Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Locura y deseo. por Seiken

[Reviews - 58]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Disclaimer: Estos personajes no me pertenecen y por lo tanto no gano dinero haciendo esto, solo la satisfacción de recibir sus comentarios, quejas o sugerencias…

Avisos:

Esta historia es de género Slash o Yaoi, Kakashi es uke como en mis otras historias, y contiene un Sasuke/Kakashi.

Locura y deseo.


Capítulo 15: Derrota.

— Dame una revancha, una última pelea y si gano, tendré el derecho de cortejarte, si no te agrado a pesar de todo, me retirare.

Kakashi evito que sus compañeros dijeran cualquier palabra, notando como Gai y Sakura estaban a punto de estallar a causa de su enojo, encontrando las acciones de A deshonrosas, pero él era quien tenía la última palabra, así que esperaron por su respuesta.

— ¿Sabes que tengo un amante?

Pregunto con frialdad, A respondió con un ligero asentimiento de la cabeza.

— ¿Quién es él?

De nuevo parecía saberlo, pero para él sus deseos debían ser irrelevantes.

— ¿Qué no estoy dispuesto a abandonarlo por ti?

Obviamente no le interesaba, pensó Kakashi con desagrado.

— ¿Qué aunque pierda no voy a dejar de verlo?

Cada pregunta que le hacia Kakashi, A parecía saber la respuesta y aun así, no se retractaba de su exigencia, quería una revancha, quería su permiso para cortejarlo, aunque no estuviera dispuesto, por lo que levantándose, quitándose su uniforme, se preparó para el combate que seguiría a continuación.

— En ese caso, no veo como pueda negarme, si a cambio tú perdonas la vida de Sasuke, sin ponerlo a votación, Kage supremo…

El Raikage se recargo en la mesa mirándolo fijamente, como si no estuviera dispuesto a cumplir otra de sus promesas, Kakashi imito sus movimientos, levantándose de su asiento, acercándose al Kage de piel oscura, retándolo a negarse a su propuesta en silencio.

— ¿Solo Sasuke?

Pregunto con diversión, durante su último reto exigió que fueran perdonados Sasuke y su equipo de traidores, por lo que suponía que esta ocasión no sería diferente, así que espero por la respuesta de Kakashi.

El Hokage guardo silencio, preguntándose si acaso A se estaba burlando de él, probablemente debía ser tan claro con el Raikage como si se tratase de un pequeño de Genin.

— Sasuke, Suigetsu, Karin y Jugo, ellos deberán ser perdonados.

SKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSK

Sasuke regreso con prisa a la aldea oculta de la hoja esperando poder encontrar a su sensei, pero al único que vio fue a Pakkun, quien se encontraba acostado en una pequeña cama para perro, la cual se veía sumamente cómoda.

El joven castaño se acerco al pequeño pug en su cómoda cama, riéndose por el absurdo de esa imagen, mucho más pensando que un shinobi veterano, el Hokage de la aldea, trataba a su perro de mayor edad como a un niño pequeño, preguntándose cómo era que cuidaba de sus otros perros.

Probablemente hacia lo mismo con ellos, pero su departamento era demasiado pequeño para dejarlos dormir a todos en su compañía o tal vez, Pakkun tenía un trato preferencial, era el más viejo, llevaba tanto tiempo a su lado que parecía imposible, aun para un summon, además de que suponía era el más inteligente de todos los perros de su amante.

Cuando Pakkun sintió una mano acariciando su cabeza primero se restregó contra ella, girando un poco en la cómoda almohada, mostrándole su barriga, abriendo los ojos para ver que era el amante de Kakashi.

— Sasuke Kun.

Se sentía extraño que un perro le hablara como si fuera solo un pequeño Genin, pero el único jefe o alfa que tenía era Kakashi, o eso suponía, ya que a él jamás le había hablado con el mismo respeto que trataba a su antiguo sensei, pensó Sasuke rascando el estomago del Ninken.

— Me alegra tanto que estés aquí.

Pronuncio el perro levantándose de la cama, parecía preocupado, e inmediatamente Sasuke se pregunto a que se debía eso, el perro ninja estaba preocupado por su jefe, no creía que fuera lo suficiente poderoso para enfrentarse al Raikage y tal vez cuando regresara ese humano con ese horrible chakra, lo habría derrotado.

El pequeño necesitaba ayuda, aunque no supiera como pedirla y se negara a aceptarlo, pero ahora que ya no estaba solo, que Sasuke estaba a su lado, debía confiar en él, después de todo era su compañero, su pareja, ese era su trabajo.

— Kakashi fue a una de esas juntas, ese hombre con ese chakra terrible le hará daño.

Sasuke no supo qué hacer cuando escucho esa advertencia, estaba asustado, creía que lo perdería, que A le obligaría a consentir su cortejo para después hacerlo su amante con algún extraño reto.

— Llévame con él, no dejare que le hagan daño de ninguna forma, pero no sé donde se están reuniendo Pakkun.

Debía estar calmado, controlar su enojo y los deseos incontenibles por destruir a todos aquellos que quisieran arrebatarle a Kakashi, odiando a Orochimaru como nunca y después al Raikage, aun ese Chuunin y los celos que sentía Naruto cada vez que los veía juntos, haciendo que se preguntara cual era la razón de su molestia, la cual iba en aumento con cada día que pasaba.

— Sí, te llevare con él.

Sasuke asintió, cargando al perro ninja en sus brazos, seguro que Pakkun no llegaría a tiempo, no era tan rápido como él, e inmediatamente comenzó a seguir el camino que le indicaba el perro ninja.

Deteniéndose en las puertas de la aldea cuando un shinobi lo saludo con la mano levantada, casi como si fueran amigos y no le hubiera advertido de las consecuencias de acercarse a su amante, las cuales podía ver por el comportamiento del Chuunin y de Kakashi, que había decidido ignorar en contra de todo sentido común.

Tal vez pensando que no las llevaría a cabo, por un momento quiso pasar de largo, ignorar a ese molesto Chuunin, pero si algo había aprendido era que mientras más información tuviera era mejor y que no debía menospreciar a sus enemigos, por pequeños que estos fueran.

— Sasuke Kun…

Aquellas dos palabras fueron pronunciadas con sorna, casi como si fueran un insulto, una actitud muy extraña en el instructor de la academia ninja, quien siempre era amable y hasta dulce, demasiado cortés con cada uno de los habitantes de la aldea.

— Iruka…

No tenía tiempo que perder, así que lo mejor era que se apresurara, notando como Pakkun parecía extrañado por un momento al percibir un ligero cambio en su chakra, él que también sintió Sasuke.

SKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSK

Kakashi esperaba que de un momento a otro A negara su petición, diciendo que solamente estaban hablando de Sasuke o que cambiara su propuesta para agregar a los otros tres, quienes a su forma de ver, complementaban las habilidades ninja de su antiguo discípulo y amante.

— Muy bien, Kakashi, esos cuatro shinobis serán perdonados, como muestra de mi afecto por ti.

El Hokage estuvo a punto de contradecir aquellas palabras, no podía existir ninguna clase de afecto, sólo una fijación con su apariencia o su reputación como shinobi, lo cual era diferente a sentir afecto por una persona.

— ¿Cuándo se realizara el combate y bajo que reglas, Raikage?

Pregunto Sakura, notando que su sensei no estaba pensando con claridad en ese momento, ella tampoco lo haría sí hubiera sido traicionada de aquella forma y fuera tratada como un objeto, algo bonito sin mente ni voluntad propia.

— ¿Dejas que tus acompañantes hablen por ti?

Kakashi respiro hondo, dándose cuenta de lo mismo que Sakura, en ese momento no estaba en condiciones para realizar esa clase de trato, ni ningún otro, por lo cual estaba dispuesto en confiar en el instinto y la inteligencia de su consejera.

— Sí, cuando tienen algo importante que decir, no creo que se traten solo de herramientas u objetos, así que pueden hablar cuando ellos quieran.

A entrecerró los ojos, pero no dijo más, indicándole a Sakura que repitiera la pregunta con un movimiento de su mano derecha.

— Antes de que empiece el combate, debemos asegurarnos de que si ganamos, esta vez sí cumpla con su palabra Raikage sama, porque de lo contrario no le vemos caso alguno a comportarnos como personas civilizadas en una junta de estado, cuando usted insistirá en buscar excusas para su comportamiento poco honorable, si me permite decirlo.

La valentía de Sakura siempre le había sorprendido pensó Kakashi, ella había dicho lo que él no se atrevió a pronunciar y esperaba que de un momento a otro el Raikage perdiera la paciencia, fingiendo sentirse insultado, pero no lo hizo, en vez de eso guardo silencio, pensando en su respuesta.

— Sí Kakashi me gana en un combate cuerpo a cuerpo, sólo entre nosotros dos, lo dejare ir, olvidándome de él, pero si yo gano tendré el derecho de cortejarlo en las cinco naciones ninja y al menos una vez antes de la siguiente junta, él vendrá a mi aldea, como mi invitado de honor.

Kakashi se sentía como en una entrevista de matrimonio, un Miai, probablemente eso era de lo que se trataba todo ese asunto, porque al ver los ojos del Raikage y su lenguaje corporal, no había forma alguna de librarse de sus atenciones, siendo Hokage o no, estando presente en las aldeas o perdiéndose en las sombras.

Sakura escucho esa propuesta con enojo disimulado de atención, por alguna razón el Raikage deseaba que su sensei lo visitara en su nación, tal vez para darle un mensaje a las otras naciones o para que pareciera que su relación era segura y consensual, porque sí estaban cooptando a Kakashi a permitir ese cortejo no era de aquella forma.

— ¿Qué hay de nuestros puestos?

Esa pregunta sorprendió al Raikage, quien parecía visiblemente confundido, como si interferir con sus deberes nunca le hubiera importado al realizar ese duelo, pero Kakashi tenía que estar seguro de cualquier forma.

— ¿Qué hay con eso?

Kakashi había guardado sus temores para él todo ese tiempo, por lo cual, nadie los entendió en un principio, pero de todas formas no estaba de humor para escuchar preguntas ni para responderlas, esa junta debía terminar antes de que los otros Kages se hicieran presentes.

— ¿Este cortejo no es un elaborado engaño para meter tus narices en mi aldea y poder ordenarme como un títere cuando por fin obtengas lo que quieres de mi?

La sorpresa de A fue mucho mayor, él estaba seguro que Kakashi no dejaría que opinara en ningún asunto relacionado con su aldea y esa era una de las razones por las cuales le respetaba, por su lealtad inquebrantable, por su honor como shinobi.

— ¿Eso es lo que te preocupa, Kakashi?

El ninja copia no se molesto en responder esa pregunta, esperando la respuesta del Raikage, la que vino primero en forma de una sonrisa para después convertirse en una carcajada, parecía que sus temores le eran divertidos, logrando que Kakashi comenzara a perder la paciencia.

— No me interesa tu aldea ni tus habilidades ninja.

Kakashi arqueo una ceja al igual que Sakura, quien suponía el Raikage no estaba mintiendo, parecía que su interés, por incorrecto que fuera, era genuino y enfocado en su sensei como persona, no como Hokage ni como shinobi.

— No es que no las respete, pero sé que nunca traicionarías a los tuyos por actos egoístas, tu deber y tu honor son inquebrantables, eso lo admiro, como aprecio muchos de tus puntos de vista, Kakashi Hatake.

Killer Bee guardaba silencio con sus brazos cruzados delante de su pecho, su hermano se estaba comportando como todo un muchacho enamorado, como un tonto sentimental y eso no le quedaba, no obstante, suponía que si A estaba próximo al retiro, no había ningún problema porque persiguiera uno de sus últimos deseos como Raikage, usando su poder para forzar un consentimiento en el ninja copia, quien parecía renuente a considerarlo como pareja.

— Tu decisión de pareja por otro lado no es una de las mejores que hayas tomado, pero sé que puedo hacerte cambiar de opinión, si me das una oportunidad.

Kakashi esperaba que A no dijera el nombre de su amante, no quería que Sakura supiera de su relación con Sasuke en esas condiciones, eso la destrozaría, aunque aun no sabía en qué momento ella no sufriría por su desafortunada última misión, la que lo había entregado a los brazos de su antiguo alumno, un lugar que no deseaba abandonar.

— Eso es lo único que deseo, pero si no lo logro, al menos tuve mi oportunidad, aunque tuve que ganarla por la fuerza.

Eso ultimo lo dijo de una forma que le hizo creer a Kakashi que su negativa le dolía, pero sacudiendo esa idea de su mente, asintiendo, A estaba forzando esa oportunidad, como si se tratase de una guerra o un combate, el cual aun no había sido formalmente anunciado.

— El duelo…

Pronuncio Kakashi, tratando de ser amable con el Raikage, y ser tan directo como podía al mismo tiempo, tratando de pensar la razón por la cual, a esa edad y con ese puesto, parecía que sus pretendientes se diseminaban a una velocidad inconcebible, ni siquiera era tan hermoso ante sus ojos.

— ¿Cuándo será el duelo?

SKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSK

Iruka había estado siguiendo a Kakashi, pero no de una forma directa como lo hubiera hecho cualquier shinobi, sino que visitando los lugares que sabía eran los elegidos del Hokage o del ninja copia, esperando encontrarlo, reconociendo un patrón que realizaba casi con exactitud.

Primero visitaba una librería para comprar uno o dos libros de literatura barata, poco después vagaba en las calles de la aldea, saludando a los civiles o shinobis que se atrevían a dirigirle la palabra, finalizando en un bar para shinobis o en algún restaurante de sushi, en donde pedía una orden de pescados asados con sal y una sopa de algas, o alguna comida que no tuviera nada dulce y fuera más bien salada.

Cuando Kakashi notaba su presencia en vez de esconderse decidía saludarlo, sonreírle con amabilidad, levantando su mano y a veces, invitándolo a pasar tiempo a su lado, recibiendo la abierta hostilidad del Hokage en respuesta.

Una actitud que le parecía sumamente agradable, demasiado llamativo que un shinobi de su poder y de su reputación pareciera perdido cuando recibía esa clase de atención, hasta creía que era dulce verlo sonrojarse y después actuar molesto, como si no creyera su descaro.

Lo único que no terminaba de gustarle era que recibiera a Sasuke en su cama apenas regresó, aunque suponía que existía una historia de fondo, algo que los unió lejos de la aldea oculta de la hoja, algo que debía ser reciente, que debió ocurrir en los últimos años.

Tal vez tenía que ver con la prueba que Kakashi realizo con él, esperando que adivinara sus deseos reprimidos y no tan reprimidos, si su comportamiento con ese ninja renegado era señal de su personalidad sumisa.

Naruto le había contado demasiado, lo había usado como su paño de lagrimas por decirlo de alguna forma, sin saber que su deseo por Kakashi se incrementaba día con día, tal vez lo estaba utilizando, pero en el amor y la guerra, todo se valía.

Por lo que al ver a Sasuke cargando al viejo perro ninja de Kakashi, con una expresión que dejaba en claro que estaba preocupado, demasiado estresado para controlar sus emociones y sus actos, para ser el príncipe de hielo que suponía que era, supo que ese era el momento justo para dejarle saber que su amenaza no tuvo el resultado esperado.

— Sasuke Kun.

Pronuncio con un tono de voz que esperaba fuera dulce, aunque supuso más bien sonó como un insulto, pero quien podía culparlo, él solo estaba realizando su deber cuando sabía que un ninja renegado, que solo actuaba bajo sus propios intereses, había logrado colarse en la cama del Hokage.

— Iruka.

Al principio creyó que Sasuke lo ignoraría, pero se detuvo en el preciso momento en que escucho su nombre, al mismo tiempo que Pakkun parecía nervioso con su presencia, tal vez temía lo que hiciera el volátil amante de su amo.

— ¿Qué es lo que quieres?

Iruka suspiro llevando sus manos a su cintura, tratando de pensar en la respuesta a la pregunta de Sasuke, no que no supiera que era lo que deseaba, sino por el contrario, lo que trataba de pensar era en como planteaba su respuesta.

— Chuunin.

Suponía que ese era el motivo para que Sasuke se detuviera a verle, porque solo era un Chuunin que no tenía nada que ofrecerle a su Hokage, era débil y no podía proteger a su aldea de los caprichos del menor, quien siempre se ponía una meta en su camino, aunque más bien para él era un capricho, el que una vez cumplido era olvidada.

— No todos podemos ser Jounin Sasuke, tú debes saberlo… aunque pensándolo mejor, tú no eres un Jounin, ni siquiera sé si avanzaste del grado de Genin.

Los exámenes nunca le habían importado, lo único que le interesaba era si era fuerte, si podía proteger a sus seres queridos y cumplir sus metas, tal vez para Iruka un supuesto rango obtenido en un examen controlado era mucho más importante que poseer el poder verdadero, sin embargo, tal vez iba siendo momento de que le mostrara que no estaba jugando con su advertencia.

— Pero no importa eso ahora, porque hay un asunto importante del que quiero hablar contigo, Sasuke.

Sasuke arqueo una ceja, sintiendo como el perro de Kakashi, luchaba por soltarse de sus brazos, ignorándolo por completo, tratando de enfocarse en el peso del pequeño compañero de su amante para no cometer ninguna locura.

— ¿Qué es lo que deseas Iruka Umino?

Iruka respiro hondo al escuchar esa pregunta e intento alcanzar al perro ninja, quien esta vez si logro soltarse, retrocediendo algunos pasos, parecía que aun los Ninken de Kakashi preferían al joven Uchiha.

— Quiero decirte que he pensado sobre tu amenaza y que he decidido ignorarla, es más, la insistencia del Raikage y la tuya, me hacen pensar que Kakashi tiene más que ofrecer de lo que supuse en un principio.

Sasuke estuvo a punto de levantar la mano en contra de Iruka, sin embargo, algunos shinobis parecían notar su discusión, así como Pakkun lo jalo de la ropa, sin pronunciar palabra alguna.

— No hagas tonterías Sasuke, no en este momento.

Iruka sonrió al escuchar la advertencia de Pakkun, eso era exactamente lo que deseaba, que cometería alguna tontería que demostrara que las serpientes no cambiaban el color de sus escamas ni su deseo por sangre fresca, mucho menos su lengua bífida.

— A ti ni siquiera te gustaba Kakashi antes de que yo llegara, porque parece que no puedes dejarlo en paz ahora que está conmigo.

Sasuke no estaba respondiendo como supuso que lo haría para la molestia de Iruka, quien simplemente sonrió con gentileza, como si se tratase de un pequeño confundido, logrando que Pakkun se tensara demasiado al ver como el joven muchacho dejaba que su enojo y sus celos lograran lo mejor de él, arruinando todo el trabajo duro de Kakashi por lograr su perdón y su estadía en la aldea oculta de la hoja.

— En eso te equivocas, me gusta todo de él, menos su actitud, pero por lo visto cada uno de nosotros lo juzgo mal, sí la dulzura que te muestra es una indicación de su verdadera personalidad, la que oculta debajo de todas esas mascaras debe ser aun mejor.

No tenía derecho a tratar de robarle lo que había descubierto cuando él decidió ignorarlo, pero debía calmarse, Kakashi lo amaba y si cumplía su amenaza, tendría que abandonar su lugar entre sus brazos, todo porque un Chuunin quería tener lo que no era suyo.

— Kakashi me ama a mí.

Ese parecía ser el caso, pero seguiría haciéndolo cuando el Raikage iniciara su cortejo, o cuando el joven vengador decidiera que no era suficiente el amor de Kakashi para él y que la vida en la aldea oculta de la hoja era demasiado aburrida, cuando su meta al cumplirse perdiera importancia.

— ¿Y tú lo amas a él?

Esa pregunta recibió una respuesta esperada por el Chuunin, quien de un momento a otro se encontró sostenido del cuello de su uniforme con fuerza, una amenaza que más de uno presencio, preguntándose si debían defender al querido instructor de la aldea o permitir que aquella discusión siguiera su curso.

— ¡Tu quien eres para hacerme esa pregunta!

Iruka llevo sus manos a las muñecas de Sasuke, esperando que todos los presentes notaran como no respondía a las agresiones del menor, quien parecía estar a punto de perder el control, haciendo que se preguntaran la razón de su estadía en la aldea.

— Sasuke Kun, no hay tiempo que perder.

De pronto pronuncio Pakkun jalándolo de nueva cuenta de su ropa, logrando que Sasuke lo dejara caer al suelo, antes de marcharse sin decir nada, notando como más de un shinobi se acercaba a Iruka para preguntarse si estaba bien, si necesitaba ayuda.

— ¿Qué diablos pasa con ese Chuunin?

Pregunto, cargando a Pakkun, esperando que el pequeño pug supiera la respuesta, sin embargo, el Ninken estaba demasiado confundido, ese no era el Iruka que conocían, no parecía ser gentil ni amable, ni siquiera consideraba la opinión de Kakashi.

— No lo sé, pero a Kakashi no le agrada, nunca le ha gustado.

Y eso era cierto, a Kakashi nunca le agradado Iruka, aunque muchas veces pasaron tiempo juntos, a veces discutían de asuntos sin importancia y alguna ocasión salvo la vida del Chuunin, de todas formas, su actitud no le gustaba, no sabía en qué radicaba ese sentimiento, solo que había algo sumamente sospechoso en él.

— Cree que miente sobre algo, pero no me ha dicho que.

SKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSK

La respuesta del Raikage no se hizo esperar, el duelo se realizaría apenas se terminara la junta entre los Kages, cuando estos se hubieran marchado y una vez que hubiera cumplido su parte del trato, perdonar a Sasuke Uchiha junto a su grupo de shinobis renegados.

Parecía que nadie, sólo A tenía rencillas en contra de Sasuke, seguramente porque él había logrado lo que el musculoso Kage nunca haría, no obstante, cuando hablaban de asuntos de estado, sus sentimientos estaban controlados y parecía que una vez superado el problemático perdón de Sasuke, compartían muchos puntos de vista.

Los Kages se marcharon sin decir más, el único que se detuvo unos instantes fue Gaara, quien sí suponía que había asuntos pendientes por arreglar entre sus homónimos, no dijo nada, sólo le deseo la mejor de las suertes a Kakashi, como si tratara de animarlo.

De nueva cuenta ya era muy tarde cuando la junta termino, ambos estaban preparados para enfrentarse con sus habilidades en un duelo que significaban dos cosas completamente diferentes para cada contendiente.

Para uno la oportunidad de una nueva vida en compañía de un shinobi que había deseado por mucho tiempo pero que su deber no le permitió tener hasta ese momento, cuando ya era un hombre mayor, el Raikage y su interés compartía su cama con un muchacho muchos años menor.

Para el otro su libertad, puesto que estaba seguro que si perdía el duelo ya jamás podría ser libre, porque A encontraría más de una excusa para invadir su privacidad y evitar que pasara tiempo en compañía de Sasuke, porque podía decir que sabía que no lo abandonaría por él, pero nunca dijo que no le molestaría que su cortejado compartiera su cama con otro shinobi, uno que días antes tenía un precio por su cabeza.

A se quito su sombrero entregándoselo a su hermano junto su túnica de Kage, estirando sus músculos, preparándose para darle una pequeña lección al joven Hokage, quien realizaba los mismos preparativos, solo que con un aire de indiferencia que comenzaba a enervarlo, aunque estaba seguro que en el fondo debía estar muy nervioso.

El Raikage lo estaba, aunque seguro de su victoria, sabía que esta le costaría mucho trabajo, mucho más cuando empezara su cortejo, el cual sería otro pequeño combate, cada caricia, cada segundo a su lado, sería un triunfo personal.

Sin contar que estaba demasiado excitado por esa nueva oportunidad, con sus dos manos libres podría utilizar todas sus técnicas ninja, tenía la ventaja y de nueva cuenta, podría tocar el cuerpo del Hokage durante su duelo.

Kakashi suspiro, las condiciones eran las mismas, exceptuando que en esta ocasión ganaría quien recibiera la rendición del otro o lograra que perdiera la consciencia, el menor sabía que no tenía muchas posibilidades de ganarle al Raikage, pero aun así, tendría que pelear con él como si quisiera matarlo, de lo contrario, si ese shinobi decidía menospreciarlo, entonces, tal vez podría realizar lo imposible.

— ¿Estás listo?

Pregunto Sakura, quien mas de una vez trato de hacerlo cambiar de opinión, estaba segura de que no era una buena idea darle la revancha y el compartía su forma de pensar, pero al mismo tiempo, que más podía hacer, negarse, romper su palabra ahora que Sasuke fue perdonado, ese no era su estilo.

— Tanto como podría estarlo.

Esa no era la respuesta que esperaba recibir de los labios de Kakashi, quien colocando sus manos en los hombros de la chica de cabello rosa, le sonrió a través de la máscara, seguro de que si el Raikage llegaba a conocerlo bien, perdería el interés por su persona, le mostraría que no era al que deseaba a su lado, mostrándole todos sus malos hábitos.

— No te preocupes Sakura, pero hazme un favor, no dejes que nadie se interponga en mi pelea.

Ella asintió cuando Gai se acerco a ellos, deseaba preguntarle qué haría con su Sasuke, según recordaba era su amante y no creía que estaría contento si sabía que hizo una apuesta por su mano, el no lo estaría, sin embargo, al ver la expresión de Kakashi, supuso que lo único que podía hacer era desearle suerte.

— Te deseo suerte Kakashi, aunque no creo que esto sea una buena idea, no quiero insultar tu ímpetu ni tu juventud, pero A es un shinobi muy poderoso.

Kakashi lo sabía, así que asintió, chocando su mano contra la de Gai, colocando su mano libre en su hombro, en un gesto de profunda camaradería.

— Sólo deséame suerte y no dejes que nadie se interponga en mi pelea.

Gai asintió suponiendo quien era ese alguien, seguramente Sasuke Uchiha sabría para ese momento cuales eran las intenciones del Raikage y no podía estar contento con ellas, que clase de compañero lo estaría, sin embargo, no dijo nada más, jurando que ese duelo no sería interrumpido.

— Eso haremos, mi querido rival.

Kakashi asintió, ingresando en el área del duelo, la que formaba parte del valle que entre los dos destruyeron, el que habían elegido para no causar una destrucción mucho mayor a los alrededores, diciéndose mentalmente que vería la manera de reparar lo que habían hecho en ese sitio, tal vez Yamato u otro shinobi podría acelerar el crecimiento de los arboles que incendio.

— Estoy listo.

A imito sus movimientos, deteniéndose a unos cuantos centímetros, esa ocasión no habría tiempo de ventaja, puesto que no era una prueba como la anterior, sino una de fuerza, que parecía no podría ganar.

— Me alegra escucharlo.

Fue la respuesta de A, antes de darle la mano e inclinar la cabeza ligeramente, señal de respeto por su oponente, una muestra que Kakashi imito, alejándose poco después algunos metros, preparándose para la pelea.

Los dos estaban listos, ambos usando sus posturas características de batalla, aumentando su chakra poco a poco, iluminando ese paisaje desolado, Bee estaba en medio de los dos, él se haría cargo que ninguno de los dos hiciera trampa, así como sería él juez de ese combate, las reglas eran precisas, sólo se permitían la rendición o la perdida de la consciencia, nada más que eso.

Pero por alguna razón, creía que ninguno de los dos se rendiría, así que el primero en caer sin poder levantarse sería el ganador e internamente, esperaba que su hermano no fuera ese, aunque suponía, que A pelearía con todo su poder, el que superaba a Kakashi.

— ¿Están listos?

Pregunto a los dos shinobis, listo para quitarse de en medio cuando ese combate iniciara, cuando los dos asintieron, dio la señal de que podían comenzar con el combate, alejándose con rapidez, observando como el chakra azul de Kakashi y el dorado de su hermano chocaban con un estruendoso sonido que reverbero en ese valle, como si dos fuerzas de la naturaleza hubieran colisionado.

SKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSKSK

Al mismo tiempo, Sasuke se percato de los dos chakras a lo lejos, el sonido casi imperceptible y el movimiento de las nubes, deteniéndose unos instantes en la copa de un árbol, preguntándose qué era lo que ocurría a lo lejos, recordando lo del reto del Raikage, como este no aceptaba su derrota, suponiendo que esa energía turbulenta eran los dos shinobis enfrentándose por el destino de su sensei.

— Kakashi…

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).