Esos dos días que le quedaban para poder dejar el hospital fueron toda una eternidad para él. La espera fue dura pero por fin había llegado el día en el que abandonaría aquel lugar. Ace y Sabo fueron para llevarlo a casa. Le ayudaron a cambiarse de ropa, ahora llevaba unos vaqueros oscuros, una sudadera roja , una converse y dos muletas a ambos lados de él.
-Y eso es todo, puedes irte a casa- dijo el doctor Trafalgar
-¡Qué bien! No volveré a pisar este lugar- los ojos de Luffy brillaban mucho en comparación al primer día despierto en el hospital y un poco humedecidos a la vez
-Tendrás que volver para que te quitemos la escayola- le cortó toda ilusión Law -Recuerda que dentro de dos semanas y media tienes que estar aquí, a la misma hora -dijo mirando el reloj colgado en la pared
-¿Eh?No, no quiero
-No te preocupes Trafalgar, nosotros nos encargaremos -añadió el hermano pecoso
Law no dijo nada más. Sabo estaba en la puerta esperando a que sus hermanos saliesen de la habitación y ya en el marco de la puerta Luffy se volteó a Law.
-Law, gracias por todo. ¡Nos vemos!
-Hasta pronto -se despidió el rubio
Y se marchó alegre y radiante. La última vez que lo vio cruzando una puerta Luffy había salido corriendo ,llorando y a medio vestir. Cuánta diferencia entre esas dos escenas.
-Oye, ¿tienes hambre? Vayamos a comer a algún sitio -le preguntó Ace
-¿Me estás invitando a salir a comer?
-Exacto.
-Lo siento, no me interesa estar en ninguna relación amorosa.
-Qué pena... No ¡espera! No me refiero a eso. Vamos a celebrar una fiesta de bienvenida en honor a Luffy y vamos a hacer una barbacoa en el jardín de mi casa.
-¿Y?
-Trafalgar pareces un maldito retrasado. Estoy diciendo que estás invitado.
-Como me vuelvas a llamar retrasado te disecciono -dijo jugando escalofriante un bisturí
-Dios, que miedo das. Mira, se me ha puesto la piel de gallina y todo -le dijo enseñándole su brazo.
-De todas maneras, rechazo tu invitación.
-Me importa una mierda. Vamos.
-No me des órdenes. Oye, déjame.
-No.
-No puedo irme así sin más.
-¿Que no? Sólo mira.
Ace se detuvo y miró a la enfermera que se encontraba en recepción quien se sonrojó puesto que era el centro de atención de Ace en ese momento.
-Señorita.
-¿S-sí?
-El doctor Trafalgar no se encuentra bien así que irá a casa a descansar. Anule cualquier visita que tenga.
-Cla-claro.
-Adiós monada -le guiñó un ojo.
-Te mataré -amenazó al pecoso.
-Sí, sí. Lo que tú digas.
-Maldito...
Ace se llevó a la fuerza a Law a su casa. Llegaron allí y un puñado de gente estaba dando vueltas por el lugar. Traían y llevaban cosas :platos, vasos, cubiertos, servilletas, bebidas, globos, una enorme pancarta que ponía “Bienvenido a casa Luffy”, sillas, carne... Un tal “Marimo” y “Ceja de sushi” peleaban y fueron golpeados por la amiga pelinaranja de Luffy. Boa Hancock estaba preocupada porque su amado no llegaba, caminaba de un lado a otro y no había forma alguna de detenerla y hacer que se siente y que espere pacientemente. Y Law en medio de este bullicio sin hacer nada. Apunto de marcharse sin que nadie lo viese alguien lo sujetó del cuello de la camisa.
-Tú no te vas a ninguna parte.
-Suéltame.
-Debería estar ayudando como los demás.
-...
-Ten.
Ace le puso un globo en la mano. Law se quedó mirando el globo y después a Ace que estaba hinchando uno y lo ató.
-No me mires así. Venga que tenemos que hinchar unos cuantos antes de que vengan.
-Pensaba que cuando llegásemos él ya estaría aquí.
-¿Eh?Ah, no. La misión de Sabo era llevárselo por ahí para ganar tiempo.
-Aaam.
Ace y Law hincharon globos hasta que el pecoso recibió un mensaje de su otro hermano diciendo que ya iban hacia allí puesto que Luffy quería ver la casa cuanto antes. Ace gritó que no tardarían en volver haciendo que tomasen la gran pancarta de bienvenida de Luffy, los globos y demás y se colocaron enfrente de la puerta.
Los hermanos llegaron pero no solos, un demonio rojo los acompañaba junto con esa sonrisa de superioridad que siempre lucía. A Law se le revolvió el estómago.
-¡Bienvenido a casa! -gritaron al unísono menos Kid y Law.
-Esto...¿Habéis organizado esto para mí? -Luffy estaba realmente sorprendido.
Kid se acercó a él , pasó su brazo por detrás de Luffy dejando su mano en el hombro del pequeño, lanzó una fugaz mirada a Law quien se encontraba atrás del todo y la apartó de él para mirar a quien estaba medio abrazando.
-Claro que esto es para tí, ¿para quién si no?
-¡Luffy! -dijo con un tono bastante agudo para el gusto de Law aquella fastidiosa mujer que en un abrir y cerrar de ojos ya estaba apartó con rudeza el brazo de ese ogro y se abrazó del cuello de Luffy que parecía que nunca lo soltaría -Bienvenido a casa -dijo con un sonrojo en su cara.
-Gracias Hancock.
Y Luffy hizo lo que nadie se hubiese esperado en la vida: Luffy puso una mano en la espalda de la mujer acercándola un poco más a él. Todos los presentes quedaron petrificados, no se lo podían creer. Puede que no fuese la gran cosa pero estaban hablando de Luffy después de todo. Se nota que algo en él había cambiado.
-Enserio, gracias a todos.
-No creas que eso nos hace feliz, idiota~
-No hay por qué darlas -dijo Nami muy animada.
-No nos agradezcas Luffy-san yohohoho.
-Eres nuestro querido amigo -dijo Nico Robin
-Eres como nuestro capitán -dijo Sanji
-Y por nuestro capitán...-añadió Zoro
-Nuestro súper capitán...-le corrigió Franky
-Haríamos lo que fuera- acabaron la frase todos
-Ugh...Chicos...¡Sois los mejores! -Luffy empezó a llorar
-Venga hombre, no llores -intervino su hermano rubio
-Este es un momento en el que todos deberíamos sonreír- Ace le sonrió a su hermanito
Se nota que lo quieren bastante.
-Bien, pues...¡Qué empiece la fiesta! -gritó eufórico Luffy.
Aún hay rastro del antiguo Luffy.
Law aún no entendía que hacía allí. Eso era una fiesta ajetreada: la comida volaba de aquí a allá; uno que otro se pasó con la cerveza y estaba un poco bastante contento; el amigo narizón cantaba canciones cuyas letras iban de lo fuerte y valiente que él era; otros bailaban en la mesa con palillos metidos en sus fosas nasales.
Y entonces se le acercó el pelirrojo.
-No esperé verte aquí Trafalgar.
-...
-¿Ni siquiera me miras? Vaya modales que tienes.
-¿Qué coño quieres?
-No te pongas a la defensiva, encima que te hago compañía ya que estás aquí SOLO.
-Mejor solo que mal acompañado.
-Heh...
Law se levantó de la silla en la que se encontraba sentado y se fue, no aguantaba a Kid.
-¿Sabías que Luffy me llamó la noche del accidente?
Law paró en seco. Un nudo se formó en su garganta. Se giró poco a poco y encaró al pelirrojo de sonrisa burlona.
-¿Y?
-Nada. Sólo hablamos de cosas -dijo mientras miraba sus uñas pintadas de esmalte negro.
-¿Qué cosas?
-Oh, pareces interesado. Pero ahora a quien no le apetece hablar es a mí. Nos vemos.
Law frunció bastante el ceño. Se acercó peligrosamente a Kid.
-Dime de qué hablasteis.
-Vale, te lo diré. Sólo para que veas lo buena persona que soy...No como otros, ya sabes, hay tantos hijos de puta sueltos por ahí.
-Ve al grano.
-Resulta que un capullo se lo folló aquella noche y después del polvo lo tiró a la puta calle mientras llovía a cántaros. El pobre me llamó llorando pidiéndome si podía recogerlo de donde estaba ya que con la lluvia no podía moverse mucho que digamos pero resulta que yo ya no estaba en la ciudad y no lo pude ayudar. Menudo gilipollas el tío ese, lo molería a ostias -Kid lo miró directamente a los ojos -Si supiera quién fue.
Pero Law no era imbécil y sabía perfectamente que Kid sabía que aquel gilipollas era él. Lo sabía todo. De todas las personas que habitaban en la Tierra tuvo ser el maldito pelirrojo quien supiese lo que pasó. Law se estaba cagando en su puta vida.
-Te aconsejo que no se lo digas a nadie, menos a sus hermanos. ¿Me ayudarías a buscar a ese hijo de puta? Quiero hacerle pagar, por su culpa Luffy está así. Encima lo desvirgó, yo era el más indicado para hacerlo y no ese. ¿Qué me dices?
Y esas últimas palabras enfadaron bastante a Law. “¿Yo era el más indicado? No me hagas reír” pensó Law que iba de camino a la salida de la casa. No Quería permanecer ni un minuto más en esa fiesta en la que no pintaba nada.
.
.
.
-¿Que él era el más indicado? Heh, el más indicado dice...Ja..Jajajajaja -
Law dio una patada a la mesa y se sentó en la silla con la frente apoyada en el dorso de sus manos. Quería matar a alguien pero no sabía si era porque Eustass Kid sabía lo sucedido o porque Eustass Kid dijo que él era el más indicado para tener sexo con Luffy.
-¿Y a mí qué coño me importa?
Y de repente empezó a oír una melodía proveniente de su móvil, lo estaban llamado.
-¿Quién eres?- contestó de mala manera.
-¿Law?
Esa voz...
-Soy Luffy.
-Dime...
-Llamaba para saber si te encontrabas mal o si había sucedido algo grave como te fuiste así sin avisar, me preocupé.
-No...- se masajeó las sienes -No me pasa nada.
-¿Y entonces?
-Solo un leve dolor de cabeza, nada grave.
-¿Seguro, no necesitas nada? Si necesitas mi ayuda estaré en un rato en tu casa.
-No, te lo agradezco pero no necesito tu ayuda.
-Espera un momento, Ace me está llamando.
-....-
-....-
-....-
-¿Sigues ahí?
-Sí.
-Te has olvidado tu gorra en el jardín. Kid está aquí, le pediré que te la lleve ya que está por irse.
-¡NO! Él no. Ya me pasaré a por él. Nos vemos.
Y cortó.
.
.
Ding Dong
Law bajó la llama de la hornilla y fue a ver quien era.
-¡Buenas noches!
-Ey, hola. Verás, Luffy quería traerte personalmente tu gorro y ver cómo seguías con tu dolor de cabeza.
Y sin dejar a Law responder, Ace entró y Luffy siguiéndolo con las muletas.
-Podéis pasar -dijo Law cerrando la puerta.
-¡Ah!Toma -Luffy se acercó de nuevo a Law , acomodó una de sus muletas en sus costillas y con la mano libre puso la gorra en la cabeza de Law -Esto es tuyo.
-Gracias.
-¡Qué bien huele! -exclamó Ace desparramado en el sofá grande.
-Sí, la verdad es que huele muy bien.
-Yo no huelo nada. No sé de qué estáis hablando.
-¿Cómo que no hueles nada, Trafalgar? Venga, que no somos tontos. Tú estás cocinando algo delicioso. Luffy, nos quedamos a cenar.
-Pero...
-¡Está decidido!
-¿Por qué cojones te apareces por aquí cada vez que estoy a punto de comer? Y encima te autoinvitas.
-Porque quiero y puedo. Pero sólo te estás quejando por mí- sonrió a Law pícaramente – Y no por Luffy.
-....-
-¿Eh, yo qué?
-Nada. Trafalgar si no te das prisa se quemará.
-Bastardo, algún día me las pagarás.
Law en un corto período de tiempo preparó la suficiente comida para ellos tres. Su plan era cenar solo tranquilamente pero esos dos le arruinaron el plan. Una cena animada, las risas de su amigo pecoso y las de su hermano menor a quien tenía delante. Hubo un momento en el que aquel sujeto lo miró a los ojos y le sonrió acto que hizo que desviase la vista. Aún no entendía por qué hizo eso.
En realidad no estuvo tan mal.
Después de que Ace fregara los platos, obligado por Law, se sentaron en los sofás y hablaron de diversas.
-A mí por ahora no me interesa tener pareja formal pero algún día sí me gustaría tenerla. -dijo Ace
-¿Y tú, Trafalgar?
-Yo nada-
-A ti te dan igual estas cosas ¿no? -dijo burlonamente -Tu eres de polvos nocturnos y si te he visto no me acuerdo.
-¿Algún problema?
-Ninguno que me quite el sueño pero como amigo te recomiendo que cambie. No querrás acabar sólo ¿no?
-Eso es asunto mío.
-Hay que ver cómo eres...
-Ya que hablamos de esto -intervino Luffy -¿Tuve alguna otra novia antes?
-No-
-¿Y alguien que me gustase?
Law tragó fuerte y se puso nervioso aunque ninguno de los hermanos presentes lo notó.
-Eeee...Nunca me contaste nada-
-Mnn...Eso quiere decir que ella es la primera novia -Dijo pensativo
-¿Qué? -Ace se sobresaltó bastante- ¿Qué es eso de primera novia?
-Ah, es verdad, aún no os lo he dicho. Veréis hoy le pedí a Hancock que sea mi novia.
Law miró al chiquillo bastante sorprendido y sin poder creérselo. Algo en él no estaba conforme, se sentía raro. No le gustó oír eso pero sentía una satisfacción ya que Eustass no podría hacer nada.