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El amor no mide el tiempo por Fchibi

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Notas del capitulo:

Aquí viene otro capítulo.

Espero que sea de su agrado.

 

Agradezco a las fieles lectoras y a las personas que se toman su tiempo para dedicarme sus review. Me hacen muy feliz.

 

A leer~

Dylan llegó a escena en el preciso momento en que Draco le confesaba a Harry que ellos mantenían una relación y no supo cuál fue el motivo por el que el rostro de sorpresa y decepción del ojiverde le causara tristeza. La mirada de Harry se ensombreció de manera repentina y eso le llegó a Dylan como un golpe directo contra su estómago. Draco también se sorprendió ante la reacción del Gryffindor, pues se esperaba cualquier cosa menos su silencio y esa tristeza que su rostro reflejaba.


El sonido de los pasos del ojiazul rompió esa atmósfera silenciosa que se había formado entre los dos enemigos jurados, en un instante ambas miradas, gris y verde, se posaron sobre Dylan y el mundo pareció congelarse en ese momento. Harry se acercó al pelinegro, tomando su mano para atraerlo a su cuerpo, pero Draco se interpuso en ese agarre y generó tensión entre los tres chicos. El ojiazul no sabía qué pasaba, desconocía la razón por la que Harry Potter reaccionaba así.-


-Dime que no es cierto.-


-Harry, por favor… -


-No tienes motivos para reaccionar así, Potter. Tú besaste a mi novio.-


-¡Por favor, Malfoy! No te involucres.-


Dylan abrió sus ojos al notar las lágrimas que Harry intentaba controlar, no entendía el por qué pero su corazón le decía que no le permitiera llorar por su culpa y cómo si algo le impulsara a actuar, sus brazos lentamente rodearon el cuerpo del ojiverde en un tierno y cálido abrazo.


-Lo siento, Harry pero es cierto.-Susurró el ojiazul mientras hundía su cabeza en el cuello ajeno y el ojiverde apresaba firmemente su cintura.


-No puedes estar con alguien como él, es un mortífago.-


-¡No lo es, Glen no es un mortífago!-


En ese momento todo se volvió negro alrededor de los tres chicos, una espesa niebla lo cubrió todo y el mundo se movió bajo sus pies. Lentamente la niebla se fue difuminando, dejando ver una gran sala de estar con una gran biblioteca y un escritorio. En el centro del lugar una pareja discutía. Harry y Draco abrieron sus ojos con sorpresa al reconocer a uno de los chicos como Dylan, era igual a él físicamente pero eso era imposible si el verdadero Dylan estaba entre ellos, todavía siendo sujetado por Harry.


La pareja discutía acaloradamente, ninguno quería dar su brazo a torcer, las miradas llenas de enojo y frustración parecían empañar todo el ambiente de fiesta que había en esa casona. El chico más alto tomó al más bajo de los brazos y lo arrinconó contra la pared, haciendo uso de su fuerza. El más bajo y de cabello oscuro, ladeó su cabeza inmediatamente al conocer las intenciones del otro chico.


-Siempre me rechazas, Dylan aun cuando sabes que nuestros padres nos han comprometido y que serás mío tarde o temprano.-


-No me voy a casar contigo, mi corazón ya tiene dueño.-


-¿El mortífago? Sabes que tus padres no te permitirán estar con alguien como Glen.-


-¡Glen no es ningún mortífago!


-Lo es. Ustedes no podrán estar juntos en esta vida ni en ninguna otra.-


La imagen se desvaneció de un momento a otro, los tres chicos fueron envueltos nuevamente por la niebla y cuando esta desapareció, se encontraban en el mismo pasillo de Hogwarts donde había comenzado la discusión. Estaban confundidos, perdidos y necesitaban una explicación, pues la sensación de haber vivido esa experiencia en un tiempo lejano no parecía tener sentido. Harry y Draco parecían estar en un estado de shock pues sabían que ese chico era Dylan aunque la idea fuera ilógica.


Dylan cayó al suelo de pronto mientras llevaba sus manos hacia su cabeza, como si quisiera sostenerla o protegerla de algo. Miles de recuerdos habían sido revelados dentro de su mente, atacándole con todas las emociones de una vida pasada. Podía sentir el dolor, la alegría, la tristeza y el enojo de cada momento que pasaba como un flash frente a sus ojos. El dolor de cabeza fue insoportable y el cuerpo del chico no resistió tanta presión, por lo que se desmoronó sobre el suelo, quedando inconsciente.


Draco y Harry intentaron sujetarle para que no se golpeara pero al momento sus manos se cruzaron y rozaron, causando que una corriente eléctrica recorriera sus cuerpos y que sus miradas se nublaran, desplomándose en el suelo junto al cuerpo inconsciente de Dylan Price.


Los alumnos que los encontraron en mitad de pasillo dieron aviso de forma inmediata a los jefes de casa y los transportaron a la enfermería después de que se comprobara la gravedad de la situación. Todos estaban sorprendidos ante la pelea aunque ninguno de los involucrados mostraba heridas cortantes o de golpes recibidos y la noticia rápidamente llegó a oídos de cada habitante del castillo.


Los tres chicos habían sido revisados cuidadosamente por Madame Pomfrey y ninguno presentaba alguna lesión, al parecer el desvanecimiento de los jóvenes solo se debía a un estrés emocional. Dentro de la enfermería solo se encontraba la profesora McGonagall, el profesor Snape y Dolores Umbrigde cuando Dylan Price abrió sus ojos. La enfermera inmediatamente se acercó al joven ojiazul para asegurarse de su bienestar, revisando sus reflejos, y le explicó que lo habían encontrado desmayado en uno de los pasillos de la escuela junto a Draco Malfoy y Harry Potter.


Dylan observó las camillas que se encontraban junto a la suya, Harry permanecía a su derecha mientras que Draco lo hacía a su izquierda. Ese hecho le hizo sonreír levemente antes de que fuera tomado por los hombros por Dolores Umbrigde, su “adorada” tía, quien lo mirada con enojo mal contenido.


-Ahora mismo me vas a explicar qué es toda esta escena con Potter y Malfoy. ¿Te estás aliando con alguno de ellos? ¿Acaso no te di órdenes específicas?-Las palabras de Umbrigde no eran nada en comparación con la presión que las uñas de la mujer ejercían en sus hombros.


-Dolores…-


-No se involucre en la forma en que educo a mi sobrino, McGonagall. Hablaremos de esto después en mi despacho.-


-Yo… No quiero hablar de esto. No pasó nada…-


Las palabras de Dylan no pudieron terminar debido al sonido que provocó la mano de la Suprema Inquisidora contra la mejilla del ojiazul. Nadie se esperó ese golpe ni las dos bofetadas que le siguieron a la primera, las mejillas de Dylan se tiñeron de rojo por culpa de los golpes pero su rostro no dejó de mostrarse inexpresivo. Cuando Draco iba a intervenir, Severus Snape sujetó la mano de la mujer y la detuvo no sin dedicarle una fría mirada.


-Será mejor que dejemos a los alumnos descansar, cualquier asunto pendiente puede resolverse después.- Comentó el pocionista antes de escoltar a las dos mujeres fuera de la enfermería.


Madame Pomfrey no tardó en abandonar también el lugar, era pasada la medianoche y la enfermería quedó a oscuras. Los jóvenes no se habían movido de sus camillas, a pesar de haber despertado y de recibir la buena noticia de que podrían regresar a sus dormitorios al día siguiente. Los recuerdos que al parecer habían recuperado los mantenía absortos en sus pensamientos. ¿Cómo podían explicar aquello?


De un momento a otro, Dylan comenzó a retorcerse sobre la cama mientras tiraba su brazo izquierdo contra su pecho, sus ojos los tenía fuertemente apretados por culpa del dolor que sentía. Draco reaccionó de inmediato y se acercó al pelinegro, rodeando su frágil cuerpo entre sus brazos y susurrándole palabras de ánimo en el oído mientras le acariciaba la espalda.


-¿Qué le ocurre?-Se atrevió a preguntar Harry, preocupado por el pelinegro.


-Mejor no preguntes Potter y trae una toalla húmeda.-


Harry obedeció sin dudar y regresó rápidamente con la toalla, que dejó sobre la frente de Dylan. El ojiazul gemía a causa del dolor y no había nada que ellos pudieran hacer para salvarlo, Harry se acercó con timidez y rodeó también con sus brazos el cuerpo de Dylan, proporcionándole pequeñas caricias que se mezclaban junto con las de Draco. Los minutos fueron pasando y poco a poco, Dylan se quedó dormido entre los brazos de ambos. El rubio se encargó de volver a acostarlo en la camilla y abrigarlo del frío.


-Malfoy, no me alejaré de Dylan aunque sea tu novio.-


-Sabía que dirías eso, Potter. Espero una competencia justa aunque sabemos quién ganará al final.-


-¿A qué te refieres con eso, Malfoy?-


-Uno de nosotros tiene que ser Glen, el chico que Dylan amó hace tanto tiempo.-


 

Notas finales:

Nos leemos en el siguiente capítulo.


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