Debido a la noche tormentosa me levante muy tarde, quede de comer con Jun para contarle todo lo que paso en la noche con el chico del bar, así que le llame por teléfono y me dirigí al restaurante acordado.
“Nino entonces que paso ¿A dónde te llevo? Con lujo de detalles que quiero excitarme un poco” Decía Jun mientras veía como me sentaba.
“Fue un verdadero chasco” Lo dije llevando mis manos al rostro.
“¿Tan malo fue? Si se veía ardiente” la sorpresa no cabía en su rostro.
“Lo malo no fue lo que hizo, fue lo que no hizo, ¿sabes a donde me llevo? A un parquecillo en una zona familiar”
“Espera, ¿tan intenso era? Supongo que fue muy incomodo ¿Los atraparon? ¿La policía? ¿Te pidieron favores sexuales a cambio de liberarlos?” La imaginación de Jun volaba muy rápido con lo poco que contaba.
“No, bueno fuera, al menos lo hubiera hecho con alguien, pero todo el tiempo ahí yo andaba buscando un lugar cómodo y me di la oportunidad de experimentar algo extraño pero él chavo salió con que él no quería eso, el quería que fuera parte de su corito de la iglesia” Las risas de Jun estallaron por todo el lugar y la poca gente que había se le quedo viendo pero estaba tan privado en risas que ni siquiera podía abrir los ojos, al principio me sentí un poco apenado pero su risa se me contagio y me hizo recordar lo estúpido que fue.
“Su corito de la iglesia, de seguro quería vestirte de virgen en una pastorela” Se burlaba asquerosamente de mi. “No puedo creerlo el chico si estaba de buen ver, lastima amigo ya te andaba envidiando.”
“Te juro que ese chico tenía todo lo que quería, pero me tenía que salir rarito, paso que fuera hetero, pero religioso no, no, no, ni Dios lo quiera” La decepción inundaba mi mente.
“Calma amigo luego encontraras galán, si quieres vamos por unos después de misa jajaja” Reventaba de carcajadas con sus comentarios.
“Si amigo solo te lo conté para burlarme de mi mismo un rato pero no toda la vida, por favor” Ahora sentía que cada vez que me veía estallaba en carcajadas.
Terminamos de comer charlamos y nos burlamos más de mi situación, el tiempo paso volando, se hicieron las 7 pm y fuimos a trabajar al bar. Para mi sorpresa en la puerta del bar estaba el chico del coro.
“Espera tengo que entrar corriendo porque reventarme de la risa en frente del niño corito puede ser un pecado” Dicho y hecho corrió y se escucharon fuertes carcajadas del interior. No quería ni avanzar para que no me hablara pero.
“Hola” Se acerco un poco apenado
“¿Me estás hablando a mi? No me digas, abandonaste tu secta satánica para alabarme a mí.” Su rostro ante mis palabras era de estremecimiento.
“Yo solo…” No lo deje continuar.
“¿Qué? ¿Quieres follar? ¿Ahora? Híjole lo siento tengo que trabajar” El intento decirme algo pero no lo deje y me metí al bar, me senté en el piano, de reojo mire como exhalo, entro y se sentó en la misma mesa de ayer admirando como iba a empezar a tocar ¿mi imaginación o sus ojos brillaban cuando me veían interpretar? Y pensar que este chico pudo a ver sido lo mejor de mi vida, ahora solo es un dolor en el trasero y no de los buenos, no puedo creer que se quedo otra vez todo el rato sentado esperándome, la primera vez fue muy halagador incluso excitante pero ahora que sabia sus intenciones me sentía hostigado por Dios, termine de tocar y sabia que no me acercaría a la mesa, así que él se acerco al piano.
“Hola” Se veía algo nervioso otra vez, solo lo mire y continuo hablando. “¿Qué te parece si hacemos como que nada paso y comenzamos desde cero?”
“¿Qué quieres, hablarme de la palabra de Jehová?” dije en un tono cansado y él inhalo y exhalo para tranquilizarse.
“Solo quiero hablar contigo tranquilamente” Sus ojos eran suplicantes y no podía resistirme a ellos, no dije nada me levante del piano y me dirigí a la mesa donde estaba él sentado antes para hablar, él se entusiasmó y se sentó.
“Hagámoslo desde cero, mi nombre es Ohno Satoshi puedes llamarme Ohno ¿Cuál es tu nombre? Sonreí ante la ingenuidad de él y seguí el juego.
“Mi nombre es Ninomiya Kazunari puedes llamarme Nino” El chico sonrió al ver que le hice caso.
“Pasaba por aquí, la melodía que tocabas me atrapo y decidí entrar…”
“Pero aun no tocaba ninguna melodía cuando entraste, ¿No dijiste desde cero?”
“Pero espera esto es interesante, necesito contarlo ¿Qué tal si solo omitimos unas partes?” agacho un poco la cabeza mirándome a los ojos.
“Está bien, continua” en un tono cansado dije y Ohno volvió a erguirse intentando aclarar su garganta.
“Pasaba por aquí y en realidad necesitaba una señal para resolver un problema mío, entonces escuche el Ave María tocado de una manera angelical, llegue a este lugar y era casi como si fueras elegido por Dios para ayudarme con mi problema. Resulta que el pianista del coro se fue dejándonos una bacante muy difícil de llenar y tú tienes ese don para apoyarnos, el coro de la iglesia está formado de personas que se interesan por los demás, algunas son personas que dejaron el alcohol y el tabaco para dedicar sus dones a Dios y sin pianista no es lo mismo, no se siente la compañía de algo angelical y sin duda tampoco se siente el ritmo y la coordinación entre nosotros. ¿Serias tan amable de acompañarnos en nuestra labor? No me tienes que respon…”
“No”
“Como decía no me tienes que responder ahora”
“No”
“No me respondas ahora por favor” Tapo con sus manos su rostro e intento no dirigirme la mirada.
“Ya que hemos aclarado este interesante punto ¿Me puedo ir?” Inmediatamente fijo sus ojos en los míos y dijo de manera suplicante.
“No por favor, No te vayas, sigamos hablando, habla conmigo” Puso sus manos en forma de oración y mi corazón se estremeció al escucharle suplicar, así que me quede otro rato.
“Entonces… ¿Recibes este tipo de señales muy a menudo? No sabía de qué hablar con él así que eso fue lo más estúpido que solté de mi boca, pero el sonrió y parecía no notar la estupidez de mi comentario.
“En realidad no, la primera vez que lo recibí fue cuando era niño, estaba enfrentando la muerte de mis padres y pedí una señal que me ayudara a vivir, entonces escuche una hermosa melodía en una iglesia era el Ave María en piano, tocado por un ángel, que hizo que mi corazón saltara, así como cuando lo escuche de ti.” En sus ojos podía ver emociones inexplicables cuando contaba la historia y me sentí halagado al ser comparado con el ángel que le ayudara a vivir.
“¿Un ángel tocar el piano, con alitas y todo?” Muy bonita la historia pero sin coherencia, tenía que recalcar eso.
“Bueno, no era un ángel en carne y hueso, era una niña de piel clara, pelo escuro un poco corto, que tocaba el piano pero sin duda alguna su don fue dado por Dios, así que para mí lo era y lo es”. Era sorprendente la forma en la que se llenaba la boca de religión con una gran sonrisa. “¿Tú crees en algo?” Me pregunto casi con miedo.
“Sí, creo que no sabemos otra cosa de que hablar que no sean creencias, esto empieza a ser aburrido”
“¿Eres ateo?” creo que su rostro era una combinación de miedo, duda y esperanza de mi respuesta.
“No, soy Nino” Al parecer lo que decía no era tan divertido una vez que salía de mi mente.
“Creo que no es necesario preguntar ya con todos tus comentarios de burla hacia las religiones me dejas en claro que no estás afiliada a ninguna ¿Por qué?” y seguía insistiendo sobre sus dudas religiosas, dando un sorbo a su gaseosa.
“Simple, porque no me interesan, no me gustan y es importante reírse de todo en esta vida y las religiones dan mucho de donde tomar.” No parecía estar muy contento con mi respuesta y su cara me lo decía todo.
“Ya es tarde ¿Te puedo invitar a un sitio mañana?”
“¿Qué es esto una cita? Deja de ser tan tímido y si gustas esta vez yo te llevare a un lugar de verdad tranquilo” No me contesto y empezó a anotar en un papelito y me lo dio.
“Esta es la dirección del lugar, Nos veremos ahí mañana a las 12, muchas gracias por escucharme hoy, me tengo que ir ya es muy tarde.” Dicho eso me dejo con el papel en la mano, se despidió sonriendo y se fue.
Inmediatamente cruzo el Ohno la puerta Jun se fue a sentar donde yo estaba preguntando ansioso. “¿Acaso te dio un sermón?”
“Pues más o menos, me dijo que empezáramos desde cero y quiere que vaya al coro y ahora me pide una cita” Mi amigo comenzó a aplaudir bajito.
“Tal vez no sea caso perdido después de todo ¿Qué tal si lo único que necesita es romper un tabú y ya?” Mi amigo comenzaba a desvariar.
“Siiii, solo un pequeño e insignificante tabú marcado por millones de años en la historia por la mayoría de las religiones dónde vas al infierno cometiendo el pecado más atroz que es la fornicación anal, claro estoy a un centímetro de lograr que un religiosillo coma de la palma de mi mano” Dije eso con todo el sarcasmo del mundo posible viendo como mi amigo miraba negativamente.
“Si hay gays que pueden transformar heteros que tienen familias, hijos esposa y amante femenina, convertir a un religioso será parte de un bonito milagro gay, tal vez solo requiera de un empujoncito para caer y ya, nada pierdes con intentar ¿Acaso tienes miedo de ir al infierno por robarte una oveja del rebaño?” Jun tenía razón, nada perdía con intentar que tal si yo soy él elegido por Dios para llevarlo al mundo del pecado mortal.
Continuara…