Todos comenzaban a salir de los salones, las clases habían acabado…
-Iré a ver a mis papas… Si quieres adelántate –Dijo el rubio sonriendo-
-¿Te acompaño? No me molestaría, lo sabes
-No, adelántate… ¡Nos vemos!
-Bueno ¡Nos vemos!
Naruto observo a Sai alejarse, comenzó a caminar en la dirección contraria, la tarde estaba sobre su cabeza se detuvo frente a un viejo hombre que vendía flores y compro un ramo, las acerco a su nariz
-¿Se ven lindas? –Pregunto al hombre-
-¿Eh? Si claro que si… Tiene buen gusto –Respondió amable el hombre, el rubio pago y comenzó a alejarse, llevo las flores a su nariz una vez más-
-“Rosas… Lirios… Girasoles…” –Llevo una mano a las flores mientras sonreía y las veía con alegría- Y ave del paraíso… Lindas
Tomo el metro como ya sabía, conocía la ruta, cual era la parada, llegaría aun con luz del sol, pero quizás al regresar ya habría luz de luna… A sus oídos llego el sonido de una persona tosiendo, giro la cabeza intentando ver quién era, entonces vio a una mujer que parecía quizás estar entrando a un resfriado, la escucho estornudar y se levanto
Sasuke Uchiha, “el mudo” según varios… Se encontraba caminando con las manos en los bolsillos cuando llego a la estación, las puertas se abrieron dejándolo entrar y una vez sentado se coloco los auriculares y encendió el teléfono, poco le importaba lo que estuvieran haciendo los demás, el solo se giro para observar el sol esconderse… Cuando algo llamo su atención sin querer. Había un chico, un rubio con gafas de sol… ¿Quién usaba gafas en un metro? Bueno, tampoco le importaba, pero… Entonces noto que el rubio estaba arrodillado frente a una mujer y le ofrecía un pañuelo sonriendo, noto la sorpresa y el sonrojo en aquella mujer, después de todo no cualquiera se te acercaría a regalarte un pañuelo o preguntarte si te sientes bien… La mirada azabache se suavizo, ese chico… Se le hacía conocido… El solo se quedo ahí, sujetándose del pasamanos más cercano mientras hablaba con aquella mujer, todos a su alrededor tenían su atención en cualquier otra cosa. ¿Cómo es que se le hacía conocido aquel chico? Parecía de su edad, o contemporáneo… ¿Dónde lo había visto antes? Como sea… Regreso la mirada al paisaje detrás de la ventana. Se haría de noche en quizás un par de horas… Observo su reloj, tenía por lo menos un viaje de unos treinta minutos más… Decidió dormir un poco. ¿Quién duerme en el metro?
El rubio se encontraba ahora sentado a un lado de aquella mujer pero ya no hablaban, ella se había agradecido del gesto del rubio. El sol casi se encendía por completo cuando su parada llego, salió y comenzó a caminar sin prisa…
Escucho personas hablando de precios y colores… Alzo la vista
-Llegue… -Paso de las grandes puertas de hierro, aun le quedaba por caminar… Ya sabía el camino de memoria, tercera manzana a la derecha, una después a la izquierda, el pequeño puente unos tres metros después, unos dos metros sobre el césped- Hola… -Bajo la mirada y se levanto un poco las gafas- Oto-san… Oka-san… -Hizo una pequeña reverencia y se sentó frente a las dos lapidas, repartió las flores entre los dos recipientes- Las clases comenzaron otra vez… -Sonrió- Prometo poner todo mi empeño en este primer año-ttebayo
Sonrió como solo sus padres y Sai sabían que podía sonreír, con alegría, con entusiasmo, como un niño pequeño cuando ve un cachorro… Porque solo con sus padres aun podía ser así… Solo ahí era su sitio de tranquilidad y felicidad, solo recordaba cuando era alegre, antes de que todo cambiara. Pero pocas veces recordaba eso cuando estaba ahí, con su familia… ¿Alguna vez tendría una familia propia? Por ahora estaba bien solo con lo que tenía. Pero sabía que en fondo añoraba más, necesitaba más…
Sintió el sol esconderse aun mas y volteo
-Casi anochece… Debo irme… Volveré pronto –Hizo una reverencia y se coloco los lentes- Promesa!
Se dio la vuelta y a lo lejos observo una lapida… Una que siempre había llamado su atención desde la primera vez… Estaba bajo una pequeña capilla de cristal y tenía un bello ángel en el techo de esta. ¿Quién estaría descansando ahí? Estaba apartada. Sola. Pero resplandecía por si sola así… La curiosidad le gano y comenzó a acercarse…
Antes de acercarse mucho hizo una pequeña reverencia con la cabeza, como si pidiera permiso para entrar… Se detuvo frente a la lapida, y el viento soplo con fuerza
-¿Uchiha? –Susurro, recordó “Ojos negros, cabello negro azulado, piel clara”- Como aquel chico…
Noto que el recipiente de las flores no estaba, el viento aun soplaba con fuerza y sintió una mirada a su espalda, se dio la vuelta encontrándose con aquel chico… Entonces esta era su familia, el chico lo mirada casi con rabia
-Disculpa… No quería molestar solo que siempre me pareció una linda lapida… -Se movió un poco y el pelinegro paso dejando el recipiente limpio con agua clara y con hermosas flores blancas en su sitio- Tu eres Sasuke Uchiha… ¿Cierto? –El pelinegro se levanto y lo observo serio, observo aquellas gafas, entonces recordó ese era el chico del metro pero también era de su universidad… Ah sí, el que siempre llevaba esas gafas- Mucho gusto, yo soy Naruto Namikaze –Dijo alzando una mano y sonriendo un poco, el azabache lo miro aun sin expresión pero levanto la mano aceptando el saludo y asintió con la cabeza- ¿No dirás nada? –El pelinegro pasó de él y salió comenzando a alejarse. El rubio observo cómo se alejaba en silencio, entonces… ¿En verdad era mudo? Observo que el sol ya no se veía, las nubes estaban pintadas en rosa y naranja, debía irse y pronto, dio una reverencia con la cabeza a la lapida y comenzó a caminar un poco apresurado-
No convenía estar fuera de casa de noche
El azabache subió una vez más al metro, la noche comenzaba a mostrarse en el cielo… Extraña aparición aquella en el cementerio, llego y se tomo su tiempo en avanzar, una vez ahí solo se quedo pensando y recordando hasta que decidió tomar el recipiente de las flores e ir a limpiarlo para colocar las flores, se extraño y hasta molesto ver a alguien en la tumba de su familia pero era ese rubio… Le resto importancia, se había disculpado eso quería decir que no era mala persona ¿Cierto? Verlo ahí… Entonces el también había perdido a alguien… Se fue rápido pues ahora tenía trabajo por hacer… Viernes, agradecia que aunque fueran los días más fuertes, al día siguiente no tuviera clases… ¿El? Trabajaba en un hotel, a veces era mozo en el restaurante del hotel o también llevaba la comida a los inquilinos en habitaciones, usualmente solo era parte del personal, limpiaba de aquí a allá, llevaba maletas, ayudaba a sus compañeros, intentaba a hacer lo mas que pudiera, estaba bien y ganaba lo suficiente… No era el empleo soñado pero era honrado y tenía buenos jefes… Era lo importante
--------------------------------------------------------------------------------
-¡Llegue!
-Llegas tarde… Ya es de noche
-Lo siento, me quede de más…
El rubio vivía con su amigo Sai, entre ambos el apartamento no era tan vacio o triste y la renta era más económica…
-¿Trabajas mañana?
El rubio se quito las gafas, el otro ya había cenado
-Sí, ¿Tu?
-No… ¿Cuándo es la próxima cita con el médico?
-… -El rubio detuvo en seco sus movimientos, cerró los ojos y- Un mes…
El sol ya había salido cuando el azabache salía del hotel para dirigirse a su casa… Podría dormir un poco… Después podría tener la mente más clara para estudiar y adelantar cosas, le gustaba tomar el tiempo previo y no estar después atareado, pues no podía perder un día de trabajo
Dos personas, tan distintas y a la vez tenían tanto en común… Ya sus caminos se habían encontrado… ¿Podrían entrelazarse?
Lentamente los días pasaban, una que otra vez el moreno era centro de vista por haber hecho enojar a alguien, mas de una vez el rubio había intentado hablarle pero no lograba ni decirle la primera palabra… Los días pasaban y con ellas, una nueva hora de trabajo, un nuevo día más de universidad. Así ya había llegado el día de la cita médica del rubio, Sai como siempre estaba ahí con el… En silencio en la sala de espera…
Suspiro, el pocas veces fue de hablar mucho, era más del tipo callado y calculador, aun así tenía su lado divertido y hasta sarcástico… Observo la puerta del consultorio… Pero Naruto… Naruto se había vuelto más reservado, más callado, menos enérgico de lo que era antes… ¿Alguna vez volvería a ser como antes? Aunque aun su rubio amigo podía mostrarse divertido y sonriente… Sabía que no venían desde su profundo ser, que lo intentaba y se divertía pero no lograba ser el que era antes… Espontaneo.
-Nos veremos entonces Naruto… Cuídate –Sonrió el doctor, Sai se levanto, su amigo se coloco las gafas una vez mas y le sonrió-
-¿Qué tal? –Pregunto el pelicorto mientras caminaban-
-Todo sigue igual… Quizás un poco mejor –El pelinegro se sorprendió y lo miro-
-¡Eso es bueno!
-¡Lo sé! Jaja… Pero relativamente todo igual… También es una buena noticia
-Ya lo creo –Dijo colocando una mano en el hombro de su amigo y sonriendo-
------------------------------------------------------------------------------
-¡Buenos días!
-¡Buen día profesor Kakashi!
Hatake Kakashi, de cabellos plateados, ojos negros, piel clara, usaba siempre alguna venda o parche sobre su ojo izquierdo pero se podía ver una cicatriz
-¡Noticias! ¡La primera! –Algunos ya se asustaban, el profesor estaba demasiado feliz ese día- ¡Les tengo un trabajo por equipos! –Todos se emocionaron- Yo eligiere los equipos –Ya no estaban tan emocionados- ¡Segundo! ¡Examen sorpresa!
-¿¡QUEE!?
Una vez el examen había terminado el profesor les pidió a todos salir
-Durante su examen he pensado en los equipos y por favor, cuando los llame se sientan comenzando en la primera fila… Inuzuka Kiba con… Rock Lee
-¡Genial! –Gritaron ambos tomando su lugar, así siguieron pasando los equipos-
-Me pregunto si quedaremos juntos
-Jaja, ¿Me echaras de menos si no quedo contigo? –Sai sonrió ante esa broma-
-¿Cómo crees que saliste en el examen?
-Pues…
-¡Namikaze Naruto! –El chico se acerco al profesor- Con… Yamanaka Ino –La chica apareció junto al rubio y se acercaron a su lugar-
-Mucho gusto, Ino…
-Si ya te había visto yo soy Naruto, un gusto
-¡Por ultimo...! –Los dos restantes se acercaron- Uchida Sai y Uchiha Sasuke
Una vez todos estuvieron sentados, el profesor entro y dio una hoja con las indicaciones principales, se acerco al escritorio y comenzó a dar las pautas a seguir… Incluyendo que al final se haría una exposición del tema… Observo su reloj
-Creo que pueden irse… Aunque… -Ya todos estaban arreglando sus cosas cuando el profesor llevo una mano a su barbilla pensando- Uchida… Cambia de lugar con Namikaze… -Comenzó a susurrar mientras sus alumnos se cambiaban- Dos rubios y dos pelinegros… No… Se ve mejor así –Observo a todos y hablo en voz alta- Si, me gusta más… ¡Pueden irse! ¡Tienen sus fechas de entrega en la hoja!
-Hola –El pelinegro observo al ojiazul a su lado- Creo que ahora somos compañeros…