8. = Cap. 8. COMO SE FUE FORMANDO LA FAMILIA.
PASADO 3 AÑOS ANTES.
Frente a la Mizukague Mei Terumī se encontraba un gran problema en forma de un joven alto y delgado, con ojos color ámbar y el cabello marrón oscuro con un largo flequillo que le cubría el lado izquierdo de la cara. Vestía un largo kimono azul, con franjas más oscuras en los bordes y el dibujo de tres burbujas en la parte superior trasera; sujeto además con un cinturón naranja que también llevaba una botella de bambú y su soplador.
-no entiendo porque me pides permiso.-su semblante era tranquilo.-si sabes que no puedo dártelo, eres un Jinchūriki y como tal no saldrás de esta aldea.-contesto la mujer cansada hace algunos meses casi un año que tomo el mando había sido muy difícil reformar la aldea para que dejara su fama creada con sangre y ahora pasaba esto, llevo una mano a su cabello castaño-rojizo. -¿dime porque te quieres ir Utakata? -pregunto debido a que la mirada decidida del joven no se iba.
Utakata apretó los puños él era tranquilo y la mayoría del tiempo desinteresado o indiferente pero lo que se estaba tratando requería su lado serio y analítico activo o sino todo fracasaría y no se podía dar ese lujo.
-tengo algo importante que hacer fuera de la aldea.-contesto sencillamente viéndola a los ojos.-pero no quiero incordios tras de mí.-dijo mientras señalaba un lugar donde estaba un ANBU escondido.- por lo tanto le pido como ya dije permiso para salir de la aldea de la niebla.
El silencio se extendió.
-repito mi pregunta ¿por que? ¿Cuál es el motivo? -se cruzo de brazos y espero.
A la mente de Utakata vino la imagen de una niña pequeña de una niña de 7 0 8 años más o menos de piel blanca, con ojos sobresalientes de color negro, rostro con facciones delicadas, su pequeño cuerpo cubierto por una yukata blanca, su boca color rosa bajo, y su cabello plateado amarrado dos coletas bajas que le daban un toque muy tierno y lindo como el de una princesita.
Sin embargo no era la niña el motivo si no quién era ella, porque no era ni más ni menor que el gran bijū de Seis Colas (Rokubi) o como la conocen otros Babosa de Seis Colas (Rokubi no Namekuji) pero cuyo verdadero nombre y el cual era para él un honor conocer era Saiken, quien le entrego un precioso regalo que pensaba aprovechar perfectamente.
Después de todo no todos tienen el poder de contemplar su posible futuro y poder intentar evitar cometer los mismos errores.
Utakata renovó su ánimo y mirando a la Mizukague que esperaba su respuesta.
-Mizukague sama yo soy un Jinchūriki.-su mirada ámbar destello de orgullo cosa que sorprendió a la Mizukague.- y mi vida no fue nada fácil me tomaron como arma sin consentimiento y me despreciaron sin deberle nada a nadie creo que es tiempo de que me aleje de las personas que me han hecho tanto daño, no es que las culpe.-aclaro.-pero no es fácil pertenecer a algo que nunca te acepto quiero buscara a alguien que me acepte con todo lo que eso conlleva.-se volvió a parar decidido.- Además también quiero establecer un lazo con mi bijū creo que yo también la he juzgado mal, después de todo las acciones dependen de las vivencias y decisiones tomadas y creo que incluso esas poderosas presencias llenas de chakra tienen sentimientos.
Saiken que se encontraba en ese momento dentro de Utakata sintió el peso de la honestidad de las palabras dichas y un sentimiento nuevo se abrió en ella. Porque aunque no fuera humana si tenía sentimientos.
-Utakata san…
La hermosa mujer vestida de Mizukague se quedo sin palabras todo lo que dijo la golpeo con todo el sentimiento que desprendían, ¿por que? simple eran honestas, conto hasta 10 y medito la situación después de un rato relajo su postura y suspiro ella se había prometido que su preciosa aldea seguiría adelante perder a su ultimo Jinchūriki sería un golpe a su poder pero…
-está bien puedes salir de la aldea. -se oía resinada.- pero si algún día te necesitamos volverás y además tienes que tenerme informada de tus actividades fuera y posición cada mes entiendes.-su mirada se afilo.
-si entiendo Mizukague sama y lo acepto.-realizo una inclinación.-Si no le molesta partiré mañana a primera ho…
Antes de que terminara de decir su última palabra Utakata se vio envuelto en los brazos de la hermosa mujer de figura delgada, de cabello castaño rojizo que era su Mizukague, sin decir nada correspondió el abrazo.
-se que han sido tiempo duros en la aldea. -soltó un suspiro pesado. -por algo nuestra aldea es apodada “aldea de la neblina sangrienta”.-reafirmo.-pero si de algo estoy segura es que ha creado a hombres antes de tiempo, tu eres un ejemplo de ello porque a pesar de ser un adolecente ya tienes la mirada de todo un hombre, solo espero que tus decisiones te lleven por el buen camino y que si algún día decides regresar a tus orígenes por tu cuenta veas que el cambio si es posible. Trataremos de enmendar los errores cometidos.
Utakata abrazo mas fuerte a la Mizukague sabiendo que ella intentaba darle ánimos en para lo que le esperaba después de todo su apariencia era joven inexperto, si ella supiera, si ella imaginara lo que en realidad lo aleja de la aldea, cerró los ojos y lo vio retazos de lo que evitaba los recuerdos posteriores al jutsu tiempo, tal vez no le afectaban los sentimientos que pudo haber tenido con ellos pero si que le afectaba pensar en cómo pudo ser su vida y lo que conllevaba descubrir cosas que podían todavía pasar o no gracias a él.
Sin embargo el recuerdo que más lo animaba y generaba que quisiera irse de la aldea era tenia nombre: Hotaru del clan Tsuchigumoa quien recordaba como una chica con ojos color verde oscuro y el cabello rubio, largo y ondulado. Esa persona que de seguro ahora era una niña y no la adolecente que según sus recuerdos le ayudo cuando se estaba hundiendo en la oscuridad.
Ahora su objetivo esta claro, ya que no estaría en la aldea trataría de ir y cambiar el destino de esa niña y su gente porque creía que se lo merecía no por nada para ella fueron sus últimos pensamientos antes de “morir” y tener su segunda oportunidad.
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-“Así que estas decidido he”-retumbo la voz de su bijū desde dentro de él, mientras se alejaba de la oficina de la Mizukague, después de ver los últimos detalles para que pudiera salir de la aldea.
-“si me quedo tal vez no mate a mi maestro como antes del jutsu tiempo, hecho que ocasiono que fuera un fugitivo según mis nuevos recuerdos pero… no quiero estar cerca de él… no por ahora al menos no estoy listo”-apretó sus puños, estuvo pensando mucho después de recibir los recuerdos antes del jutsu tiempo y también después de acceder a hablar con Naruto, del cual solo tenía como referencia la imagen de un rubio de unos 15 o 16 años muy energético, terco, ruidoso pero buena persona que supuestamente “conoció”.
-“te preocupas por el pero no sabes si es bueno o no, tienes la duda solo porque en tus recuerdos un miembro ANBU te planto la duda diciéndote que en realidad tu maestro solo quería que te libraras del sufrimiento que provocaba ser un Jinchūriki y no conseguir mi poder con fines de ambición como pensabas”
-“no quiero arriesgarme Saiken.”
Guardo silencio dejando que este dijera lo que él no podía.
No quiero comprobar si es malo o no…
No quiero saber si una de las pocas personas que me acepto solo fingía hacerlo.
-“tú lo sabes mejor que nadie según mis recuerdos antes del jutsu tiempo, en cualquier momento mi maestro Harusame moriría intentando extraerte de mí, y aunque ahora no hay riesgo porque tú no estás sellada en mi sino tenemos una conexión.-suspiro.-aun así correros el riesgo de que ocurra algo malo por no saber que ocasionaría que intente “extraerte” así que mejor no arriesgarnos podrían lastimarte”.
La poderosa bijū no dijo nada más las últimas palabras del joven la dejaron sorprendida y con un agradable sentimiento, para ella era fácil convivir con el debido a que ambos poseían caracteres calmados, tranquilos o serenos, y además contaba con la ventaja llego a conocerlo mientras estaba encerrada dentro de él, incluso sabía cómo racionaba en ciertas ocasiones difíciles gracias a que sabia sobre su antigua y triste vida antes del jutsu, donde además de haber sufrido por ser su contenedor también se le agregaba la vida que tuvo después de matar a su maestro y convertirse en fugitivo que se pasaba despreciando los lazos entre maestro y alumno, y huyendo de los ANBUS que su propia aldea enviaba así como los casa recompensas que querían los 50 000 000 Ryo que pondrían por él.
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Las llamas bailaban lentamente sobre los maderos, su color era rojo con llamaradas azules, todas y cada una de las pequeñas flamas se movían con el aire que las alimentaba y animaba a elevarse cada vez más para cocinar a fuego lento un pedazo de carne de conejo que se suspendía ante ellas atrapado en algunas poderosas ramas entrelazada.
Dos hombres junto con las figura de dos niños acampaban cerca de la Aldea Oculta entre las Rocas en el País de la Tierra.
Uno era el Han ex-Jinchūriki de cinco colas (Gobi) cuyo nombre verdadero era Kokuō, este hombre lucia una apariencia calmada y tranquila mientras comía a su lado como siempre que era hora de dormir descansando a su lado su armadura llamada "Armadura de Vapor" tenía un horno en la parte trasera que emite vapor, y que además le da un aumento de velocidad y fuerza. Esta por lo general se extendía por todo el cuerpo hasta la mitad inferior de su rostro, el encubrimiento. Aparte de su armadura roja, también llevaba una capa roja (sombrero cónico de paja) que parece estar compuesto del mismo metal que su armadura.
-ya lo asimilaste. -se atrevió a preguntar al divisar los rostros serios de los dos niños que los acompañaban.
El hombre frente alzo la vista y lo observo detenidamente llevaba un cabezal grande que consistía de una corona, llevaba su protector de Iwagakure, un anillo, y una armadura de color negro corriendo por su mejillas y en la nariz. A pesar de su avanzada edad, tenía el pelo rojo. Su cabello y su barba eran exactamente el mismo estilo que la del Yonbi.
-seria mentira decirte que si.-miro a la pequeña que no era más que Kokuō (cinco colas) de piel blanca como nieve, cabello risado y largo de color plateado como la luna, ojos que tienen debajo con una lía roja de iris celestes, y después fijo su mirada en Son Gokū Seiten Taisei, o como el le decía para abreviar Son Goku un pequeño infante de la vista de no más de 7 o 8 años cuyos iris son de color amarillo como el oro, pupilas blancas, piel roja de un tono tostado.
Las llamas de la fogata eran tenues pero para Han y Rōshi que estaban en un lugar calido eran perfectas para la noche.
-Desde este momento no les queda más que confiar.- susurro Kokuō con unavoz suave pero profunda.
-El mocoso de Konoha ha demostrado que esta a la altura solo falta no dejarlo caer.- sus ojos brillaron como el fuego que contemplaba.
Kokuō asintió.- si por mi fuera evitaría escaparia de esta guerra de hombres pero soy consiente que eso es de cobardes y después de lo que han hecho por mi y mis hermanos al menos prometo realizar mi parte del trato y espero esta vez poder salvar nuestro futuro.
Sus palabras traían promesas a futuro un futuro donde ellos mismos encontrarían nuevos comañeros, nuevas aventuras un nuevo destino donde habría cosas buenas como malas.
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Era un hermoso día soleado el lago estaba resplandeciente con sus aguas cristalinas y las plantas se movían levemente con el viento.
Yagura se encontraba sentado en un mantel mientras acomodaba la comida que había en una canasta de Picnic, después de unos meses por fin le permitían estar solo y sin supervisión al menos por más tiempo que anteriormente.
Desde que llegaron tanto Isonade como él; con Fuu, Yagiko y Chōmei hace unos meses noto de inmediato que estaban enterados de su situación y lo agradeció porque evito preguntas incomodas con respecto a su casi “suicidio” y además consiguió la paz suficiente para volver a adquirir la cordura perdida.
Sus actividades en grupo consistían hasta ahora en viajar de un lado a otro ayudando a las personas si podían, acampaban en los bosques donde se podía cazar, cuando llegaban a aldeas pequeñas hacían uno que otro trabajo fácil para conseguir un poco de dinero, para poder sobrevivir mientras las cosas se acoplaban y daban el siguiente paso del cual solo esperaban indicaciones para hacerlo.
Sin embargo se permitían disfrutar de momentos tranquilos solo para ellos. Por lo cual se pudo hacer una idea de las personalidades de cada uno y su forma de ser en esos meses.
También estableció unas relaciones un poco raras con ellos ya que Fuu debido a su apariencia infantil la mayoría del tiempo lo trataba como su hermano menor al igual que Yahiko. No los culpaba ya que todos cometían lo mismo con los poderosos bijūs quienes adquirieron una apariencia de niños de entre 7 y 8 años pero es que ¿cómo resistirse? ambos desprendían una aura infantil atrayente y pura que asemejaba a magia.
Cualquiera que viera a Chōmei la bijū de 7 colas diría que es una preciosa niña de piel ligeramente pálida, ojos que soltaban un brillo naranja en un fino rostro angelical y pelo negro con tonos verdes.
Mientras Isonade parecía un baroncito de piel color perla y cabello rojo obscuro, cuyo ojo derecho estaba oculto por su flequillo debido a una lesión, dejando a la vista solo su ojo izquierdo que era de un hermoso color gris con ondas negras, perfil varonil aniñado que le daban un aire de pequeño guerrero misterioso.
Las risas que se oían a lo lejos lo distrajeron de sus actividades y dirigió su vista hacia donde provenían al mismo tiempo que se podía ver claramente como todos se divertían, Fuu y Chōmei estaban arrojando agua contra Isonade y Yahiko pareciera que están competiendo por ver quién vencía a quien.
El solo ver que los bijūs se divertían con simples niños humanos le hacía sentir bien ya que por años se había imaginado algo así, pero había sido solo algo de su imaginación nunca dio un paso para lograrlo y luego lo manipularon y todo se fue a la mierda…
Movió la cabeza y dejo el tema por la paz, prefiriendo remunerar como Fuu desconocía el verdadero nombre de Chōmei refiriéndose a ella como Nanabi (siete colas) al principio de su llegada no lo entendió pero cuando le pregunto a la bijū el por que de no usar su nombre, esta solo le respondió que Fuu no se lo había preguntado por lo tanto ella no lo había dicho y dejo que la llamara como quisiera hasta que la joven se decidiera a preguntarlo.
El sonrojo de la joven fue épico y su vergüenza también desde entonces Fuu no volvió a referencie a Chōmei como Nanabi (siete colas) nunca más, ya que le recordaba su falta de educación y tacto a pesar de considerar a la misma como su primer vinculo importante después de ser despreciada por tanto tiempo.
Soltó un suspiro y volvió a concentrarse en el ambiente armonioso se alegraba de haber sugerido un día de campo al aire libre y disfrutar del estupendo día que el sol se encargaba de regalarles.
-¡pueden venir a comer! –grito después de terminar de sacar la comida y enseguida las cuatro figuras se apresuraron a salir del agua todas mojadas y con sonrisas en sus rostros, aunque Isonade solo tenía una pequeña sonrisa.
Aunque había algo que le incomodaba y esperaba resolverlo pronto tal vez el pequeño rubio podría… sonrio tenia un plan.
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-“buenas tardes Yagura san, Isonade me ha contado sobre su idea de cambiar de apariencia permanentemente y que esperaba que Kurama pudiera ayudarlo con eso”
-“buenas tarde Naruto kun, y si estas en lo correcto”.-dijo mientras se acomodaba para hablar con más libertad con su interlocutor asiendo que apareciera en la dimensión especial para los bijūs y sus contenedores.-“quisiera dejar mi apariencia actual y comenzar de nuevo así como cambiar mi nombre, cres que puedan ayudarme con eso”-dijo viendo los ojos del rubio frente a él.
-“Yagura san, si su deseo es cambiar de apariencia permanentemente como me ha dicho tengo la solución, pero debe de estar seguro de esto porque el jutsu es permanente y además tendrá que conseguirlo”.-su voz estaba dudosa y preocupada Yagura lo noto.
-“estoy seguro, puedes decirme como conseguirlo Naruto kun”.-contesto interesado.
-“bueno primero que nada tiene que ir al país demonio y contactar con Taruho quien se encuentra en el país del demonio.
De la nada apareció una imagen de un joven que tenía el pelo hasta los hombros de color marrón, llevaba unas gafas rectangulares rojos y un traje japonés color verde, con un protector en el pecho gris que además llevaba un par de Flechas y un Arco.
-“ahora debe tener menos edad lo conoci durante una misión, en ese entonces era el guardespaldas de Shion quien era la actual sacerdotisa del lugar”
Ahora apareció una imagen de una joven de ojos claros de color lavanda, y el pelo rubio claro que cae más allá de su cintura, que le mantiene atado al final con un arco. Lleva un corsé blanco, con una chaqueta de color amarillo mostaza, que se ve un poco grande para ella, y pantalones de color rojo.
-no estoy muy seguro de como funciona pero Taruho es miembro de una familia importante que desarrollo el Método: Cambio de Cuerpo del Espejo de Sombra (Kage Kagami Shinten no Hō) es una técnica transmitida de generación en generación en el Pais de los Demonios en una de mis misiones en el otro mundo fue usada por Taruho para alterar su apariencia a la de Shion. Cuando se activa, lazos de luz se extienden en varias partes del cuerpo cubriéndolo completamente mientras lo transforman en la apariencia que quiere el usuario. Aún así su voz no cambia. Al contrario de la técnica de transformación normal, esta es permanente. La única teoría que tengo para poder volver a la apariencia normal, es usarla de nuevo para transformarse en si mismo pero tendrá que descubrir usted si mi teoría es verdadera.
Yagura asintió y después dudo un poco antes de hablar.
-como sabras este pedido tiene una finalida. –Aunque Naruto estaba curioso de asaltarlo con preguntas se relajo para evitar alterar al Yagura aun no olvidaba su intento de suicidio y el era dobe pero no tanto.- una vez que cambie de apariencia Karatachi Yagura morirá totalmente y resurgirá como Hikaru y tal como su nombre los dice espero me traiga luz a mi vida para poder llevarla a los demás.
Naruto solo asintió con el mayor respecto del mundo si ese era su deseo asi lo aceptaría elevo su pequeña mano y solto una de esas sonrisas tan suyas.
-Entonces déjeme ser el primero en darle la bienvenida a la vida Namikaze Hikaru después de todo ya somos familia.
Ante un sorprendiendo ex Mizukague y antes los ojos de Naruto en ese momento surgio una nueva persona con más vida en los ojos de ese hombre atormentado, no seria fácil pero seria un comienzo.