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EL PRINCIPE DEL AVERNO por crystalwall

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Notas del capitulo:

La guerra continúa, espero que les guste lo que viene 

Capítulo 18.- El poderío del Averno

 

Mu levantó el muro de cristal dejando salir a los ejércitos del Averno que vestían sapuris negras con la insignia del Averno y se movían como un solo hombre al avanzar por la planicie para dar encuentro al ejército de Apolo que en las filas posteriores se estaba dispersando, un nuevo bramido ensordeció a todos y la imagen del Dragón que volaba sobre las líneas enemigas logró su cometido al infundir miedo y desolación a los ejércitos del cielo que hicieron brillar el reflejo del sol en sus brillantes armaduras, ellos esperaban cegar al enemigo, pero no les resultó la treta, los cascos que portaban ahora los ejércitos del Averno eran magníficos

 

Minos y Aiacos que lideraban los ejércitos del Averno hacían lo propio con sus quimeras, los fantásticos animales echaban fuego por la boca y barrían a los enemigos con sus colas de dragón, los sapuris que vestían los guerreros del Averno eran infinitamente más resistentes y poderosos que las armaduras que estaban vistiendo los guerreros del sol, Hades sonrió al ver como sus tropas penetraron las líneas enemigas con facilidad y estaban acabando con el oponente. 

 

Apolo se había lucido, él había prestado sus ejércitos pero lo hizo como arma de doble filo, el Dios del sol no tenía la menor intención de ganar la guerra para Zeus, él aún no olvidaba el tiempo que pasó exiliado en la tierra por un capricho del Dios de los cielos, a veces la venganza puede traer beneficios inesperados a quien sabe mover sus piezas inteligentemente, y Hades se había asegurado de la ayuda de Apolo hacía ya muchos años, no había que subestimar las rencillas no aclaradas, Hades supo  aprovechar esta situación, por eso Apolo no estaba en la batalla, Hades había tenido mucho tiempo para planificar esto y ahora sus planes iban encajando con facilidad dándole la superioridad en batalla

 

En el cielo se le unieron las furias al dragón negro, Evan casi se cae de su montura cuando vio a estas horribles bestias, tenían alas y talones de águila, torso de mujer pero estaba cubierta de escamas y plumas, musculosos brazos con garras, eran simplemente horrorosas, sus chillidos helaban la sangre al más fiero, y eso no era lo peor, ellas como kamikazes del cielo descendían y atrapaban a un guerrero, lo llevaban a la altura y entre dos o más lo despedazaban, esta era una forma horrible de morir y eso fue una de las cosas que ocasionó que los guerreros del cielo empezaran a correr por sus vidas tratando de ocultarse, pero nada les sirvió porque desde el suelo monstruosas ramas y enredaderas salían y como si tuvieran vida propia salían y atrapaban a los soldados del sol, y una vez que estaban presos eran presas fáciles para el ejército de los infiernos que estaba dominando todo con facilidad.  Los guerreros del sol no tenían a donde huir, estaban siendo acorralados por el cielo, por la tierra y el subsuelo, además el problema era que la batalla se llevaba a cabo en una planicie, no había lugar a donde correr, esto estaba funcionando de maravilla para los ejércitos de Hades

 

Los ejércitos de Ares eran los que estaban regados por el mundo dando todo tipo de problemas a los caballeros de Atena, pero Radamantys ya había comandado al resto de tropas del Averno que llegaron como refuerzo a los distintos puntos de la tierra que estaban en conflicto, esto había sido conseguido por los portales que los guerreros del Inframundo pudieron abrir, Atena estaba segura de que hubieran perdido la batalla si Hades no llegaba con sus ejércitos, y ahora al saber que sus caballeros tenían ayuda, la joven Diosa se sintió mejor, la tierra perduraría… la tierra se salvaría, aunque era irónico que las fuerzas oscuras del Averno estuvieran ayudando a asegurar que la vida continuara en la Tierra

 

Del cielo descendió delante de los dos dioses el guerrero alado que había estado causando los remolinos, el ex caballero Seiya de Pegaso sonrió al ver la cara de sorpresa de la Diosa de la tierra

- Cómo está todo por allá? – preguntó Hades a su futuro consorte

- Si las miradas mataran pues ya estaría muerto, Zeus quería fulminarme con su rayo pero yo soy más rápido, trató de electrocutar a Evan pero yo intervine, la verdad me tiene sorprendido mi muchachito, su control en el Dragón es impresionante y eso que nunca había estado cerca de ninguno antes, no sabía que podía combinar su poder con el fuego del dragón, eso fue épico, hola Saori – Seiya dijo todo esto muy rápido mientras caminaba hasta los dioses, Saori lo miraba y no lo podía creer, ella sabía lo fuerte que Seiya era pero lo que había visto a la distancia la dejó sin habla

- Pronto desistirá, aunque yo creo que debería darme una vuelta por allá – dijo Hades y tiró de las riendas de su carruaje, los caballos alados que tiraban del carruaje relincharon y emprendieron el vuelo, las llantas del carruaje se encendieron y Hades se perdió en el firmamento

- No sabes cómo agradezco el que hayan venido – dijo Saori tomando el brazo del que fue su caballero más fiel

- Teníamos que venir, al principio Hades no quería pero ya luego Evan también opinó y en contra de los dos ya no pudo hacer nada – dijo Seiya con una sincera sonrisa, el antiguo caballero de Pegaso estaba encantado con todo, primero había recuperado al amor de su vida, su hijo sabía la verdad sobre su concepción y nacimiento y lo había tomado de la mejor manera posible y él estaba en medio del conflicto sintiéndose útil por primera vez en muchos años, Seiya era y siempre sería un guerrero

- Linda armadura?, regalo de Hades?

- Claro… no sabes cómo extrañaba esto, pero discúlpame un momento, voy a ver a mi hijo, Evan heredó mi talento para batalla pero es muy joven, aunque en serio está fascinado con el dragón – Seiya hizo una seña con la mano y alzó el vuelo, el viento le daba en la cara y Seiya se sentía libre como no se había sentido en años, Evan estaba a lo lejos dirigiendo a su dragón que estaba haciendo sus mejores esfuerzos para acabar con el ejército enemigo, el muchacho estaba entretenido mirando hacia abajo que no vio lo que venía por el horizonte, Seiya si lo vio y casi le da un infarto

 

Muchos kilómetros tras de Zeus, se venía una legión inmensa de los ejércitos de Ares, al parecer el Dios de la Guerra no había desplegado a la totalidad de sus ejércitos en la Tierra, eso fue muy hábil de su parte, las armaduras de color café distinguían a los fieros guerreros de Ares, los guerreros de Apolo tenían armaduras azules, y con ellos venían también una legión de cíclopes además de los ejércitos del Templo marino que vestían armaduras verdes, Julián Solo se había decidido finalmente y estaba apoyando a Zeus, vaya… esto Hades ya lo esperaba pero no evitó su molestia ante la traición

 

Además en el horizonte venían más de cien dragones rojos comandados por Hermes y ya estaban cerca, Seiya voló lo más rápido que pudo y se lo señaló a Evan que abrió mucho los ojos y se asustó, miró a su papá que le señaló el brazalete que estaba usando, Evan soltó la mano derecha de la rienda de su dragón y movió su mano hacia su pecho y cerró los ojos, Seiya se volteó en pleno vuelo y vio la casa de cáncer por unos pocos momentos hasta que vio salir a un dragón negro, luego otro le siguió, y otro y otro… Evan tenía el mando de todos los dragones del Inframundo, Hades, en señal de confianza y orgullo, le había entregado a su hijo el brazalete sagrado que contenía la legendaria piedra sagrada del Dragón, ahora había que ver como Evan la usaba en batalla…

 

Seiya asintió y se quedó junto a su hijo mientras llegaban los refuerzos.  Hades estaba ahora liderando los ejércitos del Averno junto a sus dos Jueces que avanzaban sin problemas acabando con las filas enemigas hasta que llegaron los cíclopes como apoyo a los ejércitos de Apolo y con sus grandes mazos estaban abriéndose paso a través de las filas de los Guerreros del Averno lanzándolos por todas direcciones, los cíclopes eran fieros guerreros,  inteligentes aunque un poco lentos, de cualquier manera su valía en batalla era innegable, pero las enredaderas estaban cumpliendo su cometido, no podían detener a los cíclopes pero si retrasarlos y hacerlos caer, muchos gritos de frustración se oyeron en batalla cuando los cíclopes fueron presos de las enredaderas y las raíces que salían de la tierra, aquello si había sido la mejor idea que Hécate pudo haber tenido, Hades sonreía mirando como los cíclopes se enredaban en sus propios pies y caían sin remedio

 

En el cielo la batalla empezó cuando los dragones rojos llegaron y atacaron a Evan y a Seiya, los dragones negros del Averno eran más grandes y fuertes, pero lo dragones rojos eran más rápidos y ágiles, varias veces Seiya tuvo que hacer todo tipo de maniobras evasivas para evitar que lo derribaran de un colazo, eso lo hubiera matado inmediatamente, si era cierto que la armadura que usaba era magnifica pero el ex guerrero de Atena no era inmortal, por lo menos no todavía

 

Hades, al darse cuenta de las dificultades en las que se encontraban sus seres más queridos voló con su carruaje y el cielo entero se oscureció, una densa niebla lo envolvió todo y los miembros de los ejércitos de Apolo y Ares se quedaron sin respiración, era como si la presión del aire hubiera cambiado drásticamente y todos se sentían pesados, el olor a azufre era asfixiante y los humanos no podían respirar, los guerreros del Averno al unísono se agacharon y levantaron sus escudos escondiéndose tras ellos, eso les pareció raro a los otros guerreros hasta que vieron como el fuego se esparcía sobre ellos y luego los abrazaba vivos sin compasión alguna, el poder del Averno era aterrador en especial si Hades lo estaba controlando

 

Los gritos fueron desgarradores y horribles, luego todo fue silencio, todo cesó…

 

Los dragones negros volaban en el cielo y rugían, los dragones rojos habían huido, ellos no podían soportar y volar en la atmósfera que Hades había creado y varios de ellos cayeron al suelo, al ver esto Hermes los llevó lejos de la batalla, el mensajero de los Dioses no iba a perder a sus mascotas por una guerra en la que él no tenía nada que ganar.  Los guerreros del Averno se fueron poniendo de pie y se sacudían porque el aire estaba impregnado de cenizas y azufre pero ellos si podían respirar, era una visión horrorosa en especial porque habían restos de armaduras a medio chamuscar, humo salía de la tierra en varios lugares y el panorama era desolador

 

Un grito de victoria se empezaba a escuchar entre las filas de los ejércitos del Averno, los ejércitos enemigos estaban acabados o por lo menos eso parecía.  Desde el cielo Hades lo vio todo con su rostro inexpresivo, Evan estaba mirándolo todo con ojos muy abiertos, Seiya lo había llevado hacia las nubes cuando Hades lanzó su nube negra, desde allí Evan había comandado a los dragones a lanzar el fuego y eso había sido lo que acabó con la totalidad de los ejércitos enemigos, era una victoria indiscutible para el Averno pero eso no evitaba que Evan se sintiera muy mal, ahora solo había muerte y desolación a sus pies

 

Zeus estaba un poco aturdido, el fuego no lo había afectado como a sus ejércitos pero igual, el humo no le dejaba respirar y el olor lo estaba mareando, Ares a su lado estaba en igualdad de condiciones, ambos se estaban reagrupando cuando justo frente a ellos aterrizó el carruaje del Dios de los muertos

- Quieren más muestras de mi poder o ya se cansaron? – preguntó Hades en tono autosuficiente

- Maldito Hades… cómo te atreves??? – contestó Zeus lleno de indignación

- De qué te sorprendes?, tu sabías que este día llegaría – dijo Hades con su característico tono calmado libre de emoción

- Te atreviste a engañarme, te atreviste a mentirme!!!! – reclamó Zeus a voz en cuello

- No me diste otra opción, no podía permitir que mi hijo no naciera, no podía permitir que encerraras al amor de mi vida en una urna en otra dimensión, no podía permitir que arruinaras mi felicidad, tu… tu no podrías entenderlo, tienes tantos hijos que dudo mucho que recuerdes a todos ellos, yo nunca pude tenerlos, esto era más importante que todo, más importante que mi vida misma y mi felicidad la cual sacrifiqué al permitir que mi hijo creciera lejos de mí para poder ocultarlo de ti, si hay alguien que debería estar ofendido e indignado soy yo… no tú.. Tú no tenías ningún derecho de hacer lo que hiciste, especialmente a mi, y lo sabes

- Tú rompiste las reglas que se decidieron hace muchos años

- Esas reglas fueron impuestas para ti, no por mi causa, pero eso ya es historia pasada, podemos discutir décadas por esto y eso no es lo que quiero – dijo Hades y aunque aún sonaba molesto, también era obvio que le incomodaba esta situación

- Y qué quieres entonces?

- Quiero… quiero vivir en paz, quiero llevar a mi consorte al Averno para toda la eternidad, quiero desposarlo y quiero darle a mi hijo el lugar que le corresponde como príncipe del Averno, quiero disfrutar de esta nueva etapa de mi vida y disfrutar de la dicha que si has tenido tú de ver a tus hijos crecer

- Hijos?, estás loco?, tu bastardo debe morir, es una amenaza para el Olimpo y el que esté vivo es un error que se debe corregir inmediatamente al igual que cualquier otro hijo que oses engendrar, la cabeza de ese sucio mortal al que hiciste tu amante adornará el templo de entrada en el Olimpo, marca mis palabras…

- Vaya… es una pena que lo pienses así…

- Entrégamelos Hades y tal vez deje de lado un castigo para ti – propuso Zeus y Hades solo sonrió de medio lado al responder

- No hermano, eso nunca, ellos representan todo para mí y por ende a mi reino, si quieres guerra pues guerra tendrás, pero nunca les pondrás un solo dedo encima si tu intención es la de dañarlos

- No creas que por lo que ha ocurrido aquí este día ahora podrás estar seguro, aún no has visto el verdadero poderío de los cielos

- Lo mismo te digo hermano, no has visto ni la décima parte del poder el Averno, esto era solo una pequeña ayuda que le brindamos a Atena, a pedido de mi consorte y de mi hijo, si bajas al Inframundo no puedo asegurar que salgas de allí, recuerda que tengo a los Titanes encadenados, yo creo que les hace falta estirar las piernas y cobrar venganza contigo… y tu reino

- No lo harías… no serías capaz…

- Claro que sería capaz, haría lo que sea por proteger a mi familia, estás advertido Zeus, si depones actitudes hablaremos, si no lo haces… prepárate…

 

Hades tomó las riendas de su carruaje y los descomunales caballos infernales relincharon al alzar el vuelo, el poderoso Dios del Inframundo surcó el firmamento dejando tras de sí dos estelas de fuego, en el campo de batalla se estaban abriendo portales desde todas partes del mundo, los caballeros de bronce, de plata y de oro estaban volviendo al Santuario acompañados de los espectros de Hades, habían algunos heridos pero ninguno había muerto, eso tranquilizó a la Diosa de la Tierra que desde el templo de Aries lo miraba todo con un dejo de aprensión

 

Esa noche sería muy larga…

 

Los ejércitos del Averno acamparon delante del Santuario, los caballeros de Atena se congregaron en las inmediaciones del Sagrado recinto y en el templo principal estaban reunidos Atena, Hades y Seiya, discutiendo los planes de ataque y defensa, Evan estaba en el templo principal pero no estaba en el salón de reuniones, el muchacho estaba en uno de los balcones mirándolo todo, si alguien le hubiera dicho el lunes de esa semana que su vida iba a cambiar, el muchacho nunca hubiera pensado que el vuelco que dio todo podría ser posible

- Pensativo? – Seiya se había acercado a su hijo que saltó al ya no verse solo, tan sumido estaba en sus pensamientos que no lo escuchó venir

- Papá… solo un poco, todo esto es… ni siquiera tengo palabras para expresarlo

- Lo sé, sé que es mucho pedirte que lo comprendas todo, eres muy joven y debe ser difícil para ti – dijo el castaño poniendo su mano en el hombro de su hijo que meneó la cabeza y respondió:

- Ok., me vas a decir que soy infantil pero lo que más me cuesta trabajo de creer fue que tú me hayas llevado en el vientre, créeme papá… el resto de cosas lo puedo entender o por lo menos puedo intentar entenderlo pero… el verte embarazado de mi… eso fue… denso…

- Evan… si el verlo fue denso para ti, imagínate como me sentí yo… no sabes lo asustado que estuve, yo pensé que me iba a morir al traerte al mundo, Hades ya no estaba a mi lado, tu eres un semidiós, todo era demasiado para mí, pero… también pude sentir como crecías dentro de mí, pude escuchar tu corazón latir antes de que nacieras, vi tu foto en un eco… eras fantástico y mágico pero a la vez real, eras mi hijo y ya cuando naciste todo cambió para mi

- Y tienes cicatriz?

- Claro que tengo cicatriz, tengo muchas que fueron producto de las batallas que libré cuando era joven pero la cicatriz que tengo en el vientre es la más importante, me gusta mi cicatriz…

- Cómo puede gustarte tu cicatriz?

- Es la señal que quedó en mi de que te di vida, es algo extraño, nunca te has preguntado la razón por la que tú sabes lo que yo estoy pensando y yo sé lo que tú estás pensando?, no me digas que no te has dado cuenta de eso?

- Si… eso sí, pero siempre pensé que era porque nos contamos todo y hablamos mucho y… eso…

- Si es por eso pero no es todo, Hécate me dijo que cuando tú estabas en mi vientre se desarrolló una conexión muy especial entre tú y yo, esa conexión no ha desaparecido con los años, se ha hecho más sutil de lo que era cuando tú eras bebé, yo supongo que es porque ya vas creciendo y me necesitas menos, cuando tú eras bebé yo sabía exactamente lo que querías cuando lo querías, yo sabía cuándo tenías hambre o frío o lo que sea, tu llorabas cuando yo me ponía triste y sonreías cuando yo estaba bien – Seiya sabía que la conexión con su hijo era muy muy especial, Evan sonrió cuando escuchó esto, él no se imaginaba que algo así pudiera existir pero si explicaba el por qué su papá y él eran tan unidos, Seiya abrazó a su hijo y ambos estuvieron en el frío de la noche en silencio por algunos momentos hasta que Evan algo pensativo dijo:

- Sabes papá que algo así me pasa con los dragones

- En serio?

- Si… mi dragón, el que monté hoy en la tarde, es como si nos conectamos, él iba por donde yo quería ir, y yo no estaba haciendo nada, solo lo pensaba, eso hace este brazalete verdad?

- Si, eso hace ese brazalete, los dragones son criaturas mágicas muy especiales, el Inframundo está lleno de criaturas mágicas, unas parecen salidas de tus sueños y otras de tus pesadillas, hay unicornios, pegasos, dragones, pero también hay quimeras, mantícoras y górgonas, con el tiempo lo podrás recorrer todo y verlos con tus propios ojos

- Tú crees que sigamos en guerra papá? – preguntó el muchacho con un dejo de preocupación en su voz

- No lo sé, supongo que sí, Zeus es muy complicado y Hades también, cuando se le mete una idea a tu padre en la cabeza no hay quien lo haga cambiar de parecer – dijo Seiya y meneó la cabeza

- Salvo tu – dijo Evan con una pequeña sonrisa

- A veces… - contestó Seiya y codeó a su hijo que rió y abrazó a su papá, allí estaban ellos en la quietud de la noche, charlando y riendo que no se dieron cuenta que no estaban solos, Zeus estaba escondido entre las sombras mirándolos con el ceño fruncido

 

Zeus no sabía cómo lo habían engañado haciéndole creer que Seiya estaba muerto y que su hijo no había nacido, más que todo… cómo pudieron ocultar a tan poderoso niño?, el Dios de los cielos estaba considerando sus opciones mientras los observaba y se dio cuenta de un problema muy serio que había subestimado pero que cada vez se le hacía más claro, el muchacho, el jovencito hijo de Hades no aparentaba su real poder, Zeus podía sentir su poderoso cosmo pero también sentía la facilidad con la que el muchacho lo estaba controlando, el chico estaba hablando con su padre mortal como si no tuviera una sola preocupación en la vida cuando la realidad no era así, Zeus podía sentir como el poder el Averno fluía a través de la sangre del chico, podía sentir como el poder luchaba por salir y manifestarse, pero sentía también la voluntad del muchacho, su inmensa compasión por la vida humana, el amor que sentía por sus padres, el alivio que sentía en esos momentos al no saberse solo, todo ellos hacía que Evan buscara la paz interna que necesitaba para controlar completamente sus poderes, por lo que el muchacho respiraba profundamente manteniéndose sereno y tranquilo, Zeus podía sentir la influencia de su padre mortal en él y eso era lo peligroso, Seiya era un guerrero hábil, osado y entendía muy bien las estrategias que ellos usaban, Seiya había moldeado a su hijo acordemente a sus poderes y a su lugar como hijo de Hades, el ex caballero de Atena había preparado a su hijo para que pudiera afrontar lo que había pasado y salir airoso, y eso era precisamente lo que lo hacía peligroso, Evan no era un muchacho indefenso ni mucho menos, había aprendido rápido… era un enemigo de cuidado como lo era el propio Hades…

 

Los sentimientos dominaban los poderes del chico, según Ares y sus informantes, el sello que había contenido los poderes del hijo de Hades se había roto completamente cuando su padre mortal estuvo en peligro, esa había sido la conmoción que se sintió en los cielos, y Zeus confundió su poder con el de Hades, ese muchacho era una bomba de tiempo que de explotar traería serias consecuencias, pero… con todo ese poder contenido en él, aún así el muchacho estaba tranquilo y sonreía mientras charlaba con su padre mortal, sin duda alguna era magnífico su control sobre sí mismo… vaya…

 

- Si pensabas atacarlos te llevarías una gran decepción – una voz fría como el hielo se escuchó en el patio, Seiya se volteó y miró al rincón del balcón que estaba sumido en la oscuridad, inmediatamente el ex caballero Pegaso se puso delante de su hijo protegiéndolo con el cuerpo, la sagrada armadura del Averno voló hacia su dueño y Seiya envolvió en sus alas a su hijo manteniéndolo tras de él

- No… no pensaba atacarlos, por lo menos no esta noche, solo los estaba mirando – respondió Zeus saliendo de su escondite hacia la luz, el Dios de Dioses caminaba lentamente hacia el centro del patio mientras Hades, que estaba a sus espaldas, tenía una daga en el cuello de su hermano menor

- Y tú crees que te voy a creer?

- Tú no puedes matarme con ese juguete Hades

- No… no puedo matarte pero si puedo encerrarte, tengo una hermosa cueva en lo profundo del tártaro que tiene tu nombre, está junto a la de nuestro padre, el que se muere de ganas de verte por cierto – Hades soltó a Zeus y se fue a parar junto a Seiya y Evan, él sabía que no podía matar a Zeus, no así por lo menos

- Esa es tu amenaza Hades?, encerrarme en el tártaro?, liberar a los titanes?, crees que eso me hará doblar el brazo? – Zeus recuperó la compostura y se puso a caminar de un lado hacia otro en la amplia terraza

- No lo sé… pueda que si

- Y qué pasará con tu preciada tierra?, la destruirás solo para destruirme a mí?

- De ser necesario… sí, claro que lo haría, ya lo intenté una vez y por causas menos importantes que las de ahora – el tono calmado de Hades era aplastante y eso era lo que tenía un poco intranquilo a Evan que estaba preso en las alas de la armadura de Seiya

- Y qué crees que piense tu aliada?, qué crees que piense Atena? – Zeus pensaba: “Divide y vencerás”, la unión de fuerzas del Santuario y el Averno si era un problema para él, y la única forma de romperlo era separando a las cabezas, Zeus sabía que a Hades no le importaba la tierra y ese era el punto que quería explotar

- En términos generales no me importa lo que ella piense o deje de pensar, si tengo que destruir todo para asegurar el bien de mi familia lo haré, que no te quepa la menor duda, mi ejército puede aplastar a los ejércitos de Atena también, y tu lo sabes, si no lo he hecho es porque no tengo motivos de hacerlo

- A ti no te han gustado los enfrentamientos hermano, no tienes hambre de poder – Zeus sonrió un poco cuando dijo esto, y esta era la razón por la que Hades era su hermano favorito, Zeus estaba seguro de que el Gobernante del Tártaro no intentaría tomar su lugar en los cielos, a Hades no le interesaba y por eso podía confiar en él

- No, no tengo, nunca lo he tenido, pero el hecho de que hasta ahora no haya peleado no significa que no pueda hacerlo, simplemente significa que no he tenido los motivos para hacerlo – Hades puntualizó esta pequeña diferencia y eso ofendió a Zeus, a la final Hades estaba diciendo que él podría tomar los cielos si así lo deseara

- Y ahora si los tienes?

- Si… ahora si los tengo

- Bueno… yo quería ver a tu hijo un poco más de cerca, se parece mucho a ti y de eso no hay duda, pero… no es un Dios, es un semidiós a lo mucho, no es rival para mí – Zeus miró a Evan que no estaba haciendo ningún esfuerzo para zafarse del agarre de Seiya, el muchacho entendía que el tenerlo así le daba un poco de tranquilidad a su papá pero también estaba consciente de que si Zeus quería matarlos… solo Hades podría intervenir efectivamente, Hades puso una mano en las alas de Seiya las que se abrieron liberando a Evan que quedo de pie en medio de sus padres, el muchacho estaba muy aprensivo y sentía como su corazón latía con fuerza

- No te confíes Zeus, mi hijo es excepcional, es digno heredero del trono del Inframundo

- Por lo que he podido ver… pueda que lo sea pero… cómo crees que vaya a tomar el hecho de que no es el único

- A qué te refieres? – preguntó Hades frunciendo el ceño

- Me refiero a que si te llevas a tu amante humano al Inframundo como es tu propósito, seguramente vendrán más hijos, cómo piensas manejarlo Hades?, cómo controlarás a más hijos tuyos que quieran el poder?, cómo controlarás la fuerza del cosmo de oscuridad que poseerán tus herederos?, crees que es fácil mantener la armonía entre seres poderosos?, crees que te dejarán reinar sin intentar quitarte el trono?

- Hablas por experiencia personal? – preguntó Hades cruzándose de brazos, Zeus era por demás paranoico en ese sentido y a esa pregunta el Dios de los Cielos se puso rojo del coraje

- Tu no sabes lo que estás pidiendo, tu no entiendes las ramificaciones y consecuencias de traer herederos poderosos al mundo, eres un ingenuo Hades si crees que podrás tener una familia feliz – sentenció Zeus y se podía notar la rabia en su tono, Hades simplemente meneó la cabeza y sonrió al decir:

- Bueno… para eso tendremos tiempo, no es algo que me preocupa, yo no soy tan paranoico como tu así que no le veo el problema, si tengo más hijos pues… benditos sean, es más… espero con ansia el nacimiento de más hijos, siempre he querido una familia numerosa

- Y tú que dices muchacho?, ahora que tu patética existencia ha cobrado algo de sentido… compartirás tu herencia con alguien más?, aceptarás que no serás el único príncipe del Averno? – esta vez Zeus habló directamente a Evan, ya que Hades no le hacía caso, tal vez el muchacho si lo haga

- Siempre he querido hermanos – dijo Evan con una pequeña sonrisa y Seiya sonrió también, por años Evan le había pedido hermanos a su papá, le había pedido una nueva mamá y un pony también, en ciertos aspectos Evan seguía siendo un niño por lo que la respuesta que le dio a Zeus fue una respuesta sincera

- Vaya… crees que puedes burlarte de mí? – Zeus dio un par de pasos hacia adelante y Evan levantó la cabeza y respondió muy claramente:

- No… yo no me estaba burlando de nadie

- Vamos a ver quién se burla de quién…

 

Zeus cerró los ojos por un segundo y los cielos tronaron, las nubes se arremolinaron y un rayo descomunal cayó en la amplia terraza, todo pasó muy rápido y nadie tuvo chance de reaccionar, Seiya cerró los ojos y abrazó a Evan tratando de protegerlo con el cuerpo pero eso no fue necesario, una nube negra los envolvió por completo y el rayo fue absorbido por aquella nube negra, Seiya abrió los ojos y vio a Evan que tenía una mano levantada hacia el cielo y los ojos abiertos en total concentración, él había detenido el rayo de Zeus, aunque el hacerlo ocasionó que le sangrara la nariz

 

Hades levantó ambas manos hacia el firmamento y las nubes que se habían arremolinado antes cambiaron de color y ahora eran negras también, luego la obscuridad lo envolvió todo, Zeus se vio preso dentro del vapor tóxico de Hades y sentía como si finas agujas se le clavaran por todo el cuerpo, sentía que sangraba pero eso no era posible, o si?

 

El Dios de los cielos invocó a los vientos del norte los que acudieron a su ayuda y ayudaron a dispersar la nube negra que lo envolvía, Zeus no podía respirar y se sentía débil, usualmente los dioses eran inmunes a los poderes de los otros dioses, pero al parecer este no era el caso con Hades, no se podía subestimar los poderes del Inframundo porque Zeus se vio a sí mismo en medio de un charco de su propia sangre, y antes de que pudiera reaccionar una bola de fuego lo abrazó por completo, pero no era fuego ordinario, era el fuego eterno que ardía en las profundidades del Tártaro

 

Zeus no hubiera podido liberarse por sí solo, aunque le matara reconocerlo necesitaba ayuda y con urgencia, de cualquier manera la agonía no duró mucho porque un torbellino, cortesía de Poseidón, llegó a apagar el fuego, dando paso a Hera, Deméter, Ares, Apolo, Artemisa, Hefestos, Hermes y los demás Dioses que acudieron al llamado de Atena y se sorprendieron al ver a Zeus debilitado ante Hades que estaba de pie frente a su familia y lucía un semblante sereno

 

Los Dioses se congregaron para detener a los dos dioses antes de que las cosas escalaran y acabaran con todo, en el firmamento se podía ver que los dragones negros del Averno estaban sobrevolando peligrosamente el Santuario, a lo lejos se escuchaban los bramidos de los dormidos volcanes que estaban empezando a despertar, el suelo se había empezado a agrietar, Atena temía que todo tipo de catástrofes caerían sobre la tierra si el enfrentamiento entre Hades y Zeus no se detenía

- Por favor… esto ya ha llegado a su límite – dijo Hera caminando hasta su esposo y tomando delicadamente su brazo, nunca antes lo había visto así, Zeus tomó el brazo de su esposa básicamente para apoyarse en ella, el Dios de los cielos sentía como  su poder lo había abandonado, la debilidad es algo que no había sentido antes, maldito Hades, qué rayos  le hizo?

- Hades… rompió… el sagrado pacto… su hijo es una amenaza… para todos nosotros… - dijo Zeus mirando a su hermano mayor con profundo resentimiento

- Mi hijo no es ninguna amenaza – dijo Hades por enésima vez

- Si lo es… y no puede vivir…

 

Zeus levantó la mano y lanzó su rayo directamente a Evan que instintivamente levantó ambas manos como protección y cerró los ojos, el muchacho estaba esperando que el rayo aquel, los friera a todos ellos, o que ocasionara otra explosión, pero… nada pasó, cuando abrió los ojos vio el rayo de Zeus suspendido en medio del aire a centímetros de sus manos, Evan había detenido nuevamente el rayo de Zeus, si antes todos pensaron que fue una suerte, pues ahora ya no había duda, el muchacho tenía más de un talento escondido.  Hades lo miraba con orgullo y Seiya, que se había puesto delante de su hijo protegiéndolo con el cuerpo, miraba algo asustado el rayo que le apuntaba directamente a los ojos y brillaba amenazadoramente en la oscuridad

 

Evan respiró un par de veces antes de mover la mano y lanzar el rayo de vuelta hacia Zeus que no pudo desviarlo a tiempo y se vio envuelto en una serie de descargas eléctricas que lo levantó del suelo y lo arrojó con fuerza hacia uno de los pilares de la terracita en el que se estrelló con violencia.  Evan no lo podía creer, pero el Dios de los Cielos aún estaba débil por el ataque de Hades y no pudo defenderse como lo habría hecho en condiciones normales.

 

Todos los dioses se quedaron en silencio e impasibles vieron como Hades con un movimiento de su mano, hizo aparecer cadenas de la nada y sujetó con fuerza a Zeus para luego hacerlo desaparecer, era cierto lo que alguna vez le dijo y ahora era el mejor momento de cumplir sus amenazas porque, si había en el tártaro una cueva junto a la de su padre que estaba destinada para el poderoso Dios de los Cielos.

 

Notas finales:

Chan chan chan... Zeus está en poder de  Hades, qué será lo que hace con él???

No se pierdan el próximo capítulo, es un capítulo en donde se deciden muchas cosas, y el futuro de todos está en juego

Muchas gracias por leer y nos vemos el viernes, saludos, bye 


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