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EL PRINCIPE DEL AVERNO por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, les traigo la primera parte del capítulo final, me salió muy largo así que me tocó partirlo en dos, aquí hay un vistazo al futuro, espero que les guste 

Capítulo 20.- Promesas

 

La noche era hermosa, el cielo estaba cubierto de estrellas y desde el Olimpo podían verse las luces titilantes de la Tierra.  Tres meses habían pasado desde que los dioses decretaron el cese a las hostilidades, tres meses habían pasado desde que la paz había vuelto al cielo, a la tierra y al infierno, tres meses en los que muchos planes se habían llevado a cabo, tres meses de dicha en los que una permanente sonrisa había adornado el siempre serio rostro del Dios de los muertos.

 

Seiya estaba en uno de los templos más grande del Olimpo, se miraba al espejo y aún no lo podía creer, el día de su boda había llegado, él pensó que eso sería solo un sueño pero no… aquí se encontraba ahora de pie frente al espejo de la habitación, el castaño estaba usando una hermosa túnica azul que tenía bordados plateados, dos broches en forma de lunas sujetaban la túnica en sus hombros, en su cabeza lucía una tiara plateada también y un cordón plateado le ceñía la túnica al cuerpo, el castaño estaba de encargo otra vez pero no se le notaba la pancita aún

 

En este tiempo, Seiya y Evan habían dividido sus días entre la tierra y el Averno, Evan aún estaba en el colegio aunque estaba asistiendo en contra de su voluntad, el muchacho no quiso volver pero Seiya había insistido en que era importante que termine el año, Hades tampoco estaba muy de acuerdo porque no le veía la utilidad de que su hijo estudie cosas del mundo mortal, pero por lo pronto, hasta que el año lectivo acabe, Evan asistiría a clases, Hades no subía mucho a la Tierra, estaba en verdad ocupado organizando el Averno y no podía descuidar sus obligaciones, aunque no le agradaba mucho la ausencia de Seiya

 

En ese par de meses de transición, Seiya subía y bajaba constantemente al Averno y a la Tierra, básicamente para dejar sus asuntos en orden y poderse ir a vivir en el Inframundo una vez que se casara con Hades, su situación laboral estaba arreglada porque ya no tenía trabajo, pero decidió mantener su departamento principalmente por Evan para que tenga un lugar a donde ir en caso de que tuviera reuniones de grupo o algo de la escuela, además Seiya aprovechó esos días para pasar un tiempo con su hermana y sus sobrinos, ya luego no lo podría hacer muy seguido, especialmente cuando su pancita se le empezara a notar, así que algunos días los pasaba en la Tierra pero todas las noches bajaba a Guidecca, esa era la parte favorita del día para Hades, al Dios no le importaban los rituales sociales humanos pero las cenas familiares se convirtieron en su costumbre favorita, por años el Dios del Averno había comido solo, pasaba sus noches solo y se dedicaba a mirar de lejos al hombre al que amaba y a su hijo, ahora los tenía a su lado y eso era fantástico, Hades podría pasar la eternidad escuchando a Evan contarles sobre sus días en el colegio, sobre sus amigos, sobre las chicas de su salón y de cómo las cosas en su colegio se habían ido calmando, sus compañeros de clase lo molestaban menos y todo estaba volviendo a la normalidad para él. 

 

A Hades le había sorprendido gratamente que su hijo no hubiera dado mayores señales de cambio en su manera de actuar, o en sus opiniones generales ahora que era príncipe del Averno y tenía poderes varios a su disposición, Radamantys estaba muy pendiente del príncipe y, a insistencia de Hades, el primer Juez del Inframundo pasaba sus días en la tierra, básicamente cual guardaespaldas, aunque Evan era un muchacho que no necesariamente se metía en problemas y no le ocasionaba mayores sustos al rubio el cual se había encargado, junto con Hypnos, de llevar todo tipo de pesadillas horrorosas a los muchachos que molestaban a Evan, todas esas pesadillas involucraban un perro negro inmenso que los devoraba, coincidencialmente cervero, en su usual disfraz para el mundo humano, esperaba a Evan todos los días en la puerta del colegio y caminaba con él a casa.

 

De cualquier manera, en la noche de la boda de sus padres, el príncipe del Averno estaba usando algo bastante parecido a lo que usaba su papá y, no podía dejar de reírse al mirarse en el espejo, a sus ojos nunca se había visto mas ridículo pero no podía hacer más, era pedido de Hades la ropa que estaban usando, según Hades era el atuendo formal de los Dioses y para esa ocasión tan especial ellos debían lucir como la realeza

- Ya casi es hora papá, estás listo?

- Estoy lo más listo que podré estar alguna vez – dijo Seiya y suspiró emocionado

- Estás contento verdad?

- Es lo que siempre quise, amo a tu padre, siempre lo he amado y uno de mis anhelos más grandes ha sido el de poder estar juntos los tres como familia, ahora ya lo vamos a poder hacer, por muchos años pensé que este día no llegaría y que volvería a ver a tu padre cuando muriera pero… ya estamos juntos, eso era todo lo que yo quería, una familia, nosotros tres…

- Nosotros cuatro como familia – dijo el muchacho con un suspiro, aún no podía creer lo que Hécate le había confirmado, cuando Seiya se lo dijo no lo pudo creer, ya luego cuando lo escuchó de los labios de la poderosa hechicera no le quedó la menor duda

- Es verdad, los cuatro, estoy tan feliz Evan, tan feliz… - dijo Seiya acariciando su plano vientre para luego jalar a su hijo mayor y abrazarlo, Evan sonrió y lo abrazó también, para luego decir:

- Se te nota… vamos?

- Vamos…

 

Seiya salió de aquel templo del brazo de su hijo, afuera en los amplios jardines estaba todo arreglado y lucía espectacular, habían flores por todas partes y un camino de pétalos de rosas había sido arreglado para que los novios caminen hasta el altar, todos los dioses estaban presentes así como los caballeros de la Orden de Atena y algunos muy especiales invitados mortales, todos ellos estaban allí para presenciar el tan esperado matrimonio entre el Dios de los muertos y su consorte mortal

 

Hades esperaba a Seiya al inicio del pasillo que estaba hermosamente adornado con flores y velas, con decisión tomó su brazo para juntos caminar al altar, se le notaba la felicidad en los ojos a Hades, al fin la soledad en la que había vivido todos estos años desaparecería, a Seiya le latía el corazón con fuerza, al fin podría vivir la vida que por años le fue negada, al fin ellos podrían vivir su amor en libertad y sin miedo a represalias ni nada 

 

La ceremonia fue oficiada por Himeneo y fue bendecida por Hera, esa noche fue mágica por muchos aspectos, primero se podía ver la dicha en el rostro de los novios, luego Zeus estuvo todo tranquilo y deseó buenaventura a su hermano y a su ahora cuñado para luego llevarlos al jardín de las Hespérides y mediante una de las manzanas doradas que colgaban de aquel legendario árbol, concederle la vida y juventud eterna a Seiya que mordió la fruta confiado en las buenas intenciones de Zeus e hizo bien en hacerlo.

 

El castaño pudo sentir inmediatamente los efectos de la manzana en su ser, se sentía ligero como una pluma, se sentía fuerte y también sentía como si sus sentidos se hubieran magnificado, las luces del cielo se descomponían en miles de colores ante sus ojos, el aroma de las flores inundaba sus sentidos, todo era algo abrumante para él pero lo más hermoso que sintió Seiya fue el cosmo de su bebé, por primera vez pudo sentir de esta manera a su bebé en su vientre, eso no le había pasado nunca con Evan y fue algo fuera de este mundo para Seiya que sonrió feliz al contárselo a Hades que lo besó en los labios y le sirvió de apoyo, el Dios sabía que a su esposo le costaría un par de semanas acostumbrarse a su nueva condición, pero el cambio bien valía la pena.

 

Zeus miraba la escena con ojos muy abiertos, él podía sentir claramente el poder que emanaba de Seiya, el consorte de Hades era un guerrero extremadamente fuerte para ser humano, pero ahora al ser inmortal y al llevar la sortija regente del Averno en su dedo… Zeus pudo darse cuenta de lo complicadas que se habían puesto ahora las cosas, si antes Hades era un enemigo de cuidado, ahora la familia del Inframundo representaba una amenaza indiscutible, Evan ya había demostrado su poder y no era desestimable bajo ningún criterio.  Hera la Diosa del matrimonio caminó hasta su esposo y le tomó de la mano para llamar su atención

- Tranquilo Zeus… tu has visto el futuro como yo, ellos no representan una amenaza para nosotros, si sabemos manejar bien nuestras cartas Hades será siempre nuestro aliado, como lo ha sido antes, como lo es ahora

- Viene en camino un segundo heredero, igual de poderoso que el primero

- Y vendrán mas, pero no tenemos de qué preocuparnos, la alianza del Averno y la Tierra es muy beneficiosa, nuestro futuro está asegurado

- Espero que así sea, por nuestro bien y el de todos

- Así será querido… así será…

 

Los demás dioses acompañaron a la feliz pareja y disfrutaron de las festividades que los Dioses de los cielos habían organizado en el Olimpo, hubo música, comida, bebida, danzas y luces en el cielo, esa fue una noche que Seiya nunca olvidaría.  Casi al amanecer la feliz pareja se retiró al templo de Hades en donde consumaron su unión y empezaron una nueva etapa de sus vidas…

 

***

Era temprano en la noche y llovía, el coliseo del Colegio Secundario estaba totalmente lleno, era la final del torneo de Karate de todos los colegios de la región, en los graderíos se podía observar a las familias de los muchachos que participaban y allí, en medio de la multitud estaba una particular familia que a simple vista no parecía fuera de lugar, muy a simple vista la verdad porque en medio de los mortales estaba la familia real del Inframundo, además los tres jueces del Averno estaban por los predios de la escuela y cervero estaba caminando tranquilamente por el patio, todos ellos atentos cuidando siempre la seguridad de su señor, su consorte y los dos herederos del Inframundo que se encontraban en aquel recinto

 

En la tercera fila de los  graderíos de la derecha estaba Seiya que sostenía a una pequeña niña que tenía casi dos años, Seiya vestía jeans, una camisa y un saco, el castaño lucía mejor que nunca, sus cabellos cortos brillaban a la luz de los reflectores y provocaba acariciarlos, todos sus conocidos coincidían que el matrimonio le sentó fantástico porque lucía más joven y radiante que la última vez que lo habían visto, el secreto de Seiya era la inmortalidad, pero eso no tenía nada que ver con la expresión de su rostro, realmente Seiya lo que estaba era feliz, completa y absolutamente feliz y eso era clarísimo, y en esos momentos le estaba sonriendo a su pequeña hijita mientras miraba a las personas a su alrededor, a él le gustaba subir a la Tierra aunque a Hades no mucho la verdad.

 

Su pequeña niña estaba tranquila en los brazos de su padre ocupada tomando jugo en un vaso de pico, Aileen era su nombre y era muy hermosa, tenía los cabellos castaños y los ojos azules aunque era bastante parecida a Hades, la pequeña estaba usando un vestido celeste bordado y unas mallas negras, a su lado estaba Hades que miraba todo sin ningún tipo de expresión en el rostro, el poderoso Dios de los muertos vestía ropa común muy al estilo de lo que su esposo estaba usando y no perdía de vista a Evan que estaba en una de las banquitas escuchando las últimas indicaciones de su entrenador

- Qué es eso? – preguntó Hades disimuladamente cuando un vendedor pasó vendiendo hot dogs

- Es un hot dog, es una especie de… no sé cómo explicártelo… es delicioso, quieres probarlo? – ofreció Seiya pero Hades hizo una mueca indeciso, cada vez que subían a la tierra, Seiya le había hecho probar muchas cosas que según él eran deliciosas pero… los gustos gastronómicos de su esposo eran bastante variados, de cualquier manera Seiya levantó la mano llamando al vendedor y pidió dos hot dogs, Hades los tomó sin saber qué hacer con ellos o como empezar a comerlos, Seiya pagó y acomodó a su pequeña en sus piernas de mejor manera para poder tomar su hot dog y le dio un mordisco, le hizo señas a Hades para que lo imite y el mayor lo hizo, a él no le gustaba mucho la comida que se comía con las manos así que en contra de su mejor criterio lo probó, masticó lentamente y levantó una ceja algo sorprendido, si estaba delicioso y eso que a él no le gustaba mucho la comida chatarra de los humanos

- De qué está hecho esto? – preguntó Hades curioso

- No quieres saberlo, créeme – respondió Seiya todo divertido dándole otro mordisco a su hot dog

- Está bueno… - dijo finalmente el Dios ante la mirada expectante de su esposo

- Se nota – Seiya sonrió y con un pañito húmedo limpió la comisura de los labios de Hades que tenían un poquito de mostaza, el pelinegro  frunció el ceño y siguió comiendo

 

Un poco más de dos años y medio habían pasado desde que Seiya y Hades se habían casado y vivían en el Inframundo, varios ajustes habían tenido que hacer para que su relación funcionara y el ajuste más grande era Evan, el muchacho al inicio dijo que quería dejar la escuela y quedarse en el Inframundo, Hades había estado de acuerdo pero Seiya no, Seiya quería que su hijo termine la secundaria y si quería estudiar la Universidad podría hacerlo también, el ex caballero de Atena sabía que su hijo se aburriría en el Averno, la novedad se esfumaría pronto y luego lo tendría en Guidecca como diablo en botella y no se equivocó, Evan era bastante hiperactivo y la decisión de quedarse en el colegio había sido la mejor que pudieron haber tomado

 

Ahora el príncipe del Averno iba regularmente a clases, salía con sus amigos, hacía sus tareas, iba a sus entrenamientos y cuando ya se desocupaba de todo bajaba a Guidecca a pasar tiempo con su familia, para Evan había sido bastante complicado el ver a su papá esperando un segundo bebé pero lo sobrellevó lo mejor que pudo, Seiya pensaba que Evan fue bastante  maduro en esa particular situación, cuando estaba ya en los meses finales de su embarazo, Evan parecía fascinado al ver como su pequeña hermana se movía en el vientre de Seiya, y luego cuando la pequeña princesa nació, Evan la trataba con mucha suavidad y cariño, era un juguete a sus ojos y le encantaba jugar con ella, y pasearla en las noches, el muchacho amaba a su pequeña hermana y se había ajustado bastante bien a su nueva vida.

 

La relación de Evan y Hades era excelente, el Dios de los muertos pasaba mucho tiempo con su primogénito enseñándole todos los secretos de sus poderes y de su herencia, a Evan le habían impresionado las prisiones y los demás lugares del Infierno pero entendía muy bien cuál era la misión de su padre y se estaba preparando para ello, para ayudar a Hades en su sagrada labor, y también se estaba preparando para hacer frente a cualquier tipo de amenaza externa, las relaciones con los cielos estaban bien pero… con Zeus nunca se estaba seguro

 

Evan miró hacia las gradas y sonrió, Hades y Seiya charlaban mientras comían un hot dog, sus padres parecían una pareja normal pero no lo eran, y su pequeña hermana que parecía tan dulce y tierna, llevaba en su sangre todo el poder del Inframundo, al igual que él, a veces las cosas no son lo que parecen y muchas de las ocasiones la realidad supera a la ficción, si Evan se atreviera a contar la historia de su vida ninguno de sus amigos le creería.

 

Pronto fue el turno de Evan y lo llamaron por el micrófono, Hades tomó en brazos a la pequeña Aileen que señaló el centro del coliseo a su hermano y le saludó con la manito, Evan sonrió y los saludó a todos ellos, luego se concentró en lo que tenía que hacer, el muchacho había pasado a las semifinales y en este combate se decidiría si pasaba a las finales

 

Evan ganó el combate con relativa facilidad y se llevó los aplausos del Coliseo, con una sonrisa regresó a su puesto en la banquita y miró a sus padres  una vez más, Hades lo miró y asintió, se notaba orgulloso, Seiya aún lo estaba aplaudiendo cuando vio a Saori que entró al Coliseo

- Y ella que hace aquí? – preguntó Hades frunciendo el ceño, no le agradaba ver a la Diosa de la tierra así hubiera sido por accidente

- No sé… no me dijo que iba a venir – respondió Seiya encogiéndose de hombros al saludar a la Diosa de la Tierra con una seña

- Tú hablas mucho con ella?

- No… cuando he subido al Santuario la he visto pocas veces, cuando vengo acá por las cosas de la escuela de Evan me la he encontrado algunas veces, pero no… no hablo mucho con ella – dijo Seiya en tono calmado, a Hades seguía sin agradarle su sobrina, eran aliados estratégicos pero igual no le agradaba, Seiya en cambio quería mucho a Saori, su relación con el paso de los años se había solidificado, su amistad era fuerte y siempre fueron cercanos

- Vino a ver a Evan? – preguntó Hades frunciendo el ceño cuando vio que Evan la saludaba con una seña, sus compañeros de equipo le palmotearon la espalda y chiflaron, Seiya entendió muy bien eso pero Hades no, a veces si era una ventaja que el poderoso Dios de los muertos no entendiera muy bien los “rituales humanos” como él los llamaba

- Seguramente a eso vino, me das a mi bebé?

- Mmmm… - Hades pasó a su hija a los brazos de Seiya sin quitar los ojos de Saori que se sentó en la primera fila del graderío del frente

 

Aileen estaba parada en las piernas de Seiya y le estaba dando besos a su papá, gracias a todos los dioses no estaba molestosa y Seiya la mantenía entretenida, Hades estaba impaciente porque la próxima pelea aún no se anunciaba, y luego de esa pelea se definiría el oponente de Evan para la final.  Los minutos seguían pasando y al fin se dio la segunda pelea de la noche, y luego se anunció la pelea final.  Evan se puso de pie y movió su cuello de lado a lado, miró a sus padres otra vez y les hizo una seña, Hades había tomado a Aileen otra vez y Seiya se puso de pie para aplaudir a su hijo que entraba a la arena

 

La pelea fue rápida, Seiya sonrió complacido al ver lo mucho que su hijo había aprendido de él, sus movimientos reflejaban los que él mismo le había enseñado, Evan era ágil y muy fuerte por lo que ganó la competencia sin sudar siquiera, Seiya le había advertido muchas veces que no podía usar sus poderes en la Tierra, eso no era justo en las competencias, Evan estaba muy claro en eso, y la principal razón por la que había entrado en el torneo era precisamente esa, quería vencer por si mismo y ahora se sentía muy complacido consigo mismo porque lo había logrado.

 

El árbitro levantó la mano del ganador y el muchacho sonrió muy contento al tomar el trofeo que le entregaron, Seiya estaba de pie, Hades también se había parado, Aileen aplaudía también y todo hubiera estado bien salvo por lo que pasó a continuación.  Evan alzó su trofeo y orgulloso giró hacia la tribuna en donde estaban sus padres, pero luego giró y se lo enseñó a Saori, la que sin importarle nada corrió a la cancha y se lanzó a los brazos del muchacho que la tomó de la cintura y la alzó fácilmente en su abrazo, luego la depositó en el suelo y la besó en los labios

 

Un trueno casi rompe el techo del coliseo… Evan se separó de Saori pero la tomó de la mano con firmeza, Seiya tomó del brazo a Hades y le susurró:

- Tranquilo, no vayas a destruir el Coliseo

- Cómo me pides que me tranquilice???

- Baja la voz amor, baja la voz, no queremos llamar la atención, mejor bajemos – Seiya tomó el bolso de cosas de la bebé y jaló a Hades que tenía a Aileen en brazos, se notaba a leguas la molestia del pelinegro que caminaba como autómata junto a Seiya

- Felicitaciones hijo, yo sabía que ibas a ganar – Seiya abrazó a Evan que se dejó abrazar pero miraba con aprehensión a Hades que lo miraba pero no se podía ver nada en sus ojos, eso pasaba cuando el Dios estaba en verdad molesto

- Gracias papá – susurró Evan sin dejar de mirar a Hades que se acercó a su hijo y le besó la frente

- Felicidades – dijo simplemente Hades en un tono sumamente seco, Evan dio un paso para abrazarlo pero Hades dio un paso hacia atrás poniendo distancia entre ellos, Aileen se lanzó a los brazos de su hermano que le dio el trofeo a Saori para poder cargar a su hermanita

- Hola Saori, que gusto verte, hola chicos, gracias por venir a apoyar a mi retoño – Seiya se acercó a la que fue su Diosa y la abrazó luego de sonreírles como saludo a los amigos de Evan, Saori correspondió el abrazo y asintió a manera de saludo cuando Hades besó su mano, el Dios de los muertos no dijo absolutamente nada.

 

Si a los amigos de Evan les pareció extraño el gesto de Hades pues no lo dijeron, solo lo miraron aprehensivamente, a Evan le parecía tan divertido que sus amigos le tuvieran tanto miedo a Hades, los muchachos no entendían como alguien tan buena onda como su maestro Seiya se fue a casar con aquel hombre que siempre parecía histérico, si les había tomado por sorpresa saber que el papá de Evan era gay, mucho más se sorprendieron cuando conocieron a su nuevo esposo y a su pequeña hija, a los ojos de todo el mundo, Aileen era hija de Hades, no de Seiya, eso le molestaba a Hades que no acababa de entender las concepciones sociales y las apariencias, eso no era importante para él, pero eso es otra historia…

- Que gusto verlos, hacía tiempo que no nos veíamos, Aileen está hermosa – Saori ladeó la cabeza para ver a la bebé que le sonrió y algo hablaba pero no se le entendía

- Si, está grande también, la verdad no solemos venir mucho… acá, solo lo hacemos en ocasiones especiales, como hoy – respondió Seiya tomando a Aileen que se le lanzaba

- Debemos irnos – dijo Hades y su tono era bastante seco, el Dios de los muertos usualmente se sentía incómodo cuando subía a la tierra, pero esta vez no era solo la incómoda ropa que tenía que usar o el hecho de que aquí no era nadie importante, lo que realmente molestaba a Hades era Atena, Atena que estaba tomando la mano a su hijo, a SU hijo

- Papá… quedé con los chicos en ir a comer algo si ganaba, recuerdas que te lo dije en la mañana? – dijo Evan y señaló a sus amigos que se habían movido a la esquina de la arena para esperarlo, el muchacho estaba mirando a Hades cuando habló y el pelinegro frunció el ceño, si era cierto, él ya le había dicho que podía ir cuando le pidió permiso en la mañana, así que el pelinegro asintió sin decir nada

- No te tardes mucho, cuídate y sé responsable, no quiero tragos y tu lo sabes, aunque se vayan de festejo por favor… sabes lo que pienso de las bebidas, no te olvides que te quiero mucho y nos vemos más tarde en casa – Seiya se acercó y besó a su hijo en la mejilla a manera de despedida, Hades tomó a Aileen de los brazos de Seiya y empezó a caminar a la salida

- Se enojó mucho? – preguntó Evan en un susurro mirando aprehensivamente a Hades que no regresó nunca la mirada y siguió caminando

- Nahhh… no le hagas caso, ya sabes cómo es, pero en serio no tardes en volver

- Cálmalo por mí, si?

- Si si ya ya, adiós Saori

- Nos vemos Seiya

 

Evan tomó la mano de la Diosa y se dirigió a sus amigos que lo abrazaron y se alistaron para pasar una noche por demás divertida, Saori quedó en esperar a Evan con sus amigos al borde de la cancha junto a los autos, el joven de cabellos negros tenía que ir a ducharse y a cambiarse de ropa, así que cuando vio a sus padres salir del Coliseo se dirigió a los vestidores, se desnudó rápidamente y saltó a la ducha, por qué su padre tenía que ser tan complicado?, por qué de todas las diosas del Olimpo, Hades tenía que odiar precisamente a la chica que le gustaba?, rayos…

 

Notas finales:

Y ahora???, será que Hades acepta a Saori como nuera???

No se pueden perder el capitulo final del fic, nos vemos el miércoles, muchas gracias por leer, saludos, bye 


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