Capítulo 5.- Intentos fallidos
Shun se estiró y caminó por la sala del departamento de Ikky, se paseó delante de la estantería en donde estaban las fotos de sus padres, de ellos cuando eran niños, fotos de la graduación de Shun del colegio, de la Universidad, fotos del primer día en el que Ikky abrió su propio restaurante, hermosos recuerdos que estaban inmortalizados, y eso es lo que Shun tenía en su vida, nada más que recuerdos
El peliverde tomó la manta que estaba en el mueble y se envolvió en ella, y se puso a pensar en el principio del fin de su relación con Saga…
***
Shun no se sorprendió que Saga le propusiera ir de viaje el fin de semana y ese mismo viernes en la noche fueron a unas cabañas en las montañas muy hermosas en donde pasaron dos días sin comunicación al exterior y tuvieron chance de amarse, compartir tiempo juntos, hacer planes, descansar y pescar, Shun pensó que ese fue el fin de semana perfecto pero Saga no había conseguido lo que fue a buscar, él aún se sentía… como si algo le faltara, sus sentimientos por Shun habían cambiado con el pasar del tiempo, a Saga le costó tomar las palabras de su hermano como ciertas pero Kanon si tenía razón, Saga amaba a Shun pero ya no estaba enamorado de él y no sabía que hacer, se sentía atraído por él y de eso no había duda, su vida sexual no estaba mal ni mucho menos, pero el sexo no lo es todo y Saga no quería dañarlo pero esta situación no estaba bien, él no se sentía satisfecho y realmente no terminaba las cosas solo para no lastimar a Shun, pero esa no es una razón válida para seguir una relación, como Kanon le había dicho, eso no era justo para Shun pero para él tampoco
Dos meses pasaron antes de que todo en la vida de esa pareja cambiara, una mañana de martes, Saga estaba en una de sus clases cuando vio que su teléfono sonó, al principio lo ignoró pero a la tercera llamada lo tomó, era Shun el que lo llamaba y eso era por demás extraño, Shun nunca lo llamaba cuando él estaba en clases, algo debía haber pasado, Saga tomó el teléfono y salió del aula de clases para poder hablar, Shun le había marcado otra vez
- Qué pasa Shun?, estás bien? – Saga sonaba preocupado
- Podrías venir a la parte de atrás del edificio?, necesito hablar contigo
- No puede esperar?, estoy en medio de clases
- No, no puede esperar, ven por favor – Shun sonaba angustiado y Saga dijo que iría inmediatamente antes de colgar el teléfono
El profesor entró al aula y les dijo a sus estudiantes que tenía una calamidad doméstica y les mandó a hacer un trabajo, luego salió disparado a encontrar a Shun, el peliverde estaba sentado en la veredita del borde del edificio y lucía pálido
- Qué pasa Shun? – Saga se sentó junto a él y lo miró, Shun no dijo nada y solo le dio un sobre a su novio, Saga tomó el sobre y sacó lo que resultó ser los resultados de un examen de sangre que Shun se había hecho, el peliverde estaba esperando un hijo, al leer el papel, Saga sintió como si un baldazo de agua fría le hubiera caído encima, Shun lo regresó a ver y algo dentro de su corazón se rompió, Saga tenía una expresión grave en el rostro, no lo que hubiera esperado al enterarse de la noticia, era lógico que Shun se mostrara aprensivo pero Saga no, Saga no
- Lo voy a tener Saga – dijo el peliverde luego de ver pasar los minutos sin obtener una respuesta de su pareja, Saga ante las palabras de Shun como que reaccionó y dijo torpemente:
- Shun... por qué no lo ibas a tener?
- Porque puedo ver en tu rostro que no es lo que esperabas, pero tranquilo, si tu no lo quieres no hay problema, el bebé me tendrá a mi
- Shun… no digas eso, por supuesto que lo quiero, ven acá – Saga abrazó a Shun con fuerza, no sabía que más hacer, Saga había estado pensando en las mejores maneras de terminar su relación con Shun pero esto lo cambió todo, un hijo… un niño inocente venía en camino y ahora Saga no podía hacer lo que había estado pensando hacer
- En serio lo quieres? – preguntó el peliverde en un susurro y con la voz rota
- Claro que si tonto, es un bebé, un bebé Shun, un hijo tuyo y mío, pueda que no lo hayamos planificado pero ya está en camino, todo estará bien Shun, todo estará bien – Saga besó la frente de Shun y lo apretó contra su pecho, Shun suspiró aliviado, él pensaba que el mayor no lo iba a querer pero aparentemente no era así
En las semanas siguientes Shun se mudó definitivamente al departamento de Saga, aún no habían hablado de matrimonio pero Shun estaba emocionado por ello, el peliverde pensaba que un día de estos Saga se lo iba a proponer debido a su estado pero… los días seguían pasando y el peliazul no había hecho ningún cambio más en sus vidas, Saga se estaba haciendo a la idea de ser padre y eso le daba felicidad, él siempre había querido tener hijos y el primero ya venía en camino, Saga pensaba que su vida no sería tan mala como Kanon insistía, Saga ya había sacado los papeles en el Registro civil y tenía listos los requisitos para su matrimonio pero aún no se animaba a decírselo a Shun, Kanon decía que estaba esperando un milagro o algo, Saga se había molestado cuando Kanon lo sugirió porque él amaba a Shun y amaría a su hijo, Saga quería convencerse de que todo estaría bien y eso funcionó hasta que lo impensado pasó
Saga estaba profundamente dormido cuando despertó abruptamente al escuchar un quejido de Shun que estaba acostado a su lado, Saga prendió la lamparita y vio con horror a Shun completamente pálido y se estaba retorciendo de dolor en la cama, Saga se levantó y al destaparse vio sus sábanas manchadas de sangre, el peliazul no se lo explicaba, todo había estado bien, Shun no tenía mayores molestias, el médico le había dicho que todo estaba bien pero Saga entró en pánico al ver a Shun tan mal, así que sin perder tiempo lo envolvió en una manta y lo llevó al hospital más cercano
Esa noche fue muy larga…
Saga estaba en el pasillo del hospital, se notaba que había llorado, Kanon estaba a su lado y ambos gemelos estaban en silencio, en esos momentos las palabras sobraban además de que Kanon no sabía que decir en una situación como esta, Saga estaba esperando al médico que había operado a Shun y cuando lo vio pasar se acercó a él inmediatamente y lo detuvo, se estaba muriendo sin noticias
- Por favor doctor, cómo está Shun?, salió bien?
- Es usted el esposo? – preguntó el médico chequeando sus notas
- Si, cómo está Shun?
- Se repondrá, es joven y podrán intentar tener otros hijos, no hay daño permanente en su matriz pero a veces estas cosas pasan, este tipo de embarazos siempre son complicados, necesita muchos cuidados hasta que se reponga y la verdad yo recomiendo que vea a un terapista, su esposo es muy joven y lo más probable es que la pérdida lo afecte de una u otra manera, es mejor estar prevenidos y cubrir todas las bases
- Si doctor, lo que usted diga
- No se angustie, saldrán de esto, ahora si me disculpan tengo que pasar revista a mis otros pacientes
El médico caminó por el pasillo, Saga se arrimó a la pared y sus ojos se llenaron de lágrimas, Kanon lo abrazó y aunque al inicio Saga no quería dejarse abrazar se rindió ante el abrazo que su hermano le estaba dando y se desmoronó en el pasillo del hospital, este sentimiento de culpabilidad lo llenaba todo, él se había estado haciendo a la idea del bebé, él estaba buscando conformarse con el destino que le había tocado pero… realmente no quería el bebé y ahora Shun lo había perdido, Saga se sentía como la peor persona del planeta porque en el fondo se sentía aliviado de que esto haya pasado, y eso era lo que lo estaba matando
***
Shun seguía caminando como zombie sin poder dormir y miró el amanecer desde la ventana de la cocina del departamento de Ikky, había pensado en Saga la noche entera y pasaba ausentemente sus dedos por la cicatriz de su vientre, Shun nunca se había podido reponer por la pérdida de su bebé, él médico le había dicho hasta el cansancio que no había sido su culpa pero… esa era una herida que llevaría en el alma por siempre
***
Cuando Shun volvió a casa de Saga a lo que salió del hospital nada fue igual, el joven estaba totalmente deprimido y no le faltaba razón, Saga hacía de todo para ayudarlo y consolarlo pero Shun estaba muy mal, ni siquiera la terapia lo ayudaba y lo que menos ayudaba era el hecho de que a Shun le martillaba el cerebro esa conversación que escuchó hacía algunos meses entre Saga y Kanon, Shun creía que Saga no lo quería y que estaba con él por lástima, por su bebé, pero luego por la pérdida del bebé, Saga no se había animado a terminar su relación básicamente por pena, y esto además de todo era lo que tenía deprimido a Shun
La que antes había sido una relación por demás fluida en comunicación, ahora pasó a ser una relación prácticamente muda, Shun no hablaba mucho, solo se acurrucaba en la cama y veía pasar las horas, al inicio Saga se acurrucaba a su lado y lo abrazaba mientras lloraba, luego el peliazul trató de sacarlo de la casa para que tome sol y salga de su auto encierro, trató de hacer cosas para distraerlo, para ayudarlo a sobreponerse de su pérdida pero Shun no colaboraba en nada, solo se quedaba sentado frente a la ventana cual fantasma mirando sin mirar el cielo o acurrucado en la cama con el televisor encendido a manera de compañía
A insistencia de Saga, Shun no había dejado la Universidad y estaba acabando cuarto año, las dos semanas que no fue a clases por su aborto lo habían retrasado pero no iba a perder el año ni mucho menos, además Saga en serio lo estaba ayudando con sus materias, pero su relación se enfrió completamente, no habían vuelto a tener sexo desde que Shun volvió del hospital, Saga no presionaba el tema porque pensaba que lo que menos necesitaba Shun era que lo presione con eso pero en cambio Shun lo tomó como que Saga ya ni siquiera lo encontraba atractivo, que ya no quería ni acostarse con él y eso lo deprimía aún más al punto de no querer estar en la casa a solas con su novio, los silencios entre ellos se habían vuelto por demás incómodos, era como si hubieran olvidado cómo hablarse o cómo tocarse, el terapista de Shun había dicho que eso era bastante común en las parejas que habían perdido un hijo en el vientre pero que con amor y paciencia las heridas sanarías y ellos encontrarían el camino de vuelta al amor, pero eso no había pasado y como estaban las cosas no era muy probable que pase
Una noche Saga llegó de la Universidad más o menos a las ocho de la noche, se le había hecho tarde porque la reunión de concejo directivo se había atrasado, al llegar encontró su departamento en penumbra, había ropa en la sala que había estado allí a lo que él se fue, Saga colgó su abrigo en el perchero y dejó su maletín al pie del mueble, como se había tardado no había comido nada así que fue a la cocina y encontró algunos platos y jarros sucios en el lavandín, abrió la refrigeradora y solo encontró un pedazo de queso amarillo, así que tomó el teléfono y llamó a la pizzería de la esquina para ordenar una pizza
Saga fue por el pasillo encendiendo las luces a su paso hasta que llegó a su habitación para encontrar a Shun en el mismo lugar en el que lo había dejado, el peliverde estaba acostado en la cama de lado mirando a la pared, el televisor estaba encendido pero Shun no le estaba haciendo caso, Saga se sacó el saco y lo dejó en el mueble de la habitación, se acercó a la cama y se sentó en el filito, tomó la mano de Shun y la besó para llamar su atención, Shun como que reaccionó al sentir el beso de Saga y retiró su mano de las manos de él, se incorporó un poco en la cama y se cubrió de mejor manera con las mantas
- Hablé hoy con tu profesor de Economía, le presenté el trabajo que debías haber presentado hace una semana y me lo recibió así que no tienes que preocuparte por eso
- Ok.,
- Shun… comiste algo hoy?, estás pálido y no me gusta verte así – Saga acarició la mejilla de Shun cuando dijo esto pero Shun se hizo hacia atrás para evitar el contacto
- Si comí
- Ok., ordené una pizza, quieres acompañarme cuando llegue?
- No… si no te molesta prefiero quedarme aquí, estoy cansado y tengo frío, no tengo hambre – Shun hablaba con Saga pero era como si hablara con la pared porque el peliverde no lo miraba siquiera, Saga se sentía como un mueble más en la habitación
- Está bien, fuiste a clases hoy?, no te vi en ningún momento, le pregunté a uno de tus compañeros y me dijo que no te había visto, el médico dijo que deberías empezar a hacer tu vida normal, ayer si fuiste a clases… por qué no fuiste hoy?
- No tenía ánimos Saga, no me pude levantar de la cama – Shun se cubrió aún más con las mantas y se dio la vuelta en la cama, ahí le dolió todo, especialmente la espalda, eso de pasar el día entero acostado hacía que todo le doliera
- Yo creo Shun que deberías considerar otra vez lo de ver un especialista, tu médico dijo que…
- Ya te dije que no voy a ir a un loquero, yo no estoy loco – Shun se sentó de un salto en la cama y dijo esto con ira, ellos ya habían tenido esta discusión antes
- Yo sé que no estás loco Shun pero a veces necesitamos ayuda para poder superar nuestros problemas, yo fui a terapia por algún tiempo luego de que mis padres murieron, no hay nada de malo en ello – Saga trató de tomar la mano de Shun pero él se hizo a un lado
- Yo no necesito ayuda, lo que necesito es que me dejes en paz
- Yo solo quiero ayudarte Shun, por favor…
- Tengo un cartel en la espalda que dice “ayúdame”??? – Shun se levantó de la cama y lucía ofendido
- Shun por favor… odio verte así, yo solo quiero que mejores, no quiero verte aquí encerrado día tras día, necesitas salir y tomar sol, necesitas…
- Tú no eres quién para decirme lo que necesito o no… lo que en verdad necesito es que me dejes en paz, no quiero hablar más de esto
Shun se levantó de la cama y caminó directo al baño, Saga se puso de pie e iba a seguirlo pero escuchó el correr del agua y cambió de idea, no podía forzar a Shun a conseguir ayuda si él no quería, Saga se sintió totalmente impotente, ya no sabía qué hacer, así que empezó a recoger la ropa de la sala, fue a la cocina y lavó los trastos, recibió la pizza y la comió el solo en la cocina, luego barrió el departamento, limpió los vidrios y los mesones, calificó los deberes de sus alumnos e hizo las planificaciones de las clases, puso la ropa en la lavadora y cuando en verdad ya no tenía nada más que hacer en la casa fue nuevamente a su habitación para encontrar a Shun en la misma posición en la que había estado antes, Saga ya no dijo nada y simplemente se cambió de ropa y se acostó en la cama, y allí estuvieron los dos acostados uno junto al otro, ambos despiertos y sin decir ni una sola palabra, los minutos se hicieron pesados y la noche interminable…
Como esta situación se empezó a hacer regular, Shun para dar gusto a Saga empezó a ir otra vez a clases, comía en contra de su voluntad, no se la pasaba acostado en la cama pero en cambio se paseaba como zombie por su departamento en pijama, esto no era una real mejoría porque Shun parecía completamente apagado y se enfurecía cuando Saga le sugería salir, o le trataba de hacer conversación porque Shun todo lo malinterpretaba y estaba completamente irascible, así que como solución a este problema, el peliverde empezó a pasar algunas noches a la semana en el departamento de Ikky, en cambio Saga se dedicó a beber, nunca había sido bebedor pero en esa época su vida era insoportable, y no solo la suya, sino la de Shun también, todo se estaba desmoronando y de la peor manera, Saga había tratado de que Shun se abriera con él y hablaran pero Shun estaba reacio a todo, tenía un genio de los diablos y la comunicación había bajado a cero, Shun se enojaba por todo, le buscaba pelea a Saga por todo y eso el peliazul no lo soportaba y bebía
- Qué diablos haces aquí? – Saga había estado sentado en un taburete en la barra de uno de los bares del centro de la ciudad, había estado sosteniendo su trago en la mano hasta que se lo quitaron, Saga levantó la vista y vio a su gemelo, Kanon era la última persona en el planeta a la que quería ver esa noche
- El cantinero me llamó, qué haces bebiendo en un bar en miércoles? – Kanon le hizo una seña al cantinero que le hizo una seña de vuelta, Saga le había pedido las llaves de su auto pero a criterio del cantinero, el peliazul no estaba en condiciones de manejar, el cantinero era amigo de Kanon así que lo llamó
- Y dónde quieras que beba?, no me gusta beber solo en casa, recuerdo a papá y eso no me gusta
- Ok., y por qué estás bebiendo?
- Por qué no? – Saga hizo una seña al cantinero para pedirle otro trago pero Kanon meneó la cabeza y le pidió un café
- Donde está Shun esta noche?
- En casa de Ikky supongo yo, no creo que vaya a ningún otro lado aunque sabes qué?, no me importa, que haga lo que le dé la gana, a mí ya no me importa, yo no represento nada para él, por qué habría de importarme a mí lo que él haga o a donde vaya? – Saga habló con resentimiento en su voz, Kanon arqueó una ceja, nunca lo había visto así
- Y por qué no estás en casa?
- No quiero estar en casa, odio esa casa, odio mi vida, odio en lo que se ha convertido mi vida – dijo Saga y eso le llegó al alma a su gemelo, nunca… nunca había visto a Saga tan derrotado
- Odias a Shun?
- No… no odio a Shun, él no tiene la culpa de lo que está pasando pero no me deja ayudarlo, no me deja entrar, me odia y eso me está volviendo loco, no sé qué hacer Kanon… no sé qué hacer…
- Lo primero que tienes que hacer es dejar de beber, eso no te hace nada bien ni ayuda en nada, lo segundo que tienes que hacer es tomarte esto – Kanon acercó el café que el cantinero le dio y Saga mansamente se lo tomó, hizo caras porque estaba fuerte y cargado pero igual se lo tomó
- Y luego?
- Luego… tienes que definir tu relación con Shun porque si no lo haces te vas a morir poco a poco y lentamente
- Crees que no lo sé?
- Déjame ayudarte, no me gusta verte así – Kanon puso la mano en el hombro de Saga que respiró profundamente y dijo:
- Cuando tú me dices eso yo siento alivio porque me haces sentir menos solo, cuando yo se lo digo a Shun, él me salta al cuello
- Pueda que él no te necesite a ti, deberías hablar con Ikky, tal vez él lo convenza de buscar ayuda
- Tal vez…
Saga se tomó dos cafés más antes de dejarse llevar a casa por Kanon que le encargó su motocicleta al cantinero, al entrar al departamento Kanon prácticamente cargó a Saga a su habitación la que efectivamente estaba vacía, Shun no estaba en casa como Saga había dicho, Kanon desnudó a su hermano y lo acostó, luego él fue por el departamento mirando las fotos que ahí estaban, esas fotos representaban lo que alguna vez tuvieron pero habían perdido, lo que alguna vez fueron pero ya no eran, Kanon pensaba que mientras más tiempo se demoraran en aceptar esta realidad más duro seria para ellos, pero en eso nadie podía intervenir, ellos debían terminar con todo, nadie lo iba a hacer por ellos…