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El amor es un lienzo en blanco que teñiremos entre los dos por chibibeast

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Notas del capitulo:

Hola!~ Como ya se habrán dado cuenta, tengo una forma rara de actualizar -_-U

Sé que debí actualizar el sábado, pero me dejaron varios trabajos en la Universidad y agregándole que esta semana que pasó fue de exámenes no tuve tiempo ni ganas de escribir u.u además que no tengo compu TnT la que uso es de uno de mis tíos y ayer se la llevó, no me dejó terminar el cap. Lo hice hasta hoy, pero bueeeeh…

Aquí está el último cap. ¡El extra Aoita! En el cap. Pasado fue el final del Kaiha, este se centra en lo que pasa con Aoi y Reita, por qué el negro la arremetió contra la iguana, se puede ver confuso, pero ya sabrán por qué.

Oh, salen los de Alice Nine, sólo al final, pero tienen su escena de unos segundos :v

Mi imaginación ya no daba para más y si seguía escribiendo es capaz que hubiese hecho que violaran a Reita y mataran a Saga xD y esa no era la idea ._.

Adv:

-Lemon Aoita, lo que algunas esperaban ¬u¬

-Cambio de posiciones (If you know what I mean) ¬u¬ Es decir, que si no les gusta Aoi de Uke sáltense esa escena ¬¬

Disculpen los errores ortográficos.

Bueno, nos leemos abajo :D

Luego de que Yutaka se fuera, el silencio llenó la habitación. Un silencio incómodo, ambos lo notaban pero ninguno hablaba, Yuu quería hacerlo pero no encontraba las palabras adecuadas para empezar a disculparse, aún le daba la espalda al rubio, podía sentir su mirada, la ansiedad y cierto miedo, no quería que Akira le temiera, jamás fue su intención lastimarlo. 

Akira no sabía qué hacer, aún estaba sentado en la cama esperando a que Yuu se decidiera por hablar, sólo veía su espalda, quería que el pelinegro volteara, que lo viera a los ojos y le dijera que en verdad cumpliría su promesa de no volver a lastimarlo, que lo amaba, el rubio sólo quería cambiar de página y que todo quedara como un mal recuerdo. 

Un quejido por parte del rubio le hizo voltear, al parecer se había tocado la mejilla causándose dolor. 

El pelinegro se acercó a la cama y se sentó en el borde, de frente al rubio, este no se alejó sólo lo veía a los ojos; tomó la mano de Akira que cubría su mejilla, la apartó y con cuidado limpió el rastro que quedaba de lágrimas, dejó una mano posada en una mejilla y la otra en el cuello evitando tocar la lastimada.

 ─Lo siento.─ Yuu se decidió por romper el silencio─ Lamento, lamento haberme comportado de forma tan infantil, por lastimar a Keiji, por haber proferido ofensas crueles contra ti, pero de lo que más me arrepiento es… ─posó su mirada en la hinchada mejilla y sintió su pecho apretarse. ─haberte agredido físicamente, de nuevo.─ tragó saliva. ─ Me siento el peor ser que existe sobre este planeta, la peor basura. ─con ojos llorosos y un nudo en la garganta─ Ni siquiera merezco que hayas aceptado hablar conmigo.─

 ─Yuu. ─el rubio, también, con ojos llorosos llevó una de sus manos al rostro del contrario y lo acarició. Al ver la expresión del otro y escuchar sus palabras el miedo se había ido.─ Acepto tus disculpas, Yuu. ─sonrió un poco. ─ Sé que tal vez pienses que te estoy disculpando demasiado rápido y que los chicos también lo pensarán, pero si me pongo a pensar en todo lo que ha pasado, uno de los dos tenía que explotar al no soportar más la situación y ese fuiste tú, sólo no esperaba que me golpearas.─

El pelinegro bajó la mirada.─ Yo tampoco pensé que llegaría hasta ese extremo. Desde hace un par de meses que nuestra relación no iba bien y sé que era por mi culpa. ─levantó la mirada─ Hoy, durante el ensayo, estuve pensando en cómo arreglarnos, tenía planeado invitarte a un lugar hermoso, hablar y luego, bueno, sentirnos el uno al otro. ─el rubio se sonrojó, si bien el pelinegro no planeo algo tan elaborado, estuvo pensando toda la tarde en cómo se sentía, estuvo pensando en él y eso lo hacía sentirse feliz.─ Antes de poder invitarte saliste casi corriendo de la sala así que tuve que venir hasta el departamento, creí que ya estabas dentro, pero ─su mirada se ensombreció─  cuando estaba estacionándome te vi con alguien más. ─el rubio abrió los ojos sorprendido, entonces Yuu lo vio con…─ Sí, Akira. Vi cómo te besabas con Takashi, fue por eso que mi ira, celos y mis pensamientos de que eres mío y de nadie más se activaron y tomaron fuerza, por eso fue que llegué al extremo de golpearte.

─No.─ susurró el rubio. ─No, Yuu. Yo no besé a Takashi.─ decía desesperado.─ Él ya estaba en el estacionamiento cuando yo vine. Él me dijo muchas cosas, me confesó sus sentimientos, dijo que me ama y quiere que sea suyo, eso me sorprendió, me disculpé con él diciéndole que no lo amo, que al único que amo es a ti.─ estaba llorando, temía que Yuu siguiera creyendo que él había besado a Takashi por voluntad cuando no era así; quitó la mano del pelinegro que estaba sobre su cuello y la entrelazó con suya que tenía libre. ─Me pidió que te dejara y me fuera con él. ─frunció el ceño.─ Le dije que me alagaba que tuviera esos sentimientos hacía mí y admiraba su valentía, pero que no podía corresponder, ya que mi amor tiene un solo dueño y que eso no cambiará, que jamás te dejaría a menos que tú lo quisieras.─ se sonrojó y sonrió.

El pelinegro estaba sorprendido por las palabras del rubio, había defendido su amor y él fue tan estúpido por no haber pedido explicaciones antes; por otro lado estaba sumamente molesto, ¿Cómo se atrevió ese estúpido bajista a confesársele al rubio sabiendo que tenía una pareja desde hace más de 3 años? y para empeorarlo ¡El maldito le pidió dejarlo! ¿Quién se cree para alejar al rubio de su lado? Ese desgraciado se las vería con él, lo haría arrepentirse de haberle pedido eso al rubio.

 Akira al ver la expresión enojada del pelinegro no sabía si continuar.

─Continua.─ ordenó el pelinegro, el rubio dudó.─ Vamos, Akira, sé que hay más.─

Tragó saliva.─ Takashi no tomó bien mis palabras, se molestó bastante. Trató de forzarme.─ lo último lo dijo rápido y cerró los ojos con fuerza, se estremeció al recordar lo que el bajista de Alice Nine había intentado hacerle.─

Yuu se tensó, entonces lo que vio al llegar no fue más que el intento desesperado del otro por arrebatarle a su rubio ¡Mierda! Debió haber entrado en escena en vez de irse y luego regresar sólo para cometer la peor idiotez de su vida.

─Por la sorpresa al principio no pude hacer nada, pero luego forcejé para que me soltara y dejara de morder mis labios, ─siguió el rubio─ pero cada vez ejercía más fuerza y presionaba mi cuerpo contra la pared, no sé cómo logré liberarme para propinarle una patada y luego huir hacia acá, después llegaste tú y bueno…─ apartó la mirada.

Yuu abrazó a Akira, lo abrazó con fuerza pero sin apretarlo tanto.─ Lo siento. Si me hubiese controlado no estarías así, Yutaka no hubiese dejado solo a Kouyou, no te hubiese hecho sentir mal, Yutaka no me hubiese amenazado, en este momento podríamos estar disfrutando en el lugar al que te quería llevar y Takashi estaría luchando por su vida en el hospital, la próxima vez que lo vea ahí es donde estará.─

─No, Yuu. Lo que pasó, pasó. El ‘hubiese’ no existe, no podemos evitar lo que ya sucedió, pero sí podemos evitar que vuelva a suceder.─ el rubio apretó más el abrazo.─ Lo único que quiero es que cambiemos de página, que esto quede atrás y nosotros sigamos hacia adelante.─ se separó un poco del abrazo, rozó sus labios con los del contrario y le regaló una sutil sonrisa. ─ Te amo y eso no cambiará. Sé que cualquiera que supiera de nuestra situación se preguntaría por qué sigo al lado de alguien que ya me golpeó dos veces y que puede haber una tercera, pero es que sé cómo eres, te conozco, eres muy impulsivo, te dejas llevar demasiado por tus sentimientos, eres agresivo en ocasiones cuando no piensas en las consecuencias de tus actos. ─el pelinegro apartó la vista, sabía que se refería lo de esta noche, deshicieron el abrazo.─ Sin embargo, hay puntos a tu favor. Eres tierno, a veces tímido, me proteges como si fuese un tesoro y de repente tienes ataques de romanticismo.─ el rubio dio una risita y el pelinegro se sonrojó, se avergonzaba luego de que le daban esos ataques.─ Es por eso que sigo a tu lado. No me golpeas sólo porque sí y ha sucedido porque eres un cabeza hueca, además yo también te he dado unos buenos toques*.─

─Sí, pero tú no lo haces como yo. Yo me he excedido y te he dejado marcas.─ preocupado porque las marcas anteriores tardaron en desaparecer.

─Tranquilo. Como dije: eres un cabeza hueca, además haz prometido no volver a hacerlo y si vuelve a ocurrir ten por seguro que dejaré mi miedo a un lado, te daré toques como si fueses una pera*, recuerda que también tengo quienes me respalden.─ risita malévola.    

─Yutaka. ─susurró. El líder tenía buena puntería lanzando tanto dardos como baquetas y qué decir de sus puños, de los otros dos, Kouyou daba fuertes patadas (en el pasado habían compartido habitación en una gira esa vez le dio una dormido, no quería saber cómo sería estando despierto) y Takanori tenía micrófonos en combinación con sus anillos, ellos lo matarían y Koron, esa pequeña perrita, haría sus necesidades sobre su demacrado y desfigurado cadáver. Un escalofrío recorrió su columna, más le valía no volver a ponerle un dedo encima a Akira, antes de que sucediera se descargaría en sí mismo.

Una carcajada resonó en la habitación. Akira reía y se quejaba, al estirarse sus mejillas le dolía, pero no se detuvo hasta unos momentos después.

─Debiste ver tu cara al mencionar a los chicos. No te preocupes por eso, yo confío en ti y sé que ellos igual.─ le sonrió dulce.

Sonrió igual.─ A veces he llegado a pensar que eres demasiado para mí, Akira. He pensado que no te merezco y realmente agradezco que me hayas y sigas dando la oportunidad de estar a tu lado y compartir nuestras vidas, agradezco que me permitas amarte con todo mi ser.─

─Yo también te amo, Yuu, más de lo que te imaginas. Mi corazón late por ti, no lo dudes.─

Se acercaron hasta poder unir sus labios, primero de manera suave y lenta, sobrepasando por poco la superficialidad, para luego formar un beso acelerado y apasionado; las manos de Yuu rodearon la cintura de Akira y las manos de este rodearon su cuello.

De a poco el pelinegro fue recostando al rubio sobre la cama, acomodándose sobre su cuerpo y entre sus piernas, ambos se regalaban caricias tanto sobre como por debajo de la ropa; el primero en quedar en ropa interior fue Akira, el pelinegro repartía besos y mordidas siguiendo la línea de la mandíbula y el cuello del rubio, quien sólo suspiraba y disfrutaba.

Dejaba marcas en la piel suave, el rubio se estremecía bastante. La mente de ambos estaba revuelta, no podían pensar en más que  recorrer la piel ajena y unirse hasta ser uno sólo. Yuu se deshizo todas las prendas de amos, besaban cada parte del cuerpo contrario, Yuu llevó a su boca el miembro del rubio, quien sólo podía pedir por más y decir cosas inentendibles a causa de los gemidos que salían y las sensaciones que tenía al sentir cómo el pelinegro lo masturbaba y lamia sus testículos, luego de un tiempo se sentía al límite, estaba por correrse, pidió al otro que se detuviera pero no le hizo caso y siguió con lo mismo, sus piernas temblaron cuando él las tocó.

Llevó una de sus manos hacia su entrada, acariciándola con el índice y ejerciendo presión sin adentrarse, saco el miembro de su boca cuando el rubio terminó en esta, escupió parte de la esencia del otro en sus dedos, los cuales utilizó para dilatar tan estrecho interior y el resto lo trago; Akira tan ansioso como estaba no podía esperar a que Yuu se adentrara en él, a sentirlo dentro y que lo hiciera suyo de todas las maneras posibles.

El pelinegro al sentir que aquella cavidad estaba bien dilatada, dio el aviso de que ingresaría; esperó que el rubio se acostumbrara, cuando movió sus caderas significando un ‘Puedes moverte’, él lo hizo y le embistió con suavidad, pero no duró mucho así ya que el placer y lujuria los invadía. Ya no importaba nada más que sentirse entre los brazos del contrario, decirse frases cursis entrecortadas por los gemidos, jadeos y gruñidos causados por tanto placer que se daban mutuamente. Yuu le embestía más fuerte y rápido, haciendo que Akira sintiera que tocaba su punto dulce, volviéndose loco; el rubio se revolvía entre el cuerpo del pelinegro y el colchón, apretaba las sábanas y la espalda del pelinegro entre sus manos al no saber dónde descargar tantas sensaciones que albergaba su cuerpo.

De repente todo movimiento se detuvo, sintió un vacío en su interior, abrió los ojos (que había cerrado por el placer) para ver qué pasaba y preguntarle al pelinegro por qué se había detenido si se sentía tan bien, grande fue su sorpresa al observar como Yuu se encontraba sobre sus caderas, con tres de sus dedos, ya, en su interior, dilatándose él mismo.

─ ¿Yuu, qué…?─ fue interrumpido.

─Sólo espera un poco.─ jadeó─ Ya casi.─ gimió, el pelinegro estaba igual o más sonrojado que el rubio, cuando se sintió lo suficientemente dilatado, como para ingresar el miembro del rubio en su interior sin hacerse tanto daño, sacó su dedos y tomó con una de sus manos la erección del rubio que estaba tan dura y firme como un pilar* (¿Y cómo no? Si previamente había sido estimulado desde su interior por el pelinegro y luego de ver a este dilatarse por su cuenta, se puso aún más caliente.), la otra la usó para apoyarse en el abdomen del rubio, de forma lenta fue sentándose sobre la erección, podía sentir cómo se abría paso en su interior, inhalaba y exhalaba profundamente, hacía tiempo que no era penetrado, no es que no fuera de su gusto, simplemente era una delicia sentir cómo las paredes del rubio asfixiaban su miembro y escuchar los gemidos de este en su oído pidiendo por más lo volvían loco; quería compensar a Akira por lo que había hecho, quería llevarlo donde le había dicho y lo haría, pero pensó hacer algo más antes: dejar que Akira hiciera con su cuerpo lo que le placiera, tenerlo dentro suyo, hacerle sentir lo que él mismo sentía cuando estaba dentro del rubio, que lo marcara de su propiedad y que estuviera seguro que lo ama igual o más, que ambos se pertenecen.

Al terminar de meter todo el miembro del rubio empezó a auto-penetrarse, puso sus manos sobre el abdomen del rubio y las utilizaba junto con sus piernas para darse impulso. Akira llevó sus amos hacia las caderas del pelinegro al ver que este empezaba a disminuir la velocidad por el cansancio, de un momento a otro Yuu se encontraba recostado sobre el pecho de Akira; había resbalado del abdomen del rubio, sus manos ahora estaban a los costados de este apretando las sábanas, su rostro entre la curvatura del hombro de Akira donde podía escuchar más fuerte sus gemidos.

Akira ejerció más presión en las caderas del pelinegro, elevó las propias apoyando sus talones en el colchón, dando salvajes y descontroladas embestida que llegaban a lo más profundo del otro, tocando repetidas veces la próstata provocando escalofríos en ambos cuerpos como una señal de que el fin estaba cerca. Unieron sus bocas nuevamente en un beso en el cual participaron sus lenguas y en unas estocadas más todo acabó. El primero en correrse fue el rubio llenando el interior del pelinegro, que luego de sentir esa calidez inundarlo se corrió manchando ambos abdómenes.

“Ah, qué bien se siente” pensó el pelinegro “Creo que haré esto más seguido.”

Akira sacó su miembro flácido con cuidado del pelinegro, este soltó un gemido bajito, luego se quitó de sobre el rubio para acostarse a su lado.

Se miraban a los ojos sin decir nada, no necesitaban palabras, no después de lo que acababan de hacer, se regalaron una hermosa sonrisa; el rubio se encimó en el pelinegro, acarició su pecho y dio un besito ahí mientras que el otro apartó el cabello rubio de la frente y dio un tierno beso ahí, no necesitaron más que eso y un fuerte abrazo para caer rendidos ante el sueño.

 [“Los tonos grises no pueden ser cambiados ni desaparecer, siempre habrá algo oscuro en el amor. Puedes ser feliz y al momento siguiente todo puede derrumbarse en un instante, pero todo puede volver a levantarse con las palabras y acciones correctas.”]

 

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 Al día siguiente en la compañía…

 

Tres Gazettos se encontraban en su sala de ensayos asignada esperando ansiosos por la llegada del rubio bajista y el pelinegro guitarrista.

El trío estaba bastante preocupado, ya le habían dicho a Takanori así que estaban en las mismas. Yutaka no había recibido ninguna llamada del bajista, no sabían si se encontraba bien o si luego de que el baterista se fuera ambos chicos se agarraron a catos*, sabían que a lo que Akira le temía no eran a los golpes de Yuu sino a sus palabras, ya que solía insultarlo bastante cuando discutían (cuando lo hacían en serio), pero también estaban seguros de que se amaban, a su manera.

Todos lo recordaban, la primera vez que Yuu golpeó a Akira fue por una borrachera, había salido a beber con Kazuki (el primer guitarra de Screw), al llegar al departamento el rubio le reclamó por su estado etílico, el pelinegro lo ignoró pero Akira seguía reclamando, lo que hizo que el pelinegro no soportara más y se lanzara sobre este, por la sorpresa el rubio tardó en reaccionar y cuando lo hizo ya era tarde, el guitarrista le daba puñetazos y patadas a diestra y siniestra hiriendo al bajista también con sus palabras. Al día siguiente no recordaba nada hasta que vio al rubio tendido en el piso sangrando y con magulladuras por todo el cuerpo, se sintió pésimo; llamó a los chicos, recibió un castigo por parte de todos, curaron al rubio y lo perdonó, ya que fue debido alcohol, el pelinegro cuidó de él y prometió no volver a ponerle un dedo encima… hasta el día anterior.

No habían ido al departamento de la pareja porque querían confiar en las palabras de Yuu, querían creer que las cumpliría. Grande fue su alivio al ver entrar al bajista sano y salvo, a excepción de una mejilla que se notaba un poco inflamada, pero el resto estaba bien, soltaron un gran suspiro.

─ Hola.─ con una sonrisa los saludó.

Kouyou salió corriendo desde su lugar hasta donde estaba Akira y lo atrapó entre sus brazos.

─Me alegra que estés bien.─

─Sí lo estoy. No hay de qué preocuparse.─ respondió al abrazo.

Yutaka y Takanori también se acercaron y se unieron al abrazo. Al rato se separaron y se sentaron en los sillones dispuestos en sala.

─ ¿Dónde está Yuu? ─ Preguntó Kouyou con curiosidad, no le guardaba rencor al pelinegro.

─Eh, me dijo que primero tenía que hacer algo antes de venir aquí.─

─ ¿Qué es más importante que venir a ensayar? ─el líder con una ceja alzada.

─O ésta retrasando lo inevitable.─ lo ven raro. ─ Ésta retrasando su castigo, Koron-chan quiere morder algo. ─ sí, el vocal había llevado a su perrita para asustar a Yuu, ya que ella lo persigue sólo para hacer ‘pis’ en sus zapatos y morderlo cuando está distraído.

Estuvieron hablando unos minutos, Akira les contó lo que pasó antes y después de que el líder saliera de su casa, así se hicieron una idea de lo que podría estar haciendo Yuu. Media hora después apareció el guitarrista.

─Em, Hola.─ saludó un poco temeroso al ver a Koron en el regazo del vocal.

─Akira ya nos dijo lo que pasó, no te diremos nada, ya tienes suficiente con revolcarte en tu arrepentimiento. ─dijo serio Yutaka.─ Espero que no hayas hecho algo imprudente antes de venir.─

Asintió de manera apenada por su actuar del día anterior.

─ Meh─ se encogió de hombros por la últimas palabras.─ No es tan malo, pero así no se volverá a acercar con otras intenciones a mi Aki.─ fue donde el rubio, lo tomó de la cintura y le dio un beso en la mejilla sana.

─Bien, ya te vengaste de Saga, ahora… Yuu, Koron-chan quiere jugar contigo.─ sonrisa malévola.

Después de eso sólo se escuchaban los ladridos de la pequeña chihuahua, los gritos del pelinegro guitarrista que trataba de huir y la risa de sus compañeros de banda, en cierto momento cruzó miradas con su amor y se sonrieron dulcemente.

 

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En la sala de ensayo de Alice Nine…

Se podía ver a tres chicos con una mueca burlona en sus rostros, a uno con una mirada seria y a otro con la furia marcada en su rostro.

─No puedo creer que te hayas atrevido a hacerle eso a Reita-san.─ dijo Shou.

─Lo que a mí me sorprende es que Aoi-san no te mató, de hecho más que sorprenderme, me decepciona. Yo quería ver tu cuerpo desfigurado, bueno, más de lo que ya está.─ rió Hiroto.

─Te dije que no lo hicieras. Tú no quieres a Reita-san de esa forma sólo lo querías para divertirte una noche, tuviste suerte de que Aoi-san sólo te hiciera eso y te amenazara, ─pensativo─ tal vez Reita-san le pidió que no se manchara las manos con tusucia sangre.─ dijo Nao y rió juntos a los otros dos.

─Eres un idiota, Takashi.─

─Cállate, Shinji. Mejor, cierren la boca todos.─ gruñó el castaño bajista, quien tenía su ropa rota, manchada de lo que al parecer antes era comida pero apestaba, sosteniéndose las costillas por el dolor, su rostro marcado con crayón indeleble y un letrero colgando de su cuello con la frase:

 ‘No me acercaré a Suzuki Akira, él es propiedad de Shiroyama Yuu.’

 

Notas finales:

¡Gracias por haber leído!


Por cierto, Ruki no tuvo protagonismo en este fic porque pienso que ya tiene demasiado en los demás.


Ah no tengo nada en contra de Saga, pero necesitaba a alguien que se quisiera violar a la iguana (casi escribo la violación D:). Si se preguntan ¿Por qué Saga? Pues, ya había leído fics donde son pareja y quedan bien, no me gusta ponerlo con los demás Alicios u otra banda.


*toques: golpes. Es que me aburrí de escribir ‘golpes’, quería poner algo diferente, así decimos algunas personas de mi país: ‘Te voy a dar unos cuantos toques para que aprendas’ o también decimos ‘catos’ :v


*pera: un pequeño saco que utilizan los boxeadores para entrenar.


*duro como un pilar: no me gusta decir ‘duro como una roca’, no sé ._. y eso fue en lo que pensé podría compararlo xD


Bien, con el Aoita en este fic pienso que fue así como esas parejas que son complicadas, se ve que son un enredo: hay golpes, llanto, reconciliación, ambos son fuertes y a pesar de todo se quieren, sólo ellos se entienden; desde el punto de vista de un tercero es difícil comprender una relación que parece tormentosa pero es porque no conoce los pensamientos y sentimientos de los involucrados, es por eso que aquí se podría ver como algo contradictorio o en algunas partes como si no hubiese sentido, pero bueno el amor es complicado.


El Kaiha fue el lado bonito y el Aoita el feito (?) En serio, siempre hay que ver las dos caras del amor, no sólo lo que nos ilusiona sino también lo que nos puede dañar.


¿Alguien ya leyó la entrevista del 13th de Aoi? Yo la leí hace poco y me sentí mal u.u es tan negativo sobre sí mismo, me dieron ganas de apapacharlo y subirle el animo.


Bueno, ahora les digo adiós, tal vez nos volvamos a leer en otro fic.


Bye bye


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