Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Spiteful Fate por carina_mew12

[Reviews - 130]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

hola peques!!

aunque ya se deben saber mi discurso, les pido una disculpa de todas formas por la demora xD ya saben, escuela, deberes, esas cosas... pero me propuse acabar el capi en una noche y lo logré, y me siento feliz por ello owo así que les dejo el capi, espero que lo disfruten

¬w¬ nos vemos abajo~

 

8. Emboscadas del Pasado y del Futuro

No era la primera vez que visitaba a alguien en un hospital; a decir verdad, había ido más veces de las que le hubiera gustado, pero ese día en especial se sentía pésimo… ese era el día que se supone sería el más feliz de toda su vida, el día en que se casaría. Sin embargo, parecía que el universo conspiraba contra él cada vez que intentaba ser feliz… primero lo de Crocodile, el asesinato de su novia, el que hirieran a Zeff, la hospitalización de Zoro, el secuestro de Luffy, la muerte de Garp… sí, definitivamente el mundo tenía algo en contra de Sanji.

Cuando el rubio salió del elevador con una cesta en manos, su semblante cambió por completo; bueno, no todo estaba perdido, al menos su prometido había salido de cuidados intensivos, y finalmente, después de tantos días, volvería a verlo. Con los ánimos más arriba, el cocinero caminó por los pasillos, deleitándose la mirada con las enfermeras que encontraba de paso, hasta que llegó a la habitación de su peliverde. Llamó a la puerta, y al recibir la afirmativa, entró… como era de esperarse, Zoro estaba postrado en la cama, con ambas piernas y uno de sus brazos elevados con un aparato especial para que no se moviera; tenía las extremidades paralizadas con férulas y su cuerpo estaba prácticamente envuelto en vendas, a excepción del rostro, el cual tenía  gasas y venditas para cerrar las cortadas en su piel. Pese a su situación, Zoro le sonrió al verlo llegar

- pfff…. ¡pareces una momia, jajajaja!- el rubio se rio a carcajada limpia, sujetándose el estómago con su mano libre

- ¡no te burles estúpido cejillas!- todo el encanto de verlo había durado tan poco; Sanji siempre terminaba sacándole de sus casillas de alguna forma- ¡ven aquí, voy a darte una razón para que te rías!- agitaba su única extremidad medianamente sana mientras gritaba, si tan sólo pudiese ponerse de pie…

- calma marimo, no necesitas más heridas- tomó aire para calmar su risa y finalmente se acercó al peliverde, sentándose a la orilla de la cama- te traje algo de comer, te ayudará a reponerte- le enseñó la canasta que llevaba y comenzó a sacar uno a uno todo lo que llevaba- traje pan, fruta, algo de queso y carnes frías, supongo que puedes al menos comer un emparedado, ¿no? Es suave y tiene de todo… aunque tal vez algo de fruta para empezar…

- Sanji…- de pronto su voz se había vuelto más fría de repente, era fácil adivinar que tenía algo importante que decir- yo… lo lamento…

- ¿de qué hablas idiota? No me has hecho nada- dejó la canasta a un lado salvo una manzana y comenzó a quitarle la cáscara con un cuchillo, formando un hermoso espiral rojo que bajaba lentamente por entre sus dedos

- sabes de lo que hablo… la boda…

- no ha sido culpa tuya, así que no me vengas con disculpas- le cortó- a menos que te hayas arrojado contra ese auto por voluntad propia para no casarte conmigo

- jamás haría algo así

- entonces cállate y come- le embutió un trozo de manzana a la boca- la boda no se ha cancelado, sólo se ha pospuesto hasta que todo mejore, ¿bien?- al ver asentir al otro sonrió de lado y siguió alimentándole; era tan doloroso verle así, pero al menos estaba con vida. Sin darse cuenta, unas cuantas lágrimas escaparon de sus ojos; la idea de quedarse sin su amado le aterraba más de lo que le gustaría admitir, no quería pasar por eso de nuevo.

- calma cejillas- al verle, Zoro pasó el trago, y con la única mano que podía usar, tiró del brazo del rubio y le obligó a acosarse sobre su pecho pese al dolor que eso le implicaba. Jamás le había gustado verle llorar, mucho menos si era por su causa- todo mejorará, lo prometo. Estaremos casados más pronto de lo que te imaginas- en ese momento alguien llamó a su puerta, rompiendo el encanto del momento de la forma más incómoda posible- tks, ¿ahora qué? Tengo visitas…- refunfuñó sin soltar al rubio

- Roronoa, somos Sengoku y Akagami. Tenemos que hablar contigo- respondió la voz del pelirrojo desde el otro lado de la puerta

- no me encuentro- le molestaba que siempre le interrumpieran cada vez que estaba con su cocinero, no le importaba que se trataran de sus superiores

- idiota- Sanji se apartó del otro y, limpiándose el rostro, fue a atender. Para cuando abrió la puerta, su rostro estaba como si nada hubiese pasado- buenas tardes- saludó cordial como era su costumbre; aunque se tratase de hombres, sabía que esos sujetos, o al menos uno de ellos, era policía- el mari… digo, Zoro está comiendo, ¿les puedo ayudar en algo?

- como ya lo ha dicho Akagami, debemos hablar con Roronoa- el hombre que acompañaba a Akagami era más bien intimidante; en primer lugar era bastante alto, de cuerpo corpulento, y además le miraba sin ninguna expresión en específico- es un asunto oficial

- …- Sanji primero miró hacia atrás, y tras recibir la afirmativa del peliverde, se retiró del umbral de la puerta para dejarles pasar- adelante

- gracias. Y si no es molestia, ¿puedes dejarnos a solas con él? Repito, es un asunto confidencial

- de acuerdo. Iré a fumar al área de descanso- como le pedían, el rubio salió mas no se fue; resistiendo su impulso de llevarse un cigarrillo a la boca, se quedó ahí, con la oreja pegada a la puerta

- será mejor que sea importante- estaba claramente enfadado, ni siquiera se molestaba en disimular

- lo es. Smoker… - el comandante en jefe suspiró hondo, no era fácil la situación en la que se encontraban- el comandante Smoker inició su propia investigación sobre la desaparición de Monkey D. Luffy, y técnicamente tuvo éxito… el muchacho ya está de regreso y a salvo, pero... algo pasó, los datos aún no están muy claros, no hemos podido sacarle mucha información a Luffy, está muy alterado

- ¿qué pasó?- la mirada del espadachín se puso más seria

- al parecer, sus captores lo liberaron a cambio del vice comandante Portgas, ahora es él quien está desaparecido… Smoker de alguna forma se enteró de esto, hubo una persecución, o eso especulamos… el caso es que, varios kilómetros más adelante encontramos su auto, o lo que quedaba de él… sólo era un puñado de metal retorcido y calcinado. Se hacen las investigaciones pertinentes, pero lo más probable es que el comandante Smoker esté…

- no digas estupideces- el peliverde le cortó la palabra a su superior- no hay forma de que ese hombre muera. Debió haber escapado, no me sorprendería que estuviese ahora tras el captor de Ace…

- no hay forma de que escapara. Ni siquiera el conductor del otro vehículo, que era mucho más grande y pesado, logró sobrevivir…

- Smoker es capaz de lo imposible. Y mientras no vea su cadáver, el comandante está vivo para mí- rara vez le llamaba con tanta formalidad, pero era su forma de mostrarle su respeto

- humm… bien…- Sengoku tosió un poco y prosiguió- vivo o no, el departamento de policía de Whiskey Peak se ha quedado sin superior; y dado el orden jerárquico establecido, tu eres el que está a cargo ahora

-… ¿qué?

- he dicho que tú eres el que sigue en cuanto a poder administrativo se refiere… eres el nuevo comandante de Whiskey Peak

- me rehúso. Ese puesto es de Smoker, o en dado caso de Ace… no voy a tomar esa responsabilidad a menos que me comprueben que esos dos no van a volver… y eso es imposible, a mi parecer. Además, estoy hospitalizado, ¿no ve? ¿qué puedo hacer yo ahora?

- es verdad, no puedes hacer nada en este momento, es por eso que el oficial Franky te suplirá hasta que estés en condiciones de aceptar el cargo. Si para cuando te recuperes aún no se sabe nada de Smoker o Portgas, quieras o no, vas a convertirte en comandante… y si quieres renunciar, lamento informarte que sólo podrás hacerlo si mueres- sentenció el comandante en jefe, y su palabra era ley, le pesara a quien le pesara. Interpretó el silencio del peliverde como una afirmativa, y aunque se negara, para él la respuesta siempre sería “sí, comandante en jefe”- que te recuperes pronto- se dio media vuelta y caminó en compañía del pelirrojo hacia la puerta, topándose con un serio rubio nada más al abrir la puerta- espiar una conversación policíaca es delito, ¿sabes?

- ¿en dónde está Luffy?- preguntó directo el rubio ante aquel imponente hombre, sin importarle lo que acababa de decir

- no te preocupes, el pequeño Luffy está a salvo. Está siendo custodiado ahora- pese a la precaria condición en las que se encontraban, Shanks era el único capaz de sonreír- no volveremos a perderlo de vista

- pregunté en dónde está- demandó el rubio- quiero verlo ahora

*************************

Mientras, en alguna otra parte…

Para él dormir era tan natural como respirar, pero en esas circunstancias temía incluso parpadear siquiera, pues el sujeto al lado suyo le asechaba cual animal hambriento a su presa; temía que, en cualquier descuido, aquel sujeto se lanzara contra él y terminara lo que había comenzado hace ya varias horas, justo antes de que Smoker les alcanzara y… tuviera ese accidente.

El sólo recordar ese momento le llenó los ojos de lágrimas; lo había visto, había visto a Smoker tratando de alcanzarle… pero no lo logró… fue sólo un instante, un breve segundo en que sus miradas se cruzaron antes de la colisión de ambos vehículos. El sonido había sido horrendo, el chirrido del metal desquebrajándose, la explosión de los motores… un leve grito a la lejanía… eso bastó para que se le encogiera el corazón… y luego ver esa monstruosa columna de humo elevándose al cielo acabó con todas sus esperanzas de volver a ver a su amado, como si con esa masa gris evaporándose en el aire se estuviese despidiendo de él… no había forma en que alguien sobreviviese a ese desastre… de haber sabido que sería la última vez que lo vería, jamás hubiera peleado con él… pero lo arruinó todo…

De nuevo.

Todo lo que hacía sólo le perjudicaba a él y a los que le rodeaban. Pero lo peor era que él seguía ahí, sufriendo por los demás; era como esparcir un virus mortal al que Ace era inmune… o al menos por ahora. Tan sólo esperaba poder morir pronto para ver a su abuelo y a Smoker de nuevo, y pedirles disculpas por todo el daño que les había causado… y Luffy… bueno, rogaba que alguien lograra  ayudarlo antes de que Doflamingo cumpliera con su palabra, o quizá también tendría que pedirle disculpas en cuanto lo viera del otro lado.

- Doffy-sama, llegamos- el auto se detuvo de forma suave y casi imperceptible frente a un gran edificio que eclipsaba toda la luz del sol, causando que el pecoso se estremeciera por el repentino cambio de temperatura... ¿o era el temor lo que hacía temblar su cuerpo?

El conductor salió primero del vehículo y le abrió la puerta a su jefe para que éste pudiese bajar también. El rubio miró a Ace y éste enseguida captó el mensaje; bajó junto con él y le siguió hasta el interior de la mansión frente a la que se habían detenido. El sitio era tan grande en el interior como en el exterior; Doflamingo era un criminal reconocido en el bajo mundo y lo sabía bien, debía estar literalmente pudriéndose en dinero, y su mansión no hacía más que respaldar sus pensamientos. Había obras robadas de reconocidos artistas, muebles de importación, los sirvientes vestidos con trajes de alta costura,… hasta parecía que todo el sitio resplandecía ante sus ojos; era tan triste pensar en cuántas vidas habían sido sacrificadas para obtener todo eso.

- vaya… bienvenido, vice comandante Portgas…- una voz femenina llamó la atención del recién nombrado; la bella chica de cabello verde le miraba a través de sus ridículamente grandes anteojos, con una sonrisa burlona en su rostro- es un placer volver a verle…

- Monet…- gruñó con odio; ahora todo cobraba sentido en sus pensamientos, había un traidor en la policía que le había facilitado las cosas a Eustass- ¡maldita zorra!- sin pensarlo se lanzó contra la chica, descargaría toda su rabia y su dolor contra ella, poco le importaba que fuese una mujer

- no tan rápido, Ace-chan- Doflamingo intervino en la pelea, sujetando al pecoso por la cintura con un brazo mientras el otro hacía un gancho sobre su cuello, levantándolo del piso, y de paso, impidiéndole respirar- no permitiré que toques a los miembros de mi familia. Si intentas algo extraño, voy a tener que castigarte~- rio de esa forma tan cínica que le caracterizaba a la vez que deslizaba una de sus manos por su muslo, apretándole ligeramente

- ¡no me toques!- pronunció con cierta dificultad, pero de alguna forma logró zafarse del agarre del rubio. Apenas se vio libre, corrió hacia una de las habitaciones sin importarle que la tos que le atacaba le impidiese respirar correctamente; lo único que deseaba era apartarse de ese desagradable hombre.

Mas al abrir la puerta, Ace contuvo la respiración ante la escena que estaba frente a sus ojos… por supuesto que la habitación no estaba vacía; dentro estaban Eustass Kid y un hombre que le pareció extrañamente familiar. Pero ese hombre no era lo desconcertante, sino lo que éste se encontraba haciendo en esos momentos; con una mano sostenía un aparato alargado de un llamativo color violeta, el cual deslizaba lentamente en el esfínter su víctima, por obvias razones sin ropa, Eustass Kid. El pelirrojo, por el contrario, no podía objetar o impedir nada de lo que el otro hacía, pues por un lado, llevaba una especie de esfera en su boca atada con un cordel a su cabeza; y por el otro, estaba sujeto con cintos de cuero que envolvían su caja torácica, y al mismo tiempo, ataban sus brazos en su espalda. Las cintas estaban unidas a un arillo de metal, que a su vez estaba lazado a una cuerda que llegaba hasta el techo, dejando su cuerpo suspendido casi completamente; los dedos de sus pies apenas y rozaban el suelo, evitándole cualquier movimiento innecesario. Al verle con más detenimiento, se podían notar golpes en su blanca piel, y que además sus nalgas se sacudían violentamente… ¿acaso ese aparato era algún tipo de vibrador?

- Ah, ese asunto… lo había olvidado…- Doflamingo se apareció a espaldas del pecoso, haciéndole encogerse del susto; mas antes de que se le escapase, el rubio lo sujetó con firmeza- esto es lo que pasa cuando alguien no sigue mis órdenes, Ace-chan, y estoy siendo benevolente con él- sostuvo el mentón del menor con una mano, obligándole a mirar- no quieres tomar su lugar, ¿o sí?- le murmuró al oído mientras se pegaba más a su cuerpo, dejándole sentir la tremenda erección que llevaba entre las piernas

- ¡suéltame!- comenzaba a ponerse sumamente nervioso; no quería que nadie más que Smoker le tocara de esa forma, pero estaba más que claro que Doflamingo no aceptaba un no como respuesta… y sentir “eso” palpitando contra sus nalgas; definitivamente no lo permitiría, se mataría primero antes que dejarse hacer por ese sujeto

- Doffy, has vuelto- al ver al rubio y a su acompañante, el sujeto volteó sin dejar de mancillar las entrañas del pelirrojo- su pedido está listo

- fufufu, gracias- se relamió los labios sin vergüenza antes de soltar al pelinegro- ¿te importaría llevar a Ace-chan a la habitación que le hemos preparado? Tengo asuntos que atender con Kid-chan…

- como ordene- el hombre soltó el aparato que tenía en sus manos, pero en vez de caer, éste se mantuvo en su sitio, entre las entrañas de Eustass mientras él caminaba a donde Ace- sígueme- le dijo antes de comenzar a caminar, y claro que el pecoso le siguió; no tenía la más mínima intención de seguir cerca de ese depravado, aunque no era que estuviera a salvo dentro de esamansión.

Al ir caminando a sus espaldas, Ace le miraba con más curiosidad; su mente no dejaba de gritarle que lo conocía, pero por más que intentaba, no lograba recordar de dónde. Había algo en su porte que le era sumamente familiar, como si ya hubiese caminado detrás de él en alguna ocasión… era una especie de deja vú, sólo que, de alguna forma, todo parecía distinto. Subieron por las largas escaleras hasta el segundo piso del edificio y comenzaron a recorrer un pasillo, pasando una serie de puertas que seguramente eran habitaciones; aunque con Doflamingo no se sabía… quizá detrás de alguna de esas puertas tenía a otro sujeto o sujetos atados al techo, siendo violados por consoladores o quién sabe qué objetos… o sujetos.

Y justo pensaba en eso cuando la puerta a su izquierda se abrió; el corazón del pecoso comenzó a latir con fuerza a causa del miedo, no quería toparse con otra desagradable escena… pero en vez de eso, un hombre alto de gabardina negra salió de ahí sin percatarse de su presencia

- ¿Trafalgar?

- Portgas…- no fue hasta que escuchó nombrarle que dirigió su vista al acompañante de Vergo; el pecoso se veía igual de sorprendido que él e incluso más; pero su gesto rápidamente cambió de aire

- ¡¡Trafalgar!!- sin pensarlo dos veces se lanzó contra el médico, tumbándole en el piso con relativa facilidad. Se colocó encima de él para inmovilizarle y por instinto buscó sus armas, aunque obviamente no las encontró; había ido desarmado al encuentro con Doflamingo, así que sólo dejó uno de sus puños en alto mientras el otro sujetaba al médico por el cuello de la gabardina- ¡¡Sabía que tenías que ver con el secuestro de Luffy, maldita sabandija!!

- ¿secuestro?- sintió un nudo en la garganta cuando escuchó nombrar a su pequeña y adorable perdición- ¿le ha pasado algo a Luffy?- no podía evitar preocuparse por él, la última vez que le vio, las cosas estaban demasiado tensas entre él y su hermano

- tú deberías saberlo, estás trabajando con Doflamingo… seguramente fue tu plan y el de Monet lo que pasó en el departamento de policía y… lo de mi abuelo también…- le miraba con verdadero odio, y de haber podido, lo habría matado en ese instante- ¡¿qué le has hecho a Luffy?! ¡¿qué es lo que quieres de mí!?

- no sé de qué hablas, yo no trabajo para ese maniático. Hace mucho que dejé ese camino, ¿lo ha olvidado, vice comandante?- nunca se había dejado intimidar por Ace y ese momento no sería la excepción- la última vez que vi a Luffy te lo llevaste a la fuerza… debería ser yo quien preguntara en dónde está…- el pecoso se quedó estático y en silencio de golpe; ¿acaso le había pasado algo al chico? Y en cuanto vio la sonrisa curveada en los labios de Vergo, supo que algo estaba mal. Su mente en ese momento comenzó a atar cabos; Luffy y Doflamingo no eran precisamente una buena combinación, no había que ser un genio para deducir lo que probablemente pasaba- ¡¡IDIOTA!!- esta vez fue el médico quien retó al oficial, pero a diferencia de Ace, no lo dudó y le asestó un golpe de lleno en la cara, hundiendo su puño en una de sus mejillas- ¡¡¿no se supone que ibas a protegerlo?!! ¡¡Si algo le pasó por tus estupideces…!!- antes de que pudiera terminar su amenaza tuvo que cerrar los párpados al sentir algo cayendo sobre su rostro, algo frío, cristalino y que resbaló por todo su rostro… ¿estaba llorando? Sí, claro que lloraba, y lo hacía tan profunda y lastimeramente que lo obligó a callar

- yo no quería esto…- alcanzó a decir el pecoso entre sollozos- soy su hermano mayor, quería protegerlo… no tenía idea de que pasaría algo así, y ahora ni mi abuelo ni Smoker pueden ayudarme…. Y quizá Luffy también esté… ¡¿por qué no me matan de una maldita vez?!- miró enfurecido al hombre de gafas oscuras, a pesar de que las lágrimas nublaban su vista- ¡¡ya me han quitado todo lo que tenía, sólo mátenme!! ¡¿qué quiere Doflamingo de mí?!

 - andando- el hombre le respondió imperturbable y siguió caminando por el corredor. A puños de fuego no le quedó nada más que apretar la boca del estómago para detener su llanto y levantarse del suelo para seguirle antes de perderle de vista

Law se quedó en el suelo unos segundos antes de levantarse mientras se limpiaba las lágrimas del pecoso de su rostro; no podía sentir algún tipo de empatía por alguien que le odiaba, aunque quizá sintió algo de pena por él… sólo un poco. Se acomodó la ropa y miró el puño con el que recién había golpeado al mayor de los D… no estaba acostumbrado a usar las manos de esa manera, tenía los nudillos enrojecidos…

- ¿qué planeas ahora, Doflamingo?

******************************

Nada más al entrar a la habitación sintió un aire extraño, como si hubiese estado en ese lugar hace mucho tiempo… había algo en esa mansión que a Ace no le gustaba en absoluto; tenía un mal presentimiento...

- Law está en las mismas condiciones que tú… - interrumpió los pensamientos del pecoso aquel hombre de gafas oscuras y que, al igual que esa habitación, le resultaba tremendamente familiar- no está aquí por voluntad propia, tampoco trabaja para nosotros, y si no ha intentado escapar es porque es un mocoso muy listo… espero que lo seas también…- cerró las puertas tras esa advertencia, aunque no las aseguró; confiaba en que el pecoso fuese lo suficientemente consciente de las circunstancias para no hacer algo estúpido; y si intentaba algo extraño… bueno, eso ya lo decidiría su jefe a su tiempo.

Ace suspiró al estar finalmente solo y comenzó a recorrer la habitación a pasos cortos… ¿qué era? ¿por qué esa habitación le sonaba de algún sitio? Al ir caminando por la lujosa estancia llegó hasta una pequeña sala frente a un enorme ventanal. El folder amarillo sobre la mesita de centro saltó a su vista, era muy similar a los que tenían en el archivo de la policía. Con curiosidad, sujetó el sobre y lo abrió, hojeando lentamente… definitivamente era un archivo de la policía, y uno muy antiguo al juzgar por su número de serie…

“… Allanamiento ordenado por el Comandante Suna…”

“… Resistencia de los implicados… el Rey del Bajo Mundo y su presunta esposa…”

“… Ningún sobreviviente…”

“Confiscación de bienes…”

“… el cuerpo ha sido identificado como Gol D. Roger…”

- esto… no puede ser….

******************************

- fufufu, lo haces bien Kid-chan…- el rubio sostenía con fuerza las caderas del pelirrojo, golpeándolas con fuerza contra su pelvis, haciendo que sonido de ambos cuerpos al chocar resonara entre las paredes de la reducida habitación- estás tan apretado aún, ¿es la primera vez que te follan así?- sabía que el pelirrojo no podía responderle, en parte por los jadeos y en parte por la esfera que tenía atada a la boca y le impedía cerrar la mandíbula, dejando sólo la saliva escapar de sus labios- me encantan los culitos vírgenes…- se relamió con verdadera gula y le propinó una fuerte nalgada en la blanca piel del chico, dejando bien marcada su mano en ella- muévete más Kid-chan…- aunque era él quien llevaba el control de la situación, puesto que el otro no podía moverse siquiera- voy a correrme… te llenaré completo…- empujaba con fuerza, descargando su rabia contra Eustass; no le molestaba que hubiese fallado en la misión puesto que ya tenía lo que deseaba, lo que más le enfurecía era que se hubiese atrevido a desobedecerle y a poner en riesgo a la familia- nhhh… Kid-chan…- clavó las uñas en las caderas del otro y se enterró tan profundo como la posición se lo permitió; el esperma golpeó con fuerza las entrañas del pelirrojo, llegando a cada rincón de su ser, quemándole lentamente. Una vez que terminó con lo suyo, Doflamingo dio unos cuantos pasos hacia atrás para soltarle las caderas y salir de él sin tacto alguno, dejando que el espeso líquido resbalara por sus piernas- vaya, te lo has tragado casi todo, fufufu… eres un pervertido, Kid-chan…- sacó un par de pañuelos del bolsillo y se limpió su miembro, ahora semi flácido, antes de cerrarse los pantalones- es una vista estupenda, podría follarte de nuevo, pero… tengo asuntos que atender con mi invitado… ¡Ah! Y en cuanto a Law-chan, será propiedad de la familia hasta que aprendas la lección…- al escucharlo, Kid se alteró bastante y comenzó a moverse con desesperación mientras gruñía, queriendo alcanzar a ese rubio y destrozarlo con sus propias manos- ¿ah? ¿qué dices? ¿te preocupas por él? Fufufufu, descuida, yo le cuidaré muy bien…- haciendo caso omiso de los gritos ahogados y pataletas del pelirrojo, salió de la habitación; le dejaría colgado ahí unas horas más hasta que aprendiese cuál era su lugar en la familia.

Al ir avanzando por la mansión pudo reconocer una silueta bastante familiar escurriéndose por los pasillos, dando pasos tan largos como los de él, imponiéndose ante cualquiera que se lo llegase a encontrar. Pero al ver cómo aquel hombre caía de espaldas al piso sin razón aparente, una gota de sudor resbaló por su frente.

- sigues igual que siempre, Roci- Doflamingo se acercó al rubio tendido en el suelo sobre su abrigo de plumas negras, tan parecido al de él. Y no sólo en el abrigo había similitudes entre ellos, de hecho eran prácticamente iguales salvo la forma en que se peinaban y en algún otro aditamento, como el gorro y el maquillaje que el otro llevaba- ¿terminaste con el trabajo?- le habló desde arriba, mirándole

-…- el hombre rebuscó en su abrigo, sacó un trozo de papel y escribió algo en él para enseguida mostrárselo al otro- ‘Objetivo Silenciado’- escribía en el papel

- fufufu, tu nunca me decepcionas, Roci…- le tendió la mano al otro para ayudarle a levantarse- no podía esperar menos de mi preciado hermano menor…

Continued…

 

Notas finales:

OMG!!! que levante la mano quien se haya quedado con la boca abierta en este capitulo D:

espero haberles dejado con muchas dudas, porque así me escriben más reviews (?) okno xD pero al menos espero haberles tenido comiéndose las uñas mientras leían... y bueno, si han perdido el hilo de la historia, van a tener que leerse de nuevo Mercyful Fate xD aunque igual trataré de aclarar un poco en el siguiente capi

y me retiro por hoy -w- gracias por su paciencia, los adoro a todos y todas, hasta el siguiente capitulo!!

P.D. owo/ no olviden los reviews!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).