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Antes del otoño por jhomi999

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Notas del capitulo:

Despues de milenios en el exilio, JHOMI999 SE REPORTA CON UN CAPITULO DEL OTOÑO!!! ^^, holaa a todos!!!, se que la ultima vez que actulice algun fic fue en el 2015 (odio ese año) ahora es abril del 2016 y por fin pude al menos terminar un capi de mis estaciones y que mejor que darle la bienvenida al año con las aventuras loquillas de mi Ben adorado ejejej, mil disculpas por la demora.. pero mi vida es un completo asco... sin mas.. agradezco infinitamente a  Afrost, emiliano, anónimo, Maki-chan17, Eduaardo, Hisaki Raiden, a Give me your money plis, yaoi mania x3, akira akuma, luna escarlata, marshallperroyaoista, a DanaeS, hirokichan, monkiki LOL, Perla y mino aino... mil gracias por seguir este fic que por cierto lleva muchas vistas O.O no lo puedo creer ejejejje

 

Capítulo 36. Mamá, me he enamorado de un criminal…

 

Quizás la noche oscurezca los cielos y tal vez las lágrimas de nuestros ojos se tiñan de tristeza, pero la más mínima luz puede provocar un incendio si nadie se preocupa por los sueños que no encajan en nuestro mundo…

 

Aquella mirada profunda llena de confusión me recuerda a mí, cuando tenía tan solo 18 años, mi padre como jefe de la mejor comisaria del mundo había ordenado la captura de unos criminales, en pocas palabras, unos jodidos narcotraficantes, tenía un poco de miedo cuando se me encomendó aquella misión, era en lo profundo del amazonas, no le tenía temor alguno a las bestias, tan solo…

 

A los recuerdos…

 

Y todo porque cuando era un tonto pequeño, Dante y yo habíamos tenido la puta idea de prometernos explorar las selvas y encontrar el jodido tesoro del Amazonas, ahora que lo pienso, es algo ridículo pensar de ese modo, es como si fuéramos de esa estúpida gente que no sabe lo duro que es ser adulto…

 

Que patético…

 

Se me había encomendado ir con dos tipos a los cuales no recuerdo sus nombres, llegamos a Colombia y lo primero que hice cuando me baje al avión fue tapar mi boca y mirar con horror a la gente del tercer mundo, por favor, yo era el gran Ben Tennyson…

 

No debía mezclarme con esa chusma…

 

Ordene a los imbéciles de mis compañeros que nos instaláramos en el mejor hotel de Bogotá, demoraríamos dos días en poder abordar una aeronave especial que nos llevara desde el centro del país hasta el sur donde se encontraban esos jodidos narcotraficantes, mis sub—alternos se reían de “Mis caprichos”, pues no estaba dispuesto a subir a un Taxi ni mucho menos dar las gracias como ellos estaban acostumbrados…

 

¡Por favor! Que se note que yo soy más que los demás…

 

Me desafiaron, no me subí al jodido vehículo y les aposte que llegaría más rápido que ellos, a lo que chistando aceptaron, una vez se marcharon en esos malditos carros de color amarillo, use mi Reloj y llegue en un dos por tres…

 

Una vez más gane…

 

A su llegada, los espere con los brazos cruzados y con una mirada triunfadora digna de mí, ellos no se lo explicaron, en realidad a mí me había dado igual…

 

“Que quieres como premio niño”, me dijo uno de ellos a lo que fácilmente deduje que la humillación de los demás era mi recompensa, “Bésense entre ustedes aquí delante de esta gentuza”, les comente a lo que ambos se negaron, yo les indique que debían cumplir como hombres, mi mirada desafiante y la amenaza de despedirlos por ser hijo de dueño les indico que debían aceptar…

 

Y así lo hicieron…

 

Sabía perfectamente que aquello no estaba bien visto en esa jodida nación, para aumentar el drama, comencé a burlarme fuertemente y mucha gente los observo indignada, yo no podía de la risa, me encantaba como todos los tildaban de raros…

 

Se detuvieron…

 

Y entraron al sitio furiosos conmigo, varia gente se quedó hablando entre ellos de lo mal que se veía hacer esas cosas en público, “No deberás ser un maricon como ellos”, dijo una señora a lo que rápidamente me gire para observar quien se había atrevido a tanto…

 

Como una cobra asesina…

 

La enfile con mis perfectos esmeralda, me acerque a ella, “¿Perdón?”, le dije en su idioma, a lo que me miro tajante…

 

Rápidamente reaccione…

 

Una fuerte cachetada y santo remedio, la tipa callo a lo lejos regando todas sus naranjas, los tipos me miraron furiosos, uno se vino encima mío, pero no sabían quién era yo, le di una patada en los bajos seguido de un puñetazo en el mentón…

 

Cayo al lado de la maldita insolente…

 

“¿Quién osa discutir conmigo?”, les comente a lo que se hicieron para atrás, “Malditos sean todos, tienen 1 minuto para esfumarse de mi vista o los asesinaré” mire mi reloj, “No… mejor que sean 30 segundos, hoy no me siento tan buena gente” les dije a lo que salieron espabilados, sonreí de nuevo, de todos modos los iba a matar esta noche, ya tenía sus caras grabadas y tenía dos días para degollarlos vivos…

 

Hace tiempos que no mataba…

 

Que importa si eran padres o madres trabajadoras, que importa si fueran malas o buenas personas, que importa lo demás, mis manos debían estar manchadas con la sangre de los demás o sino no me sentía satisfecho, suspire…

 

No quería ir al hotel…

 

Así que camine un rato por aquellas calles tan miserables, el clima era frio, a mí me gustaba así, detestaba el calor, a mi alrededor solo observaba la muchedumbre ir de aquí para allá, las calles eran sucias, había mucho indigente suelto, mucho niño asqueroso que no soportaba por más que lo intentara, lucían todos tan miserables, tan poca cosa…

 

Tan pocos dignos de mi…

 

Cuando llegue a la plaza principal, una  la que llamaban “Plaza de Bolívar”, me senté cerca de una fuente, mire mis hermosas y perfectas manos, luego alce mi vista y observe a mucha gente, no podía evitar odiar a todos y cada uno, nunca supere lo que me hizo ese infeliz en aquel puente, nunca comprenderé como es que prefirió a la puta esa en vez de mí, mi ego no permitía ser el “abandonado”, sabia también que matar por gusto no me haría olvidarlo, pero al menos me ayudaba a llenar ese vacío que había dejado…

 

Ya no era el mismo…

 

Sabía perfectamente que había cambiado, de un momento a otro, me volví vil y cruel, no me satisfacía tan solo apagar la luz de los demás, el sufrimiento tocaba mi corazón quebrado, quizás si ellos sentían un poco lo que yo sentí, al menos me sentiría en paz, ahora era un amargado, un egocentrista, un tirano y un despiadado…

 

Y me agradaba todo eso ya que era perfecto…

 

Ese era el Ben Tennyson y jure en aquella fuente que ese seria sin importar las circunstancias, una víbora llena de veneno, un manipulador, un ser inigualable e inalcanzable, ese era yo…

 

De repente…

 

Un tipo se sentó a mi lado, yo lo mire de reojo, se veía muy feliz, cosa que me molestaba, “Vete o te mataré” le dije sin necesidad de presentaciones, necesitaba estar solo, necesitaba pensar como acabar con la gente de hace rato, ese tipo solo sonrió sin mirarme, tenía un regalo en sus manos, “Te ves muy bien, pero por dentro te ves muy mal” me dijo a lo que yo fruncí mi ceño, ¿Cómo se atrevía?, “Dime tu nombre, para ponerte flores en la tumba”, le indique a lo que sonrió de nuevo ignorando mi amenaza, “me llamo … “ no quiso decirme, “ pero me apellido ...” me dijo, yo solo le mire, ¿Por qué no temía?, ¿Por qué no salía corriendo como los demás?, luego me miró fijamente, era un tipo de edad, le ponía unos 24 años, no era apuesto, pero tampoco era feo, notaba mucha alegría en esa mirada cosa que me opacaba por completo…

 

“Tienes muchos pantalones para ser tan insolente, sabes que es fácil arrancarte esa risa que llevas” le comente mientras él me dedicaba otra sonrisa, “Soy un soldado de Dios, no tengo porque tenerle miedo” me comento, ¿un soldado de Dios?, ¿Qué coño significaba?, “Debes ser un jodido patriota orgulloso de su estúpida nación, esos son los llamados soldados de Dios” recordé su significado, me estaba impacientando demasiado con ese tipo, “Eres muy niño para decir eso, sin embargo me edifica tu valentía y determinación”, me dijo a lo que observe su regalo…

 

No comprendía la razón de que me hablara…

 

Dejamos de mirarnos, ese tipo me saco una sonrisa, cosa que desde hace tiempo no hacía, ya que era una real, una libre de cosas malas y todo porque en realidad era valiente y obstinado, “Supongo que tu novio debe estar esperándote” le dije a lo que se sorprendió un poco, “¿Cómo sabes que es un hombre?”, me pregunto a lo que sonreí de nuevo, suspire y mire a la demás gente pasar…

 

Ya no tenía ganas de matar…

 

“No hace falta saberlo”, le dije a lo que me puse de pie, “Te perdonaré la vida” le dije mientras comenzaba a marcharme sin verle, “pero no tendrás una segunda vez, eso tenlo por seguro”, le dije mientras me dirigía al hotel, le desee suerte, porque me había caído bien…

 

Aquella fue la última gota de bondad que se fue por la borda…

 

Ahora mi alma estaba libre, ahora estaba llena de odio, llena de negrura, ese tipo se había quedado con lo último que el Ben de 14 años poseía, una vez llegue al hotel, asesine a mis subordinados, al primero lo ahorque con el cable del teléfono hasta que le salió sangre por los ojos, debía asegurarme de que no saliera con sorpresitas y al segundo le corte el cuello con el cuchillo de rebanar mantequilla que encontré en la habitación…

 

Ambos formaban una escena preciosa…

 

Tire los cadáveres desde lo alto del edificio, los gritos de la gente de la calle me daban paz, los tipos se esparramaron por todo el pavimento manchando a la muchedumbre, como no me había registrado aun en el hotel y nadie me conocía, no supieron que era yo el autor de tan bellísima obra…

 

A los dos días llegue a las amazonas y yo solo capture a los narcotraficantes no sin antes intoxicar los ríos con un poderoso veneno para que los indígenas que tanto odiaba se murieran…

 

Cuanto los detestaba…

 

El solo ver como sus estómagos se inflaban involuntariamente hasta explotar era un carnaval de diversión, la pase de maravilla cuando la primera tribu padeció el veneno, para la segunda lleve una cámara de video, un espectáculo como esos no me lo perdería de nuevo, cuando los niños gritaban y reventaban como globos de agua fue un festín de alegría, los ancianos hacían quejidos que me mataban de risa…

 

Pude decir que la pase genial en Colombia…

 

No creía que cosas así pudiesen pasar, antes de dejar la nación, les hice llegar una carta a las personas que estuvieron presentes en el beso de mis subordinados, en ella, había un poderoso virus que atacaba al sistema nervioso, era un invento personal, la había llamado “la carta Mamba”, ya que una vez abierta, mientras leías el contenido, tu vida se marchitaba, lo mejor de todo es que lo puse bajo anónimo, subí al avión y mientras esa patria boba sufría, había dejado mi marca Tennyson, una de esas donde les decía a todos que…

 

Me había salido con la mía…

 

Ahora me encontraba sumido en sus brazos, era las tantas de la madrugada y el sedante no me dejaba razonar con claridad, sentía el pesado cuerpo de Dante sobre el mío, por eso dejaba que me besara y que se acomodara mejor en mi cama, por eso dejaba que se quitara los zapatos y se fundiera sin prisa en aquella cama desconocida, por eso le abrazaba y disfrutaba de su gran espalda, por eso dejaba que sus piernas se cruzaran con las mías, por eso dejaba hacer lo que él quisiera, por ese sedante de mierda es que lo permitía…

 

Que desgracia…

 

Yo estaba desnudo, pero él estaba con toda la ropa puesta, solo podía acariciar sus brazos y hombros desnudos porque llevaba una camisa de tirantes, sentía como entrecruzaba sus piernas con las mías, su grueso Jean no me dejaba tener contacto, pero el parecía embestirme de a pocos, seguro que su pantalón le apretaba su zona masculina…

 

Que más dará…

 

Su respiración chocaba con mi cuello, con mi mano derecha, la metí entre su camisa y así poder acariciar su gran espalda, con la otra, me agarre de su gran bíceps…

 

Pronto, sentí como besaba mu cuello con cierta delicadeza, la sensación era muy agradable, yo también quería hacerlo, así que con mis húmedos labios hice contacto en aquella piel un tanto quemada por el sol…

 

Tenía buen aroma…

 

— Me… haces cosquillas princesa— me dijo a lo que se me subieron los colores, ¿Qué demonios estaba haciendo?, — sin embargo, no pares— me dijo a lo que él continuo atendiendo los finos pliegues de mi cuello, su respiración era agradable, sonreí como aquella vez con el otro tipo de Colombia, esta vez era una de verdad…

 

Apreté el abrazo, pues este había sido uno de mis sueños desde mis 14 años, sin embargo, no todo era color de rosa, estaba siendo un experimento suyo, de todos modos me dejaría llevar…

 

Porque todo era culpa del sedante, mañana volvería a ser yo mismo…

 

Unimos nuestros labios y no quisimos dañar el momento, solo nos mirábamos de vez en cuando y volvía a probar esa boca que jadeaba mientras meneaba muy sensualmente su cadera, nos separamos un poco, para contemplar nuestros rostros…

 

— No pensé que alguien como tú se sonrojara tan fácil— me dijo mientras era prisionero de ese iris plata que hacían juego con la noche…

 

Después de eso, lo tome por su parte trasera de la nuca para volver a probar esos labios, él tenía acceso total y nuestras lenguas se cruzaban con mucha frecuencia, seguimos así por un rato…

 

Hasta que él se cansó…

 

Como yo estaba abajo y en encima de mí, se sentó sobre mi cadera y se quitó su camisa dejándome ver su cuerpo, ¡Válgame Dios!, no ponía en duda lo bien trabajado que estaba, se acercó a mí y pude notar como su atmosfera era más caliente que la mía, pues una vez más nuestras pieles hicieron contacto…

 

Le besaba con locura…

 

Y todo porque era culpa del sedante y no mía, yo jamás haría algo así en mi juicio, era inevitable no estar excitado, el maldito paseaba sus dedos por mis brazos, luego bajaba por toda la parte lateral de mí abdomen para encontrarse con mis perfectos glúteos, cuando lo hacía, apretaba un poco cosa que me sorprendió…

 

— ¿Qué pasa?— me cuestiono mientras nos separábamos un poco…

 

— No sé si este listo para hacerlo— dije mientras voltee mi cara, me sentía frustrado al mostrarle mi lado más débil, estaba claro que mi ceño se había fruncido hasta mas no poder…

 

Escuche una risilla de su parte…

 

Sentí como todo su cuerpo se recostó contra el mío, sentí como reposo su rostro en la parte contraria de mi cuello, sentí como respiraba y me generaba cosquillas…

 

— Esta vez lo hare con cuidado— me dijo mientras besaba mi cuello nuevamente, — ando muy caliente y eres el culpable— exclamo entre besos y más besos…

 

Pronto tomo mi mentón y continúo deleitándose con mi néctar especial y por supuesto exclusivo, escuche como se estaba quitando los pantalones con una mano mientras con la otra seguía apretando mi nalga…

 

Estaba feliz…

 

Pronto todo se acabaría, estaba claro que se arrepentiría de esto en la mañana, el sedante acabaría y regresaría de la tumba, estábamos destinados a matarnos a odiarnos y sobre todo…

 

A destruirnos…

 

Sin más, sin darme cuenta, Dante estaba desnudo, mis pensamientos me alejaron del momento, sin dudarlo, se entrepierno conmigo, sentía su gran erección frotarse contra la mía, daba unos ligeras embestidas para sofocar “su calor” ambos nos abrazamos y nos besábamos…

 

¿Qué podía hacer?, toda la culpa era de esa maldita droga…

 

No me cansaba, realmente no me cansaba de hacerlo, sus labios aparte de varoniles eran muy apasionados, quería que me tomara, pero no lo consideraba pertinente…

 

— Quiero meterla, no aguanto más Benjamín— me dijo con suplica, mire su rostro, jamás pensé que presenciaría eso, estaba haciendo pucheros, estaba pidiéndome permiso, estaba siendo más guapo…

 

Estaba moviéndome…

 

¿Cómo negarme?, estaba borracho de Amor, ¿ya les dije que era culpa de la droga, no?, pues así era, le sonreí y asentí para luego obtener una risilla de su parte, froto la punta de su nariz con la mía y me beso mientras me acomodaba las piernas…

 

¿Qué diablos estaba haciendo?

 

¿Por qué simplemente no lo mandaba para la mierda?, me frustraba pero al mismo tiempo algo se quebraba en lo profundo de mi alma, ¿Qué debía hacer?, con su masculinidad un poco lubricada con un líquido especial que no sabía que tenía guardado en el nochero, introdujo la punta…

 

Me sorprende que no me doliera…

 

— ¿Estás bien?— me cuestiono mientras no podía quitársele esa sonrisa, me estaba jodiendo mucho pero se lo iba a permitir…

 

Porque el sedante estaba jugando conmigo…

 

— Si… lo estoy— le dije mientras él continuo metiendo su masculinidad tan profunda, escuche como jadeaba de placer y pronto volvió a unir sus labios con los míos…

 

Mamá, ¿me he enamorado de un criminal?, fue lo que mi yo interior decía. Dante comenzaba a embestirme y no se la razón, pero me estaba gustando mucho, sentía como tocaba un punto que me hacía suspirar fuerte, ambos estábamos sudados…

 

— Dame… dame más fuerte— fue lo que dije mientras reaccionaba a tan cochinas palabras, ¿yo suplicando por más? ¿Desde cuándo el poderosos e indomable Tennyson hacia eso?...

 

— Como diga mi sultana— me dijo mientras su pelvis impactaba contra mis blancas nalgas con más brutalidad…

 

Ignore que me haya reconocido como su esposa, me agarre de su espalda con mis dígitos, presione sobre su piel lo más que pude, deseaba tener las uñas largas para dejarle mis marcas, pero no las tenía. Ambos nos extasiábamos, estábamos ebrios de ese placer, tan solo sentir su virilidad entrar y salir a su goce me generaba sensaciones duraderas, me besaba y susurraba palabras incoherentes para mi…

 

— ¿Te gusta? – me cuestiono mientras las embestidas no cesaban, yo lo mire y asentí, no me atrevía a pronunciar alguna afirmación…

 

A medida que lo hacíamos, estábamos contemplando nuestros rostros, aun eran jóvenes, aun el tiempo no dejaba marca, sus iris plata enfilar los diamantes que poseía me generaba cierto bienestar…

 

—Dime “te amo”—, me susurro mientras me penetraba sin objeción alguna, sentía su miembro ir cada vez más y más profundo, no sabía qué hacer, pues no entendía su objetivo…

 

— Te… te… amo—, le dije muy insatisfactoriamente, no creía que quisiera escuchar eso…

 

— Dímelo más fuerte Benjamín—, me ordeno un poco molesto, sus embestidas y sus jadeos sobre mi cuello querían trasmitirme algo, sin embargo, ¿para qué quería que le dijera eso, si ni siquiera me ama?...

 

Aun cuando nuestros cuerpos están conectados, puedo sentir como nuestros corazones se están separando cada vez más, esto es exactamente lo que me da miedo, ya que esto está a punto de acabar y debo aceptar que me he enamorado de este completo imbécil…

 

Sin previo aviso agarre su pelo con ambas manos, de mi interior salió un líquido espeso y cayó sobre mi vientre, ¿Qué pasaba?, yo no me había masturbado y aun así, el idiota de mi marido había logrado sacarme un orgasmo sin ni siquiera tocar mi miembro…

 

— Veo que soy muy bueno mi amor— me susurro entre sonrisas, quizás lo hacía por mi rostro completamente rojo, — quiero venirme dentro de ti, ¿puedo?— exclamo sin quitar esa maldita sonrisa…

 

—si… fue lo que respondí, estaba cansado pero su miembro dentro de mí se sentía muy agradable…

 

Agitando un poco su pelvis, la fuerza que ejercía sobre mí se incrementaba, la frecuencia con que el sonido de las pieles chocaba se intensificaba, pude notar como jadeaba y besaba mi cuello, él lo estaba disfrutando, yo estaba haciéndolo feliz no porque me correspondiera hacerlo, nadie merece mis atenciones, solo la droga estaba sacando lo peor de mi…

 

— Se… siente muy bien— fue lo último que dijo mientras sentí como se corría sin prisas, derramo toda su esencia descaradamente mientras soltaba varios soniditos de placer…

 

Nos detuvimos por un momento, el silencio reino la habitación, su cuerpo pesado era sostenido por el mío. Solo me limite a ver el horizonte, la ciudad de Egipto en la noche era algo agradable…

 

Debía implantar una bomba…

 

Así esta maravilla volaría en pedazos y solo quedaría la ruina de un pasado sin futuro…

 

—Estuvimos muy bien, ¿no?— fue lo que me cuestiono ese tipo, yo fruncí mi ceño, ¿acaso no estaba ensayando si le gustaba?...

 

— Si…— fue lo que le respondí, no iba a decirle nada más, no quería mostrar más mi debilidad, tenía que retener esa maldita droga…

 

— Y… ¿Te gusto?— me interrogo mientras se quitó, se hizo a un lado mío, la jodida pregunta me había puesto nervioso, le di la espalda, no quería verlo…

 

Que patético…

 

— Si…— fue lo que respondí, no quise decirle nada más…

 

— Entonces descansemos amor— me dijo el muy cínico a mientras note como me arropo con la sabana, parece que se iba a quedar conmigo a dormir…

 

Maldita sea…

 

Seguido de eso, note como me abrazo, se acercó a mí para luego escuchar su respiración cerca de mi cuello…

 

Parece haberse dormido…

 

Yo no era su juguete de peluche, de seguro me abandonaría cuando el jodido sol tocara esta maldita tierra, ya estaba acostumbrado a que me abandonaran, por eso había construido mi muralla perfecta, una que aniquila a cualquier imbécil que se atreviera a pasarla…

 

Sin embargo temo que este cretino las hayas pasado sin dificultad…

 

Estaba agotado, solo me limite a cerrar mis ojos con la esperanza de volver a ser el mismo Ben Tennyson de siempre, el mismo cruel y despiadado, al que todos temen y deben obediencia…

 

No volvería a ser el mismo niño jodido de 14 años…

 

Sin pensarlo y sin ser consecuente de ello, tome la mano que Dante había puesto sobre mi abdomen, entrecruce mis dedos con los suyos y así me quede dormido…

 

Cuando abrí los ojos, no hizo falta darme la vuelta, la cama se sentía vacía y con ello la confirmación de mis sospechas se habían hecho realidad…

 

Se había marchado…

 

Me senté en la cama, estaba desnudo y lo más curioso es que no me dolía la cadera, en su mesita de noche pude observar una nota con mi nombre, la tome y la leí…

 

“Tuve una emergencia que atender en la pirámide, tenemos que hablar de lo sucedido, me siento arrepentido”…

 

¿Arrepentido?, ¿arrepentido de qué?, gruñí furioso, arrugue la nota con todo el odio, me levante y note como la cadena que me ataba a la cama estaba cortada, abrí el closet y con ello saque una vestimenta un poco agraciada para mi gusto, mire la ventana y me lance desde aquella altura…

 

Salí volando como “Fuego”, quería confrontarlo, quiera verlo a los ojos y darle su merecido, ¿arrepentido?, ¡JA! ¡YO SOY EL ARREPENTIDO!, por haberme enamorado de un completo idiota, por ceder a sus encantos engañosos, por ser un idiota es que me las va a pagar, después de todo…

 

Quizás la noche oscurezca los cielos y tal vez las lágrimas de nuestros ojos se tiñan de tristeza, pero la más mínima luz puede provocar un incendio si nadie se preocupa por los sueños que no encajan en nuestro mundo…

 

Continuará…

Notas finales:

OHHH MY GOD CHICOS!!!; BEN HA DESPERTADO!!!, creo que Dante lo ha encabronado y el muy adorado demi ben va a cobrarselas, ¿arrepentirse? ¿en que sentido?, jejejej el proximo capi se trata de wesker x Chris, mil gracias a todos los que leen el fic, lo comentan y siguen esperando la actualizacion, tratare de ponerme mas juicioso para actualizar las otras estaciones, un abrazote grande de mi parte y que el yaoi reine por los siglos de los siglos... AMEN!!!

 

 

 

Att;jhomi999


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