Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

EL PRINCIPE DEL AVERNO por crystalwall

[Reviews - 211]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola, les traigo el capítulo nuevo en el que se decide el futuro de todos, espero que les guste lo que viene

 

- Dónde está el dragón?, no se vale… me lo perdí? – Ikky de Fénix venía llegando y lucía en verdad intimidante con su armadura, aunque cuando vio a Evan le dedicó una sincera sonrisa, el muchacho estaba en la terracita de pie junto a Seiya que hablaba con Saori, los otros dioses ya se habían retirado al Olimpo, dijeron que lo hablarían con calma al amanecer, Hades había regresado al Averno, quería hablar con Zeus a solas

- Ikky… wow… te vez tan… wow… - Evan cubrió las distancias y abrazó al poderoso Fénix como siempre lo había hecho, a él le caía muy bien el mejor amigo de su papá pero si fue tan extraño verlo usar su armadura en la que lucía imponente, Ikky en verdad daba la talla a las historias que su padre le había contado

- Me enteré de todas tus destrezas en batalla niño, debo decir que estoy impresionado, aunque no mucho, siempre supe que lo tenías en ti

- Porque soy hijo de Hades? – preguntó Evan con un toque de tristeza en su voz, él suponía que eso de ser hijo de Hades era tener que vivir bajo su sombra el resto de su vida, el problema era que la sombra de su padre era una megasombra a sus ojos

- No… el que seas hijo de Hades es inconsecuente, sabía que lo tenías en ti porque eres muy parecido a Seiya, y si hay algo que pueda decir de tu papá era que en batalla pues… él era genial, aunque yo siempre fui mejor – dijo Ikky y le guiñó un ojo a Evan que sonrió y preguntó:

- En donde estuviste Ikky?

- Yo estaba en las costas de Grecia con Aioria y Misty, la batalla fue dura pero los pudimos contener, claro que todo se facilitó cuando llegó Valentine con un grupo no muy grande de espectros, luego cuando aseguramos la playa vinimos para acá a enterarnos que la batalla estaba ganada, eso no se vale  niño, para la próxima no atacas con dragones hasta que yo llegue, no me puedes dejar fuera de la diversión – Ikky sonreía sinceramente y eso sorprendió a Evan, la mirada en los ojos del Fénix era muy parecida a la de Seiya cuando hablaban de la guerra

- La diversión?

- Si… no me digas que no te divertiste porque no te creo

- Eso no lo sé – dijo Evan y estaba un poco aprensivo

- No te preocupes muchacho, todo se arreglará, eventualmente todo se arregla, esta no es la primera rencilla que existe entre el cielo y el infierno y créeme, no será la última – respondió Ikky y sus palabras calmaron un poco al asustado muchacho que respondió:

- Me gustaría estar así de tranquilo como estás tú, o como está mi papá

- Tu papá siempre fue un inconsciente, por eso siempre está feliz, pero cuéntame… cómo estuvo la batalla con los dragones?

- Eso estuvo genial…

 

Evan estuvo charlando bastante rato con Ikky y con Shun que llegó poco después a la terracita, si bien era cierto la armadura de Shun era rosadita, no era menos cierto que Shun lucía imponente en ella, y que decir de Hyoga, el caballero del cisne fue el último que llegó pero igual emocionado abrazó al príncipe del Inframundo y lo felicitó por la batalla de la tarde, Evan se sentía extraño, nunca antes había estado en medio de un grupo de guerreros luego de una batalla, eso le pareció genial, la adrenalina aún no bajaba y todos estaban aún hiperactivos, las charlas, las bromas y anécdotas estuvieron divertidísimas para el muchacho de cabellos negros al que no se le quitaba la sonrisa del rostro

- No no no, tu no tomas esto – Evan tenía en sus manos un vaso de whisky que le había pasado uno de los caballeros de plata, Evan había tomado cerveza antes pero no había tomado otros licores y cuando estaba a punto de probarlo llegó Seiya de la nada y le quitó el vaso de las manos

- No se vale papá – protestó el muchacho haciendo reír a los caballeros divinos de bronce que estaban a su lado

- Y ustedes están todos ciegos?, de los cuatro no hago uno – dijo Seiya en claro reclamo pero Ikky solo sonrió cómplice, Shun desvió la mirada, Hyoga y Shyru alegaron demencia por lo que Seiya solo meneó la cabeza y sin mas averiguaciones se tomó el trago

- Yo quería probarlo – dijo Evan con pena y algo de vergüenza, eso de que su papá viniera a quitarle el vaso de las manos era vergonzoso, aunque los otros caballeros lo tomaron con naturalidad y buen humor

- Ya habrá otras oportunidades, aunque creo que ya deberíamos ir a dormir, estoy muerto – dijo Seiya y no pudo ocultar un bostezo

- Cansado Pegaso?, será acaso que estás llegando a esa avanzada edad en la que ya no rindes?, o será que esos años de maestro de escuela acabaron contigo?, yo creo que estás fuera de forma – dijo Ikky palmoteando la espalda de Seiya

- Considerando que hoy casi me muero, Hades prácticamente me revivió y luché en una batalla en la que volé por el firmamento entre dragones… creo que estoy en muy buena forma, te quieres quedar o quieres venir conmigo a ver si mi antiguo maestro nos presta una habitación en su templo? – Seiya contestó mirando a Ikky pero luego tomó suavemente el brazo de su hijo para llamar su atención, Evan quería quedarse pero si estaba cansado también

- Me puedo quedar? – preguntó el muchacho esperanzado, Seiya siempre había sido por demás sobre protector pero también había mucha confianza en el ambiente, el castaño sabía que su hijo estaba en el lugar más seguro del mundo, claro… después del Averno

- Claro… si tú quieres, pero no tragos para ti por favor

- Ok papá, pero… cómo me voy luego a dónde sea que tu vayas?

- Yo lo llevo conmigo, a Aioria le va a encantar la idea, siempre le han gustado las visitas a mi maestro, no hay problema, o si? – se ofreció Ikky inmediatamente

- No, claro que no, pero no lo tengas despierto hasta muy tarde, ni bebidas no permitidas, ni cuentos de ya sabes que tipo de hazañas, recuerda que mi retoño es… mi retoño, nos vemos mañana – Seiya besó a su hijo en la frente y se despidió del resto de caballeros con una seña antes de desaparecer por los portones

- Hasta mañana papá – respondió el muchacho con una sonrisa y volvió su atención a la conversación que estaba por demás interesante, eso de los detalles de guerra le pareció fascinante

 

Evan escuchó más historias de guerra hasta casi el amanecer, Ikky sonreía divertido porque las amazonas miraban a Evan sin disimulo alguno, no se podían ver las expresiones de su rostros porque estaban cubiertos por sus máscaras pero… era obvio que el que estaba causando revuelo entre las chicas era Evan, Shun arqueó una ceja al ver que hasta su Diosa le dedicaba una que otra mirada al distraído muchacho que al parecer no se había dado cuenta de nada y sonreía divertido al escuchar las historias de guerra

 

La noche fue muy divertida pero el día estaba cerca de despuntar y el cansancio les llegó a todos, ahí fue que Ikky llevó a su invitado al templo de Leo y lo acomodó en una de las habitaciones del segundo piso, todo era paz y tranquilidad en el Santuario cuando el sol despuntó en el horizonte.  Mientras tanto, los dioses estaban reunidos en el Olimpo y las discusiones no estaban cerca de terminar, el poder del príncipe del Inframundo era motivo de debate, los dioses estaban impresionados por el despliegue de poder de aquel muchachito de apariencia inocente

- Yo digo que debe morir, Zeus tiene razón en esto – insistía Ares por enésima vez, a él le parecía terrible que el tema de seguir o no en la guerra estuviera en discusión, eso los hacía parecer débiles y no podían ser débiles ante los humanos

- Intenta ponerle un solo dedo encima a ese muchacho a ver cómo te va, no crees que fue suficiente despliegue de poder de parte del Averno?, no vimos suficiente ayer? – decía prudentemente Hera recordando todo lo que habían vivido

- Ahora es el momento de atacar, el muchacho está solo y desprotegido en uno de los templos del Santuario de Atena, si queremos tomarlo es ahora o nunca – Ares había estado mirando el presente en las imágenes que había invocado en el agua de la fuente que estaba en el centro de la estancia y ciertamente se podía ver a Evan profundamente dormido en el templo de Leo

- Él no está solo, creen que Hades lo dejaría solo?, fíjense bien en la habitación – la que intervino fue Deméter, los dioses al inicio no lo vieron pero luego de fijarse un poco mejor si, al pie de la cama del muchacho un perro estaba acostado sobre una alfombra, era un perro negro bastante grande y por eso mismo los dioses se sorprendieron al no haberlo visto antes

- Es ese… cerbero? – preguntó Artemisa entrecerrando los ojos, esta no era la primera vez que Hades mandaba a la Tierra a su mascota favorita cuando tenía alguna tarea muy especial que cumplir

- He visto crecer a este muchachito y déjenme decirles que Hades siempre ha estado pendiente de él, cerbero siempre ha estado cerca de él y esta noche no iba a ser la excepción, además está en el Santuario de la Diosa Atena, bajo el techo de un caballero dorado y un caballero divino de bronce, su padre mortal está a pocos templos de distancia, ese muchacho no podría estar mejor cuidado así aparente lo contrario – dijo Deméter con tono calmado

- Tú has visto crecer a este muchacho?, por qué? – preguntó interesado Hefestos, Deméter había guardado silencio en lo que concernía a su participación en el engaño a Zeus, pero la verdad tenía que salir a la luz, y ese era el momento de hablar

- Porque ha estado bajo mi protección, porque yo he ayudado a mantenerlo oculto en la Tierra, Atena también lo ha hecho y esa es la principal razón por la que nadie había sentido su presencia, hasta hoy

- Has ayudado a Hades? – preguntó Afrodita la Diosa del amor, a ella eso le parecía prácticamente imposible, ella sabía del profundo odio que la diosa de la naturaleza le tenía al Dios de los muertos

- Si y no, he mantenido oculto a su hijo y a su padre mortal, de esa manera han podido vivir en la tierra sin contratiempos, pero si lo recuerdan Hades no ha podido subir a la tierra en todos estos años, he ayudado a mantener al muchacho y a su padre mortal con vida y a salvo pero lejos de Hades, si a eso le llamas ayuda pues… si, lo he ayudado entonces – el tono de Deméter aclaró las dudas de su actuar, fue claro para todos las razones de la “supuesta ayuda” de la Diosa

- Vaya… no hubiera esperado menos de ti – dijo Artemisa con una sorprendida sonrisa

- De cualquier manera eso ya no está en discusión, el tema que nos atañe es el futuro y destino del príncipe del averno y su padre mortal – puntualizó Deméter una vez mas

- Zeus quiere destruirlos y tiene un punto en querer hacerlo, ese muchacho… no debe vivir – dijo Ares una vez mas

- Hades no te dejará tocar un solo cabello de su cabeza, además por lo que vimos ayer, el muchacho ni siquiera necesita que su padre lo proteja, él se puede proteger solo muy bien – dijo Apolo meneando la cabeza, en todos sus años nunca había visto un semidiós tan poderoso, y eso si representaba un problema dependiendo de cómo se manejara la situación

- Yo creo que están haciendo una tormenta en un vaso de agua, el muchacho no ha dado mayores muestras de nada, él no ha incitado este enfrentamiento, Hades tampoco, solo se ha defendido y ha defendido a los suyos, es Zeus el que declaró la guerra, no Hades – puntualizó Hefestos con tono calmado

- Yo creo que deberíamos dejarlos en paz, he hablado mucho con Hades en estos años y me ha asegurado que lo único que quiere es una familia, está harto de estar solo en el Averno, muchas veces me ha dicho que lo que mas le hubiera gustado en la vida era ver a su hijo crecer, entonces… si hablamos nuevamente con él estoy segura que nos va a repetir lo que dijo ya ayer en la tarde, es claro para mi que su deseo es desposar a ese mortal y llevárselo junto con su hijo al Inframundo, Hades ha pasado solo muchos años, su pedido no me parece del todo disparatado – dijo Hera con un tono bastante tranquilo

- Desposar un mortal? – Afrodita arqueó una ceja cuando preguntó retóricamente esto, aunque no sería la primera vez que algo así pasaba

- A mí no me parece mal, ninguna diosa, dios o semidiós bajará voluntariamente al Averno a reinar junto a Hades en la tierra de los muertos, si ese mortal está dispuesto a hacerlo y ama a Hades, yo no le veo el problema – dijo Hefestos una vez mas

- No puedo creer que esta reunión sea parta tratar la situación sentimental de Hades, debemos centrarnos en la guerra que se avecina – dijo Ares molesto

- Cuál guerra?, el único que quiere guerra eres tú y has estado incitando a Zeus, por mi parte no voy a intervenir más en esta situación, no quiero a Hades de enemigo – dijo Poseidón y fue lo primero que dijo en esa reunión poniendo las cosas en perspectiva

- No puedo creer que le tengas miedo a Hades – contestó Ares con indignación

- No le tengo miedo, simplemente no lo quiero de enemigo, además él no está solo, tiene a Atena y a sus caballeros de su parte, su fuerza no es desestimable, Hades tiene recursos ilimitados en los Infiernos, o acaso no escucharon cuando amenazó con soltar a los titanes?

- No lo va a hacer – contestó el Dios de la Guerra con molestia, esas eran amenazas huecas a sus ojos, Hades no estaba tan loco, o si?

- Apostarías tu vida a ello?, yo creo que si lo haría, Hades usualmente no se mete en nada y es brutalmente imparcial, salvo en esta ocasión, yo estoy convencido de que no le importará nada y llegará hasta las últimas consecuencias para proteger a su amante mortal y a su hijo, yo no quiero arriesgar lo más por lo menos, yo creo que si cesamos las hostilidades contra Hades, él cesará las hostilidades contra nosotros, él es prudente y sabio, aunque caprichoso y vengativo, es mejor dejar las cosas como están – dijo Hefestos y hubo un asentimiento generalizado en la sala

- Y Zeus? – preguntó Ares con rabia, ya vio su guerra perdida

- Si Hades se lo llevó seguramente está en el Tártaro, espero que ellos resuelvan sus diferencias y todo se arregle, aunque… no dudo que si Zeus se pone necio y sigue amenazando a Hades con matar a su hijo, Hades lo dejará en uno de sus infiernos por algunas décadas, de eso que no te quepa la menor duda – dijo Hefestos y sonrió ligeramente, al dios del fuego y la fragua le parecía muy divertida la situación, Hades era como un dragón dormido, Zeus había hecho muy mal en despertarlo de una patada

 

Hacía un calor infernal en las profundas cuevas del tártaro, el olor a azufre era insoportable, los ruidos metálicos que llenaban el ambiente eran por demás molestos pero los gritos de las almas torturadas era lo que hacía que la sangre se le helara al poderoso Dios de los Cielos que estaba encadenado a un muro de piedra, su celda era pequeña en extremo y Zeus sentía que no podía respirar

- Cómodo?, te dije que tenía una celda especialmente hecha para ti – Zeus alzó la mirada y vio a Hades de pie fuera de la celda, su expresión no denotaba emoción alguna, a Zeus siempre le gustó ese rasgo de su hermano mayor pero en estos momentos lo encontraba detestable

- Cómo te atreves a tenerme aquí?

- Me atrevo porque no me dejaste otra opción, yo no quería que las cosas se dieran de esta manera, tú forzaste mi mano – respondió Hades tranquilamente

- Yo forcé tu mano???, tú me engañaste!!!!, fuiste en contra de mis deseos y escondiste a tu amante y a ese engendro en la Tierra lejos de mi alcance – reclamó Zeus con rabia, encerrado y todo, Zeus aún se veía amenazante

- Y no hubieras hecho tú lo mismo?

- Claro que no!!!

- Hermano… piénsalo un poco, en serio no hubieras hecho tú lo mismo?, tu que protegiste por siglos a tus hijos de la furia de Hera, tu que has tenido más amantes mortales que nadie en la historia de todos los Dioses Olímpicos, tu… que siempre has tenido lo que has querido, en serio me vas a decir que ibas a respetar una regla medieval de ese tipo? – Hades se cruzó de brazos al preguntar esto, Zeus miró con ira a su hermano pero suspiró levemente y ladeó la cabeza

- Eso no está en discusión ahora

- Está bien, no está en discusión ahora, pero dime hermano… acaso no tengo derecho yo de ser feliz?, acaso no tengo derecho de tener una familia?, estoy condenado a vivir solo por toda la eternidad en este lugar?, te parece eso justo?

- Claro que no, eso tampoco está en discusión – dijo Zeus y lo dijo en serio

- Entonces?, por qué te ensañaste en mi contra cuando te enteraste que tenía un amante?, es solo porque es humano?, porque es mortal?, o porque es hombre?

- No Hades… quien más que yo para apreciar la belleza de los humanos?, la belleza de los muchachitos cuando están en esa edad tan deliciosa en la que uno solo estira la mano y los toma, como frutas maduras, tu amante humano es muy bello, ese no era el problema, todo lo que pasó se ocasionó porque rompiste las reglas, se decretó hace muchos siglos que nosotros como dioses no podíamos tener amantes mortales y mucho menos concebir hijos, eso saca de balance el poder y esa es una de las cosas que no podemos arriesgar, tu hijo… tu hijo es el ejemplo patético de la causa de la regla, él detuvo mi rayo… eso… nadie lo había podido hacer antes y no solo lo hizo una vez, lo hizo dos veces… dos…

- El balance?, el balance del poder… Zeus… tu sabes perfectamente que a mí no me interesa reinar en los cielos, nunca ha sido mi deseo el hacerlo, no te voy a decir que me encanta este lugar y que es lo que siempre desee en la vida pero… este es mi reino, es mi obligación el mantenerlo, la tarea que tengo es sagrada y nunca la pondría el riesgo por ansias de poder, en lo que se refiere a mi hijo no debería preocuparte, él es un muchacho sencillo que está interesado en jugar futbol y en la escuela, lastimosamente mi hijo no creció a mi lado, él no sabía que era mi hijo y todo lo que ello conlleva pero eso tampoco es problema, yo lo veo como una oportunidad, en el futuro Evan me ayudará en la tarea a mi encomendada, al igual que los otros hijos que vengan – Hades suspiró cuando dijo esto y sonrió ligeramente, esa fue una de las cosas que sorprendieron a Zeus, nunca había visto a Hades contento como lo veía ahora, su hermano mayor miraba su futuro con esperanza

- Entonces es en serio lo que dijiste?, quieres desposar al humano?

- El humano tiene nombre, se llama Seiya y si… quiero casarme con él, quiero que sea mi consorte y quiero que reine conmigo el Inframundo, quiero saber lo que significa el tener el calor de un hogar, quiero a alguien que caliente mi lecho, quiero a alguien que me quiera, que desee estar conmigo y me haga feliz, es eso mucho pedir?

- Por qué me lo planteas así? – preguntó Zeus molesto, lo que decía Hades era por demás racional y Zeus si lo había pensado antes pero… Ares fue una muy mala influencia en sus decisiones, estos años que había estado distanciado de su hermano favorito lo había extrañado con pasión

- Porque eres mi hermano, si tú quisieras algo parecido a lo que quiero yo, pues yo si te apoyaría, no hubiera tomado a la persona que amas para enviarla al limbo por la eternidad – dijo Hades y se pudo notar ira en su voz

- Pero a la final no lo hice, tu amante está vivo y bien al igual que tu hijo

- Si, pero no gracias a ti – la ira iba surgiendo en el Dios de los muertos y en ese momento hubo silencio, Zeus parecía sumido en sus pensamientos y finalmente bajó la guardia al decir:

- Es que no podía hacerlo Hades, tengo que poner ejemplo con las cosas, yo iba a ir a la guerra porque pensé que ese muchachito era el amante de mi hija, al enterarme que era amante tuyo, que podía haber hecho?, aplaudir acaso? – reclamó Zeus, y si había algo de razón en sus palabras, ese momento no podía retractarse pero… siempre pudo haber tomado otro rumbo en su actuar

- Está bien, sé que hice mal al ocultártelo, sé que hice mal al engañarte pero, no te parece que las acciones que tomaste fueron un poco drásticas?

- Pueda ser… - concedió finalmente Zeus, en ese momento Hades pensó que estaba haciendo progresos, su hermano ya no estaba tan cerrado a las ideas, ahora era cuando ellos podrían en verdad hablar, así que Hades continuó y dijo:

- Ares es una muy mala influencia en ti, y por eso estamos aquí ahora

- Así que me vas a dejar aquí?, me vendrás a visitar siquiera? – preguntó Zeus y le dedicó una pequeña sonrisa a su hermano que movió su mano ligeramente y la puerta de la celda del Dios de los Cielos se abrió, Hades entró y suspiró al decir:

- No quiero dejarte aquí, nunca fue mi intención de que las cosas llegaran a estos extremos, yo no quiero dejarte aquí pero no puedo dejarte ir tampoco, por lo menos no hasta que lo arreglemos todo y me prometas que no vas a tomar represalias contra mi o contra mi familia

- Así que… qué vas a hacer conmigo?

- Quiero dejarte ir para que pongas orden en el Olimpo así como yo tengo que poner en orden el Averno, pero necesito ponerme de acuerdo contigo en varias cosas

- Que cosas?

- Quiero hacer un nuevo acuerdo de paz, uno duradero esta vez en donde tú obtengas lo que quieres y yo obtenga lo que quiero

- Y qué quieres tu? – preguntó Zeus un tanto molesto

- Primero quiero que recuperes del limbo al Pegaso Negro, ese muchacho no tiene la culpa de nada de lo que pasó, yo sé que duerme plácidamente pero no es justo lo que le pasó, yo le devolví la vida solamente para que tu se la quitaras y eso no puede ser así

- Y a ti que te importa lo que pase con ese mortal? – Zeus frunció el ceño cuando preguntó esto

- Si quieres que te diga la verdad, no me importa, pero a Seiya si le importa y bueno… quiero complacerlo con esto – Hades se encogió de hombros y Zeus arqueó una ceja, desde cuándo a esta parte Hades aceptaba sugerencia de mortales???, eso no le agradaba al Dios de Dioses, ese era precisamente uno de sus temores al dejar que ese muchacho reine con su hermano, desde ahora Hades se mostraba abierto a sugerencias, rayos…

- Está bien, no estoy de acuerdo pero lo haré por ti, qué mas quieres?

- Quiero devolver las vidas perdidas en la batalla de la tierra de ayer – dijo Hades y lo hizo con un suspiro

- Las bajas del Averno no fueron considerables o si? – preguntó Zeus frunciendo el ceño

- Hubieron bajas de ambos lados, pero las mas considerables fueron las de los ejércitos de Apolo, los ejércitos de Ares salieron mejor librados de toda esta situación, mis ejércitos no sufrieron bajas, pero algunos caballeros de Atena perdieron la vida, yo los quiero reestablecer a todos – explicó Hades moviendo su mano ligeramente para hacer desaparecer las cadenas que ataban a Zeus, el Dios de los cielos se pudo poner de pie correctamente y se sintió muy bien al poder hacerlo

- Pedido de Apolo me imagino – dijo Zeus y podía notarse el resentimiento en su voz

- Claro que si, él accedió a ayudarme siempre y cuando yo restituyera sus ejércitos, a los caballeros de Atena los quiero revivir porque me lo pidió mi hijo, y bueno… mis ejércitos son mis ejércitos, se los debo por arriesgar su vida por mi causa – Hades tendió su mano a Zeus, él la tomó y se vio envuelto en un remolino de luces y colores, luego ambos dioses se encontraban en Guidecca, Hades guió el camino y fueron hasta la inmensa biblioteca de la planta baja

- Deberías tomar en cuenta a los ejércitos de Ares – dijo Zeus asintiendo, Hades sonrió ligeramente, su hermano estaba accediendo a sus planes de reconstrucción, esto era bueno

- Si es tu deseo lo haré, es en serio cuando digo que quiero paz – Hades hizo una seña y Zeus tomó una copa que una de las muchachas de servicio le ofreció, el vino que estaban tomando era delicioso

- Paz… yo deseo lo mismo, necesito tener la certeza de que tu no intentarás nada en mi contra, necesito poder gobernar sin tener que mirar sobre mi hombro el resto de la eternidad – dijo Zeus y lo dijo muy en serio

- Hermano… no tienes nada que temer de mi parte, alguna vez he dado a entender que deseo tu Reino?, tu mismo me lo has dicho una y otra vez, yo nunca he tenido ansias de poder y no tengo por qué empezar ahora, tus temores son infundados, de mi no debes preocuparte, yo no deseo reemplazarte – Hades tomó la mano de Zeus y lo miró a los ojos mientras le dijo esto, el Dios de los cielos sonrió ligeramente y puso su mano sobre la de Hades sellando nuevamente el pacto que hacía tantos años ya habían sellado cuando la suerte había decidido el Reino que cada uno de los 3 mas poderosos hermanos debía gobernar

- Muy bien, si no deseas reemplazarme, que es lo que deseas?

- Ya te dije lo que quiero, mi anhelo es vivir en paz en mi reino con Seiya a mi lado y ver a mis hijos crecer, no pido mucho, pero esto es muy importante para mi – dijo Hades y suspiró con una pequeña sonrisa, la idea de un futuro junto a su niño le emocionaba y le daba paz

- Lo quieres hacer inmortal verdad? – preguntó Zeus sabiendo de antemano la respuesta, y por eso no se sorprendió ante en divertido guiño en Hades al responder:

- Tu qué crees?

 

***

Seiya dormía profundamente en su antigua habitación en el templo de Sagitario, los rayos del sol se colaban por la cortina mal cerrada dando un ambiente tenue, Hades se materializó en aquella habitación y sonrió al ver a su futuro consorte acurrucado de lado en la cama

- Eso será todo Radamantys… por cierto, cómo está Evan?, en dónde está? – Hades habló al cuarto vacío o por lo menos eso hubiera parecido, pero en la esquina se materializó el primer Juez del Inframundo, el rubio lucía cansado en ese punto, no había podido dormir luego de la batalla pero no le molestaba el tener que cuidar al consorte de su señor, el ver a Hades tan tranquilo y feliz valía la pena cualquier sacrificio, además Seiya le agradaba

- El príncipe está en una de las habitaciones del templo de Leo, cerbero está con él

- Bien, descansa un rato, pronto habrá mucho movimiento

- Continuarán las batallas mi señor?

- No… eso no… nos vemos más tarde Radamantys, gracias por cuidar de mi consorte

- Ha sido un gusto mi señor

 

Radamantys desapareció al tiempo que Hades se acababa de desnudar, el pelinegro se metió en la cama y abrazó a Seiya que se volteó y lo abrazó sin despertarse, Hades sonrió y acarició la espalda del castaño metiendo la mano entre sus ropas para poder acariciar su piel.  Seiya suspiró y abrió las piernas para dar cabida a su amante, el castaño estaba despertando al sentir los suaves besos en su cuello

- Ya amaneció? – preguntó Seiya sin abrir los ojos

- Si… es un nuevo día, hoy es el primer día del resto de nuestras vidas… amor mío… quieres casarte conmigo? – Hades había estado besando el cuello de Seiya y acariciándolo por los costados, el castaño había enredado sus dedos en los largos cabellos negros de su amado y disfrutando de sus caricias cuando escuchó lo que Hades le estaba proponiendo, ahí Seiya abrió los ojos y se sentó de golpe en la cama

- Casarme contigo?, en serio?, hablaste con Zeus?, qué pasó?

- Hablé con Zeus y le hice ver lo equivocado que estaba con respecto a ti, a nosotros y a nuestro hijo, mi hermano aceptó nuestro matrimonio y se celebrará en el Olimpo, accedió a concederme la inmortalidad para ti y así podrás vivir conmigo en el Inframundo en donde serás mi consorte y reinarás conmigo por la eternidad – Hades acarició el rostro de Seiya mientras hablaba y sonreía porque podía ver en los ojos del castaño una emoción inmensa, Seiya sonreía como no lo había hecho en años y sentía como su corazón latía con fuerza al preguntar:

- Podremos estar juntos?, al fin podremos estar juntos?

- Si amor, podremos estar juntos

- Y qué va a pasar ahora con Deméter?

- Con Deméter?, nada…, hablé con ella antes de venir a verte, fue una conversación corta y bastante incómoda, ella ya no tiene nada con qué amenazarme porque tu podrás estar a mi lado y reinar conmigo en el Inframundo, cuentas con toda mi protección y mi hijo ha liberado su cosmo, él no necesita protección porque se puede defender solo, ella me ha asegurado que no tiene nada en contra tuya o de mi hijo, que hizo lo que hizo por odio a mi, pero que ya no va a hacer nada si yo no hago nada en su contra, ahora que si tu quieres ver como yo le corto la cabeza pues… para mí será un placer complacerte – Hades acarició el rostro de Seiya que lo miró con ojos muy abiertos, el castaño se quedó en silencio unos momentos y luego meneó la cabeza al decir:

- No no no, yo no quiero otra guerra y menos con Deméter, es mejor si olvidamos que ella existe y vivimos nuestras vidas bien lejos de ella

- Como tu desees, hablé con Apolo también y me contó que en la reunión en donde los demás dioses decidían el futuro de la tierra y la continuación de guerra, mientras yo hablaba con Zeus en el Tártaro, ella fue la que mas vehementemente en su afán de un alto al fuego, sorprendentemente Deméter habló en mi favor y se negó rotundamente a atacarnos, ella puntualizó la fuerza de Evan y prácticamente desanimó a os otros dioses a seguir los planes de Ares

- En serio? – Seiya no lo podía creer

- Si, en serio, al parecer lo que me dijo era cierto, ella quiere enterrar esta querella, me dijo que Perséfone se lo había pedido y que ella quería complacer a su hija – Seiya frunció el ceño, a él no le gustaba el trato cordial que Hades tenía con Perséfone pero… esa era otra historia

- Y Zeus?

- Por él no te preocupes, él no hará nada en nuestra contra, somos libres amor, libres para amarnos, libres para estar juntos, libres para unir nuestras vidas y vivir como la familia que siempre deseamos, estás contento?

- Tienes que preguntar? – Seiya abrazó a Hades y lo besó con emoción en los labios, el mayor correspondió con pasión y volvió a recostar a su amante para hacerlo suyo bajo el calor de las sábanas

 

Evan despertó cuando Ikky entró a su habitación con un vaso de jugo de naranja, el poderoso Fénix estaba bostezando aún porque era temprano pero los guerreros no tienen el lujo de dormir hasta tarde, su Diosa aún no había dispuesto nada pero ellos debían estar listos

- Un ratito más papá, solo un ratito más – dijo Evan y se volteó en la pequeña cama que estaba ocupando, Ikky sonrió y se sentó en la cama para revolver el cabello del muchacho y decirle:

- Tienes que levantarte ahora porque me tienes que llevar a ver los dragones, me lo ofreciste ayer, recuerdas?

- Ikky? – Evan abrió los ojos y estaba un poco desorientado, eso de despertar en habitaciones extrañas no iba con él, su papá nunca lo dejaba ir a dormir en otros lugares, esta era la primera vez que lo hacía, ahora que pensaba en ello

- A quién esperabas? – preguntó el poderoso Fénix en tono divertido

- A mi papá… no ha venido?

- No todavía, vamos muchacho vístete y nos ponemos en camino, quiero montar un dragón antes de que tu padre se los lleve de vuelta al Inframundo, es que eso no me lo puedo perder – Ikky en verdad estaba todo emocionado por ver a los dragones, la noche anterior habló de ellos por mucho rato hasta que Evan se ofreció a llevarlo para que los vea

- Él no los puede llevar, yo comando a los dragones y en estos momentos están tranquilos disfrutando del sol, están en la colina tras el último templo, les gusta el agua del lago y el sol, les gusta mucho el sol

- Cómo lo sabes?

- No sé… pero lo sé… los dragones rojos de los cielos también están ahí

- Y no se están matando? – Ikky frunció el ceño al preguntar esto, de lo que le contaron la batalla había estado horrible el día anterior y le parecía raro que ambas razas estuvieran juntas

- No… están… descansando, retozando y jugando… - dijo Evan con una pequeña sonrisa, él podía sentir el ambiente tras las colinas, él podía sentir la magia que emanaba de esas criaturas y los podía sentir tranquilos y calmados, en verdad que les gustaba el sol y estaban recargando energías

- Lo puedes ver?

- Si…, no…, es raro, es como si lo pudiera sentir o algo, no se…

- Bueno, mejor vístete pronto, tómate el jugo y vamos

- Le tengo que avisar a mi papá – dijo Evan poniéndose de pie

- Créeme, si Hades está de vuelta del Inframundo lo que menos quieres hacer el ir al templo de Sagitario, te espero abajo

- Ok.

 

Ikky estaba fascinado mientras surcaba el cielo montado en uno de los dragones negros del Inframundo, Evan estaba cerca de él montando el dragón que había montado el día anterior, cuando llegaron a la colina el poderoso Fénix había tenido que contener el aliento, la visión de cientos de dragones volando bajito, acostados en el césped o bañándose en el inmenso lago fue demasiado para  él, nunca lo hubiera creído si no lo hubiera visto con sus propios ojos

 

Evan había llamado a dos de sus dragones y ahora ambos estaban volando sobre el Santuario, los demás caballeros los miraban con una sonrisa, su Diosa ya les había dado la noticia, la guerra había terminado, los detalles no se sabían aún, lo único cierto en esos momentos era que Zeus estaba de vuelta en el Olimpo y Hades estaba en el templo de Sagitario, los ejércitos de ambos lados ya habían sido llamados a sus respectivos reinos y todo era paz en la tierra, Saori estaba contenta, dentro de todo lo que había pasado, las cosas se arreglaron, todo había salido bien…

 

Notas finales:

Me quedó algo largo el capítulo pero no lo podía cortar en dos, ya estamos casi al final de la historia, no se pueden perder el capítulo del lunes en donde daremos un vistazo al futuro de todos y en donde le espera una sorpresa bastante grande a Hades, él no se la espera

Muchas gracias por leer y nos vemos el lunes, saludos, bye 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).