Capítulo 9.- Traición
Hypnos sonrió al ver la negativa del joven, era lógico pensar que para él era complicado ver el romance de sus padres, pero tenía que saberlo por lo menos, así que Hypnos resumió el romance de Seiya e Hades cuando dijo:
- Está bien… te diré entonces que tu padres se enamoraron de a de veras en los días antes de que estallara el conflicto, Seiya se entregó a Hades y Hades lo hizo suyo en todos los sentidos, ellos se amaban por sobre todo pero… su amor nació en medio de un conflicto
- Eso ya me lo dijiste, qué estaba haciendo Zeus?, por qué no podía hallar a mi papá si estaba en el Santuario?
- Eso fue así – dijo Hypnos y volvió a formar las imágenes en la niebla, luego de jurarle a Evan que no vería ninguna conducta impropia de sus padres, Hypnos iba a contarle la historia “editada” al muchacho, él sabía que era complicado para él ver a sus padres teniendo sexo, Hades le había dicho que necesitaba que su hijo entendiera la seriedad de las cosas, así que Hypnos le mostraría todo lo que pasó excluyendo cosas muy gráficas
***
Todo era movimiento en el Santuario, los caballeros dorados se mantenían alerta a la espera de la llegada de los ejércitos de los cielos, Mu de Aries había montado guardia ininterrumpidamente con su aprendiz Kiki y algunos de los caballeros dorados que habían bajado como apoyo y refuerzo, los caballeros divinos de bronce estaban al cuidado de la Diosa Atena en el templo principal del Patriarca, y también tomaban turnos, solo dejaban su sagrada misión cuando uno de sus maestros dejaba su puesto en su respectivo templo para bajar al templo de Aries
Los caballeros de Plata estaban regados por todo el Santuario, los entrenamientos habían parado y la espera los estaba matando a todos, por órdenes de Saori, Seiya estaba en el templo de Sagitario y no podía moverse de allí, la Diosa había puesto seguridades extras en ese templo para evitar que su padre sintiera el cosmo de Seiya y lo continuara buscando, mientras la Diosa contrarrestaba el poder de Ares que estaba envolviendo cada vez más la tierra
Seiya hacía guardia como le habían ordenado y no salía del templo de Sagitario, el castaño estaba completamente solo allí y se sentía inútil, su Diosa no le había asignado ninguna misión de reconocimiento, no le había encomendado ninguna misión como la que si había encomendado a sus otros caballeros, Seiya estaba podrido de las iras porque en el pasado él había sido el que lo lideraba todo y ahora estaba relegado cual trapo viejo en el templo de su maestro al que tampoco había visto mucho en los últimos días, Aioros permanecía junto a la Diosa Atena la mayoría del tiempo y únicamente volvía a dormir algunas horas
- Seiya? – era Shun de Andrómeda el que había llegado un día al templo de Sagitario, tenía un mensaje para su camarada de parte de su Diosa, pero al llegar al templo no encontró a nadie en él
- Seiya… - llamó Ikky de Fénix esta vez, él había acompañado a su hermano a dejar el mensaje pero al no obtener respuesta, los dos caballeros se pusieron en guardia inmediatamente, el cosmo de Seiya se podía sentir en el templo una vez que ambos caballeros entraron pero… algo no estaba bien, el cosmo de Seiya no era normal, estaba como fraccionado o algo, de cualquier manera Ikky y Shun caminaron por el templo sigilosamente hasta que encontraron la tiara de Seiya en el suelo junto a las escaleras
Ikky tomó la tiara y sin preguntar nada más echó a correr por el pasillo, ahí escucharon ruidos provenientes de una de las habitaciones, el poderoso Fénix hizo señas a Shun para que guardara silencio y se pegaron a la pared, avanzaron lentamente hasta que llegaron a la puerta que no estaba cerrada completamente, Ikky se asomó y hubiera dado la mitad de su vida para no haberlo hecho porque lo que vio no lo podría olvidar nunca
En la habitación estaba Hades sentado en la cama sosteniendo a Seiya que estaba sentado en sus caderas, ambos estaban desnudos y haciendo el amor, Seiya subía y bajaba rítmicamente dando una visión panorámica al par de caballeros que estaban en la puerta, de como el miembro del dios del Averno entraba y salía de él, Seiya abrazaba a Hades y se besaban en los labios con pasión y por ello no se dieron cuenta que tenían espectadores, Hades tenía una de sus manos en uno de los cachetes del trasero de Seiya y a ratos lo apretaba, con el otro brazo estrechaba a su amante contra su cuerpo pero luego ese brazo desapareció de vista al tiempo que Seiya gimió de placer y echó su cabeza hacia atrás, ninguno de los caballeros de Atena necesitó ver más para saber lo que Hades le estaba haciendo a Seiya para hacerlo gemir de esa manera
Shun tenía la boca abierta, no podía creer lo que estaba viendo, desde cuándo a esta parte era Seiya gay???, esa era la pregunta, Ikky meneó la cabeza y jaló a su hermano menor para en silencio salir del templo de Sagitario, ya una vez afuera el aire vibró y Radamantys se materializó de la nada y dijo muy serio:
- Lo siento caballeros pero no puedo dejar que se vayan
- De qué estás hablando…?, espectro… - el tono de Ikky fue de profundo desprecio, él sabía que el Averno era aliado pero no podía evitarlo, él despreciaba a Radamantys y a todo lo que tenía que ver con el Inframundo, especialmente a Hades
- No pude hacer nada para impedir su entrada pero no puedo dejar que se vayan, asumo que los vieron y no hablaron con ellos, verdad?
- Estaban algo… ocupados – dijo Shun prudentemente y para su sorpresa el rubio juez sonrió y meneó la cabeza al decir:
- Ellos siempre están ocupados, pero nadie lo debe saber
- Romance secreto? – preguntó Ikky aún sin poder entender lo que acababa de ver
- No entenderías las ramificaciones y posibles consecuencias si esto se llegara a saber, por eso no puedo dejar que se vayan, en verdad lo siento pero… órdenes son órdenes – Radamantys movió una mano y un portal apareció justo detrás de Ikky y Shun, el rubio juez se lo señaló a los hermanos
- Yo no voy al Inframundo por mis propios pies, solo muerto me llevarías allá – dijo Shun y no pudo ocultar su temor, Ikky jaló a su hermano alejándolo del portal sin despegar los ojos del primer juez que movió su mano nuevamente y los dos hermanos caballeros de Atena cayeron sin remedio en el portal que Radamantys había abierto bajo sus pies
- Principiantes… - dijo Radamantys y volvió a desaparecer, el rubio juez no se había ido, simplemente estaba montando guardia usando un dije que Hades le había dado, ese dije era fantástico porque contenía parte del material del que estaba hecho el casco de invisibilidad de Hades
Dentro del templo Hades y Seiya descansaban acostados cómodamente en la cama, a Hades le daban antojo de comer cosas dulces después de hacer el amor por lo que estaba comiendo cerezas y se las daba a Seiya una a una en la boca, el castaño amaba hacer el amor con su fogoso Dios, se sentía completo y amado, Hades era un amante excelente y le brindaba el mayor placer sin causarle dolor, las primeras veces habían sido algo incómodas pero esa etapa había pasado, ellos se complementaban fabulosamente en la cama y en muchos otros aspectos también, Hades no esperó que alguien tan inexperto como Seiya fuera tan apasionado, pero al parecer él había sido un buen maestro y Seiya disfrutaba mucho de esta nueva etapa en su relación, así como la disfrutaba el poderoso Dios que parecía ser adicto a la deliciosa piel de Seiya y no podía quitarle las manos de encima
- No quiero irme, quiero quedarme contigo – dijo el pelinegro tomando una nueva cereza
- Quédate conmigo entonces
- No… no puedo, Zeus dijo que bajaría al Inframundo y debo estar ahí cuando él llegue, me gustaría venir cuando se vaya, esta noche estarás aquí?
- Siempre estoy aquí, no sé por qué Saori no me deja salir, yo ya estoy completamente bien, me siento fuerte pero… estoy aburrido de estar encerrado si quieres que te diga la verdad, ni siquiera puedo bajar al Coliseo a los entrenamientos, no puedo subir al templo principal a proteger a mi Diosa, no puedo ir al templo de Aries a cuidar la entrada del Santuario, no puedo ir a ninguna misión, no puedo hacer nada – dijo Seiya y se podía notar el tono de queja en su voz, Hades sonrió y le acarició la mejilla, Seiya tenía fuego en la sangre y Atena hacía mal en tener encerrado a su guerrero más energético, claro que era por su seguridad pero igual… había que tomar en cuenta el carácter de Seiya que se sentía cual león enjaulado y se paseaba como diablo en botella en el templo de Sagitario
- Ok., vengo en la noche, ahora ya me voy, no quieres venir al Inframundo conmigo?
- No puedo dejar mi puesto
- Eso no te lo impedido en estos últimos días, me gusta hacerte el amor en mi cama, es más grande que esta y me gusta tenerte en mis dominios
- Hades… me tienes en tus dominios desde hace mucho tiempo – Seiya sonrió y acarició el rostro del austero Dios que sonrió y besó su mano, luego lo besó en los labios pero se levantó, se vistió y sin más desapareció del templo de Sagitario, Seiya se levantó también, se duchó y se vistió, regresó a su puesto en la entrada del templo y vio como el sol brillaba en el firmamento
Hades llegó al Inframundo y se enteró de las novedades que sus dos jueces le comunicaron, el Inframundo estaba en paz por lo menos hasta el momento, luego llegó Radamantys con la noticia que lo cambió todo
- Mi señor, los caballeros Andrómeda y Fénix están en la primera prisión al cuidado de Lune – informó Radamantys a su Dios que arqueó una ceja y preguntó:
- Y están ahí por…
- Porque ellos estaban hoy en la tarde en el templo de Sagitario y… estaban hoy en la tarde en el templo de Sagitario – dijo Radamantys con una significativa mirada, Hades lució molesto y comandó:
- Sube a la tierra y dile a Seiya que baje inmediatamente, llévalo al primer templo yo los espero ahí
- Si mi señor
Radamantys desapareció para cumplir el encargo de su señor mientras que Hades fue a la primera prisión y entró a las mazmorras en donde encontró a Ikky y a Shun en una de las celdas, al verlo, los dos caballeros se pusieron de pie y se acercaron a la reja
- Nos van a sacar de aquí o vamos a pasar la eternidad disfrutando de tu hospitalidad – dijo Ikky con claro sarcasmo lo que hizo sonreír a Hades de medio lado
- No lo sé Fénix, eso depende de ustedes – respondió Hades y se volteó para mirar a la puerta en donde en esos precisos momentos Radamantys llegaba acompañado de Seiya que se acercó a Hades con una cara de confusión primero y luego abrió mucho los ojos al ver a sus amigos presos
- Qué pasó?, por qué los encerraste? – preguntó Seiya mirando a Hades directamente
- Eso será todo Radamantys, gracias – dijo Hades y el rubio juez con una venia desapareció de ese lugar
- Libéralos por favor – Seiya dijo poniendo una de sus manos en las rejas sin dejar de mirar a Hades que sonrió de medio lado y dijo:
- Si ese es tu deseo lo haré, pero hay un pequeño problema – dijo el Dios del Averno en un tono totalmente impersonal
- Qué problema? – preguntó Seiya sin entender
- Los vimos en la cama y no precisamente durmiendo, ese es el pequeño problema del que tu amante está hablando – dijo Ikky que seguía cruzado de brazos y miraba a Hades con furia
- Ohhh por todos los dioses – Seiya sintió que palideció y puso su mano en el estómago, esto no se lo hubiera visto venir nunca, una de las cosas en las que Seiya si había pensado era en lo que iba a decirles a sus amigos cuando su relación con Hades se descubriera, pero el que lo hayan visto en la cama no era algo para lo que se hubiera preparado
- Desde cuándo eres gay Seiya? – preguntó Ikky acercándose a la reja y mirando como Seiya se ponía cada vez más incómodo
- Cuida tus palabras Fénix, una palabra de Seiya y tu pasarás la eternidad en el lago de sangre hirviendo – el tono de Hades era frío como el hielo por lo que Shun tomó el brazo de su hermano y meneó la cabeza
- Libéralos por favor – dijo Seiya en voz baja mirando a Hades que frunció el ceño, levantó su mano y la puerta de la celda se abrió
- No se puede saber nuestra relación… sé prudente – Hades levantó el mentón de Seiya y besó suavemente sus labios, luego desapareció de la estancia al tiempo que Ikky y Shun salían de la celda, Seiya suspiró y lideró el camino hacia afuera
Los tres caballeros caminaron un corto trecho hasta que llegaron a la cámara en la que Lune estaba, el espectro los miró y solo saludó a Seiya con una seña de cabeza la que el caballero Pegaso correspondió, Ikky arqueó una ceja y siguió a su amigo hasta que estuvieron afuera
- Todos te conocen eh? – preguntó Ikky mirando a Seiya que se encogió de hombros al responder
- No todos, solo algunos
- Ajá, y ya en serio… desde cuándo eres gay?, no que estabas enamorado de la Diosa Atena y suspirabas por ella?, qué te dio Hades que nuestra diosa no pudiera?, ok., ok., no me respondas eso… ya sé que te dio Hades que nuestra Diosa no puede – dijo Ikky en tono divertido dando a entender que su Diosa no tiene el “armamentaje” correcto, Ikky hizo hasta señas con las manos
- Eres un idiota Ikky – dijo Seiya sonrojándose un poco, la sola idea de que hubieran visto en esas condiciones lo abochornaba completamente y el tono burlón de Ikky no ayudaba a tranquilizarlo
- Bueno… de cualquier manera, si es lo que quieres y estás feliz pues… yo me alegro por ti, me cae mal tu novio y no te lo voy a negar pero… a ti parece tratarte bien, muuuuuy bien – dijo Ikky y no pudo evitar burlarse otra vez, Seiya le golpeó en el brazo pero lo hizo amistosamente, Shun en cambio iba callado, completamente en silencio
- Insisto, eres un idiota Ikky, pero gracias, yo… si es lo que quiero, él es…
- Por favor no me cuentes los detalles, es suficiente con lo que vi, verdad Shun? – Ikky reía pero en cambio Shun tenía el semblante muy serio, Seiya sonreía también pero la sonrisa se le fue del rostro cuando vio la expresión de Shun, era muy clara, el caballero Andrómeda estaba angustiado
- Shun?, qué pasa? – preguntó Seiya deteniendo la caminata y el guerrero de cabellos verdes solo abrazó a Seiya y lo hizo con fuerza, estuvieron unos momentos en silencio y luego Shun le dijo:
- Espero de todo corazón que seas feliz, espero que él te ame y no te haga daño, recuerda que siempre seré tu amigo y que puedes contar conmigo para todo
- Gracias Shun pero… no seas mal agüero, todo está bien – dijo Seiya correspondiendo el abrazo de su camarada pero sintiendo un vacío en el estómago, Shun habló con mucha pena y hasta con dolor
- Si pero… no me hagas caso Seiya, no me hagas caso – dijo Shun y echó a caminar sin ver a los otros dos caballeros, Ikky meneó la cabeza y solo siguió a su amigo y a su hermano
- Lo que dijo Hades es en serio, no se lo pueden decir a nadie, prométanmelo por favor – pidió Seiya cuando llegaron al camino que conectaba a todas las prisiones
- Por qué? – preguntó Ikky todo interesado
- No sé bien cuál es el relajo pero nadie lo puede saber, cuento con ustedes?, por favor… - Seiya miró a sus dos amigos que asintieron, el castaño sonrió y dijo: - Hades estará complacido, regresen por favor al Santuario y yo subo más tarde – Seiya sacó de dentro de sus ropas una fina cadena de oro que tenía un dije rojo muy hermoso, lo apretó en su mano y un portal se abrió delante de ellos
- La Diosa Atena nos mandó a decirte que la misión de Aioros se extendió y que por favor no salgas del templo, supuestamente yo debía quedarme contigo así que te espero en tu templo cuando vuelvas, está bien? – dijo Shun y Seiya asintió, Ikky atravesó el portal seguido por su hermano y el portal se cerró, Seiya suspiró y volvió a girar su dije, Guidecca estaba lejos y no le apetecía caminar solo por el Inframundo
Hades entró a Guidecca y se veía molesto y preocupado, estuvo solo por algunos momentos en una de las salas hasta que Pandora llegó con una bebida en las manos, se la dio a su señor el cual apuró el licor de un solo trago, Zeus estaba por llegar y eso le preocupaba, además que en el peor momento las cosas en el Santuario se estaban descubriendo, la mirada de Shun de Andrómeda no le había gustado, tal vez debería hablar con él personalmente, el Dios estaba algo indeciso sobre el camino que tomar
- Qué le preocupa mi señor? – preguntó la hermosa joven prudentemente
- Todo… nada… no me hagas caso Pandora
- Se solucionó el asunto con los caballeros que estaban en la primera prisión?
- Supongo que si, Seiya quedó con ellos, como son sus amigos supongo que los convencerá sin problema
- Y… cómo van las cosas con Seiya? – preguntó Pandora toda interesada
- Bien… supongo que bien – contestó Hades y su tono era completamente impersonal
- Ajá… y… ha cumplido con lo que se propuso en un inicio?, hace tiempo que no hablamos de Seiya y los planes que tenía para el Santuario, la tierra, Atena, cómo va todo?
- Todo va bien Pandora, no quiero hablar de eso – dijo Hades e hizo moción de salir de la habitación pero la muchacha se interpuso en su camino
- No ha respondido mi pregunta, logró que el caballero Seiya de Pegaso se enamore de usted? – Pandora sabía que Seiya amaba a Hades, lo que quería era que Hades reconociera sus sentimientos y lo dijera en voz alta, ella sabía que Hades se estaba arrepintiendo de sus planes pero quería que se lo dijera, la muchacha buscaba que Hades lo reconociera para evitar que en un arranque de furia o de lo que sea, haga daño a Seiya de lo que seguramente se arrepentiría luego, pero el Dios se molestó porque se dio cuenta de las intenciones de la muchacha y con ira respondió:
- Si… Seiya me ama, ya respondí tu pregunta?, ya estás contenta?
- No, y ahora que va a hacer con él?, seguirá el plan inicial que trazó para él?
- Te dije que no quiero hablar de eso – respondió Hades y caminó por la habitación pero la muchacha le volvió a salir al paso y se interpuso en su camino al preguntar:
- No me diga que se está arrepintiendo?, ya no quiere destruir a Seiya de Pegaso por la osadía que tuvo de herirlo en la batalla en los Campos Elíseos?, no quiere hacer sufrir a Atena al quitarle el amor del inocente caballero?, no quiere destruir el mundo?
- Dije que me dejaras en paz Pandora – dijo finalmente Hades con violencia saliendo de la habitación, la muchacha sonrió y meneó la cabeza y dijo simplemente haciendo una venia:
- Lo que usted diga mi señor…
Hades salió y no regresó a ver atrás, Pandora sonrió y cuando se volteó vio algo que la dejó helada, en el marco de la puerta estaba Seiya de Pegaso, la muchacha no lo había visto allí y no sabía qué tanto de esa conversación escuchó, pero esa incógnita le quedó resuelta cuando vio como una lágrima resbaló por la mejilla del joven caballero de Atena que no dio chance a nada y salió corriendo del salón
- Seiya!!!!, Seiya espera por favor!!!! – Pandora salió tras él pero Seiya corrió más rápido, con su dije abrió un portal y desapareció del Inframundo
La muchacha corrió nuevamente a Guidecca a buscar a Hades, el problema era que Zeus ya había llegado y ambos dioses estaban caminando por el jardín adyacente del castillo y charlaban
- Aún no podemos dar con él, mis guerreros lo están buscando pero en la tierra no está – Zeus, el Dios de los Cielos se mostraba molesto al darle las nuevas noticias a Hades, a Seiya se lo había tragado la tierra porque no lo encontraban aún
- Aquí no está tampoco, ya te lo he dicho, nadie entra a mis dominios sin que yo lo sepa, mucho menos alguien vivo, si estuviera muerto se acabarían tus problemas – Hades se encogió de hombros cuando dijo esto
- No… no se acabarían mis problemas, te dije que quiero darle un escarmiento a mi hija, te dije que quiero divertirme con él, recuerdas?
- Y cómo piensas divertirte con él?
- Lo haré mi esclavo, lo tomaré y haré que mi hija vea cuando lo haga, luego le cortaré la cabeza – Zeus dijo esto con una perversa sonrisa
- Lo violarás? – Hades no pudo evitar sentirse ofendido, no solo porque amaba a Seiya sino porque lo que quería hacer Zeus no era propio de los Dioses, si era cierto que por años lo habían hecho, los dioses habían hecho lo que les daba la gana con los humanos y a Hades no le había importado en lo más mínimo, pero… los planes de Zeus involucraban a su humano, a su Seiya, eso lo cambiaba todo
- No puede ser considerado violación, yo soy un Dios que ha hecho el favor y ha tenido la deferencia de poner sus ojos en un mortal, él debería sentirse honrado que quiera compartir mi lecho con él, pero si… si él no quiere entregarse a mí, lo ataré y lo haré mío así él no quiera, luego es en serio cuando digo que le cortaré la cabeza, no puedo permitir que mi hija se rebaje de esa manera, ella tiene que entender que los humanos son inferiores a nosotros, ellos no pueden ocupar un lugar en igualdad de condiciones junto a un Dios, eso es una ofensa grandísima – Zeus sonaba furioso de solo pensar en un romance entre Dioses y humanos, Hades pensaba que Zeus no tenía calidad moral de decir nada si él era el que más amantes humanos ha tenido en todos los tiempos, aunque… para Zeus los humanos si eran considerados únicamente como diversión
- No te parece un poco excesivo?
- No, no me parece excesivo, qué rayos te pasa? – Zeus ya se había dado cuenta pero algo le estaba pasando a Hades, cuando él había llegado Hades sintió un vacío en el estómago y era una sensación horrible, como si hubiera comido algo que le hubiera hecho daño con violencia pero eso no era posible, eso no le podría pasar a él, él era un Dios después de todo, ahora sentía como si no pudiera respirar, una tristeza infinita y mucho dolor se habían apoderado de él, a tal punto era lo que sentía que había llevado una mano a su vientre y estaba tratando de respirar profundamente sin conseguirlo, esto no le había pasado nunca
- No lo sé… de pronto sentí… ni siquiera sé lo que sentí… - dijo Hades y levantó la mirada, en la ventana de la primera planta vio a Pandora que le hacía señas desesperada, algo había pasado, en ese momento Hades tuvo la absoluta certeza de que algo había pasado con Seiya y eso lo angustiaba más de lo que le hubiera gustado admitir
- Desde cuándo un Dios se siente enfermo? – preguntó Zeus bastante extrañado, si era cierto que Hades había estado más parco que lo usual y que desde algunas semanas estaba actuando extraño pero… esta visita había preocupado al Dios de los cielos
- No lo sé…
- Bueno, para acortar mi visita si no te sientes bien, quiero decirte que he exiliado a Apolo y a Artemisa del Olimpo, espero que no les des cabida en tu reino
- Los exiliaste, por qué? – estas eran noticias perturbadoras, Zeus se estaba alejando de los Dioses que podrían aconsejarlo de buena manera, el dejarlo solo con Ares no era buena idea
- El monolito en donde estaban encerrados los caballeros dorados de mi hija ha desaparecido y mis guerreros me dicen que en la entrada del templo de Aries está su dorado guardián, Atena se robó el monolito y liberó a sus caballeros dorados y eso solo lo pudo hacer con ayuda de alguien del Olimpo, Ares cree que fue Apolo con la ayuda de su hermana y tiene razón, Hefesto nunca interviene en nada al igual que Hermes, Hera no se atrevería a desafiarme de esa manera ni Dionisio tampoco, de Deméter lo dudaría entonces por falla fueron ellos, así que los expulsé, están en el Santuario de la traidora de mi hija pero no creo que se queden allí mucho tiempo, si vienen por acá niégales asilo en mi nombre – esto dijo Zeus con rabia, él odiaba cuando los otros dioses se rebelaban en su contra
- No creo que vengan, pero si ese es tu deseo así lo haré
- No puedo seguir buscando a ese muchachito por más tiempo, así que… estamos preparando todo con Ares, le vamos a dar un ultimátum a Atena, si ella lo cumple no atacaremos la tierra, si no lo cumple pues… acabaremos con todo, cuento con tu ayuda?, cómo están tus ejércitos?
- Todo está listo, lo tengo todo organizado, mis espectros están a cargo de arreglarlo todo, mis ejércitos están listos y tengo algunas criaturas que podrían ser de ayuda, legiones de cíclopes, quimeras, dragones y mis górgonas, la tierra no sabrá que fue lo que la golpeó, no quedará piedra sobre piedra hermano, eso te lo puedo asegurar
- Bien… bien… ahora te dejo, espero que estés bien en la batalla, no creo que vaya más de un par de semanas
- Despreocúpate
- Adiós hermano
Hades entró a Guidecca y escuchó de los labios de una angustiada Pandora lo que había pasado con Seiya, el Dios de los muertos no esperó nada y se desapareció del Inframundo para materializarse en el templo de Sagitario, allí encontró a Seiya acurrucado en su cama, el castaño lloraba descontroladamente, Shun estaba a su lado y le acariciaba los cabellos, el castaño levantó la mirada cuando sintió la vibración en el ambiente y al ver a Hades se incorporó en la cama, se arrancó la cadena que tenía aquel hermoso dije rojo y se lo lanzó al Dios de los muertos, el dije le pegó a Hades en la mejilla pero el Dios impasible no se movió siquiera
- Seiya…
- Ya no tienes nada que hacer aquí, ya cumpliste tu propósito, me destruiste… me destruiste por completo
- No Seiya…
- Vete ahora, ya no queda más de mí que pueda darte, te lo di todo y ya no me queda nada, no quiero volver a verte en lo que me resta de vida, te odio Hades… TE ODIO!!!!