Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Las Vueltas del Destino. por Ayseme

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

- ¿Qué es lo que acabo de oír?

Louis y yo nos quedamos algo sorprendidos, no esperábamos que mi madre y Demian estuvieran parados en la puerta, ni siquiera había escuchado cuando la puerta se abrió. Mi madre nos miraba con una expresión de sorpresa y decepción, pero, era glo que había ocurrido hacía ya mucho tiempo, ¿Era tan malo eso? Recordaba que mi madre había dicho que las personas son personas, y que sobre gustos no hay nada escrito, pero su expresión decía más de lo que antes había dicho.

No nos dejó explicarle nada, sólo salió de la habitación, sus pasos se escucharon hasta la puerta principal, por la cual salió y cerró de un azote. Comenzaba a creer que realmente era algo malo lo que había hecho y estaba pensando.

Mi mirada seguía fija en la puerta, podría decirse que era incluso una mirada perdida. Bajé un poco mi mirada, pero al hacerlo me puse un poco nervioso, ya que Louis me estaba mirando, demasiado cerca mío, podía sentir su respiración, no era un buen  momento, mi madre se había ido pensando quien sabe qué de mi. Pero estaba inmovil, mirándolo fijamente, pude notar cómo se empezaba a acercar a mi, por algún motivo estaba olvidando lo sucedido, pero un empujón en mi hombro hizo que reaccione al momento de ser alejado de Louis, al ver la mano de Demian fue como si el tiempo se detuviera por unos pocos segundos, Demian cayó sobre mi, mientras Louis caía sentado al suelo. 

- ¡No! ¡Allen! No puedes besarlo, recuerda que... que hasta hace un rato ni siquiera querías verlo...

Se notaba un cierto nerviosismo en su voz, algo de desespero, ¿Estaba celoso? Quizás, pero tenía razón, hasta hacía unos momentos yo no quería saber nada de él, y ahora había estado a punto de besarlo. Quité de encima mío a Demian y me levanté de la cama para salir de mi habitación, me preocupaba mi madre, bajé de a dos escalones hasta llegar a la planta baja, caminé hasta la puerta y la abrí, pensando que allí estaría mi madre, pensando o algo parecido, pero no. Me senté en el escalón, viendo a la calle, esperando a ver si volvía.

Dos horas pasaron, no volvía, no quería rendirme al esperar, no salí a buscarla porque no tenía idea alguna de a donde podría haber ido, tanto tiempo sin hablar casi, nos separaron mucho. Varias horas pasaron, ya estaba por amanecer , mis ojos ardían, tenía frío, pero allí estaba, firme. Un suspiro salió de mi, dejé que mi cabeza cayera sobre mis brazos, era un sentimiento de pérdida, como si ya no me quedara nada. ¿Era normal? No, no lo era, sentí las lágrimas salir y resbalar por mi mejilla, la tristeza me invadía, ¿Por qué? Era muy molesto, pero en medio de mis pensamientos sentí unos brazos que se apoyaban en mis hombros.

- Ya vendrá, Allen. Ten fe de que así será.

- Quien sabe, la última vez que tuve fe de ver a alguien después de un error, se fue a miles de kilómetros, sin decirme nada... -Louis había venido a verme, no sabía cuanto tiempo llevaba en ese lugar, o si había dormido un rato antes de salir.

- Perdón por irme, no fue por tu beso, yo me sentí bien, pero estaba sorprendido y nervioso, debes entender que no fue algo malo, de hecho... fue bueno, porque yo sentía lo mismo, sólo que me sentí confundido, y al llegar a casa mi padre había preparado todo, el juicio ya se había celebrado y mi madre había perdido. Me tuve que ir así, sin más, pero no quería que esperaras por alguien que quizás nunca volvería. No hubiera sido justo para ti. Pero veo que te hice más daño de esa forma. Perdón Allen, perdón...

Escuché atento a sus palabras, sin decir nada, pero, ¿Qué podría hacer ahora? ¿Qué podría decirle? Estaba con la mente casi en blanco, nada fuera de mi madre venía a mi mente.

- Allen, dime algo, por favor...

- Yo... no sé que decirte, ahora no puedo pensar con claridad en nada, estoy preocupado, entinde eso...

No se dijo más nada, Louis sólo me abrazó y apoyó su cabeza en mi espalda, me tranquilizaba, me sentía un poco mejor, no me sentía solo, pero fue en ese momento que el teléfono sonó. Rápido me alejé de Louis y me levanté. Corrí hasta el teléfono para atenderlo.

- ¿Buenas? ¿Mamá? ¿Mamá eres tú? ¿Hola?...

Hubo silencio por un par de minutos, los más largos de toda mi vida, hasta que la voz de un hombre se escuhó.

- ¿Es la casa de la Señora Nara? Buscamos a un familiar, tenemos malas noticias...


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).