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Spiteful Fate por carina_mew12

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Notas del capitulo:

feliz navidad adelantada!!!

 

bueno, les traje un capi  más de este fic uwu espero que lo disfruten, nos vemos abajo

10. De Acuerdo al Plan

- ¡¡¿QUÉ HAS DICHO?!!- el grito del oficial se escuchó en cada habitación del hospital, asustando a todos los que en ese momento estaban cerca. Algunas enfermeras, alarmadas, fueron hacia donde el grito había tenido origen, pues sabían de antemano a qué habitación dirigirse… no había momento de paz en el hospital desde que ese policía había ingresado- ¡¿CÓMO QUE LUFFY ESCAPÓ!? ¡¡ES UN IDIOTA!!- le gritó a los dos oficiales frente a él

- ¡lo lamentamos mucho comandante Roronoa!- el hombre se cuadró asustado ante su superior, que aunque estaba vendado e impedido para moverse, bastaba con esa mirada para saber que le mataría en cuanto pudiese- ¡nos confiamos cuando Kuroashi Sanji fue a verle y…!

- ¿el cejillas?- ahora todo tenía sentido; sabía que Luffy no tenía la inteligencia para escapar, pero el rubio sí- ese estúpido cocinero me las pagará cuando lo vea…

- te dije que no deberíamos decirle- dijo el otro policía a su compañero

- pero teníamos que decirle, es el comandante ahora…

- ¡¡No soy el comandante, dejen de llamarme así!!- el peliverde gruñó con rabia; si bien Sengoku había dicho que no iba a tomar el puesto hasta que se recuperase, los oficiales del departamento de policía ya comenzaban a referirse a él como su superior, y eso le cabreaba sobre todo porque podía apostar su propia vida a que Smoker estaba vivo- ¿cómo escaparon?

- Kuroashi puso alguna especie de droga en la comida del guardia que custodiaba a Monkey D. Luffy. Una vez libre, robaron su auto y les perdimos el rastro

- ¡¿mi auto?!- Zoro comenzó a patalear cual escarabajo de espaldas intentando levantarse- ¡MIS ESPADAS ESTÁN AHÍ!

- ¡comandante Roronoa, cálmese! ¡Va a abrir sus heridas!- mas al ver que el peliverde rompía la estructura que levantaba sus extremidades, se alarmó- ¡¡AHH!! ¡¡LLAMA A UNA ENFERMERA!!

- ¡¿qué es este maldito escándalo?! ¡¿No saben que están en un hospital?!- Kureha entró de golpe a la habitación con una botella de sake en manos adornada con un listón de regalo rojo en el cuello- ¡¡cierra la boca maldito mocoso!!- la anciana le arrojó la botella al espadachín, golpeándolo certeramente en la cabeza y haciendo que perdiera la consciencia al instante. En ese momento llegaron a la habitación un grupo de enfermeras, y al ver a su paciente con los ojos en blanco, un chichón en la cabeza y nadando entre pedazos de vidrio y alcohol, entraron en pánico

- ¡¡Roronoa-san, resista!!- gritó una de ellas corriendo hacia él- ¡¡pronto, hay que llamar al doctor!!

- no se preocupen, sólo lo anestesié. Estaba demasiado violento- habló como si nada la anciana- asegúrense de mantenerlo sedado o al menos átenlo en la cama o se escapará…

- ¡usted no puede entrar aquí Dra. Kureha, ya se lo dijimos!- las enfermeras gritaron al unísono; no era la primera vez que esa mujer atacaba a sus pacientes y les dejaba más heridos de lo que ya estaban

- como quieran, si creen poder detener a Roronoa ustedes solas, adelante

- ¡¡No!! ¡¡Espere!!- una de las chicas corrió hacia ella y prácticamente le rogó con la mirada que no se fuera- ¡no podemos hacerlo solas, contamos con usted Doctorine!- la anciana sonrió pretenciosa, si había algo que disfrutara era “cuidar” de pacientes como el espadachín.

********************************

En alguna otra parte

A las orillas de una carretera prácticamente abandonada se encontraba una modesta construcción de madera que apenas y destacaba con su arenisco entorno. El anuncio, escrito en letras rojas, ponía “Spiders Cafe”; no había que ser un genio para saber que se trataba de una cafetería. Contrario a lo que se pudiese esperar de tan solitario lugar, un auto se estacionó frente al establecimiento sin ser detectado por nadie.

- ¿están  seguros que es aquí?- preguntó Sanji con desconfianza, parecía un lugar demasiado tranquilo para ser lo que buscaban- sólo es un simple café a la orilla de la autopista

- confía en nosotros Kuroashi, sabemos lo que estamos haciendo- Shachi bajó del auto junto con Penguin y Sanji; los tres vestidos de trajes negros y gafas oscuras, el rubio llevando una katana de funda negra como si fuese un bastón. Entraron al café con un aire de grandeza, hubiesen intimidado a los comensales de no ser porque la única persona en el lugar era la mujer que atendía la barra- ha pasado tiempo, Paula…- le saludó el pelirrojo acercándose a la barra junto al pelinegro mientras Sanji se sentaba en la mesa más lejana a ellos- quise decir Miss Doublefinger

- pero si son los perros falderos del Cirujano de la Muerte- se mofó la bella mujer, colocando sus manos sobre sus prominentes caderas- creí que su jefe había sido capturado por la policía

- tal vez él lo fue, pero nosotros no. Ese imbécil simplemente no estaba a la altura de nadie, se dejó derrotar tan fácilmente…- Shachi sentía una punzada en el pecho; no le agradaba hablar mal de su jefe, pero en ese momento era necesario- ahora tenemos un nuevo jefe, y a decir verdad estamos mucho mejor con él- señaló a sus espaldas, en donde un rubio de elegante porte golpeaba la punta de su espada contra el suelo sin ponerles la más mínima atención- es un hombre bastante poderoso

- ¿ah sí?- la mujer no parecía muy convencida de ello. Sin despegar la vista del curioso hombre, encendió su pipa y soltó parsimoniosamente el humo entre sus finos labios- parece bastante común, incluso podía jurar que lo había visto antes

- sería una pena que no fuera así…- el tono de Penguin era más serio que el de Shachi, por lo que sus palabras parecían estar rodeadas de cierto misterio- tiene pocos meses en el negocio, pero tan sólo ha bastado eso para derrocar a varias familias de los bajos fondos; él es el poderoso Don Sanjino

- ¿no has escuchado de nuestro jefe? ¡Ja! Deberíamos acabar contigo aquí mismo- fanfarroneó el pelinegro con un deje de orgullo en sus palabras- si ya acabado con tantas familias, un pequeño café no es nada… ¡nuestro jefe puede con lo que sea! ¡Él va a convertirse en el Rey del Bajo Mundo!

- ¿el rey? Suerte con eso, la familia Donquixote está aniquilando a cualquiera que ose decir eso; Joker quiere ese puesto a como dé lugar

- que siga soñando, el próximo rey será Don Sanjino…- en ese momento el aludido se puso de pie y se acercó a la barra mientras rebuscaba entre los bolsillos de su larga gabardina negra- Penguin y yo lo llevaremos a la cima

- disculpe, mellorine- el rubio colocó uno de sus cigarrillos entre sus labios y se acercó a la mujer, recargando ambos brazos sobre la barra- ¿le importaría? He extraviado mi encendedor- pidió caballeroso mientras se sacaba las gafas

- por… por supuesto…- fue hasta que le miró de frente que notó ese ojo lechoso y sin vida, y aunque el flequillo rubio no le permitía ver el otro ojo, seguramente estaba igual… el sujeto era ciego. Se tomó unos segundos para controlar su pulso y encendió el cigarro del rubio con su pipa y volvió a mirarle fijo- ¿sabe? Creo que he escuchado de usted después de todo- la mujer sonrió; si era tan poderoso como presumían le convenía estar en buenos términos con él- si necesita algo, cualquier cosa, estoy para servirle, Don

- gracias lady, de hecho… hay algo que estoy buscando. La familia Donquixote es demasiado escurridiza, si pudieses facilitarme algo de información, te recompensaría bastante bien

- ¿en verdad va tras la familia Donquixote?- la sonrisa de Mis Doublefinger se amplió, definitivamente debía estar cerca de ese hombre- ¿y se puede saber qué asuntos tiene con ellos?

- hay algo importante que debo entregarles- con un chasquido de sus dedos dio una orden silenciosa a sus “subordinados”. Shachi salió del café y regresó a los pocos minutos, cargando a un chiquillo de cabello negro atado de pies y manos y con la boca cubierta con cinta adhesiva- creó que extraviaron esto en Whiskey Peak

- imposible… ¡¿es Monkey D. Luffy?!- la mujer miró sorprendida a aquel muchacho que se retorcía desesperado en el suelo- Doflamingo no se cansa de repetir que se deshizo de Monkey D. Garp y su nieto

- al parecer no hizo un buen trabajo y quisiera hacérselo saber

- bueno, en realidad no se sabe mucho de la familia Donquixote salvo lo que ellos quieren que se sepan. Lo último que se rumorea en el bajo mundo es que Joker ha encontrado al primogénito de Gold Roger y va a ejecutarle para convertirse en el Rey del Bajo Mundo en cuanto tenga pruebas suficientes

- ¡¿Gold Roger?!- los únicos que parecían sorprendidos eran Penguin y Shachi

- ¿y cómo es que Doflamingo se hizo de alguien tan valioso?- quizá el cocinero no sabía de qué hablaban, pero podía fingir interés sin problema alguno

- nadie lo sabe. Al parecer los jefes de las familias más poderosas del bajo mundo se reunirán dentro de poco para comprobar la identidad de ese hombre, y de ser cierto, tampoco se perderán su ejecución

- ¿en dónde se llevará a cabo esa reunión?

- sólo sé que será en Dressrosa, pero no se ilusione, Don. No podrá asistir a ese evento a menos que sea invitado

- descuida mellorine, sé que me invitarán. Shachi, Penguin, vámonos… no olviden traer a nuestro acompañante…- apagó su cigarrillo en el cenicero de la barra y salió del Spiders Cafe seguido de los dos hombres, el pelirrojo cargando a su prisionero. Apenas subieron al auto, Sanji se llevó las manos al rostro para contener la hemorragia nasal que le brotó de pronto- joder, es hermosa… apenas y pude contenerme…

- lo hiciste bien, Kuroashi- le elogió el pelinegro quien desataba a Luffy mientras Shachi ponía en marcha el auto para alejarse de ahí- Miss Doublefinger es una de las mayores informantes del bajo mundo; es sólo cuestión de tiempo para que Doflamingo o alguno de sus ejecutivos nos contacte

- lo mejor será ir a Dressrosa, una vez ahí podremos seguir con el plan- el pelirrojo miró hacia atrás por el espejo retrovisor, nadie les estaba siguiendo así que podían ir con calma esta vez

- ¡¡los acusaré con Torao!!- gritó Luffy apenas su boca fue descubierta- ¡¿por qué me ataron?! ¡¡Les dije que iba a ayudarles!!

- descuida Luffy, tu actuación fue perfecta. Ser rehén se te da bastante bien- tras gastarse varios pañuelos, la nariz del rubio había dejado de sangrar- cuando Doflamingo sepa que no estás muerto va a buscarnos, es la mejor forma de acercarnos a él sin que sospeche nada… seguramente esa hermosa mellorine no tardará en difundir que estás vivo- la sangre se le subió a la cabeza de sólo recordar a la chica y comenzó a sangrar nuevamente- ¡¡joder Sanji, contrólate!!- se regañaba a sí mismo mientras taponeaba los orificios de su nariz con trozos de pañuelo- ¡no lo olvides, estás comprometido ahora!

- ¿vas a hacer eso cada vez que veas una chica? Eres un maldito pervertido Kuroashi

- mira quién lo dice- le terció Penguin mirándole por el retrovisor; era difícil saber a dónde veía con esa gorra que llevaba- al menos ellos van a casarse

- ¿estás insinuando que me ate a una persona? Pff, eso sería muy aburrido

- ¡¡eres un idiota Shachi!!- el pelinegro pateó el asiento de Shachi, empujándole de forma tan brusca que terminó golpeándose contra el volante y presionando la bocina. El auto serpenteaba de un lado a otro pues la discusión entre ellos dos se volvió más intensa. Sanji les obligó a detener el auto, y pese a que sólo tenía la mitad de su visión, volvió a tomar el volante para dirigirse hacia su siguiente destino, Dressrosa, la ciudad más lujosa del país.

**************************

En alguna parte de Dressrosa, escondida entre la multitud de edificios altos y costosos que conformaban la panorámica vista de la ciudad, se encontraba una mansión perteneciente a una de las familias más importantes del bajo mundo en esos momentos, la familia Donquixote. Al ser Doflamingo el jefe de aquel clan, era de esperarse lo estrafalaria que era su vivienda; una construcción de tipo renacentista de al menos veinte o treinta habitaciones, albercas, extensos patios llenos de plantas exóticas y llamativas aves como pavorreales y flamencos; en fin, todo lo que cualquiera desearía al menos ver en su vida.

De una de las numerosas habitaciones salió el cirujano de la muerte de forma calmada, casi como si se encontrase en su propia casa y comenzó a avanzar por el lugar. Mas la aparente calma de la mansión se vio interrumpida cuando escuchó algunos pasos detrás de él; Law se detuvo de pronto y miró hacia donde el sonido provenía… en efecto, no estaba solo ahí, la silueta de uno de los hombres de Doflamingo apareció entre las sombras, mirándole altanero.

- ¿qué haces fuera de tu habitación, Trafalgar?- le cuestionó el hombre examinando sus gestos; si detectaba algo extraño en su actitud, le mataría

- Joker me pidió que curase a Corazón, justo estaba volviendo- el moreno respondió sin amedrentarse. Pese al aspecto rudo del sujeto, sabía que no era de los más fuertes en la familia

- bien, regresa entonces- siguió su camino no sin mirar al médico una última vez antes de perderse entre las sombras nuevamente.

Law volvió a caminar, pero contrario a lo que había dicho, no se dirigía a su habitación sino que recorría la mansión sin rumbo fijo; necesitaba reunir algo de información para al menos hacer un bosquejo para cuando el momento de escapar apareciera. No habían pasado ni siquiera cinco minutos cuando un ajetreo se escuchó no muy lejos de él; por instinto el moreno se pegó a la pared para no llamar la atención y con pasos más suaves se acercó a donde estaba el bullicio

- ¡¡¿VIVO?!! ¡¡¿CÓMO MIERDA ES QUE SIGUE VIVO?!!- la voz de Doflamingo hizo cimbrar las paredes, o al menos daba esa sensación puesto que nunca le había escuchado tan molesto

- no… no lo sabemos joven amo…- la voz del hombre que recién acababa de ver estaba irreconocible; la voz le temblaba y era apenas un murmullo entendible entre tanto escándalo- eso es lo que se rumorea en las calles… pero… pero puede ser sólo eso, ¿cierto? un rumor… estoy seguro que Monkey d. Luffy fue asesinado ese día…

- Paula no difundiría nada si no estuviera segura de ello- el rubio había dejado de gritar pero aún se podía sentir el enfado en sus palabras- ¿quién ha colocado la bomba en el auto?

- fui yo, pero…- las palabras del sujeto fueron cortadas de tajo por el atronador sonido de un arma de fuego. Y tras esa primera detonación se escucharon varias más, al menos una seis u ocho, seguramente le habría seguido disparando de no ser porque la carga del arma se había terminado

- Doffy, ni siquiera terminó de darnos los detalles- habló una voz calmada, como si lo que presenció hubiese sido lo más natural del mundo- ¿cómo encontraremos a Monkey?

- con Paula, es la única que sabe con detalles de esto. Sácale la mayor información posible sobre esto, y asegúrate de recompensarla apropiadamente

- como ordene

- Luffy está vivo…- murmuró el moreno en voz baja; no era de los que demostrasen sentimientos, pero en ese momento ni siquiera él pudo reprimir una sutil sonrisa. Se alejó con el mismo sigilo con el que había llegado; si Doflamingo estaba enfadado era mejor no cruzarse en su camino.

Pese a que detestaba a puños de fuego, tenía la necesidad de contarle la noticia de frente; aunque no había visto a Ace desde su pequeña discusión estaba seguro de poder encontrarle, había escuchado lo suficiente de él como para deducir en dónde estaba. Amparado por la oscuridad, Law se dirigió al ala contraria del edificio, en donde presumía estaría el pecoso… y mientras iba caminando por el lugar, una sensación aterradora le recorrió desde la planta de los pies hasta la punta del cabello, haciéndole detenerse en seco. Un fuerte golpe le tacleó por el lado derecho, estampándole contra la pared más cercana con tal impulso que sintió su columna crujir. El médico no tuvo tiempo para procesar lo que sucedía, lo único que alcanzaba a entender era que lo estaban atacando… recibió un par de puñetazos en el estómago antes de que su atacante lo sujetara por el cuello y lo levantara hasta que sus pies se despegaron del piso.

Los musculosos dedos de esa persona sacaban todo el aire de sus pulmones y al mismo tiempo no le dejaban volver a entrar, asfixiándole de forma dolorosa. A pesar de la situación el moreno mantuvo la mente fría e intentó soltarse sujetando el brazo de su atacante con ambas manos mientras se movía tanto como la situación se lo permitía… sus ojos desenfocaban por la falta de oxígeno, pero finalmente alcanzó a distinguir algo de ese sujeto… una encendida y rebelde cabellera roja…

- Eus… tass…- esa fuerza era definitivamente de su antiguo subordinado, si no lograba zafarse seguramente le rompería el cuello- suel… mhh… suel… ta…- con las uñas de sus manos comenzó a rasguñar la piel del brazo que le sostenía aun cuando sabía que ni siquiera le hacía cosquillas

- Trafalgar- al escuchar su voz lo soltó, dejándole caer pesadamente en el suelo- no deberías estar fuera de tu habitación

- joder…- había visto la luz al final del túnel tan cerca; ahora tan sólo tosía para recuperar el aliento perdido mientras examinaba su cuello con una mano… su cerviz seguía en una pieza pero la piel le escocía por las marcas que seguramente Kid le había dejado. Y fue cuando el pelirrojo le habló que pudo ver, pese a la oscuridad de la noche, lo vacíos que estaban sus ojos- ¿qué… te ha hecho ese bastardo?- por supuesto que el otro no le respondió, tan sólo le sujetó del cuello de la gabardina y literalmente le arrastró por el pasillo; por la dirección que habían tomado iban a su habitación- suéltame Eustass, es una orden…

- tú no eres mi jefe, yo sólo sirvo al joven amo- esas palabras no sonaban a Eustass Kid; estaban huecas como si fuese una máquina quien hablaba en su nombre… ese no era el pelirrojo que alguna vez tuvo bajo su mando

- qué estupidez- Law habló por instinto, sin pensar siquiera qué y a quién se lo decía. El otro le soltó de forma brusca y dio un giro rápido sobre una pierna sólo para asestarle una patada en el hombro con la otra, dejándole en el piso nuevamente. El golpe había sido fuerte, tanto que el médico no pudo reprimir un quejido de dolor mientras se sujetaba el brazo… el muy desgraciado acababa de hacerle una fisura en el húmero por el impacto- Doflamingo no es de fiar y lo sabes…- a pesar de su condiciones y de que se arriesgaba a algo peor que una fisura, siguió hablando tan altanero como era- quizá hayas terminado en la cárcel por culpa mía… pero todavía te considero alguien cercano… podemos escapar de aquí Kid… confía en mí…- por supuesto que mentía; Kid había perdido su respeto en cuanto se atrevió a apuntar un arma en contra de su amado Luffy, pero si tenía que mentir para ganarse de nuevo a ese hombre, lo haría

- cierra la puta boca…- estaba furioso, eso se podía notar a kilómetros de distancia aún en la oscuridad- o mejor, deja que yo la cierre…- con una macabra sonrisa se acercó a donde estaba el médico y le levantó de sus oscuros cabellos con una mano, poniendo su cara a la altura de su cintura, dejándole ver cómo se desabrochaba el cinturón del pantalón-  será mejor que abras grande- sacó su polla aun flácida de entre las ropas y se la restregó en la cara a su antiguo jefe; ¿cuántas veces se había masturbado pensando en Law justo como le tenía en esos momentos? Pero esta vez no era una fantasía, de verdad lo haría suyo. Su cuerpo tembló excitado, ya no podía esperar más.

Empujó su glande contra los carnosos labios del médico, quien los apretaba tanto como podía, mas lo único que logró fue retrasar lo inevitable… su miembro entró apenas encontró una pequeña abertura entre ellos, y con la poca delicadeza que caracterizaba al pelirrojo, lo metió hasta que golpeó con el fondo de su garganta. Qué magnífica sensación era estar dentro de esa pretenciosa y caliente boca, era más pequeña de lo que hubiese imaginado y ahora Law hacía un enorme esfuerzo por no desencajarse la mandíbula debido al tamaño de su miembro. La mirada de Kid pareció centellear en cuanto vio unas pequeñas lágrimas brotando de los ojos del moreno, era una preciosa vista desde su posición, tan indefenso… tan delicioso…

No tardó en comenzar a moverse contra la húmeda boca del mayor; el movimiento de sus caderas hacía que la succión fuera involuntaria logrando que su erección tomara forma rápidamente y provocándole arcadas al otro. Con su mano empujaba al moreno contra su entrepierna mientras sus caderas embestían como si se le fuese la vida en ello, provocando húmedos sonidos que, sumados a los desesperados jadeos del moreno, eran como la más dulce de las melodías para él.

- mghh…- El fuerte sabor del pelirrojo estaba por toda su boca, sentía náuseas no por el sabor, sino por la forma en que el otro le obligaba. Law hacía todo lo posible por no ahogarse; tomaba aire cuando la oportunidad se le daba y con sus manos sostenía los muslos del otro para intentar poner distancia entre ellos pero era inútil; una persona tan fuerte y caliente como lo era Kid era imposible de detener.

- ah… chúpala así… mhh… qué rica boca…- estaba completamente perdido en el placer; usó su otra mano para sujetarle con más fuerza, tirando de las hebras oscuras de su cabello con la misma fuerza que embestía- Law… mhh… Law, te deseo… te deseo tanto… - ya para esos momentos sus movimientos eran erráticos y desesperados, signo de que pronto terminaría. Y poco después fue lo que ocurrió; se enterró tan profundo en su boca como pudo y se descargó en su boca, presionando su cabeza contra sus caderas para asegurarse que tragara hasta la última gota de ese caliente líquido viscoso- ahh joder…- su pelivs aún se movía contra la cavidad del pelinegro, había sido un excelente orgasmo, pero sabía que podía mejorar.

Soltó los cabellos del médico sólo para darse cuentas que unas cuantas hebras habían quedado entre sus dedos… las dejó caer lentamente antes de mirar a Law; estaba tosiendo contra el piso, con ese sensual hilillo blanquecino deslizándose por la comisura de sus labios. Su miembro palpitó de nuevo, necesitaba más de él, más de ese cuerpo que le había estado prohibido por tanto tiempo. Tan sólo bastaba con arrastrarlo a la habitación más cercana y hacerle suyo completamente, ¿aunque por qué esperar? Podía follárselo ahí mismo… mas sus lujuriosos planes se vieron momentáneamente frustrados cuando escuchó a alguien acercándose a ellos; no iba a compartir ese delicioso cuerpo tostado con nadie…

Sin embargo, al ver que se trataba de uno de los ejecutivos de la familia, no pudo hacer otra cosa que apartarse; no podía oponerse a ninguno de ellos o terminaría siendo castigado por Doflamingo otra vez. Kid volvió a temblar, esta vez de miedo, no quería repetir eso de nuevo… guardó su miembro y se marchó del sitio, esperando poder probar a Law en algún otro momento.

- esto no habría pasado si hubieras ido a tu habitación como te dije- el hombre se paró junto al médico y le tendió un pañuelo que sacó de su abrigo

- ¿qué puedo decir? soy una persona curiosa- tomó el pañuelo que el otro le ofrecía y con éste limpió los residuos de semen que había en su boca; y en cuanto tuviese la oportunidad vaciaría su estómago también- bueno, creo que no llegaré  a donde puños de fuego, ¿puedes darle un mensaje por mí?

- ¿acaso es que su hermano menor sigue con vida?- sonrió al ver la sorpresa en el rostro del otro- descuida, ya lo sabe, aunque no le he contado todo por seguridad del plan, así que no sueltes la lengua hasta que sea el momento… la reunión con los cabecillas de las familias será mañana por la noche, debo marcharme esta misma noche o será tarde… tendrán que cuidarse ustedes solos en mi ausencia

- descuida, soy un niño grande- respondió con sorna- pero no sé si Portgas pueda

- tiene que hacerlo o me asesinarán- ya habían hablado demasiado y cualquiera podía escucharles. El sujeto tan sólo palmeó el hombro del cirujano de la muerte y siguió su camino; aún debía encontrar una excusa para salir de la mansión.

******************************

Matar a los incompetentes que habían fallado en una misión tan sencilla como desaparecer a un niño no era suficiente, necesitaba descargarse con algo más que el olor a sangre no le brindaba… necesitaba descargar su rabia con otra cosa. Y no había cosa que le pusiera de mejor humor que el sexo… sí, un buen polvo era justo lo que necesitaba, y tenía al candidato indicado. Los largos pasos de Doflamingo se encaminaron rápidamente a la habitación de su invitado especial, no quería perderse la oportunidad de poseer el cuerpo de puños de fuego al menos una vez… su hermano parecía haberlo disfrutado bastante.

Al abrir la puerta de la habitación del pecoso le encontró durmiendo plácidamente sobre la cama, como si estuviese en el sitio más seguro del mundo… grave error. Se acercó a la cama relamiéndose los labios, esa exquisita silueta bajo las sábanas le estaba provocando más de lo que desease admitir; terminar de romper al pecoso sería una delicia.  Y fue cuando se subió a la cama que su invitado despertó, dando un respingo en la cama al verle… su hermano se había encargado de dejarle algunas marcas en su cuerpo pero no eran suficientes, necesitaba más… necesitaba las suyas.

- he tenido un mal día Ace-chan, pero estoy seguro que tú me consolarás muy bien- se le arrojó encima al pecoso sin darle tiempo suficiente para defenderse. Con su imponente cuerpo inmovilizó al pelinegro  mientras sostenía ambas muñecas con una mano por encima de su cabeza, sometiéndole con relativa facilidad

- ¡¡suéltame infeliz!!- a pesar de que tenía todo en su contra Ace no se rendía, pelearía hasta las últimas consecuencias- ¡¡Suéltame!! ¡¡Mi cuerpo le pertenece a una sola persona!!

- por supuesto… me pertenece a mí…- se inclinó sólo para hundirse entre la curvatura del cuello del menor, hincando sus dientes sobre su piel y remarcando la marca de mordida que tenía en la zona. Sus gritos y sus intentos infructuosos de detenerle no hacían más que poner dura su polla, ni siquiera se tomaría la molestia de juegos previos, tan sólo la metería y ya

- ah, aquí estás- la puerta se abrió repentinamente, dejando entrar a Vergo, quien parecía imperturbable pese a la situación en la que había encontrado a su jefe- Doffy, hay problemas. Encontraron a algunos policías rondando la mansión, por supuesto que los ejecutamos, pero cabe la posibilidad de que no fueran los únicos… además, parecían conocer muy bien la mansión… alguien debe estar dándoles información desde adentro

- imposible- el líbido se le fue a los suelos cuando escuchó la noticia; si había algo que Doflamingo no perdonaba era la traición. Para alivio de Ace, el rubio se bajó de la cama y salió de la habitación escoltado por su subordinado- revisa los alrededores y deshazte de cualquiera que represente una amenaza, yo hablaré con el resto de la familia… si llego a encontrar a un traidor entre los míos, lo mataré con mis propias manos…

Continued…

Notas finales:

D: omg, cuanta tensión!!

Zoro será un buen comandante? Kid logrará follarse a Law antes de que se lo follen? qué estará pensando Mingo?? quién es Don Sanjino?? Luffy será útil en el plan? Penguin castrará a Shachi por no querer casarse?

las respuestas a estas y otras preguntas en el siguiente capi!! que será... el siguiente año xD jajajaja

uwu nos vemos en el 2016, feliz navidad y año nuevo

kissus de buñuelo~ (?)

 


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