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Changed Age por Jeffy

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Notas del capitulo:

Ohaaayooo, he aquí la conti por parte de un servidor, espero que os guste, estoy realmente rojo de tanto escribir *coff coff*

Espero se entienda jeje

 

En fin, pasen y lean mis queridas fujoshis y queridos fundashis. ^^

------------(Funeraria de Taker, 8:00 a.m.)------------------------------------

El enterrador se sujetaba la tripa incapaz de contener enormes carcajadas solo de pensar en lo que sucedería cuando los afectados se despertaran.

- ¡JIJIJIJIJIIJI, ESTO VA A SER MUY INTERESANTE, JIJJIJIJIJIJIJIJ, Y DIVERTIDO, ANTE TODO DIVERTIDO!- gritaba una y otra vez emocionado.

Entre tanto, llegaba la hora de que los dioses de la muerte se levantaran.

Aunque algo antes de ese momento el teléfono de William sonó incesante, despertando a este de una sola y provocando que se cayera de la cama.

- ¡Shit!- se puso rápidamente las gafas y se arrastró hasta el teléfono.

- ¡¿QUI…N ES A ESTAS HORAS?!- preguntó muy irritado (hasta que no se toma el café de por la mañana no es shinigami)

- ¡¡¡¡Wiiiruuuuuu!!!- exclamó una vocecita ligeramente chillona entre sollozos.

- ¿Eh, quién er-? -se detuvo en seco- un momento... solo Sutcliff me llama así...- William se preocupó, algo raro pasaba- ¡¿Sutcliff, eres tú?! ¡¿qué te pasa?!- preguntó angustiado.

- ¡¡¡Wiiiruuuuuu!!!- sus llantos no cesaban, viendo que sería imposible hablar con él colgó, se puso la ropa como pudo y corrió al apartamento de su subordinado.

Atravesó los pasillos como alma que porta una alimaña con el corazón en un puño, dado que, aunque no lo pareciera a primera vista, por decirlo "suttcliffmente" (sutilmente XD) a Spears le importaba su empleado *coffcoffamorcoffcoff*.

Cuando estaba frente a la puerta llamó, y se escucharon unos ligeros pasos acercándose a la puerta, esto preocupó al pelinegro.

1- Porque tras los pasos de Grell siempre se escuchaban sus tacones, cosa que no era capaz de percibir.

2- Porque sonaban demasiado débiles, como si no pesara ni la mitad que antes, que si ya era ligero de por sí debía ser algo fatal lo ocurrido, ¿se alimentaba correctamente?

Esas ideas salieron de su mente en cuanto vio el panorama que se le presentó.

Un Grell. Shota. De un metro cuarenta como mucho, con el pelo cortito, con lo que parecía ser una camisa blanca que le quedaba como un camisón, totalmente sonrojado y los ojitos húmedos. Aparentaba unos doce años.

- ¡¡¡Wiiiruuuuuuu!!!- gimoteó y se tiró a sus brazos, la cara de William era de proporciones épicas de acuerdo a la bizarra situación.


- ¡¿Sutcliff, qué te ha pasado?! ¡¿Y cómo es que con el frío que hace duermes solo con una camisa?!- dijo lléndose un poco del tema. En fin, Wiiru y su formalidad.

Al ver que Grell no paraba de llorar lo rodeó con sus brazos y lo trajo hacia sí, dejándole reposar la cabeza en su pecho.

Esto pareció calmar al pelirrojo.

Cuando el pelinegro estaba por formular más preguntas, vio que en la espalda de su camisa se hallaba una nota pegada con celo.

"Jijijijij, si ves esto es que ha funcionado, empieza el juego muahahahajijijijiji. Undertaker"- leyó el gerente.

- ¡¡¿Eeeeeeeh, Taker me ha hecho estooo?!- Grell fue corriendo dentro de su apartamento y salió arrastrando a Scarlett (su motosierra, sí, le puso nombre) dado que ahora no era capaz de levantarla.

- ¡¡¡¡VOY A MATAR A UNDERTAKEEER!!!- dijo intentando levantarla del suelo sin éxito, a lo que Will le miraba intentando no reírse.

- ¡Wiiruu, espabila!- le dijo - ¡Vamos a matar a Taker!- y se cayó al suelo al soltarse sin querer del mango de Scarlett.

Spears se rió un poco por lo bajo, cogió a Grell en brazos y fueron a la funeraria del sepulturero.

Entre tanto, una situación similar se estaba dando en la mansión Phantomhive.


-------------------(En la mansión Phantomhive, 8:00 a.m. cuarto de Sebas)---------------------------

El mayordomo negro se levantó pesadamente, había tenido un sueño muy raro y se sentía cansado.

-"Es por eso que no suelo dormir"- auto-argumentó somnoliento.

Se refregó un poco los ojos y se fue a poner el traje, estando medio dormido no se diocuenta de un pequeño detalle, ( que conste que lo de pequeño no lo he hecho adrede, pobrecito juju) que le venía "un poquito" grande, Sebastian tomó una lámpara de aceite y se dirigió al cuarto de su joven amo.

En el recorrido y al abrir la puerta notó algo extraño, como si la mansión se hubiera agrandado, pero creyó que sería solo su imaginación y lo dejó correr.

Corrió las cortinas y se aproximó a la cama de su amo lentamente.

- Bocchan, Bocchan despierte- dijo dando suaves toques a su amo- "Qué raro... ¿No sonó mi voz muy aguda?"- pensó.

- Mmmm... Vooy...- le contestó una profunda pero a la vez suave voz de.. ¡¿HOMBRE ADULTO?!

- ¡¿Bo-bocchan?!- preguntó Sebastian poniéndose de los nervios.


- Haaaai, ya me levanto, dijo sentándose en la cama y haciendo que Sebastian se cayera al suelo de culo, afortunadamente sin quemar nada con la lámpara.

- ¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!- gritó Sebastian con voz de chiquillo.

- ¡¿SE- SEBASTIAN?!- preguntó a su vez el joven amo sorprendido.

Casi parecían dos extraños, y normal, ¡vaya diferencia!

Sebastian lucía como un pequeño chico shota, con unos grandes y hermosos ojos rojos, el cabello algo más corto y desaliñado, la piel pulcra y blanca, como si fuera porcelana.

Su estatura de 1,85 de hombre adulto pasó a ser de 1,43 metros, resultando hasta ridículo a los ojos del conde, y, por supuesto, el traje le quedaba igual que a Ciel le quedaba ayer como quien dice (ah, no, que fue ayer) aparentaba unos doce-trece años.

Y Ciel todo lo contrario.

Ciel se veía como todo un joven adulto de unos dieciocho-veinte años. Con un 1,86 de altura superaba por un centímetro al Sebas adulto. Sus ojos ahora poseían una mirada penetrante que llegó hasta el pelinegro y le hizo sonrojar por la impresión.

Su piel blanca permanecía intacta, y se seguía viendo delgado, pero también había ganado algo de músculo.

- Jajajajajajaajaaj- Ciel no podía parar de reír.

- ¿Qu-qué pasa Bocchan?- preguntó el pequeño demonio.

- Te ves aún más diminuto con el traje puesto- y se siguió riendo.

El mayordomo negro infló los mofletes y se cruzó de brazos, lo cual le hizo ver adorable a los ojos del conde, y, no nos engañemos, a los nuestros también.

-Mmmmm- Ciel se acercó a Sebastian y le colocó una mano en la nuca acercando al ojirrojo lentamente hacia él y... Tomando la nota que llevaba colgando.

- ¿Qué es esto?- exclamó- " Jijijijiji, empieza el juego, ¿qué tal las primeras impresiones? jijiji. Undertaker"- Ciel se enojó ipsofacto- ¡Será cabrón!...- y miró a su mayordomo que estaba completamente ruborizado y con los ojos fuertemente cerrados esperando recibir su beso, que básicamente no llegó.

- ¿Qué te pasa, Sebastian?- preguntó Ciel riendo un poco a lo que Michaelis abrió a los ojos y se encontró a un Bocchan mirándolo con gesto de burla.

- N-no, n-nada- dijo desilusionado.


- Aaaah, vale, quieres esto, ¿no?- dijo robándole un suave beso por sorpresa dejando a este más rojo que sus ojos. El pelinegro se tapó la boca nervioso y miró rápidamente al suelo.


- Jajajaj, qué lindo- dijo el conde extrañamente risueño. (Ciel de buen humor... ¡¡¡El fin del mundoooo!!!)

- Bien, Sebastian, voy a ponerme un traje de los de mi padre, tú puedes ocupar uno de los míos, vamos a ver qué ha liado Undertaker ESTA VEZ- acabó de ordenar y se fue a vestir.


Al estar ambos listos se pararon a esperar que llegara el carro de vuelta que Bard usó para ir a comprar varias cosas que eran necesarias.

Ciel llevaba puesto su parche cubriendo la señal del demonio, y un traje del estilo formal de color azul marino y negro con camisa azul zafiro y una corbata negra, y pantalones y botas del mismo color junto a un elegante sombrero de copa, a los ojos de Sebastian se veía realmente atractivo, y no pudo evitar ruborizarse.

Sebastian llevaba un traje negro con chaqueta negra y botones en color plata, camisa blanca y lazo negro, un chaleco gris oscuro, pantalones cortos de color negro, medias negras y zapatos del mismo color con remaches de plata, a los ojos de Ciel como no apareciera Bard en menos de diez minutos se lo llevaba a su cuarto y lo violaba.

Pero para su mala suerte este llegó al instante, tras explicarle unas cuantas veces la situación (hasta que la entendió, vaya elemento) este los llevó a la funeraria de Undertaker.



-------------------------------(En la funeraria de Undertaker)-------------------------------------------------


A las puertas de la funeraria se encontraron a la vez los dioses de la muerte y el conde Phantomhive junto con su mayordomo, solo una mirada y ya vieron que estaban en la misma situación.

Curiosamente, lo que más les llamó la atención a Ciel y Michaelis fue que Grell se había quedado dormido en los brazos de William, bueno, eso y que solo llevaba puesta una camisa por encima.

- ¿Por qué está medio desnudo?- preguntó el conde.

- ¿Tienes tú ropa de su tamaño? porque al menos yo no- contestó el gerente con otra pregunta.

- Bueno, ya teníamos previsto que hubiera otro caso, de modo que, sí, tenemos ropa de casi su tamaño, probablemente le quede un poco grande, pero mejor que una camisa será, Sebastian, procede- ordenó en conde.

- Yes, my lord- contestó Sebastian con su dulce voz prebuperta extendiéndole una bolsa con ropa al shinigami, tras esto entraron (con Grell aún sin vestir ^^¡)


En la mesa de recepción se encontraba Undertaker, comiendo tranquilamente una galleta com forma de hueso que desprendía una agradable esencia con olor a vainilla, a lo que el pelirrojo se desperó, se bajo de los brazos de William, fue corriendo hacia el sepulturero, cogió una galleta, y se volvió a los brazos de william y comenzó a comérsela, dejando a todos ligeramente exasperados y al albino sorprendido.

- ¿Ghquéh, ghteghníagh hghahmbghe?- dijo con la boca llena.

- Traduce - le pidió el peliazul a Spears.

- Que tenía hambre- dijo limpiándole la boca a Grell con un pañuelo, y este hizo un pucherito.


- Jijijijij, pues vaya, no os va tan mal jijijij, lástima...- el sepulturero esperaba verlos más exaltados, pero con eso se conformaba (de momento)- en fin, ¿que queréis?- preguntó sin hacer realmente falta.

- ¡¿Tú qué crees?!- Sebastian se enojó- ¡¡¡Devuélveme a mi forma normal o te arranco la cabeza!!!- le gritó dejando a todos atónitos.

El sepulturero solo se levanto y se mantuvo de pie frente al ojiirrojo.

- Bueno, para arrancarme la cabeza primero tendrías que ser capaz de alcanzarla, ENANO, jijijijijiji- zas, en toda la boca. (TAKER-1, SEBAS-0)

Grell se puso frente al albino y le dio una patada en la espinilla, haciéndole gimotear de dolor.


- ¡Auch!, ¿y eso?- preguntó mostrando cierto desconcierto en su mente.

- ¡¿No es obvio?! ¡¡¡Devuélveme a mi forma de siempre!!!- le pidió, o más bien ordenó.

- Mmmmm, déjame pensar... Nup- respondió con una enorme sonrisa.

- Ugh, ¿y por qué no?- preguntó- ya te divertiste bastante, ¿no?, además..- señaló a William- ¿por qué a él no le has hecho nada- le preguntó con una mirada asesina.

- A ver, lo contestaré en orden jijiji:

1- Porque el jueguito durará medio año quiera o no, y si os acostumbráis se quedará como está.

2- Porque me da miedo ver a William enfadado jijijiji.

Ya esta- concluyó.

- ¡¿Y ahora cómo trabajo?! ¡¡¡Ni siquiera puedo levantar a Scarlett!!!- se quejó Grell enfurecido.

- Sinceramente, Sutcliff, con lo que trabajas no creo que se note, de hecho ahorrarás dolores de cabeza a más de uno, me incluyo- le respondió.

Y Grell se hizo bolita al más puro estilo emo en una esquinita dejando a los presentes con cara de "WTF??".

- Respecto a el shinigami muy bien, pero, ¿qué pasa con mi mayordomo?, en esta forma será incapaz de ser completamente funcional- argumentó el aristócrata.

- Respecto a eso...- empezó Undertaker.

- Respecto a eso...- el conde le incitó a continuar la frase.

- ... Te jodes y punto- le dijo dispuesto a pegarle un muerdo a una galleta, pero en algún momento dado Grell se las había quitado y se las estaba comiendo tan contento sentado sobre un ataúd.

- ¡¡¡Mis galletaaas!!! ¡¡¡Pero bueno, ¿es que este niño no come o qué?!!!- preguntó exaltado.

- No ha dado tiempo, hemos venido nada más despertarnos, y no creo que fuéramos solo nosotros dos- supuso el gerente.

- Acertaste- dijo Sebastian, y sus tripas rugieron dándole la razón.

- Pues a comer a otro lado, suerte- dijo echándoles de la funeraria sin más enojado por haberse quedado sin galletitas.



- ¿Entonces la cosa se queda así?- preguntó Grell sin ser consciente del todo de lo ocurrido.

- Sí, y por tu culpa, baka- le contestó Sebastian propinándole un capón.

- ¡Alimaña inmunda, NO LO TOQUES!- dijo William cogiendo a Grell en brazos de inmediato.

- Vaaamos, no te pongas así, hombre, solo son niños- dijo el conde.

- Bueno, tienes razón... Me disculpo formalmente- dijo el shinigami.

- No hace falta, ten- le extendió su número- deberíamos mantenernos en contacto, a saber cuánto durará esto...- cogió a Sebastian de la manita- bueno, nos vamos- se despidió y se fueron.

- ¡Wiiruu, aunque tenga este especto no soy ningún niño!- dijo Grell con un pucherito y se abrazó al cuello de William.

- Si, tienes razón, ya tienes doce años, puedes andar por tu cuenta de sobra, ¿no?- dijo solo para ver su reacción.

- ¡N-no e-estoy medio desnudo, baka!- se acordó- ¡Y aún ni hemos comido!- le replicó.

- Tú ya te has comido una marmita de galletas con esencia de vainilla, con eso aguantas de sobra hasta media mañana- le reprochó pero sin hacerle bajar del confort de sus brazos.

- Pero Wiii-ruuuu- se quejó.

- Basta ya te tonterías- finalizó la banal conversación abriendo un portal directamente a su apartamento, entró con Grell en brazos y lo posicionó en la cama.

- Mmm Wiiru, ¿pero qué haces? ¡¿No pretenderás que me eche la siesta?! ¡Que no soy un niño!- se quejó con un pucherito a lo que William le quitó la camisa dejándolo completamente desnudo.

- ¡Wi-wiiru, hentai!- le gritó tapándose completamente sonrojado.(cabe destacar que una de las reglas del juego les hace cambiar también la forma de pensar acorde a su edad física)

- Mattaku- exclamó William- Sutcliff, ¿ni en este momento puedes dejar de ser un pervertido?- se quejó el gerente.

- ¡P-pero si me acabas de de-desnudar!- Gritó Grell con la cara del color de su pelo.

- Mattaku... Tranquilízate, ¿quieres?- dijo colocando al pelirrojo en su regazo con cariño y abrazándolo con ternura- solo trato de vestirte, mientras dormías, el conde Phantomhive me facilitó algo de ropa para que no fueras con una camisa por la vida- le aclaró.

- S-soo ka...- murmuró sonrojado.

- ¿Está bien para ti que te vista?- le preguntó.

- Ha-hai... Pero con dos condiciones- le advirtió.

- Humm, está bien, dime cuáles son- dijo expectante.

- 1, que me llames Grell, no Sutcliff, y 2... Qu-que me des un beso- dijo jugueteando con sus dedos índices, haciendo a Spears sufrir un nose bleed en su mente.

- Acepto las condiciones- dijo tomando a Grell por la barbilla y depositando sobre los labios del pequeño los suyos propios, pero no pudo detenerse tan fácilmente y profundizó un poco, haciendo que el pelirrojo soltara pequeños gemiditos reprimidos dentro del mismo, se colocó sobre Grell y sujetó sus muñecas con fuerza por encima de su cabeza admirando su hermoso cuerpo.

Grell no era capaz de mirar y solo intentaba taparse el rostro con las manos.

- Wiiru, b-baka, n-no mires- le dijo completamente ruborizado.

- Jum, ¿ahora recién te entró la vergüenza?- preguntó algo burlesco.

- B-baka...- murmuró.

William comenzó a depositar lentamente besos en la nívea piel yaciente en su frágil cuello haciendo a su pequeño amante gemir.

Sujetó ambas muñecas con una sola mano y con la otra comenzó a acariciar su cuerpo despacio, explorando y sintiendo cada zona con detenimiento, dejándole sentir sus caricias una a una, y haciéndole suspirar con todas ellas.


Tras estar William seguro de que Grell estaba listo comenzó juguetear con sus pezones, mientras le dio un pequeño mordisco en la pelvis, haciendo que se le escapara un pequeño grito que resonó en toda la habitación.

Poco después su mano libre estaba acariciando sin vergüenza alguna su intimidad, mientras sus alientos estaban inmersos en un intenso beso.

Entonces el pelinegro volteó a su amante.

- Wi-wiiru, ¿qu-qué haces?- le preguntó el pelirrojo ciego por la excitación.

- Algo necesario para que no te dañe- dijo, y tras lubricar uno de sus dedos con su propia saliva comenzó a preparar la entrada del pequeño.

- Wi-wiiru, i-itai- gimió esta vez por el punzante dolor alojado en su zona trasera.

A base de besos y caricias consiguió hacer que se relajara lo suficiente como para que dos dedos entraran, y tras conseguir que fueran tres, no aguantó, los sacó ya dispuesto a sustiturislos por su virilidad, que necesitaba atención urgente.

Colocó la punta frente a la entrada del pelirrojo y lo penetró lentamente con mucho cuidado y no hacerle daño depositando suaves besos en su espalda y cuello.

Al estar completamente en su interior esperó un poco y comenzó a moverse lentamente.

- Grell, ¿estás bien?- le preguntó para cercionarse de su estado.

- Ha-hai- le contestó entre pequeños gemidos notablemente excitado.

- Entonces, ¿te parece bien si aumento el ritmo?- le susurró sensualmente al oído.

- Ha-hai- contestó sin poder negarse.

El pelinegro comenzó a moverse progresivamente más rápido y fuerte en el interior del pelirrojo, haciéndole sentir en el paraíso.

El pequeño movió un poco las caderas completamente sonrojado.


- M-motto- gimió excitado pidiendo por más.


- Ha-hai- contestó- "luego el pervertido soy yo, ¿no?"- pensó mientras atendía la petición del pelirrojo con gusto.


Mientras aumentaba considerablemente el ritmo de las embestidas, comenzó a masturbar con fuerza su mienbro sin previo aviso haciéndole gemir profundamente y creando una sensación de placer que no podía describirse con palabras, pero sí con cada movimiento, cada muestra de amor.

Poco después la espalda del pequeño se arqueó y llegó al clímax gimiendo el nombre de su amente, y este poco después en el interior del pequeño.


Tras esto Grell cayó rendido sobre la cama, y William se recostó junto a él dejando que durmiera en su pecho y arropándolo con una manta y con su propio calor.


---------------(En la mansión Phantomhive)-----------------------------------------


Nada más llegar Ciel cogió a Sebastian en brazos y sin mediar parabra con los sirvientes lo arrojó a la cama y le arrancó la ropa dejándolo totalmente sonrojado y desprotegido.

El conde se puso sobre él y compartieron un intenso beso con lengua, tras esto Ciel fue a dejar su chaqueta en la silla y nada más darse la vuelta Sebastian se había rendido ante los brazos de Morfeo.

Iba a despertarlo, pero al ver lo lindo que estaba no se sintió capaz de hacerlo.

- Maldita sea, ¿cómo me dejas así? en cuanto te despiertes no te me escapas- dijo para sí mismo y se tumbó a su lado durmiéndose en posición de cucharita sin tener ni tan siquiera en cuenta que tenía trbajo pendiente.
Notas finales:

¿Qué os pareció el lemon? XD

 

Lo siento por dejar a Ciel a dos velas, pero no me sentía capaz de escribir más yaoi T//////////T

GO-GOMEEEEN

En fin, ya sabéis que en el próximo Sebby no se libra, espero con impaciencia vuestros comentarios, espero tengan un buen día.

 

Se despide Jeffy, Bye-nyaah!


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