Capítulo 22. Dignidad trascendental…
Es natural que el mundo me tenga envidia, eso quiere decir que lo estoy haciendo bien, nadie siente envidia de una persona que está haciendo mal las cosas después de todo, yo tengo belleza de la de verdad, no de esa “interior” que se inventaron para consuelo los feos y perdedores, además, no le doy gracias a la vida por existir, la vida me da gracias porque existo, ¿lo comprenden ahora?...
Cuando tenía 20 años, una vez más estuve de pie a mi hermoso y fino espejo, susurre “Feliz cumpleaños Ben”, estaba solo y mi cuarto estaba lleno de malditos e hipócritas de regalos, mi semblante digno era comprendido por el reflejo de aquel cristal, agache la mirada, una vez más la soledad me acompañaba, ¿Qué más daba?, no necesitaba a nadie más que a mí para hacerme compañía. La criada toco a mi puerta, yo le di la autorización para que entrara algo fastidiado, no me gustaba relacionarme con ellos porque son detestables y pobres. La zorra cumplió con el protocolo pues si se lo saltaba la tiraría por la ventana y este mes sería la tercera en volar desde el quinto piso…
Como me desagradaba hablar con gente miserable…
“¿Qué diablos quieres?”, le pregunte mientras no despegaba la vista de mi gran espejo, si alguna vez perdiera mi reflejo en él, me pegaría un tiro, “Señor Tennyson, ¿Por qué no ha abierto estos regalos tan maravillosos?”, me pregunto como si fuera asunto suyo, yo desvié la mirada para enfilarla con mis esmeraldas algo serio, “A usted qué coño le importa”, de inmediato le escupí en la cara, a lo que ella quedo completamente paralizada y humillada, asintió un poco, saco un pañuelo de su estúpido uniforme y trato de limpiarse, “Detente”, le ordene a la estúpida, “quiero que lo tengas en tu cara para que te des cuenta que eres una basura y que nada cambiara eso”, le dije, la vieja solo asintió de nuevo, “Si señor, se hará como usted diga”, me comento mientras mi escupitajo se resbalaba de su mejilla, regrese para encontrarme con mi reflejo con una ligera sonrisa digna de mi…
No me gusta rezarle a Dios, tengo miedo que la gente crea que estoy hablando conmigo mismo…
“¿Para qué has venido perra?”, le cuestione irritado a la criada mientras me miraba al espejo nuevamente, note que ella se alegró un poco y eso me molesto, “El señor Carl Tennyson pide que baje para recibir a la nueva señora de la casa”, de nuevo la mire, aquellas palabras me molestaron y termine abofeteándola, la asalariada cayó al piso aún más humillada…
Como todos debían hacerlo ante mí…
“¿Qué quieres decir, que la puta esa ha pisado mi casa?”, le pregunte salido de mis casillas, la cretina de mi sirvienta asintió muy nerviosa, no me hubiera molestado golpearla de nuevo como se debía pero tenía que atender a la nueva inquilina, salí de mi cuarto echando humos, atravesé los pasillos y me encontraba con mucha gente no deseada…
La humildad es una buena virtud, en mi caso, sólo sería hipocresía…
Ellos me saludaban con una gran sonrisa, a los que tenían cosas en las manos, las tomaba y las mandaba para la mierda, a los que no, les mostraba mi peor cara, llegue a la sala principal, bueno, el gran salón principal, pues estaba adornado con los más exquisitos lujos y la distancia de un lugar a otro era tan grande que tenía 1500 metros cuadrados, lo suficiente como tener una gran gala, allí estaba mi padre y al lado la perra cuyo hijo asesine hace mucho tiempo…
Aun guardaba rencor por ese niño…
Me acercaba a gran galope, mi padre me miraba desde lo alto, “Ben te presento a tu nueva madre”, me dijo muy contento a lo que no me dio tiempo a terminar que hablara cuando le agarre esas teñidas extensiones y la arroje al piso, la mujer gritaba mientras yo trataba de desfigurarla, mi padre trato de detenernos pero llamo al resto de sus empleados para que nos separaran, “¡tú nunca serás mi madre muerta de hambre!”, le grite mientras trataba de golpearla de nuevo, mi padre se enfadó y me abofeteo delante de toda la chusma…
Otra cosa de más que tendría que cobrarle a ese viejo cuando estuviese a punto de matarlo…
A la tipa se la llevo la ambulancia muy aporreada, yo regrese a mi cuarto y destruí todos los regalos, no quería nada de esas gilipolleces, me acosté en mi cama y trate de calmarme pero no pude, ¿Cómo se atrevía a llamarla mi nueva madre?, ¿no sabía con quién estaba tratando o qué?, esto no se quedaría así…
Yo ni perdono ni olvido…
Pasaron tres meses y no los volví a ver, ni a mi padre ni a la perra esa, la mansión era muy grande y yo no es que quisiera encontrármelos, bueno por el momento, porque me levante un día y note a los empleados muy alegres, Salí de mi cuarto y ante mi escepticismo, todos agilizaron sus tareas, baje al comedor y la entrometida esa había invitado a todos esos maricas a desayunar, todos estaban sentados en el gran comedor y gozaban y reían, de repente se armó un gran silencio, debido a que ya habían notado mi presencia, ¿Por qué se sorprendían?, ¿acaso era por mi cara de cólico al verlos tan alegres y llenos de vida? …
Hay quienes valemos la pena... y otros que dan pena…
“¿Qué… diablos… pasa… aquí?”, les cuestione a todos cuando apreté lo que más pude mis nodillos, vi su miedo en sus rostros de gente pobre, “Ahhh Ben, lo siento, pero me pareció un lindo gesto desayunar con las personas que nos atiende a diario”, me comento la arrimada esa a lo que fruncí mas el ceño, ellos lo notaron pero no movían ese culo en lo absoluto, “ Y ESO A MI QUE ME IMPORTA, SON EMPLEADOS, GENTE MISERABLE QUE NO MERECE COMPARTIR LA MESA CONMIGO”, les grite a todos a lo que la perra esa se puso de pie ofuscada, “No debes gritarnos, tú no eres el dueño de esta casa, no eres más que los demás, eres un simple humano como los que estamos aquí, aprende a ser humilde señorito” me dijo a lo que vi como varios de estos cretinos se reían de mi…
Si creen que la ira tiene un límite, maten al que les diga esa tontería porque lo que yo sentía en esos momentos no se podía describir en lo absoluto…
Alce mi brazo derecho, mi Omnitrix se encendió y con mi mano izquierda apreté el botón del alíen indicado, rápidamente el genoma alienígena se acoplaba con mi cuerpo prefecto…
“Diamante”…
Dije cuando finalizo mi cambio, todos se asustaron y trataron de escapar, ósea ¡JA!, ¿escapar de mí?, ya estaban muertos, golpee el suelo y de él salieron varios cristales aguamarina, todos y cada uno igual de filosos e igual de letales que desgarraron a cada sirviente que corría como un cerdo en navidad, es como si les persiguiera pero no me movía, mi gran sonrisa cubierta bajo el manto de ese alíen se agrandaba cuando escuchaba sus gritos, los brazos desprenderse, las tripas y viseras salir a gran presión de sus vientres, las caderas partirse en dos, la sangre recorrer el sitio, ¡NADIE SALIO VIVO!, y eso me encantaba, había quedado un cuadro preciosísimo, una nueva obra de arte, después de que deje a una única mujer con su corazón latente, me acerque muy calmadamente, había bloqueado todas las entradas y todas las salidas, ahora el gran salón parecía un palacio de cristal y no había escapatoria…
Aquello era precioso si se combinaba con la sangre…
“No te me acerques monstruo”, me dijo la tipa horrorizada, ya estaba delante de ella, “Debiste haber muerto en el momento en que le envié ese lindo regalito a tu hijo”, le comente a lo que ella lo entendió claramente, “¿tu?... ¿tu?, ¿fuiste el que le dio esa Mamba negra?”, me cuestiono aún más horrorizada, “por supuesto”, le comente muy orgulloso, “el pequeño merecía un regalo digno de él y que mejor que la muerte”, le comente cuando de un solo puñetazo, su cabeza reventó como una sandía cuando le disparas con un arma de gran potencia, el cuerpo voló a unos cuantos cientos de metros, la había matado al instante, mire mis nudillos y me limpie un poco…
Me había desecho de la mugre y me había salido con la mía…
Con mis poderes, logre enterrar todos los cadáveres bajo el gran salón, con ayuda de mi estupendo reloj alienígena la casa quedo más impecable, cuando estaban todas esas cucarachas al servicio del dinero de mi padre, al día siguiente estábamos vestidos de negro mi padre y yo, todos en la comisaria nos habían acompañado al velorio masivo, según “fuentes fiables”, hubo un asesinato colectivo porque no fueron capaz de hallar pistas y eso que la agencia de mi padre realizo la investigación…
Como siempre estoy rodeado de inútiles…
Mi progenitor lloraba y pues yo solo trataba de aguantarme la risa, los familiares de los empleados habían asistido, me dio igual, cuando tuviera tiempo los mataría, no es que fuera mi gran prioridad... “Ben”, me llamo mi padre, yo solo atendí, “¿Qué quieres?”, le pregunte ignorando su dolor, ¿Qué me iba a interesar?, si de todos modos lo iba a matar, “¿sabes algo del asesinato?”, me cuestiono a lo que yo negué pacíficamente, debía pasar desapercibido, “no padre, estaba en una misión de la comisaria llevando en alto el apellido Tennyson”, le respondí a lo que me sonrió, “ese es mi muchacho”, de inmediato me retire pues el tonto se comió mi cuento, me encontré con Chris entre la multitud, “¿no te parece injusto que la vida haya acabado con gente trabajadora?”, me cuestiono con su estúpida mentalidad de héroe, me puse mis finas y caras gafas negras sobre mi elegante rostro, “si… lo que más me jode es que tengo que contratar a nuevo personal y eso me da mucha pereza”, le comente entre risillas. Chris se enfadó un poco, “No puedo creer lo insensible que puedes ser a veces Ben”, me dijo a lo que yo solo alce mis hombros comunicándole que su comentario no me interesaba en lo absoluto, “Las opiniones son como los culos. Cada uno tiene el suyo”, le mientras me alejaba de tanta chusma, me acerque a mi gran auto y me fui a beber unas copas en celebración, pues el día de hoy y debido a la “gran tragedia”…
Tuve el día libre…
Cuando reaccione y me di cuenta que aún seguía vivo, sentí que alguien me abrazaba, abrí los ojos y los volvía a cerrar, ¿de quién diablos se trataba?, estaba muy adormilado y mis piernas estaban cruzadas con las de otra persona, tome la mano que sujetaba mi cintura y entrelace sus dedos con los míos, ¿Por qué me sentía tan bien?, ¿Quién estaba a mi lado?, nos quedamos así por un rato más, de repente sentí como un bulto algo caliente, duro y tieso se restregaba contra mis glúteos, aquello me agradaba muchísimo pues notaba que estaba bien dotado porque tantee el tamaño y era de todo mi agrado, después de eso sentí como él apretaba el abrazo y nos uníamos aún más, cuando…
_Que ricas tetas tienes mamacita, deja que te llenes con mi dulzura y gimas encima de mi hombría-, abrí los ojos rápidamente, sabía a quién pertenecía esa voz…
_ QUITATE HIJO DE PUTA-, le grite a lo que Dante se despertó asustado y yo Salí disparado de la cama, estaba de pie con las sabanas en las manos, -¿Qué coño estabas haciendo conmigo imbécil?- le cuestione a lo que note como estaba frotándose los ojos y bostezaba sobre el colchón un poco confundido…
_ ¿Qué pasa princesa te llego la regla o qué?- me dijo a lo que cogí un perfume del tocador y se lo arroje, el frasco reventó contra la pared a escasos tres centímetros de su cara. Admiraba mucho mi puntería…
_ ME TENIAS ABRAZADO Y TE ESTABAS RESTREGANDO CONTRA MIS NALGAS SIN PERMISO IDIOTA- le grite de nuevo, el marginal ese chisto de forma incrédula, me estaba tratando de mentiroso a lo que yo fruncí mi entrecejo…
_ En tus sueños haría tal cosa niño, a mí me gustan las mujeres, no soy un maricon como tú- se levantó molesto y salió del cuarto dejándome con la palabra en la boca…
¿Pero?, ¿pero cómo se atreve?, me fui a la cama y de la ira rasgue una almohada a la mitad seguido de un gruñido de insatisfacción, las plumas salerón volando alrededor de mí, ósea, sueña con una mujer, se restriega contra mis nalgas y ¿se cabrea?, ¡DEBERIA ESTAR MOLESTO YO!, pues estaba a punto de comenzar una violación, mi ira se incrementaba, iría tras Dante a reclamarle y exigirle que se disculpara, ¿yo un mentiroso?, podría ser un traidor, un tramposo, un manipulador pero nunca una persona que miente, eso se lo dejo a mi familia cuando dice que me quiere… me calmé un poco cuando note que mi pierna no me dolía tanto, podía moverla y hace rato me puse de pie cuando ese imbécil trataba de sobrepasarse. Ada me aplico una crema muy rara antes de sellar la herida, parece que la perra tiene sus trucos bajo la manga, me fui al baño ignorando el numerito que me planteo el tonto ese, entré al cuarto y cerré la puerta tan fuerte que de seguro en la sala principal se escuchó el gran golpe, me detuve a analizar el sitio, debía aceptar que todo era muy lujoso, ¿Cuánto dinero tendrán esos desgraciados?, me cuestione pues solo alguien de clase alta distingue entre el buen gusto, los miserables se conforman con cualquier cosa y eso me parece humillante y patético…
Me lave y me asee como era debido, Salí de la ducha y seque mi cuerpo escultural, pues a pesar de estar secuestrado y comer poco aun poseía ese culo fenomenal que enloquecía a los hombres, me depile por todas partes, debía conservar mi glamour, fui al cuarto y del closet encontré varia ropa, mire de lado porque nada me gustaba, ¡qué mal gusto tenia este malnacido!, lo más probable es que todo sea de ese tarado, no iba a vestirme de nuevo con la ropa con la que llegue, yo nunca repetía prendas de vestir, eso es de gente miserable.
Abrí la puerta y ve aventure a ver el exterior, tenía hambre y debía buscar a alguien que me prepara algo, si era su rehén al menos debían atenderme como lo merezco, vestía una pantaloneta corta y una playera negra, baje las escaleras y vi como todos esos cretinos estaban sentados en un gran comedor, la primera en notar mi presencia fue la zorra de Ashley…
_ ¡Ben!- me dijo emocionada a lo que yo no retiraba mi mala cara, - siéntate con nosotros, Dante preparo el desayuno, él es muy bueno cocinando-, me dijo a lo que yo me detuve en la mitad de las escaleras…
_ Aishh… puta madre-, exclame mientras llame la atención de todos, ¿Dante había cocinado otra vez?, ¡pero si lo hace fatal!, no sé cómo esos tontos están tan alegres, prefería morir antes de que ese bastardo me sirviera un plato de su “gustosa gastronomía”, apreté mis puños pues no quería que ese hijo de su gran puta madre me diera de comer, ¿Por qué tenía que sufrir tanto?, ¿Por qué la vida se burla de alguien tan bueno y noble como yo?...
_ Oye, ¿A dónde vas chaval?-, me cuestiono León, pues iba de regreso a mi cuarto, no les daría el gusto de verme sufrir sin necesidad alguna…
_ Qué te importa desgraciado- le dije mientras subía los escalones, de repente alguien me tomo de la mano y yo gire para ver quien se había atrevido a tanto…
_ No te vayas Ben, quédate con nosotros-, me dijo ese tal Matt, al que llamaban “Némesis” para ser más precisos, yo me sorprendí pues parecía suplicarme que hiciera lo que me pedía…
_ Hey Matt, ¿Qué haces con mi futura esposa?- cuestionó Dante parado al lado del comedor con el desayuno listo sobre la mesa, note su tono burlón y los demás “miembros del alto mando” rieron, - te la regalo cuando el sultán me ceda el poder, ¿a mí para que me serviría ese niño malcriado?-
Yo abrí los ojos aún más sorprendido, me había insultado, me había dicho que no valía de nada delante de todos, me humillo prácticamente…
_ ¿Vienes Ben?- me volvió a cuestionar Matt, no soltaba mi mano y me mostro una sonrisa sincera de esas que embobarían a cualquiera, que enamorarían a la protagonista de una tonta telenovela para madres desocupadas que viven a costillas de su tonto marido, de esos donde te muestran que la vida vale la pena…
Pero yo no era de esos imbéciles…
Rápidamente mi puño impacto contra el mentón de ese fortachón, pues era de reconocer que Matt era más alto que Dante y un poco más acuerpado, el tipo rodo por las escaleras y termino en la base de estas. Los demás tontos se pararon y fueron a auxiliarlo, Claire me mostro una cara de no haberle agradado y Jill me lanzo una mueca de odio a lo que correspondí enseñándole mi dedo medio…
_ VAYANSÉ TODOS A LA MIERDA, NO NECESITO DE SU COMPASIÓN PARA SABER QUE SOLO SOY UN INSTRUMENTO PARA SU DIVERSION- les grite a todo pecho, no era un berrinche como el marginal ese dice, es solo que debo defender mi dignidad y mi orgullo de acero, - ASI QUE NO PRETENDAN CONVERTIRSE EN MIS AMIGOS O ACABARAN MUERTOS-, los amenace sin darles la oportunidad de replicar, rápidamente subí las escaleras y note que alguien me seguía…
Del disgusto se me quito el hambre, ya bajaría a buscar algo de comer, no quería compartir mi hermosa presencia con criminales, atravesé los corredores, no encontraba la habitación, ¿hacia dónde diablos me dirigía?, de la rabia que tenía atravesé una gran puerta, me encontré con una gran librería…
_ ¿Se puede saber qué te pasa princesa?- me cuestiono el tipejo ese, yo le daba la espalda, sabía que estaba a más o menos tres metros de distancia, - no debiste haberle pegado a Matt, era solo una broma-…
_ Sabes que no soporto las bromas y menos de personas que me caen mal-, le comente a lo que sentí su mano sobre mi hombro, rápidamente me dio la vuelta para encararlo…
_ Mírame a la cara cuando te hablo maldita sea- me dijo algo molesto, yo sabía que tenía que ser diplomático conmigo y prácticamente lamberme el culo, pues su plan solo serviría si yo cooperaba…
No tenía que ser el genio que soy para adivinarlo…
_ ¿Estas molesto por lo de esta mañana?- me cuestiono a lo que no comprendí a que venía eso…
_ No…- le respondí, - Estoy molesto porque desde que me secuestraste no has hecho otra cosa que fastidiarme-, le dije a lo que solo sonrió, ¿Por qué lo hacía?...
_ Vale princesa, me disculpo si te ofendí esta mañana, no debí hacerlo, pero desde hace tiempo que no me cojo a una tía y ya me hace falta unas buenas tetas-, me comento mientras me ofreció la mano, - ¿Podrás perdonarme?-, me cuestiono…
¡Ja!, ¿Qué creyó ese tonto?, ¿qué diciéndome esas palabras tan estúpidas cedería tan fácil?, ese cretino realmente no conoce quien es Ben Tennyson…
_ V-e-t-e… a… l-a… m-i-e-r-d-a-… le dije muy claro, no correspondí a su gesto, no iba a estrechar su mano, no era tan tarado para creerme esa basura…
Dante se enojó, lo note cuando me tomo del cuello de la camisa, me alzo de ella y me arrincono contra un librero, sus iris plata denotaban frustración y molestia…
_ Mira maldito niño malcriado, trate de hacerlo por las buenas pero parece que a ti solo te gusta que te traten a las malas- me dijo a lo que yo chiste, no me iba a intimidar esta situación…
_ No te la voy a dejar tan fácil, secuestraste al esquivado imbécil-, le correspondí el gesto, yo no iba a ceder, - me la pelan tus amigos, me la pelan tus ambiciones, cuando menos te los esperes rebanare tu cuello y el de esos tontos, no debiste haberte cruzado en mi camino, no conoces a Ben Tennyson-, le amenace, ese marginal gruño un poco…
_ Claro que te conozco Benjamín-, me dijo a lo que sentí como mi ego implacable y mi orgullo digno de un rey se quebrantaron en mil pedazos…
_ ¿…Dan…te?- le cuestioné cuando me di cuenta de que la pregunta se había resuelto sola…
El tipo me soltó y caí de culo, no salía de mi shock, note como rápidamente salió de la biblioteca dando un fuerte portazo a la puerta dejándome solo. ¿Benjamín? Me cuestione nuevamente, él me había llamado Benjamín, solo una persona me había llamado así en toda mi vida, ni mis padres lo habían hecho porque “Ben” les parecía muy cómodo, solo una persona me llamaba por mi autentico nombre y se supone que lo había mandado a matar hace seis años…
Pero tal parece que la realidad era otra…
Una lagrimilla cayó al suelo y me tape la boca, ¿Qué demonios me pasaba?, ¿Por qué me ponía así?, ¿no se supone que ya lo había olvidado y ya no me hacía daño?, ahora sabía quién era, parece que había regresado de los infernos para vengarse de mí, no podía reaccionar, ¿Por qué estaba así?, yo soy el gran Ben Tennyson, el poseedor del Omnitrix, el futuro heredero de la gran fortuna de mi padre, el que los mataría a todos, ¿Dónde había quedado mi dignidad?, debía ponerme de pie y encararlo pero no podía, mis piernas no me daban, apreté mi puño y para mi sorpresa…
Mi reloj alienígena se encendió de nuevo y con él, la imagen de Fantasmático se plasmaba lista para convertirme en ese espectro, sonreí un poco mientras me mordía un pedazo de mi labio, aquel fue el alíen que acabo con nuestra amistad y con ello surgió el poderoso Ben que cobra venganza y aniquila a los traidores, ¿Qué debería hacer?, no sabía si debía escapar o quedarme, en estos momentos no sabía nada…
Maldije a Dante por haber aparecido en mi vida de nuevo, cerré los ojos lo más que pude y me puse de pie, mire hacia adelante, sonreí de lado, ¿irme?, ¡ja!, yo no soy un cobarde, me quedo, mi venganza todavía sigue en pie, firme e implacable lista para destruir a aquellos que algún día me pusieron un dedo encima, salí de esa tonta biblioteca más decido a tomar justicia por mis propias manos, si creen que me les temeré están equivocados ya que…
Es natural que el mundo me tenga envidia, eso quiere decir que lo estoy haciendo bien, nadie siente envidia de una persona que está haciendo mal las cosas después de todo, yo tengo belleza de la de verdad, no de esa “interior” que se inventaron para consuelo los feos y perdedores, además, no le doy gracias a la vida por existir, la vida me da gracias porque existo, ¿lo comprenden ahora?...
Continuará…