9. Los Herederos de Roger
Sus palabras aún estaban frescas en su mente, al igual que la última imagen que tuvo de su hermano… a pesar de que su hermano mayor le sonreía, sus ojos no expresaban más que tristeza pura…
“Luffy, perdóname. No pude protegerte… pero ya todo está bien, ¿de acuerdo?... aunque… tal vez no pueda verte más…”
El sólo recordarlo hacía que le doliera el pecho; se suponía que humitos (como le apodaba al comandante Smoker desde hace un tiempo) iría por su hermano, pero llevaba días encerrado en esa habitación custodiada por policías, quienes no dejaban de hacerle preguntas una y otra vez, y lo peor, sin saber nada de Ace. Luffy ya les había dicho todo lo que sabía, ¿por qué nadie había tenido la amabilidad de explicarle qué había sucedido con su hermano y abuelo? Era tan injusto…
“Te amo Luffy”
Las lágrimas amenazaban con caer de su rostro, pero jaló aire con fuerza y logró contenerlas; y aprovechando el aire llenaba sus pulmones en ese momento, comenzó a gritar con desespero mientras golpeaba la puerta a puño cerrado
- ¡¡Déjenme salir!! ¡¡Quiero ver a Ace!! ¡¡ACE!!- sus nudillos le dolían por la fuerza con la que azotaba la puerta; sabía que el policía en guardia seguía ahí, bloqueando la única entrada de la estrecha habitación- ¡Sáquenme de aquí! ¡¡ACE!! ¡¡¿DÓNDE ESTÁ ACE?!! ¡¡ABUELO!!
- deja de gritar, no vamos a abrirte- le reiteró una voz allá afuera por enésima vez ese día. El chiquillo era demasiado persistente, pero nadie se atrevía a decirle que no volvería a ver a su abuelo Garp, y de su hermano… tampoco estaban seguros- debemos mantenerte ahí un poco más hasta que las cosas se calmen
- ¡¡No quiero!! ¡¡Sáquenme de aquí!!
- ¡si no dejas de hacer escándalo no te daremos de comer!- normalmente con esa amenaza lograban callarle al menos por un rato, y al notar que el pelinegro se había quedado en silencio, su custodio sonrió. Mas la alegría no le duró demasiado- ¿qué estás haciendo aquí?- se escuchó cuestionar al oficial. Luego de unos segundos, la puerta se abrió sutilmente, por lo que Luffy retrocedió un par de pasos- bien, tienes cinco minutos- el policía se hizo a un lado y dejó pasar al rubio que recién había llegado; traía una orden del comandante Akagami para ver al chico- y no intentes nada extraño
- descuide oficial- el rubio sonrió de medio lado- no hay mucho que pueda hacer contra alguien entrenado como usted
- ¡¡Sanji!!- los ojos del pelinegro se iluminaron al ver al rubio, mas aún al ver la enorme mochila que llevaba en su espalda
- hola Luffy- el cocinero le sonrió al menor, era bueno verle a salvo- te traje algo de comer, sólo espero que este salvaje no haya arruinado la presentación- se quejó mirando al oficial pues había revisado la comida e incluso a su persona antes de dejarle entrar, cosa que fue por demás desagradable; sólo había un hombre que dejaba que le tocase, pero en esa ocasión no había tenido más remedio que contener sus ganas de patearle la cara- ah, por cierto oficial, traje una para usted
- ¡no le des nada Sanji, es malo!- se quejó el pelinegro con un puchero
- sólo hace su trabajo- bajó la enorme mochila que cargaba a sus espaldas y sacó una de las cajas de almuerzo que llevaba y se la entregó al policía- que lo disfrute, tiene un sabor especial
- oh… gracias…- el hombre tomó contento la caja, tenía horas sin comer- bien… tienes… siete minutos…- fue su última palabra antes de cerrar la puerta
- ¡no debiste darle nada Sanji!- Luffy ya estaba sobre la mochila, devorando todo lo que había en su interior- ¡es malo conmigo, no me ha dado de comer desde hace dos horas!
- no cambias nada Luffy- el rubio buscó en sus bolsillos y sacó un cigarro de su cajetilla y un encendedor- termina de comer pronto, hay que ir a buscar a Ace
- ¿irnos? Pero el guardia no nos dejará y siempre está vigilando la puerta
- descuida, ya he resuelto ese problema. Como dije antes, su comida está sazonada especialmente para él- encendió el cigarrillo en sus labios y se sentó en la cama dentro de la habitación, esperando a que el menor terminase de comer y a que el efecto de la droga en la comida del oficial hiciese efecto- el marimo no podrá moverse en un buen rato, y Ace me ha ayudado en muchas ocasiones antes, así que… es mi turno de ayudarlos a ellos…
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En otra parte…
Puños de Fuego repasaba una y otra vez el archivo entre sus manos; estaba seguro que ese documento había sido sustraído de un archivo oficial del departamento de policía, uno que jamás había visto, pero… de alguna forma, sentía haberlo leído antes… los nombres le sonaban de alguna parte, y las fotografías del lugar le causaban una especie de deja-vú, sobre todo una de ellas… la elegante alfombra de la habitación estaba empapada de sangre casi en su totalidad al igual que la mullida cama, en donde una bolsa negra dibujaba la silueta de una delicada mujer. Las etiquetas policiacas estaban por todas partes, todo era un completo caos a diferencia de lo ordenada y acogedora que recordaba esa habitación…
--Ace Flash Back—
- ¡papá, papá! ¿Ya puedo entrar? ¡Quiero verlo!- se veía a sí mismo como el protagonista de aquella extraña escena; todo era mucho más grande que él, sobre todo aquel a quien llamaba padre, a quien no podía verle el rostro
- muy pronto Ace, tranquilo- la enorme mano de aquel sujeto se posó sobre su cabeza, palmeando su cabello con algo de brusquedad. Ese hombre lucía nervioso, pues caminaba de un lado a otro, mordiendo su dedo pulgar de vez en cuando a la vez que miraba la puerta frente a ellos; ¿ocurría algo importante ahí?
- ¡Jefe, la policía nos ha encontrado!- otro hombre sin rostro llegó de improviso, cargando un arma en sus manos- ¡usted y su familia deben irse, nosotros nos haremos cargo!
- no voy a dejar a nadie atrás, y mucho menos huiré- se agachó a la altura de su pequeño hijo y le abrazó con fuerza- Ace, permanece dentro de la habitación junto a tu madre y el médico, y en cuanto nazca tu hermano o hermana, deben marcharse a un lugar seguro, ¿entendido?
- papá, ¿a dónde irás?
- sólo haz lo que te digo. Y Ace, ahora eres el hermano mayor… cuida mucho a tu hermano o hermana…- le sonrió amplio para tranquilizarle y luego le empujó dentro de la habitación en la que se suponía no debía entrar aun. Mientras su padre, el médico y las mucamas que le asistían discutían, el pecoso miró hacia la cama donde su madre gritaba de dolor, parecía estar sufriendo bastante. ¿Qué podía hacer él para que todos se calmasen? Nada absolutamente, por lo que tan sólo se limitaba a verles- ¡Ace, cuando vuelva, los llevaré al parque de diversiones!- fueron las últimas palabras de su padre antes de que le viera salir por la puerta.
Estaba demasiado confundido, no sabía qué hacer. Afuera comenzaba a escucharse un gran alboroto y en la habitación los gritos de su madre le ensordecían. Todos estaban alrededor de la cama tratando de ayudar a su madre, pero en vez de eso parecía que la hacían sufrir… los ruidos de disparos se hicieron más constantes y se acercaban más a donde estaban ellos. Las mucamas corrieron a la puerta y la bloquearon con sus propios cuerpos mientras el médico terminaba su labor… y de pronto, un nuevo grito se escuchó en la habitación, uno que opacó por completo el de su madre…
- ¡ha sido varón!- vio al doctor envolver algo entre una suave manta y lo acercó hacia el rostro de su madre, pero… algo no estaba bien, la alegría del médico se había esfumado al ver a su madre. Se escucharon unos fuertes golpes en la puerta, las sirvientas apenas y podían mantenerla cerrada- ¡Ace!- el médico corrió a donde él y le entregó lo que cargaba; aquel pequeño bulto era un bebé, estaba cubierto de sangre, y por alguna razón, dejó de llorar en cuanto se sintió acunado entre los brazos del niño- ¡Ace, él es tu hermano menor!- trataba de explicarle al niño lo más rápido que podía- su nombre es Luffy, así lo han decidido tus padres… ambos deben esconderse, ¡Ahora!
- ¿es un juego?
- algo así. Ahora escóndete, no dejes que nadie te encuentre
- ¿qué hay de mamá? ¿Ella está bien?
- tu madre… está muy bien, sólo descansa… traer a un bebé al mundo es muy difícil. Anda, haz lo que te digo- le dio un pequeño empujón al niño y de su bata sacó un arma, apuntando hacia la entrada.
El pecoso miró rápidamente por toda la habitación, ¿en dónde podrían esconderse? No había mucho para elegir ahí. Corrió hacia el armario y entró en él, acurrucándose en una de las esquinas para que no les vieran. Segundos más tarde, se escuchó un fuerte estruendo seguido de gritos y disparos, asustando al pequeño que llevaba en brazos.
- shhh Luffy… van a encontrarnos…- intentaba calmarle meciéndolo suavemente; ese no era un juego, incluso él lo sabía a pesar de su corta edad… alguien los estaba atacando… ¿eran ladrones? ¿Bandidos? ¡¿Qué querían esos sujetos de su familia?!- shhh Luffy, no llores, no llores…- le pedía en súplica a su hermanito a pesar de que él mismo comenzaba a llorar, estaba muy asustado- mamá… papá… ayuda…- apretó a su hermano contra su pecho y siguió intentando que guardara silencio. Y para su fortuna así fue, el menor se durmió entre sus brazos, y él… él no hacía más que temblar y apretar los párpados, esperando a que sus padres fueran a buscarles.
No supo cuánto tiempo fue el que pasó, pero para él fue una eternidad escuchando aquella sangrienta pelea desde su escondite… y ahora no había ruido alguno… ¿sería bueno salir? Mejor no, no quería arriesgarse. Esperó un rato más hasta que la puerta se abrió; sin pensarlo, salió desde el fondo del armario hasta la puerta, pero… ese no era su padre ni nadie que conociera… abrazó al bultito entre sus brazos y se puso a la defensiva, no dejaría que tocasen a su hermano menor. Aquel sujeto sacó un arma, y sin dudarlo, apuntó hacia él…
- lo siento pequeño, son órdenes…- escuchó cómo cargaba el arma, ¡de verdad iba a dispararle! Ace cerró los ojos y cubrió a su hermanito, no podía fallarles a sus padres, al menos Luffy debía seguir viviendo… escuchó el estruendo del arma, pero no sentía dolor… temeroso, abrió los ojos… de pronto había un hombre medianamente canoso con ellos, el sujeto comenzó a discutir con el anciano hasta que éste le hizo guardar su arma. No entendía muy bien lo que sucedía, mas al ver que el anciano intentaba tocarles, no pudo hacer otra cosa que morderlo; no iba a abandonar a su hermano.
- ¡¿A QUIÉN CREES QUE RETAS, MOCOSO DE MIERDA!?- gritó de pronto el sujeto, y tras un fuerte dolor en la cabeza, todo se volvió oscuro…
--End Flash Back—
¿Por qué? ¿Por qué recordaba eso ahora? Toda su infancia había permanecido borrosa para él y en verdad no le importaba que fuese así; su abuelo le había dicho que sus padres habían sido asesinados cuando era un niño y él jamás lo cuestionó pues recordaba un poco el incidente… pero lo que no recordaba era que su abuelo había estado ahí, y que posiblemente haya tenido que ver con las muertes de sus padres, pero… ¿por qué? ¿Por qué asesinaría a su familia? ¿Por qué lo ayudó a él y a Luffy se día? ¿Por qué desconocía ese informe?
- fufufufu, espero que esté disfrutando la lectura, vice comandante…- el pelinegro se estremeció del susto al ver entrar no sólo a Doflamingo, sino a otro sujeto prácticamente igual a él; llevaba un abrigo de plumas negro, gafas oscuras y un cigarro encendido en la boca- aunque no necesitaba leerlo, ¿usted estuvo ahí, cierto?
- no sé de qué hablas- evadió su mirada y por instinto retrocedió; ese rubio le provocaba un temor que no había sentido antes- seguramente esto es invención tuya para confundirme
- ese informe viene directamente del archivo de Whiskey Peak, todo lo que dice es cierto, y tú lo sabes mejor que nadie, Portgas D. Ace… ¿o debería decir Gol D. Ace? El primogénito de Gol D. Roger, conocido como Gold Roger, el rey del bajo mundo antes que Mr. 0…
- ¡¡NO, ES MENTIRA!! ¡¡YO NO…!!
- es una lástima que las únicas personas que podían contarte la verdad estén bajo tierra, fufufu… aunque el comandante Smoker más bien “voló” fufufufu…
- ¿Smoker?
- él estuvo ahí ese día al igual que tu abuelo, seguramente no lo recuerdas, fue hace casi veinte años y tú seguramente eras un chiquillo…- los ojos del rubio centellearon tras sus gafas violetas, adoraba ver la confusión en el rostro de aquel pecoso- desearía que te hubieran matado ese día, así no tendría que pasar por tantas molestias en estos momentos
- ¿por qué me enseñas esto? ¿Qué quieres de mí?
- según las reglas del bajo mundo, al ser hijo primogénito de Roger, y tras la “accidental” muerte de Mr. 0, te has convertido en su sucesor… el nuevo Rey del Bajo Mundo…
- ¡ESO ES IMPOSIBLE! ¡NO SOY HIJO DE ESE SUJETO Y MUCHO MENOS SOY UN CRIMINAL!
- tú y yo sabemos de dónde vienes, pero esos vejestorios insisten en un prueba concreta, así que… en cuanto la tenga, podrás preguntarles tú mismo a tu abuelo qué sucedió aquella vez…- tomó el informe de las manos del pecoso y él mismo le dio una ojeada, aunque ya lo sabía de memoria, había tenido tiempo suficiente para leerlo una y otra vez hasta el cansancio- Garp fue tan cruel en ocultarte todo esto… mentirle a un pequeño niño…
- ¡no es verdad! ¡Lo que dices no es verdad! ¡Yo no soy hijo de un criminal!
- bueno, mientras decidimos si lo eres o no, tenemos bastante tiempo para divertirnos juntos- dejó el documento sobre la mesita de centro y sin aviso previo empujó al pecoso sobre el sillón detrás de ellos, y sin darle oportunidad a reaccionar siquiera, dejó caer todo su peso sobre él- fufufu, esta vez tengo algo de tiempo para ti…
- ¡quítate de encima bastardo!- por más esfuerzo que hacía, el rubio era mucho más grande y pesado que él, sin mencionar su fuerza física… si al menos tuviese sus armas tendría alguna oportunidad contra él- ¡déjame en paz!- logró liberar uno de sus brazos, dándole la oportunidad de lanzarle un puñetazo a su atacante, pero éste fue fácilmente interceptado por el otro
- me gusta cuando pelean, es más divertido verles quebrándose entre mis manos- su enorme mano envolvía con facilidad la del oficial por lo que la apretó con fuerza, haciendo crujir los huesos de su muñeca sin llegar a romperlos pero dejándoles entumecidos- luces delicioso, Ace-chan~ déjame probarte…- y tal como advirtió, sus dientes atacaron el cuello del pecoso, succionando y mordiendo con fuerza su piel
- ¡Basta! ¡Suéltame!- tenía que admitirlo, estaba asustado… no, aterrado… ya había visto de lo que Doflamingo era capaz y definitivamente no quería terminar como Eustass Kid- ¡¡BASTA!!
- grita más Ace-chan, eso me excita tanto…- abordó sus labios de la misma forma hambrienta que hizo con su cuello, introduciéndose rápidamente en su boca. Sin embargo, antes de que pudiese llegar a la lengua contraria, sintió un ligero golpe en su cabeza. Se separó del pecoso, y aun sosteniéndole para que no se le escapase, levantó la vista hacia su hermano menor, quien permanecía como espectador hasta ese momento en el que le había arrojado una bola de papel a la cabeza, o así parecía por esa hoja de papel arrugada en el piso- ¿qué ocurre ahora Corazón? Estoy ocupado…
- …- el otro rubio comenzó a escribir en la libreta que tenía en su mano y se la mostró al mayor- ‘Es injusto. Siempre te quedas con toda la diversión’- enseguida cambió la hoja y escribió una nueva nota- ‘También quiero divertirme’
- … Fufufu, de entre todas las personas, no creí que fueras tu quien me pidiese algo así- se levantó del sofá con lentitud, asegurándose que el pecoso no moviese ni un músculo- está bien, por esta vez puedes tenerlo primero…- se alejó del pelinegro para dejarle espacio a su hermano menor- te estaré esperando en la oficina. No se te olvide recolectar la muestra- le recordó al menor antes de marcharse de la habitación.
Esa era su oportunidad para escapar. Ace se puso de pie y corrió a la ventana, pero no estuvo ni cerca de llegar. Aquel rubio prácticamente se había lanzado contra él y ahora le tenía sujeto contra el piso… aunque, por alguna razón, tenía la sensación de que, más que intentar detenerlo, se había tropezado y le había caído encima. Apenas se recuperó del impacto, el rubio le tomó por la muñeca con una mano y le torció el brazo hacia atrás a la vez que se sentaba sobre su espalda para evitar que se moviese.
- agh… suéltame…- no conocía a ese hombre, pero si era hermano de Doflamingo debía estar igual de desquiciado cuando menos. Cerró los ojos al sentirle recostarse en su totalidad sobre él, dejando que el humo del tabaco golpeara contra su nuca- sólo… sólo mátame…- el otro le cubrió la boca con su mano libre, impidiéndole emitir palabra alguna mientras, dejando caer su cigarrillo aun encendido al suelo, se acercaba lentamente a su oído. Ya no tenía voluntad o fuerza para luchar, tan sólo deseaba que eso acabase pronto…
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En Whiskey Peak…
- entonces… mi abuelo está…- el menor de los D. bajó la mirada en cuanto escuchó el relato de Sanji; en el fondo lo sabía, pero se negaba a creer que alguien tan fuerte como su abuelo hubiese sido derrotado. Apretó los puños con furia y se mordió el labio inferior con tal fuerza que lo hizo sangrar… debía contenerse, no debía llorar, tenía que encontrar a su hermano primero
- lo lamento mucho Luffy- orilló el auto en donde viajaban los dos y le abrazó con fuerza, podía imaginar el dolor que el menor debía estar pasando y aun así sabía que su imaginación no alcanzaba el dolor de Luffy. Nunca habría abrazado a un hombre además del marimo, pero… sabía que el chico lo necesitaba- no dejaremos que le pase lo mismo a Ace
- por supuesto que no- su voz se escuchaba diferente… no había rastro de ingenuidad en ella; al contrario, era fuerte, decidida… adulta- vamos a encontrar a Ace, no importa cómo
- claro- el rubio le soltó al ver que estaba bien, al menos por ahora. Volvió a encender el auto y siguió su camino
- por cierto Sanji, ¿a dónde se supone que vamos? El expediente que leí de ese sujeto sólo tenía su nombre y fotografía, realmente no se sabe mucho de él… ¿en dónde lo buscaremos?
- bueno, si la policía no sabe nada, seguramente en los bajos fondos debe haber alguna información, pero primero debemos buscar a un buen informante; debe haber alguno en el expediente de la policía
- ¿vamos al departamento de la policía?- ladeó su cabeza confundido- seguramente nos están buscando
- ya te dije, necesitamos información y esa es la única fuente que tenemos
- pero Sanji, yo ya… ¡¡CUIDADO!!- gritó de pronto al ver cómo dos figuras se atravesaban en el camino del auto de pronto
- ¡Joder!- el rubio giró con rapidez el volante y pisó el freno a fondo, alcanzando a penas a detenerse y esquivar a los dos transeúntes que se habían atravesado la calle sin precaución
- ¡ten cuidado animal!- uno de los sujetos que estuvo a punto de ser arrollado pateó el cofre del auto con fuerza mientras, protectoramente, mantenía al otro sujeto detrás de él- ¡¿no ves que vamos pasando?!
- ¡fíjense ustedes, idiotas!- le respondió Sanji con la misma ira- espera…- conocía a esos dos de alguna parte, estaba seguro
- ¡Shachi, Penguin!- emocionado, Luffy bajó del auto y se colgó al cuello de los dos con fuerza- ¿qué están haciendo aquí?
- oh, eran ellos…- más calmado, Sanji bajó también del vehículo para ir a encararlos- ¿qué hacen por aquí? ¿No se supone que están bajo custodia policiaca o algo así?
- ummm bueno…- el de cabello naranja se rascó la nuca con nerviosismo, desacomodándose el sombrero que llevaba puesto- si he de ser sincero, escapamos
- ya lo imaginaba. Si no hubiese sido yo quien manejaba el auto, estarían muertos o mínimamente en el hospital- con toda calma sacó un cigarrillo y lo encendió entre sus labios, dándole una profunda calada antes de soltar el humo. Mas se sorprendió cuando, de la nada, el pelinaranja apartó a Luffy y sacó un par de navajas de su ropa, cortando de tajo uno su cigarrillo con una de ellas mientras el filo de la otra apuntaba a su cuello- ese era mi último cigarro, tendré que comprar otra cajetilla y es una marca muy difícil de encontrar…
- ¡Shachi, ¿qué haces?!- Luffy intentó ir a donde Sanji, pero Penguin se lo impidió- creí que éramos amigos…
- lo siento Luffy, pero debemos encontrar al jefe- aclaró Penguin
- danos el auto, rubio…
- ¿a Torao? ¿le ha pasado algo?
- Doflamingo se lo ha llevado prisionero, aunque no sabemos por qué. No queremos lastimarlos, mucho menos a ti Luffy, así que sólo entreguen el auto y nos marcharemos
- vaya, ¿quién lo diría?- una sutil sonrisa apareció en los labios del cocinero; parecía que alguien deseaba ayudarlos desde alguna parte, encontrarse con los subordinados de Law no podía ser una simple coincidencia- nosotros también vamos en busca de ese sujeto
- ¿de Doflamingo?- al escucharlo, Shachi bajó sus armas- ¿qué quieren de él?
- ¡Ese maldito se llevó a Ace!- gruñó enfadado Luffy- ¡voy a patearle el trasero y hacer que me lo devuelva! ¡Y también voy a patearle el trasero por Torao!
- nosotros tenemos el vehículo y ustedes la información… ¿qué les parece si hacemos una alianza?
- ¿una alianza con ustedes?- intervino Penguin despectivo- sólo son unos civiles, no hay nada que ustedes puedan hacer contra la familia Donquixote, los harían papilla en cuestión de segundos. Dejen esto a los profesionales y entreguen el auto ahora
- como si ustedes fueran la octava maravilla del mundo. Les estoy proponiendo un plan para rescatar a su jefe y a Ace que no fallará… entre más seamos, mejor serán los resultados
- ¡vayamos juntos a buscar a Ace y Torao!- en ese momento, el único que parecía optimista era Luffy- ¡será divertido!
- pe… pero…- el pelinegro retrocedió ante la mirada del menor de los D., ahora comprendía por qué su jefe caía ante cualquier petición de ese chiquillo, ese rostro convencía a cualquiera- ¿qué opinas Shachi? Ellos tienen el auto y no creo que podamos quitárselos tan fácil- le murmuró a su compañero
- …si algo le llega a pasar a Luffy, el jefe nos mataría- Shachi suspiró resignado- si van solos seguramente los mataran, y no podemos permitir que toquen a Luffy… de acuerdo, seamos aliados. Nosotros los guiaremos por el bajo mundo y ustedes… ¿qué pueden hacer ustedes? Son un niño y un cocinero solamente…
- el cocinero que derrumbó a Mr- 0- aclaró Sanji- un mafioso más vendría bien a mi lista de logros
- ¡yo puedo ayudar también! Ah pero… no se supone que deban saber- Luffy meditó unos momentos- ¡yo no puedo hacer nada y no puedo decírselos!
- como sea, vayámonos. Estamos llamando la atención y la policía seguramente ya nos estará buscando- Penguin fue el primero en subir a la parte trasera, seguido de Shachi
- ¿han dejado que les siga la policía? Qué descuidados. Vamos Luffy
- pero Sanji, a nosotros nos está buscando la policía también- Luffy y el cocinero subieron igualmente, siendo el rubio quien conducía
- error, te buscan a ti. Yo sólo soy un simple civil, ya lo dijo la orca*
- ¡¡oye!!- se quejó Shachi
- por cierto Sanji, no sabía que tenías auto
- no es mío, ni siquiera tengo licencia de conducir. Se lo robé al marimo, no lo usará en un buen rato…
- ¡eres igual que nosotros!- mencionaron los otros tres al unísono mientras se dirigían fuera de la ciudad.
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La puerta de su oficina se abrió con lentitud y por ella entró su hermano menor. A simple vista se notaba que tuvo algunas dificultades; tenía un marcado golpe en la mejilla, varias plumas de su abrigo caían mientras caminaba, su ropa estaba hecha un desastre y una de las mangas de su camisa de estampado de corazones había sido arrancada por completo, dejando a la vista las varias marcas de mordeduras y golpes en su brazo
- fufufu, vaya… parece que Ace-chan es más fiero de lo que pensé…- Doflamingo había dejado todo lo que hacía sólo para burlarse de su hermano menor, no es que no estuviese acostumbrado a verle mal herido, sólo que la razón por la que había terminado así le pareció muy divertida- ¿al menos valió la pena?
- ‘totalmente’- anotó el menor, mostrándole el pequeño mensaje al otro
- me alegra saberlo, fufufu. Si has conseguido lo que te pedí, podemos declarar tu misión un éxito total- vio a Corazón buscar en el bolsillo de su pantalón hasta que sacó de éste dos pequeñas bolsitas de plástico selladas; en ella había unos cuantos cabellos oscuros, y en la otra, un trozo de papel manchado de sangre- fufufufu, te adoro Roci- tomó las muestras de las manos de su hermano y se dio el lujo de mirarlas con detenimiento- Te recompensaré más tarde, primero debo asegurarme de que esto llegue al laboratorio en donde está la muestra de Roger
- ‘¿cómo has conseguido la muestra de Roger?’
- había un mechón de su cabello en el expediente de su caso, ahora sólo falta un análisis de su DNA con el de Ace-chan para probar que es su hijo. Con los incentivos adecuados, pueden tener los resultados en un par de días…
- ‘entiendo’
- ve a que Law-chan te revise esas heridas y luego descansa, has hecho suficiente por mí hoy- el menor asintió y salió de la oficina de su hermano. Doflamingo no dejaba de mirar aquel par de bolsitas; sólo unos días más y el bajo mundo sería completamente suyo…
Continued…
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* Shachi significa “Orca” o “ballena asesina” en japonés