Abrí los ojos inmediatamente, me encontraba en una sala totalmente blanca y a unos metros de mí se encontraba las tres puertas con sus respectivos carteles.
Salió rápidamente del lugar para encaminarse hacia la casa abandonada de la colina, pero le resulto raro que la melodía no había comenzado
No le dio importancia y siguió su camino, cuando llego, intento abrir la puerta de la casa abandonada pero esta por más fuerza que hiciera no daba signos de querer abrirse así que se rindió a la idea de poder abrirla
-Otra vez…- susurro, últimamente la puerta no se habría y eso había comenzado a molestarlo de sobremanera, rodio la casa y entrando por una pequeña abertura, se dirigió a la habitación donde se suponía se encontraba el, pero fue mucha su sorpresa al no encontrarlo dentro
Me quede parado en la puerta de la habitación sin saber qué hacer, esto nunca había pasado antes, acerque lentamente uno de mis pies hacia dentro de la habitación esperando algún golpe o algo que me aventara de ahí…
Pero no sucedió nada, asombrado se adentró hacia dentro mirando atentamente alrededor esperando que en cualquier momento algo o como él decía “la fuerza” lo aventara de ahí pero nuevamente no sucedió nada.
-Hey… ¿Estas hay?, hola – grito pero no hubo respuesta, miro lo que tenía en frente emocionado, mirando cada pequeño y minúsculo detalle que le dejaban ver sus ojos
Se acercó lentamente hacia el piano y con suma delicadez se sentó en la banca donde siempre se sentaba el, pero en eso al mirar al frente vio algo que le llamo la atención
-¿Cuadros?-susurro atónito, miró fijamente hacia adelante, y si efectivamente su cerebro no le había engañado eran cuadros, habían unos tres y cada uno era diferente
Se levantó de la banca y se encamino a paso lento hacia los cuadros, el primero tenía un cuadro de color dorado, parecía haber sido tallado a mano con unas hermosas decoraciones, dentro de él se encontraba una foto de un bebe dormido siendo cargado por sus padres una hermosa mujer y hombre, ambos estaban sonriendo radiantemente y transmitían un brillo cálido, parecían una familia muy feliz
Me encamine a mirar al siguiente cuadro, pero no me gustó mucho lo que vi, el cuadro había cambiado a un color plateado oxidado como si hubiese sido olvidado en el tiempo, dentro había una foto del mismo hombre , pero este hombre parecía totalmente diferente , todo brillo de calidez se había ido y la sonrisa había quedado suplantado por un áspera línea recta, tenía una cara seria, el niño se encontraba justo a los pies del señor tendría unos cinco años , el niño no tenía ninguna sonrisa y sus ojos solo delataban una profunda tristeza, en esa foto la madre no estaba.
Me pase a ver el siguiente cuadro, si antes no había gustado el otro cuadro este estaba por muy debajo del otro, el cuadro era de madera que desprendía un olor putrefacto y en ella se encontraba la foto de un niño de unos diez años, se encontraba parado en el medio de una multitud de varios niños de diferentes edades, en la foto no se encontraba ni el padre ni la madre, todos en la foto parecían haber perdido algo importante para ellos.
Acerque mi mano al cuadro de madera pero nunca lo llegue a tocar, al instante sentí un escalofrió por todo la espalda, sentía como si un frio poderoso se apoderaba de mi espalda, parecía como si alguien me estuviese abrazando
Se voltio rápidamente hacia tras pero todo se había consumido por una oscuridad, no se podía distinguir nada, ni siquiera se podía ver a el mismo, sintió como una poderosa luz provenía de su espalda, se voltio y se encontró con el piano que momentos antes había visto, este estaba destruido
Sentía que debía acercarse hacia él, pero no podía, su cuerpo no respondía, entonces se escuchó una nota que reconocería en cualquier parte, era la nota de un piano, la nota sequia sonando hasta que cada vez bajaba más y más su tono hasta el punto de que por momentos parecía culminar…
En ese momento se pudo mover
Se dirigió tan rápido como pudo hacia el piano pero justo antes de siquiera llegar…
La nota se dejó de escuchar
Steven se despertó inquieto y desesperado sentía como la adrenalina aun corría por su cuerpo, se levantó y se encamino directo al baño, se sentía acalorado y su corazón latiendo a mil por segundo, pereciera como si hubiese corrido una maratón hasta quedar totalmente rendido
“qué demonios fue ese sueño… Nunca me había pasado eso ¿Por qué?” se miró al espejo un poco escandalizado esperando una respuesta que el sabia… no llegaría
Steven no recordaba la última vez que había sucedido algo así y eso era porque eso nunca había ocurrido antes… después de la llegada de su hermano menor unas semanas más tarde murió su madre biológica, él se tuvo que encargar de cuidar a su hermano menor al que su madre como última petición lo llamo Erick en honor a su abuelo que por cierto nunca apareció en el funeral de su madre, todo eso ocurrió cuando tuvo siete años , su padre tuvo que trabajar más para mantenernos, cuando cumplió la edad de diez años su padre trajo a casa una mujer que poco después se convertiría en su madrasta y el tomaría como trabajo el ser un piloto de avión lo cual un mes antes de irse él se encargó de pasar todo el tiempo posible con sus hijos haciendo que los hijos se olvidasen por momentos la tristeza que les abarcaban y ellos podían haberlo superado si no fuera porque su padre soltaría la bomba que culminaría con todo sentimiento de cariño por parte de Steven y su hijo menor Erick, él dijo que se iría a trabajar muy lejos y que solo podía visitarlos una vez al año, Steven se enojó mucho con el ocasionando que él y su padre perdieran todo tipo de conexión pues no le gusto para nada que los dejara a ellos con una mujer que aparte que no se llevaban bien no lo conocían lo suficiente ,después de que su padre se fuera a trabajar, la mujer se mostró como era realmente una zorra alcohólica, por lo cual ellos mismos tenían que alimentarse y Steven comenzó a obtener una personalidad brusca, fría e incluso a veces infantil, cada Año nuevo su padre venía a visitarlos trayéndoles un regalo pero hubo un “algo” que hiciera que el vaso de agua se rebalsase … su padre cada año que los visitaba tenía un olor a mujer y siempre venía con chupetones en el cuello que ni siquiera se dignaba a esconder , el muy maldito aparte de casarse con una zorra al cólica la engaña con otras mujeres, a partir de allí Steven perdió toda confianza en las personas y buscaba un algo que lo sacase de ese agujero negro de inseguridades en el que él y su hermano pequeño se habían metido.
Se tomó una ducha rápida, pues no quería desperdiciar el tiempo, cuando termino se puso unos shorts y una camiseta blanca para luego dirigirse a la cama y buscar al demonio que siempre le despertaba
-Seis y media…-susurro era demasiado temprano para él, después de todo no se caracterizaba por levantarse temprano, se fue a la cocina de mala gana esperando encontrar una alentadora comida guardada, abrió la refrigeradora con sus esperanzas en ella pero esta se desvaneció al ver que todo estaba vacío lo único que se hallaba allí dentro era una lata de cerveza willim’s abierta
-supongo que debes en cuando llegar temprano no es malo…- resoplo desanimado
Se encargó de hacer el desayuno lo más rápido posible sino se les haría tarde y su objetivo de hoy era llegar temprano a la inauguración de clase… al menos esta vez, apenas Steven termino de hacer el desayuno se dirigió a despertar a su hermano menor
-¡¡Hey mocoso despierta de una buena vez!!-grito, al entrar al cuarto del menor de manera rápida para luego irse de la misma manera, después de todo tenía que alistarse
-¿Qué ha pasado?, no me despiertes así yo siempre lo hago con cariño no es justo-hiso un pequeño puchero-además ¡Tu levantándote temprano! ¿Va hacer el fin del mundo? –dramatizo Erick, mientras desayunaba, Erick a pesar de tener el mismo pasado que su hermano, se comportaba totalmente diferente a Steven
-Cállate y come, a mí me parece más raro el haberme levantado temprano y aún más el que tú no te levantaras…-respondió de manera agresiva
-mmmm……Hermano creo que alguien nos ha hecho una brujería, ¿Quién crees que sea? El vecino se ve sospechoso, siempre usando esas gafas negras-menciono Erick burlón
-Has estado viendo tu serie de detectives, no es así-dijo Steven mirándolo con una ceja alzada
-Que va – respondió Erick divertido, esbozando una gran sonrisa mientras lo decía
El desayuno paso tranquilo como el camino hacia la escuela, después de todo llegarían temprano, Steven estuvo por las nubes todo el camino, lo cual no pasó desapercibido para Erick, que al verlo, solo retiro la mirada dolido
Erick ya se había dado cuenta que su hermano le estaba ocultando algo, porque a veces de la nada siempre sentía que su hermano se transportaba a otro mundo, un mundo donde él no podía alcanzarlo
“sabes hermano, aun espero que algún día me digas lo que te está sucediendo”-pensó mientras miraba a Steven, el cual solo se mantuvo callado hasta llegar dentro de la escuela , para luego despedirse con un simple hasta luego
¿Qué demonios me pasa?...ya debería dejar de preocuparme por ese sueño, no es como si fuese a cambiar el mundo, Steven se sentó al final del salón no quería seguir pensando en ese sueño y el que justo en ese momento entrara el profesor, le ayudo mucho a distraerse
Buenos días, Muy bien alumnos como sabrán cada año siempre tenemos nuevos compañeros y este año no va a ser la excepción, como podrán ver hay nuevas caras conocidas, así que llamare por lista y cada uno se ira presentándose al frente, muy bien comencemos…
¿Nuevos compañeros?, comenzó a buscar con la mirada por el salón a los nuevos compañeros, y si efectivamente había caras que no conocía, especialmente uno que le llamo mucho la atención que se sentaba a dos sillas de su derecha, por alguna razón sentía que no se llevaría bien con el, pero aún era muy rápido para sacar conclusiones apresuradas
Todas las horas de clase habían transcurrido aburridas, hasta el punto que cuando llego la hora de salida sentía como si hubiese sido liberado de un implacable infierno de números y letras
Salió apresurado del salón, tenía que recoger al mocoso y ya se le había hecho tarde, corrió por todas partes hasta encontrar el salón donde se encontraba su hermano pero al parecer ya había salido, preocupado salió corriendo hasta el portón principal esperando encontrarlo, era la primera vez que esto pasaba, su hermano nunca salía sin el
¿Dónde estás, estúpido mocoso? si te encuentro te juro que te doy tus tan preciados al instante, pensó mientras varias imágenes pasaban por su mente y ninguna de ellas le gusto por que en cada uno Erick aparecida herido, cuando llego al portón principal, encontró a su hermano lo cual lo alivio de sobremanera
-Estúpido mocoso, ¿Por qué no esperaste a que llegara?-grito furioso, acercándose hasta donde se encontraba parado Erick, para luego darse cuenta que había otro persona más con el
Steven se acercó hasta donde estaba su hermano pero apenas se acercó lo suficiente se pudo dar cuenta como un aura oscura y nada amistosa rodeaba aquel lugar…
Y lo que más le sorprendía era que esa aura provenía de su dulce hermanito el cual se supone se caracterizaba por no hacer daño ni a una mosca y ahora estaba ahí, presenciando como su hermanito fulminaba con la mirada a un chico…
¡Espera! Ese no es el chico nuevo que se sentaba a dos sillas de él, ¿Qué está pasando aquí?, quería preguntar pero se dio cuenta que el chico había volteado hacia él, sintió como toda su sangre se paró por un instante, ese chico lo estaba fulminando con la mirada…pero
¿Qué tenía que ver el aquí?, que recuerde él no había hecho nada…malo, además ¿Qué cosa tiene que ver aquí el mocoso? Y porque esto parece una guerra de miradas…
-Dile a tu hermano, que por favor, se quite de mi camino y deje de mírame de esa manera… ¡Ahora! –Grito al final denotando cierto enojo mientras se encargaba de mirarlo como si quisiera golpearlo
Definitivamente nada bueno saldrá de esto…