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EL PRINCIPE DEL AVERNO por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, les traigo el capítulo nuevo, aquí ya continúa la historia en el presente, espero que les guste lo que viene

Capítulo 17.- De vuelta al presente

 

Evan miraba embelesado las imágenes que Hypnos le estaba mostrando, vio cómo su papá lo bañaba en la pequeña bañera de su departamentito y jugaba con él con unos patitos de hule, vio como Seiya lo arropaba en las noches y le leía cuentos aunque luego dejó de hacerlo, no le leía cuentos sino que le contaba las historias de sus batallas con sus amigos, le contaba las historias de la guerra santa y de todas sus aventuras, Evan sonrió al ver como el semblante de Seiya se iluminaba al verlo sonreír por las historias que le contaba, su papá era un guerrero y siempre lo sería

 

Al inicio cuando Evan era bebé, Seiya contaba las historias en primera persona pero cuando Evan fue creciendo las historias fueron cambiando, Seiya ya no las contaba en primera persona y hablaba de sus propias hazañas nombrando al Caballero Pegaso, eso Evan lo recordaba muy bien y por eso se sabía todas las hazañas de su papá de memoria, la diferencia era que él nunca pensó que fueran reales, Evan sonrió al recordar que cuando era pequeño solía decirle a su papá que cuando sea grande quería ser igual de valiente que los caballeros de la Diosa Atena, su favorito era el poderoso Fénix y ahora eso le hacía gracia al pensar que él conocía a aquel valiente caballero, vaya… a veces la vida presenta más sorpresas que la ficción

 

El muchacho se conmovió al verse a sí mismo cuando tenía tres años más o menos corriendo en el parque perseguido de su papá, que cuando lo alcanzaba lo levantaba en sus brazos y lo besaba, Evan miró las pequeñas fiestas de cumpleaños que Seiya le organizó, vio el matrimonio de su tía Seika con uno de los maestros de la escuela en la que trabajaba Seiya, la vio empacar sus cosas e irse del departamentito con su nuevo esposo, vio nacer a su primo Ren, se vio a sí mismo volando cometas en el parque con su papá, se vio a sí mismo intentando hacer panqueques con Seiya y rió al ver los desastres que solían hacer en la cocina, más de una vez habían terminado cubiertos de harina intentando hornear galletas o pasteles, vio cómo su papá lo paseaba en las noches y le acariciaba la espalda shusheándolo para que se durmiera, vio los berrinches que le hacía a su papá y vio cómo Seiya lo calmaba, lo abrazaba y lo besaba.  Evan vio muchas cosas que no recordaba y de las que había visto fotografías, vio su vida pero con una mentalidad nueva, vio su historia pero esta vez lo hacía con conocimiento de causa y eso fue denso para él, pero lo que en verdad le golpeó fue el darse cuenta el amor desbordante que su padre le tenía, Evan vio una vez más lo que ya sabía, su papá vivía por y para él

 

Vio a los amigos de su papá en muchos eventos de su vida, Shun no se perdía sus obras escolares y siempre que lo veía le llevaba dulces, Ikky en cambio le compraba balones, patines y todo tipo de implemento deportivo, hasta le regaló su primera bicicleta, el poderoso Fénix iba con ellos al parque los domingos y con Shun jugaban futbol, cuando Hyoga llegaba la dinámica cambiaba porque Ikky molestaba mucho a Hyoga y en más de una ocasión habían llegado a los golpes, Seiya solo reía viéndolos de lejos pero Shun al tratar de intervenir lo complicaba todo

 

Evan vio interminables imágenes de su padre mientras lo arropaba en las noches y besaba su frente, vio a Seiya con una cámara de fotos inmortalizando todos sus momentos importantes, vio a Ikky enseñándole a amarrase los cordones de sus zapatos y a Shun enseñándole a pintar, vio a Hyoga ayudándole a hacer las tareas, vio a Shyru jugando videojuegos con él, vio a Seiya desvelado en las noches tomando té de pie frente a la ventana mirando ensimismado la lluvia caer, vio la tristeza en los ojos de su padre de lo que antes no se había dado cuenta y ahora al saber las razones lo entendía todo de mejor manera

- Dónde está mi papá? – preguntó Evan poniéndose de pie, él ya no necesitaba ver más pruebas del amor de su padre, él recordaba todo muy bien en este punto y se sentía un poco avergonzado y ansioso

- Supongo que en Guidecca, quieres volver?

- Si… me enseñas el camino?

- Puedo hacer algo mejor, dame tu mano

 

Hypnos tomó la mano de Evan y el muchacho sintió otra vez esa sensación tan fea que era como si le movieran el piso y se sintió presionado por todas partes, se quedó sin aire pero esto no duró mucho, cuando abrió los ojos estaba en un salón inmenso en Guidecca en donde estaba Hades de pie frente a una mesa bastante grande en la cual reposaba un mapa, a su lado estaba Seiya, ambos estaban analizando algo pero cuando lo vieron aparecer junto a Hypnos lo dejaron todo, Seiya se acercó a su hijo pero no tuvo que caminar mucho porque Evan corrió a su encuentro y lo abrazó con fuerza

- Papá… papá perdóname por favor

- Evan… no tengo nada que perdonarte, estás bien? – Seiya respiró aliviado al ver la nueva actitud de su hijo, Hades le sonrió a Hypnos que hizo una venia y desapareció de la habitación, ellos necesitaban privacidad como familia

- Si, si estoy bien, siento mucho haberme ido así, siento mucho haberte dicho todo lo que te dije es que yo… yo no lo sabía, papá perdóname por favor

- Ya no importa, nada importa… ya estás aquí y eso es lo único que yo quería – Seiya se separó un poco de su hijo que se agachó un poco para que su papá pudiera besar su frente

- Asumo que Hypnos te lo contó todo – intervino Hades prudentemente acercándose a los dos amores de su vida

- Si, lo hizo… yo no tenía idea de lo que ustedes tuvieron que pasar por mí, siento mucho que las cosas se hayan dado así – Evan miraba a Seiya y a Hades mientras hablaba, aún no sabía cómo hablarle a Hades, el Dios era su padre pero su presencia era por demás intimidante, Hades lo sabía y trató de relajar su expresión lo cual no era difícil tomando en cuenta que por primera vez en muchos años estaba en verdad contento

- No te preocupes hijo mío que nada ha sido tu culpa, me da gusto que sepas la verdad y que la aceptes, quiero que sepas que yo siempre he estado contigo y pendiente de ti, eres mi orgullo, eres mi sangre y ahora ocuparás el lugar que siempre debiste haber tenido – Hades puso la mano en el hombro de Evan y el muchacho sonrió para luego abrazar tímidamente al Dios que sonrió y correspondió el abrazo, el muchacho sintió muchas cosas en ese abrazo, en su vida había habido momentos en los que se había sentido solo, en los que había estado molesto o triste y en esos momentos había sentido una especie de calma que lo invadía, era una sensación de protección que Evan nunca supo de dónde venía y ahora al sentir el abrazo de Hades lo volvió a sentir pero magnificado mil veces, Evan entendió que siempre había sido Hades, Hades… su padre… era el poder de su padre el que había estado presente todos los días de su vida y eso hizo que el abrazo de padre e hijo fuera tan especial

 

Hades igual besó en la frente a su hijo cuando el abrazo se rompió y le acarició la mejilla, Evan miró a Seiya y lo vio diferente, el castaño estaba usando una túnica azul que tenía unos bordados impresionantes, Evan tocó la manga de la túnica y sonrió

- Qué bárbaro papá, te vez… raro…

- Seiya es Regente del Averno al ser mi consorte, aún no eres oficialmente mi esposo pero pronto lo será, de este asunto yo ya he hablado con Hera, en cambio tú… tú eres el príncipe de mis dominios, mi orgullo y alegría, aunque ahora estemos envueltos en tiempos extraños, estamos analizando los planes de guerra, quieres verlos? – dijo Hades tomando la mano de Seiya para besarla y luego señalando la mesa en la que habían estado ellos cuando Evan apareció

- Planes de guerra? – Evan frunció el ceño y se dejó llevar por Seiya hasta el mapa que estaba expuesto en la mesa, era un mapa de todo el Inframundo y habían muchos soldaditos por todas partes, Evan había visto esto solo en películas, le pareció abrumante el verlo en serio

- Estimo que Zeus no tardará en hacer sus movimientos, en estos momentos está en la Tierra pero tampoco están en guerra abierta, los caballeros de Atena han podido contener de excelente manera a los enviados de los ejércitos de Ares pero están muy diseminados, el Santuario está prácticamente desprotegido, Zeus está aplicando lo de “Divide y vencerás”, me temo que su plan es lanzar un ataque al Santuario cuando más vulnerable este se encuentre, Atena tiene solo a unos pocos caballeros con ella, estimo que podrán contener un ataque de los Cielos pero no lo podrán hacer por mucho tiempo – explicó Hades moviendo su mano sobre el mapa y mostrando ahora un mapa de la Tierra y habían varios puntos que brillaban, Evan supuso que eran los puntos en conflicto

- Pero si la guerra es en la Tierra, no deberíamos subir nosotros y ayudar? – propuso Evan algo inseguro, Seiya sonrió y Hades se cruzó de brazos y frunció el ceño

- Esta es tu mala influencia en mi hijo – dijo Hades hablando directamente a Seiya que rió bajito y dijo:

- Pues sí, pero Evan tiene razón y es lo que yo he estado diciéndote por más de dos horas, no es necesario que dejemos desprotegido el Inframundo pero si deberíamos subir con un contingente de un poco más de 100 espectros, no te parece?, (Hades había mandado a sus 108 espectros a ayudar a Atena pero esto a Seiya le parecía insuficiente la verdad), tus espectros están ayudando pero se necesita mucho más si queremos que Zeus baje aquí con sus ejércitos, y eso solo se va a lograr si me ve a mi o a Evan

- Sugieres dejar la protección del Averno y subir a las primeras filas del campo de batalla?, estás loco amor mío? – preguntó Hades ladeando su cabeza

- Si subimos contigo nada nos pasará, no estamos desprotegidos en lo más mínimo, Evan rompió el sello de Atena por sí solo y tu rompiste el sello que tenía yo, además tengo este genial anillo que tu mismo me diste así que ya no somos meros mortales, siendo así, cuál es el problema? – dijo Seiya una vez más, él ya no quería estar de lado en las batallas, Seiya necesitaba sentirse útil

- Tú eras un caballero pero Evan no, no dudo de las habilidades de mi hijo pero… nunca ha estado cerca de una guerra, mucho menos ha luchado en una, no sabe los secretos del cosmo o de los poderes que posee, no sabe cómo utilizarlos o controlarlos, por su venas corre todo el poder del averno y eso podría poner en riesgo su vida, tu dices que no son meros mortales pero… aún no son inmortales – dijo Hades todo testarudo, él no quería arriesgar a su familia luego de tantos años que los había recuperado

- Para eso estamos nosotros, si en verdad queremos acabar con esto lo que tenemos que hacer es tomar el toro por los cuernos y enfrentar de una vez por todas y con todo lo que tenemos al enemigo, no me digas que no tienes una armadura por ahí que podamos utilizar? – dijo Seiya y acarició el brazo de Hades que suspiró contrariado y dijo el contra de su voluntad:

- Claro que tengo

- Ok., entonces… cuál es el problema?

- El problema es que… no quiero arriesgarlos, no quiero perderlos ahora que estamos juntos – dijo Hades en tono bajo, Seiya sonrió y apretó la mano de Hades al decir:

- No nos vas a perder, yo soy un guerrero y aquí tu hijo, donde lo vez, no es tan inútil como parece – Seiya sonrió y codeó a Evan que preguntó todo indignado:

- No soy tan inútil como parezco???

- A ti te entrené yo, así que no, no eres tan inútil como pareces – bromeó Seiya y codeó nuevamente a su hijo que sonrió

- Gracias papá – dijo Evan y se frotó las costillas, a Hades le encantaba la forma en la que Seiya y Evan se llevaban, él los había visto por años y el verlos ahora en vivo y en directo era refrescante

- Mejor vamos a ver las armaduras, es inútil discutir contigo – Hades besó la mano de Seiya y guió el camino hacia fuera del salón, Evan meneó la cabeza, Hades si conocía a su papá, si era inútil discutir con Seiya cuando se le metía una idea en la cabeza

 

Hades guió el camino hacia el salón de armas que estaba en el primer subsuelo del castillo, Evan vio todo con ojos muy abiertos, habían todo tipo de armas medievales, hachas, espadas, lanzas, dagas, hasta una catapulta estaba por ahí, pero eso no era lo que Hades quería mostrarles, pasando por el salón de armas estaba otro salón más pequeño que tenía varias urnas de cristal en donde estaban cuatro armaduras negras que tenían un brillo especial, Hades movió la mano y dos de las urnas se movieron y se abrieron

- Las armaduras necesitan sangre, lo sabes verdad? – preguntó Hades a Evan que asintió, Hades tomó la mano de su hijo y sacó una daga de su cinto, lo acercó a la armadura de la derecha y le hizo un corte en el brazo, Evan no se quejó y vio cómo su sangre caía en la armadura la que al poco rato emitió un brillo especial y como que absorbió su sangre, luego levitó para separarse en piezas y envolverlo

 

El joven heredero del Inframundo al verse puesto la armadura se sentía fuerte, no lo podía explicar, era como si la armadura lo reconociera como dueño y le permitía moverse libremente, Evan tenía la impresión de que esas armaduras eran pesadísimas pero no era así, el joven se sentía ligero como una pluma, Hades sonrió con orgullo al ver a su hijo flexionar sus manos ajustándose a lo que le estaba pasando, Hades tomó ahora el brazo de Seiya y le hizo un corte parecido en el brazo derecho, Evan vio como la otra armadura envolvió a su papá y a diferencia suya, Seiya se movía con mucha gracia una vez que vestía la sagrada armadura del Averno, Evan no lo sabía pero Seiya si, estas armaduras reflejaban la legendaria armadura de Hades, eran extremadamente poderosas y fuertes

- Oye… me diste alas – dijo Seiya al examinar su armadura, era negra y tenía unas marcas extrañas en el pecho, las botas le cubrían casi toda la pierna, y efectivamente tenía alas, la armadura de Evan era muy parecida a la de Seiya pero no tenía alas

- Bueno… tú siempre dijiste que querías volar, así que me pareció mejor darte alas

- Y yo? – se quejó Evan

- Tú tienes que aprender a caminar primero antes de que puedas volar, pero no te preocupes hijo mío, por tus venas corre mi sangre, eres muy poderoso solo necesitas un poco de entrenamiento el cual podrían empezar desde ahora mientras yo voy a ver cómo están las cosas, si vamos a subir a la tierra necesitamos equipar de mejor manera a nuestros guerreros, debemos protegerlos de la luz del sol, además me gustaría reunir a las míticas criaturas, voy a buscar un dragón para ti – dijo Hades y su tono no daba lugar a preguntas, Evan sonrió pensando que era una broma pero al ver la seriedad de su padre preguntó:

- En serio?

- Si

 

Seiya llevó a Evan al jardín y allí el antiguo caballero de Pegaso le empezó a indicar a su hijo movimientos básicos que podía hacer con la armadura, ya luego le indicaría muchas cosas referentes a su cosmo y a los poderes del Inframundo, mientras Hades fue al salón principal y mandó a llamar a Radamantys, el primer juez había estado en la Tierra pero acudió inmediatamente al llamado de su señor

- Cómo está todo allá? – preguntó el poderoso Dios del Averno a su primer juez

- Está tenso, la Diosa Atena lo tiene todo bajo control por ahora pero no sé cuánto tiempo podrá resistir, nosotros hemos ayudado pero no es suficiente, las tropas de Ares siguen llegando y los caballeros no se dan abasto, se suponía que las fuerzas del templo marino iban a llegar pero no llegan hasta ahora

- Muy bien… prepara la mitad de nuestros ejércitos

- Vamos a subir a la tierra?

- Si… vamos a subir a la tierra…

 

La diosa Atena estaba en el Santuario, sus caballeros estaban regados por todo el mundo tratando de contener a los ejércitos de Ares, esta táctica había sido bastante efectiva y cruel, pero Saori tenía que hacer algo para proteger la tierra y no podía dejar a la raza humana perecer así, por eso esa misma mañana había enviado a sus caballeros a defender los lugares que estaban siendo más afectados, se habían formado grupos de tres caballeros que servirían de ofensiva pero la lucha era desigual, los ejércitos de los cielos tenían fuerza en números

 

Saori podía sentir el dolor y la angustia de los pueblos que estaban siendo devastados y por eso había tomado esa decisión, pero el problema era que ahora la joven mujer se sentía desprotegida porque sus caballeros más fuertes no estaban junto a ella, de los caballeros Dorados solo Mu de Aries estaba guardando custodia en la primera casa del Sagrado recinto, Saori estaba a su lado, se había negado a subir al templo del Patriarca, la Diosa estaba usando su armadura y estaba lista para la batalla que se avecinaba, ella misma enfrentaría a su padre de ser necesario, si solo la escuchara… si solo…

 

A lo lejos se podía ver tres legiones de más de mil hombres cada una que se acercaban al Santuario, este era el momento de la verdad para la Tierra porque el mismísimo Ares estaba comandando los ejércitos de Apolo, el Dios del sol no había hecho acto de presencia pero si había prestado a sus ejércitos, esto era por demás extraño pero en esos momentos no podían detener a pensar en ello.  Atena tenía a su lado a una docena de caballeros de bronce, a un puñado de caballeros de plata y a un solo caballero de oro, la situación no pintaba bien

- Mi señora… usted estaría mejor en el templo alto, no debería estar aquí – dijo Mu de Aries por enésima vez

- No Mu… este es mi lugar, aquí vienen… pero… por todos los Dioses… Ares no está solo – dijo Saori y su corazón dio un salto, al final de las tropas no había un solo carruaje, había dos y el carruaje blanco de Zeus era inconfundible

- Aquel es Zeus?, Zeus viene con él?

- Aparentemente si…

 

Zeus había decidido que ya había esperado mucho en los cielos para hacer su aparición, él había estado buscando la razón de que el cosmo del Inframundo se hubiera sentido en la Tierra y se había encontrado con muchas cosas raras, los enviados del cielo habían muerto misteriosamente y nadie sabía lo que había pasado, todo estuvo muy confuso al inicio pero luego fue Ares el que con la ayuda de Deimos y Fobos, que tenían sus espías en el Inframundo y en la Tierra, descubrieron la verdad y ahí fue cuando Zeus montó en cólera y envió a los ejércitos de Ares a la Tierra

 

La idea de Zeus era destruirlo todo para sacar de bajo las piedras al amante de Hades, que según las últimas noticias que le habían llegado, no había muerto, y si ese muchachito no murió pues tampoco el engendro que seguramente había nacido, Zeus podría apostar que el cosmo que sintieron era del “Príncipe del Averno” y eso era lo que tenía preocupado y furioso al Dios de los cielos, cómo pudieron engañarlo de esa manera???, cómo???

 

- Mi señora… ubíquese detrás de mí – Mu de Aries tomó posición de ataque mirando fijamente al horizonte y alzó dos muros de cristal en señal de defensa, el primero estaba ubicado en las puertas del Santuario y el otro estaba a varios kilómetros de distancia, la idea de Mu era detener a las tropas enemigas lo más lejos de ellos posible, las tropas de los cielos estaban casi en el valle al pie del Santuario, Atena había evacuado el pequeño pueblo de Rodorio apenas sintió que los ejércitos de Ares habían puesto un pie en la tierra e hizo bien, el humo que se alzaba de ese sector podría solo significar que las tropas enemigas lo habían destruido por completo

- Todo saldrá bien Mu… - la Diosa puso su mano en el hombro de su caballero y le infundió valor y fuerza con su cosmo, Mu se concentró y fortaleció sus muros de cristal pero una explosión que venía de la casa de Cáncer los hizo girar

 

Saori arqueó una ceja al ver como un descomunal dragón negro se alzaba hacia el firmamento, una legión de espectros que portaban negras armaduras con unos cascos sumamente distintivos estaban bajando las escaleras liderados por dos de los tres jueces del Inframundo que venían montados en Quimeras, los ejércitos del Averno tenían un visor especial en sus cascos, eso les permitía soportar la luz del sol sin cegarse, esa había sido una muy útil de Hades luego de la debacle sucedida en sus dominios hacía mas de quince años, no podía dejar que la luz del sol afectara nuevamente a sus guerreros, por eso el Dios de los muertos lucía confiado, ahora los ejércitos de los cielos los enfrentarían en igualdad de condiciones, y además tenía su arma secreta en la figura alada que volaba en círculos sobre ellos y portaba una magnífica armadura negra, la diosa de la tierra no lo podía creer, el Inframundo había acudido a su ayuda y esto le dio nuevos ánimos

 

Zeus que estaba atrás de todas las tropas en su carruaje junto a Ares, entrecerró los ojos cuando se dio cuenta que algo estaba en movimiento en el Santuario y la furia se apoderó de él cuando vio a lo lejos la inconfundible carroza negra de Hades que con sus llantas de fuego marcaba el horizonte, Hades… su traidor hermano había venido a darle guerra… pues bien, guerra tendrá…

- Al ataque!!!!! – gritó Zeus instando a los ejércitos de Apolo hacia adelante, el grito de guerra retumbó en todo el santuario al tiempo que Hades llegaba a la entrada del templo de Aries

- Hades… eres más que bienvenido – dijo Saori sintiendo por primera vez alivio al verlo

- Si quieres saber la verdad no fue mi idea venir, fue Seiya el que quiso hacerlo – respondió con calma el Dios de los muertos

- Seiya?... y dónde está? – preguntó Saori y Hades solo levantó la mirada y sonrió al divisar al poderoso guerrero que estaba volando sobre ellos

 

Zeus miraba a lo lejos a sus ejércitos que no podían pasar la barrera que Mu había levantado, el Dios de los cielos frunció el ceño y se preparó para lanzar su trueno hacia la invisible barrera pero no pudo hacerlo, una especie de tornado tocó tierra justo delante de su carruaje y como resultado de su intensidad un cráter se formó en donde ellos estaban, los guerreros que habían estado protegiéndolos fueron lanzados en todas direcciones por la fuerza del impacto, los carruajes de Zeus y Ares no fueron volteados pero si retrocedieron un par de metros a merced de la fuerza de los vientos

 

Zeus levantó la mirada y vio sobre ellos a una figura alada que era la causante de esto, con sus alas estaba creando los remolinos de viento que cada vez se hacían más fuertes, Zeus levantó su mano y le lanzó una descarga eléctrica, la figura alada voló más alto para esquivar el ataque y luego como Kamikaze descendió hasta aterrizar frente a la carroza de Zeus

- No puede ser… tu… - el Dios de los cielos reconoció inmediatamente a aquel muchachito que él mismo había encerrado en una urna hacía 15 años, pero… ya no era el mismo muchachito que recordaba, ahora era todo un hombre y lucía confiado porque le dedicó una sonrisa al Dios y sin esperar nada más levantó el vuelo perdiéndose entre las nubes

 

Zeus preparó su rayo una vez más pero una llamarada de fuego lo inundó todo a su alrededor y un bramido ensordecedor los dejó a todos aturdidos, el fuego venía cargado de humo negro y este humo en cuestión de segundos hizo cenizas al centenar de guerreros que más cerca estaban de los Dioses, Zeus levantó su mano e hizo que una corriente de viento se llevara el humo lejos de ellos y ahí pudo divisar al causante de esto, sobre ellos volaba el dragón negro que ellos habían visto salir del cuarto templo pero eso no era lo raro, lo extraño era que el dragón tenía un jinete

 

Evan estaba usando un casco pero se lo quitó cuando Zeus lo miró directamente, el muchacho quería que el Dios de Dioses lo vea muy bien y sepa quién era él, Evan era indudablemente muy parecido a Hades pero era un poco más delgado y tenía los cabellos cortos además de los ojos cafés, la principal diferencia entre él y su padre era su juventud la que era por demás notoria, Zeus al verlo rabió a mas no poder al comprobar el engaño que le hicieron y con coraje lanzó un rayo directamente a la cabeza del chico pero no cumplió con su objetivo, de la nada el caballero alado llegó y protegió con su escudo al muchacho que no se inmutó ni perdió el equilibrio como había sido la idea de Zeus

 

Evan levantó la mano y saludó súper cínicamente a su tío antes de guiar al dragón hacia el Santuario, a su paso una estela de humo y fuego se esparcía por las filas enemigas, los guerreros de Apolo no pudieron evadir este ataque y estaban cayendo como moscas, el fuego que enviaba Evan y los remolinos que causaba Seiya estaban dispersando efectivamente aquel ejército dejando a los dos Dioses impotentes ante ello, se habían confiado y no habían venido lo suficientemente preparados, no pensaron que el Inframundo subiría a enfrentarlos con todo, no pensaron que de este conflicto nacería una nueva alianza

- Tenemos que acabar con él – dijo Ares recuperando el control de su carruaje y avanzando junto a Zeus para evitar que los guerreros se dispersen aún mas

- Con él y con su bastardo – respondió Zeus con odio en la mirada

 

Notas finales:

Chan chan chan...

Y ahora???, quién ganará la batalla?, Cómo le irá a Zeus con el contra ataque?, Hades dejará ver su real poder?

No se pueden perder el capítulo que viene, muchas gracias por leer y nos vemos el miércoles en la continuación de la batalla, saludos, bye 


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