Durante todo el trayecto hasta mi apartamento no logre concentrarme, mi mente divagaba en aquel momento compartido con Thor, podía recordar sus labios tan cercanos a los míos y solo eso bastaba para acelerar mi respiración. Maneje lentamente, mas que nada para prevenir un accidente al encontrarme tan distraído solo pensando en llegar a mi hogar y descansar de aquel día. Al llegar Frandal se encontraba ahí esperando por su pequeña, la cual bajo acomodándola en sus propios brazos, para luego acercarse hasta mi para besarme y al hacerlo, estuve a punto de correr el rostro a un lado por alguna razón, mas sin embargo solo correspondí a aquel roce que termine demasiado pronto; al notar la mirada de mi pareja sobre mi sonreí suavemente y le invite a entrar, no pasaban de las nueve por lo que luego de dejar a Sigyn en la habitación que solía usar cuando se quedaba en casa avanzamos a la cocina donde hervimos agua para luego sentarnos en la sala a charlar.
-Entonces… -musito Frandal dando un sorbo a la bebida que sostenía en su mano- ¿Cómo estuvo la fiesta? –Agrego para romper aquel silencio entre los dos.
-Estuvo bien, es decir, hace tiempo no veía a los chicos y Sigyn se divirtió bastante –Musite calmado con una pequeña sonrisa para luego recordar la razón por la cual Frandal no nos había acompañado- ¿Y a ti? ¿Cómo te ha ido con Sif? –Pregunte esperando que las cosas no se hayan complicado, sabia lo mucho que Frandal estaba batallando por la custodia de su pequeña-
-Pasaré las fiestas con Sigyn -musito suavemente, guardando silencio después, así mismo yo lo hice esperando que continuara- Y con Sif... -finalizó temeroso como si esperará que fuera a explotar y con justa razón, puedo ser muy explosivo algunas veces-
-Frandal... Esta bien -Exclame viendo la sorpresa y el alivio en su rostro, exagerado, me dije a mi mismo rodando los ojos-
-Ambos creemos que con todo esto sería bueno para ella pasar las fiestas sin nuestros problemas habituales -Comenzó a explicar dando un sorbo largo a su café- la verdad, luego de las pasadas navidades, a ninguno de los tres nos caería mal una que fuera tranquila- murmuró con el rostro pegado a la taza para luego perderse en el líquido caliente-
-Esta bien, en serio- musite besando su mejilla- ustedes pasan las fiestas juntos y yo puedo viajar para ver a mis padres, estarán contentos de que valla a verlos más de dos veces al año -reí con gracia ante la broma tan cierta-
Luego de esa conversación pasamos un buen rato más hablando antes de irnos a dormir el domingo por la madrugada, esa noche dormimos muy cerca el uno del otro y a pesar de no haber hecho nada malo, en ningún momento mencioné aquel acercamiento con Thor. Por alguna razón me parecía como si hubiese ocurrido en un sueño, no uno cualquiera, uno de esos sueños que guardas toda tu vida en la memoria, como ese sueño extraño, sin sentido y que luego de mucho tiempo, aún le buscas explicación, como esa primer pesadilla, esa que te persigue siempre... o como ese sueño, en el que logras ver a tu amor verdadero, en el que encuentras a la persona indicada pero que parece que jamás encontrarás en verdad; un pensamiento cruzó su mente "tal vez había encontrado a su amor verdadero" "tal vez era Thor" luego pensó, que justo como un sueño Thor lucia como ese sueño, tan real, pero tan inalcanzable.
Durmió con ese pensamiento y soñó con ese mismo rubio que ahora llenaba su mente, ese con quien no compartía su cama, pero que parecía aún poseer su corazón; así mismo despertó dándose de frente con la imagen de un rubio, pero no SU rubio, más tarde se encontraba despidiéndose de la pequeña castaña que le prometía llamarlo el día de Navidad muy temprano por la mañana para decirle cuáles habían sido las cosas que Santa había dejado bajo su árbol.