de que su padre entendía la situación en la que él estaba y sabía que era algo de lo que él no podía salir. No estaba solo, esta vez el tenia a su familia de su lado y cada uno velaba por su seguridad. Lo malo era que su pareja era el banco de uno de los magos tenebrosos más poderoso de toda la historia, por lo tanto el no podía apartarse de la batalla, corría mucho peligro.

Pero si todo salía bien la felicidad de muchos estaba asegurada y la familia Malfoy seguiría existiendo.

*******

Estaba recostada en un sillón individual de la Sala Común que tenía que tenia ella y sus chicos.

La mitad de su pierna se balaceaban en él aire y cabeza estaba poyada en una de los brazos.
Ante ella estaba sentado Harry y Draco en un sillón más grande a la espera de que ella hablara.

Entre ellos se interponía una mesita donde había una tetera humeante con unas tazas de porcelana acompañadas con galletitas.

Mia estiro la mano hasta llegar al plato y poder coger una galletita ante la mirada divertida de Harry y el ceño fruncido de Draco.

-Te vas a caer un día por hacer eso-la reto Draco.

-Cuando eso suceda te doy permiso para que me digas que me lo digiste-le contesto Miaya brindando en su dirección con la galletita.

-¿Para qué nos llamaste, Mia?-pregunto Harry. Le agrada Miaya era divertida y casi no parecía una Malfoy, se parecía más a Sirius, siempre alegre.

-Henos aquí reunidos para charlar de la accion más vieja de toda la historia tan vieja como el mismo ser humano, la actividad física mas divertida del mundo. Esta es LA charla-dijo Mia levantando las manos como si fuera un cura.

Draco al darse cuenta de lo que iban a hacer se puso lívido, mientras que Harry la miro confuso.

-¿A qué te refieres?-dijo desconcertado.
Miaya se rio divertida ante esto y Draco salió de su estado para mirar irritado a su pareja.

-Ella- dijo Draco y señalo a Miaya- Quiere que hablemos de sexo.
Mal momento escogió Harry para darle un sorbo a su taza de té, ya que quedo blanco y luego morado al ahogarse. Draco le tuvo que dar unas palmadas en la espalda hasta que se tranquilizo.

-Humm… Si. Como dijo Draco, sin tacto ni anestesia. Charlare con ustedes de sexo. Pero no se horroricen- dijo al ver sus caras- Yo no soy sus padres para que se pongan si. Ni si quiera mi rostro están viejo- dijo tocándose cara.

-Tienes una arruga aquí-dijo Draco con una malicia disimulada mientras se tocaba la frente.
-¡¿Qué?!-grito Miaya mientras se levantaba del sillón y corría hasta su habitación para coger un espejo.

-Pero si no tiene ninguna arruga-le susurro Harry a Draco inclinándose hacia su lado rozando apenas sus labios con el oído de Draco.

Draco apenas se pudo aguantar de dejar escapar un gemido. Su aliento chocando contra esa parte tan sensible de su piel, era inevitable no excitarse. Como siempre Potter no tenía ni una mínima idea de lo que provocaba, que le provocaba.

Harry miro extrañado al rubio que tenia al lado, tenía una expresión muy rara en su rostro, pero se encogió de hombros restándole importancia al asunto, seguramente eran cosas de él.
-¡DRACO LUCIUS MALFOY MI CARA NO TIENE NADA!- se escucho un grito proveniente del un cuarto.
Segundos después Mia esta parada en el umbral de su habitación, su cara estaba totalmente roja y su mirada podría mandar al mismísimo diablo a llorar por su mama. Su varita la tenia fuertemente sujeta en su mano izquierda, preparada para ser utilizada.

-¡Ups! Tal vez fue mi imaginación-Dijo Draco sonriendo angelicalmente.

-Ya te voy a dar a vos mi imaginación, remedo de mocoso insolente-dijo por lo bajo Mia mientras se pasaba un peine por sus cabellos y se sentaba otra vez.
-¿Dijiste algo, tía?-pregunto Draco con fingida inocencia.
-No mi pequeño ángel-dijo Mia con el mismo tono. Agrego sonriendo:- Me parece que debes darte una ducha bien helada.

-No, gracias, prefiero que continuemos para terminar esto-dijo Draco con una sonrisa tensa en sus labios mirando con disimulado enojo a la rubia.

-Si asi lo prefieres-dijo Mia con una sonrisa maliciosa.-Bueno. Es hora de la charla. Estoy segurita de que ustedes ya saben más o menos de qué va esto, ya que casi son adultos. Pero todos quieren que ustedes tengan la misma información y por eso me hacen darles este vergonzoso discurso.

Como ustedes saben un veela macho puede gestar a un niño incluso si su pareja es varón. Esto sucede cuando la etapa de maduración esta completa ósea que recién podrían tener el peligro de embarazarse dentro de uno o dos años. Pero eso no significa que no debe tomar precauciones, esto no es una ciencia exacta, siempre puede ocurrir lo inesperado- segundos de silencio tensos- No quiero se abuela tan pronto.

-En el embarazo se crea una membrana de magia que hace la misma función que un útero. En esa burbuja de magia el bebe se desarrolla, y cuando está por salir se crea un canal de salida. Durante el embarazo el veela necesita mucho amor y cuidados. Y con amor ya saben a lo que me refiero-dijo moviendo las cejas

Ambos adolescentes se ponen colorados.

Miaya retomo su explicación.
-Durante el embarazo el veela resultara muy atractivo a su pareja. Mal de lo normal-aclaro ante la mirada de Draco-eso es por las feromonas que despide el veela. Esto sucede ya que inconscientemente el veela busca asegurar el bienestar de su niño, por que el niño para desarrollarse bien necesita la magia de ambos padres-

-Sobre las protecciones. Hay de todo tipo pociones, hechizos, productos. Si quieren pociones tengo algunas guardadas en un cajón de mi mesita de luz. Tengo un folleto que les pude explicar los hechizos, son muy fáciles de realizar.

-¿Por qué no nos los enseñas tú personalmente?- le interrogo Harry.
-Eso es porque tienen que estar en ciertas condiciones y no creo que estén dispuesto a tenerlas delante de mí- dijo Miaya sonriente.
-Oh-susurro Harry mientras se sonrojaba.

-Bueno, igualmente no tendrán ninguna dificultad-dijo dejando el peine de lado.
-¿Ya terminamos?-dijo Draco ya cansado de estar sentado.

-Si, Dragón, recuerden que si tienen alguna duda me lo dicen-dijo Mia.
Notas finales:

Espero que le haya gusta, no se olviden de comentar, de eso vivimos!!! Besos por Mia


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