Pov Zelo
Sentía los brazos de mi novio rodearme, como si nunca hubiera dejado de abrazarme, poco a poco mis ojos fueron abriéndose, la luz me daba de lleno en el rostro y me costaba enfocar…había un chico observándome ¿Ji ho? Pensé
-Despertaste Jun- escuche la voz de la figura borrosa, la voz de mi mejor amigo, sonreí y pude verlo claramente
-¿Qué es lo que paso? –pregunté sentándome en lo que me di cuenta era una camilla de hospital, un cuarto bastante grande…casi parecía un hotel
-Tuviste un accidente de auto- me dijo sonriendo tranquilo- estuviste inconsciente toda la tarde- sentí una punzada en la cabeza –Te diste de lleno con el parabrisas, te dieron unas cuantas puntadas pero estas bien
-¿Dónde está Ji ho? – pregunté nervioso
-En el cuarto de al lado, llego consciente pero tuvieron que intervenirlo…aun no despierta pero según el doctor dijo estará bien –me respondió tranquilo
-¿está más herido que yo?
-el doctor también dijo que te estaba abrazando cuando los sacaron del auto- sonreí – tenia mis dudas sobre él pero ha demostrado que puede contigo, avisare que despertaste – dijo antes de salir del cuarto, vi a mi alrededor sintiéndome extraño…Quería ver a Zico, me levante de la cama y me quite con cuidado la intravenosa de mi muñeca, salí del cuarto y entre al que tenía su nombre en la puerta, la piel se me erizo al girar la perilla y más al entrar
Conforme me acercaba a su cama el corazón me latía a mil por hora, uno nunca quiere ver a la persona que ama en la cama de un hospital , sus ojos estaban cerrados, uno de ellos morado seguro por algún golpe, podía ver una venda asomarse por sus hombros supongo de la operación
-mi amor- susurre acariciando su mejilla, sentí mis ojos inundarse pero me repetí mentalmente una y otra vez “él estará bien”
-¡por amor a dios que haces de pie!- escuche una voz detrás de mi, al voltear vi a una enfermera que a tirones me llevo de nuevo a mi cuarto, y tras que él doctor me hiciera un chequeo minucioso llego a la conclusión que no tenía ningún trama por el golpe, una noche en observación y podría ir a casa .Esa noche en el hospital fue eterna debo decir que tener a una enfermera visitándote cada hora para ver si seguías respirando no es nada confortable, por la mañana fui un momento a casa ….rodeado de los guardas que Zico había dejado asignados para mí, después de arreglarme , gracias a mi colección de gorros fue fácil esconder la venda de mi cabeza ,un poco después fui de nuevo al hospital ,en las puertas de este me encontré con un montón de reporteros esperando en la puerta
-¿Es verdad que están saliendo?
-Quién eres?
¿él te paga para que finjas una relación? – me bombardearon con miles de preguntas hasta que logre entrar con ayuda de park kyung, me sorprendí al verlo, se veían los golpes pero él actuaba normal…camine hasta la habitación de Zico y con un poco de ansias abrí la puerta…estaba dormido, como tantas veces lo vi solo que esos moretones en su rostro y la venda que rodeaba todo su pecho me traían a mi realidad
-Despertará pronto – dijo Kyung sonriéndome antes de cerrarla puerta, baje la mirada y cuando reuní el valor camine hacia su cama, me senté en la orilla y con un cuidado acaricie su rostro
-gracias…-dije sonriendo- por salvarme…te amo Jiho , si necesitas dormir un poco, está bien…descansa. Te espero aquí – terminé de decir dejando resbalar unas cuantas lágrimas de frustración, arrimé una silla a su camilla y me senté a esperar acariciando su rostro delicadamente, mi mente no podía pensar en otra cosa que no fuera quien nos hizo esto. Al pasar de las horas el dolor de cabeza se intensificaba, tal vez por pensar tanto o puede que sea el golpe que me di contra el parabrisas, ji ho seguía inconsciente y yo no me había alejado de su lado en ningún momento
- disculpa- escuché una voz a mi espalda
-¿si?- dije sin dejar de ver a mi novio, se veía tan calmado
-tu ¿eres Junhong? – preguntó llamando mi atención, muy a mi pesar me levante de mi asiento para darle la cara. Detrás estaba una señora bajita de rasgos muy delicados y con traje chanel clásico, me pareció familiar
-sí, soy yo- dije haciendo una reverencia, al levantarme todo me daba vueltas me tome las sienes tratando de enfocar
-¿estás bien?
-Si…lo siento, es por el golpe, ¿le puedo ayudar en algo?
-Yo…-la vi sonreír – Veo que mi pequeño aún no despierta- dijo viendo a la camilla….por eso se me hacía familiar, volteó a verme y sonrió – Un placer conocerte al fin Junhong – dijo afreciendome su mano que enseguida tome
-El placer es mio – respondí helado, ella se acercó a la camilla y se sentó en la silla donde había estado
-Kyung me dijo que llevas aquí todo el día…¿Por qué no vas a comer algo? Yolo cuidaré por ti
-Si no es molestia quiero quedarme dije arrastrando otra silla al otro lado de la camilla – Estoy bien – respondí , la escuche reír
-Entonces esperemos juntos – concluyó , y no dijimos más, su mirada de preocupación me lo decía todo…siguieron pasando las horas hasta que sentí la mano de Zico moverse, elevé mi vista viendo mientras abría sus ojos, al verme me sonrió reanimándome el alma…me conmocioné
-Buen día amor- susurré acariciando su mejilla
-Nos diste un buen susto Ji ho- habló su madre llamando su atención , él al verla sonrió. Enseguida entraron el doctor y las enfermeras a revisarlo y aprovechándose de mis nulas fuerzas me sacaron de la sala.
-¿me permites invitarte a cenar?- dijo mi…¿suegra? –Quisiera conocerte un poco – sonrió, asentí y pasamos a la cafetería, creo que es un mal de familia , la señora Woo ordenó por mí un filete y un vaso de jugo…supongo que son sus instintos de madre
-Me alegra que no salieras tan mal herido del accidente- habló mientras tomaba un sorbo de café
-Gracias a su hijo, me envolvió en sus brazos antes del último impacto…esa es la razón de que no esté como él – comenté un poco ansioso…quería ir a ver a Jiho pero si no comía me ganaría un regaño de su parte
-Ji ho me habló mucho de ti – comentó calmada, me observaba causándome escalofríos –si te soy sincera me tomó por sorpresa, ¿sabes? Nuca me había hablado de un amigo…mucho menos de un novio – asentí para que supiera que la escuchaba- pero no en una mala manera – continuó – Le has recordado al Jiho que tiene 23 años…la diferencia es tanta que me duele pensar que antes no era feliz…siempre te estaré agradecida Junhong – mencionó conteniendo lágrimas, debí comer despacio, tenía la boca llena de arroz, tome un gran trago de jugo y me levante lo más rápido abrazándola…se parecía tanto a Zico.
Esperé una hora fuera de la habitación hasta que el doctor o dejó ir a casa, ni él pudo con el testarudo de mi novio y tras que una ambulancia nos escoltará al pent-house , nos quedamos solos de nuevo, no había dicho palabra desde que despertó y incluso en la cama no dejaba de hablar por teléfono…me dedique a cocinarle algo
Coloque un poco de música en mi celular, “when I look at you” de miley cyrus , abrí el refrí y tome algas y algo de miso …si no le trajera yo algunas cosas estaría vacío, lave y corte algunas verduras y tras colocarlas en la olla con el miso encendí la arrocera, vi el reloj…las dos am…me estiré un poco , la tensión en los hombros me mataba.
-¿tenso cariño?- escuché la voz de Jiho tras de mi, volteé y me lo encontré recargado en la pared.
-¿Qué haces de pie? – Pregunté acercándome a él, me detuvo tomándome de la mano – auch tienes bastante fuerza para alguien que acaba de salir del hospital – forcé una sonrisa
-Dormí demasiado – respondió acercándome a él , pasó sus manos por mi cintura abrazándome dulcemente, me dejé llevar y le correspondí el abrazo
-Estaba preocupado por ti – dije, sus manos estrujaron mi cintura separándome un poco de él, sin decir nada más me besó, un beso necesitado que no tardó en robarme el aliento, sus manos bajaron poco a poco a mi trasero apretándolo a su antojo, en ese momento recapacite y trate de alejarme de él – estas herido …ahh! – mordí mi labio al sentir sus labios en mi clavícula
-Casi te pierdo…-susurro erizándome la piel- tus ojos estaban cerrados y no te movías…estabas bañado de rojo- su mano entró en mi pantalón –
Ahhmm – apreté sus hombros tratando de contenerme
- Necesito sentirte…- susurro en mi oído antes de lamerlo lascivamente
- Pero – traté de apelar una última vez
- Y tú también necesitas sentirme…aun después de lo que pasó sigo recordando a tu estúpido maestro…creo que necesitas que te recuerde que eres mío Junie- dijo haciéndome retroceder hasta tocar la barra de desayuno y volvió a besarme , tomó mis piernas y las subió a cada la de su cadera apresándome contra la pared. Movía su cadera rozando nuestras entrepiernas…
- Te—ahh- te harás daño – dije casi en un grito, no obtuve respuesta , quito mi suéter y bajo mi pantalón junto a mi ropa interior, de verdad …me necesitaba, al sentir sus tibios labios en mis pezones perdí la razón me sentía en el cielo.devolvió sus labios a mi boca iniciado una guerra de lenguas en la que no podía ganar, sin pensarlo me volteó inclinándome hacia la barra, a pesar de que soy alto necesite estar de puntas para poder sostenerme, tras unos segundos e los que solo escuchaba mi respiración y después sus manos acariciar mi cadera hasta mi cintura…entrando lentamete, me aferré a la mesa sintiendo su cuerpo dentro
- Eres mio- susurró, comenzando a moverse de una manera nada sutil,
- Lo-lo soy – respondí al sentir su mano en mi miembro moviéndose de arriba hacia abajo cada vez más fuerte al igual que sus movimientos…no pasó mucho antes de que empezara a sentir la electricidad recorrer mi cuerpo llegando al orgasmo al mismo tiempo que él…su cuerpo descansaba sobre el mio. Nuestras respiraciones resonaban en todo el departamento…
- -Te amo – dijo besado mis hombros dulcemente, mis ojos se llenaron de lágrimas…habían sido demasiadas emociones en pocos días…cuidadosamente me ayudo a quedar frente a frente y volvió a abrazarme tras haberme puesto de nuevo los boxers, me observaba, noté que estaba casi tan conmocionado como yo
- -no llores- dijo acariciando mi mejilla al tiempo que las lágrimas comenzaban a desbordar – por favor –asentí tratado de sonreír, en ese momento escuché la arrocera sonar…estaba listo, caminé co las piernas un poco temblorosas y fui a apagarla
- Tienes que comer antes de irnos a dormir – dije abriéndola
- -Quiero que vengas a vivir conmigo – soltó helándome,¿había escuchado bien? La cabeza me dio vueltas…demasiadas emociones.