No fue simple llegar a la escuela con Demian del brazo, menos con todas aquellas miradas, sé que se veía muy extraño pero al final no podía apartarlo, si lo hacía iba a quedar aún peor de lo que ya tenía como reputación.
Fuera de las miradas el día no tuvo ninguna diferencia a los demás, sólo era "sobrevivir" a otro día de escuela. Mi único problema ahora que la siguiente clase que tendríamos era literatura y esa profesora tenía una obsesión con hacernos escribir, no importaba si era una historia corta, una canción o un poema, cada semana era lo mismo justo este día y realmente no sabía si podría lograr escribir algo hoy.
- Bueno niños, hoy haremos un poema o dos, eso dependerá de ustedes, pero les aviso, el mejor poema irá al concurso anual de escritores, así que quiero que se esfuercen, si no veo ningún potencial en ninguno, no enviaré la recomendación con el poema.
Aquellas palabras eran suficientes para sentir más presión de la que ella ya me ponía, más cuando sonrió y me observó fijamente, como si esperara que yo escribiera algo importante.
A diferencia del resto, era el único que no parecía tomarle suficiente importancia a dicho concurso, todos se veían preocupados y que se estaban esforzando, menos yo, claro; hasta Demian se veía muy concentrado en lo que escribía. Tenía muchas ideas y a la vez ninguna, no sabía como debía iniciar, no sabía si debía escribir algo de amor o de traición, mis sentimientos eran un revuelo muy grande en ese momento, estaba demasiado confundido.
Fui el último en entregar, era la primera vez que me sucedía en esa clase.
- Allen, me extraña tu demora, pero puedo adivinar que por tu cara estabas muy confundido, bueno, sólo me queda revisar tu poema, siéntate.
Simplemente asentí con la cabeza, dudaba que podría elegir mi poema con tantas dudas que había tenido al escribirlo o eso pensaba.
- Chicos, esta es la clase de poema que les pedía, escuche por favor.
"Ver"
"Esta noche miro las estrellas buscando,
buscando en su vastedad una respuesta a mi pena,
en aquel mar inmenso de luces.
Escuché por ahí que en la antigüedad,
las estrellas eran personas y ahora me pregunto,
si alguna de ellas tendrá una respuesta para mi,
si alguna de ellas podría iluminar esta oscuridad de mi alma.
He llorado tanto que ya mis lágrimas se acabaron,
tanto ha sido mi dolor que hasta el cielo parece tener pena de mi,
aquel cielo despejado cambió, las estrellas se escondieron detrás de las nubes.
Buenas noches señoras nubes,
¿Vienes a compartir esta melancólica noche conmigo?
Su única respuesta fueron las gotas de lluvia que comenzaron a caer,
llora por mi cielo, llora por mi porque mis lágrimas se acabaron,
pero no así el dolor y la pena que siento en este momento.
A veces me pregunto si en este mundo existirá quien me comprenda,
¿Alguien podría explicarme como puedo hacer para ya no sufrir más?
A veces creo que sólo soy un fantasma en esta sociedad,
paso desapercibido en medio de un mar de personas, una gota más en ese mar,
quien desde un rincón oscuro los observa, tratando de imitarlos,
veo sus sonrisas y trato de sonreír, veo su felicidad y trato de demostrar lo mismo.
Pero aún así no puedo ser como los demás,
no puedo sonreír sinceramente, no puedo ser sinceramente feliz.
¿Acaso estoy pagando alguna culpa?
¿Estoy condenado a vivir con este dolor?
Nunca podré saberlo, ahora sólo me queda observar sin poder sonreír,
sin poder llorar, sin poder sentir el latido de mi corazón."
Observé a mis costado para tratar de ver la reacción de mis compañeros y realmente me sorprendí cuando vi a todos con lágrimas en los ojos, ¿Tanto era el dolor que expresaba en aquel poema para que los demás se pusieran de esa forma? Hasta la profesora tenía los ojos rojos, me sentí culpable.
Al final la profesora anunció que enviaría mio poema al concurso. Increíblemente luego de la clase, todos mis compañeros comenzaron a acercarse para felicitarme por escribir de esa forma, otros para preguntarme si me sentía bien, pero el único que sabía toda la verdad era Demian, quien estaba sentado en su silla con una suave sonrisa, como si hubiera deseado que eso pasara.
Como nunca hubiera pensado, ese día "normal" se volvió uno un poco mejor.