Amor y rupturas
Son todos estos y aquellos
No me importa, estoy bien
Estoy acostumbrado a estar solo
Miraba con ternura el rostro dormido del menor mientras acariciaba su cabello. No podía creer que ahora se encontraba ahí, en su casa, y con el chico más hermoso del mundo descansando a su lado después de una larga sesión de tarea de matemáticas. Sinceramente, era extraño. Recordaba ambos días a la perfección. De el día más triste lo recordaba todo, lo mal que se había sentido y como se había prometido a él mismo que no volvería a gustarle nadie nunca más. Recordaba que había creído estar enamorado, y esa persona simplemente había jugado con él. Desde ese día comenzó a estar solo, no necesitaba a nadie más, no quería estar con nadie más, solamente él. Y entonces llegó Kang Daesung. Un chico muy amigable, que le hizo recordar lo que era la amistad. No se separaban en ningún momento, tenían suerte de estar juntos en todas sus clases, y Dae siempre lo ayudaba cuando se sentía triste. Lo hacía reir, y con él Seung podía comportarse como realmente era.Después llegaron aquellos chicos, esos que solamente le hacían bullying a Seung por su peso, pero lo disfrazaban muy bien, tratando de hacerlo pasar por amistad. Y lamentablemente, Seunghyun había caído. Creía que ellos y Dae eran sus únicos amigos, los únicos que no lo dejarían solo por estar gordito, y sobre todo, ninguno de ellos le gustaba. Era el círculo de amigos perfecto para él. No quería estar cerca de nadie que llamara su atención, no quería ser lastimado de nuevo. No importaba mucho si se burlaban de su peso, al fin y al cabo los amigos podían burlarse de sus amigos, ¿no? Daba lo mismo, lo único importante era no sentirse atraido por ninguno de ellos.
Y entonces llegó Kwon Jiyong. Recordaba exactamente cómo su corazón comenzó a latir una vez más al verlo.
Dos semanas después del inicio de clases, Seunghyun sintió una mirada sobre él. Se volteó, y al instante su corazón se aceleró. Un chico hermoso lo estaba mirando. Seung se asustó, así que le dio la espalda. ¿Qué había sido eso? No podía si quiera imaginar que ese chico le gustara, no, era imposible. A él no tenía que gustarle nadie más, nunca... o al menos hasta que tuviera 30 años.
Yo estaba tan frío
Yo estaba sin emociones
Estos días estoy un poco extraño
Estaba tan codicioso
Estaba tan egoísta
Pero empecé a dejarme ir poco a poco
Odiaba a Jiyong. Lo odiaba porque le gustaba, y a él no podía gustarle nadie. Había intentado de todo para dejar de pensar en él, lo trataba lo más mal que podía, no quería que el chico estuviera cerca... pero él continuaba acercándose, cada vez más. Y al final, Seung se había rendido. Sí, el pequeño le gustaba, y no podía hacer nada para evitarlo. ¿Acaso Jiyong era su "destino"? Lentamente estaba dejando que la dulzura del menor entrara en él. Su cabeza estaba hecha un lío en esos momentos, no quería estar con nadie, él simplemente quería estar solo, pero cada día que pasaba con Ji era como si la felicidad regresara a él. Sin darse cuenta, Jiyong le estaba regresando la vida.
Conseguí todo lo que he querido
Pero no puedo tener lo que necesito
Y de repente uno de sus amigos le había dicho que Jiyong se burlaba de su peso a sus espaldas. Y él había caído como tonto. Su herida no estaba completamente cerrada, ese chico solo quería distanciarlo de Ji y lo había logrado. Le habían quitado su felicidad una vez más. Lo que no se esperaba era que Jiyong fuera tan insistente. Lo había llevado a un pasillo y se había puesto a llorar de lo enojado que estaba, mientras le gritaba que le gustaba mucho. Al ver como lloraba, por alguna razón Seung supo que estaba diciendo la verdad. ¡Le gustaba a Ji! El pequeño tenía sentimientos por él... y entonces lo sintió, ese hueco en el estómago que solo dura un segundo pero que se siente como si durara una hora. Ahí se dio cuenta que lo único que necesitaba para sentirse feliz era el amor de Jiyong.
Mucha codicia que cubría mis ojos
El egoísmo de mis manos llenas
Dejé ir todo en mi camino a ti
Dejé ir los días pasados
La cicatriz que lastimaba mi corazón
El recuerdo que me asfixiaba
Dejé ir todo
Después de platicar un poco con Daesung, había decidido que por fin era hora dedejar el pasado atrás. Jiyong no era aquella persona que lo lastimó antes. Ya no podía seguir actuando de esa forma, tan egoísta pensando que alejarse de la gente era lo mejor para él, cuando en realidad solo se estaba lastimando y lastimaba a los demás. Creía que estando solo tendría todo, no sabía lo agradable que podía llegar a ser estar con verdaderos amigos.
- ¿En que piensas? - Jiyong lo sacó de sus recuerdos. Seung lo miró. No se había dado cuenta cuándo había despertado.
- Pensaba en cómo vivía antes de... ti - Sintió como el calor subía a sus mejillas. No estaba acostumbrado a decir ese tipo de cosas.
Vio como Jiyong le sonreía. Ya llevaban casi tres meses siendo novios, y realmente era lo mejor que le había pasado. Al inicio se había resistido, incluso se había alejado de Ji, le asustaba sentir como su corazón comenzaba a latir rápidamente cada vez que el menor se acercaba. Pero Jiyong había sido persistente.
- No pienses en esas cosas Seung, piensa en algo más lindo.
- Pero eso es lindo... quiero decir... tú...
- ¡Seung! - Luego de ese grito, Ji se lanzó sobre Seunghyun para abrazarlo. Ji quedó acostado encima de él, abrazandolo fuertemente - No seas tan tierno...
- Ji, bájate...
- ¿Ah? - Seung sintió como Jiyong se movía para dejar de abrazarlo y poder mirarlo a la cara - ¿Por qué? ¿No te gusta?
- No es eso... es que, tú sabes... - Desvió la mirada.
- Seunghyun - El nombrado volteó al escuchar la voz tan seria del menor. Su rostro también estaba completamente serio - Vuelves a pensar en eso y te pateo ¿me escuchaste? Estás bien así, gordito o delgado, de cualquier manera. No importa lo que piensen todo ese montón de idiotas, para mí tú eres perfecto.
Seung sonrió. Nunca antes había sentido esa calidez en su pecho, hasta que conoció a Jiyong. Era como un ángel caído del cielo solo para él. Tomó entre sus manos el sonrojado rostro del menor y se levantó un poco para poder darle un beso.
- Te quiero Ji.
- Yo te quiero más Seungie.
No hay lágrimas saliendo
Incluso no hay tiempo para llorar
No voy a parar nunca más
Estoy acostumbrado a la soledad
Yo solía decir
Fingía ser fuerte
Estos días estoy un poco extraño
Estaba tan codicioso
Estaba tan egoísta
Pero empecé a dejarme ir poco a poco
Casi cinco meses, y Seung no podía creer lo que le hacía sentir Jiyong.
En los descansos en la escuela, aparte de estar con Youngbae y Daesung, a veces se iban a sentar al lado de un árbol los dos solos, un poco alejados de sus amigos. Seunghyun se sentaba en el pasto y Ji entre sus piernas, mientras Seung lo abrazaba por la cintura. No estaba acostumbrado a ser de esa manera, pero el solo tener cerca al menor lo hacía actuar así, dulce y derrama-miel. Tampoco le molestaba mucho, pues Jiyong era lo suficientemente importante como para tratarlo de esa forma. No había nadie más importante que Ji en el mundo de Seung en ese momento. No entendía qué era lo que le había hecho para hacerlo cambiar de esa manera. Simplemente había llegado a su vida de la nada, y la había llenado de color.
Conseguí todo lo que he querido
Pero no puedo tener lo que necesito
Mucha codicia que cubría mis ojos
El egoísmo de mis manos llenas
Dejé ir todo en mi camino a ti
Dejé ir los días pasados
La cicatriz que lastimaba mi corazón
El recuerdo que me asfixiaba
Dejé ir todo
No tiene sentido sin ti
No hay yo sin ti
Aunque me dejo llevar por el mundo, está bien si...
Solo hay lo que dejaste en mi interior
Bebé, nunca te dejaré ir
Estaba seguro de que eso no era verdad, no podía ser verdad. Él confiaba en Jiyong, ¿cierto? Jiyong no le mentía, ¿cierto?
Sintió como sus ojos ardían, pero él no quería llorar, y no iba a hacerlo. Lo más probable es que esos tipos le estuvieran mintiendo para hacerlo sentir mal, ¿verdad? Claro, eso tenía que ser...
- ¿Y qué piensas? - Uno de ellos habló.
- Pienso que deberían irse antes de que los golpee.
Hizo su mejor esfuerzo para que su voz no delatara lo que en realidad estaba sintiendo. Los tres chicos frente a él comenzaron a reír, para luego irse y dejarlo solo en aquel pasillo.
¿Y si todo era verdad? ¿Y si ellos eran amigos de Jiyong y por eso sabían lo que le habían dicho? No, no podía ser cierto... Jiyong no podía haberlo engañado de esa forma.
Lentamente se dejó caer en el piso, para quedar sentado con la espalda apoyada en la pared. Aún cuando Ji se la pasaba diciendole que lo quería, una pequeña parte de él seguía siendo insegura. Aquellos tipos le habían dicho que no había razón para que un chico tan lindo como Jiyong estuviera saliendo con alguien como él, excepto tal vez una apuesta. Y si lo pensaba bien, era verdad. Era normal que alguien como él se fijara en Jiyong, ¿pero qué podría haberle visto Ji al idiota de Choi Seunghyun? Aparte del peso...
Nuevamente sus ojos ardían, pero no iba a llorar. No iba a hacerlo nunca más. Incluso si todo eso era verdad, si Jiyong le estaba mintiendo, él se había prometido no volver a llorar nunca más. Tal vez lo difícil sería volver a acostumbrarse a estar solo...
- ¡Seung!
Reconoció esa voz al instante. Se volteó y vio a Jiyong corriendo hacia él a la velocidad de la luz. ¿Qué hacía ahí? Supuestamente era hora de clase. Él estaba ahí porque había ido al baño, y cuando iba de regreso a su salón esos chicos habían aparecido de repente.
- ¡Seung! - Jiyong volvió a gritar y derrapó en el piso antes de lanzarse sobre él a abrazarlo - ¡No les creas, no les creas! ¡Lo que te dijeron no es verdad! - Lentamente Seung deshizo el abrazo de Jiyong para mirarlo a la cara.
- ¿Cómo sabes que me dijeron algo?
- ¡Los escuché! Van en mi clase y como no tenemos profesor en esta hora ellos salieron, y cuando regresaron me dijeron "después de lo que le dijimos a tu noviecito seguro ya no te va a querer" y yo... - Jiyong comenzó a llorar, haciendo que el corazón de Seunghyun se oprimiera - yo los obligué a decirme qué te habían hecho y entonces vine corriendo a buscarte... ¿No les creíste, cierto? - El mayor no contestó - Seung...
- No quiero creerles Ji, pero hay algo en lo que tienen razón. ¿Qué podrías ver tú en mí? - Agachó la cabeza, pero al instante sintió las manos de Jiyong en su rostro obligandolo a subirla de nuevo y mirarlo a los ojos. Seguían cayendo lágrimas por sus mejillas.
- Al inicio, simplemente te me hiciste muy lindo. Te vi y mi corazón se aceleró de la nada. Pasaron los días y cada vez que estaba cerca de ti sentía que mi mente se ponía en blanco y lo único en lo que podía pensar era en no dejar de mirarte - Con cada palabra de Jiyong, Seung quedaba más sorprendido y avergonzado - Poco a poco fui conociendote más, de lejos, y me di cuenta de que cuando estabas con Daesung eras la persona más linda que había visto nunca - Y Ji seguía llorando - Intentaba estar siempre cerca de ti, escuchar tu voz, ver tu rostro, intentaba que tú me miraras también. ¿Recuerdas cuando me encontraste detrás del árbol y me dijiste que me vaya? Debo confesar que sí te estaba espiando. Yo solo quería conocerte... sinceramente no sé qué vi en ti ese día, no sé qué fue lo que hizo que me fijara en ti desde el primer momento, pero así es esto ¿no? Tú no decides quién te va a gustar, simplemente lo ves y lo sabes. Sabes que a tus ojos esa persona es perfecta, no importa lo que piensen los demás, el más mínimo detalle es hermoso. Así es el amor...
Seung sentía que su corazón se iba a salir de su pecho y tenía ganas de llorar otra vez. Definitivamente Jiyong era una bendición en su vida.
- ¿Lo entiendes Seung? - Ji se acercó lentamente mientras cerraba sus ojos, hasta que sus frentes quedaron juntas - No me importa lo que piense otra gente de ti. No importa nada, porque lo único realmente importante para mí es que a mis ojos tú eres perfecto. Lo único que me importa es poder seguir sintiendo como mi corazón se acelera cada vez que estamos juntos, así como ahora. ¿Qué es importante para ti?
- Lo importante para mí... eres tú. Es no dejarte ir jamás - Jiyong se alejó y abrió los ojos. Estaban muy rojos, aunque él ya no lloraba.
- Entonces lo único que tienes que hacer es amarme. Amarme como yo te amo a ti - Seung levantó sus manos y acunó el rostro de Ji. Éste simplemente cerró los ojos de nuevo y movió un poco su cabeza, como si intentara sentir mejor las manos del mayor - Te amo Seung.
- Y yo te amo a ti Ji. Te amo más de lo que te imaginas.
Mucha codicia que cubría mis ojos
El egoísmo de mis manos llenas
Dejé ir todo en mi camino a ti
Dejé ir los días pasados
La cicatriz que lastimaba mi corazón
El recuerdo que me asfixiaba
Dejé ir todo