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El amor no mide el tiempo por Fchibi

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Notas del capitulo:

Lamento mucho el atraso en continuar la historia... Tuve problemas para terminar el capítulo pero aquí está.

Espero que lo disfruten~

Otro día de clases bajo la misma rutina comenzaba, Dylan había abandonado más temprano el dormitorio por lo que Harry no tuvo la oportunidad de hablar con él antes del desayuno, deseaba arreglar las cosas entre ellos y pedirle disculpas por su atrevimiento. Él nunca se había interesado en ningún chico antes y de hecho, creía que todavía estaba enamorado de Cho. Pero el roce con los labios de Dylan se había sentido demasiado cálido y quería volver a sentirlo.


Harry sacudió su cabeza de un lado a otro para alejar esos pensamientos, no era posible que se interesara en un chico que apenas conocía y además, no quería desconcentrarse en esos momentos. Tenía una misión importante al seguir al mando de ese grupo de compañeros que sí estaban interesados en aprender defensa contra las artes oscuras y no pensaba abandonarlos.


-Harry, ¿te encuentras bien?-Le preguntó Hermione al verlo con la mirada perdida.


-Estoy bien, no pasa nada.-


-¿Seguro? ¿Ayer no tuviste ningún problema con Price?-Preguntó Ron, preocupado y curioso, pues su amigo no había querido hablar con él desde que lo encontró en el dormitorio junto al sobrino de Umbrigde.


-No pasó nada con él. Solo hablamos, él no es un mal chico.-


-Pero es sobrino de Umbrigde.-Exclamó Ron, ligeramente molesto debido a la confianza sin razón que su amigo tenía con Dylan Price.


-No lo voy a juzgar por ser pariente de Umbrigde, Ron. Él no eligió la familia donde nació.-


-Harry tiene razón, Ron. Dylan no ha hecho nada malo desde que llegó a la escuela.-Comentó Hermione, sabía lo que pensaba el pelirrojo y no estaba de acuerdo con él.


-Ustedes dos siempre están en mi contra.-Comentó con molestia el pelirrojo al saber que ninguno de sus amigos pensaba como él, levantándose de la mesa y marchándose del gran comedor.


-Harry, no te preocupes por él. Solo está molesto porque aún después de tanto tiempo parece que aún no confías en nosotros. Sé que algo pasó anoche con Dylan Price  y si no quieres contarnos todavía es tu derecho, pero no nos alejes de tu lado.-


Las palabras de Hermione calaron hondo en Harry, él nunca tuvo la intención de alejar a sus amigos debido a que eran los únicos que tenía y confiaba demasiado en ellos. Pero no sabía cómo narrarles lo ocurrido sin que ellos entraran en pánico o comenzaran a interrogarle como siempre hacían. Y la verdad era que Harry debía ordenar sus pensamientos en primer lugar antes de hablar con cualquier otra persona.


No podía descifrar lo que esa extraña visión significaba y sabía que en algún momento de ese encuentro con Dylan, la realidad se había mezclado con la fantasía, pero no podía comprender nada más sobre aquello. Se sentía confundido y no sabía a quién podía recurrir en busca de ayuda, Sirius se encontraba lejos y un poco aislado por lo que era difícil poder comunicarse con él. Dumbledore estaba descartado desde un principio, había desaparecido de Hogwarts y nadie parecía conocer su paradero, Remus estaba muy ocupado también, así que Harry se encontraba solo en esos momentos.


Las clases de la mañana se habían suspendido por órdenes de la suprema inquisidora y eso solo le daba a Harry más horas para pensar en aquel beso que le robó a Dylan, no quería que el chico continuara enojado con él porque la idea de perder sus sonrisas y sus miradas era insoportable. No podía continuar así, era imposible que un chico que acababa de conocer calara tan hondo en su interior pero tampoco tenía deseos de evitarlo. El sobrino de Umbrigde parecía ser esa persona que su corazón había esperado por tanto tiempo.


Con esos pensamientos el niño elegido caminó por el castillo hasta llegar al lago, sabía su subconsciente le había dirigido a un lugar apartado del resto de los alumnos porque no deseaba continuar soportando las miradas que muchos compañeros aún le dirigían por continuar diciendo que Voldemort había regresado. No quería pensar más sobre ello y tal vez por ese motivo quería aferrarse a Dylan, las pocas veces que había estado en su compañía lograba sentirse como un adolescente normal de quince años y no como el niño que había sobrevivido con tan solo un año de edad al ataque del mago más tenebroso de todos los tiempos.


El tener la mañana libre no era una buena señal para Dylan, suponía que su “querida” tía se encontraba impaciente por la información que él pudiera entregarle de Harry Potter y él no tenía nada que pudiera interesarle. Lo único que sabía sobre Harry es que tenía dos amigos que se preocupaban mucho por él, que la mayoría de los estudiantes le observaban en cada momento y que habían muchos rumores sobre su grado de locura tras anunciar a principio de año que el Innombrable había regresado. Además, podía asegurar que Harry era una buena persona, era muy preocupado por sus compañeros y que los problemas siempre le encontraban.


Ese último pensamiento le robó una pequeña sonrisa, la verdad es que Harry había llamado su atención desde el momento en que sus miradas se encontraron por primera vez en el gran comedor y había notado que solía ser regañado en las clases de pociones, que la mayoría del tiempo discutía con Draco en los pasillos y que Umbrigde lo tenía sumamente vigilado durante sus clases. Harry no era el típico niño problema, él no era un rebelde sin casusa sino que defendía sus ideales y no le importaba enfrentarse a la autoridad.


-Espero que estés sonriendo porque piensas en mí.-Comentó una voz demasiado conocida que solo logró que la sonrisa de Dylan se hiciera más notoria.


-No lo sé. ¿Por qué debería pensar en ti?-


-Porque me amas, es obvio. Debería ser el dueño de tus pensamientos.-Draco se acercó a Dylan, depositando un suave beso sobre sus labios.- ¿Por qué estás aquí?-


-Mmm… Tienes un ego muy grande, ¿lo sabías?-Murmuró el ojiazul sin poder borrar su sonrisa, la verdad es que la compañía de Draco le hacía bien en esos momentos.- Quería estar en un lugar donde los ojos de Umbrigde no pudieran observarme.-


-¿Sigue con su afán de conocer cada detalle sobre la vida de Potter? No creo que logres conseguir la información que Umbrigde espera encontrar. Lo digo porque sé que Potter te agrada y que no tienes intenciones de hacer lo que tu querida tía te ordena que hagas. Sé que ya elegiste tu camino, Dylan y por eso has sido castigado por toda tu familia.-


-Lo haces sonar como si hubiese hecho una gran hazaña y sabes que no es así. Solo quise seguir mis propios ideales.-Las palabras de Dylan fueron sin entusiasmo, no le gustaba cuando alguien le resaltaba sobre el resto de personas.


-Lo sé, pero yo te admiro por eso porque pudiste decir “no” cuando todos a tu alrededor te presionaban para seguir los pasos de los magos sangre pura.-


-No podía seguir los pasos de mis abuelos ni los de mi padre. Pero tienes razón, no voy a proporcionarle la información a Umbrigde, no puedo hacerlo.-


-¿Por qué no puedes?-


La pregunta de Draco parecía decir “¿por qué no quieres hacerle daño a Potter?” y Dylan comprendió ese significado oculto en cosa de segundos. Ambos se conocían demasiado bien y sabía que nunca podría mentirle al chico rubio aunque la verdad pudiera hacerle daño. Draco mantuvo su mirada sobre el rostro del chico a su lado, analizando cada una de sus expresiones, las cuales solo lograban confundirle un poco más mientras el tiempo transcurría.


-No quiero hacerlo, Harry lucha por un bien común y sé que mi tía está gravemente equivocada con sus métodos de justicia. Además…-Las voz de Dylan se hizo más suave a medida que hablaba, sabía que Draco se molestaría con él y que las cosas no terminarían bien.- Harry ha sido muy bueno conmigo, ha sido el único Gryffindor que no me ha juzgado por ser sobrino de Umbrigde.-


-Veo que se han vuelto cercanos.-Comentó Draco con cierto malestar, no le agradaba la idea de que Potter se acercara a Dylan y no solo por el odio que manifestaba hacia el Gryffindor.


-No tienes que estar celoso de Harry. El hecho de que me haya besado no significó nada…-


-¿Qué? ¿Potter te besó? ¿Cuándo? ¿Acaso no pensabas decírmelo?- Draco reaccionó de inmediato ante la noticia y su rostro reflejaba toda la molestia que sentía en esos momentos. Rápidamente se alejó de Dylan y se dirigió con paso apurado hacia las escaleras que lo llevarían de regreso a los pasillos del castillo.


-¡Draco, espera!-Dylan no tardó en seguirlo, sabía que el rubio actuaría de manera impulsiva y que iría en busca de Harry, pero no contó con que Draco fuera tan rápido y se le escapara antes de que pudiera alcanzarlo. Si tan solo hubiese tenido la oportunidad de explicarle lo que ocurrió aunque él tampoco comprendía muy bien todo lo que pasó esa noche.


Draco Malfoy caminaba a una gran velocidad por los pasillos del colegio en busca de cierto ojiverde, todos los estudiantes que se atravesaban en su camino estaban obligados a hacerse a un lado para no ser empujados por el rubio. El príncipe de Slytherin no tardó demasiado en encontrar al culpable de su enojo, conocía perfectamente los lugares en los que Potter solía estar, ya sea en compañía de sus amigos o en solitario, y para su suerte en esta ocasión no tendría que soportar a la irritante de Granger o al pelirrojo Weasley.


Agradeció internamente que el Gryffindor no notara su presencia hasta que pudo tomarlo del brazo y estamparlo contra el árbol que se encontraba en su espalda, le gustaba cuando podía sorprender a su adversario. Por otra parte, Harry se encontraba demasiado ensimismado en sus propios pensamientos como para darse cuenta de la presencia de otra persona. Un quejido de dolor se escapó de su boca cuando su espalda fue golpeada contra el árbol, abrió sus ojos y su ceño se frunció de forma inmediata al encontrarse con el rostro de Draco Malfoy.


-¿Cuál es tu problema, Malfoy? ¿Te levantaste con  el pie izquierdo esta mañana acaso?- Preguntó Harry sin mostrarse afectado por ese sorpresivo ataque.


-Mi problema, Potter, es que no debes andar besando a la pareja de alguien más.-Siseó el rubio contra el rostro del ojiverde, el Slytherin se encontraba molesto y no dudó en presionar el cuerpo del contrario contra el árbol, haciendo uso de su fuerza.


-Que yo sepa no he besado a ningún Slytherin.-


-No te hagas el gracioso conmigo, Potter. Besaste a Dylan y él es mi chico.-


La verdad cayó sobre Harry como un balde de agua fría, no podía creer que Dylan estuviera junto a un ser tan despreciable como Malfoy. Eso no podía ser cierto.


 

Notas finales:

Muchas gracias por leer~


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