Capítulo 6.- Vientos de guerra
- Eso no quiero ver – dijo Evan y se puso de pie para caminar por la habitación, para él era sumamente extraño el ver a su papá besando a otro hombre, Evan siempre había pensado que su papá era un modelo a seguir, macho que se respeta en toda la extensión de la palabra, básicamente aún le costaba creer que fuera gay y mucho menos podía creer todo lo que le habían dicho en estas últimas horas, ni siquiera podía imaginarse que Seiya lo hubiera llevado en el vientre, pero ahora… otra realidad se estaba abriendo a sus ojos y… era demasiado…
- Lo tienes que ver, lo tienes que entender – insistió Hypnos en un tono sereno, él sabía lo importante que era que Evan comprendiera la historia de sus padres, él sabía lo trucoso que era Zeus, el que no dudaría en usar cualquier artimaña disponible para poner a Evan en contra de sus padres, y al hacerlo eso significaría un cambio significativo en la balanza de poder en la guerra que se avecinaba, Hades lo sabía y por eso había encomendado esta tarea a Hypnos, Evan tenía que comprender y aceptar la realidad o todos ellos estaban perdidos, y a eso habría que sumarle el terrible golpe que sería para Seiya enfrentar el desamor de su hijo, eso el castaño no lo resistiría
- No me lo puedes contar así nada más, solo quiero saber los titulares, no quiero leer la novela completa
- Lo tienes que ver para que entiendas la profundidad de los sentimientos de Seiya, su capacidad da amar y perdonar además de su bondad, el alcance de la traición de Hades y su resolución final con respecto a todo esto, lo tienes que ver, lo tienes que entender
- Ok., ok., entonces mi papá cayó como piedra en pozo y Hades se burló de él? – preguntó Evan todo molesto, es que las acciones del Dios eran por demás claras, y Seiya era por demás gil
- No… no fueron así como se dieron las cosas
- Cuándo se enamoró Hades de mi papá?, porque se enamora de él, verdad?
- Si… Hades se enamora de Seiya y lo llega a amar con profundidad, como nunca antes se había enamorado…
***
Hades llegó a Guidecca y tenía una expresión algo confundida en el rostro, el Dios de los muertos tenía la capacidad de sentir lo que otras personas sentían, usualmente ignoraba está muy molesta habilidad porque Hades tenía todo menos empatía por el mundo o por las personas, por eso era el perfecto Juez de las almas, pero… lo que había sentido ahora no lo había sentido nunca
El dios de los muertos había tenido razón, Seiya era un muchachito ingenuo que estaba hambriento de cariño, Hades había sentido el aceleramiento en el palpitar del corazón de Seiya que le provocaba su cercanía, había sentido su confusión cuando lo besaba en la frente, había sentido su emoción cuando le dio aquel simple trompo y el perro, y esa mañana había sentido la absoluta felicidad que sintió Seiya cuando lo besó, y era eso precisamente lo que tenía confundido a Hades, Seiya no quería nada de él, lo quería a él… eso era nuevo, a Seiya no le importaba que él fuera un Dios, no le interesaba los poderes que pudiera tener, le tenía completamente sin cuidado el hecho de que el Inframundo era el reino mas rico y Hades podría con un tronar de dedos complacer hasta su mas alocado capricho… no… Seiya no quería nada de él, el muchacho de ojos cafés se sentía feliz simplemente porque él lo besó, ero era simple y maravilloso a la vez
Hades caminó por la estancia hasta que se cansó y salió al jardín, el Dios de los muertos usualmente no salía al jardín nunca pero esa mañana salió y se sorprendió al ver a Pandora afanada plantando algo, Hades ni siquiera sabía lo que la muchacha estaba plantando o que le interesaran las plantas. La hermosa mujer se sorprendió de ver afuera del castillo a su señor así que se puso de pie a recibirlo
- Mi señor, que sorpresa, se encuentra bien?
- Si querida… estoy bien – respondió el mayor y besó su mano al acercarse a ella
- No lo parece, está todo bien?
- Si… todo está bien…
- Disculpe la pregunta pero… fue a la Tierra?
- Si, allá estaba, por qué lo preguntas?
- Llegó un mensaje del Olimpo y Radamantys lo tomó por usted, Zeus lo mandó a llamar – informó Pandora pero Hades no pareció tomarlo como urgente, caso contrario se hubiera ido inmediatamente, en cambio tomó la mano de Pandora y la acomodó en su brazo para juntos caminar por el jardín
- Ah sí?, será mejor que vaya entonces, has sabido algo?
- No… solo lo que Radamantys dijo, que había habido un ataque hoy a la Diosa Atena, está Seiya bien?
- Si… él está bien, tuvo un pequeño percance pero todo está bien ahora, dejé a cerbero con él
- Atena lo permitió? – Pandora arqueó una ceja al escuchar esto, esto era por demás extraño, primero que Hades haya dejado a su mascota favorita en la tierra al cuidado del humano y segundo que Atena lo haya permitido
- Ella no lo sabe, parece un perro normal, un poco grande pero nada más – dijo Hades pero sonaba distraído
- Mi señor… cuénteme, que lo perturba? – Pandora tomó la mano de Hades y la apretó suavemente, el Dios de los muertos nunca antes había tenido la necesidad de pedir opiniones ni nada por el estilo sobre sus decisiones, pero… en este caso estaba teniendo dudas sobre lo que tenía pensado hacer y ya había puesto en marcha
- Puedo hablarte francamente querida mía?
- Por supuesto mi señor, puede confiar en mí y usted lo sabe – Pandora miró a los ojos azules de su señor y vio en ellos dudas, nunca lo había visto así antes, Hades tomó aire y dijo simplemente:
- Seiya… Seiya es lo que me perturba
- Por qué?, los planes no van como usted esperaba?, acaso el amor que el muchacho siente por Atena es demasiado fuerte?
- No, es todo lo contrario, él ama a Atena pero ya no está enamorado de ella como bien lo suponía, sé que si lo estuvo por un tiempo pero dejó ir ese sentimiento porque se consideraba a sí mismo poca cosa al ser ella una diosa y encontró consuelo sirviendo a su causa, pero ahora…
- Él no está correspondiendo a sus avances? – preguntó la muchacha suponiendo que los planes de Hades no iban como él los hubiera esperado, aunque eso hubiera despertado su furia no su preocupación, Hades hubiera sido capaz de robarse a Seiya como hacía muchos años se robó a Perséfone con tal de cumplir con sus objetivos
- Si lo está haciendo, él se está enamorando de mí, lo sé… lo siento, siento su emoción al verme, siento su completa atención cuando hablamos, cuando le cuento historias él me escucha ávido, me mira como si fuera la persona más interesante de este planeta y sus alrededores – el tono de Hades no denotaba victoria sino más bien… pena…
- Y eso es un problema?
- Si… tú me lo dijiste pero yo no lo pude ver en su momento, si hago lo que quiero hacer lo voy a destruir en el proceso
- Eso no le importaba antes – dijo Pandora con una leve esperanza en el alma, ella no estaba de acuerdo con los planes de su señor, entendía sus motivos pero no estaba de acuerdo con lo que quería hacer
- No… pero me importa ahora, él ya ha sufrido mucho en esta vida como para que yo… yo no quiero hacerlo sufrir más por mi causa
- Entonces no lo haga – dijo la joven con una pequeña sonrisa
- Sugieres que no lo vea más? – preguntó Hades con una opresión en el pecho, esa si era una posibilidad, las cosas no estaban tan avanzadas, si él desaparecía de la vida de Seiya en estos momentos el daño no sería irreversible, solo se habían besado una vez, el joven castaño lo superaría… eventualmente, Seiya era joven y lo superaría como superó el desamor de Atena
- No… solo sugiero que no lo haga sufrir – dijo Pandora enigmáticamente, Hades no estaba para juegos ni adivinanzas en esos momentos así que simplemente besó la mano de la joven mujer y dijo:
- Voy al Olimpo, no quiero hacer esperar a Zeus, cuando regrese hablaremos más, adiós mi niña
- Adiós mi señor
Hades subió al Olimpo y encontró una revolución en los cielos, los ejércitos se estaban preparando y armando, el Dios de los muertos lucía sorprendido ante ello y fue directamente al templo principal para encontrar a Zeus en franca conversación con Ares, aquello no era bueno
- Hades… por fin llegas, te necesito hermano, este es el momento en el que más te he necesitado en los últimos siglos – Zeus recibió con un cálido abrazo a su hermano favorito el que correspondió el gesto pero lo hizo de manera un tanto fría, Hades no era necesariamente demostrativo
- Qué es lo que está pasando? – preguntó el recién llegado a los dos Dioses que estaban de pie en frente a un gran mapa de la tierra
- Guerra hermano, eso es lo que está pasando – dijo el Dios de los cielos en un tono determinante
- Guerra?, contra la tierra?, pero no me hiciste sellar un tratado de paz hasta hace apenas unas semanas?, no me hiciste prometerle a tu hija que no atacaría su preciado reino? – Hades preguntó esto cruzándose de brazos
- Querido tío… eso era antes – Ares fue el que habló y le brillaron los ojos, desde tiempos inmemoriales Ares quería destruir la tierra y acabar con el reino de su hermana Atena
- Qué ha cambiado? – se interesó Hades
- Atena se ha rebajado demasiado, no merece ser llamada Diosa de la Tierra o de la sabiduría, ha ensuciado nuestro nombre y estándar, nos ha deshonrado a todos – dijo Zeus y se lo veía furioso
- Qué ha hecho Atena? – esta conversación a Hades le parecía peligrosa, divertida… pero peligrosa
- Tiene de amante un humano, cuando hace siglos se ha prohibido que los Dioses tomen amantes humanos, ella lo ha desobedecido todo y se ha puesto en evidencia al venir aquí a rogar por su vida – explicó Ares un poco más calmado
- Seiya de Pegaso?, estás hablando de Seiya de Pegaso? – esto Hades no se lo vio venir
- Mis guerreros han estado observándolos y tengo que confesar que lo que me han informado me ha dejado perplejo, Atena alimenta a ese chiquillo en la boca, lo cuida, lo pasea en su silla de ruedas, le lee libros en las tardes, se preocupa de él mientras la tierra a su alrededor se cae a pedazos – Zeus dio un manotazo en la mesa y todo el lugar tembló
- Estás seguro hermano? – preguntó Hades, todo esto le daba mala espina, al Dios de los muertos no le importaba en lo más mínimo lo que pasara con la Tierra, pero el hecho de que Zeus se haya fijado en Seiya no le agradaba para nada, tampoco que Ares haya recordado la prohibición acordada por todos los dioses hacía siglos en la que todos acordaron no tomar amantes humanos
- Claro que estoy seguro, y la primera sospecha la tuve cuando ella vino aquí a rogar por su patética vida cuando en el monolito están encerrados todos los caballeros dorados, pero claro… por ellos no ha hecho ninguna petición – contestó Zeus y Hades solo arqueó una ceja, ni siquiera se había acordado de los caballeros dorados que ofrecieron sus vidas en el muro de los lamentos
- Bueno en eso tienes razón – concedió Hades, eso había sido un descuido imperdonable de Atena, pero claro… cómo iba a suponer ella que su pedido por el alma de Seiya pudiera despertar la furia de su padre
- Claro que tengo razón, y por eso la Tierra pagará el precio de esta osadía, por eso la Tierra temblará y será destruida, nosotros creamos a los humanos, es tiempo de hacerlos desaparecer – el tono de Zeus era temible y Ares sonreía a su lado, esta guerra sería la mejor y más grande de todas
- Y estás seguro de que es lo mejor que puedes hacer? – Hades se acercó al mapa de la Tierra y vio los ataques en los que habían estado trabajando Ares y Zeus, el plan era eliminar primero las ciudades grandes e ir eliminando el resto del planeta
- Tienes una idea mejor?
- La verdad si, si esta fuera mi batalla, yo iría primero por las cosas pequeñas, iría poco a poco haciendo pequeños fuegos, para que cuando la bomba estalle, Atena no tenga escapatoria, piénsalo hermano, ya muchas guerras se han librado y no hemos prevalecido, Atena tiene guerreros formidables en sus filas y su fuerza y determinación ha sido lo que ha llevado a las derrotas que hemos sufrido, pregúntale a Poseidón si no me crees – dijo Hades y empezó a caminar por la habitación, necesitaba ganar tiempo porque si el objetivo de todo esto era Seiya… no… no podía permitir que Zeus llegue a él, le rompería el cuello sin pensarlo siquiera
- Si te creo porque yo mismo lo he visto, pero Seiya de Pegaso está fuera de combate y es él el que precisamente infunde fuerza a sus compañeros, con él fuera de la batalla tenemos ventaja, además… ya envié a dos de mis guerreros para que lo traigan ante mí, quiero hacer de él un ejemplo, lo quiero asesinar con mis propias manos, tal vez te deje a ti el honor, tú lo quieres muerto, verdad?
- No… no lo quiero muerto, lo quiero sufriendo, por eso no he levantado la maldición completamente, por eso él sigue débil y enfermo, por eso Atena sufre y descuida sus obligaciones, ves lo que te digo?, yo los quiero destruir a los dos, por eso me estoy tomando mi tiempo en levantar la maldición, no hay nada peor para un guerrero que sentirse inútil ante su Diosa, y de ser cierto lo que dices, Atena tiene a su amante de vuelta pero solo a medias, el muchacho no puede caminar siquiera y tardará algunas semanas más en recuperarse
- Muy bien, entonces que sugieres? – preguntó Ares cruzándose de brazos
- Al no haber caballeros dorados pues… tomen el Santuario – sugirió Hades y sonrió crípticamente
- Los caballeros de plata están allí – dijo Ares pero sonrió ante el prospecto, ellos podrían destruir la tierra sin impedimentos si acababan con los caballeros de Atena primero
- Puede ser, pero yo creo que sería la oportunidad perfecta para ello, pero antes deberían capturar al caballero Seiya de Pegaso, lo que dices hermano es perfecto, haz de él un ejemplo – dijo Hades pensando en llevarse a Seiya al inframundo antes de que Zeus le ponga las manos encima, con él estaría seguro y lo alejaría de Atena
- Muy bien, voy a pedir un reporte a los guerreros que envié, pronto tendré a ese muchachito aquí, me divertiré con él primero, haré que todos lo vean y luego le cortaré la cabeza – Zeus sonrió con perversidad y salió de la habitación, Hades cerró los ojos y se concentró en cerbero, a través del perro pudo ver a Atena sentada en la habitación de Seiya y le leía un libro, Seiya la miraba pero se notaba que estaba a punto de dormirse, aparentemente todo estaba bajo control en la casa de campo de Saori pero eso no permanecería así por mucho tiempo
Hades abrió los ojos y se mostró molesto, Ares estaba chequeando los planes de guerra que estaban haciendo y Hera entró a la habitación junto con Apolo y Artemisa, Hades no vio esto venir, se iban a unir todos los dioses contra Atena???
- Mi esposo te ha reclutado para sus proyectos? – preguntó Hera mirando a Hades directamente, el Dios de los muertos se encogió de hombros y respondió:
- No… solo me los estaba contando
- Te mantendrás al margen? – preguntó Apolo muy interesado en la respuesta
- Tú te mantendrás al margen? – preguntó Hades de vuelta al Dios del sol que asintió al igual que su hermana, Ares se mostró molesto y sin decir nada más salió de la habitación, ellos ya habían tenido esa discusión algunas veces y Ares no estaba de humor para repetirla
- No creemos prudente un enfrentamiento con la Tierra, pero no podemos prevenir a Atena – dijo Hera en voz baja
- Yo lo haré, solo dile a Zeus que bajé al Inframundo y que me mantendré al margen de esto – Hades vio su oportunidad y la tomó sin pensarlo siquiera
- Está bien… - dijo la Diosa del matrimonio y sin más Hades desapareció
Saori estaba sentada en la silla junto a la cama de Seiya cuando Hades se apareció en la habitación, la muchacha se puso de pie y se llevó un dedo a la boca indicando silencio, el Dios de los muertos la miró con rabia y dijo en un susurro:
- Zeus va a atacar el Santuario y lo está planeando con Ares mientras hablamos, aún no sabe que los guerreros que envió en la mañana a atacarte han muerto pero pronto lo descubrirá y esta casa será destruida, debes irte lo antes posible al santuario
- Pero…
- Yo me llevaré a Seiya al Inframundo
- No… no te lo puedes llevar – dijo Saori y subió un poco el tono de su voz
- Si se queda contigo morirá, Zeus quiere su cabeza porque cree que es tu amante, lo buscará por todos lados, yo lo puedo ocultar y proteger mejor de lo que tú lo puedes hacer, vas a tener las manos ocupadas, Ares está metido de cabeza en esto y supongo que sabes lo que eso significa – dijo Hades y se pudo notar la impaciencia en su voz
- Por qué lo harías?, por qué me ayudarías? – a Saori no le agradaba el hecho de que Hades le estuviera dando las soluciones a sus problemas, Hades no hacía las cosas por nada, aquí había gato encerrado
- Aunque no lo creas, no quiero una guerra entre el cielo y la tierra, el Inframundo colapsaría con la llegada de todas las almas a la vez, y eso… lo convierte en mi problema, en términos generales no me importa lo que pase con la tierra, pero Zeus la quiere destruir entera y todo es por tu culpa
- Me llevaré a Seiya al Santuario conmigo, no te lo puedes llevar al inframundo – insistió Saori negándose a perder a su caballero
- No lo entiendes niña?, si no me llevo a tu caballero Zeus vendrá por él, lo llevará al Olimpo, lo hará su mascota, lo torturará hasta matarlo y luego exhibirá su cabeza como trofeo, ese es lo que quieres para Seiya?, no que lo amabas?
- Si lo amo
- Entonces si lo amas salva su vida, deja que me lo lleve y cuando él pueda luchar por ti una vez más te lo devolveré, cuando él esté completamente recuperado volverá a tu lado, te suena justo?
- Y cuánto tiempo será eso?
- Un par de semanas a lo mucho, eso te dará tiempo para preparar la resistencia, Hera está de tu parte al igual que Apolo y Artemisa, Hefestos sospecho que también tomando en cuenta que Ares está liderando el frente de batalla, lo primero que debes hacer es recuperar a los caballeros dorados que están encerrados en el Monolito, libéralos y tendrás una oportunidad
- Cómo los libero?
- Apolo te ayudará, ahora debo irme, si Zeus siente mi presencia aquí en la Tierra… solo digamos que no lo quiero de enemigo, por lo menos aún no, necesitamos tiempo para prepararnos al igual que ellos, ahora ve con Apolo, él te ayudará…
- Está bien, cuida de Seiya y regrésalo a mi cuando esté recuperado, recuerda que lo prometiste
- Si… lo recordaré
Hades fue hasta la cama de Seiya y lo tomó en brazos, un portal se abrió y el Dios de los muertos con su preciosa carga lo cruzaron, el perro cruzó también y dejaron sola a Saori que corrió a la sala a llamar a sus caballeros, si lo que Hades dijo era cierto, ellos tenían mucho trabajo por hacer y tenían que llegar al Santuario lo antes posible…
Seiya despertó esa noche y se sintió desorientado, estaba en un lugar extraño, la habitación estaba iluminada por velas y lámparas, una chimenea ardía alegremente brindándole calor, la cama era inmensa y tenía dosel, lo único familiar que Seiya encontró fue su perro que estaba acostado a su lado, las ventanas estaban cerradas y un aroma a sándalo inundaba el ambiente, Seiya miró alrededor y en la mesita junto a la cama estaba un pocillo de fruta con un tenedor, un jugo y unas tostadas, Seiya no tenía hambre y trató de levantarse de la cama pero se sintió mareado
Seiya estuvo en la habitación pero no estuvo solo mucho tiempo, Hades entró a verlo y le sonrió al verlo despierto, Seiya había tomado el jugo pero no había comido nada mas
- Debes comer si quieres recuperarte – dijo el Dios sentándose en la cama muy cerca del castaño y tomando su mano
- No tengo hambre, en dónde estoy?
- En Guidecca – respondió Hades con simpleza pero Seiya preguntó con interés:
- Por qué?
- Tu Diosa está ocupada en algunos asuntos y le pareció mejor que vinieras aquí por unos días – explicó casualmente el Dios de los muertos
- Saori me botó de la casa? – preguntó Seiya y Hades pudo notar dolor en su tono de voz, eso le molestó un poco porque no le agradaba la idea de que Seiya quisiera estar junto a esa estúpida niña
- No… solo me pidió que te cuidara por unos días más hasta que estés recuperado, luego podrás ir a la Tierra, cómo te has sentido hoy? – el Dios de los muertos empezó a desabotonar la camisa del muchacho que no opuso resistencia y se dejó hacer, Hades lo hacía todas las noches, a Seiya le parecía extraño que lo tuviera que destapar pero… no podía discutírselo, a la final Hades le estaba ayudando
- Bien… bien dentro de lo que cabe
- Me alegra mucho, muy bien… respira profundo, eso es… solo un poco más… bien… bien… - Seiya se mordió los labios por el dolor y se contorsionó en la cama, esto siempre era doloroso pero las palabras de Hades eran ciertas y le devolvían la fuerza, así que el castaño apretó los dientes y trató de no quejarse hasta que la luz blanquecina que los envolvía desapareció, luego obedientemente tomó la poción de la botellita que Hades le dio
- Gracias… muchas gracias… - el castaño estaba sin aire, esa poción era horrible, pero Hades le puso una ciruela en la boca que estaba deliciosa, eso lo ayudó más que cualquier otra cosa
- Por nada, quiero que estés fuerte mañana, quiero llevarte a los campos elíseos
- En serio? – preguntó Seiya todo emocionado, Hades le había descrito los templos de los Campos Elíseos muchas veces y Seiya se moría por verlos, el castaño era muy curioso y quería verlos, la vez anterior estaban en batalla cuando estuvo allí, ahora su visita sería diferente
- Claro, no quieres ver los templos de todos los dioses?
- Si pero… no está prohibido eso?
- Si, pero quién crees que lo prohibió – respondió Hades con una sonrisa torcida que hizo sonreír a Seiya también, al castaño le encantaba ver ese lado divertido de Hades que estaba seguro nadie más conocía, y eso le hacía sentir especial
- Genial
- Ahora duerme pequeño, necesitarás tu fuerza en la mañana – Hades se agachó y besó la frente de Seiya, el castaño se sintió algo decepcionado por un segundo porque pensó que Hades no lo iba a besar en los labios, pero eso quedó atrás porque el Dios si le besó en los labios como lo había hecho en la mañana, Seiya sentía mariposas en el estómago y muchas otras cosas más que no había sentido antes
Seiya no sabía si abrazar a Hades o no, él quería hacerlo pero no sabía si eso sería propio o no, a la final Hades era un Dios, pero esa pregunta se le resolvió cuando sintió las manos del Dios acariciar la piel desnuda de su pecho, el castaño se estremeció cuando sintió el pulgar del mayor juguetear de una manera muy sensual con su pezón derecho, Seiya sentía como corrientes eléctricas lo recorrían entero por las suaves caricias del Dios en su piel y no pudo evitar corresponder a los ardientes besos de Hades de la mejor manera que pudo
Cuando el beso se rompió, Hades levantó el mentón del castaño y dirigió los labios a su cuello, Seiya gimió bajito para complacencia del Dios de los muertos que bajó las manos por el cuerpo del chico hasta sus caderas y acarició su muslo, ahí Seiya puso su mano sobre la mano de Hades y se movió algo inseguro en la cama
- Qué pasa?, no te gustan mis besos?
- No es eso… es que… es que yo nunca… nunca había… nunca había besado a nadie hasta hoy – explicó Seiya totalmente ruborizado y avergonzado, Hades lo miró y cayó en cuenta de lo joven que era, de lo inocente que era, de lo puro que era y eso despertó su deseo además de otros sentimientos que no esperó tener, Hades quería proteger a Seiya, quería verlo sonreír, mimarlo, consentirlo, quería besarlo, abrazarlo, hacerle el amor, quería… más…
- En serio?, tu primer beso ha sido mío?
- Si…
- Genial… como dices tú – dijo Hades y besó los labios del castaño una vez más, Seiya sintió el peso de Hades sobre él pero eso no lo estaba molestando, Seiya se sentía muy bien así que rodeó el cuello de Hades con los brazos y ladeó la cabeza, Hades acarició los costados de Seiya y bajó nuevamente su mano derecha hasta su muslo, Seiya se volvió a mover en la cama tratando de separarse de Hades que rompió el beso pero no se separó, continuó abrazando a Seiya posesivamente y lo miró con intensidad
- Por qué? – fue lo que Seiya preguntó, él aun no entendía las razones que pudo haber tenido Hades para fijarse en él, el mayor simplemente sonrió y respondió:
- No es obvio acaso?
- Qué cosa?
- Me has embrujado Seiya… te me metiste en la piel, en la sangre y ahora eres mío – Hades acarició una vez más la mejilla de Seiya el que todo confundido preguntó:
- Suyo?
- Si… eres mío, claro que eres mío – Hades besó a Seiya nuevamente, fue un beso corto pero profundo, el Dios le acariciaba la mejilla mientras lo besaba y sintió algo que no había sentido nunca antes, sintió que lo que le dijo al joven caballero de Atena era cierto, Seiya sería suyo y lo haría suyo…