Capítulo 14.- Medidas de contingencia
Esa tarde con la ayuda de Seiya, Shyru pudo acabar lo que tenía pendiente más pronto de lo que había pensado y Seiya mas o menos a las dos de la tarde tomó sus cosas y se fue, seguramente a eso se refería cuando le dijo a Shaka que iba a traer no sé qué cosa de la oficina de Personal, bueno… esa noche Shun tenía partido, lo malo es que Saga no iba a estar, ya ni modo…
Seiya fue al hospital porque tenía cita con su médico, el chequeo fue de rutina y todo estuvo bien, le hicieron unas pruebas de sangre, un ecosonograma y el castaño tuvo que esperar varias horas por los resultados y para hablar con su médico, Seiya estaba algo preocupado porque tenía algunas molestias y los embarazos de este tipo eran siempre riesgosos y complicados pero al parecer todo estuvo bien y el médico de Seiya le mandó a tomar vitaminas pero nada mas
Seiya salió de la clínica y caminó a casa, no estaba muy cerca que digamos pero el castaño necesitaba pensar y el caminar siempre le había ayudado, desde la pelea de la semana anterior las cosas no estaban completamente bien con Saga, él casi ni lo tocaba, Seiya suponía que su esposo se seguía sintiendo culpable por haberlo zarandeado como lo hizo en medio de la discusión, Seiya no quería que las cosas cambiaran y se enfriaran entre ellos así que decidió que esa noche era la noche, que esa noche ellos dos se recuperarían en todos los sentidos, Seiya no iba a dejar que las intrigas de ese imbécil causaran más daño a su matrimonio y con eso en mente fue a casa
Cuando Seiya llegó a casa encontró a Saga sentado frente al computador del estudio sumido en su trabajo, por lo que Seiya lo miró y sonrió en especial cuando Saga levantó la mirada e inmediatamente acudió a sus brazos
- Siento no haber podido estar contigo, qué dijo el médico?, por qué tardaste tanto?, está todo bien?
- Si, está todo bien, me recetaron unas vitaminas y el médico me dijo que necesito muchos mimos de mi esposo y eso incluye el desayuno en la cama, la cena en la cama, tu desnudo en la cama, tu sabes… lo usual – respondió Seiya con una sonrisa, a él le hubiera gustado que Saga lo acompañara al médico pero por asuntos de trabajo no pudo ir, Seiya no se lo iba a pelear, ya habrían nuevas consultas médicas y demás chequeos a los que llevaría a su esposo a rastras aunque sea
- La cena ofrezco ahora aunque el resto de cosas también suenan deliciosas, tienes hambre?
- La verdad no, por qué no te quedas aquí un ratito mientras yo me cambio de ropa, te tengo una sorpresita – dijo el castaño con un guiño de ojo y una sonrisa, Saga lo besó en los labios y asintió soltándolo suavemente, Seiya le sonrió y fue a la habitación
Saga estaba sentado en el estudio acabando de cerrar los documentos en los que había estado trabajando y como Seiya se había tardado un poco en regresar chequeó su correo electrónico y en eso estaba cuando unos tímidos golpes sonaron en la puerta, Saga frunció el ceño pero sonrió al levantarse y abrir la puerta del estudio para encontrar al otro lado de la puerta a su esposo que estaba usando un uniforme que parecía ser de un niño de escuela católica, Seiya estaba usando unos pantalones grises, una camisa blanca con corbatín azul y un saco azul, en su cabeza estaba un gorrito azul también y el joven castaño estaba usando lentes cargando una mochila en su espalda, para completar el traje Seiya tenía en sus manos una paleta de caramelo la que estaba lamiendo muy provocadoramente, Saga lo miró y sonrió encantado
- Profesor Saga, lo siento pero… el perro se comió mi tarea – dijo Seiya con una vocecita que a Saga le sonó erótica
- Seiya Seiya Seiya, qué voy a hacer contigo? – preguntó Saga siguiendo el juego inmediatamente, de solo ver a su esposo con ese traje, el mayor se puso duro
- Por favor profesor Saga no llame a mi papá, si usted lo llama me va a dar de nalgadas – Seiya acarició su trasero y le sonrió a Saga mientras seguía lamiendo su paleta
- Pero es que necesitas un escarmiento niño
- Entonces deme usted de nalgadas pero no llame a mi papá – Seiya dejó caer la mochila al suelo y empezó a acariciar el pecho de Saga mientras jugaba con los botones de su camisa intentando zafarlos
- Quieres que te dé nalgadas?
- He sido un niño malo que no hace los deberes – Seiya empujó suavemente a Saga haciendo que camine dentro del estudio hasta que quedó apoyado en el escritorio, Seiya dejó a un lado la paleta de caramelo y empezó a besar el cuello de su esposo mientras le zafaba la corbata
- Muy bien… tenemos que enseñarte a cumplir con lo que tienes que hacer
- Por favor profesor Saga… enséñeme a ser un niño bueno – Seiya empezó a besar el pecho del mayor y bajó sus manos hasta su entrepierna, Saga estaba excitadísimo, este tipo de juegos no habían jugado antes pero le pareció fantástico así que tomó a Seiya de los hombros y lo separó un poco de sí mismo para poder besarlo, ese beso fue con pasión y Seiya sonrió cuando Saga lo levantó de la cintura y lo acostó en el escritorio botando todo lo que a su paso estuvo, lo bueno es que la computadora tenía su propia mesa
- Estudiaste para el examen Seiya? – preguntó Saga que le estaba desanudando el corbatín a su niño que no estaba quieto en el escritorio sino que se movía sensualmente, la visión de Seiya vestido como estudiante mientras movía sus caderas y me mordía los labios ante sus atenciones era fantástico
- No profesor Saga, hice mal? – preguntó Seiya poniendo una cara de inocencia única, Saga le sacó el corbatín y de un solo tirón le abrió la camisa haciendo volar los botones
- Hiciste muy mal, pero no te preocupes… abre las piernas bonito, eso es… te vas a sacar un diez – Saga sacó la camisa a Seiya al tiempo que se sacó la propia y se quitó los pantalones
- Así profesor Saga? – Seiya había abierto las piernas todo obsceno e invitante y le guiñó un ojo a Saga que le dijo con voz de terciopelo:
- Si… levanta las caderas… perfecto – Saga le sacó a Seiya los pantalones y sonrió todo lujurioso cuando vio que su esposo estaba usando una tanguita roja
- Estoy asustado profesor Saga… soy virgen…
- No te preocupes pequeño, no lo serás por mucho tiempo, ahora levanta las rodillas, eso es… perfecto
- Profesor Saga… no… no toque mi cosita…
Saga estaba acariciando el endurecido miembro del castaño por sobre la minúscula tanguita roja, Seiya tenía los ojos cerrados y la respiración agitada, se estaba mordiendo los labios porque Saga le había hecho a un lado la tanguita y ahora lo estaba complaciendo con la boca mientras con un ensalivado dedo estaba dilatándolo
- Profesor Saga… profesor Saga… tengo fiebre… calor… mucho calor…
- No te preocupes que yo tengo lo que necesitas… quédate quitecito y abre bien las piernas, eso es… respira bonito… respira… - Saga se ubicó sobre Seiya y lo fue penetrando lentamente, el castaño arqueó la espalda y le arañó la espalda al decir:
- Profesor Saga… la tiene tan grande… ahhhhh… más adentro… más adentro…
- Que rico agujerito Seiya, seguro que eres virgen?
- Si… ahhhhh… - Seiya gimió una vez más cuando Saga se empezó a mover en su interior llenándolos a ambos de placer, nunca habían hecho el amor en el estudio y esa noche les resultó perfecto, ambos estaban excitadísimos por el juego tan sensual que estaban jugando y el escritorio crujía por el movimiento de la pareja que se movía con cadencia entre jadeos y gemidos de placer
- Seiya… me encantó tu tanguita roja…
- Profesor Saga… me la puse solo para usted… mmmm… más rápido… más rápido… así… así… me vengo… dioses… profesor Saga!!!
- Seiya… Seiya…
El castaño arqueó la espalda en la dura superficie del escritorio cuando llegó a su momento cumbre de placer y abrazó a Saga que me movió en su interior un par de veces mas hasta llegar al orgasmo también para luego salir delicadamente del cuerpo de Seiya y acomodarse a su lado, Saga no quería cargar su peso en Seiya por su estado, Seiya no se había quejado ni mucho menos mientras hacían el amor pero ningún cuidado estaba por demás
- Profesor Saga… pasé el año?
- No Seiya lo siento… te quedaste para el examen de suspensión
- En serio?, estuve mal? – Seiya se incorporó un poco en el escritorio y lució preocupado por un momento hasta que vio la maravillosa sonrisa en el rostro de su esposo el que se incorporó también y le acarició suavemente la mejilla y besó sus labios antes de decirle:
- No… estuviste sensacional, por eso te quedas al examen de suspensión, no sabes cuánto me gustaría repetir lo que pasó esta noche, eres encantador lo sabías?
- No… me va a hacer sonrojar – Seiya siguió el juego y habló en un susurro pícaro cuando dijo esto
- Te verías lindo sonrojado
- Profesor Saga… tengo frío… - Seiya se acurrucó en el pecho de Saga que lo abrazó y lo besó
- Yo también, quieres tomar una ducha calientita?
- Con usted???, quiere que me bañe con usted? – Seiya saltó separándose de Saga y meneó la cabeza
- Me gustaría pasarte la esponjita por todo tu hermoso y apetecible cuerpo
- No no no, Profesor Saga no debe verme desnudo ni tocar mi cosita, me da mucha vergüenza – Seiya se cubrió la entrepierna con las manos lo que hizo reír a Saga que se puso de pie y lo cargó para llevarlo a la bañera
Seiya abrazó a Saga y entre besos entraron a la ducha para luego ir a la cama, Seiya estaba usando unos boxers y una camiseta mientras acariciaba el cabello de Saga que estaba acomodado apoyando su cabeza en su pecho, el peliazul estaba acariciando el vientre de su esposo y escuchaba los latidos de su corazón, estaban en silencio, a veces no eran necesarias las palabras para expresar los sentimientos y así abrazados se quedaron dormidos
A la mañana siguiente las cosas en la oficina estuvieron tranquilas, Shun en verdad que trató de controlarse y no saltarle al cuello a Seiya, el que al ver que Shun no le buscaba bronca pues él tampoco lo hizo.
Al pasar los días como que una tensa calma se asentó en la oficina de Seiya y Shun, ellos no trabajaban juntos en los mismos procesos entonces se limitaban a saludarse y a hablar de temas de trabajo o de flujogramas o de lo que sea de los trámites, y eso estuvo bastante bien, pero luego de algunos días la animosidad entre ellos volvió, los comentarios mordaces de parte y parte no se hicieron esperar y la oficina una vez más se convirtió en un campo de batalla, Seiya estaba molesto en contra de su voluntad, él suponía que estaba un poco sensible por su estado y eso lo enfurecía mas de ser posible
Saga notó a su esposo algo distante y molesto pero él no sabía a ciencia cierta lo que estaba pasando, sabía que Seiya y Shun no se llevaban bien pero no entendía la profundidad de las cosas, varias veces le había preguntado pero Seiya le salía con respuestas evasivas, Saga suponía que todo eso tenía que ver con Shun pero Shun tampoco le decía nada, las noches que jugaban básquet ellos conversaban de todo un poco pero el tema de Seiya nunca había salido a la luz, entonces Saga no sabía lo que pasaba, lo intuía pero no lo sabía realmente
- Interrumpo? – Saga había bajado a la oficina de su esposo y tenía un yogurt con cereal en las manos, Seiya lo vio y le sonrió
- No, tu nunca interrumpes – respondió el castaño y tomó el yogurt que le dio su esposo y lo puso en su escritorio
- No tienes hambre?
- Un poco pero si como esto podría morir, no sé que tengo en contra de la leche últimamente – dijo Seiya poniendo una mano en su vientre, las náuseas matutinas eran terribles en él y había bajado un poco más de peso, no podía comer es nada pero el médico le había dicho que eso era normal en el primer trimestre, por eso le había mandado a tomar vitaminas y suplementos alimenticios
- Lo siento, a ti te gusta el yogurt de mora
- Si mi amor, si me gusta pero me hace daño, de cualquier manera te agradezco el gesto – Seiya tomó la mano de Saga y se la apretó suavemente, Saga le acarició la mejilla y estaba a punto de besarlo cuando Shun salió de la oficina de Saga
- Saga, que milagro, qué te trae por aquí? – dijo Shun a manera de saludo, Seiya no dijo nada sino que soltó suavemente la mano de su esposo y se volteó con todo y silla para volver su atención al computador, Saga se cruzó de brazos y no se movió, se quedó apoyado a la estación de trabajo de Seiya y contestó:
- Vine a ver un ratito a mi esposo pero no quiero interrumpir, nos vemos en el juego esta noche?
- Claro, no me lo perdería por nada – contestó Shun con una sonrisa al ver la clara molestia de Seiya
- Ok., comemos juntos? – Saga se acunclilló y volteó la silla de Seiya para verlo a los ojos cuando le preguntó esto pero el castaño meneó la cabeza, ellos usualmente no comían juntos, Shaka almorzaba a la una y hacía que todos los suyos comieran a la misma hora, Saga usualmente comía a las dos o a la hora que se desocupara, esto nunca había sido un problema para ellos porque Seiya comía en la mesa con sus compañeros de oficina o con sus otros amigos de los otros departamentos, y Saga almorzaba con Marin
- Solo si bajas a la una
- Trataré pero no te lo ofrezco
- No importa
- Quieres que te traiga otra cosa? – preguntó el peliazul señalando el yogurt
- No te molestes, ve a trabajar así bajas a comer conmigo
- Ok., - Saga besó a Seiya en los labios y sin decir nada más se fue, el castaño se puso de pie y fue hasta la estación de trabajo de Shyru y le dio el yogurt, el pelinegro lo tomó y sin mayores preámbulos lo destapó, abrió su cajón del escritorio y le dio a Seiya un jugo de manzana, el castaño lo tomó y le dio un sorbito, Shun estaba en su estación de trabajo con la oreja parada pero ellos hablaban bajito como para que Shun no los escuchara
- Sabes… deberías haberte casado conmigo, yo si sé que es lo que tomas cuando te molesta el estómago o tienes náuseas, seguro que el médico no te dijo nada más?, no hay nada que puedas tomar? – dijo Shyru hecho el gracioso, Seiya le golpeó suavemente en el hombro y le shusheó, no quería que nadie supiera de su estado y mucho menos Shun
- Shhhhhh… no quiero que nadie lo sepa, ni siquiera tu deberías saberlo
- Cualquiera con ojos lo podría haber notado pero ese es otro tema, quería decirte algo en base a lo que acabo de ver, estás jugando mal tus cartas Seiya
- A qué te refieres?
- Shun está consiguiendo lo que se propone al hacerte pelear con Saga
- Yo no estoy peleando con Saga
- Tal vez no todavía pero el idiota de tu esposo no tiene la culpa en esto, es Shun el que quiere separarlos, lo sabes verdad?
- Eso es obvio
- Ok., entonces no caigas en su juego, no le des excusas a Saga de ir a buscar lo que no se le ha perdido donde Shun
- Osea que no tengo derecho a morirme de las iras siquiera?
- Si tienes derecho, solo canaliza tu ira a donde corresponde, no a Saga, apuntale a Shun y te aseguro que te sentirás mejor, solo piensa en esto, mientras Shun desea y anhela las atenciones de tu esposo, tu lo tienes en tu cama, él te ama y te es fiel, tu llevas la alianza de matrimonio en tu dedo, él no tiene nada, así que no te dejes amargar que eso te hace daño, a ti y a tu bebé
- Tienes razón… tienes razón…
- Yo siempre tengo razón – Shyru levantó el envase del yogurt y lo chocó con la botellita de jugo de Seiya a manera de brindis, el castaño le dio otro sorbito a su jugo, cerró los ojos, respiró profundamente y asintió
- Me vas a dar un aventón hoy en la noche hasta la Universidad?
- Claro, hoy tiene partido tu esposo no?
- Ajá
- Ok., me debes una
- Te debo muchas Shyru
Esa noche cuando Seiya llegó al parqueadero con Shyru encontraron el auto del pelinegro con las cuatro llantas bajadas y con el parabrisas roto, Shyru dejó caer su maletín cuando vio su auto destrozado, Seiya soltó el aire que había estado conteniendo y solo pensó: Shun…
Shyru pasó mal genio el resto de la semana, su auto, su bebé había sido mancillado y destrozado, y lo peor del caso es que nadie vio nada, nadie supo nada, las cámaras de seguridad del parqueadero misteriosamente dejaron de funcionar esa noche y nunca se pudo saber la verdad, aunque Shyru estaba convencido de que Shun había tenido algo que ver
Shun en cambio, como todos los demás, expresó su simpatía y apoyo a Shyru por su auto destrozado, él sabía que era el sospechoso principal pero eso no le importaba, nadie tenía pruebas para acusarlo de nada y mientras no confesara su crimen nada le pasaría, y eso es lo que haría, se llevaría el secreto a la tumba, Shyru lo trataba súper mal y se lo merecía, Shun si se había arrepentido de lo que le hizo a su auto pero ahora ya estaba hecho, la satisfacción de ver la cara de indignación e impotencia de Shyru no se la quitaría nadie
En la oficina los problemas con Seiya continuaban, Shun había optado por moverle todas las cosas, como Seiya se iba temprano a sus clases de inglés, Shun se quedaba usualmente unos veinte minutos más en la oficina acabando su trabajo y luego cuando todos se iban, Shun se tomaba la molestia de cambiarle los ajustes de la silla reclinable de Seiya, le robaba el papel de su impresora, una vez le cambió el toner de su impresora por uno acabado cuando Seiya recién había puesto un toner nuevo, le robaba los lápices, le ponía esferos explotados y los dejaba sobre los papeles de su papelera para que se manchen de tinta, le traspapelaba los papeles y le escondía los reportes, el objetivo de Shun era reventarle el hígado a Seiya y lo estaba consiguiendo, el castaño tenía la paciencia normal de una persona pero en estas circunstancias ya no podía más, Seiya no quería hablar con Shaka porque a la final eran niñerías pero era cosa de todos los días y así no se podía vivir
La computadora de Seiya era otro problema, el aparato se llenaba de virus cada dos días y había tenido que ser formateada varias veces en las últimas semanas, Seiya había perdido todos los documentos que tenía y eso había retrasado a la sección completa meses, los chicos del departamento técnico le dijeron a Seiya que los virus que entraron a su máquina lo hicieron a través de páginas pornográficas, eso además de sorprender a Seiya lo enfureció, él no veía porno y mucho menos lo iba a ver en su oficina donde su pantalla era visible por muchas personas dependiendo el ángulo de quien lo estuviera viendo
Y eso no fue lo peor, varios de los trámites de Seiya se perdieron, se traspapelaron, documentos dentro de los trámites fueron adulterados y al castaño le tocó repetir varias veces las actas, pedir cambios de facturas y demás papeleos para poder cumplir con sus cuotas y pagos, esa fue la gota que derramó el vaso, y por esa causa una agria discusión estalló en la oficina y eso fue una batalla campal que involucró a todos los integrantes de la sección, Shaka no sabía qué hacer ante esta situación, se sentía entre la espada y la pared y esto no podía continuar así
- Hola, ya en pijama?, no que íbamos a salir? – Shun había esperado la llamada de Shaka toda la tarde pero el rubio no le había llamado, ellos habían quedado en salir en la mañana pero casi al medio día estalló la última bronca en la oficina y luego Shun no había tenido chance de hablar con Shaka
- No… no tengo ganas de salir – dijo el rubio haciéndose a un lado permitiendo que Shun entre a su casa, como Shaka no lo había llamado y no estaba contestando su teléfono, Shun había ido a su departamento
- Pero era de que me llames, ya cenaste?
- No… no tengo hambre tampoco – el tono de Shaka era bastante seco, esto era muy raro en él
- Ok., pasó algo en la reunión de la tarde?, estás… raro – preguntó Shun sacándose el abrigo y poniéndolo en el sillón de Shaka, esa tarde los jefes departamentales habían tenido una reunión en la Dirección Financiera y por eso ellos ya no se habían visto
- No… todo está bien, todo está muy bien – el tono de Shaka era sarcástico a la enésima potencia y eso Shun si lo notó, así que se cruzó de brazos y preguntó ya muy serio
- Entonces qué pasa?, porque a ti te pasa algo
- Y me lo preguntas?, tú me pasas… tu eres lo que me está pasando, ya no sé qué hacer contigo y en este punto mi favoritismo por ti es evidente, tuve que escuchar toda la tarde las quejas de las otras secciones por los problemas que tu ocasionas, yo intento apagar los fuegos pero hoy en la tarde ya no pude porque todos me cayeron encima – explicó Shaka en un tono que Shun no había escuchado antes
- Si es por lo que pasó en la mañana… - Shun empezó a hablar pero Shaka lo interrumpió al decir:
- Si, es por lo que pasó en la mañana, es por lo que ha estado pasando todas estas mañanas, es por el ambiente que reina ahora en mi oficina del cual tu eres responsable – reclamó Shaka una vez más, ellos ya habían tenido esta discusión antes, pero nunca antes el rubio había estado tan enojado
- Yo no tengo la culpa
- Ah no?, quién más le busca bronca a Seiya entonces?
- No puedo creer que estés saliendo a favor de ese imbécil – contestó Shun y se notaba la indignación en su voz
- Estoy saliendo a favor de lo que es correcto, tengo ojos por si no lo has notado, el que me trata como si fuera estúpido eres tú, y lo peor de todo es que ni siquiera las batallas campales en la oficina es lo que me tiene emputado – dijo Shaka y se podía ver la rabia en sus ojos
- Qué te tiene emputado entonces???
- Saga!!!!, tú y Saga
- Ay por favor, no hay nada entre Saga y yo – dijo Shun y se sintió puesto en evidencia
- Yo sé perfectamente que no hay nada entre Saga y tú, sé perfectamente que no podrá haber nada entre Saga y tú, pero el que parece que no acepta esto eres tú
- Eso no es cierto – se defendió Shun muy molesto también en este punto
- Si es cierto, tú estás pendiente de él en todo momento, hablas de él cada que tienes oportunidad, le buscas bronca a Seiya por niñerías solo porque él es el esposo de Saga, tu vida y todas tus acciones giran alrededor de Saga y lo más triste de todo es que él no te toma en cuenta en lo más mínimo
- Cómo te atreves a decirme todo eso???
- Me atrevo porque es cierto, yo pensé que tú y yo estábamos bien, yo pensé que yo podría ayudarte a que te saques a Saga de cabeza y del corazón pero al parecer me equivoqué, no soy suficiente para ti, no lleno tu vida de la manera en la que tu llenas la mía
- Shaka eso no es cierto, yo estoy contigo… yo…
- Pueda ser que tenga tu cuerpo, pero tu alma… también la tengo? – Shaka hablaba ahora con dolor y a eso Shun bajó la cabeza sin saber que decir, Shaka abrió la puerta de su departamento en clara invitación a que Shun se fuera, el peliverde tomó su abrigo y sin decir nada más salió al frío de la noche, todo estaba mal… muy mal…
Esa pelea entre él y Shun puso su relación en pausa, Shaka se sentía herido por el hecho de que Shun estuviera haciendo todo esto por Saga, Shun lo negaba pero Shaka no era tonto, para él fue muy triste descubrir que la persona de la que se estaba enamorando tenía su corazón lleno de resentimiento y no daba cabida al amor que él ofrecía…