Shizuo dio una profunda bocanada a su cigarrillo nuevamente. En cierto modo se sentía más tranquilo al saber que la pulga se encontraba descansando en la cama de ambos en esos momentos, pero aun así había algo que no lo dejaba descansar del todo. ¿Por qué Izaya tardo tanto en esta ocasión?.
Él no era idiota (no del todo), así que no podía simplemente hacer de oídos sordos y vivir en una gran nube rosa de amor e ignorar la situación.
No es posible, o acaso, si lo será.
Pero Izaya le había prometido que volvería a meterse en asuntos turbios con la mafia rusa. Y pese a todo, Shizuo confiaba en Izaya. Confiaba en lo que ambos tenían y estaba seguro que la pulga lo amaba tanto con él amaba a Izaya.
Entonces, ¿Por qué desconfió de él?
Sin llegar a poder responder la pregunta, la persona que ocupaba sus pensamientos se apareció en la sala de estar. Izaya, envuelto en la cobija roja, despeinado y descalzo. Se sentó en el regazo de Shizuo tapándolos a ambos. Se acurruco contra Shizuo y este no tuvo más remedio que, envolver sus brazos alrededor de la estrecha cintura.
-Deberías de estar descansando, aun no te recuperas del resfriado y tampoco deberías estar descalzo-pero a pesar de que las palabras salieron de su boca, sus brazos inconscientemente envolvieron aun más fuerte a Izaya.
-La cama se siente sola sin Shizu-chan-levanto su cabeza y poso sus rojizos ojos en los color miel-¿Qué hace Shizu-chan tan tarde fuera de cama?, normalmente eres una bestia que a luchas puede levantarse en las mañanas.
-Bastardo-gruño Shizuo- debería lanzarte por la ventana ahora mismo.
-¡Gyaaaa!, ¡Mírate Shizu-chan, actuando como todo un macho alfa que se respeta!- el pelinegro chillaba mientras aplaudía emocionadamente.
¿Creían que solo porque eran pareja, dejarían de joderse mutuamente?(no en ese sentido, depravadas). Pues no, esa era una de las partes favoritas de Shizuo, aparte de hacerlo con Izaya.
Irritado, Shizuo aventó a Izaya al suelo, donde se encontraba una mullida alfombra.
-¡Si que eres un bruto!, ¡Mira que lanzar a un enfermo de esa manera!- no paraba de refunfuñar mientras sobaba su adolorido trasero.
-Deja de chillar tanto pulga, terminaras despertando a los vecinos y no precisamente de el modo en que solemos hacerlo.
Shizuo sonrió victorioso cuando los colores rojos adornaron el rostro de Izaya hasta las orejas.
-¡Pervertido!
Suspirando, ayudo a Izaya a ponerse de pie. Con el orgullo lastimado el de ojos rojizos tomo su mano.
-Y yo que esperaba una bienvenida más romántica de tu parte, en cambio maltratas mi precioso cuerpo- Shizuo rodo los ojos.
Izaya seguía parloteando sobre novios para nada románticos y jóvenes virginales e inocentes que los amaban, cuando un foco pareció encenderse en la cabeza de Shizuo. ¿Desde cuándo a la pulga le importaban esas cosas?
-…..y hay novios que entregan rosas a sus novias cada tanto de tie…
-Ehh, Izaya-la pulga guardo silencio inmediatamente- ¿Dónde estuviste toda la semana?
Un cambio monumental ocurrió, de blanco como el papel, el rostro de Izaya cambio a un rojo carmín.
-¿No es obvio?- susurro, tan bajo que Shizuo tuvo que inclinarse para escuchar mejor- fui a investigar lo que hacen las parejas jóvenes enamóranos-las manos de Izaya corrieron a tapar su boca, cuando termino la oración.
¿Has escuchado eso de tener una expresión de shock total?, bueno pues eso era el rostro de Shizuo en esos momentos.
¿Investigar que hacen las parejas jóvenes enamoradas?, bueno era cierto que ellos no hacían lo que normalmente se debía hacer entre pareja, como ir al cine o tener citas hasta tarde, pero había detalles que tenían, como cuando Izaya enferma y Shizuo lo cuida, cuando Izaya quema la cocina intentando cocinarle o incluso cuando se llaman en medio del trabajo para solo preguntar qué tal el día.
Al parecer todo eso no le bastaba a Izaya, y al parecer Shizuo también era medio idiota por no notar eso.
Izaya parecía querer correr a esconderse, pero Shizuo fue más rápido y jalo la sudadera demasiado grande para el pequeño cuerpo de Izaya. Lo abrazo por la espalda y posó su barbilla en el hombro de el pelinegro.
-¿A cuántas parejas acosaste?
-No es acoso si solo lo haces para fines educativos.
Shizuo rió.
-Si querías hacer todo eso, solo tenias que decirlo.
Izaya se sonrojo y asintió con la cabeza mientras se giraba para besar a Shizuo.