Era algo noche ya y nada se oía a los alrededores, era perfecto para dormir tranquilo, todos estaba ya en sus casa descansando y los niños esperaban dormidos con ansias sus regalos que tanto pidieron a Santa.
Aunque todos debían dormir, alguien no lo hacía, alguien caminaba por la noche oscura y silenciosa con un destino solamente, solo se admiraba su sombra caminando por las calles sin decir nada o mirar más que al frente.
Caminaba a las afueras de Magnolia precavido de que alguien no le viera quien es, seguía su rumbo con algo extraño encima, ¿Qué era?
- Rayos, esto es algo molesto – decía aquella persona en la oscuridad – no es lo mío estar así
De caminar tanto estaba algo cansado, como no, cargaba consigo algo un poco pesado y no estaba tan alegre con ello.
- Espero y después me la pagues Natsu – dijo al ser iluminado por una luz de la calle
Era Gray, el mago de hielo que estaba yendo directo a la casa de Natsu, aunque estaba algo raro, algo tenía planeado.
Al mirar la casa del pelirosa ya cerca dejo caer lo que traía, era un saco algo grande y por lo visto de no mucho agrado para el pelinegro que aún se veía dudoso de lo que hacía.
- Maldición, lo que me obligas a hacer cabeza de flama – dijo y comenzó a ponerse algo encima
Pasaron unos cuantos minutos hasta que el pelinegro estuvo listo al fin.
- Bien, esto será solo por esta vez – dijo avergonzado – nadie lo sabrá
Gray había planeado vestirse de Santa para sorprender a Natsu y saber cuál era su desea, si podía cumplírselo, lo haría.
- Por donde entro, se supone que la chimenea – decía buscando – es demasiado pequeña…
Finalmente decidió entrar por la ventana que vio entreabierta que daba directo a el cuarto principal frente a la puerta.
- Silencioso entro a la casa tara rarara rarara, a llevarle sus regalos tara rarara rarara, para después golpearlo tarara rarara rarara – intentaba controlarse para no agarrar a Natsu a golpes mientras dormía.
Por fin entro a su casa y comenzó a buscar la carta por todos lados.
- ¿Dónde rayos esta esa maldita carta Natsu? – decía molesto - ¿Dónde la pusiste?
Busco como loco por donde se le ocurría pero no encontraba nada así que decidió ir al cuarto del pelirosa para confirmar si no estaba ahí.
Subió al cuarto de Natsu lo más silencioso posible para buscar la carta, llego por fin a la puerta e intento abrirla despacio para ver si estaba dormido el pelirosa.
Abrió por fin la puerta y entro escabulléndose hasta llegar cerca de su cama, miro como dormía el pelirosa tranquilamente con una sonrisa en su cara, al momento el pelinegro reacciono de manera extraña y sintió algo de vergüenza al verle de esa manera.
- ¿Pero que me pasa? – se dijo reaccionando – la carta… ¿dónde está?
Comenzó a buscar cuidando de no hacer ruido mientras movía las cosa, busco y busco hasta que por fin encontró aquella dichosa carta que quería.
- ¡Es esta! – exclamó y al momento volteo a ver a la cama – esta debe ser – dijo esta vez susurrando
Salió del cuarto lo más rápido que pudo y se dirigió de nuevo a donde había entrado, por fuera de la ventana estaba un saco con algunos arreglos que tomo del gremio al ir y otras cosas que tal vez serian la que imaginaba pediría Natsu.
- Bien flamita… ¿qué pediste? – dijo abriendo la carta para leerla rápido
- Bien, querido santa…blablablá…solo quiero…mmm…veo que la volvió a hacer – dijo
Siguió leyendo hasta que llego a la parte importante.
Lo que quiero y siempre he querido
Es solamente estar al lado de Gray.
Eso es lo que te pido solo estar a su lado
Al leer esto al momento dejo el papel caer al suelo y se quedó pasmado por lo que pedía.
- Estar a mi lado, Natsu – se dijo – que tontería jajaja era solo eso – dijo levantando la carta de nuevo y seguir leyéndola.
Continúo para terminarla por fin y pareció no gustarle el final.
Quiero tener mucho
sexo salvaje con Gray, Santa
Esto dejo al pelinegro boquiabierto, no esperaba tal cosa.
- Pero que cosas pides Natsu - dijo alzando la voz – esto no lo esperaba
Dejo la carta encima de la mesa e intenten taba reaccionar a tal sorpresa.
- Lo leíste… - escucho que dijeron por detrás
- Me descuide – dijo y volteo a ver
El pelirosa estaba parado detrás de él y le sujeto por la espalda impidiéndole moverse pero al momento se zafó y quedaron de frente.
- ¿Quién eres? – le pregunto el pelirosa
- Que no ves – le respondió el mago de hielo fingiendo la voz – soy Santa
Al momento miro como el pelirosa le veía fijamente como si le analizara por completo.
- ¡Mentiroso! ¡Gray! – dijo a gritos
- Qué pero como es que…?
- Tu ropa – le dijo
El pelinegro no se había dado cuenta pero lo único que traía encima ya era solamente un gorro de color rojo.
- Aaahh, maldición. – dijo dejándose al descubierto – con razón me sentía más cómodo – pensaba
Al momento el pelirosa miraba su cuerpo semidesnudo por así decirlo, solo le quedaban la ropa interior y el gorro de santa que traía encima, lo demás estaba por los suelos tirado.
- Bien – dijo el pelirosa – ya que lo leíste…
- Espera que haces – reacciono el pelinegro al sentirse atrapado
- …no te dejare ir – completo de decir tomando al pelinegro por detrás
Tomo al pelinegro por la espalda impidiéndole moverse, aunque luchaba por soltarse ya era algo tarde porque le estaba atando con lo primero que había tomado el pelirosa.
- Detente, ¿Qué pretendes? – dijo forcejeando el pelinegro
- Ya lo leíste no…vamos a tener sexo salvaje esta noche
Lo llevo hacia el cuarto a la fuerza y ya en la cama le tomo por enfrente y comenzó a acarícialo poco a poco, se acercó al pelinegro que aun intentaba liberarse sin éxito.
- No te resistas… - le dijo riendo – te gustara Gray
Comenzó a acariciar su pecho con ambas manos y al momento el pelinegro reacciono con un escalofrío que sintió por su cuerpo entero, empezó a acercarse a su cuerpo y lo tiro al suelo para terminar montado sobre él.
- Veo que te gusta – le dijo el pelirosa – ya estas reaccionando
- Ya para Natsu – le dijo el pelinegro – yo no…aaaahhhgg
En ese momento el pelirosa comenzó a lamer el pecho del pelinegro el cual reacciono al sentirlo, lamio su piel poco a poco acercándose a uno de sus pezones con el cual empezó a jugar con su lengua.
Hacía que empezara a moverse poco a poco de placer aunque no lo admitiera, se escuchaba de la boca del pelinegro uno que otro gemido por lo que le hacía con la lengua el pelirosa.
- Yo no…puedo más – dijo el mago de hielo y congelo al momento lo que le ataba rompiéndola y soltándose por fin – Natsu, siempre he tenido esta curiosidad, ¿por…porque eres tan sexy para mí? – dijo y le tomo tirándole al suelo
En ese momento no le dejo decir nada y le beso rápidamente, le beso apasionadamente jugando con su lengua que intentaba entrar en su boca, jugaba de un lado a otro mientras acariciaba su cuerpo de arriba abajo.
El pelinegro intentaba seguir pero se separaron por falta de aire y al recuperarse volvieron a lo suyo, comenzó a besarlo por todo el cuerpo mientras lo tomaba y cargaba para ponerlo entre sus piernas, marcaba cada punto donde le besaba con moretones dejados por mordidas que le hacía al pelirosa el cual gemía de gusto.
Se abrazaron al acabar de hacerlo y el pelirosa empezó a acariciar el miembro del pelinegro el cual sintió una excitación muy grande al ver así a su compañero, comenzó a verlo de una manera diferente, le deseaba con lujuria y quería aplacar esa gran curiosidad.
El pelirosa perdió tiempo y al momento despojo al mago de hielo de la poca ropa que traía, tiro ese gorro que tenía puesto por un lado y rápido rasgo la ropa interior dejando al descubierto el miembro semirrecto del pelinegro.
- ¿Qué pretendes hacer Nat…? – dijo el pelinegro sin poder terminar debido a la sensación que empezó a darle el pelirosa
Tomo su miembro con una mano y comenzó a sobarlo lentamente mientras lamia la punta con la lengua llenando de placer al mago de hielo el cual retorció las piernas y se encorvo tomando a Natsu por la espalda casi rasguñándole de placer.
- ¿Te gusta? – le pregunto al pelinegro – esto apenas empieza, ahora que te tengo no te dejare ir – dijo y volvió a repetir lo que había hecho
Poco a poco el mago de fuego saboreaba a su compañero sin dejarlo descansar, comenzó a acelerar y el pelinegro solo se mordía los labios de placer al sentirle.
- Ya no…puedo más – dijo el pelinegro - ¡NATSU! ven aquí – grito y le tomo de la cintura para dejarlo encima de él.
Comenzó a besarlo de nuevo e introdujo uno de sus dedos en el orificio del pelirosa que al sentirlo grito de dolor.
- ¿Te gusta esto? – le pregunto el mago de hielo a su compañero
- Me encanta, Gray – le respondió gimiendo abriendo un solo ojo para verle
Comenzó a mover su dedo en su cavidad y poco a poco sintió como dilataba a su compañero, preparo el segundo dedo y sin perder más tiempo lo introdujo haciendo que el mago de fuego gritara al sentirlo.
Callo abrazando a quien ahora estaba entrando en su interior y dejaba que lo siguiera haciendo esperando aun la mejor parte, dejo pasar un poco hasta que por fin saco ambos dedos y le tomo volteándolo de espaldas.
- Ya es hora Natsu – dijo con una sonrisa – voy a entrar en ti
- Hazlo – dijo – entra, hazlo – decía desesperado
No espero más y al momento el pelinegro introdujo su miembro haciendo que su compañero comenzara a gritar de dolor y cerrara los puños aguantando, entro hasta el fondo y espero a que el pelirosa le indicara que podía moverse.
- ¡Hazlo ya! – le grito el pelirosa desesperado
Comenzó a empujar despacio hacia adentro para evitar que le doliera tanto hasta que empezó a acelerar sin poder controlarse, cada vez más rápido empujaba su miembro abriéndole paso dentro de su compañero el cual comenzaba a sentir placer por el acto.
Entraba y salía del pelirosa cada vez más y más rápido sin poder parar ya, hasta que lo volteo y le abrazo para quedar frente a frente. Comenzó de nuevo a entrar en él y le besaba una y otra vez para callar aquellos gemidos que le excitaban aún más al oírlos.
Al momento el pelirosa agachaba la mirada pero con una mano le tomo de la barbilla para alzarle el rostro de nuevo.
- Quiero ver tu cara hasta el final – le dijo besándolo una vez más y gritando ambos al echar fuera su liquido blanco.
Ambos cayeron en la cama exhaustos por todo y el pelirosa comenzó a limpiar el abdomen del pelinegro de su líquido con sus dedos.
- Espera, yo lo hago – le dijo el mago de hielo tomando con un dedo todo y saboreándolo
- Tonto, no lo hagas que es vergonzoso – le dijo sonrojado
- Sabe bien – le dijo sonriendo
Así pasaron un rato hasta que por fin retomaron el aliento y el pelirosa se montó sobre el mago de hielo dejándolo algo confundido.
- Bien, ¿estás listo? – le dijo el pelirosa con una sonrisa
- Eeeh, ¿para qué? – le pregunto
- Para la segunda ronda – respondió dejando al mago de hielo congelado al oírlo
- Pero yo no… - intento decir cuando le tomo de nuevo el miembro – aaahhhgg espera…hey
- ¿Lo leíste no? – le dijo al pelinegro – SEXO SALVAJE Gray, eso significa toda la noche – dijo y sonrió y sin dejarlo decir más comenzó de nuevo
Paso la noche y la luz del sol por fin se dejaba ver por las calles de Magnolia, era ya de día y era Navidad, todos despertaban y en especial los niños que iban con gran emoción corriendo a ver sus regalos.
A las afueras de Magnolia en una casa algo alejada también despertaba un par que no parecía haber dormido nada bien.
- Buenos días…Gray – le dijo el pelirosa a su compañero de cama
- Bu..bu…buenos…di…días Natsu – le respondía exhausto aun el pelinegro
Ambos se levantaron y se quedaron sentados en la cama esperando un rato a recuperarse un poco más.
- Gray – le dijo el pelirosa
- ¿Qué pasa? – le pregunto
- Más vale que te prepares – dijo
- Eehh… ¿Por qué Natsu? – pregunto con cara de preocupación
- Porque esta noche se repetirá todos los días Gray – le dijo sonriendo y tirándolo en la cama de nuevo
- Oye…espera… ¡NATSUUU!
FIN